CONCEPTO DE LÓGICA
La palabra lógica, deriva del vocablo griego Logos, que era entendido como palabra, pensamiento o tratado. Es la ciencia
que estudia la forma del razonamiento, sus métodos y principios, para establecer si es válido o no. Ordena nuestro
razonamiento, es instrumento de otras ciencias.
Lo central de la lógica es que aclara la verdad y cómo se alcanza.
Su objeto es la forma, y se limita a tres estructuras lógicas: el concepto, juicio y razonamiento que hallamos expresados
en la definición, la proposición y la argumentación.
Los razonamientos (operación discursiva por la cual se infiere la verdad de una proposición a partir de otras) pueden
ser:
- Inferencia inmediata: de una afirmación a la verdad. Se extrae la conclusión a partir de una premisa.
Si ningún gato es perro,
Entonces ningún perro es gato
- Inferencia mediata: cuando aparece algún termino o enunciado intermedio
Todos los hombres son mortales
Todos los platenses son hombres
Luego, todos los platenses son mortales
Los razonamientos también pueden ser deductivos o inductivos y ambos funcionan juntos o relacionados:
Deductivos: se pasa de afirmaciones generales a una afirmación particular.
Inductivos: se pasa de afirmaciones particulares a una afirmación general.
LA DEFINICION DE CONCEPTOS
Los conceptos se definen y se expresan con palabras.
Denominamos definición a los conceptos descriptos, tomados con sentido univoco (preciso, claro).
Es importante establecer con claridad cada uno de los conceptos que forman parte de un razonamiento, cada término
puede tener varios o más de un significado.
Para que el término tenga un uso univoco y no se utilice en forma equivoca, la definición:
- Debe indicar los atributos esenciales de la especie
- Debe ser simple, clara y no tener adjetivos
- No debe ser circular, no se debe utilizar lo definido como parte de la definición
- No debe tener termino metafóricos
- Si una afirmación se puede hacer en forma afirmativa, no debe hacerse en forma negativa
Se puede agregar un accidente para aclarar, que puede ser: propio cuando se refiere a la esencia del género, es decir
que se da siempre; simple que puede darse o no.
LA PROPOSICIÓN. PROPOSICIONES CATEGORICAS
La proposición es un enunciado lingüístico, que puede ser considerado como proposición lógica cuando es susceptible
de ser verdadero o falso.
La Lógica Aristotélica o Silogística se compone de juicios o proposiciones que pueden tener cuatro formas diversas,
denominadas Proposiciones Categóricas Aristotélicas o Juicios Aristotélicos, son consideradas como aserciones acerca
de clases, que afirman o niegan que una clase esté incluida en otra, sea total o parcialmente. Cada proposición
categórica tiene una calidad y una cantidad:
- Calidad: proposición afirmativa o negativa, según se afirme o niegue la inclusión de la clase.
- Cantidad: la proposición puede ser universal o particular, según incluya a todos o solamente algunos de los
miembros de la clase designada por el término sujeto.
OBVERSIÓN
Se cambia la calidad de la misma proposición y se reemplaza al predicado por su complemento.
Obvertiente Obversa
A: Todo S es P E: Ningún S es no-P
E: Ningún S es P A: Todo S es no-P
I: Algún S es P O: Algún S no son no-P
O: Algunos S no son P I: Algún S son no-P
CONTRAPOSICIÓN
Reemplazamos el sujeto por el predicado negado y reemplazamos el predicado por el sujeto negado, es decir se niega e
invierten el sujeto y el predicado sin modificar el valor de verdad.
Premisa Contrapositiva
A: Todo S es P A: Todo no-P es no-S
E: Ningún S es P O: Algún no-P no es no-S (por limitación)
I: Algún S es P no hay contrapositiva
O: Algún S no es P O: Algún no-P no es no-S
Contradictorias: no pueden ser ambas verdaderas, ni falsas. Una es verdadera y la otra falsa (I-E) (A-O) V-F
Contrarias: no pueden ser ambas verdaderas, pero si ambas falsas. V-F F-F
Subcontrarias: no pueden ser ambas falsas, pero si ambas verdaderas. V-V V-F
Subalteracion: es la oposición entre una proposición universal y su particular. A-E por I-O V-V F-VoF
Primera figura
M–P
S–M
S–P
Segunda figura
P–M
S–M
S–P
Tercera figura
M–P
M–S
S–P
Cuarta figura
P–M
M–S
S–P
Reglas de validez:
1 Debe tener tres términos, deben usarse en el mismo sentido a través de todo el razonamiento
2 El término medio no debe estar en la conclusión
3 El término medio debe ser universal al menos una vez
4 Ningún término debe ser universal en la conclusión si no lo es en la premisa
5 De dos premisas particulares (I-E), la conclusión es no-valida
6 De dos premisas negativas (O-E), la conclusión es no-valida
7 De dos premisas afirmativas (A-I), la conclusión debe ser afirmativa
8 La conclusión sigue la parte más débil, si hay una premisa particular debe der particular, si hay una premisa negativa
debe ser negativa.
EL ORIGEN DE FILOSOFAR
Ocio: El hombre se halla urgido por una doble exigencia: por una parte sus necesidades vitales y por otra el reclamo de
las exigencias interiores de su espíritu. Solo cuando el hombre alcance un bienestar material que cubra sus necesidades
vitales, pudo enfrentarse a un tipo de conocimiento desinteresado. De este modo, libre de urgencias de la vida,
comenzó a cultivar las capacidades contemplativas y creadoras de su ser. Este ámbito interior, libre de las necesidades
laborales, configuró lo que los filósofos denominaron el ocio (cese de actividad). La filosofía se origina gracias al ocio.
Nace como desinteresada contemplación de la verdad y con clara conciencia de su libertad y de su ser para sí mismo y
no como medio para otra cosa. Se inicia como una entrega confiada al ser y con la suficiente lucidez de saberse
trascendente a toda dimensión sensible.
Admiración: el origen de la filosofía se halla en la admiración, lo atestiguan los mismos filósofos que en Grecia llevaron la
filosofía a su plenitud. En dos textos clásicos uno de Platón y otro de Aristóteles, se afirma esto:
Platón plantea, “es propio del filosofo la pasión de la admiración, pues no es otro el origen de la filosofía”
Aristóteles, dice “gracias a la admiración, los hombres, ahora y en un principio, han empezado a filosofar”
La admiración versó al comienzo sobre fenómenos aislados y particulares, pero luego acabo por un admirarse y
preguntarse por la génesis del universo. Apoyados por la fuerza de esta pasión se lanzaron a la conquista, del ser mismo
de las cosas. Gracias a la admiración el griego se coloco en aquella actitud anímica desde donde la dimensión filosófica
de las cosas pudo ser aprehendida. Solo disponiéndose en el asombro, el mundo abre al espíritu su urdimbre metafísica.
NOCIONES HISTORICAS
La filosofía primitiva: empieza en la Magna-Grecia en los siglos V, VI y VII aC y se ocupaba de reflexionar del principio de
todas las cosas. Podemos encontrar entre estos a: TALES DE MILETO fundador de la filosofía, elabora su tesis sobre el
agua como principio de las cosas; ANAXIMADRO, cuestiona el principio absoluto de todo; ANAXÍMENES, consideraba al
aire como principio constitutivo; PITÁGORAS, los números eran el principio de todas las cosas y el orden de la realidad
era numérico.
La temática del ser: en la identificación existencial de la realidad. Podemos encontrar a: PERMÉNIDES DE ELEA, el ser es
uno, fijo, inmutable y eterno, el no ser no es; HERÁCLITO, nada permanece y la realidad es como el fuego; ZENON DE
ELEA, defensor de la doctrina de inmovilidad y unidad del ser, las cosas existentes son infinitas, siempre hay otra cosa
entre ellas, y otras a su vez, entre ot1ras; ANAXÁGORAS, primero en comprender que el principio material de que están
hechas las cosas no bastan para explicarlas, concibe un intelecto ordenador del universo.
Sofistas: siglo con mucha actualidad política, tenían interés por la retórica y la oratoria, esto los convertía en maestros y
serian buscados como sabios. Están: GEORGIAS, nada existe, si algo existe el ser humano no lo conoce, si lo conoce, no
es comunicable; PROTÁGORAS, consideraba al hombre como la medida de todas las cosas “las cosas son lo que yo
pienso aquí y ahora”.
Sócrates: antítesis de los sofistas, su modo de filosofar era el dialogo con sus conciudadanos, que constaban de dos
partes: la primera, ironía, mediante una serie de preguntas desarmaba los prejuicios y los falsos razonamientos; en la
segunda, mayéutica, provocaba en otras personas el parto de la verdad mediante preguntas adecuadas, ayudaba al
nacimiento de una nueva verdad. Sostiene que el hombre debe alcanzar la verdad mediante el autoconocimiento, la voz
interior constituye la única guía moral del conocimiento.
Platón: discípulo de Sócrates, perfecciona la mayéutica y la convierte en dialéctica, donde el método filosófico parte de
una hipótesis primera para luego ir mejorándola a fuerza de las críticas que se le vaya haciendo. El individuo está
formado de cuerpo y alma, siendo esta inmortal. Para Platón la esencia de las cosas no está en las cosas sino en las
ideas.
Aristóteles: sostiene que la esencia no puede existir fuera de las cosas sensibles, critica a Platón diciendo que lo
universal no puede existir separado de lo particular. La metafísica aristotélica estudia la realidad para encontrar
principios que la explican. El individuo está compuesto de dos principios:
-Sustancia y accidente: la sustancia es la esencia, algo permanente, posible de cambios y los accidentes son mutaciones,
son los cambios que se dan en la sustancia.
-Materia y forma: la materia es un elemento indeterminado y la forma el principio determinante. Lo que es totalmente
indeterminado se llama materia prima, susceptible a ser cualquier cosa material pero no es ninguna, y lo que realmente
está determinado es el acto puro.
-Potencia y acto: ser en acto se refiere a la sustancia tal como en un momento determinado se nos presenta y la
conocemos; ser en potencia es el conjunto de capacidades o posibilidades de que la sustancia pueda llegar a ser algo
distinto de la que actualmente es.
Existe filosofía porque existe una persona humana que se manifiesta a través de una actuación racional y una libre
suficiencia y decisión. Ser sujeto a las causalidades materiales y, a la vez, capaz de decir la verdad y descubrirse en la
presencia de otros seres espirituales. La aparición de una persona espiritual significa que en la serie compleja de
interrelaciones mundanales, aparece un ojo dispuesto a entender el sentido de las cosas y una voluntad en condiciones
de auto decidirse y de modelar el ámbito terrestre para hacerlo cada vez más habitable.
La persona humana se nos presenta enlazada con los dinamismos del universo material, socialmente vinculada con las
otras personas a través de una intersubjetividad fundadora de comunidad e interiormente solicitada por el fundamento
supremo del universo.
Idealismo y materialismo:
Esta inserción en el tiempo y esta emergencia fuera del tiempo, ha sido interpretada de distinta manera por los filósofos.
Los términos con que se designan ambos extremismos son: idealismo y materialismo. Para el primero, la historia del
mundo con sus cambios y la estructura funcional del universo material, solo constituyen el ropaje inconsistente y
efímero de la unida realidad estable, el pensamiento. Este es la verdadera fuerza tejedora de todo lo que es y acontece.
Para el segundo, el pensamiento y la verdad son una simple superestructura de la verdadera fuerza constructora de todo
lo real, las energías materiales. Para el materialista, el mundo de la verdad es un juego de contingencias y de acasos.
Para el hegeliano, la verdad es un juego inteligente de puras alternativas dialécticas.
Hegel, representante máximo del idealismo plantea que el único pensamiento que la filosofía aporta a la historia
universal es el sencillo pensamiento de la razón, de que la razón domina al mundo y de que, por lo tanto, la historia del
mundo transcurrió racionalmente.
Para Marx, defensor del materialismo dialectico, la realidad decisiva es la realidad material. El ámbito del espíritu no es
más que una versión del mundo material, es solo la superestructura de la verdadera realidad a saber, la materia.
Hoy la filosofía a través de los múltiples movimientos personalistas ha subrayado el valor de la persona, única en su
individualidad, libre e insustituible, y que no existe solo con un cuerpo sino en un cuerpo. La infraestructura corpórea
debe ser puesta al servicio de la trascendencia del espíritu que ve y ama.
Pensar la época:
La meditación del filósofo está ligada a la circunstancia histórica en que vive el pensador. El filósofo no puede evadirse y
emigrar a un mundo irreal, su misión es poder aportar al tiempo y a los hombres verdades permanentes y orientadoras.
El acto de filosofar implica un presente filosófico en cuyo madura prolongándose el pasado espiritual y fijando los
proyectos que tienden a determinar las posibilidades del futuro.
El mundo moderno podríamos calificarlo como la apertura de los mundos. A partir del Renacimiento se comienza a
quebrar los distintos horizontes. En primer lugar se dilata el horizonte geográfico, con el descubrimiento del Nuevo
Mundo, relacionando a toda la humanidad entre sí. En segundo término se dilata el horizonte astronómico, con la
revolución copernicana, en donde la tierra se convierte, en un punto insignificante en la polvareda de mundos. En tercer
lugar, el horizonte histórico, en donde la edad de la tierra necesita ser contada con millones de años. En cuarto, el
horizonte microfísico, debida a la aplicación del cálculo matemático que permitió descubrir un sistema que era superior
al macrofísico. Además del horizonte demográfico, que con el capitalismo liberal europeo, se da un auge en la población.
Y un gran salto se produce cuando la maquina ya no solo potencia el brazo del hombre, sino que, a través de la
cibernética, ayuda al cerebro humano resolviéndole problemas de cálculo.
Pero la mirada del filósofo no debe perder de vista la verdadera dimensión de las cosas. La conmoción que este
ensanchamiento colosal del mundo le produce es solo relativa, es una dilatación del ámbito fenoménico. Estos sucesivos
saltos operados en el plano material, jamás tendrán la potencia como para poder hacer dar un paso cualitativo en el
mundo del espíritu.
El saber técnico no es un saber salvífico, más aun, está manifestando ser compatible con un estado de barbarie cuando
no viene integrado y orientado dentro de un saber metafísico – religioso. El optimismo y la euforia que resultan de los
éxitos de la ciencia, son corregidos inmediatamente por la angustia que surge del diagnostico espiritual del hombre
actual. La pérdida de los valores superiores y las desgracias colectivas de las últimas guerras, han creado un tipo humano
cuya fundamental área consiste en perseguir un goce corpóreo, mientras que en el fondo de su alma se hace el vacio
metafísico.
Actitud metafísica: implica una postura intelectual determinada frente al poder del hombre y a las posibilidades de la
ciencia. La convicción metafísica significa pensar que no todo el ámbito de lo real queda encerrado en el horizonte de las
ciencias positivas. En todo ser existe un sentido, que va as allá del simple “ser-ahí” físico. Una posición metafísica supone
que el hombre puede elevarse de lo particular a lo universal, de lo relativo a lo absoluto.
El ser es el presupuesto de todo pensamiento y en el fondo de todo lo que existe, en el convergen lo real y lo ideal, lo
sensible y lo espiritual, lo finito e infinito. Descubrir sus articulaciones, es la tarea de la ontología, acompañar con el
análisis las ramificaciones del ser a través de sus distintas determinaciones, es la tarea de la filosofía en general.
La Filosofía y las Ciencias Particulares: coinciden en que ambas son conocimientos universales por causas y leyes que se
adquieren por alguna demostración. Y difieren en que el objeto material y formal de la Filosofía supera el de las Ciencias
Particulares por lo tanto sus conocimientos tienen mayor universalidad, sus causas y leyes son más próximas a las
supremas y los métodos son netamente racionales.
La unidad de la Filosofía es un saber jerarquizado por la Filosofía Primera (metafísica-estudio del ser) y sus partes son
análogas (semejantes):
LA MAYEUTICA: consiste en formular preguntas y criticas hasta obtener una respuesta clara y sin contradicciones.
LA DIALECTICA: parte de una hipótesis que se procede al análisis crítico perfeccionando la hipótesis hasta aproximarse lo
más posible a la verdad.
METODO INDUCTIVO: se parte de la observación. La hipótesis se obtiene de los hechos recogidos. Se debe observar un
número suficiente de casos. Las condiciones de la observación deben ser variadas y ninguna observación debe
contradecir a la conclusión. Va de lo particular a lo general.
METODO DEDUCTIVO: parte de los problemas. La hipótesis guía el desarrollo de la práctica científica. La deducción de
las consecuencias implicadas en la hipótesis permitirá su constatación con vistas a su conformación o refutación. Va de
lo general a lo particular.
Tipos de conocimiento:
Conocimiento instintivo o innato: tipo de conocimiento que nunca tuve, pero la primera vez que lo tengo tomo la
decisión correcta.
Conocimiento sensitivo: se adquiere a través de cosas con la que estamos en contacto. Sin la existencia de este
conocimiento no hay posibilidad de adquirir ningún otro.
Conocimiento intelectual: es el conocimiento conceptual o de los conceptos.
CONOCIMIENTO INTELECTUAL
Se trata del conocimiento por medio de la inteligencia, que se da a través de los pensamientos, que son el conjunto de
los fenómenos psicológicos de la inteligencia. Las operaciones del conocimiento intelectual son: la SIMPLE
APREHENSION, es el acto de comprender algo sin negar ni afirmar nada de ello, se realiza por medio de un concepto; el
JUICIO es un acto por el cual la inteligencia afirma como real una identidad entre dos conceptos distintos; el
RAZONAMIENTO es necesario que los juicios dependan los unos de los otros, en virtud de lo que cada uno afirme, el fin
del razonamiento es su conclusión, verificar la verdad de juicios ya tenidos como verdaderos.
Este conocimiento nos permite conocer lo universal y lo necesario. Se constituye y formula a través de los conceptos,
pero funciona también mediante la formulación de juicios y razonamientos.
Filosofía de la naturaleza: Se desarrolla basándose en los conocimientos aportados por la experiencia ordinaria y las
ciencias naturales. Busca el conocimiento de los primeros principios del mundo natural para así elaborar una concepción
de él, permitiéndonos comprender intelectualmente el mundo y movernos racionalmente en él.
Objeto material: el conjunto de los cuerpos materiales.
Objeto formal: el ser de las cosas corpóreas.
MUTACIÓN
La propia existencia se extiende de algún modo, se dice larga o breve y se divide en partes (ej. Años). La cantidad en el
orden substancial es continua, divisible y simultánea, pero en el orden existencial es continua, divisible y mutable.
¿Qué significa que sea mutable? Toda mutación supone un tránsito de un término desde el cual a un término hacia el
cual, la conquista de uno supone la pérdida del otro.
La mutación puede ser propia (posee dos términos, uno desde el cual y otro hacia el cual) o impropia (posee un solo
término: si falta el termino desde el cual, es la creación; si falta el término hacia el cual, es aniquilación).
Toda mutación es un tránsito de A hacia B:
- cuando A y B son contradictorios, hay una mutación substancial y no hay entre ellos término medio. El tránsito es
instantáneo y substancial.
- cuando A y B son contrarias, hay mutación accidental, es sucesiva y procede por pasos. El tránsito puede ser
movimiento local, si se da en el orden existencial, y cualitativo, si se da en el orden esencial.
El espacio entre A y B señala una distancia o intensidad:
* Si señala una distancia se aplica analógicamente al movimiento en la mutación local.
* Si señala una intensidad se aplica analógicamente al movimiento en la mutación cualitativa.
LA DURACIÓN: EL TIEMPO
El tiempo es una forma de duración. La duración es la permanencia en el ser, hay dos clases:
La duración tiempo tiene principio, fin y sucesión en el obrar. Es la manera de existir o de realizarse los actos de un
cuerpo, desde su generación hasta su corrupción o transformación substancial. Hablamos de tiempo concreto, como
permanencia de los cuerpos en el ser, es el tiempo real que se refiere a los cuerpos y su sucesión.
El tiempo está vinculado con el movimiento o cambio, los cambios nos hacen dar cuenta del tiempo, en el tiempo el
orden es esencial: no vuelve hacia atrás. En el movimiento las partes son reversibles, la velocidad puede variar y no
se da un orden esencial, en cambio en el tiempo, las partes no se pueden invertir, la velocidad es uniforme, y se da
un orden esencial.
La duración eterna, no tiene principio, ni fin, ni sucesión en el obrar (Dios). Dios existe y su duración es eternidad
que no tiene extensión, consecuencia de un ser que tiene absoluta inmutabilidad perfectiva, en el cual no se puede
distinguir ni extraponer partes.
Maritain concibe la vida como una realidad análoga que se realiza a través de modalidades esencialmente diferentes y
en seres vivos individual y sustancialmente distintos. Para Scheler la vida es una realidad unívoca que a medida que
asciende en la escala vital va replegándose, inclinándose cada vez más sobre sí misma hasta culminar en la perfecta
autonomía de la persona humana espiritual.
1) Primer grado: la inteligencia prescinde de la materia concreta, es decir, aquello que constituye la individualidad
y singularidad de cada ser, aunque no implica la eliminación de toda materia. Solo se contempla aquí la materia
sensible común, ósea el conjunto de determinaciones comunes cuantitativas y cualitativas. Ejemplos de este
plano, el estudio del movimiento o de lo corpóreo. En este plano se mueve la filosofía de la naturaleza. Aquí
busca la filosofía el “fundamento” último, pero no para todo el saber filosófico, sino que para cada una de esas
realidades.
2) Segundo grado: se origina cuando la mente prescinde de la materia concreta y de la materia sensible común
(determinaciones cualitativas), reteniendo solo el aspecto cuantitativo (materia inteligible). Plano de la
conceptualización matemática.
3) Tercer grado: se prescinde de toda materia, considerando al ser en toda su universalidad considerándolo capaz
de realizarse al margen de toda materia. Este es el plano propiamente metafísico, el ser es estudiado al margen
de sus determinaciones.
PUNTOS DE PARTIDA
Como punto de partida se busca un principio que sirva de base para explicar todo lo que hay.
Cartesiano: R. Descartes opinaba que se establecían muchas verdades construidas por muchos pensadores y cada
uno reforma alguna verdad anterior causando una “maraña infernal del pensamiento” por ello empieza a dudar de
todos estos conocimientos construidos y comienza a pensar por sí mismo, es decir, solo ya que deseaba encontrar
un principio solido a partir del cual se crea una teoría explicativa de la realidad, para lograrlo utilizó la duda metódica
como método. La duda metódica consiste en considerar como falso a cualquier supuesto del que se pueda dudar.
Descartes desconfiaba de los sentidos. El pensar por sí mismo, el hacerlo todo solo, conduce al Individualismo
Moderno que consiste estar solo para pensar, pero si se recorta totalmente del exterior esto va a influir en su
pensamiento. La duda cartesiana que utiliza, tiene una fe inquebrantable en la verdad y en la posibilidad de llegar a
ella. Descartes descubre una verdad (“yo pienso, luego soy”) advirtiendo que sí él pensaba que todo era falso era
necesario que él, fuera algo. Esta verdad es tan firme y segura que la recibe como el primer principio de la filosofía.
He aquí el fundamento sobre el cual descansa todo el edificio filosófico cartesiano.
Husserliano: Edmund Husserl, para llegar a su fundamento, pone en suspenso el mundo de los hechos. También
parte de un yo, pero es un yo trascendental o ego trascendental. El método que utiliza es la fenomenología. Husserl
distingue entre 3 yo:
4) Yo mundano: el que está abierto a las cosas, es decir, percibe todo hecho físico, por ejemplo, “percibo una casa”
5) Yo puro: mientras que para el primer yo, los hechos físicos constituyen el objeto de su percepción, aquí,
mediante la reflexión natural, convertimos en objeto, la percepción misma con que se captan los objetos.
6) Yo trascendental: en este grado hacemos la suspensión definitiva, por medio de la reflexión trascendental,
convertimos en objeto todo el mundo de la reflexión natural.
Ese yo trascendental funda y constituye el mundo.
Similitudes con Descartes: ambos métodos se caracterizan por la pérdida del mundo real, como fundamento o punto de
partida. Querer constituirlo desde una pura deducción a partir del yo u originarlo desde un ego fuera del espacio y el
tiempo, implica volatilizarlo. Husserl parte del yo trascendental para originar la realidad, y Descartes parte del yo para
descubrir la realidad.
Realista: Spinoza decía “los escolásticos parten de las cosas, Descartes del pensamiento, yo de Dios”
El error cartesiano reside en una falsa concepción de la autonomía de lo interior con respecto a la realidad exterior. El
hombre está entre las cosas, el pensamiento depende de la esfera sensitiva en contacto inmediato con la realidad
mundanal (contacto que Descartes elude en su punto de partida). Partir de la pura conciencia, prescindiendo del mundo,
lleva al aislamiento de ser humano y de la realidad en general. Otro punto de partida fue la idea de Dios, aunque no
puede ofrecer las garantías de un sólido fundamento. El descubrimiento de Dios, no es el punto de partida, sino el
término al que aspira y asciende proceso metafísico. Hay filósofos que partes del mundo, pero prescindiendo del poder
de la conciencia, abandonándose a la pura experiencia, limitándose la pura descripción fenomenológica.
Hay otra posición filosófica que pone como punto de partida al ser de las cosas sensibles, ósea el fundamento reside en
la íntima compenetración entre el “pienso” y el “mundo”, entre un sujeto espiritual que se abre sobre el mundo real y
basándose en lo real finito descubre el dominio del Ser Infinito. Todo conocimiento empieza en los sentidos y encuentra
su resolución última. El aislamiento del yo en sí mismo, poniendo en tela de juicio la fidelidad de los sentidos, olvida la
nativa pasividad de nuestra inteligencia, que necesita ser determinada en el origen del proceso intelectual. Por otra
parte, si nos entregamos ciegamente al dato exterior condenamos al conocimiento a moverse en la espera de la pura
experiencia.
La filosofía como explicación fundamental de todo lo real, se manifiesta, así como una gradual ascensión hacia el
fundamento radicalmente último en el orden del conocer, y primero en el orden real, consistente en una Causa
productora del ser, como explicación de la esencial composición y limitación del ser estudiado por la metafísica.
La filosofía tiene como tarea, la actualización de ese acceso al fundamento ultimo de las cosas. La conquista del
fundamento en el orden vertical, solo se alcanza en una filosofía sistemática, a través de la previa exploración de los
fundamentos de cada uno de los grandes planos del edificio total del ser.
NOCIÓN DE VALOR
Se denomina valor a la cualidad de estimabilidad. Las cosas son y valen y valen de acuerdo a lo que son. Sólo el hombre
es capaz de valorar, y esta acción coincide con el despertar de la “conciencia intelectual” a través de la cual se descubre
un mundo superior de los valores; valora por medio de la razón y la inteligencia: a mayor conocimiento, más se valora,
ya que el valor aparece cuando el hombre entra en contacto con la cosa, captándola mediante juicios de valor (esos
juicios no solo son emotivos sino que el sentimiento y la apreciación es precedido por un acto de conocimiento de la
cosa portadora de valor). Los valores son abstractos pero se encarnan en actos concretos1.
El “valor” brota del ser mismo, es una de sus riquezas, en el ser encuentra su raíz y su fundamentación específica de su
comprensibilidad. Las cosas poseen una carga debido a la cual se vuelven estimables u odiables, dignas de ser
rechazadas o deseadas.
1
Distintos a los juicios de ser en los que el hombre afirma objetivamente que la cosa es en sí misma.
esfera ideal de valor (donde se halla el verdadero valor, pleno y objetivo) y realizamos nuestra valoración. En
nuestras valoraciones apreciamos algunos aspectos y rechazamos otros: actos de preferencia y repugnancia,
también se concreta un acto de amor-odio, y por último, un acto de afectividad, ya que los valores se configuran
también gracias a la percepción afectiva.
Establece una jerarquía de valores, en la cual las cosas son más valiosas cuanto más fuertes, plenas, amplias,
verdaderas, infinitas y absolutas sean, y en tanto den más satisfacción (comenzando de los valores más simples):
1) Valor de la utilidad: agradable desagradable
2) Valores vitales: lo noble y lo vulgar
3) Valores espirituales: estéticos (lo bello y lo feo), jurídicos (lo justo y lo injusto), cognoscitivos (lo verdadero y
lo falso).
4) Valores religiosos: lo sacro y lo profano.
- Realismo valórico: Es defendido actualmente por la neoescolástica. Ve en el valor una dimensión real del ser mismo.
Se intenta fundar el valor en el ser, mostrando como el ser es el valor fundamental. Lo que es más, vale más y lo que
tenga menos densidad de ser, vele menos. Lo que es más es la divinidad, luego los valores éticos, luego los del amor, los
espirituales y los de libertad, luego los cognoscitivos de la verdad, los jurídicos y lo estéticos, y por último los de agrado y
desagrado.
Según esta corriente, si quiero observar adecuadamente el orden de valor, debo mirar el orden de ser.
Los valores se forman mediante juicios de valores y juicios de ser.
El VALOR y el SER: el origen de la moderna disociación entre el ser y el valor hay que buscarlo en la concepción dualista
kantiana de la razón práctica y la razón teórica. Para Kant, el contenido que la acción ética debe realizar a través de sus
actos, solo se define a través de su conformidad con el deber ser. De esta manera la bondad de los actos humanos no
depende del contenido o materia de los mismos, sino de un elemento puramente subjetivo, formal y apriorico.
- La escuela neokantiana de Badei: desarrolla este dualismo entre el orden del ser y el orden de los valores,
descartando el orden de los valores del ser y asignándoles como nota esencial el simple orden. De esta manera,
el valor ser convierte en la norma absoluta, apriorica, universal y necesaria.
- Corriente realista o subjetivista: identifican el valor con el sentimiento o vivencia psicológica del valor. Se suele
afirmar una identificación entre el hecho y el valor, de modo que el valor queda contaminado con la misma
fugacidad, relatividad y contingencia de los objetos que encarnan o realizan los valores. Relativiza los valores.
INTRODUCCIÓN
Gracias al conocer, lo otro distinto, viene a mí y me habita intencionalmente. El hombre conociendo y amando, puede
dirigirse al mundo y comportarse activamente en el modelándolo en función de las intenciones de sus conocimientos y
afectos. De este modo, conocer y hacer, representación y acción, son las dos vertientes del hombre.
TECNÉ Y PÓIESIS
Aristóteles distingue dos formas de creación humana: la póiesis y la tecné.
La póiesis es la producción, el trabajo del obrero, lo propio del artesano, se ocupa de la producción de objetos,
siguiendo las indicaciones inmutables de la tradición y la experiencia.
La tecné es un saber hacer, una forma de producción que integra la innovación. Permite entender y transformar el
proceso de creación y la finalidad de un objeto dado favoreciendo la transformación continua de la técnica a la luz de los
conocimientos adquiridos por el hacer.
EL JUICIO ESTÉTICO
El juicio estético siempre se remitirá a la percepción de un objeto singular, en un sitio particular del espacio y del
tiempo. Pero la experiencia de este objeto bello concreto, se despliega como universal dado que puede afectar a la
diversidad de los sujetos.
La imagen de la belleza experimentada por el sujeto nace así de la imaginación, de la imaginación estética. Entonces sea
lo que sea el objeto, no es representado y juzgado en términos de su utilidad.
En la imaginación estética, actúa una doble iluminación de la libertad. La libertad en cuanto, producción imaginativa de
la imagen bella desde la que se experimenta algo y la libertad del objeto que ya no se muestra sometido a la repetición
de una ley.
LA TECNOLOGÍA
Es ciencia aplicada a la técnica. La filosofía y la tecnología se han separado hasta que en lugar de convertir la filosofía en
ciencia de la filosofía, se dejó a la tecnología sin ética y a la ciencia sin filosofía del conocimiento y la realidad.
El saber tecnológico se orienta en la utilidad de las cosas y su producción eficiente y eficaz haciendo uso de las ciencias y
las matemáticas; mientras que a la filosofía le interesa la verdad. El saber tecnológico se orienta a la medida y el dato,
mientras que la razón humana se ordena, en definitiva, a la verdad. Al primero le interesa la utilidad de las cosas y su
producción eficiente y eficaz, haciendo el uso de las ciencias y de las matemáticas; a la segunda le desvela la evidencia
fundante. Sería ingenuo plantear una alternativa entre verdad y saber científico y tecnológico, puesto que básicamente
no se contradicen. La tecnología no permite fundar sentido alguno, como la filosofía no puede calcular los pasos para
producir un artefacto o establecer un proceso de gestión. A la filosofía le corresponde establecer los fundamentos
racionales sobre los cuales cualquier obrar y hacer tiene un sentido, a las ciencias descubrir las leyes que rigen los
procesos naturales y a la tecnología brindar los procedimientos que sostienen la infraestructura que torna la vida más
confortable.
VALORACIÓN Y TECNOCIENCIA
El hombre de ciencia o tecnología procura elevar a la dignidad de pensamiento metódico y sistemático, todo fenómeno
de la realidad o de la producción, de esta manera la ciencia y la tecnología tienden a estimar que el conocimiento que
elaboran es adecuado a toda realidad hasta el extremo de rechazar las afirmaciones que no proceden de ellas.
La religión y la ética le ayudan a la ciencia a no perder su horizonte a no superar su método, ayudan al científico a
superar las dificultades y a los técnicos a contribuir a la construcción de una realidad.
Lo mecánico se debe subordinar a lo orgánico, y lo orgánico se debe subordinar a lo espiritual.
La tecnociencia es el término utilizado para denominar la convergencia de ciencia y tecnología, superando la disyuntiva
entre que es ciencia y qué es tecnología. Un sistema tecno científico es un sistema de acciones regladas, informacionales
y vinculadas a la ciencia, la ingeniería, la política, la empresa, los ejércitos, etc. Dichas acciones son llevadas a cabo por
agentes, con ayuda de instrumentos y están intencionalmente orientadas a la transformación de otros sistemas con el
fin de conseguir resultados valiosos evitando consecuencias y riesgos desfavorables.
Guardini considera que para entender mejor la transformación de la imagen del mundo en la modernidad y los cambios
expuesto anteriormente, es preciso ahondar en tres conceptos fundamentales: “naturaleza”, “subjetividad”, “cultura”.
Por naturaleza se entiende en la edad moderna el conjunto de cuerpos, seres, leyes, fuerzas, energías que no han
sufrido la intervención del ser humano. Desde esta perspectiva, la naturaleza es muy valorada y todo lo derivado de ella
se constituye como norma. “Lo natural” viene a ser un criterio normativo para valorar lo existente. Aquello que es
natural constituye un valor en sí mismo.
La noción de subjetividad se presenta en la modernidad como una estructura humana en desarrollo por su propia
capacidad e iniciativa que debe ser comprendida desde sí misma. Aparece el concepto de “sujeto”, el cual constituye el
soporte de los actos admitidos como válidos, tiene carácter autónomo, existe en sí mismo y fundamenta en sí la
orientación de la vida del espíritu. Aquella idea del hombre como criatura e imagen de Dios y cumplidor de la voluntad
divina, no tiene ya el lugar fundamentalísimo que tenía en el mundo medieval.
Con los actos y obras del sujeto humano surge el tercer concepto que Guardini considera fundamental en la
modernidad: “la cultura”. Mientras que en el mundo medieval las pinturas, las imágenes, la arquitectura y otras
manifestaciones culturales servían para glorificar a Dios o como medio para elevar a Él el pensamiento, en la
modernidad la cultura es la creación propia del sujeto humano. El calificativo “creador” aplicado a Dios se traslada, en la
edad moderna, al hombre. Él es el artífice principal que a partir de la ciencia desarrolla la técnica y con ella puede
dominar la naturaleza y ponerla a su servicio.
De esta manera, en la medida en que el hombre moderno considera el mundo como “naturaleza”, lo convierte en algo
cerrado en sí mismo; al tomar conciencia de su “subjetividad”, se erige como señor de su propia existencia; y en el afán
de “cultura”, emprende la tarea de construir la existencia como obra exclusivamente suya.
Dios pierde su puesto porque el hombre es colocado en el centro. El mundo moderno se manifiesta muy destino al
mundo medieval.
EL PENSAMIENTO ACTUAL
Cambio en la visión de “naturaleza”: Ya no se considera a la naturaleza como una realidad de gran valor, buena y
ordenada en sí misma. El hombre actual ha sufrido una desilusión que probablemente esté relacionada con la desilusión
de la idea moderna de una naturaleza ilimitada. Si bien la ciencia ha progresado y ensanchado notablemente los
horizontes, sin embargo, no deja de toparse con sus propios límites. Los seres humanos en la actualidad, lejos de una
situación de bienestar, experimentan un profundo sentimiento de soledad.
Cambio en la visión de “subjetividad”: El sujeto moderno, autónomo y artífice de su propia existencia, deja lugar al
“hombre-masa”, un fenómeno sometido a la ley de la producción en serie que rige el funcionamiento de las maquinas.
Los hombres se someten a lo impuesto desde afuera, carecen de decisión e iniciativa propia y se sumergen en el
anonimato. De esta manera se convierten poco a poco en objetos, es decir, en piezas y engranajes de un inmenso
aparato estatal que les impide hacer uso consciente de su libertad. El individuo termina muchas veces absorbido por las
colectividades y se pierde el valor de la persona inalienable, irremplazable e insustituible. En el ámbito de las relaciones
interpersonales los seres humanos son tratados cada vez más como objetos utilizables, tanto en el marco de las guerras,
como en el seno de los gobiernos nacionales. Así como se dominan, someten y utilizan los elementos de la naturaleza,
de la misma manera se trata a las personas, atentando contra su inconmensurable valor y dignidad.
Ya no existe la desmedida confianza en el futuro de la modernidad, ya que por todos lados reina la duda y la sospecha
respecto a un porvenir mejor.
Quizás la causa principal de todo esto se encuentre en que las erradas concepciones del hombre que se plantearon en la
modernidad manifestaron su inconsistencia. El hombre no se reduce a la presentación que de él hacen los positivistas y
materialistas. Para estos el ser humano no es más que el fruto de la evolución de la vida animal que tiene su origen en
las diversas mutaciones de la materia. Tampoco el hombre es tal como lo ven los idealistas que, si bien lo consideran un
ser espiritual, lo identifican con el Espíritu Absoluto y aplican a este el concepto de evolución. De esta manera, el
proceso del Espíritu Absoluto constituye el curso de la historia y el hombre forma parte de él sin que tenga lugar la
libertad y la singularidad propia de cada persona. Por último, la concepción del hombre en el existencialismo no es
menos desacertada. Según este planteo, el ser humano carece de esencia, es absolutamente libre y se determina en
todo así mismo, incluso en cuanto a su ser.
Junto al desarrollo del poder por medio del avance científico-técnico no se dio un desarrollo semejante de la
responsabilidad de los hombres. Esto constituye un gran riego en la actualidad, pues el hombre domina la naturaleza
pero no domina su capacidad de dominar. El poder ya no es poseído y utilizado por el hombre sino que se ha tornado
una realidad autónoma que, en cierto modo, posee y somete al hombre.
Lo que se requiere para lograr una recta utilización del poder es el desarrollo de ciertas virtudes fundamentales. Según
Guardini la virtud básica que se requiere es la veracidad, pues por medio de ella el hombre evitara engañarse a sí mismo
en lo referente a sus intenciones con el desarrollo del poder. Lejos de autoconvencerse de que más poder representa
inmediatamente más progreso, la veracidad le facilitara una mirada sincera y realista sobre sus propias acciones.
Por último, el autor señala como virtud de vital importancia el autodominio. Es preciso que los hombres desarrollen un
dominio de sí, aprendan a ser dueños de sí mismos y controlen su poder sin que este los controle a ellos.
FILOSOFIA Y CRISTIANISMO
El cristianismo es una religión, que a diferencia de la filosofía no se funda en la razón sino que se establece en la
revelación divina; no se establece, se predica; no se comprende, se cree. Es un conjunto de enseñanzas, de doctrinas y
de prácticas. Esta religión intenta delinear los rasgos de una visión propia del mundo, contrapuesta a la que ofrece la
filosofía pagana.
El Cristianismo reivindica la importancia de la voluntad frente al entendimiento, del amor sobre la sabiduría, pudiendo
mencionar al Activismo Cristiano que considera a la virtud como acción en sentido puro y perfecto, como acción interna,
es decir, como voluntad; y como el acto de la voluntad es el amor, habrá que medir el valor del hombre por su amor y no
por su sabiduría. La exaltación de este amo es llamada Caridad, y solamente mediante la fe se puede llegar a ella.
La razón, entonces, nos da los principios que debemos seguir y nos conduce a actuar acorde a ellos. El resto de los
factores pueden acompañar y sugerir.
Con la recta razón consideramos el acto a realizar para determinar su cualidad de bondad o maldad, para hacerlo,
tenemos en cuenta el hecho en sí mismo (puede indicarnos si el acto es bueno o malo, es decir, si va en contra de mí
mismo o de otros), el fin por el que se realiza el acto, debemos considerar el fin de la obre en sí y el fin de quien obra
(puede determinar su valor moral dependiendo si altruista, egoísta o aparentemente bueno) y las circunstancias del acto
(que pueden hacer a un acto “más bueno” o “más malo”). Para que un acto sea bueno, debe ser íntegramente bueno,
sino queda contaminado del mal: los medios, el acto y el fin deben ser buenos.
Cabe destacar que nuestra voluntad está hecha para el bien, si actuamos mal, la torcemos.
Nuestra vida moral es vida y se va alimentando de nuestros actos, entonces van apareciendo dictámenes en nuestra
consciencia moral (que puede ser seguida o no por el hombre), los dictámenes de la consciencia moral son
razonamientos vueltos afirmaciones por lo que es posible el error, equivocarse, también puede estar mal educada, por
lo que constantemente debemos revisarla y rectificarla en busca de iluminarla con el bien. Por el margen de error,
debemos esforzarnos en reflexionar más, sobre todo si nuestros actos afectan a otros (por ej. A veces sucede que
buscando hacer un bien, hagamos un mal, en este caso, la persona actuó bien porque su pretensión era buena).
Una persona puede rehacerse por el arrepentimiento, este se da en el interior de ella, libera las energías malas y le
permiten empezar de nuevo como ser humano. Debe ser perdonado y dado la posibilidad de rehacerse.
ANEXO 2: FILOSOFIA DEL HOMBRE
CON LOS DEMAS Y PARA LOS DEMAS: el hombre es con los demás y para ellos.Se realiza y desarrolla junto con otros en
el mundo. La certeza del otro que se impone por sí misma es doble: afectan mi existencia como otro ser que se revela y
se da a conocer independientemente de mi inteligencia y afecta mi carácter ético. De mi existencia lo que se debe hacer
para realizar la existencia obligada al reconocimiento del otro, ser alguien para el otro.
La palabra es una de las manifestaciones humanas que revelan la estructura dialogal e interpersonal de la existencia.
Toda palabra está insertada en el ámbito de las relaciones sociales.
LA VOLUNTAD. LA LIBERTAD
La voluntad ejerce su dominio cuando el hombre elige ser o no afectado por una determinada pasión. La voluntad posee
una inclinación natural al bien, al que cada hombre considera su felicidad. Si bien la voluntad quiere las cosas singulares
que están en el alma, las quiere por una razón universal, porque son buenas, existe una necesidad del fin que no se
contrapone a que la acción sea voluntaria.
La libertad es un carácter de ciertos actos de voluntad, es un accidente de tercer grado: la substancia es el hombre, la
voluntad es una de las facultades del hombre, el acto voluntario emana de la facultad y algunos casos ese acto es libre.
Hay que distinguir la libertad de actuar y la libertad de querer.
La libertad de actuar es una libertad puramente exterior. A) un acto puede ser llamado libre cuando está exento de toda
coacción exterior, o sea que no esté obligada desde afuera. Para esta libertad es esencial el acto voluntario; B) la libertad
de acción se diferencia según los diversos tipos de coacción de los que el sujeto está libre: la libertad física (poder actuar
sin ser detenido por una fuerza exterior), la libertad civil (poder actuar sin que lo impidan las leyes), la libertad política
(poder actuar en el gobierno en oposición a la tiranía o dictadura), la libertad moral (poder actuar sin ser retenido por
una ley moral, por una obligación).
La libertad de querer es psicológica, se trata de una libertad interior, de la decisión o de la elección. A) la libertad de
querer consiste en estar exento de una inclinación necesaria a hacer tal elección, tomar la decisión; B) la libertad de
elección puede tomar dos formas, puede elegirse entre actuar (libertad de ejercicio) y no actuar (libertad de
especificación).
Libre albedrío: el ser libre es causa de sí mismo, de su acto. El hombre se mueve a sí mismo a obrar.