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Prueban capacidad de canal recién hecho y se cae a pedazos en Ascope

El año pasado, como consecuencia del embate del fenómeno El Niño Costero, centenares de
agricultores de la provincia de Ascope, en la región La Libertad, no pudieron sembrar como
normalmente lo hacen. Esto originó que su economía se afecte tremendamente y que a duras
penas lograran mantener sus hogares.

En el presente año, los hombres del campo imaginaron que el panorama sería distinto, pues
una obra de gran envergadura, que estaba lista para ser inagurada, les aseguraría contar con
agua durante todo el año y en mayor cantidad; pero nada de eso ocurrió y ahora su situación
es tan complicada como la del año anterior.

que ocurrió es que la tan esperada obra de mejoramiento y restauración de los canales de
regadío de 13 kilómetros de largo en San José Alto y La Concordia fue mal ejecutada y, el
pasado 30 de marzo, cuando realizaron la prueba hidráulica para verificar si conducía bien el
agua, el conducto que había sido supuestamente revestido y reforzado con cemento, colapsó
frente a la mirada atónita de los agricultores.

¿Qué había sucedido? Inmediatamente los dirigentes y los agricultores que forman parte de la
Junta de usuarios de Agua del Valle Chicama y los de la Comisión de Usuarios Ascope
confirmaron lo que ya venían sospechando, pero que se resistían a creer.

SE QUIEBRA. La obra no había sido bien ejecutada, pues las paredes del canal se desprendieron
y quebraron al paso del recurso hídrico, debido a que presuntamente los paños no habían sido
bien compactados y el grosor de los muros no guardaban las dimensiones establecidas en el
expediente técnico.
“Fue por eso que cuando se realizó la prueba hidráulica, el canal colapsó y el agua terminó por
inundar varias hectáreas de cultivo”, manifestó ayer Aristides Alarcón, consejero de la Junta de
Usuarios de Chicama.

Otro detalle que precisó Alarcón es que la prueba hidráulica se hizo con la mínima cantidad de
agua que puede llevar el canal y no con toda su capacidad.

“La prueba se ha hecho con 25 riegos, que es lo mínimo, porque este canal tiene capacidad
para 120 riegos, es decir si lo hubiéramos probado con más fuerza de agua el canal
desaparecía”, sostiene el dirigente.

Sin embargo, los agricultores no se han quedado de brazos cruzados. Lo primero que han
hecho es trabajar para habilitar el canal y permitir nuevamente el paso del agua. Los usuarios
Ascope y del Valle Chicama, este último presidido por Jorge Alva, coordinaron y lograron
conseguir 80 volquetadas de material para el afirmado. También maquinaria pesada y
geomembranas con las que cubrieron parte de los sectores afectados, a fin de poder contar
con el recurso hídrico.

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