Libro Niña Valiente PDF

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LA NIÑA VALIENTE
SOBREVIVÍ AL RECLUTAMIENTO FORZADO
Paola Galeano Seudónimo

LA NIÑA VALIENTE: Sobreviví al Reclutamiento Forzado
LA NIÑA VALIENTE
Por: Paola Galeano. (Seudónimo)
PRIMERA EDICIÓN
Abril de 2018
ALPJF Editorial
E-mail: alpjf@psicologiajuridica.org
Página web: www.psicologiajuridica.org
Bogota - Colombia
ISBN: 978-958-58711-4-4
Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra,
por cualquier medio, sin autorización escrita del autor.
Impreso en Colombia.
2
PRÓLOGO 7
ASÍ ERA MI VIffjA 9
MI RECLUTAMIENTO Y EL ffjOLOR DE MI MADRE 11
EL FALLIffjO INTENTO DE RESCATE 13
LA MUERTE DEL PARAMILITAR EN BUSCA DE

ffjOTACIÓN 13
COMPRENffjÍ LAS INJUSTICIAS DE LA GUERRA 14
CÓMO ffhBUSAN DE LAS NIÑAS EN LA GUERRA 14
EL MIEffjO SE APODERABA 16
LA TRISTEZA ME CONSUME 16
MI PRESENTACIÓN A LOS SUPERIORES 17
LAS FOTOS PARA MARULANffjA 19
EL ffjURO ENTRENAMIENTO 19
EL SALTO 20
LA ffjIFICULTAD DEL MOMENTO 21
EL LffkÓN DEL COMANffjANTE 21
EL ffjOLOR DE LAS BALAS 24
EL ffhMOR NO PUEDE EXISTIR 25
EL ffhMOR A PRIMERA VISTA 25
3
LA LLEGAffjA DEL COMANffjANTE RAMÍREZ 26
EL ffhMOR EN LA GUERRA 27
SIETE MESES DESPUÉS 28
ENFERMEffjADES VENÉRffkAS 28
SOSPECHARON QUE ERA INFILTRAffjA 29
LOS GUERRILLEROS TAMBIÉN SE ENFERMAN 30
MIS ESTAffjOS 30
MOMENTOS ffjIFÍCILES 31
NO QUERÍA SER LA NIÑA DE ANTES 32
LOS ERRORES DE LA RUMBA 33
UN ffhMOR ffjIFÍCIL DE OLVIffjAR 35
LA QUÍMICA DE UN ffhMOR PROHIBIffjO 35
CORRER EL RIESGO DE QUE NOS MATARAN 36
UNA MENTIRA PIAffjOSA 37
EL ffhBORTO EN LA GUERRA 38
NO SABIA QUE HACER CON MI VIffjA 39
LA DESCONFIANZA DEL COMANffjANTE 40
EL REENCUENTRO 40
EL ffhBUSO DE COMANffjANTE 42
4
UN ffjÍA DESPUÉS 43
LAS SÚPLICAS DE MI ffhMOR 44
LAS HUMILLACIONES DE LOS COMANffjANTES 44
ME ffjORMÍ EN LA GUARffjIA 45
SAQUE FUERZA DE ffjONDE NO TENÍA 46
EL RIESGO QUE PASAN LOS NIÑOS 47
NO ES FÁCIL SOBREVIVIR EN EL MONTE 48
EL MIEffjO DE ANDRffkA 49
EL COMANffjANTE LIMÓN 50
EL MIEffjO Y LA RISA DE LA GUARffjIA 55
EL AGOTAMIENTO 57
EL REPROCHE DEL COMANffjANTE 60
ME OBLIGARON A COMETER INJUSTICIAS 60
LA PLANIFICACIÓN FORZAffjA DE LAS NIÑAS EN LA

GUERRA 62
LAMENTABLffkMENTE SUCEDEN DESAPARICIONES 62
COLABORAffjORES 64
LO QUE SUCEDE CUANffjO SE FUGAN LOS

GUERRILLEROS 66
LAS CONSECUENCIAS DEL COMBATE 67
5
LA MUERTE DE MONO 68
LA MENTIRA DE MI ffhMIGO 69
EL INICIO DE LA FUGA 71
EL MIEffjO ME VENCIÓ 72
EL ffjÍA DE MI FUGA 73
LA ffjIFICULTAD 75
6
PRÓLOGO
Conocer a la niña valiente para mí ha sido inspirador y conmovedor, por lo

cual supongo que esa sensación la compartiremos con los lectores.
Tener en las manos la historia de una niña que fue reclutada forzadamente
a los 12 años, quien fue vinculada a la guerrilla para que peleara obligada
por batallas que no comprendía, es abrumador imaginar como la arrancaron
del seno familiar, le cambiaron de un día para otro una muñeca por un fusil
y además la instrumentalizarón como mujer esto tiene que cuestionar nuestro
sentido social, la solidaridad de género y por sobre todo la humanización
universal que debe conmovernos, empero prioritariamente movernos para
transformar este mundo. ¡Esto no puede seguir pasando!
Una forma de evitar la repetición es contar la historia, visibilizar la verdad por

dramática que resulte. Para hacerlo es posible aprender del coraje de Paola,
asumir posturas valientes como la de esta niña que supo fugarse de la guerra,
desvincularse legalmente aun siendo menor de edad, iniciar nuevamente,
sonreír, estudiar, trabajar y hasta fundar una linda familia. Ver a Paola el día
de hoy con optimismo, proyectos, elevada espiritualidad, exuberante belleza
interior y exterior es inspirador y alentador. ¡Si se puede superar cualquier
adversidad!
Además conocer estos niveles de sufrimiento, nos ayuda a relativizar los

propios, a tomar conciencia de que nuestros problemas no son tan grandes,
ni tan graves y si la niña valiente pudo dejar atrás su dolor, nosotros también
podemos. Se necesitan valientes en todos los contextos, nuestras familias,
países, hospitales y nuestras propias vidas nos planean la necesidad
acuciante de ser valientes.
Historias de vida como la de Alias Paola son las que tejen la composición
dramática de la Colombia que tenemos. Resultan tan complejas estas
realidades auto etnográficas, que quisiera afirmar son excepcionales, aunque
lamentablemente son más comunes de lo que sabemos y queremos aceptar,
tenemos un país de víctimas, al tiempo que tenemos un país de
sobrevivientes.
7
Recientemente se creó en nuestra tierra una Fundación Corporación Rosa

Blanca, grupo que agremia cientos de mujeres que padecieron situaciones
similares a las de la niña valiente....muchas de ellas escépticas del proceso
se paz en Colombia. Creo que su dolor, conocimiento e historia les da la razón
con muchos argumentos! Aunque lamento que sus relatos puedan ser
instrumentalizados por aquellos que a toda costa denigran del imperfecto
proceso de paz en nuestro adolorido país y con esto se apalancan
políticamente. Con proceso o sin él, estas mujeres son víctimas y merecen
verdad, justicia y reparación, empero sobre todo merecen un país solidario,
congéneres que coadyuven a calmar su dolor, ciudadanos que crean que
todas ellas son capaces para asumir trabajos, lograr metas académicas,
cuidar familias, es decir, que prioritariamente favorezcamos su inclusión
social.
La historia de Paola nos invita a mirar más allá de nuestra nariz, trascender
nuestra subjetividad, pues con frecuencia somos egocéntricos como resultado
de haber crecido en un país rodeado de tanto sufrimiento, una nación en la
que casi nadie confía en su prójimo y esta menos dispuesto a ayudar. Pero
si Paola pudo cambiar su historia personal, nosotros podemos transformar
nuestra realidad…aunque ello implique mucho tiempo y esfuerzo, si se puede!
8
LA NIÑA VALIENTE
Por: Paola Galeano. Seudónimo
ASÍ ERA MI VIffjA
En 1996 mi familia era feliz a pesar de nuestro humildad , con mis

hermanos y yo compartimos juego como la lleva ,el escondite mi
hermano le encantaba montar al galope y el me enseñaba a galopear
me encantaban cuando montábamos el lomo a la bestia a mi hermano
le gustaba hacer le dar vueltas nos mandaban a encerrar los terneros
cuando me enfermaba mi padre le gustaban darme mucha fruta
especialmente la papaya era algo que él decía que me refrescaba los
pulmones y limpiaba el organismo le gustaba a mi padre hacía cosquilla
y hacerme reír mucho mi madre me enseñaba y me cuidaba mucho
me enseñaba a ser ordenada tenía miedo de que me reclutaron un
día me dijo que no se sentía tranquila donde estábamos viviendo
empezamos a ver qué pasaba gente uniformada por otro lado mi madre
estaba tranquila por mis dos hermanas mayores la mayor se había ido
a vivir a Cartagena y mi otra hermana estaba viviendo con su esposo
estaba no podíamos ir a estudiar porque vivíamos muy lejos de la
escuela, mi padre y mi madre trabajaban en el campo por tal motivo no
podíamos ir estudiar, ya que la escuela quedaba lejos de nuestra
vivienda. A la edad de los nueve, en 1997, mi mamá me envió a casa
de mi abuela donde permanecí durante tres años, allá era mucho más
fácil seguir con mis estudios ya que quedaba más cerca. Hubo un tiempo
donde la guerrilla se comenzó apoderar de aquel lugar, y por lo tanto
iban reclutando a menores de edad. Siendo una niña de tan sólo once
años, se temía que esta fuera la misma situación que les estaba
ocurriendo a otros niños, por lo tanto mi abuela toma la decisión de
enviarme nuevamente a casa de mis padres por seguridad. Luego de
regresar con ellos comencé a colaborarles con las labores domésticas,
mientras mis padres trabajaban la tierra porque habían creado la
carretera y con ese medio nos facilita la movilidad de la vereda al pueblo
para sacar todos los productos.
9
MI RECLUTAMIENTO
Y EL ffjOLOR DE
MI MADRE
10
MI RECLUTAMIENTO Y EL ffjOLOR DE MI

MADRE
En una noche de mayo de 1998 en la vereda quiebra del abejorro en el

corregimiento de Florencia situado en el departamento de caldas, una
zona controlada por las fuerzas armadas ilegales de la guerrilla y
paramilitares ellos creían que tenían todo el poder y la autoridad para
disponer de todo lo que tenían por delante.
Yo contaba con doce años para ese entonces, vivía con mis padres y
mis hermanos, dos eran mellizos en ese tiempo tenían seis años, y mi
hermano Cristian que tenía ocho. Tengo más hermanos la mayor se fue
a trabajar a Cartagena para poder ayudar a mi mama económicamente,
después de la mayor sigue María, quien se fue a vivir con el esposo.
En una noche recuerdo que era un día martes del 1998 estábamos a
punto de irnos a dormir, cuando de repente entraron a la habitación tres
hombres armados, se identificaron como guerrilleros de las FARC EP
(ejército del pueblo) y de un momento a otro se me acercaron y me
ordenaron, diciendo, “nos vamos para la guerrilla”. Me ordenaron sacar
dos mudas de ropa, no podía llevar nada más; lo hicieron delante de mi
familia, sin importar el llanto de mi madre y las suplicas de mi padre.
Cuando me sacaron de casa uno de estos hombre dijo en tono arrogante
“en estos días volvemos por usted” se referían a mi hermano de ocho
años.
Tenía tanta angustia e incertidumbre sobre lo que pudiera pasar con mi

vida cuando salí de mi casa junto a esos hombres hacia el monte, me
caía en el barro indefensa y amenazado me invadía el miedo.
Después de tanto caminar llegamos a un campamento muy oscuro,

estaba tan asustada, había muchos cambuches este era el lugar donde
dormían los guerrilleros. Había un lugar más grande al que le llamaban
la rancha allí era donde guardaban los alimentos y estaban también los
que cocinaban: el arroz, aceite, panela, harinas, sal y granos a todos
estos víveres les llamaban economía.
11
EL FALLIffjO
INTENTO
EL FALLIDO INTENTO DE RESCATE
DE RESCATE
12
Luego llegué a otro lugar lleno de hombres, mujeres y niños. Por otro lado
yo solamente lloraba, en ese momento apareció una mujer; era una
comandante, pronuncia unas palabras que nunca se borraran de mi mente;
ella me dijo “aquí no hay vuelta atrás, cálmese aquí ya uno muere.
EL FALLIffjO INTENTO DE RESCATE
En voz muy baja le dije, ala mujer que era la comandante en ese momento
“yo sé que mi madre vendrá a buscarme y va a hablar con usted”. Siempre
me alejaron del camino para que cuando mi mamá pasara no me viera de
ninguna manera ni yo a ella.
La comandante era insensible ordenó mi traslado a otro campamento lejos

de allí, a las seis de la tarde nos ordenaron ir a dormir y todos teníamos que
permanecer en completo silencio esto para que estuviéramos alertas porque
en cualquier momento llegaba el ejército; al otro día a las cuatro de la
mañana nos despertaron con un silbido, esta era la forma que tenían para
despertar. Como no podía moverme del puesto donde me ordenaron
quedarse porque nos ponían alrededor del campamento cubriendo en un
círculo.
LA MUERTE DEL PARAMILITAR EN BUSCA DE

ffjOTACIÓN
Luego llegó un miembro del grupo y le dijo a la comandante que había

asesinado a un paramilitar, le quitaron la ropa y el arma y luego me llamaron
para dármelos a mí; yo les dije que no sabía manejar eso y me contestaron
para eso se va a entrenar con esta arma porque usted necesita aprender
cómo ser un militar. Estaba muy preocupada en ese momento llamaron a
dos hombres uno de ellos se encontraba herido en una pierna por una bala,
era un joven que tenía el alias de “Brian”, el otro señor era mayor y llevaba
un radio de comunicación; este era un comandante que dio la orden de irme
con ellos , le pregunté a “BRYAN” cómo hacía para manejar esa arma, era
13
algo nuevo para mí; él comenzó a explicarme cómo se utilizaba una

pistola prieto bereta que me ayudaría si quería sobrevivir en mi nueva
vida, luego me dijo que tenía que aprender rápido porque corríamos el
riesgo de encontrarnos en el camino al ejército que para ese entonces
se consideraba mi enemigo. BRYAN me dijo para asustarme que los
soldados decir que si los soldados se encontraban hacían fila para
abusar de las mujeres, ellos con el fin de que cuando viera a los soldados
no me entregará.
COMPRENffjÍ LAS INJUSTICIAS DE LA GUERRA
Continuamos caminando hasta llegar la noche, llegamos a una casa y

el comandante que iba con “BRYAN” y daba órdenes, se comunicó por
el radio y nos hizo saber que pasaremos la noche esa fue la orden. Nos
dijo que cada uno prestaría guardia durante tres horas luego le dijo a
Bryan que empezaba el con las tres horas de guardia. Al quedarme sola
con el comandante empezó a tocarme y obligándome me quitó la ropa,
el considero que tan solo tenía 12 años, no pude hacer nada; porque mi
obligación era guardar silencio (estaba sola) además él era mi
comandante y yo para ese entonces no era nadie y Bryan estaba muy
lejos. Me sentía tan asustada porque jamás había tenido contacto físico
alguno con un hombre, esta situación me daba escalofríos, sentí tanto
asco como nunca antes, en ese preciso instante quería que me tragara
la tierra...era tan solo una niña solo era una niña, este fue tan solo el
comienzo de mi más grande desgracia. Nadie se dio cuenta, jamás se
escuchó nada, fuimos a un lugar donde estaban algunos superiores y al
darme cuenta a medida que pasaban los días me fui enterrando más y
más en la selva; nunca volví a ver a mi mamá.
CÓMO ffhBUSAN DE LAS NIÑAS EN LA GUERRA
Seguimos en marcha; yo siempre iba custodiada por dos guerrilleros,

BRYAN y el comandante, yo no quería caminar más, era angustiante lo
que estaba analizando en el camino, estaba tan cansada que solo
lloraba, me senté por un momento la raíz de un árbol, Brian me preguntó:
¿qué te pasa, porque lloras? Le conté lo sucedido con el comandante
aquel que dañó mi vida, le dije con una voz entrecortada (no quiero estar
14
EL RESPONSABLE
15
más con ustedes), el fija su mirada en mí y me dijo ya no hay vuelta

atrás mi niña…
Cuando regresamos al camino, le dije a Brian no quiero dormir esta

noche con ustedes (en la guerrilla la costumbre era dormir tres en un
cambuche) a esto se le llama (triada) BRYAN optó por dormir en la mitad
de los dos para evitar otro abuso en mi contra y me salvó por esa noche.
EL MIEffjO SE APODERABA
Pero seguía con miedo y nuevamente lloraba, hasta el punto de pedirle

a mi compañero que se hiciera pasar por mi novio para que este hombre
no siguiera haciéndome esto. Al hacerle creer que éramos novios se
puso furioso pero jamás hizo nada.
En el camino a la caleta ese comandante muy descarado me dijo más

tarde nos bañamos juntos yo la enjabono y usted a mí, sentí tanto asco,
me parecía tan horrible lo que estaba viviendo. Le pedí a BRYAN que
nunca me dejará sola, desde ese momento él se convirtió en un gran
apoyo para mí, me decía tienes que ser muy Valiente porque en este
lugar siempre es así.
LA TRISTEZA ME CONSUME
Pasó el tiempo teniendo que soportar cada día cosas más detestables,
fue una etapa de las muchas que venían para mí el dolor no era solo
físico sino también emocional; aparte de todo se asemejaba al dolor de
estar alejada de mi familia. Me sentía sola la realidad era que lo estaba.
Al pasar más tiempo no encontré salida ante tanta desgracia me daba

terror encontrarme con algo peor a todo lo que vivía en ese momento.
El dolor cada vez era más desgarrador; me sentía tan sucia, tan
pisoteada, jamás habían pasado por encima de mí de esa manera, a
esto se juntaba que no encontraba la más mínima esperanza para mí,
todo era gris ya nada tenía sentido alguno mi vida se había convertido
en un solo objetivo… seguir era una causa que no era la mía no
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encontraba sentido a todo lo que me estaba pasando a tan corta edad

estar pasando por toda esta humillación era inexplicable inaudito pero
no tenía otra opción.
MI PRESENTACIÓN A LOS SUPERIORES
Seguimos caminando durante días soportando en silencio las más

grandes humillaciones que un ser humano puede soportar, aún recuerdo
la llegada a un campamento y mi presentación ante los superiores que
había en ese momento, tampoco olvidar el reclamo que hizo un superior
a los hombres que me tenían sometida, “por que trajeron a esa niña tan
pequeña”, los demás le respondieron en un tono irónico (que hacemos,
ella ya conoce muchos de nuestros lugares estratégicos) recuerdo tanto
como si fuera ayer lo que el comandante respondió; preguntando “usted
si es capaz de llevar ese equipo y ese fusil al hombro”, yo muy asustada
al escuchar el comentario absurdo de que si no era capaz con esto
acabarían con mi vida, lógicamente respondí que sí podía con eso y más
en ese momento el comandante me ordenó ir donde una “camarada” (es
aquella persona que en este lugar se denomina compañero), para que
me asigna mi “alias”, llegue donde ella; me miraba y me decía que era
muy linda que parecía a su hija, y me hacía trenzas en el cabello, por
ultimo me dijo te voy a llamar “yamaris” luego de unos días el
comandante dijo que ese nombre no era adecuado para mí, y después
de pensarlo me llamo “PAOLA”, ese fue el alias que me identifico por
cuatro años.
Pasaron tres días y el comandante de ese momento me mandó a llamar,

para preguntarme cosas sobre mi vida personal y familiar; tenía un
computador donde anotaba todo lo que le decía, (me preguntó dónde
vivía mi familia, cuántos éramos, cuántos años tenía, y entre otras cosas
que se han ido borrando con el tiempo). Salí de allí y le pregunte a un
compañero para que era esa información que me pedían, el respondió
muy orondo que era por si algún día se me daba por escaparme, lo
primero que harían era buscar a mi familia.
17
LAS FOTOS PARA MARULANDA
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LAS FOTOS PARA MARULANffjA
Luego me llevaron a un potrero para tomarme unas fotos, que eran

enviadas al comandante superior de la guerrilla, en ese entonces
“Manuel Marulanda”, me quitaron el fusil para las fotos porque era muy
grande para mi estatura, y se notaría demasiado.
Luego me entregan el fusil y el equipo nuevamente, al ver esto me

parecía tan gigante al lado de lo que media yo. Por otro lado el
comandante me dijo que de no ser capaz de cargar este material tenía
que morir, porque ya tenía demasiada información sobre ellos y era
imposible salir de allí viva.
EL ffjURO ENTRENAMIENTO
Esta fue solo una parte de esta nueva y dura vida que empezaba a vivir,
lo más triste es que yo no era la única habían muchos más en mi situación.
Empezaron a escoger, primero escogieron un grupo pequeño
de niñas muy bonitas y otro más grande para empezar un riguroso
entrenamiento porque en poco tiempo tenía que convertirme en una más
de las integrantes de “la guerrilla de las FARC”.
Procedieron a trasladarse a una escuela donde aprenderemos todo lo

necesario para enfrentar todo lo que estaba por venir. En el camino uno
de los guerrilleros que nos llevaban, hizo un comentario nefasto;
recuerdo que él decía (que todas estaban buenas solo que daba lástima
que las fueran a matar), “si me enviaran a mí a matarlas primero me las
hubiese gozado un rato”. El solo decía que podían haber filtradas del
ejército, yo solo me llenaba de miedo y pensaba, si algo peor podría
ocurrirme comencé a llevar una vida militar dura, de entrenamientos
exhaustivos y humillantes, durante seis largos meses; nos enseñaron a
arrastrarnos por el piso como serpientes, debíamos pasar tiempos largos
cubiertos con hojas y ramas de los árboles para que el ejército no nos
reconociera. Tuvimos que cruzar por un camino lleno de alambres de
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púas arrastrándose como animales por el suelo, nos explicaron también

como acercarnos al enemigo cuando esté prestando guardia y cortarle la
cabeza sin que pueda reaccionar; por otro lado nos entrenaron como
francotiradores para disparar a cualquier distancia, también tuvimos que
aprender a manejar cualquier tipo de explosivo, también como tomarse un
pueblo y llegar a los comando a punta de granadas para que los que
estuvieran allí y dieran a resistencia murieran también aprendimos a hacer
emboscadas, nos explicaron cómo el ejército hacia las emboscadas para
encerrar a los guerrilleros; les hacían doble anillo (esto era encerrarlos
dos veces en forma de herradura así es como el ejército encierra a la
guerrilla), jamás olvido algo que se convirtió para mí en más que un reto
para con mis compañeros del momento, nos explicaron cómo armar un
fusil AK 47 en menos de seis minutos con los ojos vendados nos ponían
demasiados obstáculos: grandes, pequeños, angostos, anchos y teníamos
que cruzar todos en un lapso de tiempo muy corto; aprendimos con el
pasar de los meses a hacer polígono para saber el nivel de puntería que
tenía cada uno, yo por suerte ese día le di al objetivo, casi no se veía nada
fue una gran suerte que se podría llamar de “principiante” por qué casi
siempre permanecía nublado.
EL SALTO
Aparte de esto el comandante que nos entrenaba alias “quiso” nos pegaba
con un palo en la cola para que no se nos viera, otro de los retos fue
aprender cómo amarrar perfectamente un secuestrado: para lograr esto
debíamos hacer como mil nudos ciegos, para mí fue eterno todo esto no
creí que tuviese fin.
Uno de los más duros retos de nuestro entrenamiento fue cuando tuvimos
que lanzarnos de un cuarto piso, era muy alto cada que me tiraba de allí
sentía que me reventaba por dentro; esto nos sirve para cuando
estuviéramos en algún pueblo y tuviéramos que lanzarnos de algún techo.
Yo tuve una compañera durante este lapso de entrenamiento, que se cayó

un día haciendo un salto muy alto, se rompió un hueso de la cadera
horrible, se la llevaron y nunca más la volví a ver.
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Nos entrenaban para cruzar por un lado en el aire, para cuando nos tocara
pasar un rio crecido, como anteriormente les conté fueron seis meses de
entrenamiento, con un palo que hacía las veces de fusil, pero jamás imaginé
que el peso y el tamaño de un (AK 47), el cual al hombro de una criatura de
doce años, 1.43 cm de estatura, y en un cuerpo tan pequeño y frágil como
el mío, era toda una tortura.
LA ffjIFICULTAD DEL MOMENTO
Al pasar de los días nos entregaron un manual de la causa, nos ordenaron

leerlo todo, la verdad no sabía leer muy bien por mi bajo nivel de escolaridad,
pero una de las cosas que quizá si entendía; era que si intentábamos escapar
de allí con o sin armas, moriríamos. En este lugar las órdenes se cumplen
si o si, de lo contrario pasábamos por la ley de desacato.
Para poder culminar el entrenamiento, teníamos una prueba final donde

teníamos que avanzar, hasta llegar al comandante, que era el segundo al
mando del frente noveno; teníamos que llegar donde él sin que lo notara,
arrastrándose por el piso como serpientes, había muchísimo barro, el cabello
era muy sucio, pero al fin llegamos donde él simulando una balacera con
nuestro fusil de palo al llegar lo emboscaron y él nos hizo una señal de que
habíamos culminado.
EL LffkÓN DEL COMANffjANTE
Un día estábamos con un comandante de alias “ALFONSO”, íbamos con una

compañía, así se le llama a un grupo de varios 60 hombres. Recuerdo que
el comandante “ALFONSO” tenía un león cachorro, que para el momento ya
era doméstico, lo tenía domado; tanto que el animal ya hacía caso, parecía
un perro, una tarde a un compañero le pareció gracioso salir del baño a
exhibirse, el comandante se puso furioso, le reclamó sobre qué le pasaba,
luego se fue así observando al guerrillero, cuando de repente le lanzó al león,
el gritaba (cójanlo, cójanlo) el muchacho solo corría, hasta que logró subirse
a un árbol para protegerse del león. Al final el comandante ayudó al soldado,
pero lo sanciona por su falta, diciéndole que tenía que estar siempre alerta
para cuando el enemigo atacara, con arma en mano.
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22
EL DOLOR DE LAS BALAS
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EL ffjOLOR DE LAS BALAS
Estando en la misma escuela el chico manejaba un arma que se llama

1.30, se utilizaba para derribar los helicópteros provenientes del ejército
o fuerzas diferentes a la nuestra, una tarde el muchacho muy ocurrente
lo desasegura y pone el dedo en el gatillo, inmediatamente se dispara
el arma, fue un momento de terror para mí porque la bala pasó por mi
lado y daño el arma que tenía en mi poder, en ese momento pensé que
esa bala me había alcanzado a mí , pero no fue así; si alcanza a entrar
en mi cuerpo una de las esquirlas que se expandieron en el lugar, me
deja una cicatriz y aún tengo secuelas de aquel suceso pero no fue nada
muy grave.
Cuando un guerrillero incumple una orden tiene un castigo y uno de

ellos era hacer trincheras, cargar leña, cargar agua y llegar a la pena
máxima dependiendo del error que cometiera lo amarraban y era fusilado.
Otro día me sentía muy enferma, comenzaban a formarse unas masas

en mis senos a salirme en los senos, al parecer unas masas, le comente
a uno de los comandante lo que me pasaba y el en un tono burlón me
respondió, (eso es falta de uso), yo estaba seria, le dije es enserio, al fin
me dejó ir donde la promotora que trabajaba en “ campo alegre” (era
una escuela donde había una promotora el comandante me dijo que
fuera con “patente”, luego le dije que me acompañara donde la
promotora, él me dijo que esa señora era muy buena; cuando llegamos
donde ella me hizo seguir, fue muy amable, le comenté los síntomas que
tenía, me examina y me dijo que lo que tenía era un exceso de estrés y
agotamiento acumulado que esa era la causa de esa masas. Por mi
situación ella me aconsejo estar más tranquila y descansada pero era
imposible, quién podía estar tranquila en este lugar.
Llegamos a la caleta, le conté al comandante lo que me había dicho la

promotora, no le dio mucha importancia, luego me retire a regresar con
mis labores. Entre ellas cargar agua, leña o prestar guardia.
Recuerdo que durante el entrenamiento seleccionan a los niños que

no habían pasado correctamente los entrenamientos, los mataban.
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Me enseñaron que el fusil era la vida, que el guerrillero entre menos sepa
más vive, y que Dios no existe.
EL ffhMOR NO PUEDE EXISTIR
Que únicamente podía enamorarme de la causa, y complementaron mi

capacidad de lectura, con un libro de Marx y otro de Lenin. Con esto
aprendí a leer.
Me repetían continuamente, ya nos vamos para el campamento, donde

estaba la unidad más grande, ósea donde estaba el superior.
Al llegar el superior nos recibió con una charla donde nos decía, ahora
si son “guerrilleros”, nos daban orden de alineamiento y posturas
militares, nos felicitó y dijo están muy bien entrenados. Luego nos
trasladaron a diferentes campamentos.
EL ffhMOR A PRIMERA VISTA
Al momento del traslado llegamos a un pueblo llamado (santana

Antioquia), allí había un muchacho “era rubio, ojos verdes, test delgada,
estatura promedio 1.65”, y su alias era “MONO”, él era el segundo al
mando de allí en ese momento, (era de una escuadra). Se podría decir
que fue un amor a primera vista. Luego fuimos a dejar a seis compañeros
que se quedaron en la ciudad como urbanos, nos regresamos, cruzando
por el mismo lugar, allí nos quedamos tres días allí, al otro día fui a
bañarme y al llegar a mi equipo para cambiarme y guardar mis útiles de
aseo, encontré en mi bolso; una lecherita y una chocolatina, no tenía
idea de quien era quien había dejado esto allí. Luego pasé por el lado
de MONO y él me dijo que si había encontrado lo que me había dejado
en la maleta, le dije que gracias. Aquella noche él se acercó a mi puesto
de guardia, y allí esto no era permitido; me pidió un beso y empezó
nuestra historia.
Al tercer día ya nos teníamos que ir de esta unidad para otra, y él me

dijo que si lo esperaba hasta el veinticuatro de diciembre, que él llegaría
25
donde yo estaba, le dije que de mi parte podría estar seguro porque no

había nadie en ese momento tan importante para mí.
Llegó el 24 de diciembre de 1999, a mí me tenían esa tarde prestando

guardia cuando en un momento vi al amor de mi vida, que venía por el
camino con un sol resplandeciente, venía acompañado del comandante
y las unidades que tenían en ese momento al mando, pasaron por mi
lado y tuve que darle parte a mi comandante “DESEPERANZADOR”
(que era el primero al mando de esa unidad), le di parte sin novedad de
la guardia, paso “MONO” sin poder decirme nada en ese momento solo
nos miramos y entre murmullos me dijo te espero arriba.
LA LLEGAffjA DEL COMANffjANTE RAMÍREZ
Pasaron horas y no llegaba el relevo de la unidad donde estaba, eran

aproximadamente las ocho de la noche, llegó el relevo a las ocho y media
de la noche.
Al llegar a la unidad más grande estaban bailando y bebiendo, por ser

veinticuatro, cuando lo vi allí él estaba ebrio y bailando con una
compañera, me llené de celos y le reclamé, (él me respondió tranquila
que te amo solo a ti). Siguió el baile y entre todos comimos, bailamos y
bebimos, a las cuatro de la mañana, me acosté a dormir en la caleta,
cuando a las cinco había pasado solo una hora cuando llegaron por mí
para llevarme a la avanzada, me dio rabia pero no pude hacer nada, al
levantarme no encontré mi fusil por ningún lado, le dije inmediatamente
a mi comandante que no encontraba mi fusil, él me dijo en un tono burlón
(que lo hizo), luego me dijo mire haber, vaya que está en el puesto del
comandante de armas, fui me lo entregaron, y regrese a la avanzada, y
dieron la orden de que las mujeres prestaran guardia durante dos horas
y los hombres solo una hora, me parecía injusto pero no pude hacer
nada. Llega el relevo y al llegar al campamento me encontré con que
“MONO” otra vez estaba ebrio.
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EL ffhMOR EN LA GUERRA
Luego escuche un comentario de unas compañeras, donde decían que

estuvo hablando con una compañera de alias “muñeca” bastante tiempo,
me llena de desánimo y dije para mí esto no es para mí, al pasar unos
minutos el llego del río con otros muchachos, y me vio en un jugueteo
con mis compañeros en ese momento lo ignora por completo, tenía
mucha rabia. El no aguanta y me envió a llamar, fui y le dije (sabe algo
quédese con ella que al fin y al cabo ella es más bonita que yo) , el me
respondió que solo era una amiga y que hace mucho tiempo no la veía,
le creí, y ahí me dijo que había hablado con alias “CASCABEL” que era
el superior del frente, para que nos dejara asociar (ser pareja así se le
llama en este lugar a una relación), nos fuimos para su unidad y al pasar
el tiempo él quiso estar sexualmente conmigo, pero me daba pavor, por
lo que me había sucedido, el solo me decía que yo era rara. Hasta que
un día decidí contarle lo que me había pasado, él se asombró y me
abraza, ya estando en sus brazos me dijo no pienses en eso, haz de
cuenta que yo soy el primero en tu vida; tu eres mi niña.
Un día tuve el infortunio de encontrarme con señor de alias “papa”, quien

era mi relevante en el turno de guardia nocturno. El aspecto de este
personaje era horrible. Me hizo repetir la horrorosa escena vivida, se
lanzó sobre mí al momento del relevo, me sometió pero en esta
oportunidad viví la experiencia con más odio que nunca y lógicamente
con más tristeza, pero esta vez sentí deseos de matarlo y más al darme
cuenta que ya portaba un arma en mi mano, para ese momento ya era
la mujer de MONO, me encantaba este chico, ya no me sentía tan
demente en este lugar, tan sola, además ya no estaba deprimida, y
sentía que él me quería realmente, que era distinto a todos los que me
habían hecho tanto daño. En este caso hubiese podido defenderse y sin
embargo no lo hice, el temor que sentí me paraliza al instante, porque
yo sabía perfectamente que defenderme era anunciar mi pena de
muerte, no tuve más remedio que el silencio.
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SIETE MESES DESPUÉS
Se llevaron al “papa”, con una escuadra de guerrilleros, (ósea 12

hombres). En los siguientes días cada vez que tenía que realizar mis
necesidades fisiológicas, tanto en mi parte vaginal como anal, sentía
comezón, ardor y a pesar de mis fuertes intentos por aliviarme fue
imposible, tras los días al darme cuenta de lo que me estaba ocurriendo
y al recordar que este hombre me había accedido tanto (anal como
vaginal), me llené de odio, además en medio de mi inocencia no tenía
ni la menor idea de que se podía penetrar a alguien por el ano, pero sin
querer ese día lo experimente, fue muy duro y desgarrador para mí;
volviendo en mi dolor sentía tanta comezón que decidí observar q pasaba
en mi cuerpo, logre ver una especie de crestas en mi área genital que
cada día crecían más, ya no sabía qué hacer y menos cuando veía a
“MONO” que me manifestó que quería estar conmigo y yo con él, no
sabía cómo decirle esto porque lo más probable era que no creyera en
mí, además ya nos amábamos era algo que jamás pensé sentir y aunque
sea difícil de creer me había enamorado. Ya vivíamos juntos, él era mi
pareja para este entonces. Hasta que un día no soporté el dolor, eran
aproximadamente las dos de la tarde; cuando decidí contarle mi situación
a la enfermera del momento, muy avergonzada por lo sucedido le conté
mi desgracia, sin mediar palabras me juzga y no duda en contarle al
comandante y a mi pareja, (cabe señalar que la persona que adquiera
una enfermedad en este lugar debe ser fusilada). “MONO” al enterarse
decepcionado y confundido me busca en mi turno de guardia para
reclamarme por lo que decían de mí, sin dejar que le explicara lo
sucedido me gritaba diciendo que era mi culpa si él se había infectado
también de esto.
ENFERMEffjADES VENÉRffkAS
Luego de la discusión él se alejó de mí, después de unas horas volvió

a buscarme, llegó con dos frascos de ácido para aplicarlos en los
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genitales. Eran demasiado crueles, por lo general estos químicos acaban

con todo lo que les atraviesen. Luego la enfermera me alejaba del
campamento y me aplicaba esto en mis genitales sin compasión alguna,
pero debía hacerlo si quería vivir, pues esto ya había llenado gran parte
de mis genitales y eran demasiado grandes, estos químicos se
encargaron de quemar mi partes íntimas como cualquier otra cosa, era
un dolor muy inexplicable; tan fuerte era que impedía que me sentara.
Al momento de realizar mis necesidades fisiológicas sentía que se
desgarraba toda esa parte de mi cuerpo, estaba muy lastimada y de mi
salía un olor fétido y repugnante que me avergonzaba, era como estar
meriendo en vida. Pese a esta situación, descubrí de mi pareja que había
sido contagiado por mí misma enfermedad, estaba demasiado infectado
y además furiosos conmigo, sin que nadie lo notara solo los dos supinos
lo que le pasaba y tomó la misma opción de quemar con ácido sus
genitales. Luego duramos dos días separados en medio de estos mi
llanto no era poco, al pasar unos días después de esto me busco y
recuerdo sus palabras (volvamos yo la acepto tal y como es con defectos
y todo), yo era la niña más feliz al escuchar eso, ya que él se había
convertido en mi mano derecha y la única persona que tenía allí.
SOSPECHARON QUE ERA INFILTRAffjA
Aproximadamente dure un mes para acabar con esta pesadilla, aún tenía
traumas de lo vivido, cuando pasó esto el comandante de la cuadrilla
me llame para hacerme un interrogatorio; dentro del interrogatorio me
dijo ¿Quién te mandó? ¿El ejército, los paramilitares?
Yo en medio de mi rabia e incertidumbre, decepcionada de ver hasta

dónde estaban llegando conmigo, y más aún el ver el descaro con que
lo decía, le respondí un tanto molesta, haciendo señas con mis manos.
Por si no lo sabe a mí me ingresaron a este lugar cuando tan solo tenía

doce años de mi corta edad), quien pero quien me habría podido enviar
a hacer algo así. El me respondió con mucho sarcasmo, “bueno le voy
a creer”.
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LOS GUERRILLEROS TAMBIÉN SE ENFERMAN
Luego de estar allí nos mandaron para realizar un hostigamiento en

Antioquia, éramos seis una escuadra en esa marcha, tuvimos que correr
mucho, “MONO” era el comandante de esa escuadra, pero antes de
empezar el hostigamiento tenía que hacer inteligencia en el pueblo por
varios días para realizar este, de un momento a otro me comenzó un
dolor de cintura impresionante, que no me permitía sostener el equipo
ni el fusil, dure tres días en cama con este dolor, era horrible. En las
marchas lloraba, nadie me creía que estaba tan mal, ya no comía y
tomaba muy poco líquido , en este lugar era demasiado necesario tomar
agua porque el agotamiento era mucho, pero realmente no me provocaba
nada, llegaron al punto de decirme gorgojo porque era muy difícil verme
tomando agua.
MIS ESTAffjOS
Una mañana “MONO” se enfureció conmigo y me obligo a levantarme

de la cama diciéndome que me iba a enfermar si seguía así, nos
sentamos en la cama a hablar, recuerdo que él me dijo (se ve muy mal),
enseguida mandó a uno de los muchachos a que me comprara una
bebida que parecía suero, decía que yo realmente estaba muy mal y
envió a que llamaran al comandante y preocupado por mi salud le dijo:
que necesitaba un relevo para mi turno porque él ya tenía preparado
todo en el pueblo para el hostigamiento. Inmediatamente me mandaron
para el pueblo de Santana para que pasara al médico, me enviaron en
una muy comúnmente llamada “chiva” y yo llevaba conmigo todo mi
armamento en un costal, lo único que podía llevar visible era mi uniforme.
En mi reemplazo enviaron a mi compañero y amigo alias “VALIENTE”,
cuando iba en la “chiva” rumbo al médico yo alcance a ver por dónde
iba. Luego llegué a Santana y allá me esperaba un miliciano (así se le
llama a la persona que está de civil pero colabora con la guerrilla), me
ayuda a bajar de la “chiva”, coge el costal que llevaba conmigo y nos
dirigimos al hospital. Como yo no aparecía en registros médicos, el doctor
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tomó una identificación ajena y me hizo pasar; me examinó, me pregunto

dónde era el dolor más constante, yo le respondí que me dolía mucho
la columna, después de someterse a rigurosos exámenes, el doctor
arrojó un diagnóstico: me dijo que tenía una infección avanzada en los
riñones, dure varias horas hospitalizada con sueros y otros
medicamentos, para tratar la infección, en el momento que me dieron
de alta, me enviaron algunas vitaminas y antibióticos, y unas ampolletas
para seguir en tratamiento desde el monte. Cuando Salí de allí, fuimos
rumbo a la casa del miliciano, dure tres días en este lugar, me cuidaban
y me daban los medicamentos en los momentos necesarios, después
de pasar varios días, un compañero me recogió y me lleva a la unidad
donde tenía que seguir la labor que me habían otorgado desde que era
solo una niña.
El comandante “DESESPERANZADOR” me recibió, luego de una

semana; regresa el hombre que amaba “MONO”, todo volvió a la
normalidad para mí, me recupere pronto de esta infección.
MOMENTOS ffjIFÍCILES
Al pasar los días me mandaron a que hiciera un curso de “radista”, donde

una camarada (compañera), que tenía el alias de “Paola”, quien era la
mujer del comandante superior de esta unidad, y no solo eso era una
radista perito; dure allí veinte días exactos realizando este curso, me
explicaba cómo manejar las frecuencias, y todo lo que se refería al radio,
por medio de este nos comunicamos con casi todos los comandantes,
entre ellos “MARULANDA”, cuando se escuchaba alguna frecuencia
inmediatamente los comandantes daban parte a los soldados para que
se retiraran de la conversación, después de terminadas sus charlas nos
hablaban para que regresáramos a nuestro cargo.
Para ese entonces yo era la radista del camarada

“DESESPERANZADOR” una vez me saludo por este medio el
comandante superior “CASCABEL”, antes de que llegara el otro
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comandante, “ALFONSO”, para iniciar su conversación, él me dijo, (hola,

hola, le respondí R le copio, veo que está manejando bien su labor de
radista), lo que ni él ni nadie sabía era que ya estaba cansada, agotada
y quería renunciar ya a ese radio, y más del peso que tenía, cada
momento tenía que sacar mis pertenencias, e irme detrás de ese
comandante, “como perro fiel”, y lo que en realidad quería en ese
momento era estar al lado de “ MONO”, y el cargo de radista no me lo
permitía. Al tener que irme detrás de este comandante, le decía a mis
compañeros cercanos que me iba a sentar sobre el radio, para que se
dañara, ellos solo se reían y me decían que ni se me ocurriera porque
yo sabía que podría pasarme, y luego daba reversa en mis decisiones
otra vez por miedo. Al pasar los de varios meses empezó a maquinar
en mí la idea de cómo deshacerme de ese radio, porque sinceramente
me aterraba la idea de perder a la única persona en la que podía confiar
en este lugar; “MONO”, además, ya lo extrañaba demasiado.
NO QUERÍA SER LA NIÑA DE ANTES
Al pasar unos días llega un comandante guerrillero, a la unidad, tome

valentía, me le acerque y le dije con franqueza lo que sentía. Le dije,
quiero deshacerme de ese radio, quiero dañarlo, no quiero estar más
aquí. El comandante al escucharme, empezó a reírse sorprendido por
mi valentía al decir esto, muy sonriente me dijo ni se le ocurra hacer
nada, mejor hable con su comandante. Pero yo a él no quería decirle
porque era muy humillativo y severo en los castigos que otorgaba por
desobediencia. Por otro lado el comandante, fue a hablar con el
comandante “DESEPERANZADOR”, y le hizo saber sobre mi molestia
por el cargo que me hicieron desempeñar, el reacciona molesto y dice
bueno sí ella no quiere aprovechar la oportunidad que se le está dando,
entonces podría otra persona en su lugar o la haré yo mismo, pero él
sabía perfectamente que mis intenciones más grandes de acabar con
ese radio, eran por estar al lado de “MONO”.SECUESTROS DE FARC
A los pocos días de haber pasado esto, vi, cuando llevaban a una chica
secuestrada, pregunte porque la tenían en cautiverio, me dijeron que la
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habían encontrado con una droga, a los pocos días me entere que era
algo absurdo porque lo que la chica llevaba era tampones; luego los
investigaron bien y se dieron cuenta que no llevaba nada y la dejaron ir
al tercer día.
LOS ERRORES DE LA RUMBA
Después de haber pasado varios días, el comandante me envió a mí, a

MONO y a toda nuestra unidad para el pueblo de Santana (Antioquia),
y tuvimos la gallardía de irnos a bailar al pueblo, fuimos todos, tomamos,
bailamos y luego de allí nos encontramos con la chica que había visto
el día que la secuestraron, ella solo nos miró sin rencor.
De ahí salimos a dormir a la casa de un miliciano, no acostamos a las

cinco de la mañana, y lo peor de todo fue que no habíamos dejado
guardia por ningún lado. Cuando eran aproximadamente las ocho de la
mañana, salimos con la gente (las masas), reclutando niños, hacían
reuniones y a los tres días nos recogieron sin aviso alguno y nos llevaron
a la unidad.
Llegamos al campamento, de “DESESPERANZADOR” nos dijo que nos

íbamos para otro campamento, para una unidad más grande, ósea para
la del comandante “CASCABEL”. Sin poder cruzar palabra de lo
sucedido, pero muy confundidos, en especial “MONO”, él me decía:
“algo malo estaba por pasar”. Duramos dos semanas ahí nadie decía
nada, luego de unos días llamaron a lista a los que se quedaban en la
unidad grande y a los que se iban con la unidad de
“DESEPERANZADOR”, llamaron para quedarse solo a “MONO”, a los
demás no, a mí ni por mas súplicas me dejaron con él, pregunté una y
mil veces porque no, y el comandante solo me respondió que era el
castigo por habernos ido a bailar sin dejar guardia. Nos preguntamos
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una y otra vez: ¿quién nos había delatado? y llegamos a la conclusión

de que había sido el miliciano con el que nos quedamos aquella noche,
al ver la decisión que ellos tomaron “MONO” y yo solo llorábamos, no
podía ser posible que nos habían alejado, en aquel momento en la unidad
tratando de solucionar este conflicto.
Pasó uno de los tipos que hace algunos años había acabado mi vida,
fue uno de los que me reclutó aquella noche, me dirigí hacia él y le dije
con mucha rabia, (porque me trajo a este lugar),lo miraba a los ojos con
mucha rabia y tristeza de ver mi desconsuelo al darme cuenta en lo que
me habían convertido y que lo único que tenía para ese entonces, ese
día me lo quitarían, ya era más que dicho que de ahí en adelante tendría
que salir adelante sola , ya que solo estando al lado del sentía que mi
mundo no era tan malo como creí, por eso era tan grande mi dolor, a
los pocos minutos, este hombre me responde: china acá la vida uno la
hace tal como le toque.
Luego sonó el pito, que nos avisaba que la unidad de

“DESESPERANZADOR” ya salía, con esta unidad Salí yo pero allí se
quedó mi vida, al lado del hombre que amé y amaré hasta el último de
mis días, miraba hacia atrás desconsolada por el dolor de perderlo, y
saber que nos habían separado por una irresponsabilidad cometida en
una noche de rumba.
Ya solo me quedaba recordar fue quien me enseña lo que necesitaba

para sobrevivir cuando él faltara, porque mientras estuvo a mi lado me
protegió, me cuidó y me llenó de detalles, él fue quien cambia todo a mi
alrededor.
En la unidad que yo iba eran más o menos diez hombres y dos mujeres,
incluida yo, y los muchachos me molestaban mucho pero jamás nadie
me iba a interesar como mi “MONO”.
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UN ffhMOR ffjIFÍCIL DE OLVIffjAR
Pasó mucho tiempo sin poder verlo aproximadamente un año, por la

unidad en la que yo estaba pasaban muchos chicos que eran enviados
a otros frentes, “MONO” aprovechaba cada oportunidad para enviarme
con ellos detalles, dinero y otras cosas, aun en la distancia estaba
pendiente de mí y les decía a los demás que la niña más bonita que
pudieran ver era yo, “PAOLA”, y que me recordaran que nunca me iba
a olvidar. Los chicos me daban las razones y los obsequios seguían su
camino, con rumbo a otro lugar. Luego pasaban otras unidades con
rumbo a donde “MONO”, yo aprovechaba cada vez que podía y le
enviaba cartas y notas de voz que podía guardar en una vieja grabadora
que solo servía para casete.
LA QUÍMICA DE UN ffhMOR PROHIBIffjO
Después de cierto tiempo nos enviaron de la unidad a hacerle inteligencia

a algunos del “ELN”, un día al estar ya con los del “ELN”, se realizó una
toma en contra de ellos, alias “Vicente” le quita el fusil a uno de los
“elenos” y tuvimos que tener un enfrentamiento muy duro contra los del
“ELN”. Luego de haber terminado el enfrentamiento logramos atrapar
a dos de ellos, les quitamos las armas y los enviamos a su campamento
en señal de que no era un juego, con esto le enviamos un comunicado
al comandante del “ELN”, diciéndole que tenía que cancelar la deuda.
Cometí un grave error, en dado momento empecé a sentir atracción por

uno de los “helenos”, (así se le llamaba comúnmente a los del ELN), y
nosotros no podíamos ni siquiera pensar en un tipo de relación
sentimental con el “ELN”, tan solo porque en un tiempo les prestaron un
dinero las FARC al ELN, y nunca se lo pagaron por esta razón cada vez
que se veían peleaban, y la orden para nosotros era robarles el dinero
y las armas, para así recuperar parte de la deuda que tenían con
nosotros, así que era algo más que imposible pensar siquiera en tener
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algo con este chico “heleno”, pero cada vez que nos veíamos era
imposible evitar las miradas y el coqueteo, un día me enteré que él le
había insinuado a una civil que yo le gustaba , en las FARC
habían niñas muy lindas , pero que yo le encantaba . Yo no lo sabía,
pero me lo contó y yo le conteste que el también me parecía lindo y ella
me dijo que me iba a ayudar (contaban que le decía a la civil que en las
FARC habían niñas muy lindas pero que yo le encantaba), no lo escuche
pero ella me contó, le dije a ella que él también me parecía lindo, y ella
me dijo que me iba ayudar.
CORRER EL RIESGO DE QUE NOS MATARAN
Por otro lado, no hacía más que pensar en “MONO”, que era quien
reinaba en mi corazón hasta el momento, pero me llenaba de rabia cada
vez que personas malintencionadas me decían que donde él estaba
andaba con otras chicas.
Le conté a mi amigo VALIENTE que me gusta un elenco con el alias de

águila mi amigo ya lo conocía. El me guardaría el secreto y me dijo en
un tono muy fresco tranquila yo no digo nada, pero usted ayúdeme con
una civil bien linda. Ya somos dos y satisfecha por su ayuda le dije listo
yo le ayudo. Yo hice mil intentos por conseguirle niñas lindas pero todas
me responden lo mismo, (que era muy feo), yo sentía lástima por él, pero
por el contrario él logra su objetivo para un encuentro secreto con águila
con “águila”. Nos camuflamos los del grupo y llegamos a la tienda, al
llegar la señora me hace saber que “águila” me está esperando en el
sótano, pero sin embargo me daba miedo que “águila” solo se estuviera
aprovechando de la situación para quitarme el arma, al recordar que
estábamos en guerra. Llegue hasta aquel sótano, sentía mucha
adrenalina, pero por otro lado me sentía dispuesta ver lo que iba a pasar
entre los dos, ya que con la mirada nos decíamos mucho, yo solo quería
descubrir ese misterio que estaba tras nuestras miradas ocultas. Al llegar
y no me importaban correr el riesgo que nos matara.
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Estaba sentado, lo salude; ¡hola!, el me respondió con una mirada muy

coqueta. Comencé a sentir un poco más de seguridad al estar ya, con
él, se levantó y caminó hacia mí. En este lugar era más que imposible
tener un romance, pero era tanto el gusto que en ese momento no
pensamos ni siquiera en conocernos solo en satisfacer la necesidad y
el gusto que sentíamos, sexualmente. Lo malo fue que teníamos pocos
segundos para hacerlo, porque los superiores estaban muy cerca, demás
si nos llegaban a descubrir corríamos el riesgo de morir. Porque éramos
más que enemigos, ante nuestra causa era un delito total. Así pasaron
varios días y mi amigo “VALIENTE” me seguía ayudando a verme con
“águila”, fueron como dos veces más, y lo peor de todo no se imaginan
que fue lo peor de todo; al pasar los días habiendo estado tan solo tres
veces sexualmente con “águila”, cuando me enteré que estaba en
embarazo.
UNA MENTIRA PIAffjOSA
Un día estábamos en el sótano y llegó el comandante a la tienda, yo

mire al heleno y le dije: ¿cómo salimos de aquí? Luego tomamos la
opción de que yo saliera por la tienda y el por la puerta de atrás, bueno
al final lo hocinos así. Luego de estar arriba el comandante me pregunta
donde estaba yo le respondí hablando con chica de la tienda mi amigo
cochos dijo lo mismo que yo el me apoyo con esta mentira de no haber
sido así no sé qué hubiese pasado. Yo le respondí que estaba hablando
con la chica de la tienda y mi amigo “VALIENTE” dijo lo mismo que yo,
el me apoyo con esta mentira, de no haber sido así no sé qué hubiese
pasado.
Al pasar los días cada vez era más grande el temor que tenía por haber
burlado las reglas, fue tanto así que al dormir en las noches mi mente
alucinaba, en mis sueños decía, águila que hacemos, nos pillaron, y así
varias veces repetí su nombre en mis sueños.
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EL ffhBORTO EN LA GUERRA
“VALIENTE” me decía que me callara y me tapaba la boca con sus

manos, decía también la está embarrando. Para ese entonces solo
pensaba en cómo le iba a decir a “águila” lo de mi embarazo. Pasando
los días y gracias a Dios nos trasladaron a otro lugar, donde ya no iba
a estar águila.
Era una pesadilla para mí, ya no me llegaba la regla. Pasaron tres meses
ya, tuve que comunicarle a la enfermera, ella me dijo que me haría una
prueba de embarazo, e infaliblemente estaba en embarazo. En ese
momento mi corazón se me quería salir del pecho no sabía que iba a
pasar conmigo, me sentí descubierta, supuse que me preguntarían por
el padre, yo sin respuesta alguna dije para mis adentros, a quien le doy
la culpa. Le suplique a “VALIENTE” que asumiera la responsabilidad, él
me dijo que no, recuerdo sus palabras, quiere que me maten, yo muy
enojada le dije tranquilo gracias entonces que me maten a mí. Me fui de
allí, rumbo a donde aquel comandante que me iba a aplicar una inyección
para practicar por primera vez en mi vida un aborto.
Aproximadamente a las 12:00 pm del día me aplico la inyección, cuando

me la aplico aquella inyección, me dijo, salió bueno VALIENTE para
premiar las mujeres. Yo si mediar palabra afirme con un gesto de gracia.
Menos mal que “VALIENTE” estaba de guardia, o estaba para

defenderse, pero muy dentro de mí le pedía a Dios que no lo fueran a
matar, porque sería mi culpa y tampoco que lo fueran a castigar porque
allí los castigos eran muy severos. Pasaron varios días y al ver que no
pasó nada me relaje un poco, en las noches “VALIENTE” me preguntaba
que como seguía la “pin pinita” así me llama de cariño el, me preguntaba
que me habían dicho por lo del embarazo, le contesté que todos
pensaban que él era el papa, el me miro, en sus ojos vi temor, me dijo
¿cómo? Yo lo abrace y le dije no pasa nada.
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Volviendo al tema anterior, me levante muy triste porque sabía que le

habían quitado la vida a mi bebe, muy desconsolada me dirigí a la caleta,
el lugar donde dormía, sentía mucha opresión en el pecho, luego de
media hora después de haber aplicado la inyección, intente hacer una
postura derecha para que pasara el dolor, era horrible pero lo extraño
era que no sangraba ni pasaba en mi nada extraño.
NO SABIA QUE HACER CON MI VIffjA
Siempre como de costumbre caminábamos mucho fuera del

campamento para evitar una posible emboscada, pasaron tres días e
inesperadamente salía sangre de mi cuerpo, era horrible porque era
demasiado, eran cantidades inimaginables. Fue una hemorragia tenaz
que no podía contener, luego fui al baño y sentí que salían de mi
coágulos de sangre, como partes de carne, pensé para mí, Dios mío ese
iba a ser mi bebé. Le pedí el favor al chico de la tienda otro compañero,
que llamara a la enfermera porque “VALIENTE” no se encontraba en
ese momento, la enfermera me envió a decir con el chico, que era normal
que solo tomara unas pastas de las que me habían dado, que la dejaran
dormir que la estaban trasnochando .
En la madrugada el comandante me envió a prestar guardia, yo le mandé

a decir que no me podía levantar, era tan fuerte el dolor que fue imposible
le pedí que se acordara de lo que acababa de vivir. El me mandó a decir
que me levantara y se lo dijera cara a cara, me levanté y fui como pude,
le comenté lo que me sucedía, él al ver mi estado me dijo, vaya lave ese
uniforme y en la noche me presta guardia, y así fue.
Sentí mucha rabia, dolor e impotencia porque no podía hacer nada, solo
me tenía que limitar a cumplir órdenes para ese entonces, contaba ya
con catorce años de edad, todo lo vivido para mi edad era demasiado
duro, después de esto enviaron a “VALIENTE” a cumplir una misión,
cerca donde estaba “águila”, e inesperadamente “águila” se encontró
con “BALIETE” y le preguntó por mí, él le contó todo lo que había
sucedido y lo del embarazo. El muy preocupado le preguntó a “BALIETE”
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que como me encontraba yo y que sabía sobre mi aborto, y él le contó

que ya estaba mucho mejor. Pasaron días y en medio de mi
recuperación sentía mucha vergüenza, quería morirme ya que todos en
la unidad rumoraban sobre mí.
LA DESCONFIANZA DEL COMANffjANTE
Al pasar varios días me enviaron como escolta del comandante

“DESESPERANZADOR” porque iba a recibir a unas personas que
venían de otro país, ellos nos regalaron unas onces para que pasáramos
el tiempo, el comandante en un momento nos pidió que comiéramos
primero y luego él comería, pensé por un momento que nos apreciaban
pero ese día me di cuenta que no significamos nada en ese lugar,
descubrí por mis compañeros que el comandante pedía que comiéramos
primero para ver si la comida tenía veneno, en caso de ser así que
muriéramos nosotros y no el.
EL REENCUENTRO
Pasando todo esto nos recogieron para llevarnos a otra unidad para
reunirnos, íbamos en el camino y pensé en “MONO” y en el rechazo que
podría estar sintiendo por mí, a la distancia.
Empezamos a caminar, fueron horas de marcha y de allí llegamos al

campamento donde se encontraba el camarada “ALFONSO” y
“CASCABEL” y muchas unidades más. Luego nos dirigimos a recibir la
comida, llegando a aquella montaña estaba “MONO”, aquel hombre por
el cual mis ojos tanto lloraron, cuando lo vi mi marcha frena
inmediatamente, pues no esperaba verlo en ese momento, y más aún
cuando sabía que él estaba enterado de lo sucedido en su ausencia lo
del aborto En ese momento MONO saludaba a todas las unidades el me
saluda igual que a todos no supe cómo reaccionar en ese momento,
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porque de igual manera lo amaba igual que el primer día, ese fue el duro
costo de mi supuesta venganza, si quería llamar su atención en el tiempo
que estuvo lejos de mí, pues cobardemente lo había logrado y me pesaba
su dolor.
Se acercó a mí, lo salude ¡hola!, cómo una amiga más pues no esperaba
más de él, él se giró y me beso en la boca, me abrazó, y en medio de
un susurro me dijo en el oído ¿quién te hizo eso? Me quedé sin palabras,
lo abracé y muy feliz le dije ya no importa, ya pasó, él me dijo que tenía
toda la razón, y me dijo que si podíamos hablar. Me pregunto: ¿acaso
ya tiene otra persona?
Yo le dije que obvio que podíamos hablar, pues al final, todo el amor que
había estado guardado en mi durante casi un año, seguía intacto, sentí
que lo amaba más que nunca y lo más bello fue que el me demostró lo
mismo. Me dirigí de inmediato a buscar mis cosas y a recibir la comida
rápido para hablar con él, hablamos muchísimo y pasamos la noche
juntos.
Ellos hacen lo posible por separar a las parejas como nosotros, porque
para ellos no es conveniente que nadie se enamore. Después de esa
noche nos separaron nuevamente, fue sentir en carne viva que
quemaban mi corazón. Lo enviaron a cumplir una misión con una
escuadra.
Sentí mucha rabia, lloraba desconsolada, pero no podía hacer nada

como raro en este lugar nosotros éramos simples piezas en un juego de
ajedrez.
Pasaron ocho días exactos, cuando el comandante envió un comunicado

a los rancheros diciendo, que hicieran más comida porque esa tarde
llegaba “MONO”, lo escuché y me puse feliz y de inmediato
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EL ffhBUSO DE COMANffjANTE
Me fui a arreglar mi colega, me puse muy bonita ya que estaba ansiosa

por esperarlo. A eso de las nueve de la noche todos dormían, y a mí no
me tocó guardia, pero como era de esperarse había alguien que sabía
que estaba feliz y quería arruinarlo, en esta ocasión fue el comandante
“ALFONSO”, alias “chamizo”. Él era un hombre de carácter fuerte y era
cojo, al parecer tres balas acabaron con su pie, el entró con una excusa
a mi caleta, diciéndome le que le prestara mi carpa, no se me hizo raro
porque yo estaba sola esperando a “MONO”, y quería que él me
encontrará dispuesta para él, en un momento escuche a “chamizo” decir
que él no venía por la carpa si no por mí.
Sentí un frío por todo mi cuerpo que congelaba mis sentidos al instante,
recordé como de costumbre la primera vez.
En ese momento solo quería que llegara “MONO”, pero por otro lado
quería que se demorara para que no se encontrará con una situación
tan bochornosa para una joven enamorada como lo estaba yo. Luego
de que ese hombre acabara conmigo me sentía muy vacía, sucia y lo
peor era que yo solo quería esperar a “MONO”. Solo quería matar a
todos los que habían abusado de mí porque sentí algo que era más que
lógico odio, me quería morir pero para ese entonces ya tenía un motivo
para vivir, pero aun así sentía que no era posible que esa pesadilla no
acaba.
Ese tipo se fue diciendo que no se demoraba “MONO” que me preparara

para él, él se fue y yo me quede destrozada llorando inconsolablemente,
me sentía muy triste, sucia, utilizada y lo peor era que no se demoraba
en llegar “MONO”, y yo estaba muy indispuesta, no lo podía esperar con
las mismas ansias.
Después de esto no pude dormir durante toda la noche, a eso de las tres
de la mañana llegó “MONO”, venía totalmente sudado, por lo difícil que
había sido la caminata el llego tan cansado, que inmediatamente entró
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en la caleta yo solo lo abracé y lo besé fingiendo mi gran felicidad, pero

en realidad no la sentía ya que hace algunas horas me la habían
arrebatado, pero de igual manera él estaba en ese momento conmigo y
quería hacer el amor y como negarme ante la persona que más amo.
De igual manera estuvimos juntos entre llantos de alegría me sacaba
sonrisas, pero fue muy duro para mi tener que fingir ante el hombre que
amaba una felicidad que no era completa. Él me decía que me amaba
con todo su corazón, que su amor era infinito, me tocaba el cabello una
y otra vez.
UN ffjÍA DESPUÉS
Al día siguiente en eso de las seis de la mañana, el comandante

“ALFONSO”, el encargado de destruir mi felicidad el día anterior, me
llamó para pedirme que llevara toda la loza que tenía sucia, sentía
mucha rabia y al terminar de lavar esa loza le dije que ¿si podía ponerle
la loza aquella en un lugar en el piso? El sin contestar… me miró con un
gesto en la mirada de morbo y también en burla, diciéndome ¡me gustó
mucho lo que paso, me va a tocar enviar más seguido a “MONO” a las
misiones!
Yo sentía que todo se tornaba en mi contra, la vida cada vez era más
dura conmigo; no entendía porque me pasaba todo esto a mí era más
que estar viviendo en un infierno. Lo peor de todo era que por más que
quisiera no podía contarle nada a “MONO” por temor a que el tomara
represalias en contra del comandante y seguramente nadie lo creería,
porque a pesar de que él tuviera un cargo alto en este lugar las reglas
eran otras, lo podrían matar, según ellos era mejor el silencio, y por mi
parte no quería que le pasara nada malo.
43
LAS SÚPLICAS DE MI ffhMOR
Después de un tiempo, recogieron la unidad del comandante

“DESESPERANZADOR” y me volví a enterar que me llevaban y “MONO”
se quedaba, él hizo mil intentos para que nos dejaran juntos. Habló con
el comandante “CASCABEL”, pero la respuesta de él, solo fue: ¿a usted
se le olvida que ella tuvo un aborto? Y “MONO” solo bajó la cabeza y se
fue. Llegó donde estaba yo, esperaba una buena respuesta y al llegar
lo noto muy extraño y triste, le pregunte que pasaba y él me respondió
que no podíamos estar más juntos, que nuevamente nos iban a separar,
eran órdenes y las tenía que cumplir al costo que fuera.
LAS HUMILLACIONES DE LOS COMANffjANTES
Me tuve que ir con el comandante “DESESPERANZADOR” y los demás

compañeros de mi unidad, en ese momento empecé a planear mi fuga.
Sin contarle a nadie sobre mis planes, una mañana nos encontrábamos
en una casa quinta muy bonita, cuando de repente llega “MONO” con
un compañero a cumplir una misión en ese lugar, pero él no se podía ir
sin verme, lo vi muy hermoso, lo abracé, lo besé, estaba dichosa no
podía creer que lo estaba viendo nuevamente. Pasamos juntos como
tres noches aproximadamente, no lo recuerdo bien, en esos días le hice
saber todo lo relacionado con mi plan de fugarse, y le pedí que se fuera
conmigo, le dije que quería estar fuera de ese lugar junto a él, él me veía
los ojos muy airado, y me toma por los hombros diciendo: ¿qué le pasa
acaso quiere que la amarren y le hagan un consejo de guerra? Repitió
nuevamente su frase común que ¡él moriría en ese lugar! Yo le respondí
muy triste y acongojada, ojala que el día que te maten yo esté ahí contigo
para que me pase lo mismo o hacerme matar junto contigo.
Además le pedí que no me fuera a delatar, pues por su reacción

desconfíe un poco.
44
ME ffjORMÍ EN LA GUARffjIA
en todo caso me fui a dormir, al llegar la noche cometí una falta grave,
tenía que prestar guardia esa noche de doce de la noche a dos de la
mañana, pero en medio de mi desesperación no quise ir y me fui a pasar
la noche en la caleta donde dormía “MONO”, pensé que no pasaría
nada porque él lo hacía y no pasaba nada, pero me quedé dormida y
como a las dos y media de la mañana el relevante fue a buscarme porque
yo era la responsable de que los relevantes se despertaran, además de
esto era la responsable de los demás puestos guardia.
En un momento sentí como uno de los guardias me despertó haciendo

sonar las palmas de sus manos, me desperté con un temor inmenso y
al abrir mis ojos era “MONO”, diciéndome levántate que se dejó pillar
(descubrir), me levanté inmediatamente, y me fui a mi puesto.
Mi relevante que era de alias “Mario”, me dijo, que son estas horas de
llegar; y no ha llamado los demás guardias, le dije Mario no me vaya a
pasar informe por favor, él me dijo váyase de inmediato y llame a los
guardias, finalmente logré convencer a Mario y me fui.
Llamé los demás guardias, yo estaba confiada de que el otro guardias

de alias “molleja”, no diría nada, llevé a los guardias al puesto y llamé al
comandante, me dijo que son estas horas; ¿se quedó dormida o qué?
Le dije que no, me contestó que igual le iba a informar al superior, y eso
me daba para una sanción, por ultimo le dije: usted verá que hace
camarada. Pero fui a dormir un poco preocupada, porque sabía que
estaba defraudando la confianza que ellos depositaban en mí, al día
siguiente como de costumbre a las seis de la tarde, sonaba un silbato
anunciando que tendríamos que realizar el santo y seña. Santo y seña
se refiere a una serie de nombres que se les asignan a un grupo
indeterminado, para tomarlo como punto estratégico en caso de un
tiroteo en la noche, en caso ser así deberá llamar al compañero por
dicho sobrenombre y si alguno no responde o responde mal no era
compañero y debería ser fusilado. “en pocos palabras el santo y seña
es la vida de uno en este lugar si lo olvidas puedes correr el riesgo de
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morir”, habían veinte minutos de relación en los que cada uno de

nosotros podíamos realizar críticas constructivas de los demás
compañeros, en uno de estos eventos el comandante dio parte ante
todos de mi error del día en la guardia, ¡dijo; camarada Damaris nos
podría explicar el motivo por el cual me entrega su turno de guardia a
las dos treinta de la madrugada cuando en realidad tenía que entregarla
a las dos en punto!, Preguntó el camarada “CASCABEL”, ¿Damaris es
eso cierto?, le respondí con mucha certeza: si camarada es cierto me
quede dormida, me respondió enfurecido; usted sabe las consecuencias
que le traerá su irresponsabilidad, como castigo por su falta me trae
diez viajes de leña y 15 chontos (así se le llamaba a los hoyos que se
hacían para realizar las necesidades fisiológicas),dos trincheras y para
esto tarde seis días enteros en terminar la sanción, después de esto me
suspendieron la relevancia por tres meses.
SAQUE FUERZA DE ffjONDE NO TENÍA
Pasando un tiempo estaba recostada sobre un árbol descansando,

cuando de repente se acercó uno de mis compañeros y comenzó
abusivamente a manosearme y a exhibirse con intenciones de
aprovecharse de mi situación, me levanté enfurecida del lugar donde
estaba, queriendo defenderse de sus acosos, y más aún con las
circunstancias vividas anteriormente, haber sido abusada fue muy duro
para mí y por temor jamás había logrado defenderse, desde la última
vez que me sucedió esto, prometí que jamás lo volvería a permitir; al ver
mi reacción él tomó la defensiva amenazándome con matarme y al
mismo tiempo me retaba una y mil veces a que yo hiciera lo mismo, en
ese momento nos fuimos a los golpes y en medio de la pelea logre
quitarle el fusil que él portaba y sin darme cuenta él también me quitó el
arma con la diferencia de que para ese momento yo tenía un arma corta
(revolver). Yo tenía tanta rabia que lo quería matar, pero me detuve a
pensar que podía pasarme lo mismo, finalmente lo hice comprender
que no debía acercarse a mí.
Lo mismo le sucedía a mi compañera Sonia, el comandante NEGRO

abusaba de ella; lo puede saber porque un día le hice una pregunta: le
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dije; que si acaso se le había regado la crema de dientes en la ropa,

ella me respondió sin darse cuenta: no, lo que pasa es que Vicente cada
vez que abusa de mí, eyacula sobre mi ropa y yo no puedo hacer nada.
Le dije yo he pasado por situaciones peores y no por eso le voy a permitir
sus abusos a un imbécil de esos.
EL RIESGO QUE PASAN LOS NIÑOS
Un día nos ordenaron una misión; íbamos dos mujeres y cuatro hombres,
nos enviaron para una autopista con rumbo Medellín – Bogotá, la misión
se trataba de traer suministros alimenticios, el comandante ya tenía el
lugar y la hora exacta en que llegaban las dos tractomulas que eran
asaltadas, una de las mulas la descargaron ahí, nos pusieron la tarea
de cargar arroz desde la autopista hasta la vereda donde estábamos,
era muchísimo y el camino era muy horrible, se hacía tarde y ¡no
acabamos!.
Los superiores tomaron el riesgo de traer a “molleja”, era un joven de

tan solo catorce años que tan solo portaba un revólver, lo enviaron
corriendo el riesgo de que lo capturaron, pasaron por (Antioquia), a la
policía se le hizo muy raro el paso el conductor era un civil que lo
obligaron a pasar , molleja era un guerrillero de tan solo 14 años , pero
a el conductor ya le habían advertido que si abría la boca lo mataban,
que si la policía lo paraba que dijera que el niño era su hijo, efectivamente
la policía lo para ; y le preguntaron que para donde llevaba la carga, él
respondió: “voy a descargar una parte en molinos y siguió para Bogotá,
él es mi hijo que me acompaña en el recorrido” Así logra llegar al fin la
carga de arroz al molino y al llegar quemamos las dos tractomulas.
Uno de los hombres pregunto ¿Qué van a hacer conmigo?, el

comandante le respondió; váyase-váyase rápido que nosotros nos
encargamos de sacarle plata al gobierno, de esta manera el señor se
fue caminando hasta cierta parte, de ahí en adelante algún carro que
pasó lo recogió. Finalmente-luego tuvimos que cargar el arroz en
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animales (mulas y caballos), y repartirlo para varios frentes como el 47,

el Aurelio, el noveno y me imagino que otros más.
NO ES FÁCIL SOBREVIVIR EN EL MONTE
Un día caminábamos y fue tanto el recorrido que pasamos cerca de un

árbol que no recuerdo bien su nombre, lo cierto es que los compañeros
decían; que este árbol producía una alergia en el cuerpo. Bueno al final
el comandante comenzó a leer la guardia, éramos muy pocos porque
estábamos en una avanzada, así se le llama a un anillo de seguridad
que se hace alrededor de la unidad.
Al llegar la noche me sentía inconforme porque estaba cansada y tenía

puesto de guardia a las cuatro de la mañana y entregaba a las seis de
la mañana, llego mi relevante y me dijo “Damaris”, vamos a la guardia,
le conteste; ¡me siento muy mal! mírame la cara estoy hinchada, me dijo
vamos donde el comandante. Llegamos donde este hombre un horrible
ser humano al que le decían el “gurre”, le dije que no me sentía capaz
de prestar guardia aquella mañana, le dije que jamás en el tiempo que
llevaba allá me había negado a prestar guardia pero que esta vez era
muy distinto porque me sentía muy mal que solo quería que la enfermera
me examinara, él me mira y me autorizó ir donde la enfermera, me fui
y en el mismo instante llamó a la persona que me iba a reemplazar.
A la hora de irme sentí miedo porque para cruzar al lugar donde tenía
que llegar habían muchos obstáculos, después de todo cruce y llegue
derechito a la caleta donde estaba “marcela”, (la enfermera), ella me
examinó y me dijo que tenía la cara tan hinchada como la masa corporal
de un toro, me dieron ganas de llorar; me aplicó varias inyecciones y
dure tres días en reposo. Después de estos días mejore, y nos enviaron
para otro campamento que estaba situado muy lejos de allí, y debíamos
pasar por unos caminos muy feos, luego me enviaron a seguir el camino
con un compañero de alias “Henry”. En el camino me dijo mi compañero,
¿PAOLA, usted tiene una hermana aquí?, yo le dije que no, porque me
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preguntaría eso; solo me respondió que había conocido una mujer muy
parecida a con la diferencia de que tenía la cara más delgada, solo me
reí y le dije; “Henry” era yo lo que pasa es que tengo la cara muy
hinchada, él se rió y me miro y dijo con razón que era tan parecida.
EL MIEffjO DE ANDRffkA
Una noche estábamos cerca de un pueblo llamado San Rafael

(Antioquia), eran aproximadamente las diez de la noche y yo me
encontraba prestando guardia, se me acerca relevante, alias “Andrea”,
me dijo “Damaris” me puedo quedar con usted es que no quiero patrullar,
tengo mucho miedo; yo le pregunte, ¿porque? Ella me respondió: si ve
esa montaña que está allá señalando un lugar, le dije que sí, ella me
dijo, lo que pasa es que la orden de mi comandante fue que tomáramos
un señor en este lugar, pero de un solo tiro, y no murió con un solo tiro
y en ese momento tomamos la determinación de cortarle cabeza no
teníamos otra opción. Me contó que aquel hombre abría los ojos y la
boca horrible, me dijo que sentía mucho miedo yo solo le dije que yo
también pero que la iba a acompañar. Dejé mi puesto solo sin importarme
que me juzgaran por este delito que estipularon en mi mente desde el
día que ingrese en este lugar, la acompañé toda la noche, al día siguiente
la sacaron a ella y a seis compañeros más.
Se fueron con la comandante alias “Nelly”, la mujer que me recibió en

este lugar cuando tan solo tenía doce años, a un orden público, así se
llama dónde está el ejército o los paramilitares.
Pasó una semana y llegó la noticia al campamento, la triste noticia de

que habían acabado con todas la unidades que salieron aquel día, me
dolió muchísimo la muerte de Andrea, pero sabía que no podía hacer
nada al respecto, al fin y al cabo esa es la suerte que corremos todos
allí, además sabía que algún día me tocaría a mí.
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EL COMANffjANTE LIMÓN
Nos fuimos de allí con un comandante de alias “limón”, él era muy lindo
conmigo y me molestaba, decía que yo estaba muy linda y de la manera
en que insistió al ver mi desolación al estar lejos de “MONO”, me dijo
tantas veces que tuviéramos algo. Yo lo único que pensaba era en que
me estaba convirtiendo por la distancia de “MONO”, lo peor era que
“limón” sabía que yo era la mujer de “MONO”, sin importarle nada me
pretendió, en aquella marcha caminamos dos días de día y de noche,
una tarde íbamos subiendo una montaña llenos de sudor y de un
momento a otro él me tomó por el brazo y me beso con tanta pasión que
no pude resistirme, al llegar al campamento, me dirigí a hacer mi caleta,
pero “limón” me llamó en ese momento y me dijo: no hagas tu caleta que
yo ya hice una para los dos. Así pasó y esa noche estuve con aquel
hombre al día siguiente él se iba con la unidad de él y yo seguiría en el
mismo lugar.
El comandante tomó la iniciativa de que seguiríamos la marcha en la

noche, y pues estaba tan oscuro que era imposible saber dónde
estábamos parados era increíble caminar por un lugar donde no se veía
nada por la oscuridad, pero no podíamos oponernos, lo más duro de
todo fue que tuvimos que cruzar ríos, pantanos y llegar mojados hasta
la punta de los dedos sin nada de comer, era algo humillante un castigo
inmerecido.
Aproximadamente a las dos y media de la mañana llegamos al lugar

donde siempre patrullamos, donde le pedíamos a la gente que nos
informara todo lo que sucedía en nuestra ausencia, ese mismo día
empecé a sentir un dolor muy fuerte en una de mis rodillas y al momento
noté que se me hinchaba poco a poco la rodilla, el comandante Vicente
se dio cuenta de mi estado y me dijo que ellos no se podían detener por
una sola persona que lo único que podía hacer por mí era hablar con
una señora de una finca para que me diera albergue mientras mejora mi
rodilla. Lo único que le conteste fue: si camarada. Así duré como cuatro
días en esta casa mientras mejoraba mi estado de salud, con el arma
debajo de la almohada y rogándole a Dios que no llegara el ejército en
cualquier momento y me encontrara allí.
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Pero confieso que fue muy gratificante para mi estar aunque fuera unos
días de civil porque hace tanto que no era tan feliz, además las hijas de
aquella familia que por cierto me trató como una integrante más, ellas y
yo jugamos a ser modelos y aquel hombre me cuidó como a su propia
hija, me daba aguas medicinales y me bañaba la rodilla con aguas tibias,
me decía que lo que había pasado era que había entrado en mi cuerpo
un frío por la humedad de la ropa.
En esos días los camaradas volvieron por mí y con el dolor en mi alma

tuve que regresar con ellos porque ya no había vuelta atrás, tenía que
seguir el camino que me habían escogido, además esa misma noche
debía prestar guardia, y como había pasado cuatro noches sin hacerlo
ya no quería, estaba tan cansada. Se portaron bien en los días
siguientes, nos dejaban turnos muy cortos, de una hora para que fuera
equitativo para todos, pero como era de esperarse me porté mal, una
noche debía prestar guardia a las once de la noche, me llamaron y me
levanté, pero dentro de mi dije cuando el hombre al que estoy relevando
se duerma yo también me acuesto a dormir, y así fue me quede dormida,
pero dentro de mi pensaba en despertarme para entregar mi turno pero
no fue así, me quede dormida, cuando de repente el comandante
Vicente grita: quien es el guardia que le recibió a “Valiente” ¿Quién es
que no está aquí? De un momento a otro dijo “ELMO”, la guardia era
“PAOLA”. Yo me levante muerta del miedo, era tanto que no pude hablar,
en ese momento pensé que me harían consejo de guerra, le dije a
Vicente que me entendiera que había estado enferma y me quede
dormida del cansancio. El me gritaba fuertemente: qué tal que se meta
el ejército y nos quiten la cabeza, fuera solo a usted vaya y venga pero
somos todos. “PAOLA”, que irresponsabilidad la suya. Me dijo que me
fuera a prestar guardia, me fui con lágrimas en mis ojos y unos deseos
inmensos de acabar con el aquel día, me sentí tan pisoteada, por una
vez más me di cuenta que no era importante para nadie.
Llegó la hora del relevo y le pregunté a mi compañero que si él sabía si

me iban a amarrar, él me dijo yo no sé y si la amarran eso le pasa por
quedarse dormida. Me fui desconsolada dirigiéndome a mi caleta, y al
llegar estaba Vicente esperándome allí, y me dijo “PAOLA”, su sanción
será hacer el desayuno mañana. Me desperté de madrugada e hice el
desayuno, al primero que le llevé fue al comandante, paso así el día y
en la tarde en eso de las seis NEGRO me llamó para decirme que tenía
que hacer sesenta páginas con la palabra: “no debo quedarme dormida
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en la guardia” y llevar treinta viajes de leña. Así pasé varios días y me

tocó siempre hacer lo mismo hasta que cumplí con la tarea de los treinta
viajes de leña.
De un momento a otro inesperadamente duré quince días exactos sin

poder defecar, le comente al comandante lo que me estaba sucediendo,
al pasar los días él me pregunta que cómo seguía, le respondí que seguía
mal y me dijo que me alistara inmediatamente para que alias el “niño”
me llevara donde el médico. Me arregle rápidamente para irme al hospital
y así fue el “niño” me llevó hasta allá, en la moto que habíamos
recuperado en un retén, llegamos al hospital y el médico me atendió muy
rápido, me examinó y me dejo varias horas en observación, mientras me
hacían un lavado estomacal, que por cierto es horrible.
La enfermera me dice que tengo que consumir muchas verduras y

ensaladas, yo le expliqué donde yo estoy no podemos comer como
queremos. Me contestó que esperara el almuerzo para que recuperara
las fuerzas, llegó la hora del almuerzo, me dieron muy poco arroz y
mucha verdura, y además traía pollo asado, cuando me pasaron el
almuerzo no lo podía creer, exclame, ¡ummm que rico que sabe esto!,
pues para mí era algo nuevo ya que cuando vivía con mis padres la
mayoría de las veces eran frijoles y sancocho y en la guerrilla casi todo
era enlatado, y harinas.
Al otro día estaba prestando guardia como en eso de las diez de la

mañana y llego de pronto un hombre al que le apodaban el “ideólogo”,
porque era una persona muy inteligente y estudiado, de repente se baja
de una moto porque se dirigía hacia la unidad de
“DESESPERANZADOR” pero antes de seguir me vio y me dijo al oído
¡que saludos de MONO! Y como uno cuando está en la guardia no puede
hablar con nadie, le dije que no podía hablar en ese momento, él me
dijo, ¡si mi niña más bien cuando acabes!, recuerdo que me dijo también
cuando hablemos te entrego un regalito que te envió “MONO“. él se fue
y yo quede feliz en mi puesto de guardia al darme cuenta que “MONO”
aun pensaba en mí.
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Al acabar mi turno inmediatamente me dirigí a la caleta del “ideólogo”,

y lo salude ahora sí, lo abrace muy fuerte y el en medio de ese abrazo
me dice: mi niña ese hombre te quiere mucho, mira lo que te envió. En
medio de mi incertidumbre, le pregunté angustiada, ¿qué es?, el saca
de su maleta una caja pequeña muy bonita, era de color rojo, la abrí
inmediatamente, era un anillo de oro una piedrita roja, sentí deseos de
llorar, pero aquel dulce señor me dijo, ¡no llores mi niña solo pídele a
Dios que te de mucha fortaleza!, además recuerda que acá uno solo
puede enamorarse de la causa, aparte de todo la distancia que tienen
ustedes es grande y allá hay muchas más chicas, y uno cuando esta
solo puede cometer sus deslices, yo al escuchar sus palabras incline la
cabeza y me puse el anillo, el cual significaba que no me había
equivocado al enamorarme de aquel hombre al que le había dado todo
de mí, le di las gracias. Salí de allí un poco desolada pero también con
una esperanza inmensa de que mi vida cambiaria en algún momento.
Todos los días nos dictaban conferencias para enseñarnos que teníamos
que obtener el poder tanto de las armas como político, a veces eran tan
aburridas que deseaba estar prestando guardia, a veces me aburrían
pero tuve que aceptar la realidad que vivía en ese entonces, recuerdo
que un día dijeron en medio de una conferencia, que los niños en la
guerrilla no podían existir que allí todos éramos adultos, me dio tanta
rabia que al finalizar, me fui corriendo decepcionada de escuchar esa
sarta de mentiras. Le conté a mí compañero “VALIENTE”: como
pretenden que me porte como un adulto si soy una niña. Era algo
riesgoso decirle y no lo hice mi amigo VALIENTE me respondió en un
tono sensible porque no le dices, me daba miedo y Me fui, en medio de
mi rabia entendí que no podía igualarse a uno de mis superiores, y
“VALIENTE” se rio, me regrese y le dije a “VALIENTE” ¡no es justo!, pero
ya estaba allí no podía hacer nada.
Un día teníamos muchos deseos de comer carne, ya que allí muy poco
se comía carne por la situación y estábamos cansados de tanto comer
huevo. El comandante un día le dijo a “VALIENTE”, que había un finquero
que tenía unas terneras muy lindas, que fuera a buscarlo para que
negocian por doscientos cincuenta mil pesos una de ellas, así fue,
53
“VALIENTE” trajo el señor y el comandante lo entrevistó, el señor al ver

el ofrecimiento se puso furioso y le dijo que no estaban a la venta. En
ese momento el comandante se puso peor de furioso y le dijo, ¡ya no le
doy nada, ahora nos la comemos gratis por mal agradecido! El
comandante le ordena a mis compañeros que mataran la ternera más
grande y gorda que encontraran, e inmediatamente le pide al señor que
se vaya porque su presencia le incómoda.
Cuando la mataron, empezaron a trasladar las carne hacia donde

estábamos nosotros y el comandante me pide que haga el almuerzo, el
me explicaría como hacerlo, hice algunos cortes de carne grandes, pero
me daba asco porque la carne aún era muy tierna y se movían como
gelatina, por un momento pensé en hacerla frita pero ellos querían un
sancocho, para esto puse una olla grande al fogón, y comencé a agregar
los ingredientes, puse la carne y en el momento que empezó a hervir la
carne se inflaba y nunca entendí él porque… al ver esto tuve que bajar
la olla del fuego para cortar las partes de carne un poco más pequeñas
porque crecían demasiado.
Sentí asco y decidí no comer de esta carne y la señora donde estábamos

me dijo muy amablemente: ¡tranquila que yo te doy del mío!
Así pasó y duraron aproximadamente un mes comiendo de esta carne,

lo peor de todo era que teníamos que cargar todo el tiempo esto en
envases plásticos para todo lado, durante el tiempo que caminábamos
cruzamos lugares muy hermosos, como también otros demasiado feos,
pero era aún peor cuando teníamos que caminar en las noches a oscuras
sin poder prender nada de luz, y cargando las ollas en la espalda y era
horrible como uno se pegaba con esas ollas en la cabeza al momento
de caminar, ya que eran demasiado grandes.
Al día siguiente despierta uno lleno de ese tizne NEGRO que dejan las
ollas sin ser brilladas, ya que en la guerrilla no se brillan las ollas por
fuera solo por dentro, esto lo hacen para evitar que por el brillo de las
ollas nos lograran ver.
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Algunas veces por castigo tuve compañeros a los que les tocó ranchar
(cocinar) por una semana, sé que es muy duro porque tienen que
despertase a las dos y media de la mañana, para lograr acabar temprano.
EL MIEffjO Y LA RISA DE LA GUARffjIA
Una noche mi camarada “oriente”, me entregó la guardia, pero aquella

noche tenía algo especial, nos encontrábamos en una vereda llamada
el molino. En este lugar habían muchas cabañas y casas muy bonitas,
y aquella noche al comandante se le dio porque nos quedáramos en ese
lugar, yo prestando guardia, y en una de esas casas había un asado,
con muy buena música, se escuchaba muy bueno todo, entonces mi
compañero “oriente”, me dijo que le guardara el secreto de que iba a
estar un momento en el asado aquel, le respondí que tranquilo que no
diría nada, entonces él me dijo, camine y comemos pero con mucho
cuidado porque si la encuentran se jode, porque en ese momento yo era
la guardia. Pasamos sin duda alguna por aquella casa donde era
prohibido estar, había un hombre que nos ofrecía trago, pero algo muy
dentro de mí me decía que no aceptara; porque presentía que “NEGRO”
se levantaría, porque era ya más que costumbre, que se levantara en la
madrugada a masturbarse sobre alguna de mis compañeras; y alguna
se resistía, lo hacía a las malas sin importarle el daño que causaba; en
un momento comencé a sentir mucho miedo.
Le dije sin pensarlo dos veces, me voy a retirar de aquí mejor “oriente”,
él me dijo sin medir palabra como quiera, si mejor aléjese. Tome la
decisión de irme detrás de un carro para cubrirme mejor; le dije a mi
compañero que sin embargo me llevara carne al puesto, así fue, me
camufla detrás de un carro, y estaba muy oscuro. Allá fui comiendo carne
mientras “oriente” se divertía.
Cuando eran aproximadamente las diez de la noche, a lo lejos vi una luz

muy bien camuflada que se acercaba, pero no lograba verme a mí porque
estaba en un lugar muy oscuro, cuando para nuestra gran sorpresa era
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el comandante que había llegado al asado donde se encontraba

“oriente”. Inmediatamente le grita: “oriente”, ¿usted que hace aquí?, no
debería estar durmiendo y donde está el guardia, yo alcance a escuchar
y corrí hacia una pared que había cerca, en ese momento sentía que
todo se movía, me temblaban las piernas del miedo que sentí, por un
momento me quede viendo a “oriente” con esa cara de preocupación
que tenía y de los nervios me provocaba reírme, pero “oriente” le
respondió al comandante: ¡debe estar en el puesto! Inmediatamente el
comandante empieza a llamarme ¡PAOLA, PAOLA!, con el tono de voz
muy alterado, cuando veo que venía para donde yo estaba, dije dentro
de mí: ¿Dios mío qué hago? No podía responder nada, además él no
podía sospechar que yo me encontraba segundos antes con “oriente”,
en un momento vi que el comandante alumbraba hacia donde yo estaba,
¡no sabía qué hacer!, estaba muy preocupada porque si el comandante
me encontraba me sanciona por varios días, al darme cuenta que cada
vez se encontraba más cerca, lo único que pude hacer en ese momento,
fue deslizarme por la pared, hasta quedar tendida en el suelo, para evitar
que cuando el alumbrara me lograra ver, fue peor la situación cuando
pasó por mi lado sin lograr verme, sentí terror, dentro de mí sentía que
iba a llorar, pero para mi sorpresa el comandante no me vio, pasaron
por mi lado sin detectarme; luego de que pasaron me levanté
inmediatamente de ahí y me fui hacia el otro lado, cuando me devuelvo
como si nada, les digo: ¿qué hacen por ahí? Como si no supiera nada,
el comandante me dice; ¿usted dónde estaba Damaris?, le respondí que
patrullan la zona de abajo, el me respondió enfurecido; no se debe alejar
tanto de donde estamos nosotros, recuerde que usted es el guardia.
Sentí deseos de reírme porque no podía verle la cara a mi compañero
“oriente”, entonces le dije a mi comandante que no me alejaría tanto de
allí, bueno así paso, termine mi turno y fui a buscar a “oriente” para hablar
del dichoso asado, que se había convertido en casi que una tragedia de
la que afortunada mente ese día nos libramos mi compañero y yo,
mientras hablábamos comentábamos de las caras que teníamos en ese
momento y quería reírme mucho pero no podíamos, bueno así pasó una
más de las duras y a la vez agradables historias que tuve que vivir.
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EL AGOTAMIENTO
Salimos de ese lugar, iniciamos la marcha nuevamente, y llegamos a la

casa de unas señoras, yo iba con mi compañero y amigo “VALIENTE”,
y decidimos entrar en la casa, muy orondos, nos sentamos en el
comedor de la señora para hablar un rato, pero el agotamiento era
demasiado ya el cuerpo no nos daba para más, de repente, si darnos
cuenta nos quedamos dormidos y lo peor era que estaba de día, no sé
cuánto tiempo pasó aproximadamente, lo único que pudimos saber fue;
que entró el comandante “NEGRO”, y nos gritó furioso, ¡oigan ustedes
que se creen durmiendo a esta hora!, inmediatamente nos despertamos
asustados por el grito, y me dijo a mí; ¡PAOLA, levántese ya! Y le dijo a
“VALIENTE”, esta es la nueva orden: dijo el comandante ¡se me separan
inmediatamente! Uno se va para abajo y el otro hacia arriba, lo peor de
todo fue que yo quede en un cañaduzal horrible y estaba haciendo
mucho sol, además teníamos que prestar guardia tres horas, me sentaba
por momentos pero me tocaba hacerlo rápido porque el comandante no
podía verme, luego nos llamaron para el almuerzo pero mi compañero
y yo teníamos muchísima rabia, explote y le dije a “VALIENTE”, que tenía
un plan para matar a “NEGRO”, y era tanta la rabia que tenía con ese
hombre, que fue el encargado de dañar mi vida el día que me acabo mi
inocencia y se encargó de convertirse en un monstruo al igual que ellos,
él me vio a los ojos y me dijo “mi pinpinita”, dígame cuál es el plan,
comencé a relatar lo que había planeado:
“aquella noche teníamos turno de guardia seguidos “VALIENTE” y yo,

entonces la idea era hacerlo durante esas cuatro horas que teníamos,
el plan es que cuando salga “NEGRO” lo agarramos por la espalda y
usted le entierra un cuchillo en el cuello sin darle tiempo de decir
absolutamente nada, luego lo enterramos con todo el material de
intendencia (fusil, equipo, ropa y todo lo que tenía puesto), para que los
demás creyeran que se había fugado”. Él me dijo burlándose de mí, ¡me
gusta que ahora piensa como uno de nosotros, pero no seamos ilusos;
con ese señor no se puede! Le dije porque no vamos a poder y él si lo
hace con todos los demás cada vez que le da la gana. Me respondió
57
que debíamos pensar mejor porque ese plan era muy riesgoso y me hizo
una pregunta a la que no me pude resistir me dijo: ¿qué vamos a hacer
con la sangre? Me quedé sin palabras, en ese momento no supe que
responder, entonces comencé a planear la manera de largarme de ese
maldito lugar, ya que no podía acabar con lo que me atormentaba.
Volviendo a mis días atrás lo único que me ataba a este lugar o que me
motivaba a seguir era “MONO” que hasta ese momento seguía siendo
mi único y gran amor, pero aun así tenía que pensar en mí porque de él
no volví a saber nada, pero me dolía tanto porque lo amaba como a
nadie.
Seguí con más veras con el deseo de fugarse cuanto antes de allí sola,
ya que mi novio no quiso hacerlo conmigo, nunca aceptó la propuesta
de irnos y yo tenía que salir de allí, para esto seguí pensando cómo
hacerlo durante varios meses, pero a mi cabeza venían aquellas palabras
que algún día escuche del comandante “DESEPERANSADOR” y de los
demás: ¡que todo aquel que se volara y fuera capturado en el intento,
sería decapitado, ya que él decía que ni un tiro se merecían!
Eso retumbaba en mis oídos, esas palabras eran latentes en mi mente

todos los días, esto no me permitía llevar a cabo mi plan de fuga por
temor, lo único que pensaba en ese momento era: si me cogen me
matan, sabía que si lograba llevar a cabo mi plan debía correr
desesperadamente para que no me alcanzaran, pensaba para mí que
si debía morir por lo menos que fuera en el intento.
En los últimos días comencé a soñar con mi fuga y en aquel sueño, veía
como disparaban y yo con todo y el miedo que sentía decidí hacer lo
mismo, al despertar me di cuenta que todo era un sueño y volví a esa
horrible realidad, desperté muy asustada pero me di cuenta que todo
era solo un sueño.
Una noche preparaba la comida y dentro de mí hubiera dado lo que fuera

por tener un veneno para acabar con todos, pero era algo muy ilógico.
58
Preferí al día siguiente hablar con una señora, era civil, tenía
aproximadamente sesenta años y era una persona muy religiosa y aparte
de eso muy amable, le pregunté si Dios existía, porque en ese lugar nos
hicieron creer que no, ella me respondió: claro que existe. Le dije que
ojalá fuera así, porque en ese momento necesitaba un milagro cuanto
antes, si era que en realidad existía. Aquella señora me regaló un papel
donde estaba plasmada la imagen del hombre al que le llaman: el hijo
de Dios en una cruz y había en ella una oración muy bonita, que repetí
con furor sin importarme que me la pudieran encontrar porque habían
días en que nos requisaron y nos quitaban algunas cosas que no
pertenecían a ese lugar. Hice aquella oración con mucha fe durante
varios días, tal y como la señora me lo había dicho.
Iniciamos nuevamente la marcha al día siguiente, llegamos a una vereda

donde podría ubicarse muy bien. Pensé para mí: ¡llegó el momento de
mi fuga! Entonces decidí preguntarle a una señora que estaba allí, sí
para llegar a granada o en un pueblo, estaba muy lejos, ella me dijo que
si, estaba un poco retirado. Por otro lado me dijo ¿porque me pregunta
eso? yo le dije que por simple curiosidad… Dijo: a mí no me engañas.
Me hice la inocente, como quien no sabe nada, ella me dijo: ¿usted se
quiere volar de allá cierto? me dio risa en el momento. Ella replicó:
tranquila yo te puedo ayudar a salir de aquí, pero tengo una condición,
me dijo así: ¡si tu sales de aquí con vida, necesito un favor. ¿Cuál? Que
mates a una mujer que está saliendo con mi esposo. Mi respuesta fue:
para eso sigo aquí metida porque de esto es que estoy cansada, además
quiero salir sin problemas o si no para que salgo.
Luego nos llevaron a la unidad grande, al llegar a este lugar nos

encontramos con la sorpresa de que había un camarada que se había
enloquecido, pero los trastornos eran momentáneos, en momentos se
ponía a gritar cosas como ¡que me llegue el verde, que lo mató!
Lo peor era que él no podía hacer eso porque nos podrían ubicar entre
más silencio mucho mejor porque el enemigo podría estar cerca. El
comandante envió a dos compañeros a que lo tomaran de las manos y
se lo llevaran y lo callaran, después de un rato se le pasaba su delirio,
59
y me acerque a él, con la intención de saber cómo estaba, le pregunté

que le pasaba, el me respondió: ¡un día estábamos en un enfrentamiento
con el ejército, y mis compañeros se fueron sin y en mi soledad con el
enemigo casi encima mío en miedo me embargo, tuve que tirarme a un
rio sin saber a dónde iba, en ese momento sentí que mi mundo se quedó
en blanco por un momento, sin saber qué hacía ni donde iría, pero tuve
que seguir, llegue a una casa donde una señora me dice: acabaron de
pasar por aquí. Seguí mi camino con la ilusión de alcanzarlos y con el
pensamiento un poco nublado, al fin llegue donde estaban. Pero sentí
que no era el mismo, recuerdo que me decía que prefería pegarse un
tiro antes de ser torturado por el ejército.
Al fin y al cabo el comandante dio la orden de que mataran al loco alias

“Duviar”, dijeron que lo matarían y lo tiraron al río que estaba cerca, sentí
mucha tristeza por él, me preguntaba para mí, porque no lo mandan a
su casa a que se mejore al lado de su familia. El comandante decía que
si lo enviaban a su casa, todos se harían los locos para irse.
EL REPROCHE DEL COMANffjANTE
Acabando con ese tema, ese día volví a ver a “MONO”, me sentía feliz
de verlo aun después de tanto tiempo lo amaba tanto, él trató de hablar
con el comandante ese día para que nos dejaran juntos otra vez y el
comandante le respondió: (no insista que no los voy a dejar), sentí mucha
rabia y dolor sentí deseos de llorar, pero para ese entonces ya mi
corazón estaba tan lleno de odio que no me lo permitía.
ME OBLIGARON A COMETER INJUSTICIAS
El comandante me dio la orden de ir con otros compañeros a la casa de

un miliciano, un informante urbano, al que se le había reclutado el hijo
pero se había fugado.
60
La orden era ir por él, llegamos a la casa de aquel hombre, y el

comandante le dice que nos entregue al muchacho, pero el señor puso
resistencia y lo negó. Al ver a “NEGRO” tan enojado, diciendo: ¡si no me
lo entrega entró por él y se lo mató, decida!
El señor intimidado le dice: tranquilo hermano, yo se lo entregó pero

prométeme que no le harán nada. “Vicente” muy orondo le responde:
¡tranquilo, que solo lo quiero llevar a la escuela de entrenamiento!
Nos lo llevamos de Jorge, pero en camino “VALIENTE” me decía que

“NEGRO” lo iba a matar, duramos dos días con el niño amarrado.
A los dos días después llegó “MONO” con otros dos compañeros, y se
llevaron el niño que tan solo tenía trece años, para un lugar alejado y lo
mataron, me imagino que lo desaparecieron para que el padre jamás se
enterara del paradero de su hijo.
Pasaron dos meses y un día me encontré con el papa de aquel niño,

inmediatamente me saluda y me pregunta por su hijo, en un principio le
dije que no sabía nada. Pero él insistió hasta que tuve que decirle la
verdad porque no aguante ver su dolor, pero antes que nada debía
cerciorarme de que él no me fuera a delatar. Él me dijo que no me
preocupara que él no diría nada, opté por creer en su palabra y le conté
que al niño lo habían matado y desaparecido el cuerpo.
El entró en un momento de tristeza inmenso, y lo único que me dijo fue:

¿Quién me le hizo eso a mi niño? Yo le respondí que habían sido unos
guerrilleros que habían venido por él, enviados desde la unidad grande
y que quizás en el momento en que lo mataron lo botaron a un río. Él se
tocaba la cabeza y lloraba, me decía que ese maldito de “NEGRO” me
las paga “PAOLA” te lo juro, yo decidí contarle que tenía planes de fuga,
pensé que él podría ayudarme, en ese momento solo me dijo que me
fuera de allí cuanto antes, que no me quedara al lado de esta gente tan
despiadada y cruel que no me esperaba nada bueno allí.
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Le hice jurar antes de irse que jamás diría nada pasara lo que pasara,
y me cumplió; nunca supe que fue que él dijera algo en mi contra, por
el contrario, se volvió extraño con la guerrilla luego de saber todo lo que
le dije, ya nunca volvió a ser el mismo su mirada se había transformado.
LA PLANIFICACIÓN FORZAffjA DE LAS NIÑAS EN

LA GUERRA
Una tarde me aplicaron la inyección de planificar y quedo mal puesta,

se enquistó en un glúteo, y fue terrible porque el dolor era muy intenso,
además me impedía sentirme tan siquiera, además se hizo un hematoma
en la nalga muy grande y cada vez dolía más, cada día era más. Hubo
otra compañera a la que le pasó lo mismo, pero a ella le fue peor que
a mí, porque el de ella fue un hematoma de sangre y la tuvieron que
operar de urgencia. Pero esa no era su única desgracia, aparte de todo
tenía un hermano que hacía poco lo habían ingresado a las filas y trató
de fugarse porque le pareció muy duro todo esto y murió en el intento.
El dolor de aquella mujer cada día se hacía más grande, pero no podía
hacer nada.
LAMENTABLffkMENTE SUCEDEN DESAPARICIONES
Una tarde llegó al campamento un miliciano que fue para hablar con
NEGRO, era muy normal que fueran a vernos cada rato, para darles
información a los comandantes sobreponen a la causa, pero en esta
ocasión fue diferente porque el miliciano se fue del lugar donde
estábamos muy temprano en eso de las ocho de la mañana, e
inmediatamente el comandante “Vicente”, mandó llamar a los siguientes
soldados: “VALIENTE, parte juete, molleja, cura y PAOLA”, ósea ¡yo!,
nos dio a cada uno una tarea diferente, a “VALIENTE, parte juete y
molleja”, los envió a traer a la profesora de la escuela la aurora. Pero a
“cura” y a mí nos envió a un lugar a hacer un hueco muy grande, que
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era similar a una trinchera o aún más grande, pero jamás nos dijeron
para qué era. Cuando estábamos allá, habiendo cavado ya este hueco;
llegaron mis compañeros con la profesora, al momento de llegar la
profesora muy asustada pregunta: ¿para qué es ese hueco que está
ahí?
En ese momento le pidieron a la señora que se quitara la ropa, y entrara

en ese hueco, ella solo lloraba, y me pedía auxilio pero no podía hacer
nada porque corría el riesgo de que también me mataran.
Ella entró en el hueco con los nervios destrozados y llorando, en ese

momento al verla pensé para mí que era una mujer muy delicada, de tez
blanca, piel suave era lo que podía percibir. Sentía que era inhumano,
lo que hacían con ella pero en mi posición era imposible ayudarla aunque
quisiera hacerlo, para finalizar con esto pensé que abusarían de ella,
pero nunca lo hicieron.
Mi compañero “VALIENTE” le quiso dar final a esa tortura, le dio la orden

de que se tirara al suelo; pero ella no accedió, entonces el en un tono
irónico le pide que se tienda dentro del hueco a menos de que quiera
morir de pie así le decía.
Ella le suplicaba que no la matara, así le decía ella recuerdo bien: ¡no
me mate por favor mire que yo tengo dos hijos y aún están muy
pequeños!, sentí mucho pesar por ella porque en ese momento
“VALIENTE” se rio de ella y le dijo así en una manera muy fría: ¡yo tengo
tres y que! Y en ese momento le disparó hasta acabar con su vida.
Recuerdo tanto que el primer disparo fue en el pecho, pero ella al recibir
el impacto se abalanzó hacia delante con la intención de tocar a
“VALIENTE” pero él reacciona y le realiza el segundo impacto qué fue
fatal en la cabeza. Nunca olvidaré ese rostro que pedía auxilio, pero no
pude hacer nada, solo di la vuelta y caminé hacia el campamento,
llegamos al campamento, e inmediatamente “VALIENTE” le entregó al
comandante la ropa de la profesora. El comandante solo se reía y
preguntaba en medio de sus burlas: ¿Qué hacía la vieja?, le relataron
lo sucedido, yo triste decidí irme …porque al medio día recibía la guardia.
63
Un día el comandante nos pidió otra vez reunirnos a los cinco que
participamos en la muerte de la profesora, para advertirnos que ninguno
podía abrir la boca para contar que había sucedido aquel día, porque si
algún día hablábamos este delito podría hundirnos a todos.
COLABORAffjORES
Pasando todo aquello, fuimos a la casa de un miliciano donde nos

quedamos unos días.
Una mañana como cualquier otra y como nada extraño me mandaron a

mí a hacer el desayuno, ya casi terminado y listo para servir llega el
miliciano y nos informa que corremos rápido porque viene el ejército, al
escuchar esto corrieron porque éramos pocos, en ese momento todos
huyeron, menos yo, porque aún tenía mi equipo en la caleta y para llegar
a ella tenía que cruzar un lugar donde posiblemente me podían
encontrar, pero no tenía otra opción y tuve que arriesgarme. Logré salir
de allí, buscando a mis compañeros porque se habían ido sin mí, corrí
a buscarlos por el camino pero con tan mala suerte de no hallarlos porque
se habían encargado de no dejar rastro alguno, tapando los caminos por
donde habían pasado porque no podían correr el riesgo de que los
encontraran. Al fin ellos me vieron desesperada buscándolos y silbaron
para que llegara donde ellos estaban, luego de allí llegamos a un lugar
alejado, donde un compañero en medio de su inconsciencia le da por
poner el dedo en el gatillo y se le escapa un tiro y tuvimos que salir
corriendo de allí, sin importarnos lo que podría pasar. Era muy posible
caer en una emboscada o una granada porque no teníamos el tiempo
para planificar la huida.
Llegamos a un lugar donde había una roca muy grande que tenía una
cueva, tuvimos que escondernos ahí, allí duramos cuatro días sin comer
ni beber absolutamente nada; fue muy duro este paraje de mi vida, solo
64
VALIENTE
65
pensábamos que en cualquier momento llegaría el ejército y nos

acabaría a todos con solo una granada.
Uno de esos días le dije a mi amigo fiel y compañero de causa

“VALIENTE”, que sentía mucha hambre y él comprendía mi estado de
crecimiento, me quería tanto que rebusco dentro de sus cosas y solo
encontró una galleta que la destino para mí, aparte de todo esto por el
medio de la cueva bajaba un agua sucia que no sé de dónde provenía,
y tuvimos que beber de allí para no deshidratarnos, el comandante se
comunicaba todos los días con un miliciano de la zona que nos informaba
los pasos del ejército y así al cuarto día logramos salir de allí, pero en
un estado físico horrible, hasta nuestro color de piel estaba amarillo.
LO QUE SUCEDE CUANffjO SE FUGAN LOS

GUERRILLEROS
Después que salimos de allí, el comandante nos mandó a que

desenterramos unos camuflados y fusiles que estaban encaletados hace
algún tiempo.
La razón de hacer esto, es que un guerrillero de alias “Carlos” que se

había fugado hace algunos meses con todo el dinero del frente, sabia
donde se encontraban las caletas, por esto decidieron cambiar los
escondites.
Al pasar los días el comandante se enteró que yo tenía conocimiento

sobre el plan de fuga de “Carlos”, y me llamó para hacerme una pregunta:
me pregunta directamente, ¿Por qué no me dijo nada sobre la fuga de
“Carlos” si usted sabía? Le respondí sin mediar palabra: en un principio
pensé que era una chanza, ¡pero jamás me imaginé que fuera de verdad!
En ese momento él me pidió que me retirara, me fui de ahí con lágrimas
en mis ojos, pensando en acabar con mi vida porque estaba cansada
de esa vida, llegue a la caleta de mi amigo “VALIENTE” llorando, el me
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pregunto qué me pasaba, le respondí rompiendo en llanto, contándole

todo lo que me había dicho el comandante, él me dijo abrazándome; mi
niña no estés triste, mejor portarte bien que todo estará mejor, le hice la
propuesta de que nos fuéramos de allí, pero el solo me decía que no
hablara muy duro que nos podían escuchar.
LAS CONSECUENCIAS DEL COMBATE
Pasaron los días y era un mes de diciembre para ese entonces, cuando
llegaron a avisarme que habían herido a “MONO” en la cara tenía una
esquirla incrustada cerca a la nariz y para mi saber esto era muy duro y
más al saber que no podía estar con él para apoyarlo.
De allí nos recogieron para hacer un trabajo muy grande pero aun no
sabía de qué se trataba, reunieron a tres escuadras para realizar aquel
trabajo, allí pude ver a “MONO”.
Ese día se reunieron los comandantes de las tres escuadras, para

realizar la misión, era medio día y teníamos hambre, yo estaba con dos
compañeros con los que me había entrenado y había uno que era muy
malo, pero el otro era lo contrario. Le pedí a él que era muy bueno que
me regalara un poco de su comida porque todavía no era la hora de
almuerzo y ellos dos estaban planchando (cocinando), aquel joven que
no era de mi agrado pero desagradablemente era mi compañero, me
tomó por el cuello y apretaba durísimo, en ese momento me dice:
tranquila que muy pronto se le acaba su felicidad. Le pedí que me soltara
porque me estaba lastimando, pero no atendió y me miraba con mucha
rabia, me fui de allí, llorando de la rabia, y le dije a “MONO” con mucho
dolor ¡cuídate mi amor! El así mismo me responde ¡tú también! Le pedí
que por favor lo hiciera, porque si le pasaba algo no sabría qué hacer,
´por otro lado le hice saber que me sentía sin fuerzas para continuar allí,
él se enojó, y me dijo: PAOLA”, no me hable de eso usted sabe que si
la encuentran en un intento de fuga la matan, yo no me perdonaría que
me le hicieran algo, llego el momento de despedirnos. Él me dijo al oído:
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¡yo aquí muero! Solo lo escuche y mi corazón se invadía de tristeza al

pensar que me iría de allí algún día abandonando a mi hombre. Él se
fue de allí y yo solo lloraba por el miedo de perderlo, antes de irme le
dije: mi amor te voy a extrañar mucho, él me decía; cuídate mucho
porque si te pasara algo me dolería mucho.
LA MUERTE DE MONO
El comandante “NEGRO”, nos ordenó a todos, prepararnos para derribar

tres puentes en la autopista Medellín – Bogotá, pasó así, al día siguiente,
pasaba por el lado del comandante “Vicente” y escuché una
conversación que tenía con “MONO”, en la cual le decía que tenían que
estar de acuerdo porque los tres puentes debían caer al mismo tiempo.
Pasa así y lo acordado era que los puentes debían caer a las once y
media de la mañana y así fue; a las once y media de la mañana cayeron
dos puentes, el primero y el tercero cayó, más el segundo el cual debía
derribar “MONO” no logró derribarlo y en ese momento todos estaban
extrañados pero nadie dijo nada. Nos ordenaron salir de allí, luego
llegaron unas chicas que estaban en la misma unidad de “MONO”, esa
noche ellas captaron con nosotros para seguir al día siguiente, pero
había algo que a mí me parecía muy extraño; “MONO” no había enviado
ninguna razón y el en cualquier oportunidad que se presentará lo hacía,
lo que yo no sabía era de un rumor que rondaba por la unidad y que al
parecer la única que no lo sabía era yo. Llegó un rumor a la unidad sobre
la muerte de un comandante; por un momento le dije a mi compañero
“VALIENTE” que tal que fuera “MONO”, él me responde con una mirada
un poco confundida: ¿y si así fuera qué?, yo le respondí que moría en
vida si él se fuera de mi lado.
Comenzó en mí una confusión y una duda porque todos estaban muy

extraños, le pregunté una y mil veces a “VALIENTE” si él sabía algo de
“MONO” porque yo sentía algo muy extraño en mí, pero nadie me dio
razón. Me confié de lo que me decían y seguí mi ruta. Pasaron días y
sin saber nada de “MONO” pero la angustia había disminuido con el
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pasar de los días, a pesar de tanto silencio, llegó un día en el que todo
era muy raro todos me veían como si fuera una extraña, o como si me
tuvieran lástima.
Un día pasaba caminando lentamente por donde habían muchos de mis

compañeros reunidos, y escucho a uno de mis compañeros de alias
“molleja”, decir: ¡lástima que lo mataran y tan huevona mente! En ese
momento, ese silencio inundó vida y en mi sabía que aquel hombre al
que habían matado el primero de diciembre de ese año era “MONO”. Lo
peor fue que me acerque donde “molleja y le dije con mucha certeza
“molleja” ¿mataron a “MONO” cierto? El me responde con una mirada
inundada de lástima, ¡sí que pesar lo mataron!
Para ese entonces habían pasado casi treinta días desde su muerte; era
un treinta y uno de diciembre aquel día en el que supe que mi vida nunca
sería la misma porque había acabado mi única esperanza.
Desde ese momento aquellos hombres y mujeres que durante años

fueron mi familia, con los que compartí momentos buenos y malos y en
ocasiones sentí que quería permanecer toda mi vida allí, porque no
puedo negar que a pesar de tanto dolor también viví momentos
inolvidables. Desde aquel día pasaron hacer mis más grandes
enemigos.
Me hacía miles de preguntas ¿Cómo, porqué, y sobre todo quien lo había

matado? Pero no pude hacer nada. Me sentía impotente, y vacía pero
sabía que tenía que salir de allí como fuera.
LA MENTIRA DE MI ffhMIGO
Llegue donde estaba “VALIENTE”, lo tomé de un brazo y le dije llena de

rabia, ya me di cuenta que estoy sola en esta mierda, ni usted es mi
amigo porque de haberlo sido me hubiera dicho. ¡Ya lo sé todo! Y lo peor
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fue que usted lo sabía y no me dijo nada, si eso es un amigo que puedo
esperar de los demás.
El me abraza y me dice: mi niña yo solo quería evitarle ese sufrimiento.

Le dije llena de ira: ¿usted cree que lo que estoy sintiendo ahora que
es? De ahí me fui para una casa y me encerré con llave, la civil que vivía
allí me preguntaba qué me pasaba, yo solo podía llorar porque mi dolor
era inconciliable.
Al día siguiente comenzaron nuevamente las labores, y como era de

esperarse a nadie le importaba mi dolor y como un soldado más debía
trabajar. El comandante me pidió hacer el turno de guardia de seis de
la mañana a ocho, y como era de esperarse a nadie le importaba lo que
pudiera sentir, el comandante me vio a los ojos y me dijo un poco
enojado: si usted sigue así de desmoralizada, voy a tener que amarrarla
porque me desmoraliza los demás. Para completar me dice muy
sarcásticamente ¡usted sabe que muy pocos se salvan después de haber
sido amarrados!, yo lo mire a los ojos llenándome de fortaleza y le dije:
-yo estoy bien -entonces porque esa actitud.
-No me pasa nada, solo que es algo natural porque todos tenemos
corazón y hay cosas que nos duelen. Solo es eso.
-ahhh o sea que está llorando es por su “MONO”, pero porqué llora
por ese man si ya lo mataron hace rato.
Me llené de ira y le dije con los labios fruncidos y la mirada inundada,

¡permiso que debo salir de aquí, de allí me fui directamente donde mi
amigo “VALIENTE” y como era costumbre le conté todo lo que me
pasaba y le dije con llanto en mis ojos, ¡VALIENTE me quiero pegar un
tiro! él solo me decía, no diga eso mi niña.
Le dije, me voy para santa rosa o el charco, si vivo o muero no me importa

pero no me quedó un día más en esta mierda, “VALIENTE” me decía
disimula esa tristeza que te pueden matar y no me gustaría que te pasara
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eso, porque me dolería mucho, yo solo lloraba por estar allá pero no
podía hacer nada porque, me podían matar.
EL INICIO DE LA FUGA
Pasaron unos días y me parecía eterno cada vez, pasaban y pasaban

los días y eran solo sueños los que tenía de salir de allí, tanto así fue
que una noche soñé que me seguían hasta alcanzarme y yo me
enfrentaba con ellos hasta la locura porque para ese entonces eran mis
enemigos.
Nos trasladaban de seis unidades por varias veredas, y en los traslados

tome la opción de grabar firmemente los caminos por donde andábamos,
tenía que aprenderse muy bien el terreno porque eso facilita mi fuga.
El comandante “NEGRO”, dio la orden de repartir las unidades por

diferentes veredas, dio las coordenadas a cada comandante de unidad
y pues el que más me convenía para mi plan de fuga era el comandante
“ELMO”, que le habían asignado la vereda el (molino), y como no tenía
opción me correspondió la unidad de “Vicente”. No sabía qué hacer
porque si me iba con mi plan se prolongará otra vez, me inunda de dudas
pero por un momento vino a mí una idea de hablar directamente con
“Vicente” para que me trasladara a la unidad de “ELMO” sin excusa
alguna, en fin hable con él, le dije lo que quería y me dijo:
-¿qué me da?
-lo que quiera
Por último con todo el dolor y el asco que se puede sentir tuve que
acostarme con él para que me permitiera cambiar de unidad. Me fui con
aquella unidad. Estábamos en una casa, cuando de repente se
escucharon disparos y tuvimos que huir de ahí rápidamente porque
éramos muy pocos para responder, además estábamos cerca de una
base militar.
71
Un día tuve un turno de guardia de 12 a 2 de la tarde y llegue a y una

casa donde había un señor que me pareció muy cordial, y le pregunte
muy abiertamente como podía hacer para hablar con un cura, él me dijo
entre secretos:
-se quiere volar

-sí, pero por favor no le digas a nadie porque me matan
-tranquila yo te voy a ayudar.
Esas fueron las palabras de aquel hombre, luego me pide que redacte
una carta, me pasa un papel y un lápiz para que haga una carta para la
cruz roja, porque allá cerca de ese establecimiento vive la esposa de
ese señor, termine la carta y el quedo de darme una respuesta, me fui
de allí con una esperanza más latente.
Volví tres días después para encontrar alguna respuesta, pero me

encuentro con la triste noticia de que no habían entendido mi carta que
por mi bajo nivel de escolaridad no pude hacerme entender, al fin él pudo
hablar con su esposa para explicarle y al fin lograron entenderse.
Luego hablé con él y me dijo tenemos que hacer las cosas con calma
porque no estamos tratando con cualquier persona, recuerda que no
estamos jugando. Le dije si tenemos que andar con cuidado porque nos
mataran si se enteran, solo me dijo tranquila que Dios nos ayudará.
EL MIEffjO ME VENCIÓ
Salí de allí y pensé en volarme esa noche en la guardia, pero la noche

estaba muy oscura y era casi que imposible lograrlo. Llegue donde
“VALIENTE” y le conté todo lo que estaba pasando, le dije que había un
civil que me estaba ayudando, él solo me dijo: mi niña tengan mucho
cuidado. Le dije que no pasaría un minuto más de mi vida en aquel lugar
al que le debía mi desgracias, pero en partes me sentía agradecida
72
también porque eran como mi familia por momentos, “VALIENTE”

contestó :si tú te vas de aquí me quedo solo con esta gente. Solo le pude
decir que lo esperaría afuera para que fuéramos felices.
Me preguntó para dónde me iría cuando me fuera de allí, le dije que así
fuera para debajo de un puente pero no seguía más allí, me dijo que por
nada del mundo podía irme para mi casa porque podrían matarme a mí
y a mi familia si me encontraban. Ese era otro gran problema que hacía
muchos años no tenía la menor idea del paradero de mi familia que tenía
que buscarlos era una de mis grandes tareas.
EL ffjÍA DE MI FUGA
Así fue. Llegó el gran día, eran las seis de la mañana, recibía mi turno,
parecía un día normal para todos pero para mí era todo distinto. Había
llegado el momento de mi fuga, tenía planeado irme al momento de mi
relevo, llegaron las siete de la mañana, cuando de repente llego “pata e
juete” y me dijo
-“PAOLA”… vaya donde el comandante.
-“NEGRO” me dijo: necesito que vaya a la carretera y me recoja

un viejo al que le vamos a quitar una plata para sobrevivir estos
días. Pero volando a las ocho la quiero aquí.
Pensé para mí. Dios me está dando todo para que lo haga bien, él estaba
conmigo en ese momento. Me dijo la descripción del señor, viene con
un sombrero NEGRO y una ruana amarrada.
Fui corriendo donde termino con esta frase para mi amigo VALIENTE
conocí a una persona que valió la pena , peleábamos me enojé fue
testigo de muchas lágrimas una y otra vez porque me alegras los días
horribles como nadie lo había hecho y hasta el día de hoy aún no sé si
está vivo o muerto le doy las gracias… “llegamos a un punto donde ni
73
nosotros mismos sabemos cómo nos sentimos, no sabemos si estamos

tristes, enojados o decepcionados… simplemente en ese momento nos
encontramos mal, de sentir esa terrible rutina que uno lleva al estar en
esa condición de vida”
“VALIENTE adolfo” era esa persona en la cual confié tanto, él nunca me

defraudó y me apoyaba en todo, fue a quien le expresé todos mis
sentimientos de rabia y mis temores “VALIENTE”. “VALIENTE” le dije
adiós amigo por fin me voy de aquí, lo abracé y lo miré a los ojos dándole
a saber que lo extrañaría, él no me respondió nada solo me miro a los
ojos.
Salí corriendo de allí y escuche que “VALIENTE” me silbaba desde lejos

y con los dedos me hacía señas de que no lo hiciera, yo solo seguí
corriendo de allí porque sentí miedo de que mi amigo contara todo lo
que había planeado. Llegué a carretera con la esperanza de llegar pronto
a la casa de aquel hombre que me estaba ayudando, corrí
desesperadamente no me alcanzo a imaginar cómo pude ser tan veloz
parecía un conejito. Llegué donde él y le dije:
- ¿qué pasó?
- ya la están esperando, pero debe cruzar para llegar donde la
esperan….
Pensé por ahí es muy peligroso, eso zona es de paramilitares. Termine

eso con la valentía de hacerlo, comencé a descargar el arma con
trescientos cartuchos de munición.
-Tiene que llevar el arma para que la cruz roja la reconozca.
Me fui de allí y sin darme cuenta ya casi llegaba al campo guerrillero,

tuve que pasar cerca al puesto de guardia con mucho cuidado porque
se podrán imaginar qué pasaría si me pillaban.
Logré salir de allí no se ni como llegué al puente, y tuve que subir una
montaña ni la berraca y comencé a recordar el sueño que había tenido
74
días antes de mi fuga, y mentalmente le pedir a Dios sin cesar que me

ayudara porque mis fuerzas se agotaban.
Logre salir de aquella montaña y al salir habían dos hombres que me

vieron tan cansada, me ofrecieron gaseosa pero fue peor porque el gas
de esta me puso muy mal, tuve que tomar agua de una manguera como
por diez minutos para poder continuar. Seguí mi camino sin parar por
aquella carretera que parecía no acabar, de pronto en el camino muy
extrañamente había un caballo amarrado a un cerco, me pareció extraño
entonces decido continuar mi camino pero algo dentro de mí me decía
que tomara el animal y así fue me lleve aquel caballo y corría en él. Pase
por un lugar donde había muchos milicianos y ese caballo siempre se
iba en dirección a ellos y muy oronda tuve que saludarlos como si nada
para que no notaran que estaba fuera de las filas.
LA ffjIFICULTAD
Llegue a un lugar donde estaban unos chicos y era tanto mi miedo que
sentía que todos eran mis enemigos para ese momento solo pensaba
que si daba la vuelta me matarían, seguí mi camino y llegamos a un túnel
muy oscuro y lleno de árboles, no se veía nada. De la nada la bestia
paro y por más que le pegué y me esforcé no quiso caminar yo creí que
me habían encontrado los paramilitares, después de cuatro minutos
exactos camino.
Sentí un alivio muy grande cuando a lo lejos se veía un aro con una
escalera muy grande, me baje del caballo feliz sin saber aún si eran ellos
o no y con esperanza de que saliera al fin de allí. Mire mi caballo y le
dije con mucho cariño ¡gracias amigo! Ella movió la cabeza e hizo un
sonido extraño con la nariz. Paré el carro y le preguntó al ayudante que
si había visto en el camino gente uniformada ellos sabían a qué me
refería, él me dijo que sí, yo le dije bueno necesito que me acerque a la
pavimentada. Aún estaba muy lejos quién lo creería, me dijeron que no
75
podían ayudarme porque los metería en problemas. Me llene de mucha

ira y con mucha autoridad le dije me lleva quiera o no y me subí.
ffjIOS ME PROTEGIÓ
Así pasó y por todo el camino sentí miedo, de repente me dice el

ayudante: seño llegamos a la pavimentada.
Me bajé del carro con un miedo que era más grande que yo, mire a todo
mi alrededor y pensaba en que me iban a matar pero pasaron unos
minutos y no pasó nada cuando vi a los lejos una mano extendida que
me hacía señas. No se alcanzan a imaginar lo que sentí en ese momento
solo parecía que para mí algo había acabado y se quedaba allá.
Llegué donde estaban esos dos señores con mis ojos inundados y me
dijeron:
-“PAOLA”
- sí.
- vámonos ya, la única condición para arrancar es que entregue el arma.
La entregue sin restricciones y como vi que el señor no sabía manipularla
para descargarla le dije que me dejara ayudarlo. Me entregó el arma un
poco inseguro por mi condición pero lo hizo y le devolví el arma luego
de acabar.
Íbamos por la autopista rumbo a Medellín y de repente nos para la policía.

Sentí miedo. Me acosté en la parte de atrás del carro y pidieron los
papeles del auto, se los entregaron y nos dejaron seguir, teníamos
mucho miedo por los retenes de la vía por el arma que llevábamos sin
permiso alguno. Además yo vestía como guerrillera mis prendas
militares, pero empecé a quitarme la camisa porque debajo de ella traía
una blusa de color azul que había tomado de la casa de una civil
abusivamente. Pensé que si paraba el auto no sería tan sospechoso que
me vieran así.
76
A lo lejos vimos un retén militar y empezamos a pensar que hacer, ellos

me dijeron que para evitar problemas con ellos tomáramos el arma, así
fue la botamos por la ventana y lo mismo hicimos con el pantalón y las
botas.
Llegamos al retén y pidieron los papeles del auto inmediatamente se los

dieron, pero a ellos les pareció muy extraño que yo estuviera en ropa
interior.
Los señores de la Cruz Roja me consiguen una moda de ropa en un

hotel para cambiarme me llevaron a cenar y después me dejan en un
hogar de paso de bienestar familiar (ICBF).
Empiezo a estudiar a reintegrarse a la vida civil, un año después me

llevan a la cuarta brigada de Medellín donde rendir una interrogatorio
duré todo el día y de un momento a otro todos salieron de la oficina y
quedó el hombre que me estaba investigando empezó a decirme que
le diera besos en el pene, no sabía cómo salir de ahí miraba para todos
lados a ver si habían cámaras para que alguien me ayudara, me decía
que las guerrilleras eran unas putas que no me hiciera la inocente.
Le dije: Te consigo una amiga que es más bonita que yo y al fin lo
convencí y terminó la indagatoria y salí. Afuera me esperaban dos
hombres del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) eran los
que me brindaban seguridad.
Unos meses después me entero que calificación fue muy baja pareciera
como que no hubiera estado en el FARC y eso lo hizo el hombre que
me decía que le besara el pene y el muchacho del DAS me subió el
puntaje, pero aún era muy bajo… después me pasaron a un juez de
familia y gracias a Dios todo salió bien.
Después de unos meses encontré mi familia, tuve dos hijos que amo
mucho. Después de cinco años encontré a mi padre, madre, hermanos
se veían agotados y un poco ya de edad de soportar el flagelo de la
guerra.
77
MI FAMILIA TAMBIÉN VIVIÓ LA GUERRA
madre me contó que al esposo de mi hermana maría lo habían matado,

ellos tenía dos hijas una de un año y la otra en el vientre y que habían
desaparecido al tío de él. Empezaron a amenazar, el que tuviera libreta
militar lo mataban y mi padre tenía la libreta, se había escuchado un
comentario que iban a requisar todas las casas, mi padre no tuvo otra
obsesión que enterrar la libreta y empezaron a requisar las casas y
desplazar las personas. Mi padre cuenta que un comandante le dice
que si lo encuentran orinando así los mataban que se tenían que ir,
de ahí en veinticuatro horas volvían y si los encontraban ahí los mataban
Salieron con una muda de ropa y sin saber qué pasaría con sus vidas,
llegan a un municipio donde estaba el ejército. Mi padre les comenta que
las FARC los había desplazado y que no tenían nada de comer, dormir
y unos años antes le habían reclutado una hija de doce años, que por
favor le ayudaran a encontrarla mi madre me comenta que el hombre
les ayudó con comida y dormida.
Dijo otras palabras que le dolieron a mi madre: Que la niña tenía que
aparecer viva o muerta, era muy duro para mi madre pero no tenía otra
salida que seguir guardando una esperanza.
Lo hermoso era saber que ya estábamos juntas, que su niña ya había

formado una familia una semana después mi familia quedó en Antioquia
y yo tomé rumbo donde estaba mi esposo, mis hijos.
Después de doce años, llevaba a mis hijos al colegio, cuando me

capturan tres hombres de la Fiscalía por la muerte y desaparición de
una profesora… aquella de la cual me habían obligado a hacer un hueco.
Me mandaron a la cárcel, sin importarles que yo era una víctima más
en el conflicto armado, pero no quisieron entender… pero no hay mejor
juez que Dios y no eran competentes para juzgarme como un menor de
edad y le doy la gloria a Dios por haberme sacado de la cárcel, porque
sabía que Dios iba a escuchar mi clamor estando en la cárcel lugar que
no se la deseo a nadie.
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INFORMACION

SOBREVIVÍ AL RECLUTAMIENTO FORZADO

Paola Galeano Seudónimo

ASÍ ERA MI VIffjA 9

MI RECLUTAMIENTO Y EL ffjOLOR DE MI MADRE 11

EL FALLIffjO INTENTO DE RESCATE 13

LA MUERTE DEL PARAMILITAR EN BUSCA DE

COMPRENffjÍ LAS INJUSTICIAS DE LA GUERRA 14

CÓMO ffhBUSAN DE LAS NIÑAS EN LA GUERRA 14

MI PRESENTACIÓN A LOS SUPERIORES 17

LAS FOTOS PARA MARULANffjA 19

LA ffjIFICULTAD DEL MOMENTO 21

EL LffkÓN DEL COMANffjANTE 21

EL ffjOLOR DE LAS BALAS 24

EL ffhMOR NO PUEDE EXISTIR 25

EL ffhMOR A PRIMERA VISTA 25

LA LLEGAffjA DEL COMANffjANTE RAMÍREZ 26

SIETE MESES DESPUÉS 28

SOSPECHARON QUE ERA INFILTRAffjA 29

LOS GUERRILLEROS TAMBIÉN SE ENFERMAN 30

NO QUERÍA SER LA NIÑA DE ANTES 32

LOS ERRORES DE LA RUMBA 33

UN ffhMOR ffjIFÍCIL DE OLVIffjAR 35

LA QUÍMICA DE UN ffhMOR PROHIBIffjO 35

CORRER EL RIESGO DE QUE NOS MATARAN 36

UNA MENTIRA PIAffjOSA 37

NO SABIA QUE HACER CON MI VIffjA 39

LA DESCONFIANZA DEL COMANffjANTE 40

LAS SÚPLICAS DE MI ffhMOR 44

LAS HUMILLACIONES DE LOS COMANffjANTES 44

SAQUE FUERZA DE ffjONDE NO TENÍA 46

EL RIESGO QUE PASAN LOS NIÑOS 47

NO ES FÁCIL SOBREVIVIR EN EL MONTE 48

EL MIEffjO Y LA RISA DE LA GUARffjIA 55

EL REPROCHE DEL COMANffjANTE 60

ME OBLIGARON A COMETER INJUSTICIAS 60

LA PLANIFICACIÓN FORZAffjA DE LAS NIÑAS EN LA

LAMENTABLffkMENTE SUCEDEN DESAPARICIONES 62

LO QUE SUCEDE CUANffjO SE FUGAN LOS

LAS CONSECUENCIAS DEL COMBATE 67

Conocer a la niña valiente para mí ha sido inspirador y conmovedor, por lo

Una forma de evitar la repetición es contar la historia, visibilizar la verdad por

Además conocer estos niveles de sufrimiento, nos ayuda a relativizar los

Recientemente se creó en nuestra tierra una Fundación Corporación Rosa

Por: Paola Galeano. Seudónimo

ASÍ ERA MI VIffjA

En 1996 mi familia era feliz a pesar de nuestro humildad , con mis

MI RECLUTAMIENTO Y EL ffjOLOR DE MI

En una noche de mayo de 1998 en la vereda quiebra del abejorro en el

Tenía tanta angustia e incertidumbre sobre lo que pudiera pasar con mi

Después de tanto caminar llegamos a un campamento muy oscuro,

EL FALLIffjO INTENTO DE RESCATE

La comandante era insensible ordenó mi traslado a otro campamento lejos

LA MUERTE DEL PARAMILITAR EN BUSCA DE

Luego llegó un miembro del grupo y le dijo a la comandante que había

algo nuevo para mí; él comenzó a explicarme cómo se utilizaba una

COMPRENffjÍ LAS INJUSTICIAS DE LA GUERRA

Continuamos caminando hasta llegar la noche, llegamos a una casa y

CÓMO ffhBUSAN DE LAS NIÑAS EN LA GUERRA

Seguimos en marcha; yo siempre iba custodiada por dos guerrilleros,

más con ustedes), el fija su mirada en mí y me dijo ya no hay vuelta

Cuando regresamos al camino, le dije a Brian no quiero dormir esta

Pero seguía con miedo y nuevamente lloraba, hasta el punto de pedirle