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POR QUÉ SE PUEDE DETERIORAR UN

ACEITE DE MOTOR?
La degradación de los lubricantes de motor puede tener diversas causas. Te
contamos las principales.

Con el paso del tiempo y el uso, los lubricantes de automoción pueden llegar a
perder sus propiedades. Este proceso se conoce como deterioro o degradación del
aceite lubricante, que reduce la capacidad del aceite para cumplir sus funciones
básicas. Sí, nos referimos, por supuesto a que dejan de lubricar. Pero también a la
motpérdida de otras capacidades tan importantes como la refrigeración, la limpieza,
la protección y el sellado, que poco a poco se van perdiendo.

¿Qué factores influyen en la degradación del aceite?

Entre las principales causas del deterioro de un lubricante nos encontramos algunas
como la oxidación, la nitración, la temperatura, la contaminación, las grandes
velocidades de cizallamiento, los ambientes corrosivos o el propio agotamiento de
los paquetes aditivos.

Todos estos factores favorecen que el aceite lubricante se degrade a una mayor
velocidad. Esto quiere decir que pueden provocar que pierda sus propiedades antes
de lo previsto.

A continuación, vamos a comentar algunas de las causas principales por las que los
lubricantes pierden sus propiedades.

Oxidación

Este proceso produce un cambio en la estructura molecular del aceite. Esto se debe
a que el lubricante entra en contacto con un elemento oxidante, como puede ser el
propio oxígeno, y se produce una reacción química. Como consecuencia, la
viscosidad aumenta y se forman productos ácidos que pueden atacar componentes
metálicos como las piezas del automóvil que baña el lubricante.

Otras consecuencias de la oxidación pueden ser la formación de lodos, lacas y


barnices. Es decir: la generación de depósitos en el motor del vehículo que pueden
llegar a dañarlo.

Descomposición térmica

Tal y como habrás imaginado, en este proceso el aceite se descompone a causa


del calor excesivo. Se da especialmente en los puntos del sistema con altas
temperaturas. Este es el caso de la cámara de combustión, que es la zona en la
que más sube el termómetro dentro de todo el circuito de lubricación. Para que te
hagas una idea, allí se alcanzan temperaturas promedio del aceite entre 200°C y
300°C.

¿Sabes por qué la temperatura afecta a la degradación del lubricante? Pues porque
existe una relación directa entre ambos. De hecho, por cada 10ºC de incremento de
la temperatura del lubricante, su vida útil se reduce a la mitad.

El resultado de la descomposición térmica también incluye polímeros y compuestos


insolubles que pueden conducir a la formación de barnices, igual que en el proceso
de oxidación.

Agotamiento de aditivos

Ya te hemos contado por qué son tan importantes los aditivos del aceite y todo lo
que pueden hacer por un coche. Suponen una protección extra imprescindible, por
eso los lubricantes de calidad utilizan paquetes de aditivos para mejorar las
propiedades de las bases y aportar otras que no tienen.

La mayor parte de esos paquetes de aditivos están diseñados para ser sacrificados
y utilizados durante la vida útil del lubricante. Los antioxidantes y
detergentes reaccionan con los productos intermedios de la degradación. Cuando
esto ocurre, los aditivos pierden su efecto y, por tanto, el proceso de degradación
se acelera.

Contaminación

Con el uso, el aceite va adquiriendo sustancias extrañas que conocemos como


contaminantes. Pueden ser generadas por el propio aceite o bien añadidas por el
sistema que lubrica. Estas, a su vez, pueden ser internas o externas al sistema y
encontrarse en estado líquido, gaseoso, sólido o semisólido.

Hay muchos ejemplos de contaminantes que se pueden encontrar en los aceites de


motor. Pueden ser elementos metálicos que proceden del desgaste de las piezas,
impurezas y polvos atmosféricos, productos carbonosos, lacas o barnices
procedentes de la propia degradación del aceite, agua, glicol, combustible o ácidos,
entre otros.

¿Cómo afectan estos contaminantes al aceite? Lo hacen reduciendo sus


prestaciones, degradándolo y agotando el paquete de aditivos. Esto es así porque
la contaminación altera las propiedades físicas y químicas del producto. Por tanto,
el desgaste del motor y la degradación del lubricante se aceleran.

En el caso del agua, que puede proceder de condensaciones o fugas de sistemas


de refrigeración, suele tener un efecto nefasto. De hecho, puede provocar
problemas de lubricación, corrosión y herrumbre.

¿Qué pasa cuando se degrada el aceite?

Las consecuencias de la degradación del aceite son variadas y ninguna es buena


para el vehículo. Por un lado, disminuye la vida útil del propio lubricante y reduce
sus funciones.

Por el otro, aumenta los costos asociados al uso del vehículo en dos
vertientes: incremento del consumo de energía por la fricción y el desgaste; y más
gasto en mantenimiento por deterioro y fallos en las piezas, así como por la
corrosión ácida de los componentes metálicos.
Como podrás imaginar, es muy importante cambiar el aceite del
coche periódicamente. También lo es utilizar lubricantes de calidad que alarguen la
vida útil del vehículo.

¿Cómo se contamina un aceite de motor?

La función de lubricación del aceite es fundamental para el correcto funcionamiento


del motor, y su vehículo en general, sin embargo existen factores externos que
afectan su rendimiento

Seguir al pie de la letra la recomendación del fabricante del auto en cuanto al tiempo
de cada servicio, así como el reemplazo del filtro de aire, el de aceite, y el filtro de
combustible podrá prevenir que el aceite se ensucie. Por ello, es importante
saber cómo se contamina un aceite de motor.

La contaminación de los aceites está relacionada en un 50% con la presencia de


agua, dilución por combustible, glicol, suciedad y productos propios de la
combustión. En el resto de los casos, se debe directamente la condición del
lubricante.

Entre los factores externos que inciden en cómo se contamina un aceite de


motor están:

 Aceite: Suele contaminarse con otros lubricantes, por usar un mismo recipiente para
varios aceites. Aunque también ocurre al hacer el cambio de aceite. Cuando se
realiza el reemplazo suele queda un 20% de residuo del anterior, que puede
contaminar el nuevo, desgastando el motor.

 Agua: Afecta los aditivos, y actúa como un catalizador que permite la oxidación de
las piezas, formando ácidos que obstruyen el filtro del aceite. La principal
consecuencia es que el agua reduce la lubricación, aumentando el desgaste de las
piezas.

 Combustible: Si el combustible está contaminado, afectará la efectividad del aceite,


incidiendo directamente en el motor. Puede prevenirse con un filtro de combustible.
 Silicio: como uno de los contaminante más destructivos, que incide directamente en
el desgaste del motor. Puede aparecer por el polvo atmosférico que ingresa al
motor, a través de ineficaces filtros de aire, respiraderos, y varillas que miden el
nivel de aceite.

 Sodio: Puede entrar con la humedad del aire al motor, aunque también ingresa
como residuo del agua.

 Vanadio: actúa como catalizador del azufre, haciendo que aumente la corrosión de
las piezas. Junto con el sodio, estos metales son los principales causantes de la
corrosión a altas temperaturas.

¿Cuáles son las consecuencias de un aceite contaminado?

 Fallas en el sistema de inyección.


 Turbocompresor defectuoso o intercooler obstruido.
 Filtro de aire obstruido.
 Desgaste excesivo del conjunto segmentos-camisas.
 Aceite degradado.
 Filtro de aceite ineficiente.

Acidez y Alcalinidad Del Lubricante

En un aceite podemos tener simultáneamente datos de acidez y alcalinidad. Esto


es debido al carácter ácido y básico de sus componentes, tales como productos de
la oxidación (ácidos) o aditivos detergentes (básicos). Estas sustancias están en
proporción lo bastante baja como para no neutralizarse mutuamente.

Acidez
En química se llama ácido a cualquier sustancia (orgánica o inorgánica) que
contiene hidrógeno junto con un no-metal o un radical no metálico y que produce
iones hidrogenión al diluirse en agua.
El carácter ácido de un lubricante viene determinado por la presencia de sustancias
ácidas en el aceite.

Podemos distinguir dos tipos de acidez en el aceite:

· Acidez mineral, originada por ácidos residuales del refino.


· Acidez orgánica, originada por productos de la oxidación y los aditivos.

Durante su uso, el aceite es sometido a temperaturas elevadas y a esfuerzos


mecánicos. Esto tiene como resultado la degradación progresiva del aceite,
produciéndose cambios en la composición del aceite. Se originan sustancias como
resultado de la oxidación y se reduce la capacidad protectora de los aditivos.
Este proceso se acelera al acercarse el final de la vida operativa del aceite, lo que
puede dar lugar a la formación de lodos, barnices y depósitos carbonosos en
el sistema, disminución de la viscosidad del aceite y hasta corrosión en piezas
metálicas. Por ello, la variación de la acidez del aceite es un buen indicador de su
nivel de degradación.
El grado de acidez tolerable depende del tipo de aceite y de sus condiciones de
utilización, si bien no deben sobrepasarse los límites establecidos para el aceite
para evitar daños en los equipos o problemas de funcionamiento. Un incremento
brusco en la acidez es un indicativo de problemas tales como contaminación,
pérdidas en sellos, incremento de la fatiga térmica o mecánica o pérdida de la
capacidad de los aditivos.

Basicidad
En química se llama base a aquella sustancia que al reaccionar con un ácido da sal
más agua.
La alcalinidad de los aceites es debida a los aditivos que se incluyen en la
formulación del mismo. Su función es la de neutralizar los ácidos producidos por la
oxidación (y en el caso de los motores de combustión interna , los producidos por
la combustión de combustible con alto contenido de azufre), evitando los efectos
nocivos que tiene la presencia de ácidos en el aceite y prolongando la vida del
mismo.
Al igual que ocurre con la acidez, la basicidad es un indicativo del nivel de
degradación del aceite, aunque en sentido opuesto: la alcalinidad del aceite nuevo
es alta, y va bajando según el aceite se degrada al ser neutralizados los ácidos que
se forman por los aditivos alcalinos.
Un bajo nivel de alcalinidad indica que el aceite está llegando al final de su vida útil.
Un rápido descenso de la alcalinidad es indicativo de un exceso de formación de
ácido debido a la oxidación, sobrecalentamiento, o uso de combustible con alto
contenido de azufre.

Detergencia y dispersancia

La detergencia y la dispersancia son dos características que definen la capacidad


del aceite para mantener limpio el sistema.
Detergencia
Se llama detergencia a la capacidad del aceite para eliminar residuos acumulados
por los sistemas bien incrustados (en tuberías, pistones, etc), bien acumulados en
forma de lodos.
La capacidad detergente del aceite depende de las características del aceite base
y sobre todo del uso de aditivos detergentes. Así pues, los aceites menos viscosos
y con menos residuos carbonosos son mejores detergentes. Por otra parte, los
aditivos detergentes suelen ser compuesto metálicos (sales metálicas de calcio,
bario, magnesio, jabones orgánicos) que reducen la tensión interfacial entre el
aceite y el contaminante, permitiendo que el contaminante sea desplazado de la
superficie del metal.
La capacidad detergente del aceite va perdiéndose durante la vida operativa al ir
apareciendo sustancias ácidas, que en muchos casos van siendo neutralizadas por
los detergentes.
La detergencia es de especial significación en los aceites de motor, pues elimina el
hollín en los cilindros y neutraliza los ácidos. En los aceites de corte, la detergencia
contribuye a la limpieza de la máquina y de la pieza.

Dispersancia
La dispersancia es la capacidad del aceite para mantener dispersos los residuos a
lo largo del circuito, evitando que se acumulen.
La capacidad dispersante de un lubricante depende del aceite base, siendo los
sintéticos los de mejor capacidad dispersante. Esta capacidad va perdiéndose con
el uso, debido a la acumulación de contaminantes dispersos en el aceite.

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