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Ensayo Gerencia basada en Valor y la Gerencia Financiera

Santiago Castañeda Sánchez

Fabio Andrés Álzate

Natalia Alejandra Maldonado Pérez.

Noviembre 2019.

Universidad de Medellín.

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.

Gerencia Financiera
Introducción

En el presente ensayo se busca a partir de la literatura guía, comprender un poco más acerca de la
gerencia basada en valor y la gerencia financiera, con el fin de conocer que deben hacer los
dirigentes para generar valor a los diferentes actores tanto internos como externos, dado que este
debe ser el objetivo de toda buena gerencia.

La importancia de la gerencia de valor radica en que es necesaria para que la toma de decisiones
dentro de la organización para llevar a cabo procesos que integren y utilicen adecuadamente los
recursos con el fin de generar resultados de todo tipo, los cuales sean superiores a las expectativas
de los inversionistas. Es decir, comprender cuales son las variables apropiadas para mejorar el
desempeño dentro de la organización.

Por otra parte la gerencia de valor es un concepto ligado a la gerencia financiera, dado que esta debe
propender por maximizar los recursos de los inversionistas, pero no únicamente en los términos
monetarios, sino que también con los agentes internos y externos de la compañía.

Finalmente han surgido diferentes indicadores, los cuales son de gran importancia para medir la
gerencia de valor dentro de las organizaciones, es decir, mediante los mismos se diagnostica la
capacidad de generación de valor dentro de la organización.

Por último en este ensayo se abordará brevemente con base en la literatura, acerca de las diferentes
fases para la creación de valor dentro de las organizaciones, los cuales han sido de gran importancia
para que los inversionistas logren sus objetivos. Por otra parte en estas fases lo que se busca es la
sinergia entre las diferentes áreas para lograr un mayor valor.
La Gerencia basada en Valor y la Gerencia Financiera

El concepto de valor domina actualmente el panorama de la planeación y del diagnóstico. Por tal
razón, se asevera que el interés de maximizar el valor empresarial precisa profundas
transformaciones y nuevas concepciones en la dirección de las organizaciones, de modo que dicho
objetivo debe tener respuestas paralelas en los estilos gerenciales. Esta razón sustenta por qué se
sugiere adoptar principios doctrinarios de la gerencia basada en la creación de valor. Entre estos
principios se destaca la necesidad imperiosa de tener una visión sistemática, colectiva, sincronizada
y holística de las organizaciones, sepultando así los esquemas convencionales donde se concede
gran transcendencia a los intereses de las áreas funcionales.

La creación de valor es el objetivo de toda buena gerencia. Si antes el objetivo era la maximización
del beneficio contable, ahora este objetivo de beneficio ha sido suplantado por la creación de valor.
El mismo, es lo que queda una vez que se han cubierto todos los gastos y satisfecho una
rentabilidad mínima esperada por parte de los accionistas. En consecuencia, se crea valor en una
empresa cuando la rentabilidad generada supera el costo de oportunidad de los accionistas.

Cualquier empresa si tiene ánimo de lucro, trata de lograr diversos objetivos de tipo económico,
entre los que se destacan: elevar el valor de la empresa, trabajar con el mínimo riesgo y disponer de
un nivel adecuado de liquidez.

Para generar mayor valor en la empresa es necesaria una estructura organizacional que cuente con
una disminución de los niveles jerárquicos y esta estructura debe estar orientada a los procesos de la
empresa, es decir una organización basada en equipos que lleve sinergias y poder de decisión, a
crear una cultura de creación de valor que pueda ser medido mediante el desempeño financiero.

La Gerencia basada en valor es buscar que las decisiones que se tomen en la compañía se
determinen teniendo en cuenta su impacto en el valor de la misma, por lo tanto ,la gerencia basada
en valor se relaciona con el diseño y aplicación de una estrategia que integre los procesos de la
organización hacia la búsqueda de la mejor utilización de los recursos disponibles (capital), de tal
forma que los resultados a generar (medidos no solo en rendimiento financiero, sino también en
satisfacción de clientes, empleados y comunidad en general) sean superiores al esperado por los
inversionistas. La adopción de esta requiere una transformación tanto de la mentalidad de los
gerentes como de los procesos y sistemas de la organización, para conectarlos con el objetivo de la
creación de valor. Ya que, una mentalidad orientada a la creación de valor le permite a la alta
gerencia estar totalmente consciente de que su principal objetivo es la maximización del valor, y
tener reglas claras para tomar decisiones cuando otros objetivos tengan mayor prioridad que el
primero, lo que significa, ser capaz de analizar y entender de manera apropiada cuáles son las
variables de desempeño que generan valor en la empresa.

Ahora bien, se puede decir que los generadores de valor son una herramienta diseñada para detectar,
a partir de la estructura de valores, las orientaciones laborales y el estilo de pensamiento, el
potencial de desarrollo de las personas y los altos potenciales de una organización. Además,
proporciona la información necesaria para el gerente estratégico, del capital intelectual de las
organizaciones, como nuevas tendencias de valoración de las mismas, la cual centra su interés en la
investigación en torno a los conceptos de aprendizaje organizacional, gestión del conocimiento,
determinación y medición del capital intelectual comprometiendo esfuerzos y recursos con miras a
identificar y reconocer la importancia estratégica de éste, para el logro y sostenimiento de ventajas
competitivas.

La gerencia basada en valor impone un cambio radical en el enfoque del planeamiento, al punto de
recomendarse que los modelos vigentes, fundamentados en la definición de objetivos, estrategias y
asignación de responsabilidades por áreas funcionales, se sustituyan por modelos como el cuadro de
mando integral y la gestión de los riesgos. El cambio también opera en campo del diagnóstico, a la
vez que se introduce la necesidad de conocer mayor trascendencia a los indicadores diseñados para
evaluar la creación de valor. De una forma u otra se plantea entonces que el diagnóstico practicado
al analizar los resultados arrojados por todos los indicadores debe enfocarse a precisar los vínculos
de tales resultados con el objetivo supremo de la creación de valor.

Por destacar algunos de los indiciadores que nos permiten realizar lo anteriormente mencionado,
encontramos:

- Valor Económico Agregado (Economic Value Added, EVA), propuesto por la firma de
consultores Stern and Stewart.
- Rendimiento del Flujo de Efectivo sobre la Inversión (Cash Flow Return on Investment,
CFROI), cuya divulgación se atribuye a los consultores HOTL Associates.
- Valor del Flujo de Efectivo Agregado (Cash Value Added, CVA), propuesta de los
consultores europeos FWC AB.
- Valor Agregado al Accionista (Shareholder Value Added, SVA), recomendado por la firma
LEK/Alkar Consulting Group. (Vera, 2000)
De acuerdo con lo anterior, se aprecia que el objetivo de la gerencia financiera no es el generar
utilidades o alcanzar un margen de rentabilidad superior a cero, ni siquiera es el de crear valor por
encima de los costos del capital invertido. El objetivo, alineado con la estrategia corporativa
respectiva, es maximizar esa creación de valor, lo que se traduce en arrojar el mayor rendimiento
posible sobre el capital utilizado y convertirse en el negocio de mayor rentabilidad dentro de un
conjunto de alternativas que están sujetas a niveles de riesgo similar.

Es necesario señalar que este objetivo va más allá de la generación de valor en términos financieros,
ya que para lograr resultados satisfactorios es necesario mantener una clientela satisfecha,
empleados motivados, excelentes relaciones con proveedores y con entes gubernamentales, y hasta
preocupación por el entorno.

Con este objetivo en mente, el gerente financiero tiene la responsabilidad de evaluar cada una de
sus decisiones en función de cómo se verá afectado el objetivo estratégico de la empresa. En esas
decisiones se involucra activamente el gerente financiero, evaluando los efectos de éstas sobre los
objetivos de la empresa (plan estratégico) y la maximización del valor en el largo plazo.

La ejecución de nuevos proyectos de inversión, incorporación de nuevas tecnologías, expansión a


nuevos mercados, adquisición de empresas competidoras, o de proveedores, fusiones con otras
empresas, diversificación y expansión de operaciones, cierre de unidades de negocios, solicitud de
préstamos a instituciones financieras, emisión de títulos valores, fijación de los niveles de
endeudamiento, pago de dividendos, diseño de los sistemas de remuneraciones a empleados,
capacitación y actualización del personal, son apenas algunas de las decisiones que debe tomar la
gerencia de la empresa con el acompañamiento del gerente financiero.

El objetivo fundamental de la gerencia financiera en una empresa lucrativa es el de maximizar el


valor invertido por sus propietario, con este objetivo en mente, las estrategias a diseñar y ejecutar en
la organización deben estar vinculadas para que sus operaciones arrojen resultados que satisfagan
las expectativas de rendimiento de sus accionistas; esto implica no solo la satisfacción de este grupo
en materia de rentabilidad, sino que involucra a toda la organización como ente generador de bienes
y servicios que debe captar y mantener clientes, atraer el recurso humano con la capacitación
requerida, motivar al personal directivo para el logro de sus metas, y en general, ejecutar las
acciones necesarias para que la maximización del valor no sea una finalidad de corto plazo
fácilmente agotable, sino un objetivo permanente. Es decir, la maximización del valor del accionista
no se limita al ámbito financiero de la empresa, sino que involucra a todos los sectores: producción,
mercadeo, recursos humanos, entre otros. (Vera, p.110)
El Value Based Management abarca tres elementos claves: Creación de Valor, Medición de Valor y
Gestión de Valor. Por lo tanto, el Value Based Management tiene la intención de enseñar a los
CEO´s ¿Cómo? ¿Cuándo? y ¿Dónde? se crea o se destruye valor en la empresa. Value Based
Management es una combinación de creencias, principios y procesos, que efectivamente alineados
permiten a la empresa tener éxito en la batalla contra la competencia.

El éxito en la organización se alcanza cuando las metas se convierten en logros cuantificables, es


decir, establecidas las metas y definidos los resultados, la empresa puede analizar
multidimensionalmente el desarrollo de la organización y cada trabajador debe esforzarse para
adquirir un rendimiento completo y equilibrado.

La gerencia financiera está íntimamente ligada con la toma de decisiones relativas al tamaño y
composición de los activos, al nivel y estructura de la financiación y a la política de dividendos
enfocándose en dos factores primordiales como la maximización del beneficio y la maximización
de la riqueza, para lograr estos objetivos una de las herramientas más utilizadas para que la gestión
financiera sea realmente eficaz es la planificación financiera, el objetivo final de esta planificación
es un plan financiero en el que se detalla y describe la táctica financiera de la empresa, además se
hacen previsiones a futuro basadas en los diferentes estados contables y financieros de la misma.

Imagen 1. Objetivos de la administración financiera.

Fuente: Perdomo, p.33


La literatura ofrece diversos autores que han generado propuestas sobre las fases que conforman
una gerencia basada en el valor, estos han servido como instrumento para que los inversionistas
alcancen sus objetivos en términos de rentabilidad. Para esto se propone:
- Modelo Rappaport: da tres fases para implementar la VBM y adiciona una que se relaciona
con la definición de los objetivos de implementación par así alcanzar una mejor
comprensión que conlleva el proceso. Bajo este modelo se busca establecer cuales son los
resultados que espera el proceso para que así las empresas proyecten los beneficios de
aplicar una buena práctica. Las tres fases del modelo que fueron mencionadas son,
concertar el compromiso con la creación de valor, introducir la creación de valor como
estándar de todos los procesos y actividades y, por último, reforzar la utilización de la
creación de valor. Como conclusión bajo este modelo se debe reconocer que es necesario
una transformación del comportamiento desde la gerencia para así alcanzar un mayor valor
para el accionista.
- Modelo de Slater y Olson: se dan cinco fases para implementar la VBM que son, el análisis
de la creación de valor, compromiso de la gerencia y fijación de metas ambiciosas,
adiestramiento en VBM y amplia disponibilidad de información, delegación y
entrenamiento centrado en las tareas y como última fase, repartición de los beneficios
alcanzados. Lo que se busca como este modelo es una mayor sinergia para que por medio
de esta coordinación se cree el valor que los accionistas desean.
- Modelo de Knight: es posible identificar este enfoque más completo que los anteriores,
debido a que se identifican seis elementos esenciales adicionales a las fases, estos son:
1. Liderazgo y compromiso de la alta gerencia, que debe comprender y estar alerta en
todo momento, para apoyar la aplicación de la estrategia de VBM y definir las
prioridades.
2. Alineación con los procesos gerenciales básicos para la toma de decisiones
(planificación, elaboración de presupuestos, sistema de incentivos, reporte de
resultados, comunicación interna y externa). Estos procesos deben integrarse de
acuerdo con los principios de la VBM, para que no emitan mensajes contradictorios
a la estrategia
3. Educación y entrenamiento de todo el personal, para comunicar y estimular la
comprensión del significado de la VBM.
4. Comunicación continua de los resultados alcanzados.
5. Definición de un horizonte temporal para lograr el cambio y secuencia de tareas a
desarrollar, de tal forma que no se creen falsas expectativas sobre resultados
inmediatos.
6. Designación de “campeones” o líderes de la implementación, representados por
gerentes respetados que son los impulsores del proceso.
Con estos se pretende que la organización por medio de la compenetración logre
enfocarse en la gerencia de valor. Y, como los anteriores dispone de unas fases, en este
caso se identifican cuatro que son, identificación de medidas de desempeño y diseño
del sistema de compensación, identificación de los generadores de valor, gerencia de
los generadores de valor, por último, la comunicación.

Conclusión

La valoración constante es un tema clave para la gestión eficaz de la generación de valor en las
empresas. Hay varios métodos disponibles que se centran en la evaluación de las empresas de una
manera directa o indirecta, y todos ellos tienen el mismo objetivo: agregar valor para mejorar la
retribución al accionista. Pero adicional, se juzga entonces, que el desempeño de la compañía se
define en términos de crear valor no solo para los socios e inversionistas sino para todos los
interesados en conjunto: accionistas, acreedores, empleados, proveedores, comunidad local y otros.
A través del Value Based Management se pretende que los gerentes y encargados de las empresan
aprendan ¿Comó? ¿Cuándo? Y ¿dónde? Generan o destruyen valor y de esta manera poder alcanzar
las metas y lograr el éxito de la organización, así como también hacer frente a la competencia, por
lo cual quienes dirigen deben saber cómo lograr la permanencia en el mercado.

Por otra parte se abandona la creencia, en la cual la generación debía ser únicamente en el ámbito
financiero para los inversionistas, dado que es de gran importancia lo que sucede con los agentes
internos y externos para el logro de las metas y objetivos de la organización.

Referencias
Vera Colina, M. (2000). Gerencia basada en valor y gerencia financiera.
Tendencias, 109-132.

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