DECONSTRUCCIÓN.
¿UNA FE POSTMETAFÍSICA?
Francis Spufford
PREFACIO
Suelen ser los prólogos el medio más eficaz para retraer a los lectores del conocimiento del libro.
Metafísica, Dialéctica y Deconstrucción, serán los tres presupuestos bajo los cuáles,
este texto intentará responder a la pregunta: ¿existe un Jesús para los ateos?1 Pero,
por qué Jesús, por qué no Buda, Krishna, Mahoma, Dionisio o alguna otra figura
espiritual creada por la mitología humana, la elegida para intentar desafiar al ateísmo.
Elegir a Jesús como antítesis del ateísmo, pero al mismo tiempo elegirlo como aliado,
me permite desarrollar un camino dialectico. Porque si como reza el principio
cristiano, Jesús es “el rostro humano de Dios”3, éste nos ayudará a enfrentar en una
época post-metafísica, la cuestión sobre cómo es Dios, y no si existe Dios. Si
encontramos una respuesta sobre cómo es Dios, estaremos en condiciones de
deconstruir el ateísmo racional y dogmático, materialista y dialéctico, igual de
fundamentalista que el cristianismo mismo.
1
La pregunta hace referencia al libro de Milan Machoveč, Jesús para ateos.
2
Valls Plana, Ramón, La Dialéctica, Un debate histórico, Montesinos Editor, 1981, p.47.
3
González Faus, José I., El Rostro Humano de Dios, Salterrae, 2008.
4
Morrison, Stephen D., Welcome Home, 2015, p.14.
lo anónimo, nuestra tarea es volver a la filosofía primera, a las causas y los principios
últimos. Incluso, aunque parezca una contradicción, no podemos pensar en el Ente en
cuanto Ser, post-metafisícamente sin acercarnos desde una metafísica, como pensaba
Zuribi.
Aristóteles creía que, si en el ente hay naturaleza alguna, también sin duda habrá algo
divino, que será el principio primero y más importante. De este modo, Aristóteles
ubica a la teología dentro del género de ciencia especulativa.5 En este sentido,
proponer el estudio de una fe atea, también podría ser una “teología negativa” en
cuanto cree en lo que dice: no existe. Por lo tanto, este texto no se ubica ni en el
campo del materialismo, ni en el de la teología, sino en el de la filosofía de la
religión. ¡Esa es su dialéctica!
5
Aristóteles, Metafísica, XI-7-35
6
Derrida, Jacques, De la Gramatología, Siglo XXI editores, 1971, p. 207.
tanto cuanto kafkiana. Esta metamorfosis, supone por fuerza la llegada de una fe
deconstruida, expresada en el texto.
Un texto, es una dialéctica interna y abierta que habita en todo ser humano. Es un
ente vivo que habla de lo que conocemos en cuanto al objeto, alejado de toda
sofistería. La dialéctica es método, pero también es una estructura de la cosa que se
estudia. Es el concepto que no se queda fijo en un solo lugar, sino que va
conformando nuestra conciencia, por un lado, una conciencia materialista y racional.
Pero nuestra materialidad ya no se contenta con sumergirse sólo en lo racional, es
decir, en el mero uso de la razón, sino que involucra también nuestros sentimientos,
como la fe, por ejemplo.
7
Aristóteles, Sobre la Interpretación, p. 6, Ed. Gredos.
8
Adorno, Theodor W., Introducción a la dialéctica, Eterna Cadencia Ed., 2013, p. 28.
honesto, creo que las dos posiciones poseen su dosis de verdad. Sino fuera de ese
modo, tanto ateos como creyentes no pasarían por períodos de duda.
Hegel resume todo este andar especulativo de la siguiente manera: “El camino a la
sabiduría pasa por el escepticismo. No hay que dudar de esto o aquello, sino de todo,
y más a fondo todavía, anegarse en la desesperación.” ¡Hacia allá nos dirigimos!