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Educación: seguimos en lo mismo

Han pasado 10 años desde el inicio del presente siglo y en educación no se ha


podido articular una política educativa coherente que trascienda las políticas de
gobierno. Sin duda ha cambiado el léxico, han cambiado los códigos de la
sociedad, pero poco o nada se siente en la realidad educativa. Y pensar que
prometieron tanto.

Vamos recorriendo dos quinquenios y los logros son magros y la inversión


suculenta. ¿Qué ha sucedido? Muchos hechos y silencios extensos. Muchas
justificaciones y maquiavelismos sin tener en cuenta el propósito de la educación
nacional y lo que ella demanda. Y después hablamos de ética.

La educación nacional ha tenido y tiene propuestas consensuadas generadoras de


una política educativa, sin embargo lo que encontramos en los dos últimos
gobiernos no es un continuum, sino todo lo contrario se desconoce lo avanzado y
cada gobierno diseña una nueva propuesta. ¿Hubo en el actual gobierno una
visión de mediano y largo plazo?

Recapitulemos brevemente: la Consulta Puertas Abiertas que elaboró el gobierno


de transición fue “olvidada” por el gobierno siguiente ¿por qué? “Esta no ha sido
una Consulta a la gente especializada; ha sido un inmenso esfuerzo social para
que tras muchos años de silenciamiento, el pueblo peruano pueda hablar tranquilo
y decir a su manera qué queríamos para la educación.” (Marcial Rubio Ministro Educación.
Lima 2002). Los textos fueron secuestrados y la difusión del material muy escasa... ¿A
quién le hicieron daño el Ministro de Educación de entonces y sus funcionarios?
¿Al gobierno de transición? No, al Perú. ¿Hubo algún aporte notable? Dirán que el
Plan Huascarán. Sin embargo se avanzó poco si comparamos la catarata de
propuestas y de inversión.

A finales del anterior gobierno y comienzos del presente fue elaborado el Proyecto
Educativo Nacional (PEN). Fue reconocido por una Resolución Suprema y luego
pasó al olvido del mundo oficial, no obstante que el Consejo Nacional de
Educación (CNE) ha proseguido desarrollando sus actividades. Últimamente el
mismo CNE ha elaborado y publicado Propuestas de políticas de educación del
Consejo Nacional de Educación. Destacan lo que denominan banderas a levantar
entre el 2011 – 2016. Estas banderas guardan relación con Infancia, Educación
rural, Evaluación del desempeño y Carrera magisterial; Gestión educativa;
Educación superior; Educación y producción; Lucha contra la corrupción y
Presupuesto. El texto compuesto de 52 páginas expone de manera detallada el
desarrollo de estas banderas. Se puede bajar el documento de la siguiente
dirección: http://www.cne.gob.pe/images/stories/BANDERASFINAL.pdf
La reacción del gobierno y del Ministro del Sector frente al actual documento no se
ha sentido. Todo lo contrario, sus preocupaciones han estado referidas a
declaraciones de la Alcaldesa de Lima con relación a la evaluación magisterial en
el marco de la Ley de Carrera Pública Magisterial. Nada sustantivo, todo lo
contrario como se habrá podido apreciar en un artículo que escribí hace dos
semanas.

Habiendo tantos temas que tratar y abordar para generar políticas educativas, se
escucha decir al Ministro de Educación: NO DINAMITEMOS LA LEY DE
CARRERA PÚBLICA MAGISTERIAL. Desarrolla la idea advirtiendo que “Tenemos
que ser muy cuidadosos con el tema educativo, el cual, por ningún motivo,
debemos llevarlo al terreno político para ganar clientela electoral,… Sí decimos
vamos a dar aumentos a los maestros sin partir del principio básico del mérito,
estamos dinamitando la Ley de CPM, que es el factor fundamental para mejorar la
educación en nuestra patria”, dijo durante un recorrido por el Colegio Emblemático
Elvira García y García, en Pueblo Libre. Todo ello refiriéndose a declaraciones de
candidatos presidenciales. (Oficina de Prensa y Comunicaciones Ministerio de Educación
22.11.10)

Creíamos que el cargo de bedel (persona que se encarga de dar la información


requerida, mantener el orden, suministrar los materiales, etc. Diccionario Enciclopédico Vox
1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.) había sido superado hace mucho tiempo. Pero la
realidad nos dice lo contrario. El rol del Ministro de Educación tiene un nivel mayor
que el simple administrador de recursos. Se supone que es el profesional que
debe promover el espacio suficiente para debatir, aclarar, determinar lo que son
las políticas educativas nacionales y tomar decisiones. Tiene un rol político, sí,
pero de nivel y no de buscador y señalador de faltas para sancionarlas.

Deberían existir otras preocupaciones que sí son importantes para el sistema


educativo nacional. Levantar fantasmas donde existe realidad, no es sinónimo de
buen gobernante. Todo lo contrario, es debilidad y falta de argumentos. Centrarse
en un solo tema y no ver el resto de problemas de la educación peruana, es de
necios. Así estamos. No vengan a decirnos que toda la crisis de nuestra
educación es debido al sindicato de los maestros. Esa muletilla está devaluada.
Los afanes verdaderos de la educación peruana son otros que el temor porque no
se refuerce lo avanzado. (27.11.10)

Reducir los fracasos de la educación victimando al sindicato de profesores es


recurrir fácilmente a una institución que tiene otros roles y funciones en defensa de
los docentes. Echar la culpa a otro y no mirar la propia capacidad es un indicador
que flaco favor le hace a la educación nacional.

Las tareas del Siglo XXI en educación están esperando, pues verdaderamente
estamos ante una nueva revolución educacional, como nos recuerda J.J Brunner,
pues la escuela se desarrolla en un contexto donde los objetivos de la educación
se vienen transformando de manera drástica y rápidamente tanto en lo material
como en lo intelectual. Y mientras tanto ¿cómo vamos por casa? Interfiriendo
funciones de los funcionarios medios que son ellos y no los viceministros quienes
deben ocuparse de los simulacros, de las campañas de vacunación, del censo
escolar, y otras cosas previstas en el Plan Anual y sobre las que deberán dar
cuenta. ¿Cuánto le cuesta al país el tiempo de un funcionario del gobierno para
dar información a los medios y a la comunidad? ¿Cuándo realmente se empezará
a desarrollar las capacidades de los funcionarios y no acostumbrarlos a que todo
lo debe decir “la autoridad política”? Crear el valor de la responsabilidad entre los
funcionarios es ejercer una función política y profesional.

Hoy constatamos que el conocimiento va al compás de los nuevos tiempos, por


ello deja de ser lento, escaso y estable. ¿Esta nueva dinámica se ha incorporado
en los procesos de renovación en educación? Si sabemos que el conocimiento se
renueva cada cinco años ¿qué mecanismos se han diseñado para que estos
cambios se incorporen y hagan el currículo más eficaz, más dinámico? Las
matemáticas están en permanente transformación, ahora nos encontramos que
cada año se publican anualmente 200,000 nuevos teoremas; también que la
especialización es más pronunciada.

Es indudable que existe otra dinámica en el contexto en que ha venido y opera la


escuela. ¿Alguien se ocupa de lo que se va a enseñar a futuro? ¿Por qué pensar
en lo inmediato en educación si sabemos que eso es nocivo para los aprendizajes
de los alumnos? ¿Existe un equipo de investigación que con sus estudios
contribuye a que el currículo se adapte a estos cambios? Últimas declaraciones
del Ministro de Educación indican que se dan “palos de ciego” en este tema del
currículo. Decir por ejemplo que “El Diseño Curricular Nacional (DCN) tiene ahora
una gran ventaja, se ha estandarizado. Antes, existían 14. Ministro que llegaba, lo
cambiaba. En la actualidad, el DCN tiene un 70% de estructura base, y 30% para
que cada región la adecue a su realidad. En el tema de educación intercultural
bilingüe hay profesores especializados en lugares donde se respeta el idioma
originario durante los tres primeros años de educación de los niños y niñas, que
luego ingresan a la enseñanza regular” (EL PERUANO. Lima, 24 de noviembre de 2010-11-24). Sin
comentarios.
Cada vez más los propios alumnos nos indican con sus preguntas, con su manera
de analizar los temas, que requieren de un docente especializado y actualizado y
no un repetidor de fórmulas y actividades motivacionales sin darle contenido que
enriquezca el conocimiento. Ya no son suficientes los “contenidos transversales”
como la solución o disculpa para evadir el fondo de los problemas y los enfoques.
¿Cómo abordar la tensión entre lo científico y lo humanístico? ¿Cómo respetar
tradiciones, conocimientos, valores frente a una cultura científica que a diario nos
golpea? ¿Quién prevé el abordaje de estos temas, de estos cambios? Estamos en
otra época y la escuela debe renovarse como institución que abandone de una
buena vez técnicas de aprendizaje que corresponden a otra sociedad que se
desarrolló privilegiando lo memorístico.

Debería tenerse en cuenta como nos vienen diciendo los investigadores


educativos que la institución educativa no es la exclusiva portadora del
conocimiento como era antes. Los medios de comunicación, las redes
electrónicas, han modificado las formas de aprendizaje. Hoy la información
electrónica que se transmite y a la que tienen acceso los usuarios crece
anualmente. Hemos caído en la saturación informativa.

Estamos en medio de la tormenta causada por la revolución informativa y


debemos saber usarla pedagógicamente. Este es un déficit que venimos
arrastrando pues nuestros docentes no son formados para ello. Cuesta pensar
desde la perspectiva pedagógica el cúmulo de información y conocimientos que
existe. ¿Cómo enseñar a seleccionar y trabajar la información valiosa? Sin duda
creemos que existe un vacío en la formación docente, pero ha pasado un
quinquenio y el mayor “logro” fue exigir la nota 14 a los postulantes a formación
docente. ¿Qué se ha hecho con las instituciones de formación docente? Se
interrumpió el proceso iniciado el quinquenio anterior, se desarticuló lo avanzado
en aras de la certificación. ¿Qué resultados se pueden presentar? Incierto el
panorama pues si las Instituciones no logran ingresantes tendrían que solicitar el
receso de funcionamiento y si no comienzan al término del receso deben solicitar
el cierre. ¿Qué alternativa se propone?

Otro tema preocupante es el perfil del docente del siglo XXI. Hoy no podemos
seguir considerando a los docentes como almacenes del saber y por lo tanto
dispensadores omnipotentes del conocimiento. Hace tiempo que dejaron de serlo
y hasta los alumnos se han dado cuenta. Sin embargo las autoridades piensan
que la modernidad en la formación consiste en contar con un laboratorio de
computación. ¿Para qué? ¿Qué experiencias se ha desarrollado que sean
innovadoras?

El modelo de profesor cuya actividad se basa en la clase magistral es obsoleto.


(¿Es posible que en la evaluación del desempeño docente se recurra a la clase
magistral?) Hoy las redes telemáticas vienen sustituyendo al profesor si éste se
concibe como un mero transmisor de información, ya que en las redes tienen gran
capacidad para almacenar información y desde ellas se puede adaptar dicha
información a las necesidades particulares de cada alumno. ¿Sabe trabajar el
docente en esta perspectiva? ¿Se podría enriquecer el desempeño docente?
¿Cómo?

Es urgente un cambio importante en el papel del docente, que debería pasar de


ser expositor a guía del conocimiento y, administrador de los medios de
comunicación que constituyen un aporte muy significativo al cambio o innovación
de la educación produciendo nuevas posibilidades de expresión y participación.

El profesor debería ser el elemento aglutinador y analizador de la información. En


el momento que vivimos no basta con saber el contenido de la materia para
enseñar bien. El profesor debería ser un conocedor de su materia, pero además
ha de aprender a ser un experto administrador de información sobre la misma, un
buen supervisor de los medios a su alcance, y desde esta orientación, dinamizar el
aprendizaje de los alumnos. Esta brecha en la formación del docente, hace que la
llamada calidad de la educación sea una quimera y se confunda que cemento y
fierro son emblemas del conocimiento y eso es falso.

Las relaciones entre alumnos y docentes deberían recrearse reemplazando al


docente informador por el docente animador que orienta el aprendizaje. Tampoco
el docente debería ser el vigilante pasivo de la información que recibe el alumno;
más bien debería convertirlo en actor del proceso de expresión y comunicación...
¿En esta perspectiva se forman los nuevos docentes o sólo para tener acceso a
los postgrados que los desliga de los procesos educativos que se dan en la
escuela, en el aula, en la relación con la comunidad? ¿Cómo formarlos por
ejemplo para que puedan "articular la ciencia y la tecnología con el desarrollo
productivo"? ¿Se ha discutido esto alguna vez? Sin embargo es algo que ya
pocos discuten.

Con relación a los textos escritos podrán seguir vigentes o estarán en las
bibliotecas de las escuelas, empolvados o en el almacén de las UGEL que no
puede distribuirlos porque no tiene presupuesto. Se viene dando un tránsito de la
información por internet pero reducida a quienes pueden conectarse así cuenten
con computadoras, pero ¿quién asume los costos de instalación y usos de la red?

Temas, reflexiones y anotaciones sobre nuestra educación son numerosos e


indican lo deficitario de las medidas tomadas por no tener un marco que sirva de
norte y estrategia para abordar la tarea de una auténtica educación de calidad. Por
más que existan llamados sobre este tema, la realidad nos da señales que las
medidas no son las adecuadas. ¿Podrá algún día respetarse la razón antes que la
consigna partidaria y de gobierno? ¿Podrá hacerse realidad aquello que
respetando al otro y su diversidad, puedan acogerse la distintas propuestas
surgidas de la experiencia y convertirlas en política de estado? (27.11.10)

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