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¿Alguna vez te has preguntado si eres salvo?

Del tema que estamos hablando es acerca de la salvación del alma, es decir, que podamos ser salvos de una
eternidad en constante sufrimiento, y que, al contrario de eso, podamos disfrutar de una vida eterna llena de
gozo con Cristo.

A lo mejor crees que con la vida que has llevado hasta ahora te vas a salvar y vas a obtener la vida eterna… pero
pensándolo bien, creo que este es un tema demasiado importante y delicado como para dejarlo al azar o a
las creencias individuales… después de todo ¡se trata de nuestra eternidad! Por eso te invito a que veamos a
través de la Biblia de que se trata esto de la salvación.

Para contextualizar el estudio vamos a iniciar hablando de una situación problemática que tenemos todos
nosotros,

El gran problema

El hombre desde que le desobedeció a Dios en el jardín del Edén, siempre ha tenido un problema con Dios,
el cual se llama pecado. El pecado es un muro que nos separa de Dios:

“Son sus pecados los que los han separado de Dios. A causa de esos pecados, él se alejó y ya no los escuchará.”
(Isaías 59:2)

Y, por si fuera poco, si cometo pecado ya tengo una recompensa: la muerte.

“Porque la paga del pecado es muerte…” (Romanos 6:23), primera parte

Entonces si yo peco, voy a morir… pero si, de todos modos, ¡todos vamos a morir algún día! De lo que se está
hablando aquí es más bien de otra muerte, se le conoce en la Biblia como “La muerte segunda” o infierno:

Concepto: La muerte segunda se menciona en varias ocasiones en el libro del Apocalipsis, y es un sinónimo
del lago de fuego. Es una "muerte" en el sentido de que es una separación de Dios, quien es el dador de la
vida. Se llama la "muerte segunda" porque sigue a la muerte física.
la muerte segunda es una referencia al lago de fuego donde aquellos que están separados de Dios por el
pecado, vivirán eternamente. Esta sentencia se registró en las escrituras como una advertencia a los incrédulos
para buscar la salvación que Jesucristo ofrece

“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos
los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Apocalipsis
21:8)
Lo malo de todo esto, es que todos nosotros tenemos algún tipo de pecado.

“Pues todos hemos pecado, nadie puede alcanzar la meta establecida por Dios” (Romanos 3:23) NTV

Ah! Pero si yo no bebo, no fumo, no he matado a nadie… de hecho tengo una religión ¿Cómo Dios me va a
mandar al infierno si soy una “buena persona”? Al contrario, son los homicidas y la gente mala los que se
merecen ir al infierno…
Ante los ojos de los hombres podremos ser buenos, pero ¿que opina Dios de nosotros?

“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se
desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”(Romanos 3:10-12)

Se concluye que el gran problema que tenemos los seres humanos, es que somos pecadores, y como tales,
Dios no nos recibirá en su reino, sino que antes estamos todos destituidos de su gloria y nuestro destino es
el lago de fuego.

Pero no todo está dicho… hace tiempo surgió una puerta de salvación…

2.- La gran solución

Ante el gran problema que nos condenaba al infierno, surgió una muy buena noticia, la cual es el Evangelio
de Jesucristo.

Como la paga del pecado es muerte – tanto para “buenos” como para “malos” - y con el fin de que ninguno
de nosotros tuviésemos que pagar este precio, Jesús (el Hijo de Dios) fue entregado para morir en la cruz para
pagar por todos nosotros, para así poder quedar libres de pagar esta deuda:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)

Dios amó tanto a su creación (Tú y todos nosotros) que entregó a su Hijo para venir a morir en lugar de
nosotros y saldar la deuda de muerte que ocasionamos con nuestros pecados.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
(Romanos 5:8)
21
Pues Dios hizo que Cristo, quien nunca pecó, fuera la ofrenda por nuestro pecado,[a] para que nosotros
pudiéramos estar en una relación correcta con Dios por medio de Cristo. 2 Corintios 5:21
Pero entonces, ¿todos somos salvos?

No, esto no es todo. La salvación no es automática, porque para que este pago que hizo Cristo en la cruz se
haga efectivo en ti, antes debes aceptar a Jesucristo para que sea tu Señor y Salvador personal, tenemos que
saber que en el proceso de la salvación de las personas únicamente hay dos elementos en los cuales el hombre
tiene participación, esos dos elementos son indispensables para recibir la salvación de Dios en nuestra vida,
los cuales son: Creer y Confesar, confiesa y declara con tu boca que Jesús es el Señor y Salvador de tu vida,
al hacer esto has nacido de nuevo, es decir, eres una nueva criatura espiritualmente hablando.

3
Jesús le respondió: Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo,[b] no puedes ver el reino de Dios.
(Juan 3: 3)

“Esta es la palabra de fe que predicamos: Sí confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón
que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Pues es por creer en tu corazón que eres declarado justo a los
ojos de Dios, y es por confesarlo con tu boca que eres salvo.” (romanos 10:9-10)

tenemos que comprender algo muy importante: el que cree, pero no confiesa no es salvo, el que confiesa
y no cree no es salvo tampoco.

 Creer sin confesión es cobardía


 Confesión sin creer es hipocresía

Cobardía es un sustantivo significa ausencia de valor, determinación y voluntad para actuar cuando es
necesario ante una situación potencialmente riesgosa o comprometedora. Se opone así a la noción de valentía,
considerada como una virtud. Si la valentía es una virtud, se entiende que la cobardía es un vicio. la persona
cobarde sabe lo que es correcto, pero aún así decide no hacer lo correcto por temor a las consecuencias.

Hipocresía se refiere al acto de afirmar creer en algo, pero actuar de una manera diferente. La palabra bíblica
se deriva del término griego que se usa para "actor" (literalmente, "uno que usa una máscara"), en otras
palabras, alguien que finge ser lo que no es.

Para ser salvos lo único que el ser humano tiene que hacer es creer en Dios y en Jesús y confesarlo con su
boca como señor, una vez somos salvos tenemos que comprender que la seguridad de nuestra salvación ya
no tiene nada que ver con nosotros, sino de Dios, veamos que nos enseña la palabra de Dios.

¿Se puede saber si se es salvo o no?, Absolutamente, claro que si, ya lo mencionamos, ¿Qué es la seguridad
de la salvación? Es la convicción absoluta de que nuestros pecados han sido perdonados, y que, desde el
momento mismo en que creemos de corazón al evangelio de Cristo, Dios nos aseguró nuestra salvación
eterna.
Muchachos, el sacrificio de Cristo es la garantía de nuestra salvación. Quiero que analicemos algunas razones
por las cuales debemos de estar seguros de nuestra salvación.

 La Biblia enseña que somos salvos, los que hemos aceptado a Jesús como Señor y Salvador:

Tomemos algunos pasajes de la Biblia

“Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo
tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.13 Les he escrito estas cosas a ustedes, que creen en
el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.” (1 Juan 5:11-13)

(Contextualización resumida a cerca de la 1 carta de Juan)

“Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de
nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes
han sido salvados!) 6 Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales,
porque estamos unidos a Cristo Jesús.” (Efesios 2:5-6)

Este versículo también lo podemos tomar para la sgte razón:

 La seguridad de mi salvación no depende de mi conducta sino de la gracia de Dios

Ninguna persona se gana su salvación, la salvación no es un premio, sino que es un regalo de la gracia
maravillosa de nuestro Dios, el Señor no está premiando a los que se portan bien, o a los que no pecan, Dios
está regalando de su gracia a los que creen en él y lo confiesan como salvador y Dios.

Si necesitáramos hacer obras para mantener nuestra salvación en vano murió cristo. 21 Yo no tomo la gracia de
Dios como algo sin sentido. Pues, si cumplir la ley pudiera hacernos justos ante Dios, entonces no habría sido
necesario que Cristo muriera. (gálatas 2:21)

Efesios 2:8-9 8 Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que
es el regalo de Dios, 9 no por obras, para que nadie se jacte. De este versículo podemos extraer tres términos
que al ser entendidos cabalmente facilitarán nuestra comprensión acerca de la salvación.

Fe: hebreos 11:1, "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de los que no se ve.

La fe es creer en lo que Cristo ha hecho por nosotros, es confiar en Dios todo el tiempo.

Gracia: “la actitud favorable, libre y gratuita de Dios hacia los hombres, contribuyendo en virtud de su profundo
amor, a la salvación de los hombres aun cuando estos no lo merezcan.

Regalo: concesión gratuita de algo. Desde la perspectiva de Dios es la salvación que obtenemos de Él sin dar
nada a cambio.
Las buenas obras no se hacen para “ganar” la salvación, sino que nacen como el resultado natural del creyente
que tiene una nueva vida en Cristo.

 la seguridad de mi salvación no depende de nada y de nadie más que del señor

Romanos 8:35-39 dice “Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre,
desnudez, peligro o espada? 36Como está escrito: «Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos
contados como ovejas de matadero». 37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni
potestades, ni lo presente ni lo por venir, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

Absolutamente nada nos separará del amor eterno de Dios.

Este versículo nos menciona la seguridad que todo cristiano tiene que tener en su vida, ¡nada ni nadie nos
puede quitar la salvación que nuestro señor Jesucristo nos ha dado!!

 un creyente aun cuando haya pecado no pierde su salvación

Primeramente, comprendamos algo muy importante: Todos somos pecadores, 1 Juan 1:8 8 Si afirmamos que
no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad.

¿qué pasa cuando un cristiano peca? El Espíritu Santo que mora en él le redarguye, le duele fallarle a Dios, solo
tiene que confesar con sinceridad su pecado y la sangre de Cristo su hijo lo limpia inmediatamente.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
(1 Juan 1:9).

(1 Juan 2) 2 1 Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un
abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo. 2 Él mismo es el
sacrificio que pagó[a] por nuestros pecados, y no solo los nuestros sino también los de todo el mundo.

Todas nuestras faltas hallan perdón en la dulce compasión de Cristo, aunque no debemos de perder de vista
que cualquier permanencia deliberada en el pecado nos puede poner en peligro nuestra comunión con Dios,
e incluso nuestra eterna salvación.

La gracia de Cristo no nos condena cuando pecamos, pero no retrae las consecuencias de estos pecados. no
estamos exentos de los efectos naturales de una relación rota con el padre. Cuando pecamos, experimentamos
los síntomas de la muerte espiritual. Puede que nos sintamos culpables, vacíos, confundidos o desconectados
de Dios.

Pensemos en un niño y un padre. Cuando el niño desobedece, la relación con su padre es tensa. El padre ama
todavía al niño y todavía tiene en su corazón el bienestar de él. El niño nunca deja de pertenecer al padre. Sin
embargo, el niño puede experimentar algunas consecuencias: la desconfianza, la disciplina, un sentimiento de
culpabilidad, y cosas similares. En última instancia la relación es restaurada, pero generalmente viene primero
el dolor.

Así es con nosotros nuestro Padre Celestial, Dios. Cuando nos rebelamos contra las reglas de Dios en nuestras
vidas, nos rebelamos contra la Vida y, por lo tanto, experimentamos la "muerte" (un quebranto que resulta en
el dolor). Cuando volvemos a Dios, somos también restaurados a la vida espiritual, a la comunión con Dios, a
un sentido de propósito, justicia, libertad, etc.

Recordemos un pasaje de la parábola del hijo prodigo: El padre alegre de la parábola del hijo pródigo lo dijo
mejor: " 24 porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido
encontrado”. Entonces comenzó la fiesta." (Lucas 15:24).

Debemos entonces tener seguridad de nuestra salvación por que:

1. esta no depende de nosotros sino enteramente de dios.

2. la salvación no está condicionada a nuestras obras, sino que es dada por la gracia de Dios.

3. el creyente aun cuando haya pecado no pierde su salvación.

4. la seguridad de la salvación es la comprensión cabal de cristo y de su obra.

5. cuando aceptamos a Jesucristo para que sea el Señor y Salvador de nuestras vidas, Él nos da vida
eterna desde ese mismo instante, y si perseveramos hasta el final, obtendremos la corona
incorruptible de gloria (el cielo).

 La salvación debemos cuidarla.

Desde luego, porque puede perderse. Veamos algunos textos de la Biblia:

Hebreos 2:1-3 Advertencia para no desviarse del camino

2 Así que debemos prestar mucha atención a las verdades que hemos oído, no sea que nos desviemos de
ellas. 2 Pues el mensaje que Dios transmitió mediante los ángeles se ha mantenido siempre firme, y toda
infracción de la ley y todo acto de desobediencia recibió el castigo que merecía. 3 Entonces, ¿qué nos hace pensar
que podemos escapar si descuidamos esta salvación tan grande, que primeramente fue anunciada por el mismo
Señor Jesús y luego nos fue transmitida por quienes lo oyeron hablar?
Gálatas 5:19-21 Traducción en lenguaje actual (TLA)
19
Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos: no son fieles en el matrimonio,
20
tienen relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos. Adoran a dioses falsos, practican
la brujería y odian a los demás. Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten
y causan divisiones. 21 Son envidiosos, se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas. Les
advierto, como ya lo había hecho antes, que los que hacen esto no formarán parte del reino de Dios.

Por lo anterior, debemos tener claro que esto ocurre solamente por nuestra propia decisión, es decir, si
perseveramos en la salvación de Jesucristo, nadie nos podrá arrebatar de su mano, tal como lo dice
Juan 10:27-29 27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen. 28 Les doy vida eterna, y nunca
perecerán. Nadie puede quitármelas, 29 porque mi Padre me las ha dado, y él es más poderoso que todos.[a] Nadie
puede quitarlas de la mano del Padre….Pero si nos apartamos del rebaño, quedaremos expuestos a perderla.

Conclusión:
La salvación es un regalo de Dios por medio de Nuestro Señor Jesucristo, pero debe haber
en nosotros el esfuerzo por alcanzar los estándares de calidad que Dios demanda de
nuestras vidas. Mientras permanezcamos fieles y en búsqueda constante de su gracia y
andemos en el Espíritu, no hay ninguna condenación para nosotros, pues estamos en
Cristo, tenemos que estar y permanecer en El, para dar fruto del Espíritu Santo en nuestro
vivir diario.
22
Gálatas 5 22-25 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría,
paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad,23 humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas
cosas!24 Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza
pecaminosa y los han crucificado allí. 25 Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada
aspecto de nuestra vida
Consejos finales:

1. Practica la comunicación con Dios a través de la oración.


“Orad sin cesar” (1Tesalonicenses 5:17)

Haz una oración teniendo en cuenta lo siguiente:

 Confiesa que eres un pecador y pídele al Señor que te perdone de todos tus pecados.
“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
“(Proverbios 28:13)

 Pídele a Jesús que venga a morar a tu corazón, para que te salve y controle todo tu ser y así seas un
hijo de Dios.
“Más a todos los que le recibieron [a Jesús], a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12)

 Confiesa y declara con tu boca que Jesús es el Señor y Salvador de tu vida.

 Dale gracias al Señor por este regalo de vida eterna que acabas de recibir.

2. Lee la Biblia con regularidad. “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas
tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39)
3. Participa activamente en la Iglesia, ¡no dejes que se enfríe tu espíritu!
“25 Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo
ahora que el día de su regreso se acerca” (hebreos 10:25)
4. ¡Se perseverante! El que no es capaz a sobreponerse a los diversos problemas y conflictos no
alcanzará la vida eterna, ya que éste regalo se puede perder si lo descuidamos.
13
pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. (Mateo 24:13)

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