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Ser Segundo,

También es ser
Primero
Muchas veces la presión de la vida nos motiva a luchar y dar todo para ser relevantes y ser
primeros, tomar posturas en primeros lugares es una necesidad que como hombres tomamos
por nuestra "masculinidad" ya sea en la familia, en el trabajo, en visita; la demanda es
importante y más, que como hijos de Dios, una postura importante de ser cabeza ha sido dada
por Dios. Sin embargo, ¿qué sucede cuando somos segundos? ¿Estaremos cumpliendo el
propósito de Dios?

1 Samuel 23:16-17

16 Y Jonatán hijo de Saúl, se levantó y fue a donde estaba David en Hores, y le


fortaleció en Dios.
17 Y le dijo: No temas porque la mano de Saúl mi padre no te encontrará, y tú reinarás sobre
Israel y yo seré segundo después de ti; Saúl mi padre también sabe esto.

La nación de Israel estaba a punto de comenzar en un tiempo de reinado diferente al que


estaban acostumbrados; el profeta era el gobernador y el juez. Posteriormente, en el capítulo
8 piden un rey; Samuel el profeta fue dejado a un lado, aunque en realidad dejaron a Dios a un
lado. Saúl es puesto como rey y hace daño y causa dolor al pueblo. Dios unge a David pero no
es colocado como rey; la gente termina inclinando su corazón por David pareciendo desechar
a Saúl. Saúl entonces se levanta a quitar la vida de David y lo persigue hasta quitarle la vida;
sin embargo, Jonatán hijo del rey Saúl, entendía la voluntad de Dios y defiende a David de
manos de su padre.

Saúl era la primera familia real en Israel, por tanto, después de Saúl, el heredero al trono sería
Jonatán. Una familia real, un ejemplo a imitar, un punto de comparación para el nuevo reinado
en la nación. Saúl es ungido por Dios para ser rey, es apartado de una tribu guerrera la tribu de
Benjamín; un hombre que se dedica a gobernar la nación y a conquistar tierras, como en 1
Samuel 9. Posteriormente, Saúl, de una gran apariencia, fuerte, de bello aspecto, alto, revelaría
lo que realmente es él; débil, temeroso, de pocas convicciones como aparece revelado en el
capítulo 13. Pero en esta historia, un hombre llamado Jonatán hijo de Saúl, revela que no
aplica al dicho popular "de tal palo tal astilla".
Jonatán fue bastante fuerte, recto y temeroso de
Dios, muy contrario a su padre Saúl, tanto que sale a
la defensa de David, quien fue un gran guerrero
delante de Israel y delante de Dios.

Saúl en su incredulidad hace caso omiso a la voz de


Dios para actuar en conformidad a su propia posición
(13:9) por lo que tendría una fuerte acusación de
parte del profeta; Jonatán en cambio demuestra su convicción en aquella batalla saliendo
victoriosos. Es importante considerar el capítulo 14:6 que dice:

Y Jonatán dijo al joven que llevaba su armadura: ven y pasemos a la guarnición de


estos incircuncisos; quizá el Señor obrará por nosotros, pues el Señor no está limitado
a salvar con muchos o con pocos.

La convicción perfilaría a Jonatán hijo del gran y primer rey en Israel, a ser el sucesor, sin
embargo cuando Dios se pronuncia ante David como sucesor, Jonatán se hace a un lado y
ahora es segundo. Este punto es importante, porque hemos buscado siempre los primeros
puestos por competir, o ser reconocidos, o estar satisfechos con nosotros mismos, y a pesar de
que algunas son buenas razones hay una primordial. Ser segundo también es ser primero
cuando ser segundo es la voluntad de Dios. Hay muchos pasajes que justifican las ultimas
posiciones y no las primeras; pero también hay razones en la vida humana que motivan a
buscar siempre estar por encima de los demás.

Razones para ser Primero

1. El primero es el que gana

David no le ganó a Jonatán, pues ambos cumplieron su propósito; independiente de la


posición, Jonatán como segundo fue victorioso.

2. Posición es influencia

David un desconocido pastor de ovejas de la tribu de judá, hijo de Isaí, mientras que Jonatán
era de la familia real.

3. Su propósito es ser primeros

Mientras que buscamos siempre posiciones considerando nuestra felicidad y victoria,


solamente viviendo el propósito de Dios estaremos seguros de ser los primeros. En el hogar, el
hombre es la cabeza, no por ser primero sino por delegación de Dios desde el comienzo de la
creación.

Un ejemplo de cómo debemos actuar cuando nuestra posición es atacada en competencia, es


el caso de Moisés cuando es desafiado por Coré. Números 16:15-20 nos narra la historia
diciendo:

15 Moisés se enojó mucho y dijo al S EÑOR: ¡No aceptes su ofrenda! No he tomado


de ellos ni un solo asno, ni le he hecho daño a ninguno de ellos.
16 Y dijo Moisés a Coré: Tú y toda tu compañía presentaos mañana delante del
SEÑOR; tú, ellos y Aarón.
17 Cada uno de vosotros tome su incensario y ponga incienso en él, y cada uno de vosotros
traiga su incensario delante del SEÑOR, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón,
cada uno traiga su incensario.
18 Y cada uno tomó su incensario y puso fuego en él, y echó incienso en él; y se pusieron a la
puerta de la tienda de reunión con Moisés y Aarón.
19 Así reunió Coré a toda la congregación en contra de ellos a la puerta de la tienda de
reunión, y la gloria del SEÑOR apareció a toda la congregación.
20 Entonces el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciendo...

Esta historia muestra entre muchas enseñanzas, que la solución no es defenderse por posición,
sino por el propósito que debemos cumplir. La posición no antecede al propósito, ¿a qué nos
ha llamado Cristo? eso es ser primero y eso es afectar la generación en la que vivimos; si el
propósito es se segundo, seremos primeros al vivir como segundo; si el propósito implica ser
primeros, entonces seremos primeros. La reacción de Jonatán al saber que no sería el sucesor
de Saúl su padre, pudo haberle causado momentos muy difíciles y de frustración, pero muy al
contrario le llevó a entender que la voluntad y el propósito de Dios es más importante; por
tanto, si él sería segundo en el mundo, entonces sería primero con David en el reino de Dios,
pues hizo lo que tenía que hacer.

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