Penosamente una gran parte de los desechos provocados por el hombre van a parar a mares y océanos. Por dar un ejemplo, la contaminación de los mares y océanos es un problema que afecta gravemente a nuestro planeta. Los desperdicios arrojados al mar como botellas de plásticos, pilas, entre otros han sido encontrados en los estómagos de orcas, ballenas, peces, delfines y tiburones que los ingieren creyendo que son alimentos. Las fuentes de contaminación de los mares pueden ser diversas. Por un lado, los vertidos líquidos industriales como metales pesados, residuos orgánicos, aceites, pinturas, nitratos. Los desechos de las ciudades muchas veces van a parar al mar (o a los ríos que desembocan en el mar) sin tratamiento previo alguno. Por otro lado, la contaminación atmosférica termina cayendo al mar producto del proceso de evaporación, condensación y posteriores precipitaciones. Los contaminantes radioactivos se encuentran en el fondo del mar en miles de barriles que contienen sustancias como mercurio o plutonio altamente contaminantes. El mar ha sido desde hace décadas el vertedero para material radioactivo que producen muchos países y no saben cómo tratar. Según la GESAMP(Group of Experts on the Scientific Aspects of Marine Pollution), la contaminación en los mares es definida como "la introducción por el hombre, directa o indirectamente, de sustancias o energía en el medio marino, incluidos los estuarios, que produzca o pueda producir efectos nocivos tales como daños a los recursos vivos y a la vida marina, peligros para la salud humana, obstaculización de las actividades marítimas, incluidos la pesca y otros usos legítimos del mar, deterioro de la calidad del agua del mar para su utilización y menoscabo de los lugares de esparcimiento".
CONTAMINACIÓN POR HIDROCARBUROS
Según un estudio de la contaminación ambiental realizado por F. Louzan Lago, S. Iglesias Baniela, en el transporte de hidrocarburos por mar se incluyen los derrames procedentes de los oleoductos, las descargas operacionales y accidentes de petroleros y los derrames de las instalaciones costeras. La cantidad vertida estimada ha ido bajando progresivamente en los sucesivos estudios de la National Research Council, de 1,580,000 TM en 1973 a 1,150,000 en 1981 y a 153,300 TM en 1999. Así resulta que su contribución a la contaminación marina en el último estudio es de un 12%, siendo el 8% imputable a los accidentes y el 3% a las descargas operacionales. Sin embargo, opinamos que esta cantidad está infravalorada ya que la metodología usada para cuantificar las descargas operacionales no es la correcta como veremos más adelante. La Organización Marítima Internacional2 estima que en el año 1989 la cantidad vertida debida a las descargas operacionales es de 159,000 y Clark3 en el 2001 la estima en 163,000 TM. Las actividades marinas de exploración y extracción de petróleo y gas continúan aumentando, actualmente hay ya unas 8.300 plataformas offshore en el mundo. Los vertidos procedentes de las plataformas se han ido reduciendo con el mejoramiento de la tecnología y las buenas prácticas operacionales y representan aproximadamente el 3% del total. Sin embargo, la explosión de un solo pozo petrolífero puede hacer cambiar inesperadamente esta tendencia; baste recordar la explosión de la plataforma "IXTOC 1" en la Bahía de Campeche, México, a unos 80 Km de Ciudad del Carmen donde se vertieron más de 476,000 TM y se tardaron 295 días en controlar la fuga de petróleo. Se considera el segundo derrame mayor del mundo después del ocasionado por Irak en 1991 al incendiar y descargar a la mar pozos petrolíferos de Kuwait, una cantidad estimada en 700,000 a 900,0004 TM.
CONVENIO DE OSLO DE 1972 PARA LA PREVENCIÓN DE LA
CONTAMINACIÓN MARINA PROVOCADA POR VERTIDOS DESDE BUQUES Y AERONAVES Terminado y firmado por todos los Estados ribereños en septiembre de 1992, con la única excepción de Rusia, este nuevo Convenio surgió ante la necesidad de renovar los viejos textos del Convenio de Oslo y París a la luz de los objetivos planteados en la Conferencia de Río de Janeiro de 1992. El Convenio de Oslo, o Convenio para la Prevención de la Contaminación Marina Provocada por Vertidos desde Buques y Aeronaves, fue firmado en febrero de 1972 y modificado por dos Protocolos en marzo de 1983 y diciembre de 1989 respectivamente. El Convenio de París, o Convenio para la Prevención de la Contaminación Marina de Origen Terrestre, fue firmado en junio de 1974 y modificado por un Protocolo de Enmienda en marzo de 1986. Contenido del convenio. Nuevo texto El Convenio OSPAR no sólo cubre las materias tratadas por los dos Convenios anteriores, sino que además incrementa el campo de actuación incluyendo las actividades en tierra cuyos vertidos llegan al océano Atlántico, y las emisiones atmosféricas que puedan alcanzar indirectamente el área marítima; asimismo, trata, no sólo las fuentes de contaminación, sino también las actividades que puedan contribuir a ella (procesos productivos, usos de sustancias, hábitos medioambientales, etc.). Entre los aspectos más destacados del Convenio, cabe destacar los siguientes: ➢ Se prohíbe la incineración de todo tipo de desechos en el mar. ➢ Se acuerda la llamada "lista inversa", que significa la prohibición de todo tipo de vertido al mar excepto: ➢ Material de dragado. ➢ Materiales de origen natural. ➢ Fangos de aguas residuales (hasta el 31/12/98) ➢ Desechos de pescado. ➢ Buques y aeronaves (hasta el 31/12/04). Las materias citadas anteriormente deben de cumplir ciertas limitaciones para su vertido, así como seguir las líneas directrices preparadas al efecto. Se acuerda prohibir el vertido de cualquier material cuyo origen no sea la propia plataforma offshore, y regular el vertido de los desechos debidos a la actividad de estas instalaciones. Asimismo, también se acuerda la necesidad de preparar periódicamente informes sobre las condiciones de calidad de toda el área marítima.