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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

VIGOREXIA EN USUARIOS HABITUALES DE GIMNASIOS

Trabajo especial de grado presentado por:

Andrea Valentina Boscán Caldera

Andrómeda Celeste Madueño Cubillán

Maracaibo, noviembre de 2018


Índice General

CAPITULO I .......................................................................................................................... 1
FUNDAMENTACIÓN ........................................................................................................... 1
Planteamiento y formulación del problema ........................................................................ 1
Objetivos de la investigación .............................................................................................. 7
Objetivo general .............................................................................................................. 7
Objetivos específicos ...................................................................................................... 7
Justificación de la investigación ......................................................................................... 7
Delimitación de la investigación......................................................................................... 9

CAPÍTULO II ....................................................................................................................... 10
MARCO TEÓRICO ............................................................................................................. 10
Antecedentes de la investigación ...................................................................................... 10
Bases teóricas de la investigación ..................................................................................... 22
Vigorexia o dismorfia muscular ................................................................................... 22
Características de la vigorexia ...................................................................................... 26
Dimensiones de la vigorexia ......................................................................................... 29
Otras variables relacionadas con la vigorexia............................................................... 31
Imagen corporal ........................................................................................................ 31
Insatisfacción corporal .............................................................................................. 32
Trastorno dismórfico corporal .................................................................................. 33
Modelos de la vigorexia ................................................................................................ 36
Modelo de vigorexia según Lanzt, Rhea y Mayhew (2002) ..................................... 36
Modelo de vigorexia según Baile (2005) .................................................................. 38
Mapa de variables ............................................................................................................. 42

CAPITULO III ...................................................................................................................... 43


MARCO METODOLÓGICO............................................................................................... 43
Tipo y nivel de investigación ............................................................................................ 43
Diseño de investigación .................................................................................................... 44
Sujetos de la investigación ................................................................................................ 45
Población ...................................................................................................................... 45
Muestreo ....................................................................................................................... 46
Muestra ......................................................................................................................... 47
Descripción operacional de la variable ............................................................................. 47
Vigorexia ...................................................................................................................... 47
Técnicas e instrumentos de recolección de datos ............................................................. 48
Descripción del instrumento ......................................................................................... 48
Propiedades psicométricas ............................................................................................ 50
Validez ...................................................................................................................... 50
Confiabilidad ............................................................................................................ 51
Procedimiento de la Investigación .................................................................................... 51
Consideraciones Éticas ..................................................................................................... 52
Anexos .................................................................................................................................. 55
Referencias Bibliográficas .................................................................................................... 58

Índice de Gráficos

Gráfico 1. Modelo de vigorexia según Lanzt et al. (2002) ................................................... 37


Gráfico 2. Modelo de vigorexia propuesto por Baile (2005) ................................................ 40

Índice de Tablas

Tabla 1. Mapa de variables ................................................................................................... 42


Tabla 2. Puntos de corte del Test del Complejo de Adonis (TCA), Carmona (2016) .......... 49
Tabla 3. Matriz de los componentes rotados de los reactivos que componen el TCA, Carmona
(2016) .................................................................................................................................... 50
CAPITULO I

FUNDAMENTACIÓN

Planteamiento y formulación del problema

Durante las últimas décadas se ha constatado en la sociedad una especial preocupación

por la belleza y la imagen corporal, la cual ha llegado a ser considerada como excesivo culto

al cuerpo, así como una obsesión por la salud entendida como perfección. Esto ha generado

la adopción de ciertas conductas que en un principio han sido consideradas como saludables,

entre ellas, la adopción de dietas, el uso de cosméticos y la realización de ejercicio físico,

sobre todo el levantamiento de pesas, lo cual paradójicamente podría producir un riesgo para

la salud cuando dichas actividades se realizan exclusivamente con fines estéticos.

La práctica de ejercicio para mejorar la estética y no con el objetivo de mejorar la salud

es un fenómeno que se ha extendido en la población mundial y está llevando a la aparición

de nuevos trastornos, como es el caso de la Vigorexia, que, según Pope (1993) consiste en

un trastorno mental caracterizado por una obsesión exagerada por ganar masa muscular y

perder grasa. Posteriormente, Pope, Phillips y Olivardia (2002), la definen como una

obsesión enfermiza por desarrollar masa muscular, lo cual hace que se vea afectada toda la

vida del sujeto, social y psicológicamente, y que incluso tenga implicaciones de tipo médico.

1
Igualmente, Baile (2005) afirma que la vigorexia es una alteración de la salud determinada

por una preocupación patológica de no tener suficiente desarrollo muscular del cuerpo, aun

cuando se tiene; como también de demostrar debilidad en cuanto a fuerza se refiere.

Asimismo, se manifiesta en la incapacidad de ver con exactitud el tamaño proporcional del

propio cuerpo, con comportamientos negativos y obsesivos en relación con la apariencia.

Del mismo modo, la vigorexia, también conocida como dismorfia muscular, es definida

por la Asociación Americana de Psiquiatría (2014) como una forma de trastorno dismórfico

corporal que consiste en la preocupación por la idea de que el cuerpo es demasiado pequeño

o insuficientemente musculoso. En su mayoría estas personas realizan levantamiento de

pesas, dieta o ejercicio de forma excesiva, llegando a generarse en ocasiones daños

corporales, o incluso recurriendo al uso de esteroides anabolizantes, androgénicos y otras

sustancias potencialmente peligrosas. Esto con el fin de lograr que su cuerpo posea un aspecto

de mayor volumen o tamaño muscular.

La vigorexia fue descubierta hace más de una década, por Pope, Katz y Hudson (1993),

cuando exploraban el uso de esteroides anabolizantes en sujetos usuarios de gimnasios,

dándose cuenta de que un trastorno relacionado con la imagen corporal estaba afectando a

una proporción de dichos sujetos. Al inicio, esta sintomatología parecía contraria a la de la

anorexia nerviosa, por esa razón la llamaron anorexia inversa.

Posteriormente, los mismos autores la han denominado Complejo de Adonis; aunque,

otros autores han ido diferenciando el término, ya que no se refiere a un trastorno alimentario,
2
sino más bien a un trastorno somatomorfo; por ende, se han sugerido términos como

Dismorfia Muscular o, como se denominará mayormente en esta investigación, Vigorexia

(Muñoz y Martínez, 2007).

Regularmente, se ha demostrado que las personas con vigorexia invierten muchas horas

de su tiempo en el gimnasio y muestran alteraciones en sus hábitos de alimentación,

consumiendo exageradamente suplementos proteicos con componentes quemadores de

grasas, así como el abuso de sustancias, con la finalidad de lograr de manera rápida un mayor

desarrollo muscular y supresión del tejido adiposo, siendo posible la aparición de múltiples

complicaciones médicas e incluso letales (Pérez, Nelly, Rodríguez y Gempeler, 2007).

De este modo, la preocupación por la imagen corporal es una de las características de las

sociedades modernas. Generalmente, durante muchos años se ha observado este desasosiego

en el género femenino, por mantener una determinada figura estética fomentada en la

delgadez, que se ha relacionado con el incremento de diversos trastornos de la conducta

alimenticia. Sin embargo, son pocos los trabajos e investigaciones realizados con respecto al

género masculino.

Además, es relevante mencionar que se dispone de datos de investigaciones que tratan de

un progresivo interés de los hombres por su imagen corporal y del incremento consiguiente

de la preocupación por la estética. Dicha insatisfacción con la imagen corporal ha llevado a

estos hombres a iniciar una serie de conductas, como las anteriormente expuestas, con el fin

de mejorar su aspecto; su permanencia en el gimnasio se transcurre durante horas a fin de


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lucir un aspecto muscular de mayor tamaño y definición. Poseen un régimen alimenticio

específico y muchas veces restrictivo para lograr este objetivo, e incluso llegan a ingerir

suplementos proteicos o esteroides anabolizantes con la finalidad de acelerar la obtención de

resultados.

Sin embargo, cabe destacar que en la actualidad la preocupación por el aspecto físico, la

autoimagen y la sobrevaloración del cuerpo afecta igualmente a hombres y mujeres. En el

género masculino, el estereotipo culturalmente establecido ejerce una mayor presión social a

la práctica de ejercicios físicos que genere una imagen de fuerza y potencia. Por otro lado,

con respecto al género femenino, la actividad física va dirigida a una imagen corporal que

mezcla la delgadez con un cuerpo definido y fibrado. Por lo tanto, el incremento de la práctica

de ejercicios y otros métodos para ganar masa muscular y perder grasa corporal se ha venido

observando en ambos sexos, debido a la evolución de las sociedades y a una mayor igualdad

de género.

Por ende, esto puede deberse a la actual presión que ejercen los medios y la publicidad

sobre las personas para que tengan un aspecto físico ideal, quienes adquieren la creencia

generalizada del valor positivo del ejercicio físico sobre la salud; aunque, debemos señalar

también que puede tener una serie de efectos colaterales cuando es realizado en forma

inadecuada.

Asimismo, la preocupación obsesiva por la imagen corporal y la figura, además de la

búsqueda incesante de la belleza física o la perfección acompaña a una distorsión del


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esquema corporal, llevando a estas personas a una continua práctica deportiva o de ejercicios

físicos sin límites y sin importancia acerca de los riesgos que podrían en un tiempo futuro

verse reflejados en su salud y condición física en general.

Igualmente, la manera errónea de realizar los ejercicios físicos, que en un principio son

considerados saludables, se debe a la imprecisión en cuanto al tipo de ejercicio físico,

volumen, frecuencia e intensidad de su realización y los objetivos a alcanzar, llevando a las

personas a realizar un exceso de ejercitación; además, al no mostrar rápidos resultados

pueden recurrir a otros medios para acelerar el proceso, métodos que igualmente al ser

utilizados inadecuadamente pueden traer efectos negativos para la salud, tanto mental como

física, de los usuarios de gimnasios.

Estas consecuencias, como la utilización de ciertos fármacos, suplementos proteicos,

cambios abruptos en los hábitos alimenticios e incluso posponer sus actividades laborales y

sociales por pasar más de dos horas diarias en un gimnasio ejercitándose, indican que existe

un fenómeno que ha venido afectando durante años a la sociedad en relación con su imagen

corporal; lo cual se ha propiciado a través del auge de la cultura fitness.

De este modo, se ha producido una popularización de los gimnasios con el fin de encajar

en los cánones de belleza actualmente impuestos. Hoy en día, es más aceptada aquella

persona que posee un cuerpo fitness, es decir, que posee músculos grandes o definidos y poca

grasa corporal, que va al gimnasio habitualmente y hace dieta, solo para alcanzar fines

estéticos; lo cual puede conllevar a que las personas generen cierta insatisfacción corporal,
5
ya que sienten que su cuerpo no alcanza el ideal y presenten manifestaciones de trastornos

como la vigorexia.

Por otro lado, en cuanto a la prevalencia de este trastorno, siendo conscientes de que no

existen estudios que aporten datos concluyentes acerca de su epidemiología, se ha estimado

que la vigorexia puede afectar el 10% de los usuarios de gimnasios (Muñoz y Martínez,

2007); asimismo, Pope, Gruber, Choi, Olivardia y Phillips (1997), afirman que de los 9

millones de estadounidenses que van al gimnasio, un millón estarían afectados de anorexia

inversa, es decir, entre el 9,3% y el 10%, porcentaje que incrementaría en sujetos que

participan en competencias.

Además, Olivardia (2001) estimó 9.000 el número de norteamericanos con problemas

graves de vigorexia, porcentaje similar encontrado en México por Baile (2005). Por otro lado,

la Unión Europea estimó en el 6% de los usuarios habituales de gimnasios con este problema

(Méndez, 2002). Igualmente, en España, de acuerdo con Alonso (2002), las estimaciones

obtenidas en un estudio situaron a los afectados entre 20.000 y 30.000., teniendo en cuenta

los 42 millones de habitantes en dicho país, la tasa de prevalencia sería de 0.048% en la

población general.

En el mismo orden de ideas, Pope et al. (2002) afirman que este problema se encuentra

presente en numerosas culturas. Por esta razón, es relevante realizar un estudio más detallado

con respecto a la vigorexia y el cómo es en la población que asiste habitualmente a los

gimnasios, puesto que es muy poca la atención que se ha dirigido a este trastorno en nuestro
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país; incluso no existe hasta ahora ninguna investigación que hable al respecto, y son cada

vez más las personas que entran a gimnasios buscando la perfección sin ser conscientes de

las implicaciones.

De esta forma, de lo antes expuesto se deriva la siguiente pregunta de investigación:

¿Cómo es la vigorexia en usuarios habituales de gimnasios?

Objetivos de la investigación

Objetivo general

Determinar cómo es la vigorexia en usuarios habituales de gimnasios.

Objetivos específicos

Descubrir la preocupación por la apariencia en usuarios habituales de gimnasios.

Identificar el esfuerzo invertido en usuarios habituales de gimnasios.

Identificar las medidas extremas en usuarios habituales de gimnasios.

Justificación de la investigación

En las últimas décadas la perfección física, el culto al cuerpo y los preceptos de belleza se

han convertido en uno de los objetivos principales de gran parte de la población, ya que los
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sujetos tienden a dedicar un esfuerzo mayor para lograr destacar físicamente, lo cual conlleva

por tanto a un incremento en la frecuencia y constancia respecto a la asistencia a los

gimnasios; adquiriendo el aprendizaje de hábitos que pueden llegar a ser perjudiciales para

alcanzar dicha perfección.

Actualmente, los hábitos perjudiciales producto de la vigorexia, principalmente

relacionados con el área de la salud y la belleza, no son elementos relevantes en la población

que asiste a los gimnasios, y quizá estas personas estén en riesgo de desarrollar vigorexia o

ya la padezcan. Por tal razón, la presente investigación está centrada en el fenómeno, que

puede estar afectando a una parte importante de los usuarios habituales de gimnasios.

Asimismo, mediante la presente investigación se busca concientizar a la población usuaria

de establecimientos de actividad física como los gimnasios en cuanto a los riegos que

enfrentan ante la ambición de desarrollar mayor musculatura o pérdida de grasa corporal, y

de este modo puedan cuidar de manera adecuada su salud física y mental. Todo esto a través

de la formación en el área de nutrición, suplementación, medicación, en conjunto al exceso

de actividad física; así como también informar y psicoeducar a los sujetos sobre cómo es la

vigorexia, cuál es su sintomatología y formas de reconocerla para prevenirla.

De igual forma, a través de esta investigación se pretende generar por parte de la

psicología mayor énfasis en cuanto a dicho trastorno y su prevalencia actual en los gimnasios;

considerándose de suma importancia para los psicólogos, de manera que se logre detectar

factores o indicadores de interés en sujetos que realicen ejercicio físico o deportes


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frecuentemente, a fin de crear programas de prevención y concientización para la futura

reducción de los riesgos. Igualmente, se busca forjar nuevas líneas de investigación y

estudios, con lo cual se generará una mayor toma de consciencia por parte de los

profesionales en el área de la salud, así como también, promover la especialización de los

psicólogos del deporte con respecto a cómo se presenta y previene la vigorexia.

Delimitación de la investigación

La presente investigación se llevará a cabo con usuarios habituales de gimnasios del

municipio Maracaibo y municipio Lagunillas, estado Zulia, en un período de tiempo

estimado de mayo de 2018 hasta abril de 2019, con base en los supuestos teóricos de Baile

(2005) para la variable Vigorexia.

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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de la investigación

A continuación, se describen los resultados arrojados por diversos estudios extraídos a

través de una investigación minuciosa realizada con anterioridad acerca de la variable de

estudio vigorexia, también conocida por el nombre de dismorfia muscular, en los cuales se

apoya la presente investigación.

López Cautle, Vazquez Arevalo, y Mancilla (2016) realizaron un estudio para examinar

las investigaciones existentes sobre la evaluación diagnóstica de la Dismorfia Muscular

(DM), mediante una búsqueda sistemática donde incluyeron 17 estudios que cumplieron con

los criterios diagnósticos establecidos por Pope at al. (1997). En consecuente, para el análisis

de datos se retomaron los criterios utilizados por Cororve y Gleaves (2004), haciendo énfasis

específicamente en la referencia, el objetivo, escenario, muestra; edad, género, grupo de

comparación, resultados y conclusiones; además de incluir la categoría de tipo de evaluación

diagnóstica.

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La muestra utilizada en los 17 artículos fue seleccionada intencionalmente, en su mayoría

usuarios de gimnasio o levantadores de pesas, a excepción de un caso clínico y una muestra

clínica de varones con dismorfia muscular; así entonces, el tamaño de la misma fue diverso

comprendiendo de 28 a 63 participantes (6 investigaciones) y otras que reportaron tamaños

de 97 hasta 304 participantes (9 investigaciones). En cuanto al género y la edad, solo 3

investigaciones incluyen muestras de mujeres, una de ellas reporta la diferencia entre

géneros, y finalmente la edad oscila entre los 12 a los 72 años, predominando las muestras

entre 27 a 37 años aproximadamente. Respecto a la etnia, entre el 55% al 85% de la muestra

total eran sujetos caucásicos, seguidos por los afroamericanos que iban del 5 al 16%.

Se utilizaron instrumentos de tamizaje: Muscle Appearance Satisfaction Scale (MASS) de

Mayville, Williamson, White, Netemeyer y Drab (2002), con una confiabilidad de 0.91 y

Muscle Dysmorphia Disorder Inventory (MDDI) (Hildebdrandt, Langenbucher, y Schlundt,

2004), con una confiabilidad que va de 0.72 a 0.94; y la realización de entrevistas

estructuradas y semi-estructuradas.

Se obtuvieron resultados desde diversas áreas. En cuanto a la imagen corporal, presentaron

preocupación por la musculatura y simetría corporal, con una prevalencia del 6.67% al 58.3%

para abandono de actividades en hombres con dismorfia muscular y del 7.14% al 67.7% para

evitación de mostrarse en público. Asimismo, en cuanto al tiempo invertido en la actividad

física, es de 3 a 7 días por semana durante 1.5 a 2.5 horas por sesión, en ocasiones

complementando con 20 o 30 min de ejercicio cardiovascular, para reducir la grasa corporal.

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Se consideró también la edad de inicio la cual en promedio fue a los 19 años; así como el

uso de suplementos y esteroides se reporta un 18% de los casos pertinentes a la población

estudiada, comenzando estos individuos a utilizarlos al mismo tiempo que desarrollaron la

dismorfia muscular. Asimismo, se encontró que la realización de dietas también es

predominante en el trastorno, obteniendo que del 21 al 87% realiza dietas, las cuales

consisten en el consumo de alto contenido proteico, además de ser estrictas en sus horarios,

tipo de alimentos consumidos y consumo mínimo de grasa.

Martínez-Segura, A., Cortés, Martínez, N. y Rizo-Baeza, M. M. (2015) llevaron a cabo

un estudio de cohorte prospectivo para analizar la prevalencia y el tipo de suplementos

consumidos entre usuarios de gimnasios de la provincia de Alicante, España, que padecen de

dismorfia muscular. Para la investigación se recogieron los datos antropométricos de 141

hombres, de edad comprendida entre 18 y 45 años, que asisten con regularidad al gimnasio

con el objetivo de aumentar masa muscular.

Para el muestreo se tuvo en cuenta el índice de masa corporal, los suplementos que

consumían y tipos, calidad de la dieta y se determinó si padecían de dismorfia muscular a

través de la validación al español de la Escala de satisfacción muscular (Gonzalez-Marti, I.,

Fernandez, J. G., Contreras, O. R. y Mayville, S. B., 2012), que tiene una consistencia interna

de 0.93, mediante la cual se determinó que 45 de los sujetos eran vigoréxicos y 96 no lo eran.

A partir de este estudio se obtuvo que el 89.9% de los sujetos con dismorfia muscular

consumen o han consumido algún tipo de suplemento, obteniendo un porcentaje para el


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consumo de proteínas de un 89.9%, para el consumo de hidratos de carbono un 48.9% y

también un 48.9% para el consumo de creatina. Por lo que se concluyó que el consumo de

suplementos nutricionales se considera un factor de riesgo para padecer dismorfia muscular,

así como estar en sobrepeso y ser obeso; además, se considera necesario la introducción a

esta investigación de mujeres a la población de estudio, a pesar de que practiquen el deporte

de musculación con menor frecuencia.

Molero, D., Castro R. y Zagalas, M. (2012) elaboraron una investigación de cohorte

prospectivo, cuyo propósito fue determinar el número de participantes afectados de adicción

al ejercicio, asociar indicadores sociodemográficos a niveles elevados de vigorexia y hallar

variables predictoras que permiten explicar un porcentaje de la variable de estudio. Los

participantes fueron 154 deportistas, distribuidos en dos grupos, menores de 30 y mayores

de 30 años.

Los instrumentos utilizados fueron el Cuestionario del “complejo de Adonis” (Olivardia

et al., 2000), que cuenta con una confiabilidad de 0.70.; el cuestionario Autoconcepto Forma

5 (AF5) (García y Musitu, 1999), con índices de confiabilidad que varían entre 0.71 y 0.84;

y el cuestionario Ansiedad Estado-Rasgo (STAI), traducido y validado (Spielberger, Gorsuch

y Lushene, 1999), cuyos coeficientes de consistencia interna varían entre 0.83 y 0.86.

Además, se recogieron datos personales y sociodemográficos de los participantes.

Como resultados de esta investigación se encontró que 62.8% de los sujetos de la muestra

presentaron un grado moderado de vigorexia, hecho que exhibe una grave preocupación por
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su imagen corporal. Asimismo, se encontraron diferencias significativas en las puntuaciones

de vigorexia en función de la edad, experiencias previas negativas, localidad de residencia,

y número de horas de práctica deportiva.

Igualmente, se determinaron las variables favorables en la predicción de la vigorexia, entre

ellas la ansiedad-estado, horas semanales en el gimnasio y la dimensión académico-laboral

del AF5. De modo que, se consideró que estos resultados han aportado para aproximar más

el perfil psicológico de las personas con vigorexia, así como las características básicas que

pueden conducir al desarrollo de esta patología.

Además, se concluye que es importante reflexionar sobre la necesidad de proponer una

educación apropiada para el buen uso del ejercicio físico y el deporte, con el fin de intentar

evitar la aparición de muchos de los trastornos en la imagen corporal. Del mismo modo, al

haberse encontrado variables que actúan como predictoras de la vigorexia, tales como

ansiedad, autoconcepto y horas semanales dedicadas a hacer ejercicio, se podría intentar

modificar estas para el beneficio de los deportistas y podría ser una futura línea de

investigación la puesta en marcha de programas de intervención, dada la importancia de estas

variables en la aparición de la vigorexia.

También, se debe reflexionar acerca de la limitación de los resultados a otros contextos

realizando estudios comparativos entre deportistas de musculación y deportistas de cualquier

otra modalidad, para analizar las diferencias en las puntuaciones obtenidas en ambos grupos.

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Y será preciso abordar trabajos de tipo longitudinal, con el fin de recoger información en

distintos momentos y poder comprobar la evolución de las conductas de riesgo.

Zepeda, P.E., Franco, P.K. y Valdés, M.E. (2011) desarrollaron un estudio transversal

descriptivo, con el objetivo de evaluar la presencia de síntomas de dismorfia muscular y el

estado nutricional en varones usuarios de gimnasios. En esta investigación participaron 100

usuarios de gimnasios con un rango de edad de 18 a 38 años de la ciudad Guzmán, Jalisco,

México y la selección de estos se hizo por medio de un muestreo no probabilístico de tipo

intencional.

Para el estudio se empleó la Escala de motivación por la musculatura (DMS) por

McCreary, D. R. y Sasse, D. K. (2000), que posee adecuada confiabilidad de 0.84 en hombres

y 0,77 en mujeres; igualmente, se tomaron medidas antropométricas y datos generales. Los

resultados mostraron que el 22% de los sujetos presentaron síntomas de dismorfia muscular,

mientras que el 78% no evidenciaron síntomas. Además, la dieta que llevaron a cabo los

sujetos con dismorfia muscular era más alta en proteínas y estos asistían al gimnasio más días

y horas a la semana y el 20.4% consumían sustancias para aumentar masa muscular en mayor

medida que el grupo sin síntomas.

De esta forma, se concluyó que una cantidad importante de usuarios de gimnasios

presentaron síntomas de dismorfia muscular, asimismo la composición de su dieta y consumo

de sustancias puede alterar de manera significativa su estado nutricional y su salud. Lo cual

debe tomarse en cuenta, ya que algunos deportistas y entrenadores desconocen o ignoran el


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impacto real que tiene la implementación de estas acciones para el aumento de masa

muscular, las cuales comprometen su salud tanto física como mental.

Baile (2006), sustentado en su estudio del reconocimiento y evitación de la vigorexia

(2005) en conjunto con el aporte del artículo de la vigorexia como trastorno cultural y las

prioridades en la actuación desde la atención primaria, estableció estrategias de búsqueda

utilizando componentes del sistema establecido por la medicina de la evidencia,

comprendiendo un periodo de evaluación de 10 años para evaluar los cambios generados

ante el surgimiento de las nuevas tecnologías y redes sociales en la epidemiologia del

trastorno.

Para el estudio, se utilizó una plataforma web llamada Ficha de Lectura Crítica (FLC) para

la evaluación y valoración de los artículos que sustentaban dicha investigación, lo que

permitió obtener amplia información para la elaboración de tablas de evidencias en las que

se describieron los resultados de cada estudio analizado. La calidad de ello se clasificó

siguiendo los criterios utilizados por la Agency of Health Care Research and Quality

(AHRQ), criterios que evalúan y clasifican la calidad de la evidencia, así como la fuerza de

las recomendaciones.

Para la muestra poblacional, se seleccionaron en su mayoría, usuarios de gimnasios o

centros deportivos, aunque también se les proporcionó atención a estudiantes tanto

universitarios como preuniversitarios, y se destaca la inclusión de un primer estudio

relacionado con la dismorfia muscular en una población masculina y femenina de militares


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(Campagna et al., 2016). Asimismo, al respecto de la edad de los participantes, se incluyeron

rangos comprendidos entre los 16 a los 45 años, sin embargo, las edades predominantes en

las muestras eran entre los 18 y 30 años. Cabe destacar que, al incluir y contemplar el análisis

de poblaciones femeninas, se logra generar una perspectiva diferente.

Los resultados arrojaron cifras de prevalencia que oscilaban entre el 2% y el 56% con una

media de 19.5%, donde a pesar de elegir mayormente muestras de sujetos masculinos por ser

mayoría en un principio de la población vigoréxica en usuarios de gimnasios, actualmente se

han generado cambios en dicho patrón, ya que las mujeres también forman parte de esta

actividad. Es importante resaltar que de acuerdo con los estudios realizados en Estados

Unidos (Campagna et al., 2016) se halló mayor prevalencia en las mujeres frente a los

varones de la actualidad.

Se concluye en base a este estudio, que es la misma sociedad impulsada por los cambios

tecnológicos y demandas de la moda, lo que influye de forma significativa en la prevalencia

e incrementación del trastorno y que el hecho de las mujeres actualmente padecerlo en mayor

proporción presenta un ampliación en cuanto al índice riesgo; sin embargo, se considera que

es un problema que se mantendrá en evolución e invitan a reflexionar sobre la variabilidad

del mismo, por lo que deberá continuar estudiándose frecuentemente.

Adams y Kirby (2003) llevaron a cabo fundamentalmente el estudio para la explicación

de la vigorexia, en los que hacen referencia a factores predisponentes, desencadenantes y

mantenedores de la afección de estudio; factores que se encuentran en frecuente interacción


17
y son percibidos desde los puntos de vista socioculturales, sociales y psicológicos. Para ello,

entre los modelos que ya estaban planteados por diversos autores, acerca de los factores

implicados en el desarrollo de la vigorexia, posteriormente toman el modelo presentado por

Baile (2005), quien habla de los indicadores asociados a cada factor.

En base a este estudio, se logra identificar y describir los factores que son predisponentes

y desencadenantes, como es ser hombre entre 18 y 35 años, vivir en una sociedad de culto al

cuerpo, manifestar tendencias obsesivo compulsivas, baja autoestima, tendencias adictivas y

haber sufrido en su vida alguna vez experiencias negativas con el cuerpo o apariencia, por su

escaso tamaño o fuerza; y factores mantenedores como lo es el refuerzo, reconocimiento y

ambiente social favorecedor, subcultura del fisicoculturismo, evitación de sensaciones

negativas por la imagen corporal, escape de pensamientos intrusivos y reducción de la

ansiedad ante la compulsiva necesidad de hacer ejercicio.

Se concluye por parte de dichos autores, que los factores antes mencionados son

vivenciados por la generalidad de la población que padece de vigorexia, comprobado tanto

en investigaciones anecdóticas como en empíricas, y que por tanto, estos individuos

dependientes del ejercicio han notificado síntomas de retirada o síntomas negativos en

general, cuando no han podido hacer ejercicio, similares a los síntomas manifestados por

sujetos con otros tipos de adicción influidos por el contexto en el que se encuentren ubicados;

esto desde las perspectivas psicológicas, sociales, socioculturales, las cuales son

determinadas por los factores que predisponen, desencadenan y mantienen dicho trastorno.

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Choi, P. Y. L., Pope, H. G. y Olivardia, R. (2002) llevaron a cabo un estudio comparativo

de casos y controles, con el propósito de estudiar más allá la naturaleza de la dismorfia

muscular examinando la percepción de la imagen corporal en aquellos levantadores de pesas

con la alteración, comparados con un grupo control. En este caso utilizaron para la evaluación

el Cuestionario multidimensional de relaciones cuerpo-yo (Multidimensional Body-Self

Relations Questionnaire (MBSRQ) por Cash, T. F. (2000), el cual cuenta con una

confiabilidad de 0.88 y una correlación test-retest de 0.85. La muestra se reclutó de 23

gimnasios de Boston, Estados Unidos, conformándose dos grupos, el grupo con dismorfia

muscular y el grupo control; ambos con un rango de edad entre 18 y 30 años.

Como resultado se encontró que los grupos difirieron significativamente en cuanto a la

evaluación de la apariencia (t= 2.88, df= 52, p= 0.006) y la orientación de esta (t= 2.84,

df=52, p= 0.006). Asimismo, los sujetos del grupo de dismorfia muscular se consideraron

menos atractivos, le dieron mayor importancia a su apariencia y se consideraron menos

saludables. Además, los sujetos con la alteración resultaron menos satisfechos con su cuerpo

(t= 2.93, df= 51, p=0.005) y más preocupados por su peso corporal que el grupo control (t =

2.16, df= 51, p= 0.01).

En función a estos resultados, se consideró que es necesario explorar más a fondo la

naturaleza de la dismorfia muscular, debido a que se ha producido mayor aceptación del

ejercicio físico como una actividad deseable, gracias al cambio cultural producido en los

últimos años, donde la apariencia del hombre es cada vez más visible. De esta forma, la

dismorfia muscular puede ser una consecuencia negativa inherente a la realización del
19
ejercicio físico. Además, se señaló que se debe responder a las preguntas de cómo prevenir

la psicopatología y qué hacer al respecto, lo cual es importante tanto para los investigadores

como para quienes practican el levantamiento de pesas.

Olivardia, R., Pope, H. G. y Hudson J. I. (2000) realizaron una investigación con el

objetivo de determinar la dismorfia muscular en hombres levantadores de pesas, la cual se

considera un estudio de comparación de casos y controles. Para esta investigación los autores

entrevistaron a un grupo de 24 hombres con dismorfia muscular y a un grupo control de 30

hombres levantadores de pesas considerados normales, reclutados de gimnasios en el área de

Boston, Estados Unidos.

Con respecto a la recolección de datos, se recogieron datos sociodemográficos y se

tomaron medidas fisiológicas y psicológicas. Para ello, se empleó la entrevista clínica

estructurada para el DSM-I-Versión pacientes (The Strutured Clinical Interview for DSM-

IV-PatientVersion, SCID-P) por First, M. B., Spitzer, R. L., Gibbon, M. y Janet, B. W.

(2002); la escala de obsesiones y compulsiones modificada por Yale-Brown para la dismorfia

corporal (The Body Dysmorphic Disorder Modification of the Yale-Brown Obsessive

Compulsive Scale ), por Phillips, K. A., Hollander, E., Rasmussen, S. A., Aronowitz, B. R.,

DeCaria, C., Goodman, W.K. (1997), con una confiabilidad de 0.91;así como el Cuestionario

del “complejo de Adonis” realizado por los autores de esta investigación, el cual cuenta con

un Alpha de Cronbach de 0.70.

20
Como resultado se obtuvo que el 52% de los hombres con dismorfia muscular no les

gustaba su cuerpo, el 46% estaban insatisfechos con la proporción del mismo y el 8% estaban

convencidos de ser pequeños cuando no lo eran. Asimismo, el 8,3% de la muestra con

dismorfia muscular presentó abandono de las actividades sociales y el 58% de esta evidenció

evitación de las mismas. Igualmente, el 54% no tenía el control sobre el levantamiento de

pesas, el 46% usaban esteroides y el 54% de la muestra con dismorfia muscular realizaba

dieta.

Estos resultados sugieren que la mayoría de los levantadores de pesas no exhiben niveles

elevados de la psicopatología; sin embargo, el subgrupo con dismorfia muscular exhibe

discapacidad. Debido a la severidad de dicha alteración para ellos es importante categorizar

la epidemiologia de este síndrome, el cual es considerado secreto, e investigar en cuanto a

tratamientos potenciales para este.

Finalmente, una vez leídos y analizados los estudios previamente mencionados, tomando

en cuenta la evolución del trastorno ante el ímpetu por la moda, lo estético, el determinismo

y presión social; así como el mercadeo y estigma tecnológico, se busca mediante la presente

investigación, proporcionar amplitud y sustento psicoeducativo acerca de la detección,

manejo e intervención pertinente para los sujetos que padecen vigorexia; logrando atribuir

concientización y adecuado manejo acerca de ello al propio individuo, a los profesionales de

la salud y la población en general, a fin de reducir la alarmante falta de conciencia social

fuera de ámbitos salubres que logran mantener o incrementar el problema.

21
Es considerable destacar la importancia de la existencia de una adecuada supervisión y

orientación, tanto psicológica, médica y deportiva para todo usuario de gimnasio ante la

complejidad y multicausalidad del trastorno; de manera que estos puedan lograr de forma

satisfactoria la realización de la actividad física, a través de lo cual aparte de obtener mejorías

a nivel visual en el cuerpo, les permita a estos individuos gozar de buena salud tanto física

como psicológicamente.

Bases teóricas de la investigación

Para la realización de la presente investigación es necesario desarrollar una revisión

documental en fundamento a la variable vigorexia o dismorfia muscular (DM), lo cual es

esencial para el desarrollo y comprensión del estudio; además, se hace indispensable la

consulta de diversos autores con experiencia en el área de la psicología e investigación de la

variable antes mencionada. En este orden de ideas, a continuación, se exponen las bases

teóricas encargadas de servir como soporte a la investigación.

Vigorexia o dismorfia muscular

Fanjul-Peyró y González-Oñate (2009), conceptualizan la vigorexia en términos generales

como “una psicopatología somática que se caracteriza, principalmente, por una percepción

alterada de la propia constitución física, unida a una sobreestimación de los beneficios

psicológicos y sociales de tener un cuerpo musculado” (p. 25). Asimismo, Castro López

(2013), señala que:


22
La vigorexia puede definirse como un trastorno que se caracteriza por una
preocupación extrema por verse con poca masa muscular, cuando en realidad
se es musculoso, renunciando a oportunidades sociales y ocupacionales a
causa de la necesidad de ejercitarse y evitando situaciones donde el cuerpo
pueda ser visto en público. (p. 48)

Por otra parte, Pope, Phillips y Olivardia (2002) la conceptualizan como una obsesión

enfermiza por desarrollar masa muscular, lo cual hace que se vea afectada la vida psicológica

y social, con complicaciones incluso médicas. Estos autores coinciden que la vigorexia se

trata de una psicopatología, que afecta de manera significativa los aspectos psicológicos y

sociales del sujeto. Es relevante destacar, según lo establecen Fanjul-Peyró y González-Oñate

(2009) y Castro López (2013), que los sujetos vigoréxicos presentan una alteración de la

imagen corporal, que les genera una preocupación excesiva con respecto a esta, por lo tanto,

se perciben poco musculosos aun cuando ya poseen desarrollada musculatura.

A esta preocupación, de acuerdo con Pope et al. (2002), se le añade una obsesión por la

actividad física con el fin de aumentar masa muscular, lo que puede traer consecuencias

negativas para quienes padecen la alteración. La realización de ejercicios en exceso es una

de las características más evidentes de los sujetos con el trastorno, lo cual es uno de los

aspectos de gran interés en esta investigación, como consecuencia de la percepción errónea

del esquema corporal y la preocupación que pueden presentar los sujetos de la población que

se pretende estudiar.

En relación con lo anterior, Van Ameringen, Patterson y Simpson (2014) señalan que la

dismorfia muscular está relacionada con el ejercicio excesivo para lograr una gran masa
23
muscular, que lleva a las personas a obsesionarse por el levantamiento de pesas y llevar dietas

estrictas, que en casos extremos producirá una calidad de vida pobre y puede ir acompañado

del abuso de sustancias, como el caso de los esteroides.

En esta definición, a la práctica excesiva de ejercicio físico, según los autores,

específicamente el levantamiento de pesas, se le añade la realización de dietas severas para

alcanzar una mayor musculatura, así como el consumo de sustancias peligrosas. Esto también

ha sido tomado en cuenta en el estudio dentro de las medidas extremas que pueden llevar a

cabo los sujetos vigoréxicos con el propósito de alcanzar la perfección.

De igual forma, según la Asociación Americana de Psiquiatría (2014), la DM consiste en

la preocupación por la idea de tener imperfecciones en el aspecto físico, en este caso, que el

cuerpo no es suficientemente musculoso o demasiado pequeño, lo cual trae como

consecuencia la realización de comportamientos y conductas repetitivas en cuanto a

levantamiento de pesas, dieta o ejercicio de forma excesiva, e incluso el consumo de

sustancias potencialmente peligrosas, con la finalidad de obtener mayor masa muscular. Esto

generando un malestar significativo y deterioro en la vida de las personas; de esta manera, la

dismorfia muscular se considera un especificador del trastorno dismórfico corporal.

En el mismo sentido, Rodríguez-Molina (2007), plantea que se trata de un trastorno de

tipo cognitivo, en el cual el sujeto percibe incorrectamente su propia imagen, respaldando

también la dismorfia muscular como una variante del trastorno dismórfico corporal. De

acuerdo con esto, ambas definiciones relacionan que en la dismorfia muscular el sujeto
24
presenta una alteración en cuanto a la percepción de su apariencia física, percibiéndose

delgado o pequeño cuando en la realidad posee significativo desarrollo muscular; lo cual, a

su vez, muestra gran coincidencia con la mayoría de las definiciones que han sido

previamente expuestas respecto a la alteración.

Es importante destacar, que ambas definiciones establecen que la dismorfia muscular está

incluida dentro del trastorno dismórfico corporal, es decir, que es una variante de este, lo cual

es de suma relevancia para el proceso de investigación. Igualmente, la Asociación Americana

de Psiquiatría (2014), hace especial énfasis en la realización excesiva de ejercicio físico,

levantamiento de pesas y dietas, que también se han mencionado en la mayoría de las

definiciones antes expuestas y que son de profundo interés para la investigación, ya que la

misma busca precisar estas medidas extremas en los usuarios habituales de gimnasios.

Finalmente, es de gran relevancia señalar la definición propuesta por Baile (2005), quien

es el autor central de la presente investigación y establece que la vigorexia consiste en:

Una alteración de la salud caracterizada por una preocupación patológica de


ser débil y no tener suficiente desarrollo muscular del cuerpo (aun teniéndolo)
y que se manifiesta en la incapacidad de ver con exactitud el tamaño del propio
cuerpo, con comportamientos obsesivos y negativos relacionados con la
apariencia (exceso de ejercicio, dieta inapropiada, consumo de sustancias
peligrosas). (p. 35)

Por lo tanto, se hace evidente que esta definición constituye la base del estudio, ya que

abarca con amplitud todos los aspectos relevantes mencionados previamente en las diversas

25
definiciones expuestas, coincidiendo con estas. En este caso, Baile (2005) destaca la

incapacidad que tienen los sujetos de percibir su propio cuerpo con exactitud, de modo, que

se constata una alteración de la imagen corporal, y asimismo, establece la preocupación

excesiva que conlleva el trastorno. Igualmente, señala todos los comportamientos obsesivos

que realizan los sujetos vigoréxicos al verse poco musculosos, como el ejercicio físico

excesivo, el consumo de sustancias peligrosas y la adopción de una dieta inapropiada.

Aspectos que se necesitan precisar para determinar cómo es la vigorexia en la población de

interés.

Características de la vigorexia

En función de lo anteriormente expuesto, es común que las personas vigoréxicas inviertan

muchas horas de su tiempo en el gimnasio, muestren alteraciones es sus hábitos de

alimentación, consumiendo exageradamente suplementos proteicos con componentes

quemadores de grasas o que abusen de sustancias peligrosas, principalmente esteroides

anabolizantes para lograr con mayor rapidez desarrollo muscular, lo cual trae como

consecuencia la posibilidad de múltiples complicaciones médicas e incluso letales.

Esta preocupación excesiva por la apariencia física y la búsqueda incesante de la belleza

acompaña a una distorsión de la imagen corporal, llevando a estas personas a una continua

práctica deportiva sin límites, sin ser conscientes de los riesgos que dichas acciones conllevan

para su salud. En este orden de ideas, Vives y Garcés de los Fayos (2013) señalan como

características definitorias de la vigorexia:


26
1. La necesidad de acudir al gimnasio, ritual que alcanza varias horas diarias.

2. Sensación de culpa si se produce un fallo en la rutina de práctica deportiva.

3. Objetivo de aumentar hasta el infinito su masa muscular, la cual nunca llega a ser

suficiente.

4. Pensamientos de cuerpo perfecto como el que tiene el mayor músculo posible.

5. El deporte se convierte en su vida sin límites.

6. La alteración de la imagen corporal es el componente principal.

7. Obsesión por la mejora de ciertos defectos físicos; de modo que, no se sienten a gusto

con su propio cuerpo.

8. Dieta estricta que suele consistir en una ingestión masiva de proteínas e hidratos de

carbono y total ausencia de grasa.

9. Presentan baja autoestima, son poco maduros y piensan que tienen poco atractivo entre

el sexo opuesto debido a su aspecto físico.

10. Son exigentes consigo mismos, perfeccionistas, introvertidos y extremistas.

11. Presentación de síntomas de otras alteraciones como ansiedad, depresión y trastornos

obsesivo-compulsivos.

Por otra parte, Baile (2005) considera como manifestaciones clínicas más importantes de

la vigorexia las siguientes:

1. Preocupación por ser débil o poco musculoso.

2. Incapacidad de ver con objetividad el propio cuerpo, aun teniendo un cuerpo grande y

musculado, que deriva en insatisfacción corporal.


27
3. Permanente autobservación para verificar el tamaño de los músculos.

4. Pensamientos obsesivos y permanentes sobre no ser lo suficientemente grande, ser

demasiado pequeño o sobre cómo mejorar su aspecto.

5. Pobre consciencia sobre su incapacidad de verse con objetividad.

6. Ansiedad o depresión por sus sentimientos negativos hacia su cuerpo.

7. Autoestima afectada.

8. Conductas alteradas con respecto a la imagen corporal, evitar sitios públicos donde se

vea el cuerpo, llevar ropas especiales.

9. Necesidad compulsiva de realizar ejercicios con pesas para incrementar el tamaño

corporal.

10. Afectación de la vida social, familiar y sentimental por el cuidado del cuerpo, el

entrenamiento y la dieta.

11. A veces, consumo de sustancias peligrosas para el desarrollo muscular (el consumo

de hormonas es 7 veces más usual entre personas con vigorexia que entre culturistas no

vigoréxicos)

12. Excesivo control de la dieta

13. Abuso de esteroides anabolizantes y suplementos alimenticios.

De este modo, se evidencia que estos autores tienen una concepción común con respecto

a ciertas características del trastorno, como la necesidad del sujeto por acudir al gimnasio

para realizar ejercicio, la preocupación e insatisfacción que padecen por su cuerpo como

consecuencia de la incapacidad de verse con objetividad, así como la obsesión permanente

28
de no ser suficientemente grande. Además, los autores concuerdan en que estos síntomas

pueden estar acompañados de otras alteraciones psicológicas como ansiedad o depresión.

En relación con la dieta que llevan a cabo quienes padecen de vigorexia, coinciden en su

carácter estricto; sin embargo, Vives y Garcés de los Fayos (2013) resaltan la ingesta masiva

de proteínas e hidratos de carbono, es decir, dietas hiper-proteícas con total ausencia de

grasas; mientras que Baile (2005) destaca el consumo de sustancias peligrosas para el

desarrollo muscular, como hormonas o esteroides anabolizantes.

De esta forma, en los usuarios habituales de gimnasios existe la posibilidad de que la

vigorexia se presente con estas características, sobre todo, con insatisfacción y preocupación

por su imagen corporal, con una incapacidad de tomar consciencia y verse con objetividad,

una realización excesiva de ejercicio físico, pasando muchas horas en el gimnasio; además,

la adopción de un régimen alimenticio estricto, así como el consumo sustancias perjudiciales

como esteroides y suplementos proteicos, todo con el propósito de aumentar de masa

muscular, aun cuando en realidad están suficientemente musculosos.

Dimensiones de la vigorexia

Carmona (2016) establece que existen tres dimensiones de la alteración.

• Preocupación por la apariencia, que se define como la inquietud constante por no tener

la apariencia física que se considera adecuada para una buena relación con los demás. Dentro

29
de esta dimensión se describen situaciones en las que la apariencia afecta la vida social de

las personas tales como la vida de pareja, el trabajo, la escuela, la amistad, entre otros. Las

personas dejan de hacer ciertas cosas por mejorar su apariencia. Además, esta preocupación

genera malestar y deterioro en sus vidas.

• Esfuerzo invertido, dimensión que incluye las actividades encaminadas al

mejoramiento de la apariencia. Esta refleja el nivel de control que tienen las personas sobre

su apariencia física, es decir, cuánto esmero, energía, pensamientos e ingresos invierten en

su apariencia y en cómo se ven. Desde esta perspectiva se describen comportamientos y actos

repetitivos como respuesta a la preocupación por el aspecto.

• Medidas extremas, las cuales consisten en actividades que incluyen el uso de sustancias

o ejercicio físico excesivo para lograr la apariencia deseada, incluyendo algunas medidas

extremas para mejorar su apariencia. Asimismo, se describen conductas extremas que el

sujeto sigue para aumentar su masa corporal o cambiar su apariencia.

Estos aspectos de la DM pueden verse reflejados en los sujetos vigoréxicos, y se buscan

determinar en la población de interés, ya que como se ha expuesto en la problemática del

estudio, la mayoría de ellos a consecuencia de la insatisfacción corporal manifiestan

preocupación por la propia imagen, lo cual genera a su vez que se vea afectada la vida social

del individuo, invirtiendo mucho más tiempo en mejorar su apariencia, pasando muchas

horas en el gimnasio realizando cada vez más ejercicio, llegando ser excesivo; también, el

30
consumo sustancias que repercuten su salud y el empleo de dietas restrictivas es característico

en estos sujetos; todo con el fin de alcanzar un cuerpo mucho más musculado.

Otras variables relacionadas con la vigorexia

Imagen corporal

Son distintos los aspectos relacionados con la vigorexia, la cual radica en la alteración de

la imagen corporal; de modo que, el término imagen corporal constituye un cimento teórico

bastante utilizado en el área de la psicología, el deporte y sobre todo en el fitness. Por ende,

es relevante establecer una clara definición con respecto a lo que es imagen corporal, ya que

de esta manera se puede explicar de forma más amplia la alteración que se busca estudiar en

la presente investigación.

De acuerdo con Raich (2000), la imagen corporal consiste en la representación del cuerpo

que cada persona construye en su mente. Asimismo, Schilder (1950), la define como esa

figura de nuestro cuerpo que formamos en nuestra mente, es decir, se trata de la forma en la

cual nuestro cuerpo se nos representa a nosotros mismos. Igualmente, Baile (2003) propone

una definición de imagen corporal como constructo psicológico complejo, que hace

referencia a cómo la autopercepción del cuerpo o apariencia genera una representación

mental, compuesta por un esquema corporal perceptivo, así como las emociones,

pensamientos y conductas asociadas.

31
Por consiguiente, la imagen corporal no solo se refiere a la manera en que uno percibe su

cuerpo, sino también la forma en que uno siente y actúa sobre estas percepciones por lo quees

una parte importante del autoconcepto. De esta manera, se evidencia la estrecha relación que

existe entre vigorexia e imagen corporal, ya que las personas con la alteración perciben una

imagen corporal distinta a la real, llegando a producir sesgos en su autopercepción, asimismo,

sienten insatisfacción con su propio cuerpo llevando a cabo conductas repetitivas y dañinas

en función de esa percepción errónea.

Insatisfacción corporal

La insatisfacción corporal se refiere al malestar y la insatisfacción que siente una persona

con su cuerpo, la cual incluye valoraciones de partes específicas de todo el cuerpo o partes

de él, que tienden a sobreestimar o distorsionar sus proporciones con connotaciones negativas

(Baile y Velázquez-Castañeda, 2006). Estas evaluaciones de partes o de la totalidad del

cuerpo incluyen cogniciones que hacen referencia a los patrones de pensamiento en los que

la apariencia física se cuestiona, se compara o existen deseos de modificarla, pasando a ser

percibida de forma negativa.

En este sentido, estas cogniciones provocan a su vez, emociones de malestar que en

general hacen referencia a la ira, la ansiedad y la tristeza, y los comportamientos que se

producen están muy asociados a conductas de evitación, comprobación y purgación (Solano

y Cano, 2010). De modo que, la insatisfacción con la imagen corporal se define como una

32
manifestación de desacuerdo del individuo con la forma y tamaño de su cuerpo o partes de

este, que no corresponde con una realidad objetiva (Baile, Raich y Garrido, 2003).

De esta manera, la insatisfacción corporal también tiene una gran relación con la vigorexia

o la DM, debido a que los sujetos con vigorexia al percibir su apariencia física de manera

alterada y negativa manifiestan insatisfacción con la misma, lo cual afecta varios aspectos de

su vida, como el emocional, ejerciendo además conductas como mirarse al espejo reiteradas

veces para verificar si están suficientemente musculosos, el aislamiento para no ser juzgados

por otras personas, entre otras, considerándose uno de los factores de riesgo más importantes.

Trastorno dismórfico corporal

Es importante señalar que el término para referirnos a la alteración de la imagen corporal

ha cambiado históricamente desde el siglo XIX. Inicialmente, Enrico Morselli (1891)

propuso el término dismorfofobia, que significa literalmente miedo a la propia forma,

asimismo, constata que se refiere al sentimiento subjetivo de fealdad o defecto físico que el

paciente cree que es evidente para los demás, aunque su aspecto está dentro de los límites de

normalidad. Sin embargo, esta patología no fue considerada como trastorno mental sino hasta

los años 80, en la tercera edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos

Mentales (DSM-III, 1980), pero fue en la versión revisada (DSM-III-R, 1987), donde se

cambió el término dismorfofobia por el de trastorno dismórfico corporal (TDC), subgrupo de

los trastornos somatomorfos.

33
El TDC consiste en una preocupación excesiva por un defecto en el aspecto físico, que

puede ser imaginario o real, esta alteración se refiere a cuestiones de asimetría o

desproporción, ya sea facial o corporal (Asociación Americana de Psiquiatría, 2002). Por su

parte, en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales

(2014), el TDC se incluye dentro de los trastornos obsesivos compulsivos, caracterizado por

síntomas cognitivos tales como defectos percibidos en la apariencia física, que generan la

realización compulsiva y repetitiva de comportamientos y conductas. Asimismo, este

trastorno está determinado por los siguientes criterios diagnósticos:

A. Preocupación por uno o más defectos o imperfecciones percibidas en el aspecto físico

que no son observables o parecen sin importancia a otras personas.

B. En algún momento durante el curso del trastorno, el sujeto ha realizado

comportamientos (por ejemplo, mirarse en el espejo, asearse en exceso, rascarse la piel,

querer asegurarse de las cosas) o actos mentales (ej.: comparar su aspecto físico con el de

otros) repetitivos como respuesta a la preocupación por el aspecto.

C. La alteración causa deterioro o malestar clínicamente significativo en lo social, laboral

u otras áreas del funcionamiento.

D. La preocupación por el aspecto no se explica mejor por la inquietud acerca del tejido

adiposo o peso corporal en un sujeto cuyos síntomas cumplen los criterios diagnósticos de

un trastorno de la conducta alimentaria.

En este orden de ideas, es evidente que las personas que padecen de TDC presentan una

excesiva preocupación por defectos percibidos en su apariencia física, por lo que se


34
consideran feos, poco atractivos, anormales o deformes; además, estos defectos no son

observables o solo son apreciados de forma leve por las demás personas. También, esta

preocupación resulta molesta, no deseada y consume mucho tiempo, entre 3 y 8 horas diarias,

y por lo general es difícil de controlar.

Igualmente, esta preocupación por la imagen corporal conlleva a que los sujetos lleven a

cabo ciertos comportamientos o actos mentales, sintiéndose impulsados a realizar estas

conductas que no son placenteras y pueden aumentar su ansiedad y disforia, las cuales

requieren bastante tiempo y son difíciles de resistir. Como, por ejemplo, comprobación

repetitiva de los defectos percibidos usando espejos o bajo examen directo, conducta que se

evidencia en sujetos con vigorexia; asimismo, una excesiva preparación en cuanto al peinado,

estilo, afeitado o depilación, el disimulo del aspecto mediante la utilización de mucho

maquillaje o cubriendo áreas que no le gustan con objetos como sombreros, ropa o haciendo

uso del cabello.

Del mismo modo, se puede manifestar en los sujetos con TDC la comprobación de cómo

se aprecian los defectos percibidos, tocando las partes que no les gustan para la

comprobación; también, el levantamiento de pesas o el ejercicio excesivo, lo cual se constata

de manera significativa en las personas con vigorexia o dismorfia muscular; así como la

búsqueda de tratamientos cosméticos. Algunos se broncean excesivamente para disminuir

los defectos percibidos, se cambian varias veces la ropa y realizan compras compulsivas de

productos de belleza.

35
De esta forma, se establece que la vigorexia o dismorfia muscular está incluida dentro del

TDC como especificador, en este caso el sujeto presenta una preocupación por la idea de que

no es lo suficientemente musculado o se percibe a sí mismo como demasiado pequeño,

realizando en consecuencia dieta y ejercicio excesivo, llegan además a utilizar esteroides

anabolizantes androgénicos y sustancias peligrosas para tratar de conseguir un cuerpo más

musculoso, aunque ya lo tengan.

En este sentido, este especificador es el aspecto de mayor interés para la investigación, ya

que se busca determinar cómo es la vigorexia en los usuarios habituales de gimnasios, por lo

que además de conocer simplemente que es la vigorexia y como se caracteriza, es importante

ir de lo general a lo específico, teniendo claro de qué se trata el TDC y cómo este puede verse

reflejado en los usuarios habituales de gimnasios en forma de dismorfia muscular.

Modelos de la vigorexia

Modelo de vigorexia según Lanzt, Rhea y Mayhew (2002)

La explicación acerca de la vigorexia se ha llevado a cabo fundamentalmente desde

modelos multicausales, en los cuales se suele hacer referencia a factores predisponentes,

desencadenantes y mantenedores de la afección de estudio, dichos factores se encuentran en

constante interacción y suelen ser socioculturales, sociales y psicológicos. Entre los modelos

propuestos con respecto a los factores implicados en el desarrollo de la vigorexia,

encontramos el modelo multidimensional propuesto por Lanzt, Rhea y Mayhew (2002),


36
quienes proponen la clasificación de los factores implicados en la vigorexia en tres

categorías.

1. Factores precipitantes, los cuales incluyen la autoestima y la insatisfacción corporal.

2. Características conductuales que interactúan con el trastorno siendo

consecuencias negativas (objetivas) y reforzantes (subjetivas) a la vez, como restricciones

alimentarias, abuso farmacológico y dependencia física. Asimismo, el tamaño corporal y la

simetría se considera el objetivo para quienes padecen el trastorno, por lo que deben realizar

restricciones alimenticias, que se complementarán con los suplementos y la realización de

ejercicio.

3. Consecuencias del trastorno, como narcisismo, alienación y aceptar el trastorno.

Gráfico 1. Modelo de vigorexia según Lanzt et al. (2002)

37
En este modelo se evidencia la manera en la cual se puede manifestar la vigorexia en

usuarios habituales de gimnasios, iniciando con la insatisfacción corporal y la baja

autoestima como factores desencadenantes de esta; asimismo, es importante destacar que

pueden llevarse a cabo ciertas conductas, generándose la dependencia al ejercicio, el abuso

de fármacos y suplementos alimenticios, así como las limitaciones alimentarias, de las cuales

se ha hecho especial énfasis como problema en la presente investigación; finalmente, la DM

trae como consecuencia que en el sujeto se desarrolle narcisismo, alienación, e incluso puede

suceder que este llegue a simplemente aceptar el trastorno como parte de su vida.

Modelo de vigorexia según Baile (2005)

Por otra parte, es conveniente destacar el modelo, también multicausal, presentado por

Baile (2005) debido a su relevancia para el estudio, ya que abarca no solo factores

psicológicos como en el modelo anterior, sino que también toma en cuenta el ambiente y la

sociedad en la cual se desarrolla el individuo, que se considera importante en relación con el

problema formulado en la presente investigación. En este modelo se abordan los siguientes

aspectos.

1. Factores predisponentes, que se refieren a factores genéticos, del entorno ambiental y

social, experiencias previas, etc., que predisponen, pero no causan el desarrollo del trastorno,

salvo si hay un factor desencadenante. El mismo autor incluye entre los indicadores ser

hombre, de 18 a 35 años, vivir en una sociedad de culto al cuerpo, en la cual el hombre es

bello, si está delgado y musculado; asimismo, manifestar tendencias obsesivo-compulsivas,


38
así como poseer tendencias adictivas. Según Baile (2005), también son indicadores que el

sujeto haya sufrido en su vida alguna vez experiencias negativas con el cuerpo o apariencia,

por su escaso tamaño o fuerza y que posean baja autoestima.

2. Factores desencadenantes, los cuales hacen alusión a aspectos individuales y

ambientales, que en este caso sí son capaces de provocar el inicio del trastorno. En este orden

de ideas, se incluyen como desencadenantes de la vigorexia alguna experiencia traumática

estresante relacionada con el cuerpo, consumo de ciertas sustancias, como esteroides

anabolizantes androgénicos o suplementos proteicos, así como baja autoestima.

3. Factores mantenedores, que hacen referencia a aquellos que son consecuencia del

trastorno o que ocurren paralelamente y que tienen un efecto de reforzamiento sobre este,

provocando que se mantenga y agrave. Dentro de este grupo se destacan aspectos como el

refuerzo y reconocimiento social, debido que realizar ejercicio físico se considera una

actividad adecuada y saludable, que, de hecho, en principio lo es, sin embargo, al realizarse

excesivamente llega a ser perjudicial para la salud del individuo.

Asimismo, pertenecer a la subcultura del culturismo o al fitness se considera como factor

mantenedor de la vigorexia, el cual es una continuación del aspecto anterior, puesto que el

mundo de quienes realizan ejercicio físico es el gimnasio, integrado por personas que

persiguen objetivos parecidos a los suyos. También, es considerada la evitación de

sensaciones negativas por la imagen corporal, lo que lleva a los sujetos vigoréxicos a aislarse

y evitar frecuentar sitios en los cuales puedan ser juzgados por su apariencia, lo cual es
39
perjudicial para su vida social y laboral.

Igualmente, se señala el escape de los pensamientos obsesivos dentro de este grupo de

factores, la reducción de la ansiedad por la necesidad compulsiva de hacer ejercicio, ya que

mediante la realización de todo el ejercicio que creen necesario, evitan la sensación de no

estar haciendo lo suficiente para conseguir su meta, y en el gimnasio pueden estar

constantemente mirándose al espejo y viendo los cambios que se están produciendo en su

cuerpo, cambios que no les parecerán lo suficientemente buenos.

Gráfico 2. Modelo de vigorexia propuesto por Baile (2005)

En este modelo se señala la existencia de factores que pueden predisponer al trastorno,

como la sociedad donde se desarrolla el sujeto, acotando que en la sociedad actual existe un

40
gran culto al cuerpo y a la apariencia física, poseer tendencias obsesivo-compulsivas, tener

baja autoestima y haber tenido experiencias negativas, asimismo, Baile (2005) establece que

ser hombre predispone la aparición del trastorno, sin embargo, aunque la vigorexia se da

mayormente en hombres, también puede constatarse en mujeres.

Además, se evidencia como experiencias traumáticas con respecto al propio cuerpo y el

consumo de sustancias, como esteroides anabolizantes, pueden desencadenar el trastorno.

Finalmente, se reflejan factores mantenedores que son consecuencia de la vigorexia como

reconocimiento social, evitación de las sensaciones negativas, escape de pensamientos

obsesivos, reducción de la ansiedad mediante el ejercicio excesivo, entre otros, los cuales

además refuerzan el trastorno y son capaces de agravarlo.

En este orden de ideas, estos factores pueden manifestarse en la población de interés, ya

que muchos de los sujetos con vigorexia realizan ejercicio excesivo para disminuir la

ansiedad que les produce no tener el cuerpo con proporciones perfectas, consumen esteroides

anabolizantes, aunado a la restricción alimentaria, presentan insatisfacción corporal lo cual

se relaciona con baja autoestima, pasan la mayoría del tiempo en ambientes donde la

apariencia física es lo más importante, entre otros factores que traen consecuencias en la vida

del sujeto, y si no se toma consciencia de ellos, pueden llegar a agravar el trastorno y a

impactar la salud tanto psicológica como física de quienes asisten habitualmente al gimnasio.

Por último, una vez efectuada toda la revisión documental de acuerdo con diversos autores

en relación con la variable de estudio, se puede comprender desde una perspectiva más
41
amplia qué es la vigorexia o la DM y cómo se caracteriza, cuáles son sus dimensiones y las

variables relacionadas con el trastorno, así como los modelos planteados de cómo esta puede

manifestarse en los usuarios habituales de gimnasios, lo cual resulta fundamental para el

desarrollo de la investigación, con el propósito alcanzar los objetivos formulados.

Mapa de variables

Tabla 1. Mapa de variables

Variable Dimensiones Indicadores Items

• Preocupación, ansiedad o depresión. 2, 3, 8,


• Vida social y sexual afectada. 9, 10,
Preocupación • Evitar ser visto o que partes de su cuerpo 11.
por la apariencia sean vistas por otras personas.
• Comprometer actividades laborales o de
carrera.

• Tiempo diario dedicado preocupándose. 1, 4, 7.


Esfuerzo • Tiempo diario dedicado a actividades de
Vigorexia o invertido aseo.
DM • Ingresos económicos empleados.

• Seguimiento de dietas (alimentos 5, 6,


especiales o suplementos nutricionales). 12, 13.
• Consumo de algún tipo de sustancia para
ganar músculo o perder peso.
Medidas • Tiempo diario dedicado a actividades
extremas físicas.
• Ejercicio excesivo, entrenar estando
adolorido, hacer dietas extremas, usar
técnicas no convencionales de desarrollo
muscular, entre otras.

42
CAPITULO III

MARCO METODOLÓGICO

Tipo y nivel de investigación

La presente investigación busca determinar cómo es la vigorexia en usuarios habituales

de gimnasios; siendo esta de tipo y nivel descriptivo, puesto que de acuerdo con Hernández,

Fernández y Baptista (2010), inquiere especificar en las propiedades, características y

perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos u otro fenómeno que se someta

a un análisis; lo que quiere decir, que únicamente pretende medir o adquirir información de

forma independiente o vinculada sobre los conceptos o variables a las que se refiere, por lo

que su objetivo no es indicar cómo estas se relacionan.

De acuerdo con Kerlinger y Lee (2002) el modelo de investigación implicado corresponde

a la postura de un estudio de campo, ya que busca en primer lugar una situación o

problemática social para posteriormente estudiar las actitudes, valores, conductas y

percepciones que resultan implicadas en los grupos e individuos en dicha situación. En este

sentido, los estudios de campo se refieren a investigaciones científicas no experimentales en

las cuales normalmente el investigador no manipula variables independientes.

43
Diseño de investigación

Hernández, Fernández y Baptista (1997) establecen que el diseño de investigación no

experimental es aquel que es realizado sin la manipulación deliberada de variables, lo que

quiere decir que es una investigación donde no se hacen transformar intencionalmente las

variables independientes, observando en su lugar fenómenos tal y como se dan en sus

respectivos ambientes naturales, es decir, en su realidad; situaciones ya existentes no

provocadas intencionalmente por el investigador, con el fin de posteriormente analizarlas;

por lo cual, se considera que esta investigación corresponde al diseño no experimental.

Asimismo, en referencia al tipo de este diseño, implica un diseño de investigación

transeccional o transversal, cuyo propósito es la descripción de variables y análisis de la

incidencia e interrelación en un momento dado, haciendo uso de los datos previamente

recolectados en dicho momento. En consiguiente, partiendo del tipo de diseño previamente

mencionado, esta investigación también es clasificada dentro del subtipo transeccional o

transversal descriptiva, ya que tiene como objetivo indagar en la incidencia y valores en los

que se manifiesta una o más variables, mediante la medición de un grupo de personas, objetos

o variable(s) y proporcionar consecutivamente su descripción. Por lo tanto, esta es una

investigación puramente descriptiva que, al establecer hipótesis, estas son igualmente

descriptivas, y puede esquematizarse de la siguiente manera.

MEDICIÓN
ÚNICA

44
Por otro lado, en la presente investigación es importante considerar ciertos factores o

variables que pueden poner en riesgo la culminación de la misma, la calidad de los resultados,

así como su validez. Entre estas fuentes de invalidación se incluye la mortalidad

experimental, la cual es definida por Campbell y Stanley (1995) como la diferencia en la

pérdida de participantes de los grupos de comparación. En este caso, al ser una investigación

transeccional descriptiva se realiza una medición única, sin embargo, puede ocurrir que la

cantidad de sujetos de la muestra establecida no sea alcanzada en su totalidad al momento de

la aplicación del instrumento.

Sujetos de la investigación

Población

La población, según Tamayo (2000), está referida a “la totalidad del fenómeno a estudiar,

donde las unidades de población poseen una característica común, la cual se estudia y da

origen a los datos del estudio”. En esta investigación las unidades de población son los sujetos

que asisten a los gimnasios, cuya característica común es que lo hagan de manera habitual.

De este modo, la población que se estudiará en la presente investigación corresponde a los

usuarios que asisten a gimnasios habitualmente en el municipio Maracaibo y el municipio

Lagunillas, es decir, a los usuarios activos en los gimnasios presentes en las localidades. Sin

embargo, debido a que no existe una estadística establecida acerca de los usuarios activos o

habituales en los municipios, se procedió a seleccionar cinco gimnasios, considerando los


45
más frecuentados y tomándose en cuenta la diversidad de quienes asisten a estos, por lo que

se escogieron personas inscritas y activas, obteniendo una población de 584 sujetos.

Muestreo

Para la presente investigación se empleó un muestreo no probabilístico, en el cual la

elección de los sujetos no depende de que todos tengan la misma probabilidad de ser elegidos,

sino de la decisión del investigador. De esta forma, requiere no tanto de una representatividad

de elementos de una población, sino de una cuidadosa y controlada elección de sujetos con

ciertas características especificadas previamente en el planteamiento del problema

(Hernández, et al., 1997). En este caso, sujetos que asistan habitualmente a gimnasios, es

decir, que sean usuarios activos.

Además, fue empleado el muestro por cuotas, que consiste en una técnica donde el

investigador asegura una representación equitativa y proporcionada de los sujetos, en función

de qué rasgo es considerado base de la cuota. Asimismo, en este tipo de muestreo se escogen

a las personas con las características deseadas, pero no se seleccionan aleatoriamente de la

población (Pérez, Guerrero, Madrigal y Giraldo, 2018). Por lo tanto, fueron elegidos el 20%

del total de sujetos activos en cada gimnasio, que asistieran más de 3 veces por semana,

obteniendo de este modo una muestra representativa de la población.

46
Muestra

La muestra, según Hernández, et al. (1997), es definida como un subgrupo de la población,

de manera que consiste en un subconjunto de elementos que pertenecen a ese conjunto

definido en sus características al que llamamos población. De esta manera, a partir del tamaño

de la población determinada, se estableció como muestra de la investigación una porción de

116 sujetos, hombres y mujeres mayores de edad, quienes fueron seleccionados en función

de la cantidad total de personas activas en cada uno de los gimnasios elegidos, coincidiendo

con una muestra característica para la investigación.

Descripción operacional de la variable

Vigorexia

La variable vigorexia se define operacionalmente a partir de las respuestas de los sujetos

al Test del Complejo de Adonis elaborado inicialmente por Pope, et al. (2002), adaptado por

Carmona (2016), el cual mide la variable de interés para la investigación y sus dimensiones:

a) Preocupación por la apariencia, b) Esfuerzo invertido y c) Medidas extremas, con sus

respectivos indicadores.

47
Técnicas e instrumentos de recolección de datos

Descripción del instrumento

Se empleará como instrumento el Test del Complejo de Adonis (TCA), por Carmona

(2016), elaborado originalmente por Pope, et al. (2002) como una propuesta de un

instrumento que pudiera medir las propiedades del trastorno, luego Baile, et al. (2005) fueron

los primeros en adaptar y traducir este instrumento al español, sin embargo, no determinaron

sus propiedades psicométricas. Posteriormente, Latorre-Román, Garrido-Ruiz y García-

Pinillos (2015), hicieron una validación española de este test obteniendo dichas propiedades;

por último, Carmona (2016) realizó la adaptación mexicana de la versión española, la cual

se utilizará en la presente investigación.

El TCA tiene como objetivo detectar la presencia de algunos síntomas del trastorno

dismórfico muscular o vigorexia a partir de tres indicadores: preocupación por la apariencia,

esfuerzo invertido en el cuidado de la apariencia y medidas extremas de mantenimiento de la

apariencia. Asimismo, pretende detectar la inquietud respecto a la imagen corporal que puede

variar desde rasgos en poblaciones no clínicas hasta una patología que requiere de atención

psicológica especializada.

Igualmente, el instrumento consiste en un cuestionario autoadministrable que consta de

13 reactivos y presenta tres opciones de respuesta, la opción “a” es considerada no patológica

y puntúa 0, la opción “b” es moderada o intermedia y puntúa 1, y la opción “c” es patológica


48
y se puntúa con 3; de esta manera, la puntuación total del test varía de 0 a 39 puntos. Por otro

lado, en cuanto a la interpretación de la puntuación total del test, existen puntos de corte

considerando los percentiles 25, 50 y 75, siendo interpretados como bajo, moderado y alto

respectivamente, además, los rangos están definidos como se muestra a continuación.

Tabla 2. Puntos de corte del Test del Complejo de Adonis (TCA), Carmona (2016)

Rango Percentil Puntuación Interpretación


total del TCA
El paciente o cliente tiene una
Bajo 25 0–4 preocupación menor acerca de la imagen
corporal, sin verse afectada la vida social,
académica y laboral.
La persona presenta grado medio o
moderado de trastorno dismórfico
muscular. Puede no hacer compromiso de
Moderado 50 5 – 11 las diferentes áreas de relación y
desempeño del sujeto, pero sí estar siendo
afectado por presiones psicológicas y/o
sociales en relación a la imagen corporal.
Grado comprometido de vigorexia o
dimorfa muscular. Se recomienda
Alto 75 12 – 39 consulta y tratamiento psicológico. Se
observa un compromiso con la imagen
corporal, donde las áreas social, laboral y
académica se observan afectadas.

49
Propiedades psicométricas

Validez

Según establece Magnusson (1969), la validez de una prueba es la exactitud con que

pueden hacerse medidas significativas y adecuadas con ella, en el sentido que midan

realmente los rasgos que se pretenden medir. En este sentido, en cuanto al TCA el análisis

factorial exploratorio con rotación ortogonal arrojó una buena solución, ya que la varianza

total es de 55,13%, con una medida de adecuación de la muestra Kaiser-Mayer-Olkin de

0.81; de la misma manera, el test de esfericidad de Barlett fue alto y significativo

(χ2=720.816, gl=78, p=.000). Igualmente, la distribución y cargas factoriales de cada uno de

los componentes del instrumento se encuentran en la siguiente tabla.

Tabla 3. Matriz de los componentes rotados de los reactivos que componen el TCA,
Carmona (2016)

Reactivos PAF EI ME
9 .77 .18 .12
11 .77 -.00 .13
3 .76 .14 .11
10 .67 .28 .13
2 .45 .56 -.10
8 .44 .23 .37
4 .05 .79 .10
1 .23 .51 .11
7 .11 .52 .46
6 -.09 .34 .69
12 .20 -.06 .68
5 -.11 .50 .18
13 .00 .64 .48
% Varianza Explicada 31.7 14.8 8.5

50
Valor Eigen 4.1 1.9 1.1
Alfa de Cronbach .76 .59 .56
Medias 3.00 1.90 3.44
Desviación estándar 3.26 1.69 2.51

PAF: Preocupación por la apariencia física, EI: Esfuerzo invertido, ME: Medidas
extremas

Confiabilidad

De acuerdo con Cohen y Swerdlik (2006), el criterio de la confiabilidad está relacionado

con la consistencia de una herramienta de medición, es decir, la precisión con la que la prueba

mide y el grado en que se presenta el error en estas mediciones. En este orden de ideas, el

TCA arrojó un Alfa de Cronbach general de 0.80, lo cual señala que se trata de un instrumento

consistente y confiable.

Procedimiento de la Investigación

Para la realización de la presente investigación, se desarrollaron los siguientes

procedimientos:

- Se determinó una investigación de tipo y nivel descriptivo.

- El tipo de diseño corresponde al diseño no experimental de tipo transeccional o

transversal.

- Se estimó una población de 584 sujetos aproximadamente.

51
- Se estableció una muestra de 116 sujetos, hombres y mujeres mayores de edad.

- Se empleó un muestreo no probabilístico, respecto a los sujetos que asisten

habitualmente a gimnasios; además, de emplearse el muestreo por cuotas, mediante

lo cual fue elegido el 20% de sujetos activos en cada gimnasio seleccionado.

- Se seleccionó el instrumento denominado Test del Complejo de Adonis (TCA), por

Carmona (2016).

- En cuanto a la validez, arrojó una varianza total de 55,13%; y de igual manera,

respecto a la confiabilidad arrojó un Alfa a Cronbach general de 0.80.

- Se pidió el consentimiento de los directivos de cada gimnasio seleccionado para

realizar la aplicación del instrumento a los usuarios.

- Se aplicó el instrumento a los sujetos de investigación.

- Se tabularon los datos haciendo uso de Microsoft Office Excel 2007.

- Se analizaron los datos en base a los objetivos, sustento teórico y antecedentes

reportados.

- Se establecieron las condiciones, limitaciones y recomendaciones pertinentes.

Consideraciones Éticas

Esta investigación se realizó respetando el Código de Ética Profesional del Psicólogo,

determinado por la Federación Venezolana de Psicólogos (1981), respetando lo propuesto en

el art. 54; por ende, se traerán a acotación los artículos de mayor pertinencia para la

explicación de dicha investigación, generando a su vez una definición específica del

contenido de cada artículo y la relación que a este se atribuye con la misma.


52
Según el art. 55, las investigaciones en psicología deben ser realizadas y supervisadas por

personas que se encuentren técnicamente entrenadas y calificadas científicamente, lo cual se

relaciona con esta investigación dado que está siendo realizada por dos estudiantes del

décimo trimestre de la carrera universitaria Psicología, como trabajo especial de grado para

optar por el respectivo título. Así como también, se cuenta con la supervisión de dos

profesionales psicólogos entrenados y calificados en el área de investigación.

Asimismo, se protege la integridad física y mental de los sujetos que conforman la

muestra, rigiéndose por los requisitos establecidos en el art. 57 respecto a la experimentación

con humanos; impartiendo a cada sujeto la información suficiente acerca de lo abarcado en

la investigación, tomando en cuenta la naturaleza, fines y consecuencias de la misma. De

igual manera, de acuerdo con lo establecido en el art. 60 se garantiza a los individuos el

anonimato de sus respuestas, buscando evitar o aminorar cualquier posibilidad de daño moral

a estos.

Se respeta el art. 62 del código mencionado, por lo cual no se informará a los sujetos

ningún tipo de resultados obtenido de esta investigación como forma de resolución de algún

problema, sin esforzase posteriormente a dicha dirección. También, es importante mencionar

que se asume según el art. 69, la máxima responsabilidad respecto a la divulgación de la

información psicológica según a este tema concierna, con la finalidad de servicio al público,

la protección de los individuos y fomentar la buena reputación de la profesión.

53
Además, se sustenta en el art. 70, en cuanto a lo que concierne con las publicaciones bien

sea de libros, artículos o trabajos de investigación, donde se deberá adjudicar el

correspondiente reconocimiento de la labor de quienes formaron parte de esta investigación,

pudiendo estos recibir la mención adecuada respecto a su aporte o trabajo, aclarando dicha

labor.

54
Anexos

Anexo nº 1. Test del Complejo de Adonis (TCA), Carmona (2016)

CUESTIONARIO

Edad: ________ Sexo: M ____ F ____

A continuación aparecen una serie de ¿con qué frecuencia llevas ropa que altera u
preguntas relacionadas con actividades que oculta tu apariencia corporal, como por
las personas hacen en relación a su ejemplo intentar ocultar tu cabello o llevar
apariencia. Si está de acuerdo, sea tan ropa holgada para esconder tu cuerpo?
amable de contestar a ellas circulando la a) Nunca o raramente
opción que mejor refleja su opinión. Sus b) Algunas veces
respuestas son muy importantes por lo que le c) Frecuentemente
pedimos responda con total sinceridad
sabiendo que no hay respuestas correctas ni 4. ¿Cuánto tiempo dedicas cada día a
incorrectas y que la información que actividades de aseo para mejorar tu
comparta es CONFIDENCIAL. Por favor, apariencia?
no deje enunciados sin contestar; si tiene a) Menos de 30 minutos
alguna duda, pregunte con confianza. b) De 30 a 60 minutos
c) Más de 60 minutos
1. ¿Cuánto tiempo dedicas cada día
preocupándote por algún aspecto de tu 5. ¿Cuánto tiempo dedicas cada día a
apariencia física (no simplemente pensando actividades físicas para mejorar tu
sino preocupándote)? apariencia física, tales como levantamiento
a) Menos de 30 minutos de pesas, jogging, máquina de caminar?
b) De 30 a 60 minutos a) Menos de 30 minutos
c) Más de 60 minutos b) De 30 a 60 minutos
c) Más de 60 minutos
2. ¿Con qué frecuencia estás mal por alguna
cuestión relacionada con tu apariencia 6. ¿Con qué frecuencia sigues dietas
(preocupado, ansioso, deprimido)? comiendo alimentos especiales (por
a) Nunca o raramente ejemplo, de alto grado proteínico, o comidas
b) Algunas veces bajas en grasa) o ingieras suplementos
c) Frecuentemente nutricionales para mejorar tu apariencia?
a) Nunca o raramente
3. ¿Con qué frecuencia evitas que partes de b) Algunas veces
tu cuerpo, o tu cuerpo entero sea visto por c) Frecuentemente
otros? Por ejemplo, ¿con qué frecuencia
evitas ir a vestuarios, piscinas o situaciones 7. ¿Qué parte de tus ingresos económicos los
donde debas quitarte la ropa? O también empleas en cuestiones dedicadas a mejorar

55
tu apariencia (por ejemplo, comidas c) Frecuentemente
especiales de dieta, suplementos
nutricionales, productos para el pelo, 11. ¿Con qué frecuencia has evitado ser
cosméticos, técnicas cosméticas, visto por otra gente debido a tus
equipamiento deportivo, cuotas de preocupaciones por tu apariencia (por
gimnasio…)? ejemplo, no yendo a la escuela, al trabajo, a
a) Una cantidad insignificante eventos sociales o a estar en público…)?
b) Una cantidad sustancial, pero nunca a) Nunca o raramente
hasta el punto de que me cree problemas b) Algunas veces
económicos c) Frecuentemente
c) Una cantidad suficiente hasta el punto
de crearme problemas económicos. 12. ¿Has consumido algún tipo de droga,
legal o ilegal, para ganar músculo, perder
8. ¿Con qué frecuencia tus actividades peso o para cualquier intento de mejorar tu
relacionadas con tu apariencia física afectan apariencia?
tus relaciones sociales (por ejemplo, el tener a) Nunca
que dedicar tiempo a tus entrenamientos, b) Sólo drogas legales, compradas en sitios
prácticas alimentarias especiales o cualquier oficiales o bajo prescripción.
otra actividad relacionada con tu apariencia c) He usado esteroides legales, píldoras de
que terminan afectando a tus relaciones con adelgazamiento u otras sustancias.
otras personas)?
a) Nunca o raramente 13. ¿Con qué frecuencia has tomado
b) Algunas veces medidas extremas (que no sean el uso de
c) Frecuentemente drogas) para cambiar tu apariencia, tales
como hacer ejercicio excesivo, entrenar
9. ¿Con qué frecuencia tu vida sexual se incluso estando adolorido, hacer dietas
ha visto afectada por tus preocupaciones extremas, vomitar, usar laxantes u otros
relacionadas con la apariencia? métodos de purga, usar técnicas no
a) Nunca o raramente convencionales de desarrollo muscular,
b) Algunas veces crecimiento del pelo, alargamiento del pene,
c) Frecuentemente etc.?
a) Nunca o raramente
10. ¿Con qué frecuencia tus b) Algunas veces
preocupaciones con la apariencia o c) Frecuentemente
actividades relacionadas con ella han
comprometido tu trabajo o carrera (o
tus actividades académicas) (por
ejemplo, llegando tarde, perdiendo
horas de trabajo o clase, trabajando por
debajo de tu capacidad o perdiendo
oportunidades de mejora o ascenso por
preocupaciones y/o actividades con la
imagen corporal)?

a) Nunca o raramente
b) Algunas veces
56
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