La verdadera Fe no es creer en Dios, es creerle, y al hacerlo viviremos por Fe sirviendo a
Dios y obedeciendo sus mandamientos. Santiago 2:19-20).
Algunos podrían decir que la enseñanza de Santiago acerca de obedecer los mandamientos de Dios implica que la salvación se alcanza a través de las obras de la ley pero no es así, ojalá lo entendamos. Pablo claramente dice “Porque por gracia son salvos por medio de la fe; y esto no es de ustedes pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9) Al igual que Santiago, Pablo sabía que la verdadera Fe está acompañada de servicio y obediencia a Dios, por eso escribió ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” (Romanos 3:31) Entonces si realmente creemos en Él hacemos su voluntad. La Fe se demuestra con hechos, porque si realmente te has arrepentido y crees en Jesús como tu Salvador debe haber una prueba física de ese arrepentimiento, serán tus obras lo que resalte tu Fe más no eres salvo por tus obras sino por tu Fe creyendo en el sacrificio de Jesús. Al comenzar a vivir por Fe comenzarás a descansar de las obras de la ley y tratarás de agradar a Dios por tanto amor inmerecido, porque le has creído y aceptado en tu corazón y nada en este mundo moverá tu Fe. Si no has comenzado a caminar en Fe hoy es un buen día para hacerlo, ríndete a su amor, descansa en Él, ve con sus ojos y siente con su corazón, gózate haciendo su voluntad la cual traerá paz a tu corazón, y si no lo sientes se sincer@ y dile que te ayude a hacer su voluntad, y te ayudará cuando desde tu corazón le pidas aquello que te falta para conocerlo en Espíritu y en verdad. Santiago 2:18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.