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“AÑO DEL DIALOGO Y RECONCILIACIÓN

NACIONAL”

UNIVERSIDAD NACIONAL
DE SAN AGUSTIN
FACULTAD DE GEOLOGÍA,
GEOFÍSICA Y MINAS
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA
GEOLÓGICA

CURSO: METODOLOGIA DEL TRABAJO


INTELECTUAL UNIVERSITARIO
AVANCE DE ENSAYO:
“¿LOS JOVENES NO LEEN?

PERTENECE A: ESPINOZA ORTIZ MILAGROS


PRIMER SEMESTRE SECCIÓN: B

DOCENTE: MG. HENRY DEL CARPIO


SIANCAS

AREQUIPA – PERÚ

2018
Este trabajo está motivado por el preocupante incremento de índices que indican la baja
cantidad de libros leídos por la juventud peruana en los últimos tiempos, que según
parece ser afirma el pensamiento de muchos adultos “los jóvenes de hoy en día no
leen”. En este documento analizaré el tema con sus posibles causas, consecuencias y
proponer posibles soluciones según mi punto de vista. Para ello emplearé datos
estadísticos que nos ayuden a referenciar el tema.

Si bien el estado ha planteado múltiples alternativas para generar el hábito de la lectura


en los estudiantes, no se obtuvo el resultado esperado. Y cada año vemos reflejada esta
situación en datos estadísticos internacionales que nos sitúan entre los últimos países
con práctica de lectura.

“Somos lo que hemos leído o seremos por el contrario la ausencia que los libros han
dejado en nuestras vidas”, una frase de Tomás Eloy Martínez.

Nos trata de decir que la lectura, transforma nuestros pensamientos, nuestros actos,
nuestras vidas. Cada libro deja una marca de alguna u otra manera.

El libro es acicate del conocimiento, es ladrillo que construye ciudadanía, que construye
personas pensantes.

Se considera a la lectura como una de las actividades más importantes, útiles que el ser
humano debe realizar a lo largo de su vida. La lectura, del mismo modo que todas las
restantes actividades intelectuales, es una actividad exclusiva de los seres humanos, esto
quiere decir que la lectura es una de aquellas actividades que nos define por lo que
somos frente al resto de los seres vivos.
Por otro lado, la importancia de la lectura también reside en el hecho de que es a través
de ella que el ser humano puede comenzar a recibir conocimientos e insertarse así en el
proceso tan complejo pero útil conocido como educación. La lectura supone siempre
atención, concentración, compromiso, reflexión, todos elementos que hacen a un mejor
desempeño y a mejores resultados. Pero, ¿No estamos dejando de lado algo? La
creatividad, un aspecto muy importante en los seres humanos y que muy pocas personas
son las que le toman importancia. La lectura es fuente fundamental para poder
desarrollar nuestra creatividad, y no solo eso, sino que la mayoría de personas comenzó
por el camino de la lectura con aquellos textos mágicos a los que se les llama cuentos,
historias, leyendas, novelas. Aquellos textos que nos abrieron una galaxia llena de
posibilidades. La lectura nos permite reflexionar sobre ideas o conceptos abstractos,
entrar en contacto con nuestro idioma o con otros, mejorar nuestra ortografía, conocer
más sobre otras realidades, etc. Es siempre relevante para que la lectura rinda sus
mejores frutos que la misma se realice en ambientes relajados y tranquilos, que inviten a
la concentración, que permitan que la persona se olvide de aquello que lo rodea y se
sumerja en la historia que lee.

Obviamente, la lectura puede realizarse de muchas maneras y con muchos objetivos.


Por lo que no es lo mismo referirnos a la lectura por placer que aquella que se realiza
por obligación para cumplir determinado objetivo educativo o laboral.

Las generaciones de antaño aprendían a entender el mundo a través de la lectura en


libros de papel, sin embargo, hoy en día los jóvenes e infantes aprenden a entender el
mundo a través de la tecnología y las realidades virtuales.

Por ello la escuela debe ser guía de todos esos procesos de aprendizaje potenciando la
curiosidad, la imaginación y la investigación, respetando los aprendizajes formales o
informales que los alumnos realizan y sin dejar de lado las nuevas alfabetizaciones, ni
los nuevos medios.

El hábito de lectura debe construirse paso a paso. Es importante que la lectura de libros
se incluya como parte de la rutina diaria, ya sea al despertar, por la tarde o antes de
acostarse. Es una excelente estrategia como transición entre el juego activo y la hora de
dormir.

Los hábitos de lectura de los peruanos están mejorando, aunque no lo suficiente. Una
encuesta nacional realizada por el Instituto de Opinión Pública (IOP) de la Pontificia
Universidad Católica del Perú (PUCP), que incluyó un módulo sobre libros y hábitos de
lectura de la población peruana, reveló que solo el 15.5% lee de forma cotidiana.

Según el estudio, realizado en setiembre de 2015, el 24.4% de los peruanos lee solo
una vez al mes y el 23.9% lo hace una o dos veces por semana.
El porcentaje de no lectores es mucho mayor entre las personas de 45 años o más que
entre los jóvenes, pues mientras un 15.6% de jóvenes entre 18 y 29 declara que no lee
libros nunca o casi nunca, el porcentaje entre las personas mayores de 44 años casi se
duplica y llega al 31.1%.

A eso hay que agregar que en el momento en que se realizó la encuesta, en setiembre de
2015, solo el 18.5% de entrevistados indicó que había asistido a una biblioteca en
los últimos 12 meses. Eso quiere decir que más del 80% de peruanos no lo hizo.

Pese a ello, los hábitos de lectura en el Perú mejoraron, pues una encuesta similar
realizada por el IOP en Lima, en abril del 2007, reveló que solo el 10% de los
encuestados leía todos los días, empero ahora ese porcentaje llega casi al 16%.

A lo largo de los años, siempre se ha escuchado a los adultos referirse a la juventud de


su época con un aire de decepción por cómo van cambiando sus tiempos. Utilizando
frases como, “Los jóvenes de hoy en día ya no leen” “los jóvenes de ahora no son
trabajadores”, etc. Pero lo curioso es que estas frases han existido mucho antes de que
los jóvenes de quienes hablan existiesen.

Hay personas que se expresan de esa forma de los jóvenes dejando a muchos
desconcertados y con la impresión de que estas personas nunca fueron jóvenes.
Si bien las estadísticas nos arrojan cifras alarmantes acerca de la baja cantidad de
lectores, nuestro día a día nos dice todo lo contrario, nos dice que actualmente los
jóvenes si leemos, y no solo refiriéndonos a redes sociales, sino también a libros; si bien
la tecnología ha sido un factor principal en este problema, generalmente este, es
considerado como un distractor o impedimento ante la cultura de la lectura. Cuando no
es así, la tecnología es muy útil cuando se habla de beneficiar la lectura, pero eso
depende de cómo cada uno la utilice.

Un claro ejemplo que puedo dar es a un joven de 21 años, Sebastián García Mouret,
quien, a la corta edad de 16 años, comenzó un proyecto literario y audiovisual en
internet, un video blog literario llamado “El coleccionista de Mundos”, Nadie habría
imaginado que un canal para jóvenes lectores tuviese el más mínimo éxito, pero en la
actualidad son más de 216.000 jóvenes suscritos a dicho canal.

Entonces, ¿Por qué decimos que los jóvenes no leemos?

Para poder responder esta pregunta, me apoyé de la opinión de muchos jóvenes a los
cuales encuesté sobre el tema, y surgieron muchas posibles razones que ocasionan que
los jóvenes de hoy en día no lean.

La principal razón sería la falta de tiempo, ya que hoy en día algunos jóvenes trabajan y
estudian a la vez, otros, ocupan todo su día al estudio. Y así no se dan tiempo para leer,
lo que viene a ser una mala organización del tiempo.

También se encontró que la falta de interés por la lectura es un gran factor negativo,
¿Pero por qué esta falta de interés?

Podemos atribuirla a muchos factores tales como, la falta de incentivo y ejemplo por
parte de los padres, o el método que se usa en las escuelas para enseñar literatura, donde
prácticamente los alumnos leen por obligación textos, que según “expertos” son
fundamentales en la vida de toda persona, y claro, puede que así sea, pero cada persona
tiene su tiempo en el cual leerlas, este método de enseñanza supuestamente busca
enseñarnos la fuerza de los clásicos, pero lo que realmente hace es enseñarnos los
clásicos a la fuerza; esto genera cierto resentimiento por parte de los jóvenes hacia la
lectura, ya que cada persona tiene un gusto diferente.

Un libro cumple su función únicamente cuando este, es leído por voluntad propia.
Y es que la voluntad de leer un libro es fundamental en el proceso, para esto debemos
auto motivarnos y hacer crecer el apetito y el deseo de aprender algo nuevo y leer es una
de las maneras más fáciles de aprender nuevo conocimiento.

En la sociedad peruana en muchas ocasiones esta hasta incluso mal visto el leer, muchos
padres que ignoran el poder de la lectura creen que sus hijos pierden el tiempo al agarrar
un libro sentarse y leer, debemos cambiar este pensamiento, esto se ve reflejado en la
poca cantidad de bibliotecas que encontramos en el país y su difícil acceso, muy por el
contrario en otros países más desarrollados, como por ejemplo Holanda que está
cerrando sus prisiones para construir sobre ellas más bibliotecas.

Imaginar un país sin jóvenes lectores es algo utópico, pero con el avance de la
tecnología vemos que las bibliotecas están más vacías, ya que no es necesario recurrir a
estas cuando en la internet ya se encuentran fácilmente desde la comodidad de casa los
libros y más aún, no es necesario leer todo el libro si no que usas una búsqueda más
avanzada y ya encuentras solo lo que necesitas mas no lo que te puede hacer enriquecer
tu conocimiento, es como tener en tus narices un gran tesoro y solo te llevas una
moneda porque es solo lo que te piden.

Sería fácil deducir que el problema principal en la lectura de los jóvenes es la falta de
habito hacia esta, pero en esta investigación hemos ido encontrando nuevos factores que
no llevan a pensar que existe una problemática más amplia, como por ejemplo la falta
de apoyo y compromiso del estado peruano para con la educación, sería muy
irresponsable echarle la culpa al avance de la tecnología ya que nosotros somos quienes
le damos uso y somos responsables de como la utilizamos, el gran daño que nos
hacemos en mal utilizar esta gran herramienta es incalculable y es que no tenemos la
suficiente madurez o educación para darle un uso correcto y en vez de volverse una
herramienta en pro del avance se convierte en uno de los distractores fundamentales que
existen.
Adjuntando la gráfica podemos observar que los jóvenes de primer y segundo año de
universidad prefieren hacer otras actividades en vez de leer algún libro y la diferencia es
muy grande.

Otro problema que encontré fue la falta de lugares ideales para poder hacer de la lectura
un acto placentero, nuestro país esta tan desorganizado que podemos encontrar
bibliotecas al lado de algún centro comercial o algún bar, etc.

Un dato más alarmante es que en Arequipa existen solo tres bibliotecas públicas, para
una población de más de un millón de habitantes, este dato remarca la poca necesidad
que tienen los habitantes de recurrir a estos centros.

La tecnología avanza a pasos agigantados y en los últimos tiempos la misma ha hecho


menguar la venta de libros en físico, ya que fácilmente desde la comodidad de tu
ordenador puedes comprar uno y tenerlo digitalmente o simplemente obtenerlo
pirateado, pero el verdadero problema se da cuando por ejemplo dejan trabajos en la
universidad o la escuela y los alumnos ya ni tienen que molestarse en abrir un libro y
buscar por sus propios medios la información requerida, lo que ocurría con las
generaciones pasadas, la mayoría de usuarios de las nuevas tecnologías ni se da la
molestia de leer la información que encuentra y hay que tener mucho cuidado con la
información que anda por las redes porque esta puede ser falsa, es por eso que debemos
tener conciencia que es muy importante revisar las fuentes compararlas para poder estar
seguro de que la información obtenida es confiable. Existen muchas formas para poder
verificar la información, pero todas pasan por el riguroso procedimiento de nuestra
lectura, nosotros somos los responsables directos de que la información que extraemos
de la internet es apta para poder compartirla y usarla en nuestros trabajos. Y es que aun
así la tecnología siga avanzando va a tener que pasar por el riguroso y complejo acto
que hasta hoy solo el ser humano puede realizar que es leer y hacer uso de todas sus
capacidades cognitivas para poder entender lo que lee.

Entonces, si analizamos de forma objetiva esta problemática podemos decir en el Perú


es un amplio y arduo camino el que nos falta recorrer para poder incrementar la lectura
activa de textos informativos. Por otro punto de vista, podemos llegar a la conclusión
que no podemos decir que los jóvenes de hoy en día lean o no, ya que siempre va a
haber cantidades que si lean y otras que no; pero si podemos concluir que los
principales motivos que afectan a la lectura juvenil es el uso de la tecnología como
distractor, la poca importancia que se le da a la lectura en nuestro entorno, la mala
organización del tiempo; ya que bastantes jóvenes que aseguran les gusta leer, dicen que
les falta tiempo para poder hacerlo. No debemos dejar de lado que otro importante
factor que disminuye la lectura juvenil viene a ser el método que se usa en las escuelas
para enseñar literatura, ya que, al obligar a leer dichos textos a estudiantes, puede
generar en ellos, la perdida de pasión por la lectura. Por ende, deberíamos empezar a
erradicar este problema, dando la libertad a los escolares de escoger los libros que les
causen interés, y así generar en ellos la pasión por la lectura.

BIBLIOGRAFIA

 Gallardo Álvarez I. (2006), La lectura de textos literarios en el colegio ¿Por qué

no leen los estudiantes?

 Pindado Málaga J. (2004), El desencuentro entre los estudiantes y la lectura

 Da Pie ve E. (2015), ¿Los jóvenes leen menos que antes?

 Vílchez Román C. M. (2003), Hábitos de lectura de los adolescentes peruanos:

Nuevas perspectivas.

 Medina Viedas A. J. (2012), ¿Por qué es un problema la lectura?

 Hernández Herrera N. (2013), Sin comprensión no hay lectura ‘‘Reflexiones y

Sugerencias para favorecer la lectura comprensiva en los alumnos de primaria

alta’’

 Camacho Quiroz R. M. (2011), La lectura, un problema multifactorial

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