Desde la apertura de la primera universidad en Chile, se ha sabido que el sistema
universitario chileno es un sistema de élite, donde principalmente sé debía tener poder
económico y social para poder entrar en algunas de ellas. En la década de los 60 en Chile hubo un aumento en la demanda para entrar a las universidades, donde acceder a la universidad debía ser mediante el bachillerato, que ya no era un sistema benefíciante, ya que era extremadamente segregador por que el conocimiento que se entregaba en los colegios particulares y públicos no era el mismo. Por ende, se crearon uno conjunto de pruebas estandarizadas para reemplazar el sistema antiguo, que es conocida como la “Prueba de Aptitud Académica” (PAA). A fines del 90 a nivel nacional ocurrió el cambio de las mallas curriculares, especialmente de la educación media, tal cambio debe ser garantizado por el ministerio de educación, para que la educación sea sustentable y tuviera buenos resultados a nivel país. Para el año 2000, el ministerio de educación hizo un llamado para estudiar el nuevo curriculum implementado, además de revisar las pruebas de educación superior si cumplían los estándares esperados, especialmente que no hubiese desigualdad con los postulantes. De este llamado nació el nuevo sistema de ingreso la PSU, que debía cumplir dos propósito el primero es seleccionar a los alumnos para las universidades y el segundo propósito evaluar los aprendizajes de la enseñanza media en seis asignaturas, media cuatro pruebas obligatoria: lenguaje y comunicación, matemáticas, ciencias (química, biología y física) y ciencias sociales (Mladen koljatic, Silva Mónica, 2012) , según el ministerio de educación el año 2000, pretendía que de esta manera se podría tomar el mínimo de los contenidos pasado en la enseñanza media científico-humanista, los que debiesen ser iguales tantos en liceos públicos y privados. De lo dicho anteriormente podemos sacar varios problemas de este postulado, primero que evaluarían los contenidos mínimos de los liceos científico- humanista, donde por un lado dejaría en desventaja a los liceos técnicos, que por la misma malla curricular no cumplen con la misma cantidad de horarios de las asignaturas ya mencionadas, por otro lado, pone a todos los liceos a nivel nacional en el mismo contexto sociocultural, es sabido que la realidad chilena no posee ninguna semejanza y que en algunos casos tenemos que tomar en cuenta que algunos liceos responde al entorno geográfico como el extremo norte- sur, donde no poseen profesores para cada ramo establecidos, que en muchos casos los profesores que cuentan tienen que realizar clases de otras materias (Guillermo, 1985). Otro de los problemas que se plantean a que todos los estudiantes realicen esta prueba estandarizada es que no se toma en cuenta la vulnerabilidad de los establecimientos, es decir, la vida que tiene el estudiantes, lamentablemente hay casos donde los estudiantes llegan a sus casas para cuidar a sus hermanos pequeños, otros deben ir a trabajar, entre los casos más conocidos, esto provoca en el estudiante que su preocupación que debiese ser la educación o prepararse para esta prueba pase a no ser su prioridades, ya que el presente es más importante que el mismo futuro. (Bellei Cristián, 2003). Sobre la forma en que esta constituida la misma prueba, se han realizado estudio que no es necesario poder estudiar para ella, que se puede responder mediante trucos lógicos, sin conocer ningún elemento de los contenidos que se desean evaluar. (F, 2002), por ende, no se cumplirá uno de los requisitos de la prueba, además que no hay ninguna evaluación que está encargada de verificar que se encuentren resultados esperados, validados, y legítimos. Lo dicho anteriormente dio la conversación inicial que la PSU, se podía responder con contenidos o si ellos, ya que es sabido que al poseer una cantidad x de preguntas buenas el estudiante tendría una ponderación x, donde podría saber con anterioridad el puntaje estimado, lo que ya lo dejaba con régimen de carreras que pudiese postular. Las falencias de la PSU, se podían observar evidentemente, no se necesitaba un experto para que dieran una gran análisis de estos problemas, es por lo mismo que se comenzaron a hacer las siguientes preguntas los distintos retractores de la PSU ¿Quiénes evaluaron el proyecto SIES? ¿Cuáles eran sus calificaciones profesionales? ¿Cuál su filiación institucional? ¿Habían aprobado el proyecto sin observaciones que obligaran a su reformulación? (Mladen koljatic, Silva Mónica, 2012). Dichas respuestas quedaron sin respuesta ya que se debe destacar que dicho proyecto se realizó con fondos otorgados por FONDEF, que no son de acceso al público (Mladen koljatic, Silva Mónica, 2012). Cuando hablamos de las falencias del sistema PSU, sin duda uno de los mejores ejemplo fue lo ocurrido en el proceso de admisión 2004, los resultados de estos fueron horribles, donde las universidades públicas no alcanzaron a llenar sus vacantes, ya que los porcentajes ponderado eran muy altos, y la realidad de los resultados en la mayoría de los casos no alcanzaban los 500 puntos ponderados. (Segunda, 2004) cabe mencionar que esta realidad paso a lo largo de todas las carreras de las universidades tradicionales, este suceso provoco que nuevamente se notara la desigualdad educacional a lo largo de país donde los puntajes más altos eran relacionado a las comunas que un estatus económico más alto, los puntajes mas bajo en comunas donde la vulnerabilidad era mucho más alta. Observamos que la creación de institutos técnicos y universidades privadas tuvieran un alto ingreso ese año. Cuales fueron las medidas otorgadas a este proceso, es que en los años posteriores el puntaje ponderado fueran muchos más bajos para que fuese más accesible la entrada a la PSU. Los análisis eran parciales, sus autores no respondían a las críticas metodológicas a sus estudios, ni estaban disponibles las bases de datos para investigadores independientes. (Mladen koljatic, Silva Mónica, 2012) Koljatic nos explica que este tipo de análisis se llama “pseudoevaluación”, que se realiza para construir una imagen positiva de una política en este caso de un programa. El programa más grave que trae consigo lo ya mencionado es que no hay ninguna critica de las falencias metodológicas del proceso. Lo que dicho en palabras muy simples que el problema central de la PSU es que se pedía ponderaciones muy altas. Si comparamos la exigencia para entrar a las carreras en las universidades tradicionales vemos que año tras año dicha ponderación va bajando para “adecuarse” a las generaciones que van saliendo, diciendo que cada vez la PSU es mucho más fácil y que todos pueden entrar a la universidad, tampoco se nos puede olvidar que el gran cambio que se ha hecho a la PSU es que ya no se descontara las respuestas malas, que se le tomara más importancia al NEM y al RANKING, lo que nuevamente se demuestra la desigualdad educacional, ya que solo se esta tomando en cuenta el resultado en números y no el proceso de enseñanza de los diferentes liceos, además que el puntaje de PSU determina la postulación de tu misma beca. Hemos visto que la PSU esta plateada erróneamente desde el día uno que se ha utilizado, que hasta el día de hoy no ha dado ningún numero positivo, las respuestas de las autoridades mencionada que ahora hay mas variedad de universidades y de institutos, pero se les olvida que hay variados casos de que también se discrimina a un estudiante/profesional dependiendo la casa de estudio que este representa. Los resultados de la PSU solo nos demuestran que si uno tiene una buena situación económica puede acceder a una mejor educación, hasta preparase para la misma prueba para obtener los resultados necesarios y requeridos. Pero mientras los estudiantes más vulnerables su oportunidad no es lo que ellos quieran si no lo que esta su alcance, por ende, cortando sus posibilidades a unas pocas. Aunque el sistema PSU tenga como objetivo entrar a la universidad, lo que realmente plantean es decir quien es que esta “apto” para entrar o no a este sistema, lo cual solo miden por una prueba estandarizada olvidándose de los contextos diferentes que hay dentro de un aula. Bibliografía Bellei Cristián, G. -H. (2003). Desigualdad Educativa en CHile . Santiago de Chile: Departamento de Educación Univesidad Alberto Hurtado. Obtenido de res.
F, D. (2002). El SIES y la matematica . Comportamiento estrategico y respuesta graduada en el
SIES, (págs. 345-368).
Guillermo, B. (1985). la desigualdad educativ en las àreas rurales de Chile. Santiago.
Mladen koljatic, Silva Mónica. (2012). Acceso a la informaciòn y sistemas de mediciòn en
Educaciòn en CHile: el caso de las pruebas de admisión . pro acceso fundaciòn , (pág. 17). Santiago .
Segunda, D. L. (23 de enero de 2004). UES tradicionaes No Logran LLnear Vacantes. Diario La Segunda, pág. 3.