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Diseño de estructuras 1

Cargas

Cátedra ing.
Domínguez Teixeira
CARGAS

La construcción esta sometida a la acción de diversas


fuerzas, constantes o variables, tanto por su intensidad como
por su temporalidad.
CLASIFICACIÓN DE LAS CARGAS

permanentes
DIRECTAS
variables
Cargas
reológicas

INDIRECTAS térmicas

De asentamiento
CLASIFICACIÓN DE LAS CARGAS
Por su forma de actuar

colineales

Concentradas coplanares

espaciales
Cargas

Uniformemente repartidas
Distribuidas
Linealmente repartidas
Acciones directas - cargas permanentes

Estas cargas son las correspondientes al peso


propio del elemento constructivo del que se trate.
Es el valor de la acción de la gravedad sobre el
cuerpo; producto de su volúmen (m3) por su peso
específico (Kg/m3), lo que puede ser considerado
como una fuerza aplicada en el centro de gravedad
del cuerpo, y que invariablemente es de dirección
vertical y de sentido orientado hacia el centro de
las tierra.
Para las disposiciones constructivas, tales como entrepisos y
cubiertas el peso propio se determina para la unidad del área:
(Kg/m2), es decir, será el peso de un volúmen de base cuadrada de
un metro por un metro, cuya altura es la del elemento constructivo
si es macizo, o bien se computan las piezas que intervienen dentro
de aquel volúmen.
Cuando se trata de un muro de características geométricas de
superficie, no se toma el volúmen total, sino que se considera
representativo el peso correspondiente a la unidad lineal (Kg/m).
Es decir, será el peso de un prisma de base rectangular, de ancho
igual al espesor del muro, de un metro de largo y de altura igual a
la del muro. Este criterio se aplica también para las piezas de
geometría lineal, como tirantes y perfiles metálicos (Kg/m), o sea
el peso de un trozo de la pieza de un metro de longitud.
La determinación del peso propio de una pieza estructural
plantea el problema de calcular el peso de la misma sin conocer
previamente sus dimensiones, las que, por otra parte, deben ser
calculadas en función de las exigencias estructurales, entre las
cuales el peso propio es un factor de la mayor importancia. Este
problema se supera procediendo por aproximación: sobre la base
de informaciones y experiencias se presuponen las dimensiones
que posteriormente son cortejadas con las que resultan del
cálculo. Si se han cometido errores apreciables por exceso o
defecto, especialmente eso último, se ajustan las dimensiones y
se procede nuevamente a calcularlas. Aparte de la experiencia
profesional, para que estos tanteos se reduzcan al mínimo, se
dispone de información orientadora, como por ejemplo, la
estimación de espresores de losas de hormigón armado que
pueden predimensionarse en función de ciertos porcentajes de la
luz a cubrir.
El peso propio es, en la mayoría de las situaciones, la carga
más importante entre todas.

Esta importancia radica en su valor cuantitativo y en su


acción direccional y de sentido invariablemente vertical,
que le confiere un importante papel como factor de
estabilización estructural, como en los casos de muros
sometidos a empujes de tierras, presión de agua o de viento.
Pero no siendo el peso propio el motivo del problema a
solucionar, puede señalarse la tendencia a disminuirlo,
limitándolo al necesario para su cometido estructural. Este
proceder se transforma en un imperativo cuando, por las
propiedades resistentes del terreno, se plantea la necesidad
de una construcción liviana.
Acciones directas - cargas variables
Se las designan también cargas accidentales y tienen la particularidad
de no actuar constantemente en el tiempo y en el lugar. Si bien
algunas tienen el carácter de móviles o dinámicas, las
reglamentaciones constructivas simplifican su consideración
tomándolas a todas como cargas estáticas equivalentes. Esto está en
relación con la importancia de la obra, tratándose de situaciones
corrientes.
Entre las cargas accidentales se encuentran las originadas por la
explotación o uso (cargas útiles o sobrecargas); las dependientes de
factores climáticos naturales (viento, nieve, sismo); las provocadas
por el terreno por su peso o empuje, etcétera.
Los valores de las cargas accidentales son estudiados y adoptados
estadísticamente sobre la base de experiencias. Dado que
continuamente se acrecienta el conocimiento científico y
experimental, son valores en constante revisión en procura de su
ajuste, teniendo en consideración la seguridad de la comunidad y los
valores económicos comprometidos.

Las cargas de uso se producen principalmente en lo entrepisos y


cubiertas accesibles. Se establecen en función del local -dormitorios,
salas de reunión, depósitos, etc -y se miden en cifras por unidad de
área (Kg/m2). Se supone que actúan en toda la superficie del
elemento constructivo de que se trate.
La acción del viento es también designada presión del viento. Su
valor depende de la velocidad que alcanza en la zona de
emplazamiento del edificio y de la forma, orientación y superficie del
mismo. También influye el entorno natural o artificial. Las
reglamentaciones establecen si se considerará el edificio aislado, o
sea en la situación de mayor exposición a la acción del viento.
La acción del viento es del tipo de fuerza dinámica, no obstante se
la considera como estática.

El sismo actúa como una fuerza de características dinámicas.


Acciones indirectas
Reológicas Térmicas De asentamiento

Una fuerza reológica es la que internamente se genera en materiales


-como el hormigón- cuando sufren un proceso de retracción:
contracción de su volumen por el endurecimiento lento de su masa,
originalmente fluida y por ello de mayor volumen.

Las variaciones térmicas provocan modificaciones volumétricas de los


elementos constructivos; especialmente en los de materiales con
propiedades conductoras del calor, la dilatación de una pieza
estructural puede tener apreciable valor numérico, lo que exige se
prevea la posibilidad de su libre movimiento. La consideración de
estas posibles fuerzas es un paso ineludible en el estudio y diseño de
estructuras importantes expuestas a la acción térmica climática.
El terreno de asiento de una
construcción puede ceder en alguna
parte y, como consecuencia, el apoyo
que brinda será distinto: una parte se
verá recargada y otra, por el
contrario, quedará aligerada. Esta
situación no implica que la carga
total del edificio haya aumentado -no
hay nueva carga-, pero sí que se dé
en la parte del edificio de mal apoyo
por el asentamiento. En consecuencia
se producirán esfuerzos distintos a
los correspondientes a una situación
normal. Estas variaciones de las
acciones sobre la estructura del
edificio son las denominadas de
asentamiento.
Clasificación por su forma de actuar

Este primer ordenamiento de las fuerzas considera su acción ya sea


directamente sobre la construcción o bien la de un elemento
constructivo sobre otro en el que se apoya, o vincula en general. En
este sentido se distinguen las fuerzas o cargas distribuidas y las
concentradas.
Por distribuidas se consideran aquellas fuerzas que actúan en toda
la superficie del elemento constructivo, como el caso de la presión
del viento sobre un muro (Kg/m2); el de la carga útil de un
entrepiso (Kg/m2); el peso propio de un muro que actúa distribuido
en toda la sección de apoyo y se toma en función de la unidad de
medida lineal (Km/m2). Las cargas distribuidas pueden estar
uniforme o no uniformemente distribuidas.
Por concentradas se consideran las fuerzas que actúan a lo largo de
un eje, o aplicadas en un punto. Estas situaciones no son reales: la
carga que transmite una barra no opera únicamente sobre el eje,
sino que se distribuye por toda la sección. Un tirante apoyado sobre
un muro le transmite realmente su carga, distribuyéndola a través
de la superficie de apoyo entre ambos. Pero al tratar al muro como
un elemento constructivo, teniendo en consideración la relación de
sus medidas con las de apoyo del tirante, se considera que la carga
que este le transmite es concentrada, con lo que se facilitan las
operaciones a realizar con el conjunto de las fuerzas.
Fuerzas colineales, coplanares y espaciales

Esta clasificación se
establece en función de la
ubicación posicional y
relativa entre las fuerzas.

Las colineales, son


aquellas fuerzas que
tienen en común la misma
recta de acción.
Las fuerzas coplanares son las que están situadas en el mismo plano.
La mayoría de las estructuras de los edificios responde al planteo de
las llamadas “planas”, las que requieren para su estudio y solución
realizar operaciones con fuerzas colineales y preponderantemente con
fuerzas coplanares.

Las coplanares se dividen en dos grupos:


a) fuerzas paralelas, de igual sentido y magnitud, o no.
b) fuerzas concurrentes a uno o más centros.

Las operaciones fundamentales son las de composición y


descomposición.

La operación de composición de fuerzas tiene por objeto determinar la


resultante de las componentes, con la que a su vez se obtiene la
equilibrante, también designada fuerza de reacción de aquellas.
Se llama espacial al
conjunto de más de
dos fuerzas contenidas
en más de un plano.
La mayoría de los
sistemas estructurales
espaciales permite
reducir la situación de
sus fuerzas a casos de
fuerzas coplanares,
para lo cual se
procede mediante
proyecciones de las
fuerzas sobre planos
convenientemente
elegidos.
Transmisión de cargas de losas a vigas

Losas cruzadas continuas


Tablas de Kalmanok

Dividiendo cada
resultante por la
longitud del borde que
corresponda, se
obtendrán en forma
aproximada, la
magnitud de las cargas
distribuidas
rectangulares
equivalentes, que las
losas le transmiten a
las vigas.
Método simplificado
resolución de vigas
continuas.
Extraído de publicación del Ing. Salvay

Método válido para cargas


uniformemente repartidas y luces que
difieren en no más del 20%

Las vigas pueden ser desvinculadas o


continuas, en las vigas de acero
laminadas sería conveniente la
continuidad debido a que la sección
resiste exactamente igual en los
tramos con momentos positivos que
en los apoyos con momentos
negativos (resiste igual a compresión
que a tracción) ,esto implica un buen
rendimiento de la sección frente a los
esfuerzos actuantes , además se
pueden resolver con facilidad uniones
o encuentros.
Método simplificado
resolución de vigas
continuas.
L
El sistema hiperestático A
(viga continua de dos
tramos) es reemplazado por
el sistema B conformado
por una viga en voladizo en
cuyo extremo apoya una
viga simplemente apoyada
10 al 15% de L
Planteo de Díaz Puertas
Estudio de la
sobrecarga sobre un
sistema continuo

En el acero, por ser un material


liviano, la influencia de la
variación de la sobrecarga es más
notoria ,debiendose prestar más
atención en los distintos estados de
cargas posibles para su diseño,
aparece el diagrama envolvente de
momentos que cubre las
posibilidades más desfavorables.
También podemos decir que debido
al poco peso de las viga de acero,
son convenientes para ser utilizadas
en estructuras sismorresistentes,
donde el poco peso puede ser un
factor interesante para el diseño.
Conceptos del reglamento de Hº Aº
CIRSOC 201 - 2005
fuente: Hormigón Armado - Dr. Ing. Oscar Möller
U = 1,4 ( D + F )
U = 1,2 ( D + F + T ) +1,6 ( L + H ) + 0,5 ( Lr ó S ó R )
U = 1,2 D + 1,6 ( Lr ó S ó R ) + 1 L ó 0,8 W
U = 1,2 D + 1,6 W + 1 L + 0,5 ( Lr ó S ó R )
U = 0,9 D + 1,6 W + 1,6 H

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