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La Comuna de París ocupa un lugar importante en la historia, y más concretamente en la

historia del movimiento obrero y del socialismo en Francia. El hecho en sí es complejo ya


que actuaron diferentes causas y no todas ellas eran de carácter socialista. El pueblo de
París había sido tocado en su patriotismo: el Imperio y el gobierno nacional eran
considerados culpables de la derrota y de la capitulación final. El cambio de capitalidad
de Versalles por París hirió profundamente a los parisinos. Al mismo tiempo, la Asamblea
Nacional estaba dirigida por los realistas, mientras que París tuvo un voto republicano.
Las medidas tomadas por la Asamblea ponían en peligro la propia existencia del pueblo
bajo.

Tras el 18 de marzo, se pasa de una simple rebelión espontánea a una insurrección


obrera, o predominantemente obrera. De los 65 miembros que conforman la Comuna, el
40 por ciento son obreros. Allí encontramos a los “oscuros” y a los “desconocidos” de las
Sociedades Obreras o de las secciones de la Internacional. Los obreros que ejercen una
mayor influencia son por norma general artesanos y obreros artesanales, aunque ya
empiezan a tener mayor influencia los obreros provenientes de las ramans industriales.
Pero al mismo tiempo, participan personas procedentes de la pequeña burguesía:
tenderos, maestros, etc.

¿Fue una revolución socialista? En todos aquellos años el socialismo como tal estaba
dividido en muchos grupos y ramas diferentes, por lo tanto, no se puede hablar de una
revolución socialista estricta. Había mezclas de diferentes conceptos, desde conceptos
socialistas hasta tradiciones procedentes de la Revolución Francesa. Se puede hablar de
una minoría y de una mayoría. La minoría -que además se opusieron a la Creación de un
Comite de Salud Pública- eran básicamente internacionalistas y obreros. En cambio, la
mayoría era una mescolanza. Estaban los “blanquistas”, los “jacobinos”, los
“revolucionarios independientes” y también los “radicales”. Muchos de ellos tienen
añoranza de la revolución de 1879, que intentan de nuevo darle forma. La Comuna
dispuso de 62 días e inmediatamente estuvo ocupada en los problemas de la guerra.
También es verdad que se aprobaron una serie de reivindicaciones populares y
especialmente obreras como la prohibición del trabajo nocturno en las panaderías,
devolución a los inquilinos de dos plazos de alquiler, moratoria para el cobro de las
deudas, apertura en cada ayuntamiento de una oficina de colocación, supresión de las
multas y de las retenciones salariales, reformas del Monte de Piedad, etc. Pero hay otras
medidas que intentar tener más calado como que las cooperativas siempre tendrán
preferencia. Además intentan elaborar un contrato de trabajo en el cual queda
establecido el precio mínimo por jornada trabajada. por lo tanto, sí que se puede decir
que la Comuna tuvo diferentes proyectos socialistas sobre la mesa.

Ahora bien, la Comuna fue una insurrección que no fue deseada por los que la
protagonizaron. Así Marx, en un comunicado al Consejo General de la AIT aconsejaba en
septiembre de 1870 que los obreros franceses evitasen cualquier intento de sublevación.
Pero las iniciativas tomada por Thiers obligaron a la población parisiense a dar una
respuesta que se materializó en la Comuna. Una vez derrotada la Comuna, los teóricos
del socialismo intentaron interpretarla. Esto ocasionará diversas divergencias, y
básicamente surgen dos interpretaciones de aquellos hechos: por un lado las
interpretaciones de Bakunin, y por otro lado las interpretaciones de Marx.

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