Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. El horario de tutorías virtuales será los sábados 16h00 (GMT -5) (ver equivalencias al
final de husos horarios)
2. Las clases de academia no se suspenden, si hay algún feriado se cambia la clase para
un día en la misma semana.
3. La participación es el requisito primordial para aprobar el curso, será evaluada en
base al siguiente mecanismo:
Revisión del Explica muy bien Explica muy Explica muy bien Reflexiona No participa
contexto, puesta contexto, replica bien contexto, contexto, replica parcialmente
en practica el mensaje a más replica el el mensaje a dos replica el
30% de tres nuevos mensaje a tres nuevos creyente mensaje a un
creyentes y lo nuevos y lo reporta nuevo creyente
reporta creyentes y lo semanalmente y lo reporta
semanalmente reporta semanalmente
semanalmente
4. Si va a faltar a una tutoría por fuerza mayor deberá comunicarlo para justificar su
inasistencia.
5. Las faltas justificadas y los atrasos también le ocasionan una baja en notas.
6. Si el estudiante no llegara a rendir su examen el día asignado tendrá 20% menos a su
calificación, pero tiene la opción a darlo antes si se le presentó una emergencia, previo
acuerdo comunicado.
7. Los materiales a utilizar serán una biblia, el folleto (ebook pdf) de la academia,
lapiceros y resaltadores recuerde que esto también aporta puntos.
8. Al finalizar este período, recibirá un certificado de la Iglesia.
9. Estos son los puntos a recibir por módulo:
Participación 40 puntos
Lectura previa de la clase 10 puntos
Devocionales 20 puntos
Biblia 10 puntos
Examen 20 puntos
TOTAL 100 PUNTOS
10. Para poder aprobar cada módulo usted deberá reunir como mínimo 85 puntos.
11. El curso es gratuito, este ministerio se sostiene con ofrendas voluntarias si se
encuentra interesado en aportar a la obra hacerlo saber a los colaboradores.
Nelson Mecías
Colaborador
El creyente debe entender la importancia de asistir a su iglesia local para la adoración, el compañerismo y ser alimentado
en la palabra de Dios. La biblia es muy enfática en este tema diciendo “no dejando de congregarse, como algunos tienen
por costumbre” (Hebreos 10:25). Por eso, debes asistir a tu iglesia fielmente cada semana
2. Lee la Biblia
Somos limpiados (Juan 15:3), alumbrados (Salmos 119:105), liberados del engaño (Juan 8:32) y sobre todo somos
renovados en nuestro entendimiento por la constante exposición de las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, debes desarrollar
el hábito de la lectura diaria de la Biblia
3. Comparte tu fe
Antes de ascender al cielo, Jesús le dijo a sus discípulos “…Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”
(Marcos 16:15). Estas palabras se constituyen en un mandato, a todos los creyentes en todas las épocas. El cristiano -
desde su conversión- debe compartir su fe, predicando el evangelio y haciendo discípulos (Mateo 29:20).
4. Abandonar el pecado
El arrepentimiento, implica una decisión voluntaria de apartarnos del pecado y abandonar los malos caminos. En este
sentido, cuando los fariseos trajeron a Jesús una mujer sorprendida en adulterio, Jesús la despidió diciendo “¿Ninguno te
condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8:10-11). Por
eso debes distanciarte de los lugares, personas y de todo aquello que te exponga al pecado
5. Busca un mentor
La figura de un mentor -puede ser tu pastor, un líder o quien te predicó el evangelio- es fundamental para guiar nuestros
pasos. Los que nos preceden en la fe, pueden orientarnos en el entendimiento de las Escrituras; guiarnos; aconsejarnos y
velar por nuestro crecimiento espiritual. Aunque siempre se necesita de un mentor, esto es de vital importancia al inicio de
nuestra fe.
El rey Salomón decía “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado” (Proverbios
13:20). Los creyentes-sobre todo cuando recién nos convertimos- debemos rodearnos de personas que sean de testimonio
y de una sana influencia en la fe cristiana.
7. Ora en privado
La vida devocional es importante para el caminar cristiano y en ese sentido la oración es una disciplina indispensable para
nuestro desarrollo cristiano. Junto a la lectura diaria, la oración privada es un hábito que determina y contribuye al
crecimiento espiritual. Ambas deben ser practicadas desde muy temprano en la fe (Mateo 6:1-6).