Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
23 diciembre, 2019
Este artículo fue redactado y avalado por la psicóloga Joana Pérez
¿El estilo de apego en la infancia influye en las relaciones de pareja?
Los roles de género según la ciencia
El objeto a en Lacan
¿Has oído hablar de la mente cuántica? En la interpretación de todo
lo que te sucede, ya sea en el exterior o en tu interior, influyen las
creencias que se encuentran arraigadas en tu subconsciente. Por otro
lado, muchas de estas creencias son erróneas y nos llevan a
pensamientos, emociones y comportamientos que constituyen fuentes
de bloqueo y sufrimiento.
Piensa que todos tenemos el poder de El poder de la mente e incluso
de elegir las ilusiones que alimentamos. Pero para llegar a esto, antes
es necesario que comprendas qué es la mente cuántica. Todos los
seres vivos y todo lo que tenemos a nuestro alrededor -lo que creemos
que es la realidad- está formado por átomos. Átomos cuyo interior es
en gran parte vacío.
Además, para entender este artículo piensa en lo siguiente: en tu vida
todo lo físico no se compone de materia, sino de campos energéticos o
de patrones de frecuencia de información.
Nuestra mente es una mente cuántica
La materia es más «nada» (energía) que «algo» (partículas). La vieja
escuela creía que los electrones orbitaban alrededor del núcleo como
los planetas orbitan alrededor del sol. La nueva escuela nos dice que
el átomo se compone de un 99,99999 por ciento de energía y de un
00,00001 por ciento de materia. En forma de proporción, eso es casi
nada.
Los físicos cuánticos descubrieron que la persona que está
observando las infinitesimales partículas del átomo afecta la conducta
de la energía y la materia. Los experimentos cuánticos demostraron
que los electrones existen como una infinidad de posibilidades o
probabilidades en un campo invisible de energía.
Pero solo cuando el observador se fija en cualquier localización de un
electrón, es cuando aparece ese electrón. En suma, una partícula no
puede manifestarse en la realidad, es decir, en el espacio-tiempo tal
como nosotros lo conocemos hasta que es observada. Entonces,
cuando el observador «busca» un electrón hay un punto concreto en
el espacio y el tiempo en el que todas las posibilidades del electrón se
colapsan en un suceso físico.
Crea tu vida
Joe Dispenza, bioquímico y neurocientífico, se está convirtiendo en
estos últimos años un abanderado de la mente y la realidad cuántica.
Dispenza afirma que «la mente determina la experiencia exterior,
porque todo se reduce a campos de energía, de modo que nuestro
pensamiento altera constantemente nuestra realidad». Así pues, según
el autor «es posible cambiar las circunstancias de la realidad si
sabemos cómo».
«La mayoría de las personas están pensando en sus problemas en
lugar de pensar en las posibilidades».
-Joe Dispenza-
Dispenza asegura que creamos nuestro futuro. La cuestión es que
siempre creamos el mismo reafirmando nuestra personalidad.
Vivimos guiados por una serie de pensamientos, conductas y
reacciones emocionales que hemos memorizado y que son muy
adictivos. Afirma que son como programas informáticos instalados en
el subconsciente.
Así pues, según el autor, parte del cambio para crear la vida que
queremos radica «en ser más grande que las circunstancias de tu vida.
O somos las víctimas de nuestra realidad o los creadores». Dispenza
asegura que cuando tenemos una visión de la vida, nuestro
comportamiento debe responder a sus intenciones. La mente y el
cuerpo deben trabajar juntos, debe haber coherencia. Para que ocurra
algo nuevo, hemos de hacer que suceda algo nuevo. «Si quiere crear
una nueva realidad persona, tiene que, literlamente, convertirse en
otra persona».
El pensamiento es energía
El Pensamiento es la parte energética más sutil, que tiene el ser
humano. Igual que la palabra es más sutil que los actos que
realizamos, el pensamiento es todavía más sutil que la palabra, se
asemeja a los tres estados reconocidos de la materia: sólido, líquido y
gaseoso. Uno es más sutil que el otro.
No hay nada en el mundo que no esté compuesto por energía, es la
fuente de toda vida y está en cada átomo y funciona como un campo
de inteligencia. De acuerdo a las ondas energéticas que transmitan
nuestros pensamientos, creamos el bien y el mal, todo procede de la
misma fuente de energía fundamental.
Todo es energía. El pensamiento es energía. Trabaja por ondas. Las
llamó cuantos y luego esto dio lugar al desarrollo de la física cuántica.
Todo pasa primero por nuestro pensamiento antes de ser creado. Por
lo tanto, donde ponemos nuestro pensamiento, nuestra intención, es
donde estamos creando.
El primer instinto de la Realidad Suprema, para la creación de todo lo
que existe en el Universo, fue precisamente crear un pensamiento y
desde esta base crear los planos donde se basó toda la existencia.
Cuando entendemos que el poder de nuestra mente es infinito, que
todo lo creado es a través del pensamiento comenzamos a hacernos
responsables de nuestra existencia, a darnos cuenta de que somos los
que pensamos. Dirigimos y actuamos nuestras vidas de acuerdo a
nuestra baja o alta energía (que no son más que nuestros pensamientos
creadores). Así somos lo que pensamos y así nos vamos haciendo,
creando.
Por esta razón podemos cambiar nuestra personalidad, nuestras
circunstancias e incluso nuestro entorno. Acontecimientos que
aparentemente no dependen de nosotros, son modificables con la
única ayuda de nuestros pensamientos. Toda energía transforma su
entorno correspondiente.
Si concentramos la fuerza de nuestros pensamientos en un objetivo
determinado, antes o después lo alcanzaremos. De la nada no sale
nada; esa es la ley de la naturaleza. El que nada hace, no puede esperar
algo a cambio. Cada acción, por pequeña que sea, da lugar a una
reacción correspondiente. En el universo la energía no se pierde, sólo
se transforma. La nada no existe, donde se creía que no existía nada,
existe lo que se llama campos de torsión, a los que ya he aludido
anteriormente. Son campos de información y que proceden del Todo
Absoluto-Nada Absoluto, principio y fin de toda la existencia: LA
REALIDAD SUPREMA.
Cada pensamiento, al transformarlo en acción va a producir una
cadena de acontecimientos que nos afectará tanto a nosotros como a
nuestro entorno.
No es la vida la que pone en nuestro camino problemas y dificultades,
sino nuestra ignorancia, el modo inconsciente en el que vivimos.
Nosotros creamos nuestra realidad.
Debemos entender que todo lo necesario para triunfar en la vida lo
llevamos en nosotros. La ciencia ha demostrado, sin lugar a dudas,
que el ser humano utiliza sólo una pequeña parte de su infinita
capacidad innata, aproximadamente un 10% de sus capacidades y
posibilidades totales.
Son realmente impresionantes las altas metas que un pensamiento
entrenado y una conducta coherente pueden alcanzar con el control
mental y la meditación con visualización creativa.
“La fe mueve montañas” no es un dicho sin sentido, es una realidad
que todos podemos alcanzar.
Como ya hemos dicho antes, el pensamiento es energía y la energía
la adquirimos con el conocimiento, que a su vez lo adquirimos con
nuestra evolución, que nos va a dotar de una frecuencia vibratoria
determinada. En una palabra, conocimiento y evolución, van de la
mano. Vamos adquiriendo conciencia poco a poco a través de nuestras
reencarnaciones, a mayor conocimiento mayor conciencia, y a mayor
conciencia más alta será nuestra frecuencia vibracional.
Todo lo que genere nuestro pensamiento al ser energía, producirá una
vibración determinada que como tal puede alterar el estado de las
cosas o llevarnos a un estado mental y emocional en el que podamos
realizar acciones que solo a través del pensamiento, con su fuerza, las
podemos realizar. Las posibilidades, van a ir en relación directa con
nuestra vibración, con nuestra evolución, con el conocimiento
adquirido en el andar por el camino de las múltiples reencarnaciones.
Con la conciencia adquirida.
No hay cosa que más daño haga que la ignorancia, por eso el SER
desde que inició el camino de la evolución solo hace que aprender y
aprender vida tras vida.
Con la evolución, adquirimos el conocimiento que nos va hacer
comprender todo lo que nos rodea, El cuerpo humano, el físico, como
energía que es, o como central térmica, necesita energía para seguir
viviendo, esa energía como todos sabemos la adquirimos de los
alimentos, que a su vez en el maravilloso laboratorio que es el cuerpo
humano, los transforma en los nutrientes que necesitamos.
En función de cómo estén los diferentes órganos, así emitirán
diferentes vibraciones, que le llegaran a los Chakras y viceversa. En
función de qué energía llegue a los Chakras procedentes de los
cuerpos no materiales, que a su vez van a desarrollar las energías y
vibraciones de acuerdo, como anteriormente os he explicado, de las
sensaciones vividas en el físico.
De esta forma, nuestra salud está condicionada a las vibraciones
energéticas que recibamos de los cuerpos no materiales, que a su vez
se desarrollan de acuerdo al comportamiento humano a través de
nuestros sentidos físicos. Por supuesto el conocimiento de cómo
funcionan “nuestros cuerpos”, nos va a reportar mayor salud,
inclusive yo diría que el completo conocimiento de nuestro SER, nos
otorgaría una salud completa y eterna y no necesitaríamos ayuda
externa de ningún tipo.
En el sistema energético del hombre, los Chakras sirven de estaciones
receptoras, transformadoras y distribuidoras de las diferentes
frecuencias del «Prana». Absorben, directamente o a través de los
Nadis, las energías vitales de los cuerpos energéticos no materiales
del hombre, de su entorno, del cosmos y de las fuentes que son el
fundamento de cualquier manifestación, la transforman en las
frecuencias que necesitan las diferentes áreas del cuerpo físico o de
los cuerpos inmateriales para su conservación y desarrollo, y la
retransmiten a través de los canales energéticos. Además, irradian
energías al entorno. Mediante este sistema energético, el hombre
efectúa un intercambio con las fuerzas que actúan en los diferentes
planos del ser, en su entorno, en el universo y en la base de la creación.
Las emociones viajan a través de los distintos sistemas del organismo,
que son más físicos, pero se conectan a través de conexiones en los
axones de las terminaciones nerviosas de una forma parecida a un
mecanismo eléctrico, pues son impulsos de esta naturaleza que
comunican entre sí las distintas emociones surgidas del sistema
hormonal que está conectado a través de los meridianos de acupuntura
chinos, o Nadis, con los Chakras o centros de energía.
Los pensamientos, a través de los impulsos nerviosos, generan una
imagen en el cerebro, que produce una activación de un centro
energético o chakra que activa una emoción principal, una glándula
endocrina y a través de uno de los sistemas del cuerpo va a un
determinado órgano. Todo este mecanismo, ocurre en fracciones de
segundo. Las emociones que no se liberan o que no están asimiladas,
se bloquean y empiezan a producir una afluencia de tóxicos y
bloqueos energéticos que generan molestias y finalmente
enfermedades.
A medida que el Ser evoluciona, la comprensión de lo que somos en
realidad va en aumento, dotándonos a la parte más burda, la física, del
conocimiento suficiente para comprender y sobre todo para sanarlo.
Palabras como: vibración, chakra, energía, cuerpo sutil, etérico, etc.,
son nuevos adjetivos, conceptos o términos que vamos incorporando
sin darnos cuenta, a nuestro vocabulario habitual. Todo ello va en
función de una de las siete leyes fundamentales, la de Causa y efecto,
ya que no son casualidades. La palabra casualidad es una deformación
de la palabra causalidad, CAUSA Y EFECTO. Creo que es debido a
que estamos evolucionando y se manifiesta poco a poco con nuevos
conceptos a los cuales nos vamos adaptando al comprobar que puede
haber nuevas realidades.
A través del pensamiento podemos generar tal energía, que la
podemos enviar a cualquier parte del Universo y curar a distancia, lo
cual lo he podido comprobar personalmente.
Todo es energía, los mantras de los orientales en sus rezos y plegarias,
no es otra cosa que energía, la vibración que genera la energía
producida por unas palabras o sonidos determinados, lográndose
efectos que de otra forma no se lograrían.
Somos bidimensionales, en el plano físico y multidimensionales en el
plano etérico, con el físico estamos en un sitio y con la mente, solo
podemos estar en otro. Pero ¿Dónde está el yo real? ¿Dónde el físico
o donde el pensamiento? Yo creo que la mente es la que manda al
físico, precisamente por ser mucho más sutil que este. Una forma
mental la podemos trasladar al instante a donde queramos, ya que, en
el momento de cambiar de pensamiento, cambiamos de lugar,
solamente podemos mantener nada más que uno. Haced la prueba.
Nos podríamos estar horas desarrollando todo lo anteriormente
expuesto, pero resumiendo: A medida que el Ser evoluciona, no solo
va a evolucionar su intelecto, sino que sus reencarnaciones, irán poco
a poco siendo más perfectas, de tal guisa, que sus cuerpos no
materiales también serán más perfectos lo que redundará en una
emisión/recepción de energías mas sutiles, que dotaran al nuevo
cuerpo físico de mayor perfección, en una palabra: CUERPOS
FISICOS MAS SANOS Y TODO DEBIDO A UNA EVOLUCION
MAYOR Y AL CONOCIMIENTO DE NUESTRO VERDADERO
CUERPO.