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UNIVERSIDAD MONTRER

MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN FINANCIERA

TENDENCIAS Y DESARROLLO METODOLÓGICO DE LA


INVESTIGACIÓN

Diagnóstico de la investigación Cuantitativa-Cualitativa


Tema de Investigación: “Inclusión de estudiantes con TEA en escuelas o
colegios públicos de Ibagué”

Andersson José Martínez Nieto

Norma Constanza Escobar

Grupo: IN 3739-C

Ibagué, Colombia, 22 de diciembre de 2019


INDICE

PAG
INTRODUCCION
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 1
1.1 ANTECEDENTES 1
1.2 PREGUNTA DE INVESTIGACION 3
1.3 OBJETIVO GENERAL 3
1.4 OBJETIVOS ESPECIFICOS 4
1.5 JUSTIFICACION 4
1.6 VIABILIDAD DEL ESTUDIO 6
2. HIPOTESIS 7
3. METODOLOGIA 7
4. MARCO TEORICO 8
4.1 EDUCACION INCLUSIVA. ¿QUE SIGNIFICA? 8
4.2 INCLUSION EDUCATIVA, UN BIEN PARA TODOS 10
4.3 TRASTORNO DEL ESPECTO AUTISTA – TEA 12
4.4 EDUCACIÓN Y TEA 14
CONCLUSIONES 17
BIBLIOGRAFIA 19
INTRODUCCIÓN

La inclusión educativa se puede definir como un modelo de educación diseñado para facilitar
el aprendizaje exitoso de niños, jóvenes y adultos independientemente de su condición o
capacidad intelectual, dando especial énfasis en aquellos que son vulnerables a la
marginalidad, a la discriminación y a la exclusión social.

Por otro lado, según la Unesco, la inclusión educativa es “la mejor solución para un sistema
escolar que debe responder a las necesidades de todos los alumnos”. Este sistema permite
que los niños y jóvenes de grupos vulnerables como lo son la población con necesidades
especiales, minorías étnicas y escolares de zonas rurales, entre otras, puedan interactuar en
aulas generales con métodos de enseñanza y materiales que favorezcan el aprendizaje de
todos los estudiantes y promuevan una sociedad más dinámica y abierta a las diferencias.

En Colombia desde la postura del Ministerio de Educación Nacional la inclusión educativa


significa “atender con calidad y equidad las necesidades comunes y específicas que presentan
los estudiantes”. Lo anterior implica la generación de estrategias y acciones encaminadas a
responder efectivamente a la diversidad, así como asumir una postura ética que favorezca
esta división de inclusión como un derecho orientado a reconocer los diferentes estilos y
capacidades de aprendizaje en niños, adolescentes y jóvenes con cualquier tipo de
discapacidad bien sea física o cognitiva.

En este sentido, el sistema educativo colombiano viene efectuando proyectos para el logro
de la inclusión educativa que abarcan varias estrategias; ante todo, un énfasis en el aumento
de la cobertura y una mayor eficiencia en el gasto para cubrir las necesidades educativas de
este tipo de población vulnerable.
Sin embargo, a pesar de que ya existen leyes que sustentan la inclusión educativa, tales como
el Decreto 1421 de 2017 y la Ley Estatutaria 1618 de 2013, las cuales pretenden garantizar
la atención a la población con Necesidades Educativas Especiales y además, existen
instituciones educativas muy completas y de muy buena calidad, éstas en su gran mayoría no
son accesibles a toda esta población tanto por su estructura curricular como por su
infraestructura física, lo que hace que la cobertura a la educación inclusiva sea insuficiente e
incluso en muchos municipios sea nula.

Lo anterior, puesto que las garantías de acceso a la educación a un alumno discapacitado son
restringidas en gran parte del territorio nacional, debido a la falta de preparación de los
centros de formación y profesores para admitirlos en sus aulas de clase, a los altos costos que
representan para un núcleo familiar los institutos especializados de enseñanza y a la relación
preexistente en su contexto local.

Pues se ha demostrado que en municipios como Ibagué, el vincular a un niño o joven con
algún tipo de discapacidad, es supremamente complicado ya que las instituciones y sus
maestros no están aún preparados para afrontar este tipo de retos, y aunque ya muchas
instituciones han adaptado sus instalaciones y currículos para la inclusión de personas con
discapacidad física, visual y auditiva, aún no están preparadas para vincular en su programa
curricular a niños o jóvenes con discapacidad cognitiva como el Autismo, el Azheimer, el
síndrome de Asperger o el síndrome de Down..

Prueba de ello son las sentencias T-488 y T-523 de 2016 que piden garantizar un servicio
educativo de calidad en escuelas públicas a menores afectados con déficit de atención como
el Autismo, con síndrome de Asperger y con trastorno de Hiperactividad, por lo cual, se hace
necesario evaluar si las políticas establecidas desde el gobierno tanto nacional como local
son suficientes para permitir que este tipo de población especial sea integrada en las aulas de
clase de cualquier institución educativa regular y si esta situación ha generado algún tipo de
problemática social.
Por tal razón, con el presente trabajo investigativo se busca conocer si en el municipio de
Ibagué, desde sus gobernantes como rectores de las diferentes instituciones educativas
públicas están implementando alguna política de inclusión para prestar servicios educativos
a estudiantes con condiciones de discapacidad cognitiva como el Autismo y de que forma la
están llevando a cabo.

A la vez, se busca generar una reflexión en torno a cómo ha sido el proceso de inclusión
educativa, para que a partir de ese conocimiento se vislumbren las fortalezas, así como las
falencias que se deben superar para lograr el objetivo de la inclusión educativa por completo
y sin discriminación alguna.
TEMA DE INVESTIGACIÓN: “INCLUSIÓN DE ESTUDIANTES CON

TEA EN ESCUELAS O COLEGIOS PÚBLICOS DE IBAGUÉ”

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 ANTECEDENTES

Algunos estudios encontraron que el autismo es la necesidad educativa especial más


desconocida por los maestros y la cual se encuentra más lejos de ser tratada de forma
inclusiva en los centros educativos públicos o regulares (Lorrens, 2012). Otras
investigaciones aseguraron que hay beneficios para los niños autistas al ser integrados en la
educación normal y que esto no genera desventajas para los alumnos típicos. Además, se
planteó que la integración dependía más del grado de autismo del niño que de su habilidad
académica o personalidad y la comunicación sería la causante de la mayoría de los problemas.
(McGregor y Campbell, 2001).

Por otro lado, hablar de inclusión en Colombia, no solo implica reconocer su diversidad
regional, étnica y cultural sino las complejidades de su sociedad, la cual ha tenido que
atravesar por episodios de terrorismo y violencia, donde el desplazamiento, la desvinculación
del conflicto, la marginalidad urbana e incluso la discriminación aún es evidente, además de
que existe una población con necesidades especiales dentro de la cual se estiman más de
115.000 niños y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista-TEA, lo que determina
nuevos grupos poblacionales que deben ser objeto de la inclusión educativa.

En cuanto al tema de Inclusión, el gobierno colombiano, ha tomado importancia, puesto que


en el artículo 47 de la Constitución de 1991, se estipula que “El Estado adelantará una política
de previsión, rehabilitación e integración social para los disminuidos físicos, sensoriales y
psíquicos, a quienes se prestará la atención especializada que requieran”, de igual manera en
su artículo 67 estipula que “La educación es un derecho de la persona y un servicio público
que tiene una función social” (Constitución Política de Colombia, 1991, Art. 47-67)., lo que

1
indica que es palpable la preocupación por lograr, desde el área educativa un país más
incluyente, sin embargo varios estudios y análisis realizados señalan muchos problemas de
inequidad y dificultad en el sistema, a pesar de esfuerzos de distinto orden.

Por otro lado, de acuerdo al censo de 2018 realizado por el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (DANE), en Colombia existen cerca de 2,6 millones de personas en
condición de discapacidad de las cuales el 22.5% es analfabeta, además de que según cifras
de la investigación “Situación de la Educación en Colombia” citada por la Fundación
Saldarriaga Concha en su Informe Alternativo al Comité de Naciones Unidas sobre los
derechos de las personas con discapacidad desarrollado por Correa Montoya y Castro
Martínez en el año 2016, se estimó que el 90% de los niños y niñas con discapacidad no
asistía a una institución educativa regular. Mientras el 85% de la población general entre los
6 y los 11 años de edad accedía a la educación, solo el 27.4% de la población con
discapacidad en esta misma edad inició procesos de escolarización y solo el 5.4% de la
población con discapacidad alcanzaba el nivel de educación superior.

Así mismo, de acuerdo a datos del Sistema Integrado de Matrícula (SIMAT) del Ministerio
de Educación Nacional, las últimas cifras registradas referente al acceso de personas con
discapacidad al sistema educativo corresponde solo al 1.21% de la matrícula total de la
población con necesidades especiales educativas, lo que da a entender que existe una gran
problemática respecto al tema de inclusión educativa a nivel nacional y por ende a nivel
departamental y municipal.

Por tanto, estos indicadores con cifras poco alentadoras hacen imperioso reconocer que la
escuela está llamada a pensar en la inclusión como horizonte político de igualdad para la
vida. En este sentido y coherentes con los planteamientos de Vásquez-Orjuela (2015), es
necesario contar con ambientes de aprendizajes reales y oportunos para esta población, donde
exista una verdadera participación e inclusión educativa.
En cuanto a la gestión del gobierno municipal, la Secretaría de Educación de Ibagué, ha
venido implementando una política de inclusión desde las aulas, donde según informe de
gestión de la Secretaría de Educación Municipal, han podido incluir a 1.047 estudiantes con
condiciones de discapacidad como sordera, baja visión o ceguera, autismo, trastornos
cognitivos o dificultades físicas de movilidad, a través de cinco instituciones educativas
públicas en las cuales supuestamente se atiende a toda esta población con necesidades
pedagógicas especiales, disponiendo a la vez con la integración de profesionales en las
diferentes áreas de discapacidad, e indica que seguirá en esta tarea hasta cubrir toda la
población ibaguereña con necesidades especiales educativas, sin embargo aún muchas
familias siguen en la batalla para que sus niños puedan acceder a esta educación con la calidad
que se requiere.

No obstante, pese a los esfuerzos desarrollados por la secretaria de educación del municipio
y por las instituciones educativas que están llevando a cabo la tarea de inclusión, no se logra
el éxito total del proceso especialmente en niños y adolescentes con trastornos cognitivos
como el Autismo, debido a la falta de claridad, a la falta de preparación de los maestros y
directivos de los planteles y a la forma como se está implementando, entre otros aspectos que
se deben tener en cuenta para lograr una inclusión exitosa y equitativa.

1.2 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN

De acuerdo con estos antecedentes, lo que se pretende es establecer respuesta clara y precisa
a la siguiente pregunta de investigación:

¿Cuál es la posibilidad de lograr la Inclusión equitativa de estudiantes con Trastorno del


Espectro Autista – TEA en las escuelas o colegios públicos de la ciudad de Ibagué?

1.3 OBJETIVO GENERAL

Identificar y Analizar las acciones de inclusión educativa de estudiantes con TEA en las
escuelas o colegios públicos de la ciudad de Ibagué.
1.4 OBJETIVOS ESPECIFICOS

✓ Obtener información sobre la inclusión de estudiantes con TEA en las escuelas o


colegios públicos de la ciudad de Ibagué, y los factores que obstaculizan la misma.
✓ Evaluar la preparación de las instituciones educativas para incorporar a estudiantes
con TEA y los recursos necesarios para implementar una verdadera inclusión.
✓ Indagar sobre la capacitación de los docentes acerca de la inclusión educativa y el
TEA.
✓ Analizar la actitud de los docentes frente a la inclusión de estudiantes con TEA.
✓ Identificar las concepciones y actitudes de los alumnos hacia sus compañeros con
NEE, especialmente con TEA.
✓ Identificar los recursos que ofrecen las instituciones educativas públicas para
favorecer la inclusión de estudiantes con TEA y otros trastornos cognitivos.
✓ Destacar datos sobre la necesidad de capacitación del personal docente y no docente
de las instituciones para la inclusión de estudiantes con TEA.
✓ Proponer recomendaciones útiles en base a la investigación, en las instituciones
educativas objeto de estudio para favorecer la inclusión.

1.5 JUSTIFICACION

Aunque la educación ha sido un espacio de cambio, es importante mencionar que al interior


de la misma existen una serie de problemáticas que han surgido precisamente como producto
de ese proceso de evolución y transformación que ha vivenciado la educación a la par de los
cambios de la sociedad y del mundo en general. Una de esas problemáticas, está relacionada
con la inclusión educativa, y con todo lo que esto implica dentro de los procesos que se llevan
a cabo para garantizar que la educación cumpla con el rol que la sociedad demanda de
acuerdo a sus necesidades.
La noción del término “inclusión” dentro de los procesos pedagógicos de las instituciones
educativas, se convirtió en una alternativa que dio lugar al reconocimiento de las necesidades
escolares de aprendizaje de los estudiantes en condición especial. Frente a este nuevo reto de
inclusión educativa, surge en Colombia el Decreto 366 del 09 de febrero de 2009, “Por medio
del cual se reglamenta la organización del servicio de apoyo pedagógico para la atención de
los estudiantes con discapacidad y con capacidades o con talentos excepcionales en el marco
de la educación inclusiva”.

A través de este, lo que se pretende es garantizar una educación pertinente a los estudiantes
que presentan discapacidad cognitiva u otras condiciones como el Autismo, el síndrome de
Down, limitación auditiva por sordera o baja audición, limitación visual por ceguera o baja
visión, discapacidad motora por parálisis cerebral u otra lesión neuromuscular y/o
discapacidades múltiples. En este sentido, el tema objeto de estudio, enmarca su pertinencia
en el interés y la preocupación que tiene la sociedad y las actuales autoridades competentes
de hacer de la educación una herramienta, no solo de formación sino también un espacio de
debates, diálogos y discusiones de donde surjan propuestas de cambio, creación y
mejoramiento que se apliquen en todos los campos de la realidad.

Por ende, se construyen argumentos que exigen a las instituciones educativas y a los entes
gubernamentales la implementación de una política pública de inclusión que direccione los
esfuerzos a la construcción de escuelas o colegios que contribuyan al reconocimiento de la
diversidad y posibiliten el ofrecimiento de una educación de calidad mediante la
flexibilización curricular y estrategias de aprendizaje, que desde las alternativas pedagógicas
posibiliten el aprendizaje de todos y no solo de algunos.

Asimismo, la calidad educativa es una tarea prioritaria que se debe asumir en un trabajo
mancomunado con todos los estamentos de la sociedad, por lo cual, la inclusión educativa en
el municipio de Ibagué debe implementar una política pública que mejore los esfuerzos por
posibilitar que la escuela sea un espacio de reconocimiento de las diferencias y se brinde una
educación diferencial, que ponga en práctica el reconocimiento constitucional de considerar
a Colombia como un país multiétnico y pluricultural.
Pues se han visto esfuerzos aislados, de resistencias de maestros que se empeñan en proponer
en las escuelas y colegios, a través de la educación, la potenciación de un nuevo proyecto de
vida, mediante un sistema educativo que reconozca la pluralidad y multietnicidad, que se
estructure desde la interculturalidad, que el currículo sea el “curso de la vida y no el curso de
estudio” y que en las formas de aprender se reconozca la diversidad.

1.6 ESTUDIO DE VIABILIDAD DE LA INVESTIGACIÓN

Se puede decir que esta investigación es viable, puesto que se cuenta con suficiente acceso
de información primaria y secundaria sobre el tema principal a investigar, siendo el internet
una de las herramientas principales para la obtención de dicha información.

En cuanto a la población a evaluar, se cuenta con los contactos principales que son las madres
o familiares de niños con TEA que han sufrido las consecuencias de no contar con una
educación de calidad en las escuelas o colegios públicos de la ciudad, además de que se
tomarán como objeto de estudio los cinco colegios que están actualmente implementando las
políticas de educación inclusiva en el municipio de Ibagué.

Respecto a la ejecución de la investigación de forma ética, cabe aclarar que dicha


investigación no alterará, ni causará ningún daño a los individuos, ni a la comunidad objeto
de estudio, sino que, por el contrario, buscará generar una reflexión en torno al proceso de
inclusión educativa, con el fin de mejorar y fortalecer dicho proceso.

Se tiene proyectado realizar esta investigación en un corto plazo de aproximadamente 3 a 6


meses, donde se entablarán todos los procesos de manera simultánea para el logro de los
objetivos y se contará con recursos financieros propios para su desarrollo, puesto que no
requiere de mayor inversión.
2 HIPOTESIS

Para lograr una verdadera inclusión de estudiantes con Necesidades Especiales Educativas
especialmente con Autismo, en las escuelas o colegios públicos, es necesario un cambio de
cultura en todos los integrantes de los centros educativos desde los directivos, docentes,
alumnos, familia y comunidad en general, en la que se comprenda que todos somos diferentes
y que juntos hacemos un complemento.

A la vez, es necesario que todos eliminemos estigmatizaciones negativas acerca de


estudiantes con NEE y se desarrollen estrategias de integración que favorezcan un ambiente
sano, respetuoso y solidario tanto en las aulas de clase como en cualquier sitio, donde se
brinden oportunidades de aprendizaje que respondan a los diferentes estilos y ritmos de cada
individuo.

3 METODOLOGIA

De acuerdo con los objetivos propuestos, esta investigación se llevará a cabo mediante un
enfoque cualitativo, con un método etnográfico, entendiendo la etnografía como “un método
de investigación permite describir, interpretar y analizar un ámbito socio cultural especifico
con el fin de conocer sus vivencias, percepciones, opiniones y experiencias” (Kornblitt, 2007,
p. 9).

Mediante este enfoque, se tiene proyectado realizar la investigación utilizando dos


instrumentos o técnicas básicas como lo son la entrevista y el análisis documental. La
entrevista estará basada en una guía de preguntas a funcionarios de la Secretaría de Educación
Municipal, a rectores, maestros y alumnos de las diferentes escuelas y colegios públicos, y a
familiares y estudiantes con TEA de la ciudad de Ibagué. Respecto al análisis documental se
evaluarán las diferentes fuentes primarias y secundarias que se logren obtener a través de
diferentes herramientas como censos, archivos, libros e internet.
4 MARCO TEORICO

4.1 ¿EDUCACIÓN INCLUSIVA, QUE SIGNIFICA?

Se puede definir que la Educación Inclusiva es un proceso permanente que reconoce, valora
y responde de manera pertinente a la diversidad de características, intereses, posibilidades y
expectativas de los niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos, cuyo objetivo es promover
su desarrollo, aprendizaje y participación, con pares de su misma edad, en un ambiente de
aprendizaje común, sin discriminación o exclusión alguna, y que garantiza, en el marco de
los derechos humanos, los apoyos y los ajustes razonables requeridos en su proceso
educativo, a través de prácticas, políticas y culturas que eliminan las barreras existentes en el
entorno educativo.

En este sentido, la educación inclusiva significa atender con calidad y equidad a las
necesidades comunes y especificas que presentan los estudiantes, y para lograr esto se
necesita contar con estrategias organizativas que ofrezcan respuestas eficaces que permitan
abordar el tema de la diversidad.

De igual manera, la educación inclusiva da la posibilidad de acoger en la institución educativa


a todos los estudiantes, independientemente de características personales y culturales. Parte
de la premisa según la cual todos pueden aprender, siempre y cuando su entorno educativo
ofrezca condiciones y provea experiencias de aprendizaje significativas; en otras palabras,
que todos los niños y niñas de una comunidad determinada puedan estudiar juntos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que este proceso requiere de tres fases, las cuales
son completamente diferentes, pero que en muchas oportunidades se confunden en el tema
de inclusión. Por tal razón, para poder conceptualizar en este sentido la Educación Inclusiva,
se presenta el siguiente esquema:
EDUCACIÓN INCLUSIVA

Es un proceso permanente que reconoce, valora y responde de manera pertinente a la diversidad de


los estudiantes con Necesidades Especiales Educativas.

Requiere de 3 Fases:

INCERSIÓN INTEGRACIÓN INCLUSIÓN

En esta fase, el estudiante con En esta fase, se logra que el En esta fase, el estudiante con
NEE se introduce en el aula con estudiante con NEE sea NEE, se ha adaptado a su
un grupo de estudiantes, pero es integrado al grupo y se sienta ambiente escolar y es aceptado
visto como un sujeto diferente sin acogido y reconocido, pero aun por sus compañeros, maestros
reconocer sus particularidades y marcando la diferencia de su y demás.
sin atender sus necesidades. particularidad o discapacidad.

Este recibe atención a sus


Inicia un proceso de adaptación tanto particularidades, valorando la
al currículo educativo como a sus diferencia, sin importar su
compañeros y maestros, basado en condición o contexto, basado
los principios de reconocimiento a la en los principios de equidad
diversidad y a la igualdad. y justicia social.

MODELO CLINICO/ASISTENCIAL MODELO SOCIAL

El estudiante con NEE es El estudiante con NEE es


considerado más como un objeto considerado un ser social que puede
que como un sujeto, se le considera interactuar e integrarse, este modelo
un ser dependiente, que se tiene está basado en la aceptación al
que cuidar, y que requiere de apoyo cambio, al respeto, a la igualdad y al
permanente y que las dificultades reconocimiento de la diversidad.
en educación son producto de sus
deficiencias o limitaciones.
BARRERAS AL APRENDIZAJE
Y LA PARTICIPACIÓN

Busca garantizar el acceso de todos a Se refiere a los factores y obstáculos


la educación, sin importar su del contexto a la respuesta educativa,
condición, atendiendo y respondiendo que dificultan o limitan el pleno
a los requerimientos de cada EDUCACIÓN PARA TODOS acceso a la educación y las
individuo, creando ambientes o oportunidades de aprendizaje. Estos
contextos que brinden igualdad de pueden ser: culturales, económicos,
oportunidades y un trato digno y justo familiares, religiosos, lingüísticos,
para todos sin excepción alguna. entre otros.
4.2 INCLUSION EDUCATIVA, UN BIEN PARA TODOS

La educación es un bien para todos, un derecho esencial de las personas, un indicador básico
de calidad de vida y factor de cohesión, equidad e igualdad de oportunidades, de inclusión
social, si se fundamenta en el respeto a las diferencias de cada individuo, si evita la exclusión
y pondera la condición de persona por encima de diferencias, limitaciones, ventajas o
desventajas. Siendo así una lucha “por conseguir un sistema de educación para todos,
fundamentado en la igualdad, la participación y la no discriminación en el marco de una
sociedad verdaderamente democrática” (Arnaiz, 2003, pág. 142).

La inclusión educativa, permite el reconocimiento de las necesidades educativas de la


población estudiantil, aportando una visión crítica de las características propias, dando lugar
a cambios relevantes en el sistema educativo que posibilitan el acceso, la ampliación de
cobertura, el ofrecimiento de una educación de calidad, dando lugar a la eliminación de
barreras físicas y sociales que se tejen alrededor de la misma.

En este sentido, según las orientaciones de la Unesco (2006) en donde se determina la


necesidad de asegurar el acceso a la educación para Todos, se concibe la Inclusión como:

Proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos


los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades
culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo.
(p.8)

Así, la institución educativa se presenta como el espacio ideal en el cual “la realidad humana
se modula a través de la relación con los otros y se configura mediante el reconocimiento
intersubjetivo personal” (Cabedo y Gil, 2013, p. 12).

La inclusión se convierte en un eje articulador que direcciona los procesos para garantizar el
reconocimiento de las cualidades y necesidades educativas de cada uno de los estudiantes,
concibiendo al mismo, como agente socializador capaz de comprender y aprender de las
diferencias, y su relación con lo demás.

Al respecto, Susan y William Stainback, (1992), definieron una escuela inclusiva como “el
lugar mediante el cual se forma a todos los estudiantes dentro de un único sistema educativo,
que construye y ejecuta programas educativos apropiados, estimulantes y adecuados a sus
capacidades y necesidades”. Para alcanzar el logro de lo anteriormente señalado, se considera
fundamental que la educación avance hacia cambios tales como adecuaciones curriculares y
estructurales, capacitación y formación de los maestros, apoyo de los padres de familia y por
lo tanto apoyo del gobierno.

Las escuelas y colegios públicos pueden apoyar el proceso educativo de los niños con NEE
y tiene que “ser una educación de calidad, que asegure la igualdad en el acceso al
conocimiento, para avanzar hacia sociedades más justas” (Hernández, 2013, p. 3).

Así mismo, es fundamental señalar que la inclusión educativa no se refiere exclusivamente a


la población con discapacidad, sino que parte del marco de la diversidad y la
interculturalidad. Al respecto, Martha Grisales (2011) expone que la diversidad es el
“reconocimiento de lo heterogéneo, la diferencia, la variedad, la desemejanza, la
individualidad, la multiculturalidad y la interculturalidad” (p. 6).

Desde esta perspectiva, es preciso señalar que no se trata sencillamente de alcanzar la


integración de quien llega con necesidades especiales al aula de clase, sino que también el
sistema educativo debe esmerarse por formar en los demás estudiantes una plena convivencia
con personas diferentes a ellos, de tal manera que aprecien la diversidad y mejoren sus niveles
de tolerancia.
4.3 TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA – TEA

El término “autismo” fue utilizado por primera vez en 1911 por Eugen Bleuer, dicho término
se refirió a cuestiones más específicas desvinculadas con la esquizofrenia, ya que el nuevo
significado se referiría a la incapacidad de poder relacionarse con otros, uso disfuncional del
lenguaje o comunicación social, así como la dificultad en mantener intereses restringidos
acompañado de movimientos físicos repetitivos.

En 1943, el psiquiatra austriaco Leo Kanner define por primera vez, el concepto de
“autismo”, esta palabra proviene del griego “autos” significa “así mismos”, se refiere a
alguien que esta retraído y absorto en sí mismo; desde entonces, se han realizado
investigaciones buscando la causa o el conjunto de causas de ésta alteración.

Kanner sostenía, desde un principio, que el trastorno tiene carácter biológico y de origen
innato. Es decir, el autismo sería un trastorno que se presentaría en los orígenes de la vida y
que afectaría esencialmente a la afectividad del niño, más allá de que también podría tener
consecuencias cognitivas. Pero no se tomaban en cuenta las falencias cognitivas sino las
afectivas, ya que muchos de ellos, podían responder bien a algunas pruebas que se les tomaba
en la evaluación demostrando habilidades sobresalientes en determinados ámbitos.

Teniendo en cuenta esto, y que la mayoría de los niños autistas pequeños suelen ser de bella
apariencia, con un desarrollo fisonómico típico, lleva a Kanner a pensar que se trata de un
trastorno que se acompaña de un buen potencial cognitivo y que afecta la vida afectiva del
niño con respecto a la relación emocional con las personas, considerándolo, un trastorno del
sistema emocional.

Adicionalmente durante el período de los años 1940 a 1960, se establece un predominio de


hipótesis que atribuyen al autismo un origen psicosocial y no biológico, haciendo referencia
a padres inadecuados e incapaces de provocar el buen desarrollo del niño.
Lo que ocasionó, que durante mucho tiempo los padres tuvieran que añadir a la situación
difícil que les tocaba vivir, la culpabilización que aparentemente hacía la ciencia de su
responsabilidad en el origen del trastorno.

En el manual DSM-5 (2014) el Trastorno del Espectro Autista se incluye dentro de los
trastornos del neurodesarrollo, caracterizándose por deficiencias persistentes en la
comunicación e interacción social en diversos contextos; patrones repetitivos de
comportamiento, intereses o actividades (movimientos, habla o utilización de objetos
estereotipados, inflexibilidad a rutinas, hiper o hiporreactividad a estímulos sensoriales). Se
incluyen dentro del TEA el autismo de la primera infancia, autismo infantil, autismo de
Kanner, autismo de alto funcionamiento, autismo atípico, trastorno generalizado del
desarrollo no especificado, trastorno desintegrativo de la infancia y trastorno de Asperger.
Dicho manual plantea que los síntomas deben presentarse en las primeras fases del período
de desarrollo y causan un deterioro significativo en lo social, lo educativo y lo laboral, entre
otros campos. “Las manifestaciones del trastorno varían según el nivel de desarrollo, la edad
cronológica y la gravedad de la afección autista, a lo que se debe el término espectro” (DSM5,
2014).

Las personas con TEA suelen tener síntomas secundarios asociados tales como trastornos de
alimentación, crisis epilépticas, impulsividad, hiperactividad, trastornos del sueño. Además,
es frecuente observar conductas inadecuadas en las personas con TEA, las cuales pueden ser
externalizantes como llanto, gritos, berrinches o auto y heteroagresión, o internalizantes
donde tienden a inhibir la acción de negativismo o retracción. La intervención sobre la
conducta inadecuada consiste en reemplazar la misma por otra más adecuada, enseñándole
de esta manera a la persona una forma alternativa de comunicarse (Tielens, 2011). Lo que
llama la atención en los TEA no es el lenguaje limitado o la falta de éste relacionado con su
edad, sino la ausencia de conductas sociales tan características del ser humano (Valdez,
2016). Esto abre el desafío de pensar sobre la inclusión educativa de estos niños, sus
beneficios y dificultades en nuestro medio.
El desarrollo cognitivo de las personas con TEA presenta dificultades principalmente en el
área de la imaginación y la capacidad de simbolización. En la mayoría hay una ausencia de
juego simbólico y se dan patrones de juegos repetitivos (Rodríguez, Moreno y Aguilera,
2007). Dichas dificultades y características se deben de tener en cuenta en el proceso de
enseñanza de estos niños.

La educación en el tratamiento del niño con TEA tiene como finalidad mejorar sus
habilidades comunicativas y su conocimiento social, y lograr que posea un mayor control de
sus comportamientos como también una conducta adecuada al entorno. Al enseñarle un
concepto o habilidad para ejecutar una tarea, se le debe entrenar en su uso de manera
funcional, espontánea y adecuada (Universidad Internacional de Valencia, s.f). En los niños
con TEA la pedagogía constituye la forma de intervención más importante (Barón-Cohen,
2012). Desde una postura actual Daniel Valdez expresa que "los programas de tratamiento
deben apuntar a los aprendizajes funcionales, la autonomía, la autodeterminación y la
inclusión educativa y social" (Valdez, 2016, p.13).

4.4 EDUCACIÓN Y TEA

Son muchas las áreas alteradas en un niño con TEA, siendo diferentes en cada caso. Por ello
es que se debe tener en cuenta estas distinciones al momento de plantear una intervención
terapéutica o educativa. A modo de ejemplo, incluso en un período breve de dos años de
escolarización, mejora el desarrollo educativo de los niños con TEA; y cabe señalar que
“quienes presentan un progreso educativo tienden a un mejor pronóstico” (Barón-Cohen y
Bolton,1998).

Los métodos educativos de niños con autismo según Michael Powers (1992): “deben ser
estructurados y basados en los conocimientos desarrollados por la modificación de la
conducta; deben ser evolutivos y adaptados a las características personales de los alumnos,
funcionales y con una definición explicita de sistemas para la generalización; y deben
implicar a la familia y la comunidad, siendo intensivos y precoces”.
Las personas con autismo suelen presentan dificultades para tomar iniciativa en la
comunicación, por lo tanto, la intervención debe priorizar la enseñanza de la expresión de
intenciones comunicativas y el uso espontáneo y funcional del lenguaje. Dicha intervención
debe fomentar la espontaneidad, “se debe realizar una reestructuración de los contextos en
los que se mueva el alumno, habiendo estímulos interesantes para él y una disminución
progresiva de los estímulos discriminativos que desencadenan la comunicación, es decir que
se deben evitar las indicaciones, preguntas o ayudas del resto; asegurar la generalización de
los aprendizajes ya que suelen mantener los aprendizajes exclusivamente frente a los
estímulos con los que se asociaron en las primeras fases de aprendizaje; definir objetivos
funcionales, desarrollar una competencia lingüística; y adecuarse al nivel actual del
desarrollo” (Gortázar, 1993).

Con respecto al aprendizaje de niños con TEA, Alberto Vivas (2013) plantea que “es
necesario diseñar un plan específico basado en un sistema de planificación centrada en la
persona que posea metas claras y evaluables. Las estrategias visuales tales como dibujos,
fotos o símbolos ayudan en el aprendizaje, desarrollo de la comunicación y regulación del
comportamiento de niños con TEA”

La educación de los niños con TEA debe tener en cuenta que éstos tienen problemas en la
constitución psíquica (Maidagan, 2010) y su estructura se encuentra en los “tiempos de su
construcción”, por lo tanto, queda “todo por hacer” (Filidoro, 2002). Las estructuras
cognitivas de los niños psicóticos tienen desfasadas las nociones de conservación e identidad,
por lo cual los esquemas de conocimiento quedan “soldados” a la situación o al objeto de
origen, perdiendo la posibilidad de generalizar nuevas situaciones (Filidoro, 2002).

Los problemas de comunicación en el autismo varían según el desarrollo social e intelectual


de la persona. Algunos tienen vocabularios muy ricos y pueden establecer conversaciones
con los temas de interés, y otros no son capaces de hablar. Se les puede dificultar hacer uso
del idioma de forma adecuada y muchos tienen dificultad con el significado de la palabra y
la oración, el ritmo y la entonación.
Es frecuente que aquellas personas con autismo que pueden hablar digan cosas sin contenido
o presenten ecolalia, es decir repetición de algo escuchado anteriormente (Calderón, 2007).

Esto hace pensar en los obstáculos que estas limitaciones le proporcionan a un niño con TEA
al momento de integrarse a una escuela o colegio público, por tal razón, dadas las dificultades
curriculares que presentan los alumnos con TEA son importantes las adaptaciones
curriculares individualizadas. Éstas se realizan en muy pocos casos, e incluso en éstos no se
revisan luego de su elaboración. En su lugar se aplican programas de desarrollo
individualizado destinados a mejorar la sintomatología del TEA. “Es importante que haya
una oportuna adaptación curricular para que el niño con TEA pueda seguir la escolarización
incluido en su clase” (Rodríguez, 2007).

Esto a la vez genera problemáticas tanto sociales como emocionales, las cuales deben
afrontar los maestros, ya que es muy frecuente que los alumnos con autismo sufran bullying
o acoso escolar. El cual “consiste en conductas que implican tiranización, intimidación,
amenaza, insultas o burlas de una persona a otra” (Avilés, 2002).

En Colombia es muy común que estudiantes con autismo incluidos en centros educativos
públicos sufran acoso escolar al menos una vez por semana. Es más frecuente en varones que
en mujeres, y “en la mayoría de los casos se trata de un acoso verbal” (Comin, 2011). El
bullying puede ser directo y explicito, haciéndose visible en un acto de violencia verbal o
física, que “puede aparecer más disimulado en un rechazo o aislamiento social o puede
presentarse como cyber bullying ejerciéndose el acoso mediante el celular o la web”
(Trenchi, 2006).
CONCLUSIONES

Es evidente que existe una preocupación de parte del gobierno colombiano por hacer de la
inclusión una realidad nacional. Sin embargo, hasta el momento son muy pocas las
instituciones educativas públicas que han implementado prácticas de inclusión en sus
proyectos educativos, por lo que la gran demanda de educación por parte de la población con
TEA, no ha sido satisfecha y a pesar de que no existen cifras exactas acerca de la cantidad de
personas con este trastorno, es claro que los entes competentes deben tomar medidas urgentes
para la concientización y cooperación de la sociedad en sus procesos de tratamiento y de
inclusión.

Asimismo, el involucrar en las prácticas de inclusión a este tipo de población con


Necesidades Especiales Educativas, no solo resulta beneficioso para ellos, sino para toda la
comunidad educativa, puesto que a través de ello se adquiere y se realiza el deseo de
comprender la diversidad que existe en la humanidad, además de que se generan cambios de
paradigmas en cuanto a la percepción del “otro” como un ser diferente y extraño.

Por otro lado, el incluir a estudiantes con TEA en las instituciones educativas públicas, más
que un reto se puede convertir en un beneficio mutuo, donde aparte de abrirle un espacio y
una oportunidad al estudiante de aprender y socializarse, este tipo de prácticas ofrece a todo
el personal de la institución educativa la oportunidad de enriquecerse, interactuando con estos
niños y/o adolescentes, conllevando a una capacitación y actualización constante.

En cuanto al proceso de inclusión educativa en la ciudad de Ibagué, la Secretaria de


Educación Municipal está asumiendo el proceso de inclusión educativa desde la atención
técnica a los estudiantes en condición de discapacidad, concibiendo como criterio
fundamental del mismo el acceso al sistema educativo.
No obstante, la normatividad actual es precisa en señalar que para alcanzar la inclusión
escolar se requiere avanzar de manera equitativa en todos los elementos que integran este
proceso, tales como flexibilidad curricular, procedimientos, estrategias pedagógicas,
materiales, infraestructura, metodologías y personal que los establecimientos educativos
públicos de educación así lo requieran.

En consecuencia, se puede señalar que, como tendencia educativa en el campo de la


inclusión, los esfuerzos, procesos y estrategias que se vienen adelantando en el municipio
están encaminados, por el momento, al proceso de integración como una respuesta a las
exigencias normativas del momento, pero es mucho lo que falta para lograr una inclusión
educativa de calidad y equitativa.
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