La INMUNOTERAPIA se basa en potenciar la capacidad del sistema de defensa del organismo
para combatir y eliminar las células cancerosas de manera específica. A finales de los años 90 Allison demostró con experimentos en ratones que, al bloquear la molécula CTLA-4, se desencadenaba una reacción inmunológica capaz de destruir las células tumorales en el organismo de los animales. En 1997 el primer anticuerpo para tratar cáncer, fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). El NCI ha estado a la varguardia del campo de la inmunologia del cáncer que ha avanzado rápidamente. La INMUNOTERAPIA es ahora una de las áreas de investigaciones más activas en oncología. Una de sus ventajas es que genera una respuesta de memoria en el organismo, lo que aumenta la protección frente a recidivas. Además sus efectos secundarios son menores que los de terapias convencionales. Muchos pacientes que reciben la terapia de células T y CAR presentan una afección conocida como síndrome de liberación de citocinas, que entre otros sintomas, puede causar fiebre, frecuencia cardíaca acelerada, presión arterial baja y erupción cuatanea.