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Él la dio, y la perfecciona. Un ejemplo perfecto. El autor perfecto.

Heb. 12:1 Por lo tanto, ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos,
despojémonos de todo lo que nos estorba, en especial del pecado, que siempre nos
asedia, y corramos resueltamente al combate que se nos presenta.
Heb. 12:2 Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien
la perfecciona. Jesús sufrió en la cruz, despreciando la vergüenza de semejante muerte,
porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y está sentado a la
derecha del trono de Dios.
Heb. 12:3 Piensen en el ejemplo de Jesús. Mucha gente pecadora lo odió y lo hizo sufrir,
pero él siguió adelante. Por eso, ustedes no deben rendirse ni desanimarse,
Heb. 12:4 pues en su lucha contra el pecado todavía no han tenido que morir como él.

Gabriel García Márquez es uno de los mejores escritores de la historia, ha sido autor de
un sin numero de historias las cuales han tenido un gran renombre. Se le ha galardonado
muchas veces por tener esa tremenda habilidad para escribir. Como autor de las obras,
ha sido espectacular, empieza con una simple idea y va perfeccionándola poco a poco,
hasta que la perfecciona por completo.
Así como el escritor trabaja para perfeccionar una obra y convertirla en la mejor de
todas, los atletas se esfuerzan día a día para perfeccionar sus técnicas y habilidad que les
permitirán ser los mejores en su deporte. Estos dedican años de entrenamiento para
obtener así un galardón. La mayoría de los atletas siempre piensan en ser los mejores
representantes de su país y del mundo. Tratan de superar las marcas impuestas por otros
participantes que han sido los mejores de la historia. Tratando de imitar sus técnicas,
pero al mismo tiempo mejorarlas, buscan superar los récords mundiales. Cuando llega
el día de su participación, los estadios están llenos de miles de personas que serán
testigos de tal maravillosa hazaña. El atleta puede sentir nervios por causa de la multitud,
pero es tiempo de mostrar su entrenamiento, toda su vida se preparó para esto, ahora
no tendrá oportunidad para tener miedo.
La carta a los hebreos, en su capítulo once describe la vida de los héroes de la fe. Estos
hombres y mujeres que vivieron bajo la fe en Dios. No miraron las condiciones que le
rodeaban, ni tampoco intentaron huir de su realidad, sino que le creyeron a Dios como
el autor de todo. Si él les había hecho la promesa, él se las cumpliría.
Después de que el escritor sagrado exhorta a los creyentes a vivir una vida bajo la
voluntad de Dios, ahora los llama a vivir en perseverancia y mirando siempre a Jesús.
En el tiempo de los hebreos los deportes habían adquirido gran realce. Muchas de las
personas acudían para ver a los competidores en diferentes áreas. Tomando pauta de
esto, el escritor a los hebreos les habla muy claramente usando como referencia la
vestimenta de un deportista.
Testigos. Los testigos antes mencionados en el capítulo 11. La que contempla y la que
es capaz de hablar de lo que ha visto.
Despojémonos. La indumentaria es importante para un atleta, entre más ligera sea
mejores resultados obtendrá. En la carrera que Dios ha puesto para cada uno de
nosotros, es necesario despojarse d todo lo que nos acedia. Un corredor no puede tener
sobre peso porque le impide correr libremente, tiene que quitarse ese estorbo, tiene que
esforzarse para que esos kilos de más ya no sean más estorbos. El cristiano debe quitarse
esas cosas de más que le impiden correr la buena batalla de la fe. Colosenses cap 3: 5 y
8, nos da una lista detallada de todo lo que estorba al cristiano para poder avanzar hacia
la meta que tiene adelante. Todo esto está ligado al viejo hombre y sus deseos. No
siempre todo lo que te estorba es un pecado, pero no hay que dejar que el estorbo se
convierta en pecado. Los descritos en colosenses le llama idolatría, y todo eso debe
quitarse de nuestra vida. Al haber quitado los estorbos de nuestras vidas, la carrera será
un poco más fácil y podremos avanzar mejor.
Pero si vas a correr esta carrera, tus ojos deben mirar hacia el frente, y el que esta
dirigiendo tu vida el autor y consumador de tu fe es Jesucristo. Por eso la mirad debe de
estar puesta en Cristo y no en los hombres. Aquellos hombres de fe nunca dejaron de
mirar a Dios, sino que cada día se esforzaban por permanecer firmes en el pacto que
Dios había hecho con ellos. Si mientras corres de dedicas a mirar a tu alrededor, o a
mirar a los que van a lado tuyo, y no pones tu mirada en Cristo, terminaras tropezando
y desviándote de la meta. Llendo sin rumbo y corriendo solo por correr, asi jamás podras
alcanzar la meta que te espera. El escritor a los hebreos te alienta a continuar tu carrera,
a no distraerte en nada, porque el que comenzó la obra en tí la ha de perfeccionar. Por
eso fijemos nuestros ojos en Jesús.
Heb. 12:2 Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien
la perfecciona. Jesús sufrió en la cruz, despreciando la vergüenza de semejante muerte,
porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y está sentado a la
derecha del trono de Dios.
A pesar de la humillación que iba a sufrir en la cruz, en no le importo. Sabia del gozo
que recibiría después del sufrimiento.
Heb. 12:3 Piensen en el ejemplo de Jesús. Mucha gente pecadora lo odió y lo hizo sufrir,
pero él siguió adelante. Por eso, ustedes no deben rendirse ni desanimarse,
Heb. 12:4 pues en su lucha contra el pecado todavía no han tenido que morir como él.
Por eso nuestra mirada debe estar fija en Jesús, que el perfeccionara su obra en nosotros,
sin en este año perdimos el rumbo es necesario mirar a Cristo para poder enderezar
nuestras veredas.

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