Está en la página 1de 36

INTRODUCCIÓN

Algunos de los principales resultados de la actividad antropogénica han sido el

incremento de los niveles atmosféricos de C02, las alteraciones de las propiedades

biológicas y químicas del suelo, así como el continuo uso y cambio de uso de la tierra.

En su conjunto estos hechos han provocado cambios climáticos a través del planeta

aumentando las temperaturas mínimas y máximas.

El efecto del clima en la producción animal ha sido estudiado desde hace

aproximadamente medio siglo, lográndose importantes avances en el entendimiento de

los aspectos fisiológicos y de comportamiento animal bajo condiciones termoneutrales y

de estrés climático. Durante las dos últimas décadas la comunidad global ha

experimentado una creciente preocupación por el medioambiente y su impacto en el

desarrollo local, regional y nacional. En el área de la producción animal los estudios

ambientales se han centrado particularmente en la contaminación que éstos generan al

medioambiente, en especial aquellos que congregan cientos a miles de animales en

superficies reducidas. Sin embargo, ésta es tan sólo una de las aristas de la compleja

interacción animal-medioambiente. Comparativamente, se ha brindado una menor

atención al estudio de los efectos del clima y del medioambiente sobre la salud y

desempeño productivo de los animales, especialmente durante el último tiempo en el

que se han reportado mayores anomalías climáticas. En este nuevo escenario muchas

veces los animales llegan al límite de sus capacidades para poder hacer frente a

condiciones de frío o calor extremo.

En este sentido, mucha de la investigación en bioclimatología animal se remonta

a la década del 50 donde comienzan de forma más sistemática los primeros estudios que

evalúan el efecto de la temperatura y la humedad en la salud de los animales, los cuales

en su mayoría fueron conducidos bajo cámaras de ambiente controlado. Sin embargo, el


1
rápido avance computacional y tecnológico del último tiempo ha posibilitado contar con

modernos dispositivos electrónicos y telemétricos que se traducen en un incremento en

el número de experimentos de campo bajo condiciones de producción comercial. Este

tipo de dispositivos y de investigación permiten tener un acucioso registro de los

cambios de temperatura corporal, la tasa de respiración y la sudoración, así como el

consumo de alimento y agua. Así, en la actualidad es posible evaluar en forma conjunta

el efecto de diversos factores tales como: radiación solar, humedad relativa, temperatura

ambiental, velocidad del viento, precipitaciones, tipo de dieta, nivel energético de la

dieta, genotipo, etc. En conjunto, estas variables tienen un efecto directo sobre el

bienestar animal, así como también en los índices productivos, tales como ganancia de

peso diaria, producción diaria de leche, conversión de alimento, tasa de preñez, etc.

Todo ello ha generado un importante conocimiento sobre cómo los animales reaccionan

frente a particulares combinaciones de factores medioambientales y de manejo

productivo.

2
CONFORT TÉRMICO Y CUERPO HUMANO

Para funcionar de manera adecuada, el cuerpo humano debe mantener en su núcleo

interno una temperatura próxima a los 37°C, independientemente de las condiciones

ambientales de su entorno. Cuando una persona es capaz de conservar esa temperatura

sin algún tipo de esfuerzo fisiológico es muy posible que se encuentre en un estado

conocido como confort térmico. El cual expresa su satisfacción respecto a dichas

condiciones.

En realidad, el estado de confort térmico, por su propia naturaleza, suele pasar

inadvertido. Es mucho mes fácil tomar conciencia del momento en que pasamos al

estado contrario, es decir, la sensación de di confort térmico. El di confort térmico suele

ser provocado por la incidencia negativa de factores relacionados tanto con el propio

cuerpo como con su entorno. Cuando se presenta de manera ocasional y moderada

simplemente genera incomodidad en las personas, pero cuando se presenta de manera

constante y/o intensa puede alterar los ciclos de actividad y descanso, reducir la

eficiencia en el desempeño cotidiano e incluso provocar importantes trastornos de salud.

En los siguientes apartados haremos un análisis general de los principales factores

que inciden en el confort humano, y de los mecanismos que se ponen en juego cuando

las condiciones ambientales resultan desfavorables. Entre ellos se encuentran la

producción de calor en el cuerpo humano, el equilibrio térmico, la vestimenta y las

variables subjetivas del confort.

3
PRODUCCION DE CALOR EN EL CUERPO HUMANO

El cuerpo humano necesita energía de manera constante para efectuar los procesos

bioquímicos que a comparan la formación de tejidos, el trabajo muscular y la

transmisión de esfúmales nerviosas, entre otras muchas funciones fisiológicas. Como es

sabido, prácticamente toda la energía la obtenemos de los alimentos que consumimos.

Sin embargo, de la energía que produce, el cuerpo humano solo emplea

aproximadamente el 20% en las funciones Fisiológicas. El restante 80% de la energía

debe disiparse en forma de calor al ambiente.

Se conoce como metabolismo a los procesos encargados de convertir los alimentos

en energía Útil. Al calor generado por estos procesos se le denomina calor metabólico.

La producción global de calor metabólico se deriva tanto del metabolismo basal como

del metabolismo muscular. El primero esté relacionado con la energía empleada en las

reacciones químicas intracelulares para la realización de las funciones metabólicas

esenciales, como la respiración y la digestión. En otras palabras, representa la

producción de calor en los procesos automáticos, continuos e inconscientes del cuerpo

humano. El metabolismo muscular, por otro lado, se relaciona con la producción de

calor en los tejidos musculares mientras se lleva a cabo algún tipo de actividad física.

La producción de calor del cuerpo humano varía sobre todo debido a sus índices de

metabolismo basal y a las actividades que realiza, es decir, al metabolismo muscular. La

tabla 1 muestra las tasas de calor excedente para algunas actividades típicas, en watts

por metro cuadrado de piel, Met, y watts por persona

4
Estas tasas de generación de calor excedente no solo son útiles para evaluar los

requerimientos de confort de las personas, de acuerdo con las actividades que realizan,

sino también para estimar el calor que dichas personas aportan al espacio en que se

encuentran. Por ello se suelen emplear en las simulaciones energéticas de edificios.

EQUILIBRIO TERMICO Y PROCESOS DE PÉRDIDAS/GANANCIAS

Para mantener el confort, el cuerpo humano debe disipar el calor metabólico

excedente hacia el ambiente, pero solo hasta lograr el equilibrio térmico. En otras

palabras, Las ganancias de calor internas del cuerpo deben ser equivalentes al calor que

pierde hacia el exterior. Como veremos mes adelante, cuando se rompe ese equilibrio,

5
debido al metabolismo del cuerpo, las condiciones del ambiente, o ambos factores al

mismo tiempo, es relativamente fácil llegar al estado conocido como disconfort térmico.

Pero antes analicemos los principales procesos físicos que permiten o impiden alcanzar

dicho equilibrio.

Al interactuar con el medio ambiente, el cuerpo humano puede perder o ganar calor

por medio de procesos convectivos, radiantes y, en menor medida, conductivos. La

evaporación también puede jugar un papel importante, pero en este caso se lo genera

pérdidas de calor. La intensidad de estos procesos, y por lo tanto los índices de pérdidas

y ganancias, dependen en gran medida de las condiciones ambientales particulares:

 CONVECCIÓN. La convección es básicamente es la transmisión de calor entre un

fluido (liquido o gaseoso) y un cuerpo sólido. Este fenómeno se ve favorecido por

el movimiento del fluido, el cual a su vez resulta de las diferencias en sus

temperaturas internas y las consiguientes diferencias en su densidad. Por ejemplo,

cuando la temperatura del aire es inferior a la temperatura de la piel, esta tiende a

transmitir calor hacia las moléculas de aire con las que esta’ en contacto. Si el aire

se encuentra en movimiento, las moléculas que han absorbido calor son desplazadas

fácilmente por moléculas mes frías. Así, mientras más rápido sea el movimiento del

aire y más baja su temperatura, más calor perderá’ el cuerpo humano. Sin embargo,

cuando la temperatura del aire es muy elevada este mismo proceso puede provocar

ganancias en lugar de pérdidas de calor, especialmente si la evaporación no es

capaz de compensar el fenómeno.

 RADIACIÓN. La radiación es un flujo de energía en forma de ondas

electromagnéticas que no requiere de un medio conductor (se puede dar incluso en

el vacío absoluto). Tanto el cuerpo humano como los elementos del entorno,

incluyendo los componentes constructivos de un edificio, emiten energía radiante.

6
Cuando la temperatura de la piel es superior a la temperatura radiante de los objetos

circundantes entonces se dan pérdidas de calor. Cuando, al contrario, los objetos

circundantes tienen una temperatura más elevada, el cuerpo tiende a ganar calor.

 CONDUCCIÓN. La conducción expresa la transmisión de calor al interior de un

cuerpo sólido, o entre dos cuerpos sólidos cuando estos se encuentran en contacto.

Como en el caso de la radiación, el cuerpo humano puede perder o ganar calor

cuando esté en contacto con un objeto o componente de la edificación, dependiendo

de la diferencia de temperaturas entre ambos. Por ejemplo, si el suelo tiene una

temperatura superficial muy baja, las personas pueden perder calor a través de los

pies, especialmente si llevan calzado Ligero o estén descalzas.

 EVAPORACIÓN. La evaporación es un fenómeno mediante el cual un líquido se

convierte en gas. Dicha conversión requiere una determinada cantidad de energía

calorífica, que es tomada del entorno inmediato. En el cuerpo humano este

fenómeno se presenta en la piel, cuando el sudor se evapora, así' como a través de

la respiración. La cantidad de calor que se puede perder por este fenómeno verla de

acuerdo con la tasa de evaporación, la cual a su vez es afectada por la humedad

ambiental: mientras más seco es el aire, más eficientes son los procesos

evaporativos (debido a que es capaz de admitir más vapor de agua). Por otro lado,

es importante considerar que el movimiento del aire favorece la evaporación,

incluso cuando la humedad ambiental es relativamente alta, ya que ayuda a

desplazar la delgada y húmeda capa de aire que tiende a generarse sobre la piel.

De lo expresado en los puntos anteriores se puede derivar una fórmula que

representa de manera simplificada la condición de equilibrio térmico entre el cuerpo

humano y su entorno, condición que resulta indispensable para mantener el confort sin

esfuerzos evidentes:

7
RESPUESTAS AL ESTRÉS TERMICO Y EFECTOS EN LA SALUD

Afortunadamente, el cuerpo humano dispone de una serie de mecanismos que le

permiten recuperar el equilibrio térmico, al menos hasta cierto punto. El primero de

ellos es el control automático e inconsciente de la circulación sanguínea, lo que se

conoce como regulaciones vasomotoras. Si el cuerpo esté en un proceso de ganancias de

calor se produce un aumento de la circulación sanguínea en la superficie de la piel, con

lo que se incrementa el calor transportado hacia ella y por ende se aceleran los procesos

de pérdida de calor. Por otro lado, si el cuerpo se encuentra perdiendo calor se reduce la

circulación sanguínea en la piel, disminuyendo su temperatura y amortiguando los

procesos de pérdida de calor. Sin embargo, aunque son muy útiles, las regulaciones

vasomotoras suelen ser poco efectivas cuando el desequilibrio térmico es muy amplio.

Se requiere entonces de mecanismos más agresivos.

LA VESTIMENTA: UNA SEGUNDA PIEI.

Hasta hace relativamente poco las investigaciones sobre el confort humano habían

dado poca importancia a la vestimenta. Sin embargo, ahora se le reconoce como lo que

siempre ha sido: el primer recurso de mediación entre el cuerpo humano y el ambiente

en el que se desenvuelve. De hecho, sería posible hacer una historiografía de la

indumentaria paralela a la de la arquitectura, tomando como eje la forma en que los

diversos grupos humanos se han adaptados a los diferentes climas terrestres.

8
La ropa cumple varias funciones de protección para el ser humano, incluyendo

aquellas derivadas de las necesidades culturales y sociales de privacidad. Desde el punto

de vista térmico, aunque no siempre es así, la función principal de la ropa es

proporcionar un determinado nivel de aislamiento y reducir las pérdidas de calor del

cuerpo humano. Es a partir de ese enfoque que se han desarrollado diversos sistemas de

clasificación de la ropa de acuerdo con su valor de aislamiento. El de uso más extendido

emplea una escala basada en la unidad Clo (abreviación de la palabra inglesa Clothing).

OTRAS VARIABLES QUE AFECTAN EL CONFORT

Más allá de las variables ambientales y fisiológicas analizadas en los párrafos

anteriores, las preferencias térmicas y la sensación de confort se ven influenciadas por

diversos factores individuales, relativamente subjetivos. La asimilación de estos factores

refuerza la idea de que resulta perjudicial tratar de establecer estándares de confort

rígido e inamovible. Entre esos factores podemos señalar los siguientes:

 LA ACLIMATACIÓN. Expuesto a nuevas condiciones ambientales, una

persona es capaz de aclimatarse, es decir, acostumbrarse a ellas, en un periodo

relativamente corto. Durante ese periodo sus preferencias térmicas cambiarán de

9
manera significativa. Por ejemplo, una persona que vive en Bogotá puede preferir

una temperatura de 20 °C, pero después de pasar unos meses en la ciudad de

Cartagena de Indias es muy posible que prefiera una temperatura de 24 °C. Esta

capacidad de aclimatación del ser humano es una de las razones por las que ha

podido adaptarse a los más variados climas terrestres, algunos de ellos realmente

extremos.

 LA EDAD Y EL GÉNERO. La edad y el género pueden influir hasta cierto

punto en las preferencias térmicas. Por un lado, las personas mayores suelen

preferir temperaturas más elevadas debido a que su metabolismo se vuelve más

lento. Es la misma razón por la cual los niños, con un metabolismo alto, pueden

tolerar temperaturas ligeramente más bajas que los adultos. Por otro lado, se ha

demostrado que los hombres presentan generalmente un metabolismo un poco

mayor al de las mujeres, por lo que suelen preferir, en promedio. temperaturas

1°C más bajas que ellas. En todo caso, es recomendable tener cuidado con esta

información, pues algunos estudios seriaran que las diferencias pueden no ser tan

importantes. Indican. por ejemplo, que el metabolismo más lento de la gente

mayor se suele compensar con menores pérdidas por evaporación. También, que

el hecho de que las mujeres prefieran temperaturas ligeramente más elevadas se

puede deber a que emplean ropas con menor aislamiento térmico.

 LA FORMA CORPORAL Y LA GRASA SUBCUTÁNEA. La proporción

entre superficie de piel y volumen corporal también influye en la sensación de

confort de las personas: una persona esbelta tiene más superficie de piel que otra

con el mismo peso, pero de menor estatura y mayor corpulencia. Debido a ello

tiene la capacidad de disipar una mayor cantidad de calor y por lo tanto suele

tolerar temperaturas más elevadas. Al mismo tiempo, se ha demostrado que la

10
grasa subcutánea funciona como un excelente aislante térmico, por lo que

generalmente una persona robusta requiere temperaturas del aire más bajas para

disipar la misma cantidad de calor que una persona delgada. En otras palabras,

suele ser menos tolerante a las temperaturas relativamente elevadas.

 EL ESTADO DE SALUD. Cuando una persona se encuentra enferma, sus

mecanismos de defensa internos pueden aumentar de manera significativa su

metabolismo. En primera instancia esto podría significar que tiene una mayor

tolerancia a temperaturas relativamente bajas. Sin embargo, lo que suele suceder

es que al mismo tiempo sus mecanismos reguladores se vean afectados, por lo que

el margen de temperaturas tolerables se vuelve más estrecho. Este es un factor que

se debe tomar en cuenta al evaluar las condiciones de confort en hospitales y

edificios similares. Además, algunos estudios recientes indican que |as personas

con problemas de salud presentan mayores variaciones en su respuesta a |as

condiciones térmicas (por lo que siempre que sea posible se debería proporcionar

medios de control más individualizados.

 EL COLOR DE LA PIEL. Diversas investigaciones han demostrado que la piel

Clara refleja en promedio tres veces más radiación que la piel oscura. pero al

mismo tiempo es mucho más vulnerable a |as quemaduras, Ulceras y cánceres

provocados por el sol. Por otro lado, la piel oscura se ve más afectada por la

absorción de calor, pero esta situación se equilibra por el hecho de que su

capacidad para emitir calor aumenta casi en la misma proporción. Además

contiene más pigmento de melanina, lo cual disminuye de manera significativa la

penetración de los dañinos rayos ultravioletas. Considerando esto, podemos

afirmar que el color de la piel tiene un mayor impacto en la resistencia a los rayos

solares que en |as preferencias térmicas.

11
INFLUENCIA CLIMÁTICA SOBRE EL CONFORT ANIMAL

La bioclimatología tiene importancia en el estudio de la producción animal

debido a que estos necesitan de un ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar.

Esto al darse en condiciones óptimas generan un beneficio para el productor y para el

consumidor de forma directa, siendo esto una forma de ganadería saludable.

Lo que hace que el ganado produzca bien no es sólo la cantidad de alimento o la

energía consumida, ni la digestibilidad del forraje, también es importante que los

animales se sientan cómodos.

No obstante estar adaptados a las condiciones medioambientales en las que

viven, hay ciertas ocasiones en las que los animales sufren estrés debido a las

oscilaciones en las temperaturas o bien por una combinación de factores negativos a los

que se someten durante un corto periodo de tiempo. Los animales hacen frente a estos

períodos desfavorables primordialmente a través de modificaciones fisiológicas y de

comportamiento. Así, en la mayoría de los casos esta respuesta se manifiesta en

cambios en los requerimientos de nutrientes, siendo el agua y la energía los más

afectados cuando el ganado se encuentra fuera de la denominada zona termo-neutral

La acción del clima en la producción de los bovinos puede ser de dos formas

interrelacionadas: la acción directa, que determina el grado de equilibrio entre la

fisiología del animal y el ambiente que lo rodea, lo cual se denomina confort y es

responsable del aprovechamiento de los alimentos; y la acción indirecta, que se

manifiesta principalmente a través de la producción de alimentos, la cual contribuye a

su vez al mayor o menor aprovechamiento del grado de confort.

Los bovinos al igual que todos los mamíferos, son animales homeotermos, es

decir, organismos que a pesar de las fluctuaciones en la temperatura ambiental son

12
capaces de mantener relativamente constante la temperatura corporal. Esta capacidad es

esencial para una multitud de reacciones bioquímicas y procesos fisiológicos asociados

con el normal metabolismo; incluso, también es de interés para el funcionamiento de los

tejidos cerebrales.

Para mantenerse dentro de esta condición los animales necesitan ganar o perder calor

del medioambiente circundante. Este proceso se denomina balance térmico, resultando ser

muy dinámico y complejo. Campbell y Norman (1998) propusieron la siguiente ecuación para

describirlo:

donde:

R = flujo de radiación absorbida (onda larga y corta).

L = flujo saliente de radiación emitida desde la superficie del cuerpo del animal.

M = producción de calor metabólico.

λE = pérdidas de calor latente de la evaporación del agua.

H = pérdida de calor sensible.

G = calor conducido a la superficie.

q = calor almacenado en el cuerpo.

El calor corporal total procede de tres fuentes básicas que son, en orden de

importancia, el metabolismo normal, el medio ambiente y la actividad física y

productiva. La vaca usa el 60-65% de la energía consumida diariamente en la

producción de carne o de leche y el 35-40% es convertida en calor.

Cuando el animal requiere disipar el calor emplea dos tipos de mecanismos: la

transmisión que es responsable del 75% del calor disipado por el bovino utilizando los
13
sistemas de radiación, conducción y convección, y la vaporización que es responsable

del restante 25% del calor disipado utilizando los sistemas de transpiración o sudoración

y de expiración o jadeo.

Un esquema representativo de los factores que influyen en el balance térmico del

ganado bovino es presentado en la figura. Este balance se logra a través de un constante

proceso termorregulatorio que involucra el flujo de calor mediante cuatro vías básicas.

Tres de estas vías (conducción, convección y radiación) son conocidas como

transferencias sensibles, ya que basan su operación en la gradiente térmica, mientras que

la cuarta (evaporación) opera a través de una gradiente de presión de vapor y se le

denomina pérdida insensible de calor o pérdida latente. La pérdida latente de calor

resulta ser un mecanismo muy importante en los momentos en que la temperatura

ambiental se acerca a los valores de temperatura corporal del animal, ya que en estas

condiciones se reduce o elimina la gradiente térmica que permite la operación de las

vías sensibles. Sin embargo, si a la situación anterior se suma un cuadro de alta

humedad relativa también decrece la gradiente de vapor y con ello la posibilidad del

animal de disipar el exceso de calor. Cuando esto ocurre el exceso de calor es

acumulado en el cuerpo resultando en un incremento en la temperatura corporal. Estos

desbalances son el resultado de factores exógenos y endógenos, tales como el

medioambiente termal y los procesos metabólicos. Por lo tanto, el proceso de

termorregulación y el comportamiento alimenticio de los animales deben ser la principal

preocupación cuando éstos son expuestos a medioambientes estresantes. La

modificación de los mecanismos por los cuales el animal gana o produce calor, así

como los mecanismos por los que lo disipa, son las principales estrategias con las que el

animal cuenta para mantener el balance térmico. La producción de calor metabólico es

directamente controlada por el sistema nervioso central, por el sistema endocrino a

14
través de la modificación del apetito y procesos digestivos, e indirectamente por

alteraciones de la actividad de enzimas respiratorias y síntesis de proteína.

La otra fuente de producción de calor es, como se dijo, la temperatura o calor

ambiental. Desde los años 50 se han establecido unos puntos críticos en donde las

temperaturas ambientales provocan reacciones fisiológicas de actividad metabólica en

los bovinos.

El primer punto crítico se ha denominado termoneutralidad que corresponde a la

temperatura ambiental de 18ºC en la cual el calor corporal está en equilibrio (se iguala).

El segundo punto crítico es el rango de temperatura ambiental entre los 6ºC y los 21ºC

denominado zona de confort o comodidad térmica, entendida ésta como la zona en la

cual la vaca obtiene por los mecanismos termorreguladores normales, el ajuste de la

temperatura interna sin gasto alguno de energía adicional.

De hecho, se podría afirmar que los bovinos tienen mayor capacidad para

soportar las temperaturas bajas que las altas. Por la presencia de estaciones se ha

estudiado la tolerancia en vacas lecheras a temperaturas menores de 5ºC. Una vaca

15
adulta en su pico de lactancia es muy tolerante a temperaturas muy bajas de hasta -17ºC

o menos, porque genera mucho calor con el nivel de metabolismo normal y con la

fermentación ruminal.

En cambio, cuando la temperatura excede los 27ºC, aún con niveles bajos de

humedad, la vaca se encuentra por fuera de la zona de confort y empieza a presentar

dificultades para mantener la temperatura corporal, viéndose obligada a invertir energía

adicional para iniciar los mecanismos de termorregulación, sacrificando su utilización

en actividades productivas y reproductivas.

En las regiones más cálidas del planeta, comprendidas entre los 30 ºC de latitud

al norte y al sur de la línea ecuatorial, entre los trópicos de Cáncer y Capricornio,

prevalecen temperaturas, humedad y radiación solar por encima del rango de confort

para la eficiente producción en el ganado bovino.

El cuadro muestra una zona verde que es la zona de confort para las vacas

lecheras, en amarillo la zona de estrés leve, en rojo la zona de estrés severo y en negro

la zona de muerte.

16
La temperatura del aire es considerada el principal factor climático del ambiente

físico de los animales que afecta su comportamiento y productividad. La zona de

confort o zona de termoneutralidad para los bovinos está entre los 5 y 20°C, la que

puede llegar incluso hasta 27°C según el origen y la raza del animal.

Sin embargo, el rango óptimo de temperatura para vacas lecheras varía entre 13

y 18°C (McDowell, 1972). Otros autores como Oberto et al., (2006), afirman que la

temperatura de confort para las vacas está entre 7 y 28 grados centígrados, si la

humedad no supera el 60 %.

La reducción de la temperatura por la sombra de los árboles, aunque sea de 2 a

3°C, es extremadamente importante cuando la temperatura ambiental sobrepasa el límite

superior del área de confort. Fuera de esos límites fallan los mecanismos de pérdida o

emisión de calor que poseen los animales homeotermos, lo que resulta en una elevación

de la temperatura corporal, con sus consecuencias en la producción y la reproducción.

RESPUESTAS DEL GANADO BOVINO A CONDICIONES DE ESTRÉS

CLIMÁTICO

CAMBIOS HORMONALES: Durante períodos de condiciones climáticas

adversas se han reportado variaciones en el consumo de alimento, reducciones en las

ganancias de peso y en casos más extremos la muerte del ganado. Numerosos cambios

fisiológicos ocurren en el sistema digestivo, química ácido-base y concentración de

hormonas en la sangre del ganado bovino durante el período estival. Diversas

investigaciones sugieren que las altas temperaturas decrecen la actividad de la glándula

tiroides, mientras que condiciones frías incrementan su actividad, afectando la motilidad

y la tasa de pasaje de los alimentos. La glándula tiroides produce las hormonas tiroxina

y triyodotironina, las que influencian diferentes procesos celulares, en particular la

17
termogénesis que representa cerca del 50% de la tasa metabólica basal de animales en

condiciones normales. Las concentraciones de estas hormonas en el plasma sanguíneo

declinaron en 25% en animales bajo condiciones de estrés por calor. Estas

modificaciones en la actividad de la glándula tiroides son consistentes con la menor tasa

metabólica, menor consumo de alimento, menor crecimiento y menor producción de

leche en condiciones de estrés por calor.

CAMBIOS EN LOS PATRONES DE ALIMENTACIÓN: El ganado

expuesto a cortos períodos de calor disminuye su consumo diario de materia seca

(CMS), especialmente cuando se utilizan dietas de alta densidad energética. Las

condiciones ambientales afectan directamente la demanda de energía para mantención,

así como también para la activación de algunas respuestas fisiológicas y de

comportamiento animal necesarias para hacer frente a las condiciones adversas del

clima. La reducción del CMS durante la época estival es un intento del animal por

alinear sus demandas energéticas con su capacidad de perder calor. Esta reducción del

CMS es sin duda la mayor influencia en la disminución de la productividad del ganado.

La temperatura y el THI de los días previos son los que tienen una mayor influencia en

el CMS y en la producción de leche. Por otra parte, en condiciones de clima frío los

animales intentan conservar el calor ya sea a través de un incremento en el aislamiento

del medioambiente (mayor cobertura grasa, pelaje más largo y grueso, etc.), o bien

produciendo más calor mediante un mayor CMS o el consumo de dietas más calóricas,

aunque lo más probable sea una combinación de ambos.

CAMBIOS FISIOLÓGICOS: Entre los principales cambios fisiológicos

observados es posible mencionar el aumento en la tasa de respiración, pulso, sudoración

y vasodilatación. El aumento en la tasa de respiración tiene por objeto aumentar la

pérdida de calor por las vías respiratorias y es una de las vías más importantes para

18
mantener el balance térmico durante el verano. Silanikove (2000) planteó que la

medición de la tasa de respiración de los animales y la determinación de si éste se

encuentra en proceso de jadeo, así como también la cuantificación del jadeo es la forma

más fácil y accequible de evaluar el estrés por calor en el ganado en condiciones

comerciales de producción. Brown-Brandl y col (2005a) agregan que para su medición

no se requiere de equipos sofisticados, además, a diferencia de la temperatura corporal,

su respuesta es prácticamente inmediata en el animal y sigue casi el mismo patrón de la

temperatura ambiental. Así entonces, la tasa de respiración es uno de los mecanismos

más importantes a considerar al momento de evaluar el nivel de estrés por calor del

ganado, ya que es una de las principales respuestas observables en el animal cuando está

expuesto a temperaturas por sobre su umbral de confort.

La mayor tasa de respiración implicaría una mayor actividad muscular, lo que

contribuiría a una mayor producción de calor. Así, el jadeo demanda un aumento en los

requerimientos de mantención en aproximadamente un 7%, mientras que un incremento

del 18% es asociado a tasas de respiración más pausadas y profundas. Davis (2001)

señala que el mayor costo energético no se debe precisamente a la actividad muscular,

sino que responde a un incremento en el metabolismo celular.

Otras respuestas observadas indican el desarrollo y retención de un pelaje largo y grueso

como mecanismo de aislamiento térmico durante el invierno, mientras que durante el

verano se reduce la cantidad y grosor del pelaje

CAMBIOS DE COMPORTAMIENTO: Para evitar los efectos del exceso de

calor los animales también modifican su comportamiento habitual. Brown-Brandl y col

(2006b) reportaron que bajo condiciones de estrés por calor los animales disminuyeron

el tiempo dedicado a consumir alimento y el que permanecen echados, así como

también reportaron una reducción en la agresividad del ganado. Por otra parte, aumenta
19
el tiempo dedicado a beber agua y el que permanecen de pie cerca de los bebederos.

También es posible observar cambios en la distribución del ganado dentro de los

corrales, permaneciendo más tiempo en aquellos lugares con mejor ventilación. Durante

el invierno es posible observar la agrupación de los animales (apiñado), así como

también cambios posturales para tratar de reducir la exposición de la superficie corporal

y con ello la pérdida de calor.

MEDIDAS DE MITIGACIÓN

La capacidad del ganado para enfrenar condiciones adversas de clima es

variable, influyendo la especie, raza, edad, color del pelaje y piel, largo del pelaje y

plano nutricional. En regiones donde los problemas de estrés por calor son frecuentes, la

recomendación es contar con un plan de emergencia que permita reducir el impacto

negativo que el clima ejerce sobre el ganado. Este tipo de planes debe incluir a lo menos

algunos de los siguientes aspectos de manejo:

- Acceso a fuentes de agua; el consumo de agua es una de las formas más rápidas

y eficientes por las que el animal reduce su temperatura corporal. Durante el verano ésta

es prácticamente duplicada respecto al consumo de invierno. El consumo de agua en el

verano alcanza 32,4 ±0,13 L/día, mientras que en el invierno es de 17,3 ± 0,08 L/día. El

agua posee propiedades químicas y físicas particularmente importantes para el proceso

de mantención de temperatura corporal. Su calor específico es considerablemente mayor

al de cualquier otro líquido o sólido. Además, su alto calor de vaporización permite al

animal transferir una importante cantidad de calor al ambiente con pequeños volúmenes

a través del sudor y la orina. Por otra parte, su alto calor de fusión provee protección del

congelamiento durante los inviernos.

20
- Evitar el movimiento de los animales; el movimiento de los animales para

algún tipo de manejo puede incrementar la temperatura corporal entre 0,5 y 3,5 °C,

dependiendo esto de varios factores (Mader y col 2007). La recomendación general es

evitar el movimiento del ganado o bien hacerlo en las horas más frescas del día, es

decir, antes de las 8:00 AM. Si bien la lógica indica que es posible realizar manejos

después de la puesta de sol, se debe considerar un tiempo adecuado que permita a los

animales liberar el exceso de calor acumulado durante el día.

- Cambios en la dieta y en los horarios de alimentación; éste es quizás el

principal desafío en las engordas a corral y lecherías, ya que cambios bruscos de horario

y de los componentes de la ración pueden provocar problemas de acidosis y reducciones

en las ganancias de peso. Las recomendaciones apuntan a cambiar el horario de entrega

matutina de la ración por una entrega vespertina. Otra alternativa es suministrar el 70%

de la dieta dos a cuatro horas después de alcanzar la temperatura máxima diaria. Por

otra parte, diferentes ingredientes en la dieta pueden producir distintos incrementos de

calor a pesar de tener concentraciones similares de energía.

- Mejorar la ventilación; si bien las cortinas de viento pueden resultar

beneficiosas durante el invierno, estas causan un efecto opuesto durante el verano. En

general, bajas velocidades del viento reducen las pérdidas de calor por evaporación,

incrementando la carga de calor y aumentando los requerimientos de mantención.

- Uso de sombra; ésta es una de las medidas de mitigación que mayor atención ha

recibido, ya que en teoría su uso ayuda a reducir el impacto de la radiación directa e

indirecta y con ello reducir la carga de calor que los animales reciben. Como

consecuencia la productividad tanto en ganado de leche como de carne aumenta en

comparación con animales sin sombra. Collier y col (2006) indican que la reducción en

la carga de calor con una sombra bien diseñada fluctúa entre 30 y 50%. No obstante, la
21
sombra no tiene efecto sobre la temperatura del aire o la humedad relativa, por lo que no

elimina completamente el problema de balance térmico (West 2003, Collier y col 2006).

- Uso de aspersores; el uso de aspersores para refrescar el ganado es una práctica

común en muchas engordas a corral y lecherías. Davis y col (2003) demostraron que su

uso reduce la temperatura corporal, además reportaron una interacción entre el uso de

aspersores y el horario en que el ganado recibe su alimentación. En lecherías su uso ha

sido ampliamente estudiado con muy buenos resultados. Sin embargo, en engordas a

corral el uso de aspersores causa un efecto secundario no deseado, ya que debido a que

el estiércol permanece en los corrales la combinación de humedad y calor aumenta la

emisión de malos olores.

22
NECESIDADES TÉRMICAS DE LOS CERDOS Y EFECTO DEL CALOR

SOBRE LA PRODUCTIVIDAD

Las necesidades térmicas de los cerdos varían en función de la fase productiva en

que se encuentren (tabla 1). Sin embargo, no sólo es importante proporcionar a los

cerdos su temperatura óptima, también hay que evitar cambios bruscos de temperatura

puesto que afectan a la capacidad defensiva de los animales provocando problemas

infecciosos. Se consideran oscilaciones térmicas adecuadas las inferiores a 2 ºC.

Aunque las temperaturas excesivamente elevadas siempre afectan negativamente

a los cerdos, los efectos difieren según su momento productivo.

GESTACIÓN Y VERRACOS

El confort ambiental está subestimado en estas fases. Las cerdas gestantes son más

sensibles a las altas que a las bajas temperaturas. Durante las tres primeras semanas de

gestación, el calor disminuye la supervivencia embrionaria y, por tanto, el tamaño de

camada al nacimiento. Además, el estrés causado por las elevadas temperaturas provoca

un aumento de la tasa de anoestros pos-destete, de la duración del celo y del intervalo

23
destetecubrición y un descenso del índice de partos. Por otro lado, el calor repercute de

forma negativa en la aptitud reproductiva del verraco; reduce la libido y empeora la

calidad del semen, aunque apenas se ha observado influencia sobre las características

cuantitativas del eyaculado. Así, temperaturas por encima de 31 ºC reducen la motilidad

espermática y aumentan el porcentaje de acrosomías y morfoanomalías. Estos efectos

negativos no se manifiestan hasta dos semanas después del estrés térmico y pueden

prolongarse hasta seis semanas después de haber desaparecido las altas temperaturas.

MATERNIDAD

El control de la temperatura en la fase de maternidad es especialmente complicado

ya que en el mismo local conviven dos tipos de animales con distintas necesidades. Las

condiciones de nacimiento de los lechones (sin pelo, húmedos y con pocas reservas de

glucógeno) les hacen muy susceptibles al frío haciendo de éste la principal causa de

muerte en lactación. La TCE de los lechones recién nacidos es elevada por su gran

necesidad de calor. Sin embargo, los días más cálidos del verano la temperatura

ambiente puede superar sus necesidades térmicas y se observa cómo los lechones huyen

de los nidos agrupándose en las zonas de mayor ventilación, como es el slat. Las cerdas

lactantes necesitan menor temperatura ambiente que sus camadas. Durante el tiempo de

permanencia de la hembra en la sala de maternidad se distinguen tres periodos con

distintos requerimientos térmicos: el previo al parto, desde que empieza a parir la

primera cerda de la sala hasta que termina de parir la última y desde el último parto al

destete. Sus necesidades de calor aumentan progresivamente, alcanzando el máximo en

el momento del parto, y después van disminuyendo. Las altas temperaturas repercuten

negativamente en las cerdas lactantes en varios aspectos. Por cada 1 ºC por encima de

26 ºC, la cerda reduce el consumo de pienso entre 100 y 300 g, pierde peso, disminuye

el tamaño y peso de la camada al destete, por la menor producción de leche, e

24
incrementa el periodo destete-cubrición. Para conseguir el ambiente ideal para los dos

tipos de animales se necesita un sistema de ventilación mecánico que permita ventilar el

mínimo en los meses fríos y al máximo en los cálidos.

TRANSICIÓN

La temperatura al destete debe estar cercana al límite máximo e ir disminuyendo

conforme el lechón se adapte al nuevo ambiente y vaya ganando peso. Elevadas

temperaturas en lechones destetados no reducen el número de visitas al comedero pero

sí la ingestión de pienso, lo que ralentiza el crecimiento. Además, los lechones

destetados son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura. Para evitar

oscilaciones térmicas superiores a 2 ºC en esta fase es necesario un control conjunto de

temperatura y ventilación que se consigue de una forma más o menos óptima mediante

reguladores. Cuando se alcance la ZCE la ventilación aumenta hasta llegar a un

máximo, por debajo de la ZCE la ventilación será la establecida como mínima y cuando

se llegue a la ZCI, la calefacción se pondrá en marcha. Es muy importante una adecuada

ventilación en esta fase ya que las corrientes de aire pueden reducir la sensación térmica

del lechón. El elemento que se toma como indicador de la correcta ventilación es la

concentración de CO2, que no debe sobrepasar el 0,2 % vol.

CEBO

Al comienzo de esta fase los animales necesitan temperaturas relativamente

elevadas por el estrés sufrido con el cambio de local, de compañeros, de sistema de

alimentación y de alimento. Todo esto hace que el consumo de pienso se reduzca

temporalmente y disminuya su producción de calor aumentando la TCI. Por lo tanto,

durante los primeros días necesitan una temperatura ambiente más elevada que irá

disminuyendo paulatinamente. Las altas temperaturas empeoran los rendimientos

productivos de los cerdos en crecimiento cebo; incrementan la tasa de respiración y el

25
ratio agua/pienso y disminuyen la ingestión de pienso. Todo esto reduce el crecimiento

diario. La fase de cebo de los cerdos también requiere una ventilación mínima para

mantener la calidad del aire que respiran los animales. Si la nave está bien aislada, es

común encontrar instalaciones de ventilación natural, ya que no es muy grande la

diferencia entre la temperatura exterior y las necesidades térmicas. En casos de zonas

especialmente frías o cálidas es necesaria la ventilación forzada. Al igual que ocurre con

los lechones en transición, para un correcto funcionamiento conjunto de los sistemas de

calefacción y ventilación y evitar oscilaciones térmicas superiores a 2 ºC, es

imprescindible el uso de reguladores. Además de los problemas productivos y

reproductivos mencionados anteriormente, las altas temperaturas también provocan

serios problemas sanitarios como síndrome MMA (metritis, mamitis, agalaxia),

coccidiosis, enteritis proliferativa, mal rojo, PSS (síndrome del estrés porcino),

neumonías y muertes súbitas.

CONTROL DEL CONFORT TÉRMICO

En una granja porcina es fundamental observar a los animales y sus reacciones,

puesto que nos indicarán cómo se encuentran y nos permitirán ajustar los mecanismos

de frío, calor y ventilación a sus necesidades. Además, hay que hacer controles

regulares de las fluctuaciones de temperatura (máximas y mínimas) ya que las

variaciones térmicas afectan más que una temperatura incorrecta constante. Por otro

lado, es recomendable llevar un registro de temperaturas para conocer qué problemas

pueden estar asociados a la temperatura y en qué momentos es más importante el

control.

26
VENTILACIÓN

La ventilación tiene por objeto regular la temperatura, aportar oxígeno a los

animales, eliminar los gases nocivos y el vapor de agua y eliminar las partículas de

polvo y malos olores. La ventilación es un factor muy relacionado con el confort

térmico al producir mayor o menor sensación de frío a una misma temperatura. Cuando

se habla de necesidades de ventilación de los cerdos se tendrá en cuenta tanto la

velocidad como el caudal del aire (tabla 2). Existen dos tipos de ventilación: estática o

natural y dinámica o forzada.

VENTILACIÓN ESTÁTICA: Consiste en corrientes naturales de aire que se

generan por diferencia de temperatura y/o presión entre el interior y el exterior. La

orientación de la nave desempeña un papel especialmente importante en este tipo de

ventilación, por lo que hay que tener en cuenta los vientos dominantes de la zona. Hay

dos modalidades de ventilación estática en función de cómo se produzcan las corrientes

de aire: horizontal (a través de las ventanas) y vertical (por las ventanas y por aberturas

en la cubierta) (figura 3).

VENTILACIÓN DINÁMICA: Se basa en forzar el movimiento del aire y

también destacan dos modalidades: extracción o depresión (el aire viciado del interior se

saca mediante extractores creando una depresión en el interior que permite la entrada

del aire del exterior para igualar las presiones) e inyección o sobrepresión (el aire nuevo

es introducido mediante inyectores creando una sobrepresión que favorece la salida del

aire viciado al exterior a través de aberturas; figura 4). La ventilación forzada

proporciona mejores resultados, ya que se puede controlar de una forma más precisa el

ambiente, sin embargo, supone una fuerte inversión inicial para la instalación y después

para su mantenimiento.

27
28
SOLUCIONES A LAS ALTAS TEMPERATURAS

La mejor estrategia para luchar contra las altas temperaturas es un adecuado diseño

de la granja que permita reducir la carga de calor, especialmente importante en los

meses cálidos, y maximizar la ventilación y los mecanismos de enfriamiento.

Reducción de la carga de calor del edificio

Dos aspectos a tener en cuenta para disminuir la carga de calor de un edificio son el

emplazamiento de la explotación y el aislamiento de los edificios. Conocer

detalladamente las características climatológicas de la zona de ubicación de la granja

ayudará a elegir una adecuada orientación. En general, se aconseja que el eje

longitudinal de la nave siga la dirección este-oeste, procurando evitar vientos

dominantes en ángulo recto. Por otro lado, un buen aislamiento de cerramientos y

cubiertas de las naves reduce los intercambios de temperatura entre el exterior y el

interior facilitando mantener unas adecuadas condiciones ambientales. Un aislamiento

óptimo hará mucho más eficaces los sistemas de refrigeración en verano y permitirá

ahorrar energía, en forma de calefacción, en invierno.

29
MECANISMOS DE ENFRIAMIENTO

En el caso de que durante los meses de verano se alcancen temperaturas elevadas

en el interior de las naves, y el sistema de ventilación dinámica sea incapaz de rebajar la

temperatura, se ha de contar con un sistema de refrigeración eficaz. Una de las formas

más comunes para luchar contra el calor en verano se basa en el principio físico del

enfriamiento evaporativo, que consiste en la reducción de la temperatura del aire a

expensas de evaporar agua. Con esta evaporación, el calor absorbido por el agua

consigue enfriar el aire al mismo tiempo que aumenta el grado higrométrico de la nave.

El inconveniente es que un exceso en el nivel higrométrico conduce a una

reducción de la capacidad de evaporación pulmonar. La eficacia de la refrigeración

evaporativa depende fundamentalmente del grado de humedad del aire exterior, siendo

ineficaz cuando la humedad relativa exterior es muy elevada. Los dos sistemas más

empleados para llevar a cabo la refrigeración evaporativa son: cooling system, corriente

de aire que es impulsada a través de paneles húmedos (figura 5) y nebulización,

atomización de agua a alta presión por micronizadores.

30
Además de la refrigeración evaporativa hay medidas sencillas para intentar rebajar

las altas temperaturas como son: encalar paredes y muros, colocar aspersores de bajo

caudal en las cubiertas, plantar árboles alrededor de la nave, colocar persianas en las

ventanas, disminuir la densidad de los animales y suministrar agua fresca a voluntad.

31
CONDICIONES AMBIENTALES PARA LOGRAR EL CONFORT

TÉRMICO DE OVINOS

El ovino es un animal que presenta una respuesta fotoperiódica en el crecimiento

de la lana, con mayor crecimiento cuando los días son más largos (alrededor del

solsticio de verano, 21 de diciembre). La tasa de crecimiento de la lana (g/día) es

máxima en verano y mínima en el invierno, con relaciones de producción verano:

invierno variables según la raza, presentando valores de 3:1. La diferente respuesta está

dada por el origen de las razas, presentando las razas de bajas latitudes menor respuesta

y las razas provenientes de altas latitudes máxima respuesta.

El mecanismo fisiológico involucra a la glándula pineal, la información lumínica

es recibida en fotorreceptores ubicados en la retina, la misma es transmitida por vía

nerviosa al núcleo supraquiasmático, luego al ganglio cervical superior hasta alcanzar la

glándula pineal. La epífisis traduce la señal neural a un mensaje hormonal modificando

el ritmo circadiano en la secreción de la melatonina. Efectos indirectos de la

temperatura pueden provocar variaciones en la producción de lana en períodos cortos de

tiempo. Bajas o altas temperaturas a nivel de la piel provocan variaciones en el patrón y

nivel de consumo, que se expresan en variaciones en la producción de lana. Por ejemplo

luego de la esquila, se incrementa el consumo en respuesta al efecto del estrés por frío

durante aproximadamente un mes. En cambio con temperaturas muy altas se puede

reducir la producción de lana por menor consumo o interrupción del crecimiento a nivel

folicular.

32
EFECTO DEL ESTRÉS CALÓRICO EN LA CONCEPCIÓN Y EN EL

DESARROLLO EMBRIONARIO TEMPRANO

En ovejas sometidas a condiciones constantes de 32º C y 60 % de humedad se

detectó una tasa de fertilización de 51,9 % y embriones morfológicamente anormales (lo

que explica la pérdida embrionaria temprana, 8 días en 91,7 % de los ovejas). La

marcada disminución en la tasa de fertilización y el incremento de embriones anormales

en las ovejas tratadas indican un efecto detrimental del calor en el sistema reproductivo

femenino. Temperaturas superiores a 32 ºC producen pérdidas en la fertilidad. En ovejas

inseminadas se constata baja tasa de concepción producto de la no-fertilización o las

pérdidas embrionarias elevadas. Esto es debido a que las elevadas temperaturas

ambientales reducen el flujo sanguíneo hacia los órganos reproductivos y provocan

disturbios endocrinos al aumentar la temperatura corporal. Damiani y López (1994)

determinaron en cerdos que el tamaño de la camada fue afectado por las altas

temperaturas al momento del servicio (p < 0,1), pero no por el contenido de humedad;

aunque expresaron que el 98 % de los registros fueron elevados (entre 85 y 100 %);

estos resultados muestran coincidencia con otros autores que reportan tamaños menores

de camada en las pariciones correspondientes a los servicios de verano. Las altas

temperaturas y elevado contenido de humedad tres días antes del servicio, durante el

servicio y tres días después provocaron un efecto detrimental en el porcentaje de

parición. La causa de no gestación podría ser la falta de sincronización de la

manifestación del estro con la ovulación, lo que provocaría fallas en el servicio. El

umbral de temperatura por encima del cual disminuyó el porcentaje de parición fue de

30 ºC, coincidiendo con la bibliografía que lo ubica alrededor de los 28 ºC. Esto

indicaría un aumento de la sensibilidad de las cerdas después del servicio a los cambios

bruscos de temperatura y humedad.

33
TÉCNICAS PARA MEJORAR EL APROVECHAMIENTO DEL AMBIENTE

EN LA PRODUCCIÓN ANIMAL

UTILIZACIÓN DE SOMBRAS

NATURAL:

• Protección del viento y el frío a ovinos recién esquilados y a ovejas con cordero

al pie.

• Sombra para el ganado como protección contra el calor.

• Mejora en la cantidad y sobre todo en la distribución a lo largo del año del forraje

producido (al atenuarse los picos y alargarse el ciclo) debido al microclima generado en

este tipo de sistemas.

• Mejora de la rentabilidad por hectárea

34
CONCLUSIONES

 El desempeño productivo del ganado bovino de leche y carne es directamente

afectado por los factores climáticos de su entorno productivo, particularmente la

temperatura ambiental, la humedad relativa, la radiación solar y la velocidad del viento,

los que en su conjunto afectan su balance térmico. Dichos efectos pueden ser

pronosticados y minimizados mediante el adecuado uso de la información disponible,

que incluye la genética del animal, el clima, el manejo productivo y el manejo

nutricional. La implementación de medidas de mitigación debe considerar tanto los

elementos productivos y de bienestar como también los factores económicos.

35
REFERENCIAS

 http://www.produccion-animal.com.ar/produccion_porcina/00-

instalaciones_porcinas/105-temperaturas.pdf

 https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0301-

732X2008000100002

 https://zoovetesmipasion.com/ganaderia/influencia-climatica-confort-animal/

 http://www.produccion-animal.com.ar/clima_y_ambientacion/01-

el_ambiente_en_la_produccion_animal.pdf

 http://www.senasa.gob.ar/sites/default/files/ARBOL_SENASA/ANIMAL/BOV

INOS_BUBALINOS/INDUSTRIA/ESTABL_IND/BIENESTAR/manual_de_b

ienestar_animal_especies_domesticas_-_senasa_-_version_1-2015.pdf

36

También podría gustarte