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Beatriz Aisenberg y Silvia Alderoqui (comps.

)
A licia R, W. de Camilloni, Silvia Gojman, Raquel Gurevich, Analía Segal,
itp d a * ustavo Iaies, Cecilia Braslavsky, F. Javier Merchán Iglesias,
vadavia brisco F- García Pérez, Ana María Qrradre de López Picasso,
losé H. Svarzman, Perla Zelmanovich, Isabelino A. Siede

ca Didáctica de
ICA.as ciencias sociales
Aportes y reflexiones

«v
PdiHrÁc
Beatriz Aisenberg
Silvia Alderoqui
(compiladoras)

Didáctica de las
ciencias sociales
Aportes y reflexiones

Coordinación del proyecto de didácticas especiales:


H ilda Weissmann

PAIDOS
Buenos Aires - Barcelona - México
C a p ít u l o IV

LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES:


UNA MIRADA HACIA ATRAS Y HACIA ADELANTE

Gustavo Iaies y Analía Segal

I n t r o d u c c ió n

Durante mucho tiempo la didáctica fue considerada una simple discusión


metodológica que poco podía aportar a la definición de las reformas edu­
cativas. Actualmente ha sido reposicionada en el contexto de los debates
por la mejora en la calidad de la educación, ocupando un lugar central en
el debate de las discusiones educativas.
Este cambio exige una revisión de muchos aspectos, que incluyen, entre
otros, el análisis de lo realizado y producido hasta el momento, las nuevas
características que debe adquirir la discusión didáctica, su pertinencia al
plano de lo teórico o de lo práctico y la adecuación de los canales de
comunicación a través de los cuales circulará este discurso dentro de la
sociedad.
En este capítulo intentaremos proponer un acercamiento a este debate
realizando un rápido recorrido histórico por los ejes de la discusión en el
campo de la enseñanza de las ciencias sociales en nuestro medio. ¿Qué se
enseñaba, cómo, para qué y con qué?
Este recorrido nos permitirá encontrar en nuestra práctica actual elemen­
tos que provienen de distintas tradiciones pedagógicas, ya que desde nuestra
perspectiva las prácticas no se transforman linealmente sino que coexisten
elementos de algunas de ellas. Estos elementos están presentes tanto en los
maestros como en los especialistas y en el resto de la comunidad.
Trabajar en el campo de la didáctica requiere, desde nuestro punto de
vista, cierta revisión de las tradiciones pedagógicas en función de la pro-
88 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES 89
ducción de nuevas propuestas. Esta es la intención del recorrido descrip- ¡ Estas gestas son transformadas en contenidos curriculares a través de la
tivo que efectuaremos, intentando pensar nuestras propias prácticas dentro memorización de datos que habitualmente son nombres, fechas o lugares.
de él. En muchas escuelas esa lógica se repite en cada grado, y los chicos
Al promediar el trabajo realizaremos el análisis de aspectos de nuestra vuelven a encontrarse, salvo alguna excepción, con los mismos contenidos
propia experiencia, para presentar después algunos conceptos que creemos que vieron el año anterior, vistos de la misma forma, en el mismo orden.
útiles a la hora de considerar uno de los polos de la discusión didáctica: el Ni los alumnos ni los docentes suelen cuestionar esta situación. Podría
de los contenidos. pensarse que lo sucedido forma parte del contrato didáctico1 establecido.
Parecería existir un planteo en los siguientes términos: “Esta no es un área
para aprender; se trata de repetir y memorizar determinados datos que
UN POCO DE HISTORIA pueden ser olvidados una semana después de la prueba, porque volverán
a ser enseñados el año próximo, y además no sirven para nada”. Chicos,
El discurso de los proceres docéntes y padres parecen ser cómplices de este contrato que nadie se
„ anima a romper.
A diferencia de las otras áreas del conocimiento escolar, la enseñanza de Al mismo tiempo, aparece en los adultos la queja acerca de que los
las ciencias sociales no llegó a las aulas con la intención ceñtraTdeTrañs^ chicos “No saben como antes”. Sería interesante formularse la pregunta:
mitir 'cóñtenidór51p^dlz^es"gií señfuTó'esbicto. Ño se trataba’ co^mó en ¿qué idea* hay en los padres y en los maestros acerca de cuáles son esos
otras áreas, de lograr la formación de conocimientos y habilidades cogniti- contenidos que la escuela debería enseñar e incluso que se supone alguna
vas o físicas sino especialmente de Javorecer, á través de su enseñanza, un vez enseñó?
proceso dé identificación con los valores de la nacionalidad, intento nece­ La escuela ha criticado largamente la enseñanza centrada en una supuesta
sario en una sociedadcüyb caudal Tnmígratorió era tan importante. Los ^ erudición relativa a la historia de los próceres. Se suele criticar esta versión
promotores da la ley 1420 se proponían generar, a través del conocimiento por acartonada, aburrida y poco significativa. Pero, ¿qué es lo que se ter­
de los proceres* de las gestas patrias y del territorio argentino, un espacio minaba aprendiendo realmente de todo esto? Si intentáramos pensar qué es
en el que italianos, polacos, españoles, rusos, árabes se sintieran “parte de lo que recordamos de nuestro paso por la escuela primaria, seguramente no
lo mismo”. ^ encontraríamos mucho más que dos o tres clichés.
Como sucedía en muchos otros estados nacionales, la escuela era un Actualmente, la llamada historia de los próceres aparece particularmente
instrumento para generar sentimientos de pertenencia, y la enseñanza de la defenestrada, y parece difícil reconocerle algún valor. Desde nuestra pers­
geografía y la historia podían focalizar claramente dicho objetivo. La con­ pectiva creemos que hay que reconocer en esta historia de los próceres la
memoración de las fiestas patrias constituía una parte central del calendario claridad respecto del papel de la escuela en la transmisión de valores en un
escolar. " — marco en donde la cuestión de los objetivos vuelve a ser un tema central de
Aun cuando en la actualidad la figura de los próceres ha perdido fuerza la dkcusíón pédágógica. Sin düdá, el desgáste dé la ñgüra de Tos prócáfes
emotiva, estas figuras y sus gestas siguen muy presentes en el trabajo del le ha quitado esta virtud, aunque eso no significa que carezca de todo valor
aula, actuando muchas veces como organizadores del programa escolar. la posibilidad de destacar algunos modelos de personas comprometidas con
En muchas escuelas se enseña la Revolución de Mayo cuando llega el 25 su sociedad y su tiempo. Es probable que el error resida en limitar los
de mayo, las campañas militares y la jura de la bandera el 20 de junio y la contenidos del área exclusivamente a este aspecto.
declaración de la independencia el 9 de julio. Y, lamentablemente, el 12 de
octubre rompe con una lógica que parecía especialmente pensada para la
escuela, porque sobre el final del año “hay que recordar” un acontecimiento
1. El concepto de contrato didáctico es central en los trabajos de Brouseau para referirse
que sucedió antes que todos los anteriores.
a la? condiciones reales de la relación docente-alumno.
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Las “nuevas m etodologías" En algunos sectores del sistema educativo irrumpió una versión de la
historia que trataba de construir nuevos proceres y al mismo tiempo propo­
En la década del 60, con la llegada de “los métodos audiovisuales”, la ner metodologías para generar la identificación con estas nuevas versiones.
escuela Intentó desafiar al aburrimiento generado por la historia y Ta^eü^ El juicio a Rosas o la dramatización del encuentro entre indios y españoles
grafía escolar. Los pizairoñes m agnélícbsj^B iap^itivas, los franelógrafós eran experiencias inéditas en las aulas que expresaban el permiso que se
^ y los retroproyectores ocuparon el centro de la escena. Pero en la mayoría daban algunos docentes para cuestionar la historia oficial, la de los manua­
r—de los casos resultaron atractivos envases en los cuales venían envueltos los les que hablaban de la “oscura tiranía”.
v mismos contenidos. En algún sentido, esta tendencia a reivindicar determinados aspectos de
Muchos creyeron que cambiando la vía de presentación de los temas se los contenidos participaba del mismo contrato anterior, aun cuando variara
estaba proponiendo una reforma de fondo en la manera de enseñar ciencias los temas y los canales.
sociales en la escuela. Estaba también centrada en generar espacios de identificación, pero con­
Pero en la mayoría de los casos estos cambios no desafiaban el contrato trariamente a la historia de los próceres y a la propuesta del uso de los
subyacente. La historia de Saavedra, contada todos los años antes que la de medios audiovisuales comenzaba a aparecer una-verdadera preocupación
Belgrano, Laprida y San Martín, seguía transmitiendo la idea de que “esto por enseñar que la historia es el producto de la interpretación que los hom­
no es para aprender”. Los chicos seguían memorizando la Semana de Mayo bres hacen de los hechos históricos.
en la Semana de Mayo, la jura de la bandera en la semana de la jura de la Pero junto con esta importante innovación coexistía en muchos casos una
bandera, y así sucesivamente. suerte de descuido en la preocupación por controlar la rigurosidad de los
Por otra parte, estas reformas se concentraron en lo que podríamos de- contenidos que se enseñaban; muchos de los famosos juicios no eran más
> nominar un sector, innovador del sistema educativo; la mayor parte siguió que acumulaciones de prejuicios sin demasiado fundamento. Asimismo,
proponiendo a un docente que, parado en el frente, relataba aspectos de la todavía no se estaba discutiendo en profundidad qué historia y qué geogra­
% historia heroica de nuestro país. fía enseñar en la escuela. '
f' Tanto estos docentes como aquellos que apelaban a los medio« audiovi­ ¿Qué pasaba con las evaluaciones? En muchos casos, por ejemplo, las
suales transmitían los mIsmós contenídos, pero utilizando canales distintos. dramatizaciones eran consideradas globalmente, sin contar con criterios que
La búsqueda de las “nuevas metodologías” aportó la intención de pensar resultaran parámetros objetivos para los chicos y los maestros; las pruebas
en los canales de transmisión de los contenidos utilizados por los’ docentes. escritas estaban más centradas en buscar que los alumnos expresaran sus
Más allá de las críticas realizadas, es posible reconocer en estos planteos la opiniones que en entender qué habían aprendido. Las evaluaciones grupales
intencionalidad de trabajar en la búsqueda de recursos, objetivo importante, muchas veces resultaron formas de esconder que los chicos habían incorpo­
aunque sin duda insuficiente, para la producción de una propuesta. rado pocos contenidos específicos.
La dificultad para encontrar formas d ee valuar en ciencias sociales sigue
siendo hoy un tema preocupante, que parece señalar que la discusión acerca
Los m ejores proceres de lo que se debe enseñar dé esta área en la escuela sigue vigente.
Sin duda esta búsqueda dejtnejores próceres aportó a las clases de his­
Los años 70 encontraron a la Argentina en una fuerte disputa ideológica, toria y geografía una importante cuota de pasión. Más allá de las críticas ya
dé la que la historia también participo. Historiadores liberales y revisionis­ realizadas, los maestros se apasionaban en ládefensa de sus posiciones y
tas debatían versiones distintas de nuestro pasado. lograban de esta forma entusiasmar a los alumnos. Por otra parte, el área se
Estos debates llegaron a algunos sectores de la escuela como la discusión transformó en una ventana por la cual la realidad social ingresaba en la
pqrT^'Mmqws.|tti5ceres”. Sé trataba de détlñlr si “los buenos” érañ“Sar­ escuela.
miento o Rosas, Alberdí o el Chacho Peñaloza, los españoles o los indios.
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La llegada del pensamiento de los chicos / Sin desconocer la pertinencia de considerar la evolución de las ideas á t
/ los alumnos, puede señalarse que la aplicación errónea de esta idea dejó
Desde los años 70 en adelante, y con más fuerza a partir de los 80, la afuera de la escuela muchos de los intereses reales de los chicos, y centró
preocupación por el papel que tienen las ideas de los chicos en el proceso 1 la discusión en un aspecto parcial del problema. ¿La sencillez o dificultad
de enseñanza-aprendizaje aparece en él centro del debate. Los discursos \ del aprendizaje está dada simplemente por la familiaridad o proximidad del
provenientes" "de la psicología, y especialmente de la psicología genética, objeto de conocimiento o, por el contrario, por el tipo de mirada que haga
sesgaron la tarea didáctica. sobre él?
La aspiración de adaptar los contenidos de la enseñanza a las formas de 5 ¿Puede afirmarse que un barrio “es” más simple que una ciudad? Si la
pensar de los chicos se transformó en una preocupación para quienes ense­ mirada que se hace sobre él describe los nombres de sus calles, enuncia que
ñábamos. en él pueden encontrarse comercios, viviendas y lugares de esparcimiento,
Este objetivo estuvo presente en muchas de nuestras prácticas cotidianas. y pontifica acerca de la necesaria armonía y entendimiento entre los vecinos,
Pero tras la saludable inclusión en la escuela de la preocupación por “en­ seguramente la visión será sencilla.
señar a pensar” a los alumnos, también se gestaron algunos malentendidos: Pero si la mirada sobre el barrio intenta entender por qué los comercios
Esta afirmación abonó erróneamente la defensa de un supuesto aprender se concentran en algunas arterias, o cuáles son los lugares donde hay más
a pensar en abstracto, en el que se le restaba importancia a una parte esen­ personas en ciertas horas o en distintos días de la semana, y qué tipo de
cial del problema: la relación necesaria entre los procesos de pensamiento conflictos pueden surgir en un barrio entre la gente, la cuestión se complejiza.
y el objeto de conocimiento, es decir, aquello sobre lo cual se piensa. ■p* Y fundamentalmente este enfoque sobreelbaroo empieza a explicar la
En la práctica, este malentendido tuvo el efecto de desequilibrar el peso realidad social, aquella que los chicos viven cotidianamenteT'Éste es", sin
que se les otorgaba a los contenidos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. duda, el objetivo central que debe perseguir la enseñanzajie las ciencias
Este desequilibrio fue más notorio en algunas áreas. —sociales en la escuela.
Las didácticas de la matemática y la lengua contaban con algunos traba­ ( Í 5 cam bio,yenwpécial enlos^gracjos inferiores, surgió lo que se podría
jos que investigaban puntualmente los procesos de construcción de conoci­ l, denominar Wiat aíg ^ í c a ^ ^ ^ v j g ^ S e hablaban, se enseñaba,acerca de
miento en relación con temas específicos. Esto les permitió centrarse con lo qüeloHos ya sabían.' La descripción de una lámina en la que la mamá
mayor facilidad en el objeto de conocimiento que debían enseñar, aunque tejía, el papá leía el diario y los chicos jugaban se transformó en un verda­
de todas maneras no estuvieron exentas de estos malentendidos. dero símbolo de estos encuadres. En esta visión descolorida de la realidad
En el caso de las ciencias sociales el problema resultó mayor, porque no estaba ausente lo que la sociología, la historia, la economía, la geografía y
estaba en el centro de las discusiones cuál era el objeto de conocimiento al otras disciplinas tenían para aportar.
que se debía facilitar el acceso de los chicos, y porque, además, las primeras Detrás de esta “didáctica de lo obvio” reaparecía el viejo contrato. En­
indagaciones respecto de la construcción de las nociones sociales fueron señarles a los chicos quiénes eran los miembros de la familia, los comer­
Realmente tardías. ciantes del barrio o los servidores públicos era una nueva forma de decirles
También apareció cierta creencia de que, de acuerdo con su desarrollo “no importa, esto no es para aprender, si igual ustedes los saben sin que se
cognitivo, los alumnos estaban en condiciones de comenzar a pensar prime­ los enseñe la escuela”.
ro su familia, luego su barrio, su partido, su provincia, y así sucesivamente Más allá de las discusiones respecto de sus consecuencias didácticas, las
hasta pensar el mundo. Basadas en esta idea aparecieron propuestas de indagaciones respecto de los procesos de construcción de las ideas de los
< ordenamiento de los contenidos que seguían una secuencia fija. En el pri- ? chicos aparecen como un aporte indispensable.
\ mer ciclo había que centrarse en contenidos como la casa, la familia, el Probablemente se deba definir con más claridad el uso que se les dará a
\barrio, la escuela y el partido. Luego avanzar hacia la provincia, el país y los resultados de estas investigaciones e incluso avanzar en el campo de la
el mundo en los grados superiores. investigación didáctica. Por otra parte, los aportes respecto de las posibili­
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dades de los chicos de pensar los contenidos curriculares no pueden desdibujar No había sido ésta la versión disciplinar que habían recibido en los
los objetivos sociales de la escuela como agente de transmisión de valores profesorados.
y contenidos socialmente significativos. Esto se combinaba en algunos casos con la falsa expectativa de que los
chicos recortarían espontáneamente del medio una mirada significativa que
dejaría la experiencia realizada cerca de los contenidos que había que en­
Las didácticas del m ed io ___t> íit U i ¿ señar.
c.‘ J ' Por otro lado, a veces los chicos no centraban su atención en aquello que
TQp f|H surgidas en Italia y Francia, postularon una supuestamente se “había ido a mirar”. Y el prejuicio de que era necesario
ruptura con la obviedad con que se encaraban los temas de la ciudad, "el recoger todos los emergentes y observaciones que surgieran del grupo cons­
harrin r> la fa m ilia ir|vifanrlr» aprofundizar en el conocimiento del entorno piraba contra el papel ordenador que en esas circunstancias podía tener la
como fuente privilegiada desde la cual construir un conocimiento de lo palabra del adulto.
social. Con estos problemas subsistía el de la evaluación, seguramente porque
En esta ruptura jugó un papel fundamental la mirada de las disciplinas, no estaba claro qué se estaba enseñando. Y en el plano de las prácticas,
brindando las claves para comprender la complejidad del entorno. Por otra la organización de las salidas planteaba importantes dificultades adminis­
Parte, est&,tipo__de_prgpuesta pusoajfis,alumnos comp^ciomsJiindaQisn- trativas.
tales no solamente en el proceso de investigar el entorno, sino como testigos Resulta interesante considerar en este punto el análisis realizado en el
y protagonistas de los hechos.2 Informe Girault acerca de la puesta en práctica en Francia de la reforma del
Las didácticas del medio aparecieron como propuestas que intentaban éveil, que estimulaba el estudio de la historia a través del medio. Uno de los
romper claramente con la historia de los proceres. Se definía un nuevo puntos que ponía en consideración este informe era que se habían perdido
objeto de conocimiento, la realidad social. Además, sé presuponía cierta los objetivos de carácter nacional: la mirada excesivamente centrada en lo
^-evolución de los chicos en la posíbllixlacriae pensar dichos contenidos y se local dejó afuera el estudio de los acontecimientos nacionales e internacio­
planteó un modelo de trabajo representado básicamente por las salidas al nales. En l^jjaaJuaeión realizada, en el nivél de todo el sistema educativo
medio. se encontraba que los alumnos conocían la historia de su barrio y desconocían
La propuesta resultaba así integradora, ya que sentaba posturas en el mwmBos elemeníos de la historia de su país. Estas definiciones del Informe
campo de jos objetivos que persigue la enseñanza del área, del objeto de Girault ponen en el tapete el problema de ,1a selección de los contenidos.
conocimiento, de la capacidad de los alumnos para pensar dicho objeto y de La práctica y las discusiones actuales han equilibrado y afinado muchas
las prácticas concretas, tomando el problema didáctico en su, complejidad. de las experiencias de estudio del medio que realizamos en nuestras escue­
En nuestro medio la puesta en práctica de este tipo de propuestas planteó las. Y seguramente este proceso se facilitará en la medida en que se mul­
nuevas perspectivas y también nuevos problemas. tipliquen y difundan los trabajos que intenten traducir el estudio del medio
En general, no se lograba romper con el contrato básico. Para muchos en contenidos específicos para ser trabajados en el aula.
docentes no estaba claro qué mirar en las salidas al barrio o en el paseo al
Buenos Aires colonial, porque no estaban familiarizados con esta mirada,
aportada por la historia, la geografía, el urbanismo. El desembarco de los grupos académ icos

La participación cada vez más decisiva de los grupos académicos en


2. Algunos de los autores de esta comente son Lodi, M., El país errado, Barcelona, Laia,
1977; Luc, J. N., La enseñanza de la historia a través del medio, Buenos Aires, Kapelusz,
diversas reformas curriculares contribuyó a esclarecer decididamente la falsa
1981; Debesse, A., El entorno en la escuela, una revolución pedagógica, Barcelona, Fontanella, antinomia entre la historia de los proceres y la historia militante, la geogra­
1977; Hannoun, H., El niño conquista el medio, Buenos Aires, Kapelusz, 1977. fía física y la geografía humana.
96 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS 'CIENCIAS SOCIALES 97
Nuevos elementos pasaron a formar parte de las discusiones en los ámbitos La reformulación de los contenidos curriculares es un paso necesario
de formación de los docentes: la posibilidad de pensar la historíanacloiial para la transformación de nuestras prácticas, pero no suficiente. Es impres­
desde una perspectiva de explicaciones más que de relatos lineales, de cindible garantizar los medios para que los docentes los conozcan, los in­
incorpimirT51ft£'~á^ 'de losiS6cérés, de trabajar sobre corporen y puedan transmitirlos. Los contenidos aportados por las ciencias
la vida cotidiana, de situar los^ óóntécrmientosdentro de procesos que deben ser transformados en contenidos curriculares, y la escuela debe de­
! permitieran explicarlos. En el caso de la geografía se empezó a vislumbrar finir los recortes y enfoques que debe tomar para enseñar, teniendo en
' la posibilidad de trabajar sobre paisajes dinámicos y complejos, de natura­ cuenta tanto los objetivos ideológicos que persigue como criterios episte­
leza social y natural, buscando explicaciones a los problemas del hombre mológicos y psicológicos. *
actual. Por otro lado, aparece la necesidad de desarrollar jm nivel de metodolo­
En muchos puntos del país fueron propuestos planes de estudio organi­ gías y recursos que hagan viable la enseñanza de esos contenidos. En este
zados claramente alrededor de ejes conceptuales, donde los objetivos y sentido, puede resultar significativo rediscutir el papel de los libros de texto,
valores no iban en desmedro de la rigurosidad disciplinar en la selección de elementos imprescindibles para la tarea de enseñar,,en particular en los
los contenidos. sectores sociales donde no abundan las bibliotecas robustas.
Pero en la mayoría de los casos no tuvieron el mismo peso las conside­ En las páginas anteriores hemos intentado pasar revista a los distintos
raciones referidas a cómo transmitir estos contenidos, a la posibilidad de los modos de encarar el trabajo que han estado presentes en nuestras aulas y
chicos de pensarlos y a la definición de metodologías de trabajo concretas. que entendemos resultan significativos a la hora de repensar una didáctica
En el nivel de las prácticas, en muchos casos el efecto no deseado de este de las ciencias sociales. Seguramente los lectores habrán pqdido reconocer
desequilibrio fue pasar a una nueva versión de aprendizajes memorísticos. en ellos, tal como nos sucedió a nosotros, aspectos globales o fragmentarios
Los chicos que antes aprendían los nombres de los caudillos pasaban a de su propia práctica.
aprender las características de la economía poscolonial; aprendían de me­ Más allá de las diferencias entre los modelos descritos, creemos que
moria “mejores contenidos”. todos ellos muestran que una de las mayores dificultades de las prácticas de
Esto conspiraba contra la ruptura del contrato básico: había que seguir la enseñanza en las ciencias sociales es centrar su eje $n enseñar contenidos
memorizando unos datos que eran sustancialmente más complejos, aun significativos en forma significativa. Tanto por problemas en la definición"“^
cuando eran olvidados una semana después de la evaluación. teórica de las propuestas como por las dificultades que aparecen en el
momento de ser llevadas a la práctica, ciencias sociales es un área que
enseña “poco”. En la mayoría de los casos plantea la memorización de una
I n t e n t a r l a r u p t u r a d e l c o n t r a t o b á s ic o serie de contenidos que deben ser reproducidos oralmente o por escrito en
el momento de la evaluación con el mayor grado de similitud posible a
Definir una propuesta didáctica supone asumir una toma de postura res­ como fueron expuestos.
pecto de los objetivos de la enseñanza, del objeto de conocimiento que Si una propuesta didáctica no logra dar una respuesta equilibrada a los
pretendemos enseñar, de la forma en que creemos que los chicos podrán aspectos disciplinares, psicológicos y metodológicos no garantiza la posibi­
apropiarse de ese conocimiento y de los aspectos propios de las prácticas lidad de aprendizaje y facilita la vuelta al contrato de “esto no es para
áulicas. aprender”.
Pero sin duda para quienes trabajamos en didáctica con alguna pretensión
de transformación de la práctica, esta definición suena demasiado “ordena­
da”. Quienes enseñamos en las aulas sabemos que los prolijos discursos
teóricos no garantizan buenas propuestas áulicas y que las propuestas “atrac­
tivas” no siempre garantizan resultados de aprendizaje interesantes.
4

98 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES 99

Una reflexión acerca de nuestro propio proceso Situación 1

Nuestra propia experiencia puede ser un buen ejemplo de algunos de los Llegamos al lugar en que estableceremos el campamento. Nos reunimos
problemas que surgen en la tarea de enseñanza en esta área. los oficiales y se plantea la discusión respecto de construir un solo campa­
Confluimos como equipo de trabajo en el año 1984. Hasta ese momento mento o distribuir varios en la región. ¿Qué hacemos?
' veníamos realizando experiencias diversas en el diseño de propuestas di­
dácticas para trabajar los contenidos de historia y geografía en el nivel
primario. Una de las primeras tareas que; nos liga como equipo de trabajo Situación 2
es el diseño de recursos en los cuales tenían un papel muy importante los
juegos de simulación. ' Los españoles vienen avanzando hacia nosotros y sabemos que nuestro
Estos juegos trabajaban sobre situaciones imaginarias, en la mayoría de ejército está en muy mala situación. Algunos proponen entrar a una ciudad
los casos muy ligadas a los contenidos que se deseaban transmitir. cercana y refugiamos allí. Para ellos será mucho más difícil atacamos. Pero
En un primer momento el centro de la preocupación respecto a larutili- otros dicen que si llegaran a entrar, la batalla podría ser cruenta y morirían
zación de los juegos había sido que generan un mayor grado de motivación inocentes. ¿Qué hacemos?
de los chicos. Esperábamos que a partir de esas actividades los alumnos
llegarían a la lectura de la información con preguntas, con hipótesis propias
respecto de los temas que debían estudiar. Valprábamos el hecho de que se Situación 3
generara una discusión previa a la lectura de la información, ya que enten­
díamos que esto, más allá del efecto motivador, permitía un cambio de Llega desde Buenos Aires una orden de atacar el principal bastión de las
actitud en relación con la lectura de la información. fuerzas españolas. Nuestras tropas no se encuentran en las mejores condi­
Intentábamos seleccionar temas y plantear problemas que fueran potentes ciones y las probabilidades de éxito son escasas. Si desobedecemos las
, en términos de la posibilidad de generar debates, de movilizar a los chicos. órdenes del gobierno seremos juzgados todos los oficiales. ¿Qué hacemos?
Era preciso romper con el estereotipo de qué la historia era la materia más
aburrida y al mismo tiempo acercar la información a las posibilidades que
I tenían los chicos de pensarla. Los chicos debatían los problemas y se generaban situaciones de trabajo
La situación de juego debía generar un espacio en el cual nuestros alum­ en las que se advertía un alto grado de movilización y compromiso con la
nos explicitaran las ideas que tenían acerca de los temas sobre los que luego problemática que habían estado trabajando. Lo que todavía ,no quedaba
iban a trabajar. demasiado claro era cómo impactaría la movilización lograda en la posibir
La idea de base consistía en que todos tenían algún tipo de ideas acerca lidad de aprendizaje de los contenidos específicos sobre los que debían
del mundo social por el solo hecho de vivir en él. Y que era preciso que trabajar.
esas ideas fueran utilizadas, confirmadas o puestas en crisis a la hora de Pero en ese momento ésa no era una preocupación central; lo fuerte era
pensar los contenidos de la historia y geografía. Los problemas que plan­ la seducción que ejercía el “recurso”, ver a los chicos discutiendo y escu­
teaban los juegos giraban sobre cuestiones de estrategia, éticas, de conve­ char las ideas que les disparaban los problemas que se les planteaban. Sin
niencia o cuestiones prácticas. Veamos un ejemplo de algunos de los pro­ saber cómo ocurriría exactamente, intuíamos que la fuerte motivación ten­
blemas que se les planteaban a los chicos en una actividad cuyo tema era dría un efecto positivo sobre el proceso de aprendizaje.
el de las campañas militares; Las actividades que diseñábamos permitían sin duda que se explicitaran
algunas de las ideas de los chicos. Lo que no estaba claro era cómo se
produciría el encuentro entre estas ideas y los contenidos curriculares.
100 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES

En la práctica con los docentes empezamos a ver que ellos consideraban discutirlas, construir hipótesis, pero esto no serviría si todo ese bagaje no
cumplidos los objetivos cuando veían a los chicos discutir acaloradamente. era utilizable para pensar la información.
Y la mayoría de las veces se perdía el momento del trabajo posterior con La interacción con especialistas en historia y geografía fue ayudando a
los contenidos. construir en la práctica una mirada que pudiera dar cuenta de ejes concep­
“Es que la discusión me parece tan rica que no me parece necesario que tuales que había que considerar frente a cada tema del currículo y que
lean el texto”; “No les tomé prueba porque creo que sería empobrecer el pudiera repensarlos en términos de la tarea de enseñarles a chicos en edad
trabajo”, eran algunos de los comentarios que escuchábamos. Eran los mismos escolar. Cada una de estas miradas por separado no eran suficientes.
docentes que estaban seducidos por los textos que producían sus alumnos Dentro del marco de la discusión didáctica es claro que uno de los ejes
en las horas de lengua, aunque en muchos casos éstos no se entendieran al del currículo de ciencias sociales son las propias disciplinas. A continuación
leerlos. expondremos algunas características del saber científico que desde nuestra
En un principio tendimos a pensar que no entendían la propuesta, pero perspectiva tienen consecuencias sobre la práctica de la enseñanza en el
luego empezamos a reconocer en ella elementos que llevaban a desvalorizar área.
el momento de encuentro con los contenidos curriculares.
Sin duda, la propuesta tenía una severa dificultad; en muchos casos era
poco precisa en su definición en el plano de los contenidos, por lo cual Ciencia, conocimiento social y realidad
perdía su rumbo y no favorecía preponderantemente el “enseñar a pensar”
Se había ponderado el hecho de elaborar actividades que “funcionaran”, Definir a la ciencia como uno de los ejes de los contenidos de esta área
que nos acercaran a las representaciones de los chicos aunque no se había no es, inicialmente, más que una declaración de principios.
trabajado con énfasis en el apareamiento entre los contenidos curriculares Pero, ¿qué significa en la práctica esta afirmación?, ¿transformar a la
y las ideas de los chicos. En cierto sentido, seguíamos legitimando el con­ escuela en un espacio de investigación?, ¿trabajar con los mismos materia­
trato de “esto no es para aprender”. les o lecturas que utilizan los científicos?, ¿suponer que existe una ciencia
El corte brusco entre el momento de utilizar el juego y el de estudiar los aséptica, despojada de valores, que es la que se debe enseñar?
contenidos, la ausencia de evaluaciones, el “enamoramiento del recurso” No es posible hacer ciencia en la escuela, entre otras razones porque ésta
eran indicios de que era necesario repensar el planteo. no es esencialmente un espacio de producción de conocimiento sino de su
A lo largo de estas experiencias, la necesidad de dar respuesta a distin­ transmisión. Por otro lado, los chicos no manejan las habilidades cognitivas
tos temas del currículo nos obligó a profundizar en el trabajo sobre los requeridas para trabajar dentro del territorio de las diferentes disciplinas de
contenidos. El elemento motivador de las propuestas se acercaba cada vez la manera como lo hacen los científicos. Y, por último, no existe ciencia
más a los ejes conceptuales que planteaba la disciplina para entender los despojada de ideología. Los científicos definen los marcos teóricos e ideo­
temas. lógicos desde los cuales construyen el conocimiento; el saber científico es
Las situaciones de juego empezaron a traducir cada vez más directamen­ un saber cargado de ideología. Los chicos no pueden hacer esto, aunque
te los ejes conceptuales básicos a partir de los cuales era pensable un hecho utilizan sus propias ideas para reconstruir el conocimiento.
o un fenómeno. En el caso de la escuela, hay una toma de postura ideológica tanto en la
La situación de simulación debía cumplir en este contexto dos condicio­ definición de los objetivos más generales del sistema como en los enfoques
nes: además de motivar a los chicos debía poder acercarlos a los ejes centrales disciplinares desde los cuales se seleccionan los contenidos.
a partir de los cuales luego deberían pensar la información. Apoyar nuestros programas de estudio en los productos de la ciencia
Nos planteábamos volver a poner en el centro de la escena el objetivo de significa acercar la información, los conceptos, los valores y los métodos
enseñar. El juego debía aparecer claramente como un puente hacia los producidos por la comunidad científica al trabajo escolar. En este sentido
contenidos. No debía dejar de motivar a los chicos a expresar sus ideas, podemos hablar de un camino viable.
102 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES 103

Para avanzar en una definición más clara de esta afirmación intentaremos La ciencia intenta tomar distancia respecto del saber espontáneQ en tér­
partir de tres conceptos: realidad, conocimiento social y saber científico. minos de alcanzar algún nivel de “objetividad” mayor.
Tanto el conocimiento social como lós saberes de las ciencias sociales" Bachelard intenta diferenciar la opinión del conocimiento científico y
intentan pensar la realidad social. Y, en este sentido, es importante distin­ ubica a la ciencia en un intento de salir de la influencia de nuestra subje­
guir estos saberes de la realidad misma. La noción de modelo agro-expor­ tividad (dentro de lo posible), de construir un saber con cierta pretensión de
tador no existe como tal en la realidad; lo que existen son eventos, situa­ universalidad, lo que sin duda le plantea normas para construirlo y legiti­
ciones y procesos que, reunidos y analizados, nos permiten definir un de-j marlo.4
terminado conjunto de prácticas económicas. El concepto de modelo agro- Intentaremos planteamos algunas de las características del saber cientí­
exportador es un instrumento que nos ayuda a pensar la realidad; es extern^ fico en términos de acercamos a pensar aquello que de él trasladaremos al
a ella, pero contribuye a la posibilidad de comprenderla. trabajo escolar. Pero, en principio, nos ha interesado diferenciar a la ciencia
Pueblos depredadores y productores son categorías que sirven para de­ tanto de la realidad social que estudia como del conocimiento social. Dentro
signar distintas comunidades que se incluyen dentro de ese concepto de de esta diferenciación es importante reconocer las normas y los parámetros
acuerdo con criterios definidos. Revolución, modelo productivo son cons­ a través de los cuales la ciencia se separa del conocimiento social.
trucciones conceptuales producto del trabajo científico, instrumentos crea­
dos para conocer y explicar la realidad.
Los hombres buscan caminos que se acerquen a la realidad aun cuando La ciencia y sus características
ésta se les resista; crean instrumentos que intentan explicarla aunque nunca
lo logran totalmente. Eso explica el hecho de que lá comunidad científica Jesús Domínguez define a la historia como compuesta por conceptos, j
avance permanentemente en la redefinición de sus marcos conceptuales. procedimientos de investigación, verificación y procedimientos explicati- !
vos.5
Los conceptos constituyen las unidades básicas a partir de las cuales
La marcha de los conocimientos “apunta” hacia el objeto en sí, pero no pensamos la realidad.
logra atraparlo enteramente. Subsiste siempre una distancia. De este modo, En el caso de las ciencias sociales, el concepto de productor agropecuario
los objetos de conocimiento construidos tienden a la realidad como a un designa una calidad o condición que cumplen muchos individuos. Dos per­
límite.3 sonas a la que llamamos productores agropecuarios pueden diferenciarse en
edad, nacionalidad, origen social, historia individual, tipo de establecimiento
productivo en el que, desarrollan sus actividades, signo del zodíaco, gusto de
La realidad se transforma en objeto de conocimiento en el momento que comidas, etcétera. Probablemente las diferencias entre dos productores sean
existe un sujeto que quiere aprenderla. Y en este sentido resulta fundamen­ más que las similitudes. Lo único que estamos igualando cuando hablamos de
tal la separación entre la realidad y los saberes que el hombre construye en los productores agropecuarios es su posicionamiento dentro de la estructura
su intento por conocerla. productiva. Ninguna de las demás características que cumplen las personas-
La ciencia y el conocimiento social aparecen como intentos por conocer productores agropecuarios está designada por el concepto.
la realidad,- aun cuando la “deformen” para ello. Tanto el conocimiento
espontáneo que los sujetos construimos como la ciencia producen recortes
de la realidad para conocerla.
4. Bachelard, Gastón, La formación del espíritu científico, Buenos Aires, Siglo XXI,
1972.
3. Castorina, José A., Problemas en Psicología Genética, la posición del objeto, Buenos 5. Domínguez, Jesús, El lugar de la historia en el curriculum 13-16. La enseñanza de
Aires, Miño y Dávila Editores, 1989, pág. 45. las Ciencias Sociales, Madrid, Aprendizaje Visor, 1989.
\0AJ DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES IOS

¿Por qué la ciencia utiliza conceptos y no observables, objetos o sujetos largo del trabajo en esta área, los chicos dejen de pensar el barrio sólo como
concretos? Félix Shuster afirma que no han tenido éxito las teorías científicas un barrio en particular, el que conocen más, para empezar a pensarlo como
que se plantearon trabajar con observables. El concepto alumno, por ejemplo, aquello que todos los barrios tienen en común y que los define como tales.
designa en la realidad a un enorme número de personas absolutamente dis­ Un grupo de alumnos de primer ciclo de una escuela de la Capital Fede­
tintas que estudian, un verdadero caos que debe ser reunido para poder ser ral trabajaba el tema barrio-ciudad. La pregunta que se les formulaba era:
pensado. Lo único que probablemente tengan en común los millones de alum­ “¿En qué se parecen y en qué se diferencian los barrios de una ciudad?”.
nos del mundo es su condición de tales, es decir, aquello que el concepto Algunas de las respuestas fueron: “Son distintos porque en algunos hay más
define. En caso contrario no tendríamos ninguna posibilidad de pensarlos. negocios”, “En algunos hay más bancos”, “Hay algunos que vas solamente
“La ciencia ha destruido el mito de la unidad del plan de la naturaleza”.6 para hacer las compras”, “En algunos hay más gente de día que de noche”.
La posibilidad de reunir y ordenar el mundo para pensarlo pasa por Sin duda, los chicos están organizando percepciones, experiencias, reunién-
utilizar conceptos que reúnan aquello que en la realidad es diferente. dolas en proposiciones, de acuerdo con algún criterio. Sin duda, no es ésta
Gombrich sostiene que el ojo inocente que intentara observar el mundo, no la categorización de un barrio que haría un urbanista, aunque la pregunta
podría ver nada.7 Un caballo de juguete construido con un palo de escoba que se les ha planteado los ha puesto ante una tarea de análisis y síntesis
no se parece demasiado a un caballo real, sino a una idea de caballo que un que les ha permitido arribar a una conceptualízación que, aunque precaria,
chico tiene en su cabeza. Entre un caballo real y ese palo de escoba hay empieza a acercarlos a una forma de ordenar la información.
enormes diferencias, aunque para el chico que está jugando con él la posi­ Además de conceptos, la ciencia posee sus propios métodos de investi­
bilidad de montarlo alcanza para agruparlos. gación y verificación del conocimiento, es decir, caminos normatizados
Aunque todas las familias sean distintas, la psicología necesita reunirías para la producción y validación del saber.
detrás de alguna característica común para poder pensarlas. En caso contra­ En este sentido resulta interesante el esquema planteado por Gregorio
rio, deberíamos imaginamos un saber de tal grado de particularidad que Klirríovsky que permite pensar estas instancias dentro de tres contextos:
obviamente sería imposible construir.
Las investigaciones transculturales de Luria plantean la idea de que la • Contexto de descubrimiento.
percepción de la realidad depende de los conceptos con que uno cuente para • Contexto de verificación.
ordenarla. Los pueblos que no habían construido el concepto de triángulo, ño • Contexto de uso o aplicación.
veían triángulos, es decir, no lograban unificar dentro de una misma categoría
figuras triangulares de distinto tamaño, color, forma o textura. Vemos “igual” El contexto de descubrimiento está dado por el encuadre dentro del cual
lo diferente, en tanto encontramos conceptos que nos permitan reunirlo. se produce el conocimiento. La epistemología en trabajos como los de Jean
Piaget o Thomas Khun estudia los condicionamientos dentro de los cuales
se produce el conocimiento, el surgimiento de ideas o preguntas a partir de
La ciencia y el aula las cuales se desarrolla el trabajo del investigador.

¿Qué consecuencia tienen estas ideas sobre el trabajo en la escuela? Cree­


mos que la enseñanza debe propiciar tareas que permitan una aproximación Este contexto de descubrimiento tiene mucho que ver con el proceso de
a la posibilidad de pensar en estructuras conceptuales. Se trata de que a lo producción del conocimiento y aquí en gran medida está inserta buen parte
de la creatividad...8

6. Bachelard, ob. cit.


8. Shuster, Félix G., “Problemas del conocimiento científico”, Cuaderno II, Primer Semi­
7. Gombrich, W., Meditaciones sobre un caballo de juguete, Barcelona, Seix Barral,
nario sobre Metodología de la Ciencia. Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UBA-OEA,
1965. Buenos Aires, 1985.
106 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES 107

El contexto de descubrimiento es aquel en el cual nos formulamos las


preguntas o hipótesis respecto de lo que vamos a indagar. En este sentido En principio, si nos quedáramos literalmente en el nivel de estas formu­
es preciso marcar una distinción entre el contexto científico y el de la laciones, nos encontraríamos “presos” de un conjunto de opiniones mera­
escuela, dado que en el primero es el científico quien define el tema a mente repetidas por los chicos con un bajo grado de comprensión, o ideas
indagar, mientras que el alumno no hace lo mismo. que han quedado como producto de los distintos aprendizajes hechos en la
El científico parte de una pregunta inicial que le ha surgido alrededor de escuela, o de lo que circula fuera de ella.
un tema que conoce. A un biólogo le surgen preguntas respecto de su A la escuela le corresponde organizar las actividades alrededor de ejes
campo de trabajo porque lo conoce y esto le genera curiosidad, y difícil­ que sean realmente explicativos del período. Las tareas propuestas deben/
mente se pondrá a investigar cuestiones ligadas al urbanismo, salvo que lo ayudar a encuadrar las ideas de los alumnos dentro de estructuras másl
haga desde una mirada biológica o desde un planteo interdisciplinario. significativas. No se trata simplemente de explicar información sino de ^/
“Cuanto más se sabe mayor es el número de problemas que se pueden plantear preguntas, situaciones, que permitan a los chicos reformular s u /
plantear...”9 idearen un marco más complejo. —
En el caso de los chicos, los contenidos no parten de su interés ya que La idea de que “los unitarios eran más cultos” puede “mejorarse”, en
han sido definidos curricularmente de acuerdo con diferentes criterios. Los principio, a partir de preguntas. ¿Qué significa “más cultos”? ¿Dónde y qué
chicos' pueden tener vagas ideas o hipótesis primitivas acerca de los temas habían estudiado? ¿De qué trabajaban? Este tipo de preguntas podrían ser
sobre los que van a trabajar, pero esas hipótesis necesitan ser ordenadas o un primer paso para acercar a los chicos a la caracterización de un grupo
motivadas a partir de un acercamiento a la información. Paradójicamente, de intelectuales vinculados al poder que actúan como partido, el así llamado
uno no puede preguntarse sobre lo que no sabe; es necesario un primer “grupo de los doctores”.
acercamiento que posibilitará la aparición de la pregunta. Estas reflexiones La posibilidad del docente de acompañar a los chicos en el proceso que
cuestionan la idea de que es posible ordenar todo el trabajo escolar a partir va desde la mera definición de “ser cultos” a la caracterización de un grupo
de los emergentes grupales. de poder requiere de una intencionalidad previa. El maestro debe saber qulF^~~
Muchas veces las hipótesis de los chicos sobre un tema desconocido son entender un período pasa, entre otras cosas, por caracterizar a los grup^J
pura opinión o prejuicio (en cierta medida, aquello que Bachelard se plan­ que pujan por el poder, y hacia allí conducir la actividad.
teaba combatir). Estas ideas no siempre revisten utilidad para el trabajo, y Se trata de crear contextos de producción de las ideas dentro de los"'
al docente le resulta muy difícil partir de ellas y llegar a los contenidos que cuafésfsé^ápórte'mFóimaciónó se ordéneTTlas hipóresis^de^'^límniós
debe trabajar. alrededor de ejes conceptuales más explicativos. Caracterizar ai grupo de
Si nos planteamos trabajar sobre el tema “La Argentina entre los años 20 los doctores como “culto” no alcanza para explicar su posicionamiento en
y 50” e intentamos partir de las ideas de los chicos, nos podríamos encon­ el esquema de poder en la Argentina de los años 20.
trar ante afirmaciones como éstas: En este proceso de reformulación de las ideas de los chicos será impor­
tante presentar la información de manera tal que ésta no las aplaste.
“Rosas era un asesino” El proceso de aprendizaje puede entenderse como una permanente for­
“Los unitarios eran más cultos” mulación y reformulación de ideas mediando una contrastación de ellas. En
“Rosas fue un patriota que luchó contra los ingleses” este sentido, el trabajo escolar puede pensarse en similitud con el de los
“Rosas debía de ser muy buenó porque San Martín le regaló un sable” científicos. “Una hipótesis es una afirmación que algún científico hace y
cuya verdad o falsedad es aún un problema 10

10. Klimovsky, Gregorio, “El concepto de la ciencia. Problemas de la ciencia”, Primer


9. Bunge, Mario: Qué es la ciencia. La ciencia, su método y filosofía, Buenos Aires, Seminario sobre Metodología de la Ciencia, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UBA-
Siglo XXI, 1980. OEA, Buenos Aires, 1985.
108 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES

Dentro del contexto de verificación es donde intentamos confrontar, poner también conceptos, métodos de investigación, verificación y procedimien­
a prueba, las hipótesis que hemos construido. tos explicativos necesarios para enlazar estos hechos en explicaciones, para,
apropiarse de información relevante, trabajarla, extraer conclusiones, toma/
contacto con valores éticos y morales. -J-
La confrontación implica un camino de salida entre lo que se sostiene y Esta intención obliga a quien intenta abordar un currículo a revisar la
“la realidad”, en esa confrontación riesgosa, ¿quién gana y quién pierde?11 misma enunciación de los contenidos que se propone enseñar. Veamos un
ejemplo.
v En el currículo de Ciencias Sociales vigente en la provincia de Buenos
Pero para poder confrontar una hipótesis ésta debe tener determinadas Aires aparece como unidad “Sociedad argentina contemporánea”.
características. En principio, debe ser falsable, es decir, debe permitimos El mismo currículo se encarga de formular una operacionalización de la
oponerla a la realidad, debe afirmar un estado de cosas que requiera ser unidad en objetivos.
demostrado.
Puede resultar una tarea interesante de construcción grupal definir lo • Analizar los cambios producidos en la sociedad argentina como conse­
siguiente: ¿qué le vamos a preguntar a la información o qué ideas tenemos cuencia de los grandes corrientes inmigratorias del siglo XIX.
sobre determinada zona de la realidad? E incluso, ¿qué datos nos permitirían • Apreciar los aportes de los inmigrantes radicados en las zonas urbanas
confirmar y cuáles desconfirmar esta idea? y rurales de nuestro país: técnicas de trabajo, costumbres, lenguas, otros.
La posibilidad de verificación de las proposiciones o hipótesis no se • Analizar el surgimiento de la clase media y su incidencia en la organi­
realiza solamente sobre la vía de la experiencia, sino también mediante zación de nuestra sociedad.
procedimientos lógicos o deductivos. En muchos casos la ciencia construye • Explicar la importancia de la formación de sociedades de socorros mutuos,
nuevos razonamientos a partir de otros, aplicando reglas lógicas o procedi­ de las cooperativas de consumo y de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro.
mientos explicativos.12 • Relacionar el aporte inmigratorio con el surgimiento de las centrales de
Las relaciones de subordinación, de causalidad, etcétera, constituyen trabajadores.
instrumentos a través de los cuales se avanza en la construcción del cono­ • Apreciar la importancia que tuvo la ley 1420 en la difusión de la edu­
cimiento. Los chicos deben utilizar este tipo de explicaciones para entender cación primaria.
muchos de los contenidos implicados en los textos de historia y geografía. • Descubrir la modalidad económica de la época: desarrollo de la activi­
La causalidad que une a la independencia de Estados Unidos con la Revo­ dad agrícola, instalación de frigoríficos, extensión de las vías férreas.
lución de Mayo no es evidente para un chico. La relación planteada entre • Identificar la incidencia de los capitales extranjeros en la industria frigo­
hechos que están separados en el espacio y en el tiempo es también un rífica y en los ferrocarriles.
contenido que trabajar. • Interpretar el papel que desempeñó la Argentina en el mercado mundial:
exportadora de materias primas e importadora de manufacturas.

M irar los contenidos desde ideas generales Estos objetivos-contenido parecen no tener conexión entre sí, en princi­
pio porque no aparece el criterio según el cual fueron seleccionados estos
Hasta aquí hemos sostenidcw4a idea de que los contenidos del área de puntos y no otros. Y en segundo lugar no aparece ninguna jerarquización
ciencias sociales que la escueíafdebe enseñar no son solamente hechos, sino que explicite lo central y lo secundario dentro de esta mirada. No hay duda
de que la inmigración aluvional es un tema fundamental, pero solamente
entendible dentro de la idea del nuevo modelo económico que presentaba
11. Shuster, Félix G. , ob. cit. 1 a la Argentina de 1880 como un país con un inmenso potencial de desarro-
12. Domínguez, Jesús, ob. cit..
no DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES 111

lio. En caso contrario, no es pensable la razón por la cual semejante masa \ hasta entonces: los ferrocarriles y Jos frigoríficos; pero al mismo tiempo
humana se traslada hasta nuestro país. ¡ surgieron entre 1880 y 1890, especialmente en Buenos Aires, otras indus-
Los temas seleccionados por el currículo son productos de un “filtro” | trias menoresvdesarrolladas con capitales medianos, especialmente en el
realizado desde determinadas ideas organizadoras provenientes tanto de ¡ campo de las artes gráficas, de la alimentación, de la construcción y del
la ciencia como de los objetivos y valores que el sistema educativo I vestido. En unas y otras comenzaron a crearse condiciones distintas de las
pretende transmitir. Ese “filtro” ha definido que determinados temas j tradicionales para los obreros asalariados que trabajaban en ellas. Largas
sean tomados y otros desechados, e incluso permite jerarquizar los se­ [ jomadas y, sobre todo, salarios que disminuían en su poder adquisitivo a
leccionados. medida que crecía la inflación.
El problema reside en que muchas veces los docentes desconocemos las
ideas con las cuales se construyó ese “filtro”. Nos encontramos con la
Romero plantea una trama explicativa dentro de la cual la transforma­
respuesta pero desconocemos la pregunta que se le ha formulado a la infor­
mación. ción del sistema económico aparece como el elemento central de una serie
de cambios que involucran a todo el país. En este enfoque debe entenderse,
Más allá de que creemos imprescindible que un currículo explicite sus
por ejemplo, que la inmigración responde “a los intensos cambios econó­
ejes organizadores, los docentes podemos indagar dichas ideas apelando a
micos.v
textos que puedan aportarlas. Veamos un ejemplo:
La posibilidad de definir un eje conceptual permite reorganizar el
José Luis Romero afirma:13
currículo en términos de una trama explicativa. De esta forma, ya no
tenemos un listado de una cierta cantidad de temas. Nos encontramos
ante 4 o" 5 ejes, y un conjunto de relaciones explicativas entré ellos.
r ' Esta transformación demográfica del país respondía a los intensos cam­
bios económicos que se habían producido desde que comenzaron a refinar- De la lectura de Romero uno podía construir la hipótesis de ’que laj£ans=_
j se los ganados vacuno y ovino y a extenderse las áreas de cultivo de \ forinación de laestru^turaeconómica de la Argentina “dispara” toda una
cereales. En 1883 se instalaron los primeros frigoríficos argentinos, que al ¡ serie de cambios. Los datos permiten confirmar esa idea, el crecimiento de
cabo de poco tiempo fueron sobrepasados por los que se crearon con ¡ las exportaciones, la llegada de inmigrantes en busca de trabajo, las inver-
capitales británicos y norteamericanos para servir a las demandas del j siones extranjeras en las áreas neurálgicas de la economía, el surgimiento
mercado inglés. [...] El intenso trajín que se advertía en los puertos —en i de industrias cuya producción se vinculaba a la actividad agrícola-ganadera
Buenos Aires, en La Plata y en Rosario, todos de aire cosmopolita— ! permiten ratificar aquella hipótesis.
obligó a emprender las obras que los capacitara para soportar el creciente i Utilizando estas ideas podríamos organizar con los chicos un cuadro que,
movimiento. En 1890 se inauguraron los trabajos del puerto de La Plata ! aunque no contemple todas las variables, permita organizar jerárquicamente
y de una sección del de Buenos Aires, quedando concluido este último ! la información curricular.
siete años después. Continuó, entre tanto, la prolongación de la red ferro­
viaria, que empezó a caer dentro del monopolio de los capitales ingleses
por la deliberada decisión del gobierno, según el principio de que sólo las
rutas improductivas debían ser explotadas por el estado. [...] Garantizadas
las inversiones, los grupos financieros extranjeros ofrecieron al estado
argentino sucesivos empréstitos. [...] Quedaron en sus manos los dos gran-
^ „des sistemas industriales de carácter moderno que se habían organizado

13. Romero, José Luis, Breve historia de la Argentina, Buenos Aires, Editorial Huemul,
1979.
112 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA ESCUELA PRIMARIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES 113

LA ARGENTINA DEL 80 permite explicar muchos de los eventos y procesos observados durante el
período.
Pero esta idea debe poder “cruzarse” con nuestro alumnos y sus posibi­
lidades de acercarse a pensarla. Estamos hablando de posibilidades no en
términos de techos que se deben respetar, sino más bien de zonas que es
necesario estimular.
Propuestas que permitan al maestro trabajar con las ideas de los chicos,
en las cuales se reformulen los propios planteos en dirección a los concep­
tos e informaciones que pretendemos que aprendan. El maestro delimita
más o menos el universo sobre el que está trabajando. Es importante que los
chicos construyan sus hipótesis en contextos donde van a ser retrabajadas.
No todo vale, o por lo menos hay que esforzarse por demostrarlo.
La posibilidad de que los chicos puedan formular sus propias ideas ex­
plicativas es tan importante como el ejercicio de confrontarlas. El trabajo no
consiste en que los chicos repitan las explicaciones de Romero tal como él
lo hace; se trata de que puedan usar esas ideas para organizar los datos, para
establecer relaciones de Causalidad, de determinación, etcétera. Los chicos
deben poder ubicar los datos dentro de esta trama. Deben poder preguntarse
y explicar por qué los sindicatos más fuertes,de la época son los ferroviarios
y los portuarios, o el porqué de la constitución misma de los sindicatos. A
la vez, será interesante que los enfrentemos con el tendido.de vías férreas
y que puedan hipotetizar respecto de su trazado, o que analicen las razones
por las cuales la obra pública se concentra en mejoramiento de puertos,
rutas, etcétera.
Construir este cuadro implica que los chicos entiendan que el desarrollo De esta forma pierde sentido la discusión entre enseñar a pensar o ense­
del modelo se sostiene tanto en la infraestructura como en el capital inver­ ñar contenidos. No hay posibilidad de construir ideas sino a partir de pensar
tido. Que el modelo de desarrollo requiere de mano de obra y genera po­ la información. Pero tampoco se pueden enseñar datos sin organizados
sibilidades de trabajo; esto permite entender el proceso inmigratorio y el alrededor de ideas, ya que en ese caso serían nombres y fechas inconexas,
surgimiento de nuevas formas institucionales y culturales. Al mismo tiempo, sin sentido.
y en el nivel de lo político, la organización del Estado aparece como un
elemento central.
Los alumnos tendrán serias dificultades para comprender el concepto de A modo de síntesis
Estado. La tarea de reconocerlo detrás de decisiones puntuales tales como
el establecimiento de un sistema educativo común, la organización de un Nos planteábamos al empezar este trabajo hacer una revisión de algunas
ejército nacional, la creación de un registro civil, probablemente facilite a de las formas que asumieron las prácticas de la enseñanza de las ciencias
Targo plazo la formación de ese concepto. sociales en nuestro medio.
Podemos entonces sostener que contamos con una “idea fuerte” que Vimos así que la didáctica de los proceres estaba más ubicada en la
identificación que en la enseñanza. Y que con la didáctica de los
114 J DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

contrapróceres sucedía otro tanto. Las nuevas metodologías y el uso de los


medios audiovisuales no se ocuparon de trabajar sobre una nueva definición
de los contenidos ni garantizaron el aprender más.
Las didácticas del entorno intentaron avanzar sobre una redefinición del
contrato, poniendo sobre la mesa el aporte de las disciplinas.
El peso de las ideas de los alumnos en el proceso de enseñanza-apren­
C apítulo V
dizaje agregó un nuevo elemento al contrato, pero puso también en eviden­
cia que estas ideas no son el contenido a enseñar.
LA HISTORIA EN LOS LIBROS DE TEXTO DE AYER Y DE HOY
Por ausencia de mirada disciplinar o por excesiva centración en el sujeto,
PARA LAS ESCUELAS PRIMARIAS ARGENTINAS1
a la enseñanza de las ciencias sociales en la escuela le resultó difícil llegar
a una definición equilibrada de contenidos.
Cecilia Braslavsky
Esto influyó en la percepción que tienen los chicos de que ésta no es un
área para aprender.
El proceso de revisión de esta situación ha producido un necesario acer­
Los maestros y profesores que eligen enseñar historia pocas veces disfru­
camiento entre la mirada que aportan a la didáctica las demás ciencias
sociales. tan del tiempo y han sido formados en los marcos interpretativos para
analizar en profundidad los recursos didácticos que tienen a mano. Las
Hoy no puede dejar de plantearse que sí hay algo para enseñar: los
difíciles condiciones de trabajo que existen en las escuelas latinoamericanas
hechos, los conceptos, los procedimientos y los valores que permiten pensar
los obligan a centrar la atención en la organización de las clases, en el
la realidad social. Y esto implica necesariamente considerar a un sujeto
planeamiento de las estrategias que van a emplear cada día. Sin embargo,
constructor del conocimiento que es a la, vez actor de la realidad que intenta
es posible que un alto en el camino para analizar los libros de texto, cua­
conocen La metodología de enseñanza para este nuevo contrato es una párte
dernos de clase y demás “paquetes prefabricados” los ayude a emplearlos
central de la discusión futura y seguramente tomará formas diversas (todas
las que permita la formación de los docentes, su creatividad y los condicio­ mejor, más críticamente, aun cuando no los satisfagan. Por otra parte, el
compromiso ideológico y afectivo que tienen los docentes con aquellos
namientos propios de las prácticas actuales). Las futuras investigaciones
psicológicas y didácticas nos ayudarán a ajustar estos planteos. materiales que más conocen, a veces puede ser un obstáculo para el ejer­
cicio de la razón crítica. Por eso puede ser sugerente echar un vistazo y
Pero, por obvio que parezca, la necesidad de enseñar contenidos signi­
ficativos no deberá dejar de formar parte del contrato didáctico. aprovechar algunas conclusiones surgidas “de otra historia”.
El propósito de este capítulo es poner a disposición de quienes se
dedican a la enseñanza de la historia, especialmente en la escuela prima-

1. Este artículo está vinculado a una investigación que lleva a cabo la autora en el marco
de un proyecto sobre la formación de la conciencia de la historia en América latina, coor­
dinado por Michael Riekenberg, del Instituto Georg-Eckert de la República Federal Alema­
na, con el apoyo de la Fundación Volkswagen. Es una versión revisada de otro publicado
por la revista Educación de la OEA, compilado por investigadores de El Colegio de México.
La autora agradece a Inés Dussel y a los siempre extraordinariamente bien dispuestos cola­
boradores de la Biblioteca del Maestro su inestimable colaboración en la búsqueda y ubica­
ción de los libros analizados.

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