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analizar sus escritos, tutorizados por la figura de un profesor, que se encargará de proponer, criticar, ayudar y
dinamizar a los alumnos, para que sean capaces de llegar a realizar escritos artísticos por sí mismos.
Los talleres literarios se llevan realizando en otros países durante décadas, desde los EEUU hasta Latinoamérica,
donde tienen una amplia tradición y experiencia en estas dinámicas de trabajo.
En España los talleres literarios se han introducido recientemente, experimentando un gran auge, sobre todo en
ciudades como Madrid y Barcelona. Al mismo tiempo se han exportado y experimentado las metodologías
utilizadas en los talleres, junto con las obras de consulta clásicas, como las del profesor Gardner.
En el siguiente proyecto se expondrán aspectos concretos del trabajo del taller literario tales como los objetivos,
la metodología, el programa de trabajo, despertando la creatividad, las técnicas del narrador y los géneros
literarios.
PROGRAMA FORMATIVO
El objetivo principal del taller literario es que los participantes sean capaces de elaborar creaciones literarias
personales, aprendiendo a utilizar los recursos básicos del escritor.
Al tratarse de un taller literario de iniciación en la escritura, es importante fijar unos objetivos razonables.
Centraremos la atención en el relato breve, intentando que los participantes terminen y corrijan todos los
ejercicios que emprendan.
Al tiempo que los participantes ensayan creaciones propias, se pretende que aprendan estrategias para
despertar la imaginación y la creatividad, que manejen de forma sencilla las técnicas de la escritura
narrativa, y que reconozcan los principales géneros literarios.
Por último, se pretende que los participantes sean capaces de criticar textos y obras de otros compañeros, así
como las obras de autores clásicos y contemporáneos que lean a lo largo del curso.
Cada sesión se iniciará con la lectura y comentario crítico de los textos elaborados por los alumnos. Se
fomentará la participación de todos los integrantes del grupo en el comentario de los trabajos de los
compañeros, tras lo cual el profesor hará comentarios al texto del alumno, destacando los puntos fuertes,
proponiendo mejoras y posibles revisiones.
En la última parte de la sesión el profesor introducirá un nuevo tema, a partir de un cuadernillo en el que se
explicará un punto a trabajar. El cuadernillo incluirá textos que ilustren la explicación y, para terminar se
planteará una práctica de escritura.
Como actividades complementarias, se propondrán periodos de escritura con un tiempo limitado, durante
alguna de las sesiones, para ensayar la creatividad y romper el bloqueo de escritura.
Por último, el profesor acercará a los alumnos a lecturas de obras fundamentales, que pueden ir leyendo en
sus casas.
El aprendiz de escritor necesita conocer cuál es su voz, su estilo, los puntos fuertes de su escritura, para
desarrollar su potencial al máximo.
La voz del escritor es el elemento definitivo, peculiar, que hace que lo que se escriba no suene a falso, y
tenga la veracidad necesaria.
Es habitual que un escritor principiante acabe gastando mucho esfuerzo y tiempo escribiendo textos que no
se adaptan a su “voz interior”, a su manera única y propia de hablar y escribir. De tal manera que, por
ejemplo, un escritor dotado para la literatura de humor puede estar agotando sus energías narrativas
intentando escribir una novela de corte tradicional.
Para llegar a encontrar dicha voz personal en ocasiones hay que dar muchas vueltas y rodeos o, por el
contrario, llegar a ella de manera natural. No hay por lo tanto una duración concreta de este trabajo.
Podemos decir que es el trabajo de toda una vida de escritura.
El escritor en ciernes a través de este taller aprenderá a utilizar distintos estilos, tonos y géneros. De tal manera
que, ensayando unos y otros, pueda encontrar el espacio de escritura en el que está más a gusto.
Las técnicas del escritor
Cuando alguien comienza a escribir, su pensamiento tiende a engañarle diciéndole: escribir es fácil, es como
hablar. Al poco rato descubre la tremenda dificultad que existe a la hora de llevar al papel esos
pensamientos, historias e ideas que todos llevamos en la cabeza.
Un escritor necesita de unos recursos técnicos que le sirvan para no perderse en las propias palabras. Es lo
que con propiedad llamaríamos el oficio del escritor:
Dominar los puntos de vista de la narración, hacer vívida una escena, construir un diálogo, distinguir entre
argumento y trama, dar vida a un personaje, empezar y terminar un relato, etc.
La técnica no es lo único que necesita un escritor; ni siquiera tiene que ser lo más importante. Pero conocerla
es imprescindible. Digamos que hay malos escritores que conocen la técnica, pero no hay buenos escritores
que no la manejen a la perfección.
Por lo tanto el curso contará con unos apuntes teóricos muy sencillos, que se ilustrarán con textos de autores
conocidos, para que los alumnos vean claramente cómo aplicar lo estudiado a sus escritos.
Una vez que se pierde el miedo a la técnica, se convierte en un arma en nuestro favor.
Los géneros narrativos
Cuando el escritor se inicia en la escritura creativa no se imagina la cantidad de posibilidades que se abren a
su alrededor. Está en general condicionado por una serie de lecturas y prejuicios que le impiden desarrollar
todo su potencial.
Por ello, es indispensable que el alumno practique y pruebe sin complejos con los distintos géneros que hay a
su disposición, que los mezcle y combine; que, por decirlo de otra manera, se de permiso para jugar con la
escritura. Es así como su pluma se volverá ágil y despreocupada, y las ideas fluirán de su cabeza al papel sin
parar.
Ya habrá tiempo de decidirse por uno de esos géneros, por varios, o probar con entera libertad.
Literatura fantástica, relatos de miedo o terror, relato erótico, historias policiacas, de aventuras, de fantasmas,
relatos infantiles y juveniles, el humor y el disparate, las novelas históricas, la escritura experimental y el
surrealismo, la metaliteratura, la autobiografía, los microcuentos, el guión de cine…