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Golpes Mediáticos
Teoría y análisis de casos
en América Latina
Economía y Políticas
de Comunicación 5
Golpes Mediáticos
Teoría y análisis de casos en América Latina
Golpes Mediáticos
Teoría y análisis de casos
en América Latina
CIESPAL
Centro Internacional de Estudios Superiores
de Comunicación para América Latina
Av. Diego de Almagro N32-133 y Andrade Marín • Quito, Ecuador
Teléfonos: (593 2) 254 8011
www.ciespal.org
http://ediciones.ciespal.org/
Primera edición
Noviembre de 2016
Quito, Ecuador
ISBN: 978-9978-55-143-1
Edición
Noemí Mitter
Maquetación
Arturo Castañeda Vera
Ediciones CIESPAL, 2016
9 Introducción
21 Comunicación e intervencionismo en América Latina.
Marco histórico estructural
131 El terrorismo mediático con resultado de golpe: el
despliegue histórico de la espiral del poder (Chile, 1973)
155 El conflicto entre Cuba y Estados Unidos.
Una visión desde la comunicación
181 El Golpe Mediático continuado contra Venezuela
213 Todas son noticias viejas: la parcialidad de los medios
de comunicación en Brasil
241 Golpe de Estado en Paraguay. El rol de la prensa durante
el derrocamiento de Fernando Lugo
273 Banderas negras, redes sociales y agitación
contrarrevolucionaria en Ecuador
Introducción
Bibliografía
Los factores estructurados cruciales derivan del hecho de que los me-
dios de comunicación dominantes están firmemente incrustados en el
sistema de mercado. Estos son negocios con fines de lucro, propiedad de
personas muy ricas (o de otras compañías); se financian en gran parte a
través de los anunciantes, que también son entidades con fines de lucro
y que desean que sus anuncios aparezcan en un entorno favorable a las
ventas. Los medios de comunicación dependen también del gobierno
y de las grandes firmas empresariales como fuentes de información, y
tanto por cuestiones de eficiencia como por consideraciones políticas –y
frecuentemente por intereses coincidentes– prevalece un cierto grado
de solidaridad entre el gobierno, los principales medios de comunicación
y otras grandes compañías. El gobierno y las grandes empresas ajenas
a los medios también están mejor situados (y poseen suficiente poder
económico) como para poder presionar a los medios de comunicación
con amenazas de retirada de campañas publicitarias o de licencias de
televisión, pleitos por difamación y otras formas de ataque, directas o
indirectas. Los medios de comunicación también sufren un sesgo anti-
comunista, impregnado desde antes y durante la época de la Guerra Fría,
frecuentemente movilizado para evitar que los medios de comunicación
criticasen las agresiones contra pequeños países etiquetados como co-
munistas (Herman, 1998, pp. 12-13).
Con el fin de incorporar las principales ideas y líneas estratégicas del tra-
bajo de Chomsky y Herman, quisiéramos primero reseñar brevemente
los fundamentos lógicos de esta dinámica institucional dominante en
los medios, cuya estructura viene configurada por cinco factores prin-
cipales en la orientación del discurso periodístico:
La guerra contra el terrorismo dio lugar a toda una industria casera de ex-
pertos derechistas, muchos de ellos con acceso directo al diseño de estra-
tegias de la administración, que vinieron a proporcionar la parte intelectual
que pondrá a la opinión pública en pie de guerra [...]. El terrorismo se volvió
una etiqueta para prácticamente todas las formas de conflicto que emana-
ban del proceso de cambio en el Tercer Mundo (Miles, 1988, p. 32).
La guerra no fue, sin embargo, cubierta tan libremente por los me-
dios como interpretara el propio presidente Nixon. A diferencia de la
Guerra de Corea, en Vietnam las normas de censura fueron mucho más
duramente aplicadas en el tratamiento noticioso de los hechos. Claro
que la situación típica de guerra de guerrillas hacía más difícil contro-
lar la información filtrada a los medios por sus fuentes. Por ello, la ex-
periencia de Vietnam recomendaría, a los entonces responsables de la
política informativa del Estado, una mayor restricción de libre acceso a
las fuentes de noticias y la asunción del principio de control suministra-
do de la máxima cantidad de información técnica como estrategias de
desinformación de acuerdo con las necesidades de seguridad nacional;
una estrategia aplicada con todo el rigor durante la experiencia de la
Guerra del Golfo.
Washington reconocía, de este modo, el espacio neurálgico de la
confrontación social y la contrainsurgencia en el campo de la cultura,
ocultando su acción al pueblo estadounidense y a la opinión pública
mundial para llevar adelante sin trabas legales su programa de inter-
vención imperialista. Como señalara Barnet, ante la obstaculización
de la opinión pública, para poder librar una guerra convencional, los
estrategas militares delimitaron su nuevo territorio basándose en las
amenazas que más preocupaban al estadounidense promedio, al mismo
tiempo que prometieron conducir una guerra indolora contra el nacio-
nalismo revolucionario, utilizando un nuevo armamento y desplegando
un nuevo fervor. Así pues, si ya antes de la década de los sesenta el papel
de la cultura y la comunicación era valorado como ‘decisivo’ por el sis-
tema de poder estadounidense en su proyecto de expansión económica
transnacional, a partir de esta nueva política en la década de los seten-
ta, las actividades diplomáticas y propagandísticas serían consideradas
esenciales para lograr el apoyo de la opinión pública estadounidense a
su política de intervención, en la que se recurriría sistemáticamente al
control y manipulación nacional e internacional de la estructura de la
información periodística.
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 71
Estas metas militares debían ser coordinadas, a su vez, con las ac-
tividades civiles de información y propaganda, que asumirían un papel
complementario no subordinado, decisivo para la nueva estrategia global
de ofensiva ideológica. Partiendo del principio del vínculo integral entre
la subversión interna y la agresión externa, los autores firmantes del
Documento de Santa Fe atribuirían un papel determinante a la informa-
ción en la insurgencia y la peligrosa amenaza comunista internacional.
Según los firmantes del mismo, la formulación de la política de Estados
Unidos debía aislarse de la propaganda que aparece en la prensa común
pues –como criticara permanentemente el propio Ronald Reagan– la co-
bertura informativa de la realidad política latinoamericana por la prensa
de Estados Unidos era inadecuada y mostraba un sesgo sustancial que
favorecía a los partidarios de la transformación socioeconómica radical
de los países menos desarrollados, con lineamientos colectivistas y esta-
talizadores que ponían en peligro la seguridad nacional y el modo de vida
americano. Los principales artífices de esta intoxicación desinformativa
eran, como señalara más tarde el Segundo Documento de Santa Fe, las
organizaciones no gubernamentales, las asociaciones de derechos hu-
manos y otros colectivos procomunistas.
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 85
En palabras de Chomsky,
los ‘otros’, a los verdaderos responsables del desorden mundial, que ame-
nazan la estabilidad y el orden planetario, demostrando que la actividad
bélica es en defensa propia, de acuerdo a una de las leyes básicas de la
propaganda de guerra. Es necesario, en otras palabras, desbloquear las
resistencias e ‘inhibiciones enfermizas’ de la población, contrarias a la
fuerza militar, amplificando, por ejemplo, la peligrosa imagen criminal
de los enemigos potenciales como delincuentes peligrosos e irracionales
dispuestos a destruir el mundo en su loco afán de poder. En el informe
Principios fundamentales de la disuasión tras la Guerra Fría, el Alto
Mando del Pentágono reemplaza, de este modo, al enemigo rojo por los
estados delincuentes o fuera de la ley (como Irak, Cuba o Sudán).
Las vulnerabilidades del viejo orden se traducen así en textos como
el de Van Creveld, en la alteración de las reglas del juego de la guerra,
convertida en actividad criminal.
Es en este mapa también donde trazan sus líneas las redes parasitarias
del inmundus (el sucio y amoral, contrapunto del mundus, el limpio, el muy
ordenado), los nuevos frentes planetarios del desorden, los espacios de
la sombra o redes del mercado negro de la vida. Circuitos de la economía
subterránea, redes mafiosas y tráficos ilícitos […], frentes del integrismo,
frentes de las sectas, flujos transnacionales de las diásporas clandesti-
nas. Los estrategas del soft power y de la netwar no se engañan cuando
evalúan el riesgo que, según ellos, entrañan para la seguridad colectiva
la utilización de internet, tanto por parte del narcotráfico como por las
nuevas formas del activismo político internacional a través de las redes
(Mattelart, 2000, p. 426).
Señala Loïc Wacquant que hoy es difícil para una autoridad euro-
pea expresarse sobre la seguridad continental sin que salga de su boca
alguna consigna made in usa, por ridícula que esta sea. La obsesión
paranoica de una cultura represiva difundida insistentemente por los
medios de información norteamericanos se convierte así –debido a la
hegemonía de Estados Unidos en la geopolítica mundial de las industrias
culturales– en un elemento legitimador de las estrategias sociopolíticas
de vigilancia total y permanente, a través de los nuevos sistemas de in-
128 Francisco Sierra Caballero (Editor)
Bibliografía
“Pero si hacen ese proyecto de camino al socialismo del que habla Allende, vamos a tener pro-
blemas serios en Francia e Italia, donde hay socialistas y comunistas divididos, que con este
ejemplo podrían unirse. Y eso afecta sustancialmente el interés de Estados Unidos. No vamos a
permitir que tengan éxito. Tengan eso en cuenta” (Kissinger, en Granovsky, 2013).
“Mediante la celebración de esta reunión tan solo tres días después de que la Cámara Baja de
Brasil votó a favor de destituir a la presidenta Rousseff, Shannon le enviaba una señal a los
gobiernos y a diplomáticos en toda la región y en el mundo de que para Washington el juicio
político es más que aceptable” (Shannon, en Weisbrot, 2016).
1 Este trabajo forma parte del Proyecto: “La construcción del imaginario social de la justicia
en los relatos periodísticos publicados por el diario El Mercurio de Chile, entre 1850 y 2014, en el
contexto del conflicto Estado-nación y pueblo mapuche: Continuidades y cambios”, financiado por
el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Chile, Fondecyt número 1150666;
y del Proyecto: “Cultural Narratives of Crisis and Renewal”, financiado por el Research and
Innovation Staff Exchange: The Marie Skłodowska-Curie Actions in Horizon 2020 (European
Commission. Ref. 645666, 2015-2019).
132 Francisco Sierra Caballero (Editor)
Introducción
Este trabajo tiene como propósito revisar desde una perspectiva histó-
rica el apoyo explícito, progresivo y coordinado entre el principal medio
de comunicación masivo de Chile, las diferentes corporaciones empre-
sariales, los gremios patronales y profesionales, los partidos políticos de
derecha (el Partido Nacional y la facción de derecha de la Democracia
Cristiana) y el gobierno de Estados Unidos para llevar a cabo una es-
trategia de cuestionamiento, debilitamiento, crisis y derrocamiento del
gobierno de la Unidad Popular encabezado por Salvador Allende.
El caso histórico del Golpe Mediático en Chile muestra, en la pers-
pectiva de lo que actualmente observamos en América Latina, que estos
requieren al menos la concurrencia de los siguientes aspectos: una alian-
za amplia para desarticular cualquier proyecto de reformas, como el de
la Unidad Popular de Salvador Allende durante 1970 y 1973 (Mattelart &
Bigo, 2009); y una coincidencia de intereses, voluntades y deseos entre
los diferentes actores del pacto, quienes de hecho “comparten intere-
ses de clase y asociaciones con dirigentes empresariales y del estado y
otros sectores privilegiados [lo cual implica] un flujo regular de gente
de alto nivel entre corporaciones, gobierno y medios de comunicación”
(Chomsky, 2006, p. 109). Todo lo anterior lo podemos observar actual-
mente en los casos de Brasil y Argentina.
El periódico El Mercurio, que era en esa época el periódico más in-
fluyente de Chile (Mattelart, 2013) y se jactaba de ser una suerte de ‘Ti-
mes de América Latina’, funcionó como dispositivo de poder ideológico
alineado plenamente con los sectores de la derecha política de Chile, los
sectores empresariales y oligárquicos. Durante la década de los sesenta,
su único propósito era impedir la elección de Salvador Allende. Luego,
tras las elecciones, su objetivo era impedir que el Parlamento chileno
lo ratificara como presidente de Chile. Y, finalmente, a partir de 1970,
el fin era directamente desestabilizar al gobierno mediante diferentes
estrategias, con el importante apoyo externo del gobierno de Estados
Unidos, en plena Guerra Fría Inter-Americana (Harmer, 2011).
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 133
Tan gravitante fue el rol de El Mercurio, que fue incluido en las inves-
tigaciones llevadas a cabo por el Informe sobre Prisión Política y Tortura
(2004), el mismo que concluye que la prensa sufrió censura y practicó
la autocensura, pero que también apoyó activamente al régimen militar.
Criticó y persiguió duramente a quienes habían sido simpatizantes del
gobierno derrocado y contribuyó a validar montajes de la dictadura en
contra de sus opositores, a quienes los medios calificaron como terro-
ristas, guerrilleros, apátridas o traidores.
Finalmente, este capítulo considera el trabajo audiovisual La Spirale
(1975) de Armand Mattelart, Jacqueline Meppiel y Valérie Mayoux, en
colaboración con Chris Marker y producida por Jacques Perrin (Reggane
Films, hoy Galatée Films), como un esfuerzo por explicar de manera ex-
traordinariamente didáctica cómo se articularon los diferentes actores
sociopolíticos para producir el golpe cívico-militar en Chile –de modo
que, por ejemplo, se basa en la creación de personajes de un juego de
simulación para lograr una adecuada comprensión–; y como un apor-
te sustancial para construir la memoria social, política y mediática en
Chile. El texto se desarrollará siguiendo los diferentes hitos que Matte-
lart presenta en el documental, para lograr un mejor desarrollo de los
acontecimientos que culminaron con el golpe militar.
Dicho lo anterior, obviamente, entre las fuerzas y actores que van confi-
gurando el Frente se deben producir articulaciones sostenidas por los
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 143
Esta fase se caracteriza por tener, al menos, dos momentos que no ne-
cesariamente coinciden en el tiempo o, dicho de otro modo, ocurren en
niveles diferentes.
Por una parte está el Ataque en tanto operación o ejecución del Plan,
en cuyo caso se trata de una potencialidad que requerirá luego de los
actores que la lleven a cabo. Este es un momento, por lo tanto, en el que
el Ataque está construido mentalmente, programado y encubierto. Pero,
por otra parte, tenemos el Ataque en tanto hecho consumado, como
imagen que ilustra lo ocurrido. El ataque, en este sentido, es una acción
concreta, visualizable y que actúa como referencia histórica.
Efectivamente, en Chile se habla de dos ‘líneas’ de ataque: una ‘sua-
ve’, consistente en agredir la economía, y otra ‘fuerte’, que incluía el
golpe. En una primera fase, al Embajador de Estados Unidos en Chile,
Edward Korry, se le asigna la tarea de implementar la ‘línea suave’: “ha-
cer todo lo posible para condenar a Chile y a los chilenos a la máxima
privación y pobreza” (Chomsky, 2004, p. 111).
144 Francisco Sierra Caballero (Editor)
Consideraciones finales
“No veo por qué tenemos que mantenernos al margen y observar a un país convertirse en comu-
nista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo” (Henry Kissinger).
De hecho, más de 40 años más tarde asume por segunda vez la pre-
sidencia de Chile la socialista Michelle Bachelet, esta vez integrando el
conglomerado llamado la Nueva Mayoría, junto al Partido Comunista.
Ahora la utopía es apenas recuperar la utopía. Aunque, sin duda, es una
forma de renacimiento porque Chile sigue luchando por el renacimiento
de sus utopías.
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El conflicto entre Cuba y Estados Unidos. Una visión desde la
comunicación
Olga Rosa González Martín
2 Esta Ley es esencial en el desarrollo del conflicto entre Cuba y los Estados
Unidos pues no solo codifica el bloqueo como ley al establecer un conjunto de
condicionamientos políticos que un gobierno de transición en Cuba, reconocido por el
gobierno estadounidense, debe cumplir para que se elimine el bloqueo, sino que procura
sanciones internacionales contra el gobierno cubano. Con esta ley el Presidente de los
Estados Unidos perdió sus prerrogativas ejecutivas para emitir una orden que pusiera
fin al bloqueo. De ahí que la eliminación del mismo dependa del Congreso.
158 Francisco Sierra Caballero (Editor)
terio del Interior de Cuba emite otro informe (citado por Valdés-Dapena,
2006) en el que aclara que en Cuba penetraban las emisoras de ochenta
países en onda corta y larga, aunque entre las más importantes había 18
que podían escucharse en todo el territorio nacional o en algunas partes.
De ellas, siete eran de los Estados Unidos, seis de Europa Occidental,
cuatro de América Latina y una de Canadá. Relevantes resultaron la voa
y la wqba, conocida como La Cubanísima.
Es en este contexto en el que, en 1981, Reagan funda la Comisión
Presidencial para las Transmisiones hacia Cuba con el objetivo de que,
entre otras cosas, hiciera recomendaciones con relación a una estación
de radio que fue, posteriormente, Radio Martí. Esta comisión estaba
formada por once personas y contaba con un Comité Ejecutivo de tres,
entre los que se encontraba Mas Canosa. En 1983, la Casa Blanca lo se-
leccionó directamente para que presidiera un panel o junta de asesores
presidenciales que se encargaría de supervisar las operaciones de la es-
tación y fue aprobado para este cargo en 1984.
Aunque la idea de crear una nueva emisora contra Cuba fue bien
recibida por determinados sectores de la sociedad estadounidense, es
importante destacar que las estaciones privadas de radio de los Estados
Unidos se alarmaron con la propuesta de Reagan, pues sabían que Cuba
tenía posibilidades reales de bloquear las transmisiones directas desde
el territorio de los Estados Unidos y afectar a las frecuencias por las que
ellas transmitían. Estas estaciones fueron respaldadas por la Asocia-
ción Nacional de Radiodifusores (National Associaton of Broadcasters)
la que le mostró al Congreso un mapa que mostraba las potencialidades
que tenía Cuba de interferir las frecuencias que ellas usaban y el daño
que sufrirían (Elliston, 1999, p. 220). Por su parte, el entonces Jefe de la
Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, Wayne Smith,
también manifestó su desacuerdo con la medida al Departamento de
Estado y a la antigua usia.
Cuando el 20 de mayo de 1985 Reagan autoriza a la usia a que co-
mience las transmisiones de Radio Martí contra Cuba, el pretexto que
utilizó fue el de la llamada ‘libertad de información y de pensamiento’,
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 167
Entre los que abogan por su eliminación, destacan tanto John Kerry
como el mismo Obama, pues cuando eran senadores comentaron que
ni Radio ni tv Martí habían cumplido con los objetivos para los que fue-
ron creadas. Por su parte, los defensores del statu quo de la ocb alegan
que no debe sufrir cambios ya que, como entidad, es necesaria para
cumplir con la misión de las transmisiones internacionales de los Esta-
dos Unidos, tal y como se concibieron desde el principio. Por otro lado,
consideran que la confianza hacia la marca (el nombre de la entidad)
se pudiera perder de haber un cambio, dado que ya han desarrollado lo
que ellos consideran una relación duradera con sus públicos. La última
tendencia, que es la que ha generado más noticias en los últimos dos
o tres años, es la relacionada con el proceso de desfederalización. Se
está proponiendo que este se complete para principios de 2017 y que
sea operacional para mediados de ese mismo año. De hecho, el resumen
ejecutivo del presupuesto para el 2017 es muy claro: se quiere crear una
organización mediática no federal que reciba financiamiento público
de la bbg y que siga haciendo, básicamente, lo que ha estado haciendo
la ocb hasta ahora.
174 Francisco Sierra Caballero (Editor)
Estos periodistas envían reportes (que incluyen audio, texto, vídeo y fo-
tografía) de toda Cuba vía teléfono, sms e internet. Debido a una licencia
otorgada por la ofac en 2012, las Martís han podido contratar a nacionales
cubanos que trabajan dentro de Cuba como periodistas multimedia y
productores, creando una red de reporteros que trabajaban a lo largo y
ancho de la isla exclusivamente para las Martís […] Los reportes también
se presentan en martinoticias.com y se distribuyen en la isla en memorias
flash y DVDs (bbg, 2016, p. 42).
Bibliografía
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180 Francisco Sierra Caballero (Editor)
Fernando Casado
Introducción
Antes de Chávez, si uno miraba Venezuela vía El Tiempo, solo se veían los
negocios; Colombia no tenía más interés en Venezuela […] entonces el en-
foque de El Tiempo era solo eso. Con la llegada de Chávez hay un tono muy
reactivo contra Chávez: varios años de tratarlo de un pobre militarote,
incapaz, inepto, bruto, o sea, una caricatura que yo creo desmontó la ca-
pacidad colombiana de entender lo que pasaba con Chávez; compártelo
o no, creo que la caricatura empobrece la capacidad de entender qué está
pasando. Me parece que por mucho tiempo el periódico, y era un poco la
opinión colombiana y gubernamental, como que todos esperando que
se cayera; entonces Colombia se preparó para la caída de Chávez durante
mucho tiempo (Socorro Ramírez. Entrevista personal n°2. Marzo de 2011).
[…] Sí, la hubo, sin duda que la hubo; por ejemplo, no había ningún in-
terés por mirar por qué tiene medio país que lo apoya, qué representa,
qué fenómeno es ese; solo se quedaba en la imagen que Chávez además
ayuda a crear, pero no se hacía ningún intento por entender un poco ese
fenómeno (Ibídem).
De acuerdo, hay una caricatura; estamos claros en todo eso […]. ¿Los
medios son culpables de un mal manejo de la imagen de Chávez, o de
una espectacularidad en la imagen de Chávez? Puede ser, no te lo niego;
puede ser que los medios colombianos hayamos cubierto al presiden-
te Chávez enfocados en lo espectacular, de acuerdo (Francisco Miranda.
Entrevista personal n° 3. Marzo de 2011).
del presidente Chávez por los periodistas de la farándula, que viven casi
exclusivamente de la espectacularidad y la información banal. Al comen-
tarle a Rentería que con el presidente Chávez rompía su propia regla de
no sobrepasarse y decir cualquier cosa, ni ‘golpearlo’ demasiado duro,
Rentería tuvo que admitir que lo hacía y dio una serie de explicaciones
al respecto:
[…] las elites latinoamericanas, que podríamos llamar elites liberales, elites
construidas dentro de la década de los noventa, elites que implementa-
ron en sus países modelos neoliberales, consenso de Washington, ellos
asumen a Chávez como un enemigo porque Chávez comienza a apoyar
a sus contradictores (Francisco Miranda. Entrevista personal n° 3. Marzo
de 2011).
7 En relación con el porcentaje del gasto del PiB, Venezuela fue también superada
por otros muchos países como Cuba (3,5%), Ecuador (3%), Bolivia (1,9%) y Uruguay
(1,4%).”Budgetary Priorities in Latin america: Military, Health and education spending”,
SIPRI, diciembre de 2011, p. 4, <http://books.sipri.org/files/insight/siPRiinsight1102.pdf>.
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 193
año, cifra que se redujo a 2.501 para el año 2010.8 Venezuela se erigió en
el único país que redujo su gasto en armamento en la región para ese año,
y fue superado en términos totales por varios países de la región; entre
ellos Colombia, que gastó 6.178 millones de dólares en armamento en el
año 2010, superando los 5.534 de 2009.
Peña tampoco tomó nunca en cuenta el embargo de armamento
realizado por eeuu a Venezuela –proveedor tradicional de este tipo de
material–, lo que provocó que el país caribeño tuviera que renovar gran
parte de su arsenal, que quedó rápidamente obsoleto por falta de piezas
de recambio.9 Además, el embargo ha impedido que otros países como
Brasil hayan podido venderle aparatos, como fue el caso de los aviones
Super Tucano para entrenamiento militar y vigilancia, por tener compo-
nentes estadounidenses. El redactor jefe de la sección internacional de
El País, Fernando Gualdoni, al tratar de describir al presidente Chávez
se apoyó en el armamentismo para desprestigiarle:
Colombia es un país con otros problemas, con una democracia que fun-
ciona, pero es un país todavía en guerra civil, con grandes porciones del
territorio que no son controladas por el Estado. Lo que tratamos de apo-
yar es a las instituciones democráticas colombianas para que haya un
proceso de pacificación que permita estabilizar la situación política (Juan
Luis Cebrián. Entrevista personal n° 11. Febrero 2012).
produce; nos enfocamos más en los problemas que en los éxitos” (Sole-
dad Gallego-Díaz. Entrevista personal n° 12. Marzo 2012).
La imagen falseada de que Venezuela no es un país democrático se
produce continuamente. Fernando Laborda, jefe de editoriales del diario
argentino La Nación, confirmó que “La imagen que tenemos de Vene-
zuela es la de un país con un gobierno que tiende a concentrar el poder,
que no respeta los principios republicanos de división de poderes, y que
está al borde de un gobierno totalitario” (Fernando Laborda. Entrevista
personal n° 13. Octubre 2010).
El jefe de editoriales de La Nación expresó de tres formas diferentes
la misma idea de que Venezuela avanza hacia la dictadura, una predic-
ción que todavía se está esperando que se cumpla y que los medios no
han dejado de profetizar sin aportar pruebas.
La supuesta persecución a los medios de comunicación va de la
mano de la supuesta falta de democracia, que sería parte de lo que Ga-
llego-Díaz describió como el ataque a las libertades individuales, pero,
como veremos a continuación, se sobredimensiona continuamente. El
diario El Tiempo publicó el titular: “Chávez iría tras control de internet”.20
Al preguntarle a Eduardo Soto, editor de la sección internacional de este
diario colombiano, por el hecho de que el uso de un verbo en forma con-
dicional en un titular provoca confusión y es censurado por los libros de
estilo, opinó que “normalmente no es el diario, sino una fuente quien lo
dice, no sé” (Eduardo Soto. Entrevista personal n° 6. Marzo 2011). Soto se
equivocó: al no haber ninguna fuente a la que se atribuya la especulación,
su origen es el propio diario.
Pero Soto además está completamente de acuerdo con las especu-
laciones de su diario: “Que no lo han acabado [internet], pero se busca
una central única, un servidor único para internet en Venezuela; están
en eso, no lo han acabado de hacer” (Eduardo Soto. Entrevista personal
n° 6. Marzo 2011). Soto y su diario se equivocaron: desde la publicación
[…] los gobiernos de Lusinchi, los gobiernos anteriores a este fueron súper
duros con el tema de la libertad de expresión. Tampoco era que había más
libertad de expresión de la que hay ahora; probablemente había menos
porque había como más complicidad en los medios [de comunicación]
con el Estado, había directores de medios que eran diputados, o sea, que
los partidos les daban espacios dentro de sus listas, así como para ca-
llarles la boca (Maye Primera. Entrevista personal n° 18. Octubre 2011).
27 “Chávez prepara una ‘ley mordaza’ para castigar a la prensa crítica”, El País,
31 de julio de 2009, <http://internacional.elpais.com/internacional/2009/07/31/
actualidad/1248991212_850215.html#despiece1>.
28 “Chávez pone límites a la libertad de expresión”, lainformacion.com, 31 de julio de
2009, <http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/radio/chavez-
pone-limites-a-la-libertad-de-expresion_nZZq99dgf7mtYut3xngkZ/>.
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 209
el mejor de los casos, similar, en los diecisiete años en los que Ludmila
Vinogradoff trabajó como colaboradora de El País –en el año 2002 pasó a
trabajar a abc– no apareció ninguna noticia que pusiera en tela de juicio
la libertad de expresión en Venezuela, como, sin embargo, sí ha ocurrido
de manera sistemática durante el tiempo en que Chávez estuvo al frente
del gobierno de este país. El redactor jefe de la sección internacional de
El País, Fernando Gualdoni, pieza clave en la cobertura de Venezuela, dio
una visión distinta referente a los medios de comunicación y el trato a
los periodistas: “El gobierno de Venezuela te cierra una televisora por
más opositora que sea. Nosotros no estamos a favor de eso; si nuestra
corresponsal allí está amenazada o denuncia acoso, tampoco estamos
a favor de eso” (Fernando Gualdoni. Entrevista personal n° 10. Febrero
2012). En Venezuela ni se cerró un canal –como afirmó Gualdoni quizá
refiriéndose a RCTV, televisora a la que no se le renovó una concesión
en el año 2007– ni la colaboradora Maye Primera reveló durante la en-
trevista concedida ningún tipo de acoso o amenaza desde el gobierno
venezolano. Gualdoni mintió de manera descarada para justificar la
manipulación a la que se somete desde El País a Venezuela.
uno de sus artículos, en el que afirmó que “los pobres, según la Cepal, si-
guen siendo la mitad del país”.29 La cifra real de la pobreza en Venezuela
para el momento en que Cantelmi escribió su artículo era muy inferior;
según la propia Cepal, no llegaba al 30%, por no hablar de su exponencial
reducción en una década en más de un 50%.30 Nos permitimos afirmar,
por tanto, sin miedo a equivocarnos, que Cantelmi está mintiendo en
cuanto a los datos que ofrece. Los artículos de Cantelmi reflejaron cierta
obcecación por mostrar una Venezuela que estaría inmersa en una crisis
económica. Los titulares llegaron incluso a repetirse en sus enunciados
y líneas discursivas, tal como lo podemos apreciar en dos artículos que
fueron publicados en menos de un mes: “Contradicciones de un país
que flota en petróleo”;31 “Venezuela: fase declinante de un proyecto con-
tradictorio”.32 Cantelmi, la persona a cargo de la sección internacional
de Clarín, negó rotundamente que la gente haya salido de la pobreza
en Venezuela. Para él, mientras que en Cuba la mayoría de la población
disfruta de una buena educación y salud, ni siquiera eso se logró en Ve-
nezuela (Marcelo Cantelmi. Entrevista personal n° 19. Octubre 2010).
La obsesión de Cantelmi por las notas económicas negativas relati-
vas a Venezuela es bien conocida en la sección internacional de Clarín.
La redactora Silvina Heguy dijo, en relación con esta inclinación de su
jefe: “es un enloquecido; sabes que, si le mandas una propuesta sobre
economía, va a ser feliz. Lo haces un hombre feliz”; aunque la propia
periodista confesó: “A mí la economía no me gusta mucho” (Silvina He-
guy. Entrevista personal n° 20. Octubre de 2010). Estos comentarios se
produjeron a raíz de la nota publicada por Heguy titulada “Venezuela:
[…] al jefe le gusta eso. Y, además, hay dos factores para el tratamiento
del tema: el reflejo de Venezuela en Argentina, como mirarse en lo que
le está pasando a Venezuela; vamos por el mismo camino, y además los
dos estamos pasando por una inflación elevada (Silvina Heguy. Entrevista
personal n° 20. Octubre de 2010).
Conclusiones
Bibliografía
Rogério P. Campos
El fuego amigo
Por último –y este aspecto debe ser el centro del debate político en Bra-
sil–, ¿quién defiende los derechos primordiales de la democracia en una
nación frágil y de baja representatividad? ¿Cuáles son las propuestas y
las necesidades de la sociedad brasileña en medio de una crisis política?
¿Es Temer la respuesta adecuada a los cambios necesarios en la econo-
mía? Si es así, ¿serán favorables los cambios económicos a un grupo en
particular, a la gran masa de la población o al pequeño grupo de élite?
Son cuestiones que también los medios brasileños de comunicacio-
nes deberán plantearse, noticias que siguen apareciendo en pequeños
destellos sin merecer la debida consideración. Internet ofrece un con-
trapunto importante a la falta de información o a la manipulación de
datos, lo cual no permite las condiciones de control absoluto por parte
de la Rede Globo como sucedía en décadas pasadas, pero todavía hay que
conducir esta alternativa a lograr la misma proporción que la televisión.
La difusión de desinformación en el panorama de los medios varía de
acuerdo con las necesidades y oportunidades que se presenten.
Las manifestaciones callejeras continúan, así como en las redes so-
ciales, y las investigaciones de la Lava Jato, aunque con menos noticias.
Solo cabe preguntarnos hasta qué punto la sociedad está interesada en
independizarse y cortar el cordón umbilical con las grandes empresas
de comunicación de Brasil.
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 239
Bibliografía
Arlenin Aguillón
Introducción
Correa-a-RT-Am%C3%A9rica-Latina-no-vive-una-%C3%A9poca-de-cambios%2C-sino-
un-cambio-de-%C3%A9poca>.
39 El promedio de la participación electoral en América Latina se sitúa en un 67%
(Latinobarómetro, 2015, p. 31), tomando en cuenta la población en edad para votar (pev).
Siendo Honduras (64,1%), El Salvador (63,4%), México (62,6%), Costa Rica (62,2%), Chile
(60,1%), Paraguay (52,7%), Colombia (46,9%) y Guatemala (41,3%) los únicos países que se
ubican por debajo del promedio.
Lugo promovió cambios que impulsaban la recuperación de unas
tierras que, en su mayoría, estaban en pocas manos. Según Oxfam (2015),
el 2,6% de la población, a los que en el informe llamó propietarios, poseía
el 85,5% del territorio paraguayo. Una situación de inequidad, incluso,
advertida por la fao.40 Los poderes fácticos en Paraguay, uno de los paí-
ses con mayor concentración de tierras del mundo, no aceptaban las
políticas de igualdad social que pregonaba Lugo.
En 2010, Paraguay tuvo un crecimiento del pib del 15% (Cepal, 2014,
p. 93), pero la pobreza no disminuyó ni el 1%. El mandatario paraguayo
inició líneas políticas con el fin de reducir esa brecha de desigualdad so-
cial, pero su proyecto político se sustentó en alianzas con organizaciones
de derecha que luego lo traicionaron.41
44 Ángel Ramón Barchini admitió tal comportamiento del partido Colorado, en una
reunión de trabajo a la que asistimos.
45 Un agente de inteligencia, consultado en abril de 2012, detalló que funcionarios de
la Embajada de eeuu en Asunción revisaban a diario las principales informaciones que
se publicarían en el abc Color.
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 247
Cinco grandes campañas mediáticas sirvieron para armar los cinco pun-
tos del libelo acusatorio que se empleó en contra del presidente Fernan-
do Lugo para expulsarlo del poder.
El libelo acusatorio,48 que presentó el Parlamento paraguayo para
justificar la destitución del Presidente Lugo, se armó con los siguientes
casos:
Caso Ñacunday
Se acusó al gobierno del presidente Lugo de ser el único responsable,
como instigador y facilitador, de las recientes invasiones de tierras en
la zona de Ñacunday. El presidente Lugo ha utilizado a las fuerzas mili-
tares para generar un verdadero estado de pánico en toda esa región […],
mientras esas invasiones se producían y se daban a conocer amenazas de
otras más, en otros departamentos de la República, el presidente Lugo se
mostraba siempre con puertas abiertas a los líderes de esas invasiones
[…], dando un mensaje claro a toda la ciudadanía sobre su incondicional
apoyo a esos actos de violencia.
Creciente inseguridad
El presidente Lugo ha sido absolutamente incapaz de desarrollar una po-
lítica y programas que tiendan a disminuir la creciente inseguridad ciu-
dadana. En estos 4 años de gobierno, a pesar de los importantes recursos
financieros que le fueron proveídos por el Congreso Nacional para poten-
ciar a la fuerza pública, los resultados han sido, no solo insatisfactorios,
sino también ‘ha quedado, por demás demostrada’, la falta de voluntad
del gobierno para combatir al Ejército del Pueblo Paraguayo,49 que se ha
convertido, al amparo y con la complicidad del gobierno, en el azote de
los ciudadanos de los departamentos de Concepción y San Pedro.
Protocolo de Ushuaia II
Este documento constituye ‘un atentado contra la soberanía’ de la Repú-
blica del Paraguay, y ha sido suscrito, por el presidente ‘Fernando Lugo
Méndez’, con el avieso propósito de obtener un supuesto respaldo en su
descarada marcha contra la institucionalidad y el proceso democrático
Aislar a Paraguay
Previamente al golpe, existió una marcada descalificación, fundamental-
mente, de Brasil y Argentina, las dos principales economías del Merco-
sur. En el siguiente cuadro podemos precisar algunas caracterizaciones
de ambos países:
50 Uno de los abogados del presidente Fernando Lugo nos facilitó el documento que
se empleó en la defensa. La autenticidad del documento se corroboró con fuentes
diplomáticas y de inteligencia.
252 Francisco Sierra Caballero (Editor)
Brasil Argentina
Una fuente de las Fuerzas Armadas del Bra- Las inadmisibles y perjudiciales
sil no descarta la acción militar de su país por medidas proteccionistas que adop-
el conflicto de tierras con brasiguayos, ante tó este país, a partir del pasado 1
la debilidad del Gobierno de Fernando Lugo de febrero, están afectando muy
(Última Hora, 2012). severamente el comercio exterior
de Paraguay y Uruguay (abc Color,
2012).
El diputado paraguayo José López Chávez El Mercosur de ninguna manera
planteó reforzar la presencia militar en la debe permanecer impasible ante
frontera con Brasil, ante la versión de una su- el grave avasallamiento que la Re-
puesta posibilidad de una intervención del pública Argentina viene haciendo
vecino país en Alto Paraná (abc Color, 2012b). contra la letra y el espíritu de la in-
tegración regional (abc Color, 2012).
Es menester dejar de seguir aceptando, con la cabeza gacha, las arbitrarias y uni-
laterales disposiciones que se adoptan en Brasilia y Buenos Aires […]. Sería preciso
que dejaran de lado su acostumbrada hipocresía, sus poses artificiales y su retórica
evocadora de una falsa hermandad (abc, 2011).
51 Estos descriptores, o lexías asociadas, fueron precisadas entre marzo, abril y mayo de
2012. Acá solo se publica una muestra.
254 Francisco Sierra Caballero (Editor)
El pérfido acuerdo regional [es] una patética No nos engañemos, desean que nosotros
y burda reedición del oprobioso y genocida mismos nos coloquemos el dogal al cue-
Tratado Secreto de la Triple Alianza [suscrito] llo.
con la siniestra intención de borrar al Para-
guay del mapa y aniquilar a su población.
Es evidente, pues, que dicho instrumento Si por si acaso se le inicia un juicio polí-
regional fue concebido con el único objetivo tico a Lugo, este, inmediatamente, va a
de preservarle a Lugo el poder presidencial, y denunciar la ‘ruptura del orden demo-
no para custodiar a las otras instituciones de crático’.
la República.
Paraguay es el único destinatario de las ex- ¿Cuáles serán los países sujetos a esta
tremas y graves medidas adoptadas por el medida? ¿Acaso Argentina o Brasil? ¡Ja-
Protocolo de Montevideo. más! Seremos nosotros.
El comunicado en cuestión es la más feha- Es notorio que, para estos poderosos Es-
ciente muestra de la grosera y alevosa hipo- tados, parte de la integración regional se
cresía que rige en las relaciones existentes circunscribe a la retórica vaciada de con-
entre los miembros del proceso de integra- tenido y repleta de incumplimientos de
ción regional. los convenios firmados y de la constante
hipocresía de los discursos pletóricos de
promesas y buena voluntad.
52 Ver los siguientes editoriales del abc Color: “Descarado cinismo de los ‘socios’ del
Mercosur” (20-01-2012). “La violencia de los carperos y el Protocolo de Montevideo”
(25-01-2012). “Somos un país indefenso” (30-03-2012). “A las Malvinas no se las puede
bloquear, al Paraguay sí” (02-04-2012).
258 Francisco Sierra Caballero (Editor)
El escenario post-golpe
Luego del golpe de estado, la prensa en Paraguay continuó el guion esta-
blecido por la derecha internacional. Legitimar al golpista y criminalizar
al presidente derrocado. Veamos algunos ejemplos:
• No hubo golpe de Estado. La prensa suprimió el término ‘golpe
de Estado’, y se dibujó de la siguiente manera:
Consideraciones finales
56 Por ser un documento de carácter oficial, no podemos revelar la identidad del autor.
57 Septiembre de 2011.
58 Para profundizar sobre el tema se pueden revisar los editoriales del abc Color
publicados en las siguientes fechas: 30/10/2011; 23/01/2012; 24/01/2012
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 269
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Banderas negras, redes sociales y agitación
contrarrevolucionaria en Ecuador
Introducción.
De la guerra de movimientos a la guerra de posiciones
0,65 0,63
0,62
0,60
0,55
0,54
0,55
0,51 0,55 0,52
0,50 0,51
0,51 0,49
0,50 0,48
0,47 0,48
0,50 0,50 0,48
0,49 0,47
0,48 0,46 0,46
0,45
0,46
0,44 0,44 0,45 0,44
0,40
2003 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
y con un costo mucho menor que el que tendría una campaña en los
medios de comunicación tradicionales.
La construcción de este tipo de estrategias se aplica en diferentes
contextos políticos, sea en pequeñas, medias y grandes escalas. No existe,
en efecto, una sola forma de planificación táctica. En América Latina,
por ejemplo, podemos citar diversos casos que son conocidos como el
‘gran despertar’ de la población que, cansada de los procesos de ‘corrup-
ción’ o de la ‘retirada de derechos’, o incluso de la ‘crisis económica’, se
‘autoconvoca’ en grandes manifestaciones ‘populares’. No son estrategias
construidas del día para la noche, son movimientos, grupos, ‘influencia-
dores’ muy bien formados, entrenados, capacitados y financiados que
inician, en tiempos determinados, ataques y campañas contra gobier-
nos, como en los casos más recientes de Brasil y Ecuador. En el caso
de Ecuador, analizamos los hechos ocurridos en 2015, al margen de la
promoción por parte del gobierno nacional de un paquete de leyes para
la redistribución de la riqueza (ley de herencia y plusvalía): la ‘autocon-
vocación popular’ culminada en las denominadas “Marchas de Junio”.
En pocos días, la imagen del Ejecutivo –medida por las citas y dis-
cursos en las redes sociales positivos (a favor) y negativos (en contra)– re-
sulta enormemente debilitada. La imagen positiva es de un 24%, con una
tendencia decreciente en esos días, frente a una oposición del 75,40% (fig.
3). La red configurada por la oposición al gobierno se presenta con un
alto poder de organización, tanto en la distribución de la información
como en la influencia ejercida sobre los ciudadanos, ya que, hasta esa fe-
cha, la aceptación del gobierno de Ecuador estaba en aproximadamente
un 70%. Además, la imagen del Ejecutivo medida en virtud del alcance
–es decir, por el número de personas que han sido alcanzadas por la ola
mediática 2.0– y diferenciadas en positivas (a favor) y negativas (en con-
tra), resulta aún más debilitada (18%) (fig. 4).
286 Francisco Sierra Caballero (Editor)
Figura 3: imagen del ejecutivo por numero de citaciones (selección de la muestra según
filtros cualitativos).
país. Para eso es necesario que las interacciones en las redes sociales no
sirvan solo para difusión de ideas o campañas, sino para que la escucha
activa de los ciudadanos allí presentes pueda hacer cambiar campañas
y proyectos.
Las redes políticas pueden ser definidas según diversas tipologías.
Podemos destacar: tipologías que utilizan la teoría del Estado tradicional
para identificar sus modelos ideales –encontrándose, entre los más in-
fluyentes, Atkinson & Coleman (1989) y Van Waarden (1992)–; tipologías
que utilizan conceptos nuevos, cuyo análisis más influyente fue realiza-
do por Phoedes & Marsh (1992) en Gran Bretaña. Según los autores, las
clasificaciones en su modelo son la comunidad política y la red temática.
La comunidad política se caracteriza por ser un tipo de red con un
número restringido de participantes, que frecuentemente intercambian
información y recursos acerca de un interés común, sobre el cual se
tiene un alto grado de consenso en torno a las normas que articulan
la intermediación de intereses entre los actores envueltos. El consenso
también permite determinar los problemas que serán tratados (su con-
tenido), así como su resolución. Todos los participantes poseen recursos
en el proceso de elaboración de las políticas, basados en la negociación.
En consecuencia, se presume la capacidad de los grupos de asegurar que
sus miembros se sometan a una decisión.
Esta clasificación es una forma institucionalizada de relación que
favorece algunos intereses y excluye a otros. Una comunidad política
puede comprender instituciones formales (consejos sectoriales, órga-
nos consultivos) o informales (contrato informal, día a día), así como un
conjunto de creencias que abrigan un acuerdo de las opciones políticas
disponibles. Funciona con un alto grado de autonomía con respecto a
los intereses que son considerados ajenos a la red. Ese tipo de redes es
propio de aquellos sectores o subsectores en los cuales se combina la re-
presentación de una acción centralizada y de amplio alcance del Estado.
La red temática es definida como una red con un amplio número
de participantes que mantienen relaciones constantes (fluctuantes) y
con poco valor. Se basa más en la consulta que en la negociación sobre
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 295
estilo de las políticas públicas. Para los críticos de este modelo, el prin-
cipal fallo es la falta de diferenciación de las dimensiones utilizadas para
definir las relaciones Estado-sociedad, así como las consecuencias de un
determinado tipo de relación.
Para Van Waarden, que propone otro modelo, el objetivo es ofrecer
una versión sistemática y organizada de las dimensiones que deben ser
consideradas para definir una red política. Su objetivo es incluir en el
análisis de las redes todas las variables que determinan el proceso de
elaboración de las políticas públicas, superando el carácter conciso de
las tipologías anteriores. Sería un camino alternativo a las versiones
anteriores, en el que se detallan de forma sistemática las dimensiones
y las propiedades de cada red política, para que se puedan explicar las
relaciones y establecer las comparaciones entre sí (Van Waarden, en
Bonafont, 2004).
La tipología propuesta por Van Waarden presenta siete dimensio-
nes que considera esenciales, aunque casi imposibles de aplicar a los
estudios de red empíricamente. El cuadro de abajo (fig. 12) presenta las
dimensiones y las características propuestas por el autor. De las siete di-
mensiones, seleccionamos las tres que consideramos especialmente re-
levantes para la comprensión del tipo de red de que se trate. La primera
dimensión es la que trata del número y del tipo de participantes, siendo
las agencias gubernamentales, el grupo social dominante, los grupos en
conflicto, los partidos políticos, un número ilimitado de participantes.
Se observa aquí una diferencia importante comparada con el modelo de
Rhodes, que propone el análisis de una red política como un grupo ce-
rrado con el número de participantes limitados. La segunda dimensión
de Waarden incluye las funciones que la red realiza, dependiendo del
acceso de la formulación y también de la implementación de las políticas.
Por último, la dimensión de las relaciones de poder gobierno-sociedad.
298 Francisco Sierra Caballero (Editor)
Dimensión Características
Número: determina el tamaño de la policy network.
Tipo: individuos u organizaciones, públicas o privadas.
Actores
Características: necesidades e intereses, recursos y tipo de actua-
ción; grado de profesionalismo, formación.
Canalizar el acceso al proceso decisorio.
Consulta e intercambio de informaciones.
Negociación y movilización de recursos.
Funciones
Coordinación de actuaciones independientes.
Cooperación en la formulación, implementación y legitimación de
la política.
Tipos de relaciones entre los actores definidos por:
Tamaño.
Limites: abiertos, fluidos, cerrados o monopolios.
Afiliación: voluntaria u obligatoria.
Tipo de relación: caótica u ordenada; duración, intensidad, simetría
Estructura
y reciprocidad de interrelación.
Grado de centralización.
Tipo de coordenación: jerárquica, horizontal, consulta, negociación.
Naturaleza de las relaciones: conflictivas, cooperativas, competitivas.
Estabilidad relativa a los participantes y a las relaciones entre ellos.
Carácter formal o informal de la estabilidad de la estructura a lo
Institucionali-
largo del tiempo. Es mayor si el acceso es restringido, tiene adhe-
zación
sión obligatoria, relaciones jerárquicas e intensas.
Reglas básicas que gobiernan los intercambios de la policy ne-
twork. Las percepciones, actitudes, intereses, la formación intelec-
tual y social, crean una cultura específica. Debe considerarse:
Tipo de relación que prevalece entre grupos rivales (el oportunis-
mo, la negociación entre intereses en conflicto o la búsqueda de
consenso y compromiso entre visiones diferentes a problemas
Normas de
sociales).
conducta
El objetivo de los participantes se centra en la búsqueda del inte-
rés general y el bienestar social, o del interés particular.
Las decisiones son tomadas en un ambiente de secretismo, opaci-
dad o transparencia.
Grado de politización.
Segmentación de naturaleza pragmática o ideológica.
Golpes Mediáticos. Teoría y análisis de casos en América Latina 299
Consideraciones finales
El estudio emprendido en relación con los ataques sufridos por los go-
biernos progresistas en América Latina –en ese caso particular, las Mar-
chas de Junio en Ecuador–, sumado a los estudios estratégicos de redes
sociales y estructuración de redes políticas deja ver claramente la ausen-
cia de acciones coherentes, articuladas y eficientes en lo que concierne a
la comunicación 2.0 y a las prácticas de participación ciudadana. Se pue-
de apreciar una deficiencia –en términos de estrategia de la información
y comunicación a nivel central– por parte del gobierno, configurando
una estructura vulnerable en la elaboración de la significación de los
mensajes e informaciones generadas, poca accesibilidad, comprensión e
información. Corremos el riesgo de estar viviendo una realidad concreta
de analfabetismo funcional, es decir, una dificultad de la ciudadanía en
los niveles de interpretación de la realidad político-social.
Las malas prácticas comunicativas en red dejan en evidencia el des-
gaste acelerado del capital político, por la falta de acciones prácticas y
planes estratégicos que tengan en el foco de todo proceso comunicacio-
nal al ciudadano. En el caso específico de Ecuador, a partir del análisis
expuesto, queda demostrado que el contexto generado por la oposición
en las redes en el mes de junio, debe ser considerado en términos de
ciberguerra, pues la imagen del gobierno ha sido debilitada en la esfera
de las redes sociales, afectándole, al mismo tiempo, en los medios tra-
dicionales. Las menciones positivas al gobierno representaron en junio
apenas el 24%, el alcance de mensajes positivos con relación al gobierno
302 Francisco Sierra Caballero (Editor)
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Este libro se terminó de imprimir
en noviembre de 2016, siendo
Director General de CIESPAL
Francisco SIERRA CABALLERO