LO QUE LA RESURRECCION GARANTIZA A LOS
LA GARANTÍA DEL PERDÓN DE NUESTROS
CRISTIANOS. 1 COR 15:1-22.
INTRO: La resurrección de Jesucristo es hecho histórico,
único, glorioso y sin precedentes y es importante por
muchas razones.
Primero, testifica del inmenso poder de Dios mismo.
Creer en la resurrección es creer en Dios. Si Dios
existe, y si Él creó el universo y tiene poder sobre él; Él
tiene el poder de levantar a los muertos.
Si Él no tiene tal poder, Él no es un Dios digno de
nuestra fe y adoración.
Solo Él, quien creó la vida, puede resucitar después de
la muerte, solo Él puede revertir la atrocidad que es la
muerte misma, y solo Él puede quitar el aguijón que es
la muerte y dar la victoria sobre la tumba.
En la resurrección de Jesús de la tumba, Dios nos
recuerda su absoluta soberanía sobre la vida y la muerte.
1. LA GARANTÍA DE UNA FE AUTÉNTICA. (1 Cor
15:14-17).
1ª. Pedro 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que según su grande misericordia
nos hizo renacer para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos.
” para decir que nuestra fe sería vana, un vocablo
distinto del usado en el versículo 14; en el versículo
14 usa kené, vacía, es decir, sin contenido fiable; en
el versículo 17 usa mataia, necia, es decir, inútil y sin
valor alguno. Por eso añade: «aún estáis en vuestros
pecados»
2.
PECADOS. (1 Cor 15:17)
17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún
estáis en vuestros pecados.
usa mataia, necia, es decir, inútil y sin valor alguno.
Por eso añade: «aún estáis en vuestros pecados»
3. LA GARANTÍA DE LA VERACIDAD DE NUESTRA
PREDICACIÓN. (1 Cor 15:14-15)
14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra
predicación, vana es también vuestra fe.
15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque
hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual
no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.
4. LA GARANTÍA DE QUE NO SOMOS DIGNOS DE
LÁSTIMA, MAS BIEN SOMOS ENVIDIABLES. (1
Cor 15:19 y 58).
Los no creyentes, ante la muerte, tienen el consuelo
de dar rienda suelta a sus pasiones y apetitos
mientras viven: «comamos y bebamos, porque
mañana moriremos» (v. 32b), es decir, «ya que la
vida es corta, saquémosle todo el jugo posible». Pero
el creyente frena sus pasiones, controla sus apetitos,
pasa por dificultades y padece persecuciones
precisamente por la fe en el Señor y la esperanza que
ha puesto en Él para vida eterna. Esta esperanza es
la que inclina la balanza, con su eterno peso de gloria,
5. LA GARANTÍA DE QUE RESUCITAREMOS. (1 Cor
15:20-24)
1ª. Corintios 15:20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los
muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
 (A) Notemos que, para «orden», Pablo usa el vocablo
griego tágma, término militar para designar las distintas
CONCLUSION:
filas de soldados en formación. Esto indica que hay tres
estadios, como tres «filas» en la resurrección de los ¡Alabemos a Dios por su poder que resucito a Cristo y
justos. nos resucitara a nosotros! AMEN.
(B) Estas tres filas están aquí mencionadas tras los
términos griegos aparkhé (primicias), épeita (después) y
eita (luego).
(a) «Primicias, Cristo» (lit.), dice al establecer dicho
orden (v. 23b). Si se tiene en cuenta que las primicias de
la cosecha no constaban sólo de una espiga, sino de un
manojo, me parece probable que el apóstol se refiera, no
sólo a la resurrección del Señor, sino también (v. Mt.
27:52, 53) a los que parece ser
que resucitaron al mismo tiempo que Él y subieron
después con Él al cielo, como haciéndole escolta (comp.
con Ef. 4:8).
(b) «Después, los que son de Cristo, en su venida» (v.
23c). Esto hace referencia a la Venida de Cristo por los
suyos (comp. con 1 Tés. 4:13–18).
(c) «Después, el fin» (v. 24). No cabe duda de que aquí
se implica una tercera resurrección de los justos. La duda
está en el tiempo preciso en que esta tercera fase ha de
llevarse a cabo. El contexto posterior da a entender que
será al término del milenio, como asegura Ryrie. De
Isaías 65:20, no se puede argüir ni a favor ni en contra
de la muerte de justos durante el milenio; pero, aun así,
quedan por resucitar otros justos después del
arrebatamiento de la Iglesia: ¡los que hayan muerto
durante la Gran Tribulación, los cuales, según Apocalipsis
7:9 y ss., forman una multitud innumerable!