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Universidad de San Carlos de Guatemala

Licenciatura en Educación Preprimaria Intercultural con Énfasis en Educación


Bilingüe

Curso: Teorías Constructivistas para el Aprendizaje

Docente: Licda. Aida Veralíz de León Rodríguez

Tema: Articulo sobre Implicaciones de las Corrientes Constructivistas


en la Escuela y el Papel del Docente del Siglo XXI

Estudiante: Yesennia Alejandra Nowell Mazariegos

Carné: 200641336

Sección: “B”

FECHA: 25 de noviembre de 2019


INTRODUCCIÓN

Este trabajo se ha desarrollado con el objetivo de exponer cómo el enfoque


constructivista en el aula puede ser la manera más efectiva para fomentar que el
aprendizaje de ciertos conocimientos suponga una actividad propia del sujeto.
Esto implica que sea el propio alumno el que a través de sus experiencias y
manipulaciones vaya realizando nuevas construcciones mentales y el material sea
significativo para él. El maestro debe estar presente en todo el proceso educativo.
Les debe guiar y acompañar para que adquieran un razonamiento lógico a través
de la manipulación e identificación, hasta llegar a un posterior desarrollo del
razonamiento abstracto. De esta manera, afianzan los conocimientos mediante un
aprendizaje significativo, grato y motivador. La motivación debe estar presente en
todo el proceso, ya que es la clave del éxito educativo. El profesor asume un rol de
liderazgo: él dirige y alienta (Iavarone, Sarracino y Sarracino, 2005). Con esto
queremos conseguir que los alumnos afiancen y a su vez desarrollen los
conocimientos de manera significativa, interactuando de manera activa y creativa,
produciendo nuevas formas de pensar y conocer.
IMPLICACIONES DE LAS CORRIENTES CONTRUCTIVISTAS
EN LA ESCUELA Y EL PAPEL DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI

Para dar comienzo tenemos que tener presente los procesos de cambio que hay
hoy en día en la sociedad. Los cambios en la educación, en el conocimiento, y en
el rol de profesor-alumno (la importancia de enseñanza-profesor se transforma en
aprendizaje-alumno). El docente pasa de enseñar lo que hay que aprender, a
enseñar para aprender a aprender, en un proceso continuo, donde sea el alumno
quien construya sus propios aprendizajes significativos a través de su experiencia,
y así mismo, formar al profesorado para llevar a cabo el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Con esto se quiere conseguir que los alumnos sean conscientes de
sus propias estrategias para conseguir sus metas, a través de la motivación. Es
importante profundizar en las teorías de educación para comparar los diferentes
puntos de vista de los autores, para corroborar que nuestro objetivo es conseguir
formar seres autónomos construyendo sus propios aprendizajes

EL CONSTRUCTIVISMO EN EL AULA

El constructivismo es una corriente de pensamiento que postula que el


conocimiento debe ser construido por el propio alumno de forma activa y
participativa. Adquiriendo así una adaptación al mundo gracias a su experiencia y
conocimiento de estrategias que le permitirán solucionar situaciones
problemáticas, es decir, no estudia la realidad, sino la construcción de la realidad
para modificar lo que sea necesario para construir sus conocimientos. Es una
construcción que el alumno crea gracias a la interacción entre el docente, el objeto
de aprendizaje y él mismo. Los conceptos que adquiere cambian según la nueva
utilidad que haga con ellos. Cada vez amplían más. Nunca debemos olvidar que
en el proceso de enseñanza-aprendizaje las emociones juegan un papel
imprescindible, ya que si se consigue lo que se persigue lo llevará a cabo con
éxito y conseguirá una mayor autoestima (Coll et al., 2002). Pérez (2002) asegura
que el constructivismo es un enfoque del aprendizaje fundamentado en la premisa
de que a través de la reflexión de nuestras experiencias, se construye nuestro
entendimiento del mundo en el que vivimos. En donde, cada uno de nosotros tiene
sus reglas y modelos mentales, los cuales permiten dar sentido a nuestras
experiencias. Para Flórez Ochoa (1994) el constructivismo se apoya en la
estructura conceptual de cada alumno, partiendo de las ideas y preconceptos que
tienen sobre el tema de la clase. Prevé el cambio conceptual que se espera de la
construcción activa del nuevo concepto y su repercusión en la estructura mental,
confrontando las ideas y preconceptos afines al tema de la enseñanza. Aplica el
nuevo concepto a situaciones concretas (y lo relaciona con otros conceptos de la
estructura cognitiva) con el fin de ampliar su transferencia. Mientras, Serrano y
Pons (2011) plantean que el constructivismo es el resultado de un proceso
dinámico e interactivo a través del cual la información externa es interpretada y
reinterpretada por la mente. En este proceso la mente va construyendo
progresivamente modelos explicativos cada vez más complejos y potentes, por lo
que conoceremos la realidad gracias a esos modelos que construimos. Distintas
teorías y autores han indagado en cómo aprenden los seres vivos. Comenzando
con el conductismo, continuando por el cognitivismo y los estudios e
investigaciones han llegado al constructivismo. En el aula y gracias a la interacción
de los alumnos con el proceso enseñanza-aprendizaje, se ha podido demostrar
que existe relación entre el desarrollo cognitivo y el constructivismo (Araya, Alfaro
y Andonegui, 2007, p.77). El aprendizaje es más significativo siempre y cuando
estén presentes el compromiso activo del alumno, la motivación, la participación
en el grupo, la interacción frecuente y las conexiones con el mundo real. A través
de la experiencia los alumnos construyen sus propios conocimientos,
interpretando así para su posterior entendimiento. Por lo que es muy importante
ese rol activo, donde se siente involucrado en su propio proceso de enseñanza-
aprendizaje, sino solo reciben información sin más a corto plazo. Lo importante es
que lo sepan utilizar en diferentes ámbitos para saber solucionar problemas y
analizar la información. El factor clave para los alumnos en el aula es el grado de
significatividad con que ellos aprenden, puesto que son ellos mismos los que les
atribuye sentido a los nuevos conocimientos. No solo atribuyen significatividad a
los nuevos contenidos, sino también favorecen la construcción de su autoestima,
de su propia imagen, de sus limitaciones y de sus posibilidades (Coll, 1990). En el
aula hay varias metodologías y teorías a utilizar. La teoría del enfoque
constructivista en el aula es la que se considera más importante. De ahí nuestra
propuesta del TFG. Clancey (1986) refleja muy claro este punto cuando dice que
cada acción se ve como una interpretación de la situación actual basada en la
historia completa de las interacciones previas. El docente en el aula es el que guía
y orienta a los alumnos a que consigan el aprendizaje de forma significativa, es
decir, que sean capaces de relacionar los nuevos contenidos con los anteriores.
Esto se consigue ver cuando el niño construye su propio aprendizaje
relacionándolo con los conceptos anteriores ya aprendidos y se detecta que da
sentido a los nuevos contenidos por tener previamente construidos esquemas. El
alumno, el profesor y el contenido de aprendizaje van íntimamente relacionados
en este proceso. Con esto queremos decir que el profesor es el mediador entre el
alumno y el aprendizaje (Calderón Sánchez, 2001). Los maestros deben contribuir
a que los alumnos encuentren la estrategia más idónea para cada uno, para
procesar esa información y conseguir el razonamiento abstracto y
representaciones simbólicas de los conceptos. A su vez promoverá ambientes de
aprendizaje sin olvidar que el protagonista del aprendizaje es el alumno y no el
maestro. Con esto confirmamos que los alumnos deben construir su propio saber
y que se aprende construyendo la propia estructura cognitiva. A su vez la
significatividad lógica y la psicológica tienen que ir unidas, lo que conlleva que la
información dada a los alumnos debe estar organizada y estructurada de manera
clara, y a su vez, dar la posibilidad de asimilarlo fácilmente. vez más complejos y
potentes, por lo que conoceremos la realidad gracias a esos modelos que
construimos. Distintas teorías y autores han indagado en cómo aprenden los seres
vivos. Comenzando con el conductismo, continuando por el cognitivismo y los
estudios e investigaciones han llegado al constructivismo. En el aula y gracias a la
interacción de los alumnos con el proceso enseñanza-aprendizaje, se ha podido
demostrar que existe relación entre el desarrollo cognitivo y el constructivismo
(Araya, Alfaro y Andonegui, 2007, p.77). El aprendizaje es más significativo
siempre y cuando estén presentes el compromiso activo del alumno, la motivación,
la participación en el grupo, la interacción frecuente y las conexiones con el mundo
real. A través de la experiencia los alumnos construyen sus propios
conocimientos, interpretando así para su posterior entendimiento. Por lo que es
muy importante ese rol activo, donde se siente involucrado en su propio proceso
de enseñanza-aprendizaje, sino solo reciben información sin más a corto plazo. Lo
importante es que lo sepan utilizar en diferentes ámbitos para saber solucionar
problemas y analizar la información. El factor clave para los alumnos en el aula es
el grado de significatividad con que ellos aprenden, puesto que son ellos mismos
los que les atribuye sentido a los nuevos conocimientos. No solo atribuyen
significatividad a los nuevos contenidos, sino también favorecen la construcción de
su autoestima, de su propia imagen, de sus limitaciones y de sus posibilidades
(Coll, 1990). En el aula hay varias metodologías y teorías a utilizar. La teoría del
enfoque constructivista en el aula es la que se considera más importante. De ahí
nuestra propuesta del TFG. Clancey (1986) refleja muy claro este punto cuando
dice que cada acción se ve como una interpretación de la situación actual basada
en la historia completa de las interacciones previas. El docente en el aula es el
que guía y orienta a los alumnos a que consigan el aprendizaje de forma
significativa, es decir, que sean capaces de relacionar los nuevos contenidos con
los anteriores. Esto se consigue ver cuando el niño construye su propio
aprendizaje relacionándolo con los conceptos anteriores ya aprendidos y se
detecta que da sentido a los nuevos contenidos por tener previamente construidos
esquemas. El alumno, el profesor y el contenido de aprendizaje van íntimamente
relacionados en este proceso. Con esto queremos decir que el profesor es el
mediador entre el alumno y el aprendizaje (Calderón Sánchez, 2001). Los
maestros deben contribuir a que los alumnos encuentren la estrategia más idónea
para cada uno, para procesar esa información y conseguir el razonamiento
abstracto y representaciones simbólicas de los conceptos. A su vez promoverá
ambientes de aprendizaje sin olvidar que el protagonista del aprendizaje es el
alumno y no el maestro. Con esto confirmamos que los alumnos deben construir
su propio saber y que se aprende construyendo la propia estructura cognitiva. A su
vez la significatividad lógica y la psicológica tienen que ir unidas, lo que conlleva
que la información dada a los alumnos debe estar organizada y estructurada de
manera clara, y a su vez, dar la posibilidad de asimilarlo fácilmente.

No podemos olvidar nombrar la obra de Coll, Martín, Miras, Onrubia, Solé y Zabala
(1993), en la que definen por aprendizaje: “integración, modificación,
establecimiento de relaciones y coordinación entre esquemas de conocimiento
que ya se poseen”. Es decir, en este sentido se puede reflejar que a través de la
educación escolar se contribuye a la construcción, revisión y modificación de los
esquemas de conocimiento de los alumnos. Como todas las investigaciones, hay
ciertos autores que realizan estudios sobre la construcción del aprendizaje. Esta
corriente pedagógica está cimentada primordialmente por cuatro autores que
realzan la importancia sobre la construcción del aprendizaje en el aula: David P.
Ausubel, Jean Piaget, Lev Vygotsky y J.S. Bruner.

PAPEL DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI

El rol docente ha exigido una transformación profunda y trascendental a lo largo


de la historia de la educación. En pleno siglo XXI en tiempos de abundancia
cognitiva , de sociedad conectada y en red esta propone nuevos retos al maestro
que debe ser consciente de las nuevas habilidades que implica su rol
docente. La tarea principal del docente es educar a sus alumnos y su gestión debe
estar centrada en el desafío que conlleva transmitir un cúmulo de conocimientos a
cada alumno.
Como bien indica María Cristina Davini, en su libro “Métodos de enseñanza :
didáctica general para maestros y profesores”, el maestro debe buscar su continuo
crecimiento profesional para un buen desempeño en su quehacer educativo. El
maestro tiene que pensar en enriquecer su acervo profesional y los fundamentos
de su conocimiento, destrezas, métodos educativos y pedagógicos ya que
a mayor educación del maestro mayor serán los beneficios en el proceso de
desarrollo educativo y cognitivo de sus alumnos.
Por tanto, el maestro debe concebir la clase ( presencial o virtual) como el lugar
donde investiga, experimenta, modela, se comparten ideas, se toman decisiones
para la solución de problemas y se reflexiona sobre lo que es necesario y
pertinente aprender. Esto me hizo reflexionar, ya que como docente me debo a
mis alumnos. Decidí pues, revisar las competencias digitales del docente del siglo
XXI según indica el Instituto Nacional de Competencias Digitales. Entre ellas,
enuncia una actitud abierta y crítica ante la sociedad de la información y las TIC y
la predisposición hacia el aprendizaje continuo y la actualización permanente. Está
claro pues, que en entornos cambiantes las habilidades de aprendizaje y la
innovación son cada vez más necesarias para los estudiantes y trabajadores que
se preparan para los nuevos entornos laborales de trabajo en el siglo XXI.
Pero ¿Qué nuevas competencias clave debe disponer y proponer a sus alumnos
un docente en el siglo XXI ? Tras el análisis las dividiré en tres bloques que
considero relevantes. El primer bloque destaca aprender a trabajar de forma
creativa con los demás, es decir ir aprendiendo a desarrollar, implementar y
comunicar nuevas ideas de manera efectiva a los demás. Eso implica
competencias blandas como:

CREATIVIDAD E INNOVACIÓN
 Ser abierto y receptivo a perspectivas nuevas y diversas es incorporar grupo
aportaciones y comentarios en el trabajo.
 Ver el fracaso como una oportunidad para aprender.
 Entender que la creatividad y la innovación es un recorrido a largo plazo, un
proceso cíclico de errores frecuentes y de pequeños éxitos.
Uno de los puntos clave es utilizar de forma adecuada, en función de la situación
durante la docencia , las diferentes clases de razonamiento ,inductivo, deductivo,
etc, así como potenciar también el uso del pensamiento sistémico, es
decir analizar cómo las partes de un todo interactúan entre sí en los sistemas
complejos para producir resultados globales . Algunos puntos relevantes son:

PENSAMIENTO CRÍTICO Y RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS


 Analizar y evaluar de forma efectiva las evidencias, argumentos, demandas y
creencias
 Analizar y evaluar los principales puntos de vista alternativos
 Sintetizar y hacer conexiones entre la información y los argumentos
 Interpretar la información y extraer conclusiones basadas en el mejor análisis
 Reflexionar críticamente sobre las experiencias de aprendizaje y procesos
 Resolver diferentes tipos de problemas no familiares en ambas formas
convencionales e innovadoras
 Identificar y hacer preguntas significativas que aclaren varios puntos de vista
y llevar a mejores soluciones
Como docentes vivimos en un entorno tecnológico y saturado de medios en que
disponemos de tres variables críticas: el acceso a una gran cantidad de
información, los rápidos cambios en las herramientas tecnológicas, la capacidad
de colaborar y hacer contribuciones individuales en una escala sin precedentes.
Por lo cual es clave adquirir competencias en el acceso y evaluación de la
información , para su posterior uso y procesado.

ACCESO Y GESTIÓN EFICAZ DE LA INFORMACIÓN


 Acceder a la información de manera eficiente (tiempo) y eficaz (fuentes)
 Evaluar la información crítica y competente
 Utilizar la información con precisión y creatividad para el asunto o problema
que nos ocupa
 Gestionar el flujo de información de una amplia variedad de fuentes
 Comprensión fundamental de las cuestiones éticas / legales en torno a la
adquisición, acceso y uso de la información• Entender cómo y por qué se
construyen la comunicación visual y sintética en la transmisión de
conocimiento.
 Usar la tecnología como una herramienta para investigar, organizar, evaluar
y comunicar información
Como docentes debemos ser ingeniosos, mantener los ojos abiertos con
los avances tecnológicos, abrazando las nuevas oportunidades a medida que
surgen, a la vez que colaboramos con los demás y construimos relaciones
efectivas. Debemos ser precursores en compartir ideas, inspirar y motivar. Un
docente está en un lugar privilegiado donde se redefine constantemente y donde
seguir aprendiendo. Eso es de lo que se va a tratar: aprendizaje constante
y reinvención.
CONCLUSIONES

Es importante que los estudiantes vivencien las situaciones, y puedan crear su


propia forma de solucionar problemas. El constructivismo, bajo esta perspectiva,
es una forma de vida, no un requisito escolar para formar parte de nuestro mundo
actual. El constructivismo es una posibilidad para que el estudiantes logre
construir su propio aprendizaje a través de la guía que el docente constructivista
puede dar; el docente es el modelo a seguir y lo que busca es que el alumno logre
comprender su realidad en el mundo y a partir de eso resolver las problemáticas
de la vida diaria mediante un alumno crítico y reflexivo.
En la actualidad el docente tiene retos nuevos que resolver, vivimos en una era
digital, donde cualquier sujeto tiene a su alcance grandes cantidades de
información. El nuevo docente ha de conocer esta realidad, llamada virtual o
cibernauta. Compartimos la era de una sociedad donde se primicia la imagen
sobre lo natural. El internet ha entrado en todos los rincones del planeta; toda
persona tiene al alcance de su mano infinidad de información, podríamos decir
que existe una saturación de datos. Consecuentemente se hace necesario un
docente que maneje con eficiencia las nuevas tecnologías de la información. El
constructivismo, como teoría del aprendizaje, ha de considerar sus planteamientos
a la luz de estas nuevas formas de adquisición del conocimiento. Información no
implica necesariamente formación. Es aquí donde entra el nuevo docente.
Como bien lo señala Giovanni Sartori (1999, 79): “Informar es proporcionar
noticias, y esto incluye noticias sobre nociones. Se puede estar informado de
acontecimientos, pero también del saber. Aun así debemos puntualizar
que información no es conocimiento, no es saber en el significado eurístico del
término. Por sí misma, la información no lleva a comprender las cosas: se puede
estar informadísimo de muchas cuestiones, y a pesar de ello no comprenderlas.”
Justamente el docente actual ha de contar con una preparación profesional
amplia, donde el dominio de su enseñanza más la sensibilidad humanística formen
parte de su práctica educativa.
Es necesario conocer todas y cada una de las teorías del aprendizaje, adoptando
un postura con cada teoría, que permita utilizar una u otra en función de las
necesidades de los estudiantes y, en general, del grupo y del
contexto educativo, sin limitarnos siempre usar la misma teoría. El mundo actual
impulsa a desarrollar las habilidades de cada uno y sobre todo la capacidad
creativa. Pero las capacidades, habilidades, destrezas y además aspectos
necesarios, necesitan de un sujeto con valores en la educación, para lograr que
los alumnos sean mejores personas, respetuosas, comprensivas con sus
semejantes, además que luchen de forma creativa por solucionar los problemas
que existen, de esta forma se logrará un equilibrio cognitivo y social. En este
sentido, habría que volver a pensar el sentido que tiene la educación. Mirar
nuevamente a la escuela, a su legado histórico, y, por supuesto, a todos los
clásicos de la pedagogía que desde siempre nos están señalando el camino que
habrá de seguir la formación del ser humano. Autores como Porlán ((1998)
señalan que habría que transitar de la obsesión por los contenidos en la educación
tradicional, la obsesión por la eficiencia en la pedagogía por objetivos, la obsesión
por los alumnos en el modelo de escuela nueva, hasta una síntesis integradora. El
constructivismo replantea el aprendizaje, intentando recuperar aportaciones de
grandes pensadores y educadores que han legado su pensamiento, y sus teorías
educativas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alcalay, L. y Antonijevic, N. (1987). Variables afectivas. Revista de Educación Nº


144. México.

Alonso, C. M., Gallego, D. J. y Honey, P. (1994). Los estilos de aprendizaje.


Bilbao: Mensajero.

Alonso, J. y Montero, I. (2005). Orientación motivacional y estrategias motivadoras


en el aprendizaje escolar. Madrid: Psicología y Educación. Alianza Editorial.

Araya, V., Alfaro, M. y Andonegui, M. (2007). Constructivismo: orígenes y


perspectivas. Laurus Revista de Educación. 24(13). Recuperado de
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=76111485004

Ausubel, D. (1989). El desarrollo infantil: teorías, los comienzos del desarrollo.


México DF.: Paidós.

Ausubel, D. (2002). Adquisición y retención del conocimiento. Una perspectiva


cognitiva. Barcelona: Paidós. Biggs, J. (2005). Calidad del aprendizaje
universitario. Madrid: Narcea. (Traducción del libro Teaching for quality at
university).

Calderón Sánchez, R. (2001). Constructivismo y aprendizajes significativos [en


línea]. Recuperado el 25 de marzo de 2012 de www.monografias.com

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