Está en la página 1de 1

Como cuando era pequeña y escribía por diversión.

Como cuando veía en las letras una ola de


posibilidades, de ocasos, de atardeceres, cuando podían convertirse en lo que yo quería. Como
cuando las letras eran capaces de dar forma a todo o que tenía en mi cabeza. Como cuando
escribía cartas imaginarias, cuentos divertidos, guiones de amor y dolor, pero también de risa y
aceptación. Como cuando nada era una obligación y todo me salía el corazón. Como cuando mi
única responsabilidad era divertirme o simplemente distraerme y lo ocupaba haciendo cosas que
quería.

Como cuando hacia todo lo que podía sin preocuparme y escuchar a los demás. Como cuando
manejaba mi mundo tal como quería, como podía, sin cuestionarme, sin reprocharme, como
cuando era feliz y no pensaba en que lo era, solo era.

Ahora soy, soy puro nervios y preguntas, soy distracción y necesidad. ¿Que soy? ¿De verdad soy?
¿O solo creo que soy? ¿Y si no soy? ¿Y si ahora no soy y antes tampoco era, y si nunca he sido? ¿Y
si estoy en un sueño, soñando que soy y era? ¿O que era y ahora no soy? ¿Que se supone que
significa eso? ¿Que nunca fui? ¿Qué estoy soñando? Soñando con una realidad que no existe, y si
estoy soñando, ¿puedo soñar otra cosa? ¿Puedo cambiar el sueño? Puedo soñar que existo sin
ser, solo existir sin necesidad de “ser” algo o alguien. ¿Puedo realmente hacer eso? ¿O no? ¿Cómo
saber?

También podría gustarte