0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
31 vistas1 página
Este documento presenta dos salmos invitatorios. El primero (Salmo 95) invita a alabar a Dios como la roca que salva. El segundo (Salmo 24) habla de levantar las puertas para que entre el Rey de la gloria, que es el Señor de los ejércitos, fuerte y valeroso. Ambos salmos instan a escuchar la voz del Señor y no endurecer el corazón como lo hicieron los israelitas en el desierto.
Este documento presenta dos salmos invitatorios. El primero (Salmo 95) invita a alabar a Dios como la roca que salva. El segundo (Salmo 24) habla de levantar las puertas para que entre el Rey de la gloria, que es el Señor de los ejércitos, fuerte y valeroso. Ambos salmos instan a escuchar la voz del Señor y no endurecer el corazón como lo hicieron los israelitas en el desierto.
Este documento presenta dos salmos invitatorios. El primero (Salmo 95) invita a alabar a Dios como la roca que salva. El segundo (Salmo 24) habla de levantar las puertas para que entre el Rey de la gloria, que es el Señor de los ejércitos, fuerte y valeroso. Ambos salmos instan a escuchar la voz del Señor y no endurecer el corazón como lo hicieron los israelitas en el desierto.
VENID ACLAMEMOS AL SEÑOR PORTONES ALZAD LOS DINTELES
(Salmo 95) (Salmo 23) Sol Do Re Re Lam Rem VENID ACLAMEMOS AL SEÑOR, PORTONES ALZAD LOS DINTELES Mim Do Re La# Lam7 Rem DEMOS VÍTORES A LA ROCA QUE NOS SALVA, LEVANTÁOS PUERTAS ANTIGUAS: Fa Do La# La7 Re Do Re Sol VA A ENTRAR EL REY DE LA GLORIA. ENTREMOS ANTE ÉL DÁNDOLE GRACIAS, Sol7 Do Re Sol Do Fa ACLAMÁNDOLO CON CANTOS. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, La# Solm Do Fa Mim del Señor es el orbe y sus habitantes; Porque el Señor es un Dios grande, Rem Lam La# Fa Do Re Sol Él la fundó sobre los mares, soberano de todos los dioses: Sol7 Do Re Sol La# Solm La7 Re tiene en su mano las cimas de la tierra Él la asentó sobre los ríos. Sol7 Do La7 Re y son suyas las cumbres de los montes. ¿Quién puede subir al monte de Dios? ¿Quién podrá entrar en su Santo recinto? Suyo es el mar porque Él lo hizo, El hombre de manos inocentes, la tierra firme que sus manos modelaron. el hombre de puro corazón. Entremos y postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, nuestro creador. ¿Quién es el Rey de la gloria? Porque el Señor es nuestro Dios, Es el Señor de los ejércitos. y nosotros su pueblo escogido, Él es el Señor fuerte y valeroso, somos el rebaño que Él guía. Él es el Rey de la gloria. Ojalá escuchéis hoy su voz.
No endurezcáis el corazón, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba, me tentaron, aún viendo mis obras.
Durante cuarenta años
de aquella generación, dije: “es un pueblo de corazón torcido, por eso no entrarán en mi descanso”.