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Lara Barajas, Israel David, Fundamentos de antropologia forense: técnicas de prospeccién, exhus ‘maci6n ¥y andlists de restos Oseos en casos forenses / Israel D. Lara Barajas. — México: Instituto Nacional de Antropologia ¢ Historia, 2009. 120 pe fotos, is 28 em. — (Coleceién Cientifi log, 13, Serie Antropo- ISBN: 978-968-03-0380-9 |. Antopologia forense —Ténicas. 2. Medicina forense~ Técnicas. # An \iopologia criminalistica ~ Técnicas. 4. Antropologia fisica — Téenicas. Lt. I Se LO: GNOOS L37 Portaula: Cortesia del Equipo de Bioarqueologia, Seccidin Antropologia y Arqueologia Forense, DAE/INALL Primera edicién: 2009 fox: be bantaniton de Antropologia e Historia brdoba 45, Col. Roma, C.P. 06700, México, DR. sub_fomento.enephs@inah-gob.mx ISBN: 978.968.03.0380-9 “Todos los derechos reyervados. Queda prohibida la reproduecién total 0 parcial de esta obra por cualquier medio o procedlimiento, camprendidlos la reprogratia y el yatam informatio, la forocopia o la grabacibn, sin Ia previa autorizacion por escrito de los titulares de los derechos de esta edici6n. hmpreso y hecho en México. INDICE Prologo, Introduccion Antecedentes histricos de la antropologia forense Las ciencias foren es y su campo de estudio ‘Metodos y técnicas de la arqueologfa y ka criminalistica de campo Propuesta metodolégica para la prospeccidn, exhumacion y analisis de restos Oseos en. casos forenses Aplicacion de la propuesta metodologica en un caso forense en el Estado de México Discusi6n de resultados y conclusiones Bibliogratia 18 23 a 39 8s mi us PROLOGO Para mi gusto, Holmes es inn poco excesiva mente cientifico, Casi tora en la insensibili- dad. Toma, desde luego, una forma bastante ehocante si lega hasta golpear eon un palo alos cadiveres en los cuartos de diseceién. —iApalear cadaveres! Si, para comprobar que clase de mags llmiento se puede producir despues de 1 cel sujeto, Y dice usted que no estadia medic No. iVaya usted saber qué finalidad bus acon sus estudios! Comentario del Dr, Stamford al Dr, Watson sobre las nvestigaciones de Sherlock Holmes en la morgue. Lav muerte tiene una sola cosa ‘agradable: las vbudes. E. Jardicl Poncela, Las ciencias forenses conforman un conjunto de disciplinas que utilizan todos sus métortos, conocimientos y técnicas para colaborar direc nanera cientifica en la adminis- ia, Su aplicacion en el actual do es cada vez mvs tamente y de 1o globali reeuente © indispensable en el combate contra la de lincueneia y ef crimen organizado, donde se requieren elementos de prueba altamente con: fables y certeros, mismos que analizan otros peritos, elagente del ministerio publi £0, €1 abo- 9 gado defensor, el juez, ¢ incluso, en no pocas ‘ocasiones, los medios de comunicacién y, en consecuencia, Ia poblacién en general. A la antropologia forense, una de las cien- ynalmen Cias forenses, se le ha definido tradi te como una rama de Ia antropologia tisica, encargada ésta de la identificaci6n de restos humanos esqueletizados 6 que atin conservan tejidos: ca de otros elementos 6seos no humanos. in embargo, para el Equipo de Bioarqueo- Jogia de la Direceién de Antropotogia Fisica del Instituto Nacional de Antropologia ¢ Historia, es necesario hacer hincapié que el término Lropologia forense” involucra a las disciplinas antropolégicas en general, en espe arqucologia, la antropologia fisica y la antro- pologia cultural deniro del ambit forense; aunque en Ia actualidad sélo es reconocida la antropologia fisica forense, se ha observado que en la practica la aplicacién de las otras dos es indispensable. ¢ auxilia con las téenicas de la tafonomia, estrategia de investigaci6n de reciente aplica- cién en casos forenses. Asimismo, engloba las téenicas de la arqueologia y ta autropologta fi sica forense en la investigacitin sobre el proce sotan en el anilisis de contextos forenses permite timar el tiempo tr reconsteuir las cireunstancias ances y despues \si como su diferenciacién taxonémi- fico a la toldgico. El uso de modelos tafondmicos lo desde ka muerte, de la depositaci6n del cadaver y diserimina los factones en los restos hamanos que son produc: to de la conducta humana, de aquéllos pro- ducidos por los sistemas biol6gicos, fisicos, quimicos y geol6gicos. Las téenicas tafonémieas indican cuando los cadiiveres fueron atacados por earnivo- tos, roedores o asesinados por seres hi Las diferentes formas en las que actualmen- te los criminales disponen de los eactaveres segmientos de los mismos, pueden confundirse ficilmente con faaccidn de los diferentes tana- L6tagos, La conducta de los homicidas puede introducir variaciones extremas de tanspor- . desmembramiento y otras los restos umarios. Existen grandes diferencias centre los grados de intemperismo, tanatéfa- gos y el patron de dispersion de cuerpos en desiertos, bosques, bajo el agua, en la tierra, y que el método tafonémico puede ayudar a describir y explic La correctay oportuna aplicacion de cada tuna de estas téenicas, juntto con las demas cias forenses, robustece una estrategia de inves LigaciOn imerdisciplinaria en donde trabajan conjuntamente el perito criminalista de cam- po, fotdgralo forense, arqueslogo forense, ane troplogo fisico forense, antropélogo cultural Jorense, psicdlogo forense, los distintos cien- tificos forenses del laboratorio de eriminalis- tica que procesan los indicios recuperados, y que ayudan a objetivar en dictémenes, tos cua les constituyen un medio de prueba. Sigui do este marco legal, el antropdlogo forense manos. puede ayudar en el combate contra el crimen, ‘cuyo crecimiento es paralelo al desarrollo urba- hg en diversas regiones de nuestro pai ‘A pesar de que existe una demanda de an- tropélogos forenses en la sociedad mexicana, son pocis lay oportunidades laborales pat estos profesionistas, pues se carece de infraes- tructura y recursos; sin embargo, ante ef au- mento de ta violencia y la criminalidad, sus servicios son cada vex mis requeridos, sobre Lituciones de procuracién de odo, en las justicia 10 Para abrir este nuevo campo de trabajo en México es necesario divulgar la importancia de Jaarqueologia y la antropologia forenses entre los ministerios puiblicos y sus auxiliares direc tos: los servicios periciales y la policia ministe- rial, asi como entre los drganos jurisdiccionales encargados de la procuracién, administracion € imparticién de justicia, tanto del fuero co: Ly militar; asi como entre os abogados penalistas, jueces, cuerpos po- liciacos y piiblico interesado en el En laactualidad no existe en el medio fin “ano \un documento 6 manual de pro- cedimientos que expliquen la import quehacer de la antropologia forense; tampoco existe una institucién que se avoque a la ense- Aanza directa de esta disciplina. En e clo, el Equipo de Bioarqueologia de enel ano de 1999, en la Escuela Nac Antropologia ¢ Historia (ENAH), el Proyecto de Investigacion Formativa (PIF) “El campo de la arqueologia y la antropolo; xico: una propuesta intradisciplinaria”, cuyo objetivo primordial era formar mievos cuadtros enelambito tedrico, f para desarrollar la formacién de profesionales enestadrea de investigacién que, como otros temas, no ¢s muy conociea en el ambito foren- se nacional. Los objetivos en este Pir fueron proporcio- nar una visién global sobre los conocimientos, procedimientos y técnicas aplicadas por las Giencias forenses en la investigaci6n judicial de lamuerte desde una éptica antropolégic mostrar los métodos y Lécnicas aplicados por la antropologia forense para la btisquedta y re- cuperacién efectiva de indicios para la inves tigacién de la muerte en casos de restos 6seos humanos en avanzado estado de descompo- Gn 0 esqueletizados, con énfasis en el abor- daje de cuerpos expuestos en superficie o sepultados en fosas clandestinas; asi como, definir la importancia del manejo del lugar de os hechos 0 del hallazgo y de las eviclencias re- cuperadas, y otorgar a los sujetos procesales las herramientas cientificas necesarias para muin como fede rea, se mes seni onal de fa forense en M& tico y experimental, analizar ¢ interpretar el dictamen antropolé- 1 forense, Otro de los propésitos del PIF era dara eo" nocer a los especialistas y su campo de estudio, ica interdisciplinaria, en donde el ral sea localizar restos humanos € queletizados o en avanzado estado de putre- facci6n, ya sea en superficie © en una fosa slandestina, De esta forma, el PIP que se impartié en la ENAH fue la base para abrir los diplomados de antropologia forense de la Goordinacion Na- cional de Antropologia, en donde se abordan los temas referentes al ministerio puiblico co. mo érgano encargado de investigar y perse- guirlos delitos, la criminalistica de campo, la medicina forense, la antropologia fisica foren- se, la arqueologia forense, la antropologia cultural forense, la tafonomfa forense y Ta en- tomologia forense, los cuales desde un punto de Vista objetivo participan en tna investiga- cién de campo. Cabe senalar que Israel Lara Barajas for- mé parte del PIF y fue estudiante de la Terce- ra Promoci6n del Diplomado de Antropologa Forense, y para la cuarta, quinta y sexta € ul sion fungié como responsable académico del proyecto. E] presente estudio fue presentado original mente por el autor como trabajo recepcional para obtener el grado de licenciado en Antro pologia Fisica en la Escuela Nacional de An- topologia ¢ Historia, en diciembre de 2002, yquien esto escribe tuvo el inicio de Ia investigacién se decid bien dirigir. Desde producto final tuyiera la caracteristica de resol. mpleando Ia antropo- rense y dle tener un formato de ver un caso co logfa de procedimientos, que peci de las ciencias forenses, dada la carencia de este tipo de publicaciones en el ambito foren se mexicano. Llevara buen término esta tarea no fe da facil; sin embargo, este joven investigador con entusiasmo y conocimiento enfrents elreto que se le encomendé y el resultado es el que ahora tiene en sus manos. munal a LANO a 10S es ais en la materia como a otros perilos Jorge Arturo Talavera Gonziles Coordinador del Equipo de Bioarqueologia de la DAE/INAH. INTRODUCCION Sabemos que en México existen zonas en don- de la actividad criminal es recurrente y es fre caente la localizacion fortuita de cuerpos en, lo estado de clescompos mente esqueletizadlos (en superficie o en fosas ata a), En estos casos se requiere de la participa: cidn de los Grganos legales det Estado para su resolucion, De acuerdo con lo establecido enel Articulo 21 Constiticional, la imposicién, de las penas es propia y exclusiva de la autori da (el juez) y el ministerio piiblico es cl encargado de investigar y perseguir los de- Jitos; como responsable de las investigacion donde se presumen hechos delictivos, se xilia de diversos peritos, entre los que figuran cl criminalista de campo, el lotégrafo fore! uedlogo forense, el antropdlogo fisico .elantropélogo cultural forense, el psi- célogo forense y los distintos especialistas lo. renses de laboratorio que procesan los indicios recuperados, los cuales se objetivan en dic- timenes interdisciplinarios que consti medio de prueba. Lo anterior se afirnra con hase en el articulo 135, fraccidn tercera, del Cédigo de Procedimientos Penales del Distri- tw Federal y al articulo 206 del Cédigo Penal federal. Sin embargo, el ministerio puiblico, en ka mayoria de los casos, s6lo solicita la colabo: racién del perite criminalista, del fotdgrafo 1 0 total uci sevelan yen un y del médico forense. Por lo tanto, cuando se ruta de restos éseos 0 en avanzado estado de putrefacci6n, en las distintas entidacles fede- ativas no cuentan con la presencia de un an- tropélogo fisico ni de an arquedlogo forense en el lugar de hechos o del hallazgo, euya par- ticipacién seria de gran wilidad no solo par el aniilisis de los restos ent el laboratorio, sino en el campo mismo, ya que sus conocimientos cerca de las técnicas arqueolégicas de cavacion y registro de elementos presentes en alguna fosa o en la superficie del halkazgo puc- de permitir la recuperacion de indicios que se perderian si la excavacién no esta clirigicla por un especialista en esta disciplina, Ademsis, su intervencién serviria para rescatar elemen- tos valiosos, tales como la posicién que guarda el individuo, la disposicién de todos los obje- tos asociados, la escena en general, asi como indicios que permitan inferir el tipo de herra mienta que fue utilizada para realizar la fosa, entre otros. Por desgracia, no se cuenta con una meto- dologia que permita a los participantes desa- rrollar un trabajo interdisciplinario en el que cada uno de los especialistas presentes apor- te informacién sobre el hecho que se investi- ga y asi obtener resultados mis concretos y faciles de interpretar; lo anterior marcaria la diferencia de la forma de trabajo actual, en Ia que cada uno de los especialistas analiza de forma individual los indicios que le corres: ponden cmitiendo dictimenes aislados que el juer tiene que imerpretary que recibe cor imedios de prucha separados y no come u dictamen interetiscpl suis aspectos Hablar io completo en todos una investigacién criminalistica imterdlisciplinaria, en donde el objetivo prin- cipal sea localizar restos humanos (dseos o en, tado avanzado de putrefaccisn) en super ie 0 en una fosa clandestina, obliga al inves- ligador forense a conocer a los especialistas y sur campo de estudio. La antropologia fisica en México, como disciplina ciemtfica, ha hecho aportaciones de gran valor para el conocimiento del hombre, de st biologia y la interaceién de éste con su media. reas del conocimiemto don- de ha colaborado se encuentran las ciencias forenses, aportando ana de las subdiscliph 1s de la antropologia fisica mas importantes como es la osteologia antropoldgica; ademas, hia destacado por las téenicas de identifi 11 restos tridos, en donde las téenicas tradi- cionales de identificacion no pueden aportar mayor informacion, resultado de esto es el Lue ar que hoy ocupa fa antropologia tense entre las diseiplinas forens Sin embargo, el campo del antropélogo fisi- cco forense se ha visto limitado a los trabajos del laboratorio; es decir, se encuentra reducido, ala limpieza, re 6scos, lo cual lo ha convertide en un especia- lista mas del labor pocas veces puede realizar investigacién en el lugar del hallazgo 0 de los hechos, y mucho menos en la exhumacién de los restos 6se0s, motive por el cual tiene pocos elementos para poder determinar los eventos en los que se vio envuehto el individuo antes, durante y después desu muerte. Lo anterior puede proporcionar «latos Gitiles para el analisis de los restos o simn- plemente garantiza que el esqueleto sea recu- perado adecuada y completamente; pero al ‘no participar los especialistas indicados para el manejo de los elementos dseos, las inves- acion sica fo- is de restos acién y ama atorio de criminalistica que tigaciones de este tipo no se realizan en una dindmica de interdisciplinariedad, pues no in tervienen el antropélogo, el arquedlogo y el lomidlogo, repercutienclo en la construccién de investigaciones que, en su mayoria, no Ile- gan a conclusién alguna. Cuando se habla de antropologia forense, sewiin el Equipo de Bioarqueologia del INAH, se debe tener en cuenta que esta diseiplina en a Utes subespecialidades de la antropolo- gia general. En primer lugar se encuentra la arqueologia forense, que se puede definir co mo la aplicaci cas tradicionales, ligeramente modificadas de acuerdo con los requerimientos, para procesat ¢l lugar del hallazgo 0 de los hechos en don- de un cuerpo o esqueleto estin presentes, En segundo lugar se encuentra la antropologia cultural forense, encargada de estudiar las con- cepciones culturales sobre la muerte, la muer- te violenta en contextos rituales y los rituales mortuorios; el investigador de esta rama pue- de, junto con el psicélogo forense, constrnir un petlil psicolégico y cultural del vietimario a par- tir del analisis del higar de los hechos, los in: dicios recuperados y el tratamiento d En tercer Jugar encontramos ka antro- pologia fisica forense, disciplina que tiene por objetivo la identificacién plena de un sujet por medio del estudio de las caracteristicas de sus restos, ya sea totalmente esqueletizados 0 enayanzado estado de descomposicién, pues esta subdisciplina tiene una amplia experien- cia con la biologia y variabilidad del esqueleto humano;asimismo, puede determinar las car sas de muerte, siempre y cuando hayan dejado marcas en los huesos (consecuencia de trauma tismos), para intentar, en un trabajo interdis- ciplinario, reconstruir la mecinica de lesiones, sefialar el posible agente vulnerante, adem: del tratamiento antemortem, pusmortem y a ides tificacién de la victima. Sin embargo, el cam- po de accién del antropélogo fisico forense no se limita sélo al estudio de los restos 6seos en el laboratorio, ya que sus conocimientos acer ca de las téenicas arqueolégicas de prospec cie in de las técnicas arqueolégi- vietima, ciény excavacién le confieren capacidad para participar en easos relacionados con indicios eegegon: igh de Bioarqueologfa del INAH te Figura 165, Dibujo en planta y corte de una barranca (Israel Lara, 2001). EMBALAJE DE (OSEOS ¥ NO Todos tos indicios que sean encontrados de- herdn ser fijados y posteriormente embalados, sielanali casi de inne puede reali to, los indicios se pueden guardar en bolsas de plastica, pero si el andlisis tardara algu- hos dias, lo mejor sera guardarlos en bolsas de papel o envolverlos en papel estraza para ur que la humedad que contiene el indicio forme hongos. Ellevantamiento y embalaje de los indicios se podra Hevar a cabo de la siguiente torma: los primeros indicios que seran levantados son los que estén mas alejados del cuerpo 6 esqueleto, posteriormente los que se encuen. tren sob) la superticie del cuerpo 0 de los huesos, a continuacién los huesos 0 el cuer- po y por iiltimo los que se encuentren deba: jo del cuerpo. Durante este procediniento no se debe olvidar ls toma de muestras ya sea de Iejido, fauna, suelo, ete. Para iniciar esta eta 1 otras se debe esperar la pre sencia del agente del ministerio puiblico o de su auxiliar secretario, para que den “fe legal” le los procedimientos seguidos. Zn este momento es donde, normalment surgen loy problemas entre los peritos partic pantes; pues por lo general cada uno levanta os indicios correspondientes a su especialidad yen ocasiones no se respetaa los demas, dan- do coma resultado la alteracién de los indicios que corresponden a otras disciplinas, de esta forma lo mas conveniente seria una interaccién entre los investigadores en donde la comuni- cacion, el entendimiento y el profesionatismo estén de por medio, trabajando asi se podran los turnos para el levantamiento y el emibalaje de indicios de acuerdo con el 07 den que guarden en el higar de los hechos. Por tal motivo, cabe hacer fa actaracion que los in criales son competencia del perito a, la funa corresponde al entomé- logo, los indicios 6seos y lo relacionados con el suelo son responsabilidad del antropélogo fisico y del arqueologo, respectivamente. pa mas que El evantamiento de los restos dseos, al igual que el proceso de ¢ n, debe ser cui- dadoso y metédico. Los primeros elementos Syeos a levantarse serin los de las extremica des inferiores, ya que en caso ce que no se lleve adecuadamente el levantamiento 6 que el ma- terial dseo se encuentre muy deteriorado son piezas que por lo general no aportan mucha informacién en el andlisis antropotisico, co- mo lo podria ser el crineo; por supuesto que loanterior puede cambiar de acuerdo con las condiciones de trabajo y ala posicidn que guar- den Jos restos, ya que no siempre se encuen: tran extendidos. Antes de levantar alguno de Jos huesos se debe liberar, es decir, que con, la ayuda de agujas de diseccién 6 palitos de madera tratar de quitar la tierra que los 1 tiene adhericios al suelo debido a que en mu chas ocasiones el bueso y el suelo se adhieren, de tal forma que al momento de levantarlo se fragmenta, Hlevando a cabo esto en cacka uno de los hucsos la posibilidad de obtener un aayor ntimero de elementos dseos completos aumenta, lo anterior se traduce en mayores elementos para realizar un andlisis antropo- fisico en laboratorio; ademas, es pertinente recordar que es responsabilidad del perito en. antropologia fisica mantener en buen estado, los indicios dseos, cle lo contrario se puede fin- ad penal en su contra por destruccidn de los mismos. Durante esta fase de la vital importancia llenar cédu rio, tanto esquemiitica como descriptiva, en as cuales quedardn registrados todos los ele mento ds¢0s y las condiciones en que se fue- ron encontrados. Cada uno de los indicios debera Hevar una etiqueta colgante dentro de la bolsa y una au toadherible fuera de ella can los siguientes datos: lugar, fecha, ntimero del indicio, profane didad, capa estratigrafica, hora y nombre de quien excays. Es importante senalar que an. tes de colocar las etiquetas deben anotarse los datos para evitar comprimir el indicio al mo- mento de hacerlo. Los restos dseos que sean ‘embalados deberan ser guardados en una caja car responsabi de cartén duro con la finalidad de que no se dlafien durante el traslado al laboratorio, en. el fondo de la caja debera ponerse phistico de burbuja para amortignar cualquier golpe 0 dano que pudiera registrarse. En este momento se establece la cadena de custudia, que no es mis que la certificacion por medio de documentos de las personas que tienen indicios en su poder, de primera instar el perito crimina mente canaliza los indicios de las especialidades correspondientes para fa canalizacién debe realizarse por escrito de parte de quien entrega y quicn recibe © deyuelve para no romper con dicho procedimiento. quien posterio: os laboratorios ANALISIS DE LOS RESTOS OSEOS, Los resios oseos constituyen Ia materia de iwabajo del antropalogo fisico, por lo tanto el analisis debe realizarse por este profesionista nta con el conocimiento necesario para extraer ta informacién que brindan los restos Oseos. Una vez en el laboratorio, se pro- cede a romper los setlos de las cajas de cartén y bolsas de papel estraza para comenzar con el anilisis de los huesos excavados. Cuando atin conservan tejido blando —durante el trabajo de campo se deben tomar las muestras correspon , es recomendable conservar algunos hnuesos y dientes, para evitar contaminarlos, y tener la posibilidad de realizar analisis de ADN, Una vez hecho lo anterior, es necesario elimi- narla mayor parte de tejido de forma manual, ‘que en ocasiones las partes blandas cubren as de la topografia dsea que son diagnosti- cas para el anilisis osteolégico. Es recomenda- ble llevar un registro del proceso de limpicza delos huesosy de las herramientas que fueron ttilizadas. Desphés los huesos se sumergen en solventes como el hipoctorito de sodio (40 por ciemto de agua) dos 0 tres dias 0 el peroxide de hidrégeno industrial, También se pueden hervir Jos huesos o usar insectos carnivoros ya que eu como algunas clases de minar la grasa se utiliza necesario contar con la indumentar de proteccidn (guantes, cubrebocas, gogles y batas desechables); para la limpieza de Tos huc- sos las brochas, pinceles y cepilloy dentales suaves pueden ser de gran utilidad y ayudan aevitar dafios al hueso, De ser nes tauracién cel material se realizar pegandolo con un adhesivo que pueda eliminarse en eas cle que asi sea necesario, Actualmente se cues ta con un polimero llamado *mowithal”, el cual puede retirarse con acetona, Asimismo, es necesario levantar un inventario del mat rial ésco presente, cuantificarlo y deseribirel estado de cons fondmicas. Por salientes de los huesos se deben fijar mediante fotografias en color. Una ver listos p se debe ser extremadamente minucioso en ef estudio de cada tino de Tos restos tomando en cuenta los siguientes puntos: carabajos. Para elt etona industri acién y las caracteristicas ta imo, las caracteristicas sobre fa el anilisis morfoldgico, 1. Los rasgos morfolégicos. 2. Las condiciones patologicas. 8. La evideneia de traumat tem, perimortem y pasmorten. mos antemor Durante el analisis de los restos no se debe perder de vista que uno de los objetivos prin- cipales de la investigaci6n es individwalizar al sujeto en estudio, por lo tanto existen diez pre guntas obligatorias que deben ser responi das durante el analisis cientifico en el lugar de Jos hechos o del hallazgo y en el laboratorio: 1) des hhueso?; 2) Zes humano?, estas dos pri mieras se responden en el lugar del los hechos © del hallazgo, hay que tomar en cuenta que antes de mover todo el aparato de justic incluidos los expertos en ciencia forense, es necesario establecer si el reporte es cle un pro- bable hecho delictivo; por tal motivo, es muy importante establecer sila denuncia de restos ‘scos encontrados por cireunstancias fortui- ras, accidente 0 confesién, no se confunden con ot criales como pueden ser com creciones de eal, tubos de plistico, cortezas ve- necesario conocer ka fia Gsea comparada, asi co getales, Homiay topo imo las caracteristicas histolégicas del hueso tanto humane como de otras especies ani les domeésticas y silvestres mis comunes sa donde se localizaron los restos 6seos (Tat avera, Rojas, Crespo y Simchez, 1999:14-15), Las siguientes preguntas son: 3) Zes modernoz; 4) ewales hnesos estin presentes?; 5) = de 21 yn FUENTE: datos tomados de Lagunas y Hernander (20003435) Para estimar la edad biolégica de un esque- eto se toman en cuenta algunos rasgos de éste tales como el cierre de k uturas craneales, la fusion de las epifisis de los huesos argos, el brote dentario (desidua, mixta y permanente), los cambios en la morfologia de la sinfisis pi bica y de la carilla auricular. ‘Todo lo anterior se establece con formulas de regresién, p tos craneométricos y funciones discriminantes (Talavera, Rojas, Crespo y Sanchez, 1999:15). Al igual que con el sexo, la edad se debe est nar mediante el método multifactorial. Onn PION DE SUTURAS CRANEALES. En realidad este método es poco usado en la ac tualidad ya que no es del todo confiable y se sa sélo para obtener datos de referencia, ya que el margen de error que presenta puede ser considerable y alterar los resultados del and- lisis realizado & un esqueleto, por lo que no es recomendable utilizarlo solo, sino como complemento, El método consiste en hacer una evaluacién visual del grado de obliteracidn de las distintas suturas craneales en puntos muy especificos, alir haciendo dicha evaluacién se asignaré valor que va de 0.23, siendo cero el valor ila totalmente. En la figura 23 se muestra Jos puntos y a forma en que se asignan los valo- res y se obtienen resultados. Figura 28. Puntos a evalwarse para la estim: de la edad mediante la obliveraci6n de satu craneales (Meindl y Lovejoy, 1985, citado en Lagunas y Herniinder, 2000:38) Sitios que we observan en ta bine ectoerameat Sitios a ubserorar en Ta zona lntenakanteriorectoeraneat 1. Mediolambdoide 2. Lambda 3. Obelion 4. Sagital anterior 5. Bregina 6 Mediocovonsal 6. Medio coro 7.Prerion 8, Esfenofromtal 0, Esfenotemporal inferior 10, Esfenotemporal superior Nos: cadla punto es una rein abareada por todas las sucuras dentro de un eirculo de un centimetro de amet, 61 Forma de calificar el grado de obliteracién de las suturas craneales: 0. Abierta: no hay evidencia alguna de obli- teracién 1, Minima: ocurrencia de algunas proxima- les, la calificacion se asigna para algu- nos proximales minimos a moderados (desile un solo hueso puente, hasta un 0) por ciento de sinostosis en el sitio). 2. Sig acid cante; es marcado el grado de proxi . pero alguna porcién del sitio no esti completamete fusionada 3. Completa; el sitio fusionado. td completamente ESTIMACION DE LA EDAD BA ERUPCION DENTAL. Uno de los indicadores mis valiosos de Ia edad lo constituyen, con mucho, los dientes, no s6lo mientras estan brotando, sino también por lo que se refiere a los cam: bios que se producen durante la vida adulta (Brothwell, 1987.95.97). Por supuesto, el bro- te dental sirve, sobre todo, para poder estimar Ja edad en individuos infantiles, subadultos y adultos jévenes, ya que al momento de erup- cionar completamente los dientes permanen- tes no se presentan cambios (en lo referente al crecimiento) en la dentadura, pero sise obser- va un desgaste de las piezas, lo cual esta mas bien relacionado con la dieta y la ochusion En la figura 24 se muestra SADA EN LA SUTURA PROXIMAL DELA BOVEDA ECTOCRANEAL y Reunion de calif 18.1415 50 16,17, 18 31 19,20 26 21 (cerrado 8 AThracion Media edad = Sip, “Nation 305, 06 a7 78 2345, 394 ot 2844 452 126 488 105 3560. Ls 3463, - = 43. FORNTH#: dajos de Meindl y Lovejoy (1985) STIMACION DE LA EDAD BA DA EN LA SUTURA PROXIMAL ECTOCRANEAL LATERAL ANTERIOR. Waahierioy a Rowitin deralificaciones 1 18 2 1s 3.45 5h 5 7 na m 9.10 20 11, 12,19, 14 2 19 (cerrado 2 Ainearitn Media edad Sb. eer = = 3 8a ag 62 2044 10.0 2852 107 30-54 89 3557 125 36-69 BB 49.65 PUENTE: datos de Meindl y Lovejoy (1985). at i it Ef £ Se BEE BELG & ay BEG2Ee t Figura 24, Secuencia de formacion y erupcion dental en ka pobkicion amerindia, fos clientes sombreados representan la dentadura decidual (Ubelaker, 1978:64). Ja secuencia de formacién y erupeidn dental para la poblacién amerindia (Ubelak 1978:64). UNION EPIFISLARLA. Otra técnica para estimar la edad en individuos subadultos y adultos jo- yenes es la valoracién del grado de os die las epifisis del esqueteto poscraneal. Cada uno de los huesos presenta vai to a otros en Ia edad a la que se unen las epi fisis.a las disfiss (figura 25), por tal motivo este método es muy confiable, sin embargo, no se debe hacer una estimaci6n tomando en cuen- taun solo hueso, nu evaluar todo el esqueleto para poder obtener un rango de edad mas confiable, pero ademas se debe complementar con las otras téeni- cas para la estimacién de esta caracteristica, En lo referente a la estimacion de la edad por medio de la unién y osificacién de los ele icaci6n ones respec amente se hace neces 68 Figura 25. Edades de la union epilisiaria de varias partes del esquelewo, Todas las ciftas repre (Brothwell, 1987:98). mentos 6seos, William Bass (1987) también proporciona informaciénal respeeto, dela cual se desprende el cuadro dela pagina 64. Cabe acla ficacién y edades de erupei do sobre la base de muestras de Estados Unidos y curopeas y es posible que no sean aplicables fexactamente a otras partes de la poblacisn del mundo (Brothwell, 1987:95). que en su niayoria, los periodos de os: than elabora- CAMBIOS EN LA SINFTSIS PUBICA. La sinfisis pu- bica es una de las regiones que mas valor indi- Giario representa y que brinda mayor exactitud para la estimacién de la edad, ya que presenta variaciones en su morfologia durante la adut- tezy posteriores a ésta. Para la estimacién de a edad por esta técnica hay que observar la fi gura 26, en la cual se muestran los cambios que suffe la sinfisis durante 1) fases de la edad a partir de los 18 afos, hasta mas de 50 afios. EDAD DE UNION Y OSIFICACION DE LOS ELEMENTOS OSEOS Elemento Centro de osifcacn Inicio y termina de units Primarios: las dos mitades del aco, 1-9 anos: arco con cuerpo, 37 aios Secundario: total 5 17.25 aftos Primarios: escafoides com oméplato 1518 aiios. Sccundarios: cavidad glenoidea 1518 Oméplator acromion 1622 angulo inferior 1722 borde medial 17.28 aitos Primarios. cuerpo, Cinco semanas de nacido, Chivienla Secundarios: extremo esternal 12.21 anos: extremo acromi 19.20 aiios dialisis Intrauterine, BeSed ¢ cabeza Aparece: primer ano, une: 17-24 anos epiliss clistal epicondilos sia Radio Secundarios: epitisis proximal Aparece: 5-6 aos, epilisis distal Aparece: primer afto, une: 14618 aiios Secundarios: epitisis proximal Aparece: 7-1 anos, une: 7-20 atios epifisis «lista Aparece: 6-7 aitos, une: Mano: wearpianos y —Disifisis 1421 anos falanges pubis ¢ isquion 7S alos iis pubis, isquion ¢ iliaco 1215 aos: Secundarios: erestailiaca Aparece: pubertad, inne: I tuberosidad isquitiea Aparece: pubertad, une: 16-28 aiios Secundarios: epilisis proximal Aparece: primer afio, une: 14-19 aos epifisis distal Aparece: intrauterino, une: 16-22 anos trocainter mayor 14.29 aos trociinter menor 1419 anos ihe Secundarios: epilisis proximal Aparece: intrauterino, une: 15-20 aihos nme epilisis distal Aparece: primer afio, ane: 13-18 aos weak Secundarios: epflisis proximal Aparece: 3 afios, une: 14-17 aos ae epilisis distal Aparece: primer alto, unes 11-20 anos PURNrE: datos tomados de Bass (1987). 64 Figura 26, Modelo estindar de Todd, 10 fases de Jn edlact-en la sfnfisis pitbica. (Ubelaker, 1978:76). 18-19 afos: ta superficie de la cara sinfisial esispera, con ondas transversas separadas por depresiones muy mareadas. 20-21 aes: la superficie sinfisial se encuen- waarrugada, hay ondas transversas separadas por canales comenzando cerca del limite dor- sal hay una formacién de la textura del hueso; comicnza la osificacién de Jos nédulos en la parte superior, no hay delimitacién de extre- midades; presencia del angulo puntual 22.24 arias: la cara sinfisial progresiva de la meseta dorsal: gradualmente comienza a ser mas definido el margen dorsal, no hay delimi- tacién de extremidades. 25.26 aiios: hay un.ascenso del Angulo ven= wal, correspondiendo a la delimitacién de la extremidad inferior. 27-30 «ios: hay pocos o ningiin cambio en a cara sinfisial, el margen dorsal aumenta en daridad y def dad superior a la osificacién del nédulo, 30-35 aos: en la cara sinfis especie de angulo, hay mas variaciones que las edades juveniles; incrementa la definici6n de extremidades, desarrollo y culminacién de Ja pared ventral. icin: comienza la extremi- se forma una 35-39 arios: la cava y el aspecto ventral cam- bia de una textura granular a hueso denso. 39-44 aitos: la cara sinfisial generalmente es lisa € inactiva, las extremidades claramente definidas, no hay marca de la lineas dorsal ni ventral. 45-50) ajios: caracterizado por uma buena marcacién del borde de fa cara sinfisial, pre- senta uno 0 mas bordes marcadlos. 50-X ans: la cara sinfisial esta erosionada y muestra osificacién, el borde ventral esta roto y el desfiguramiento aumenta con la edad. Es importante aclarar que para aplicar esta técnica no es recomendable uilizar sinisis que presenten algin tipo de erosién o mues tren una conformacién apreciablemente anor mal (Brothwell, 1987:103). Una técnica que se usa, y que ademis es de ‘gran confiabilidad, es la evaluacién de los cam dios en ta carilla auricular (Lovejoy et al., 1985), la enal se basa sobre todo en tos cambios que se van presentandlo como parte del proceso de- generative normal en la unién saero iliaca, de esta forma, entre més edad tenga un individuo mayor desgaste se observani cn la regi6n, aun queen muchas ¢ ssseconfunden con las alteraciones producidas por la osteoartritis. Aplicando cada una de estas téenicas se ob- pro- je un rango de edad mas confiable y s cede contorme al método multifactorial p i6n de la edad. Es importante qu en los casos en los que se sufre de carencia de piezas éseas para poder aplicar este méto- dlo, se estime ima edad relativa con los huesos presentes, siempre dejando en claro las defi ciencias y los problemas que se presentaron al tratar de hacer la estimacion (yéase la 8 ra27), la esti iCuail es ta estatora? Esta caracteristica se obtiene mediante frmu- ti snd las longitucles maxi mas y fisioldgicas de los huesos largos, como el férmur, el htimero, el cubito, el radio, la tibia y el peroné con una tabla osteométr ed Figura 27. Cambios en la carilla auricular del aco (Lovejoy etal ised 1985). Imagenes tomadas del Laboratorio de Ostealogia del Posgrado en AAntropologia Fisica de la ENAH. ca (Talavera, Rojas, Crespo y Sinchez, 1999: 15), A la feelxa muchos investigadores de todo «lo (principalmente de Estados Unidos) han desarrollado formulas y tablas para ob- tener laestatura de un esqueleto, sin embargo dada la variabilidad biol6gica entre las pobla ciones no todas e pueden aplicara la poblacion ¢ Genovés (1966) elmu -sicana, afortunadamen elaboré unas tablas para la poblacién mestiza del centro de México (Lagunas y Hernindez, 2000 ner una estatura, hasta el momento éstas han, -

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