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LA TAMBERIA DE LOS CAZADEROS or FRANCISCO DE APARICIO NTIGUAL Uaman en la quebrada de Hwnahuaca a los restos de anti- A guas construcciones de procedeneia indigena. Distinguen, sin embar- Se, entre antigual y puearé, dando a esta altima palabra sn significade cxacto: fortalera, Si antigual tiene una dispersién geogrdfiea muy restrin. sida, pucard, en cambio, es témmaino eorriente en. todo el noroeste, y perdura nla toponimia aun en lugeres donde ha de haber desaparecido todo vestigio de construceién indigena hace ya largo tiempo. Tal es el caso de un barrio de la ciudad de Cérdoba que eva ese nombre. Bn Le Rioja y San Juan tisase, casi exclusivamente, para designar los restos de constrecciones indigenas, la palabra tamber‘a. En ambas provin- clas se recuerda inuy vivamente Ia penetracion ineaiea, y la tradicion Inga rea atribuye al Inca la paternidad de todos’ los restos que se han conser Yado hasta hoy. Parece induéable que buen mimero de esas ‘‘tamberias’” han sido, efectivamente, tambos del eamino del Inca que atvavesaba esas provineias para dirigirse a Chile por el valle del rio Mendoza. Construc- clones de otro earfcter y de otra procedencia reciben, por analogia, igual denominacién, Condiciones geogréfieas aiiverses tornen may penosas las investiga. ciones sobre el terreno en la provincia de La Rioja, y han difieultado F strasado ol estudio sistemftieo de las numerosas ruinas que alli perduran. Por esta cizeunstancia considero oportuno dar a conocer brevemente Ia Tamberia de Los Cazederos, que, a mi entender, constitaye un ejemplo Hipico de tambo, propiamente dicho. | re Esti situade a anos doce kilémetros al norte de la poblacién de Santa Cruz, en el departamento de Famatina, somioculta en una pequefia ense. nada que, en su extremo sux, forma la sierra de Los Cazaderos, de la euel toma su nombre. En otra oportunidad he tencionado estas ruinas por Sacontrarse al borde del camino del Inca, en la seccin mejor conservada que he encontrado hasta ahora *, Las ustraciones de esta breve relacién permiten formarse idea cabal de le planta y el aspecto general de la tamberfa. Las constrneciones se Sierra y la tamberfa, y ha destruido algunas teense’ Vasta una ligera observacién del relevamiento de la planta (Jigme 1) pare danse cuenta de Ganegy Busblo dus 08 coupe reduetase a dos amplice reenten contiguos. Entiguas £bricas, eubiertos por los materiales de derrumb, © fragmentos dle muro de muy eseasa altura, Estos permiten atinmes que la mamposteria iné de pica de tipo comriente, os decir, de piedra visti tomada en seco, sin mortero alguno. fctografies con que procuro dar idea del aspect general de les construc. clones. Una de elias (lamina J, 5), documenta ns amplia aberture en el Aire del recinto mayor, abertara que parece ser le pueria de acceso. A le Gerecha puede verse uno de los fragmentos de aparejo mejor conservados, ea ERANGISCO DE APARICIO, Vastigin de cominos incecos on le Provincia de La Rioje, * Atviste Grogedtica Ameticene, VE. 167; Beets Mier ioe mo 1 PORPHND FoI 2p eIqUE], eH ap SHY! H1 4p oonpuaNbss bor sosapezed soy BP eysoquiey I — 8 — materlalmente sembrada de alfarerfa, Ligeras excavaciones practicadas en los escasos Iugares donde hay tierra suelta no dieron resultado alewno Anteriormente se habfan practicado aigwaes excavaciones clandestinas, destruyendo pizcas, especialmente un reeinto que parece haber tenido forme circular, sobre la falda que mira al sur. Superfieialmente encontrése ane pants de flecha de piedra. Desde la plataforma pireada se domina el dee, arrollo del camino en toda ia extension que puede aleanzar la vista, sin Jimitacién alguna, Fig. 2— Croquis eiqueméiico de fe pleats del mirador de la Lome Sole Ni la tamberia propiamente dicha, ni las atalavas, han suministrade Reterisl que pueda orientar un diagnéstico para determiner su oxigen, Sin embargo, los mismos caracteres de aquellos momumentos y, sobre todo, sn emplacamiento, eoncurren a robustecer la hipétesis de que Los Caza, deros ¢s um tambo del camino que pase a su vera. Don Francisco de Kerez, el primero que noticia acerca de los caminos icaicos, nos dice que ‘‘a cada jornada hay una casa & manera de vents, onde se aposentan los que van y vienen* Casi todos los cronistas qe CO iaeRANERCO DE XERE2, Verdatere relasin de tz conquiste del Peet, en ENRIQUE OE VEDIN. Hstoiadors piroos de ince. 326, en Biblioteca to aucoes upstotes Mee ee 38 mencionan los caminos refiérense también a los tambos. Cobo, eon su habitual precisién, nos ha dejado ue deseripeién magistral : “Eran estos tantbos lo mismo que nuestras ventas y mesones, slo que servian muy de otro modo, porque no los posefa ningwin particular, edifieéndolos 1a comu- nidad del pueblo y provincia, y tenia obligacién de preservarlos enteros, limpios y provefdos de sirvientes. En ellos se alojaban los ejéreitos, gober- nadores y dems ministros reales, y de los depésitos que en ellos habia del Inca se les daba de comer y de todo lo demas que habian menester; y los gobernadores que residian en las cabezas de provincias tenfan especial caidado de mandar a los pueblos tuviesen buen euidado en ellos. “En lo que toca a su traza y forma, eran unas grandes casas o gulpo- ‘nes de sola une piera, larga de ciento hasta treseientos pies, y ancha treinta a lo menos y @ lo mds cineuenta, toda descombrada y escueta, sin divisién de aposentos, ni apartamientos, y con dos o tres puertas, todas en la una avera a iguales trechos’* “Fnera de los tambos y depésitos — aiiade — habia tambigu en estos dos cemsinos reales, a cada euarto de legua, hechas unas chozas o casillas de dos en dos, arrimadas al camino, una en frente de la otra, y eran no mayores de lo que bastaba para caber en cada una los personas’* La descripeién de Cobo no coneuerda exactamente, desde luego, con la disposicién. de la planta de Los Cazaderos, mas permite apreciar que en ella se encuentran los dos elementos esenciales de las construeciones sub- sidiarias de los caminos incaieos: ‘grandes casas o galpones”’ y pequefios recintos “no mayores de lo que bastaba para caber en cada uno dos personas”’. La noticia de Cobo no sélo coineide con la traza de la tamberia de Los Cazaderos, sino que se confirma, aun més, en otras donde hemos podido extraer restos que, por si solos, prucban la procedencis incaica de tales fébricas La tamberfe de los Cazaderos ha sido relevads en el curso de inves. tigaciones realizades en la provincia de La Rioja por el Museo Antropolé- gico y Etnogrético, bajo los auspicios de la Escuela Argentina Modelo * (©) BERNABE CoO, S. J., Historia del Nuevo Mundo, 111, 266: Sevilla, 1892. ©) Comunicacisa pestemiade en ta setiém del dia 4 de noviembre de 1936. Carvogcetia ae A. T, Grondona. Croguis ejteutades sobre al tervano por Cristina C. M. de Apacieic. Fotografias Bel autor, APARICIO, La tomberia, ete. LAsONA 1 EL arroyo del Potresillo, freate a Ie tamberfa APARICIO, La temberia, ett. LaMuNa IT Un aspesto de fas rulnas, ea Is pacte posterior de In tamberia, APARICIO, La temberia, ete. LésaNa 1 i camino del Ince, en ta proximidad de “La Cancha’’ APARICIO, La temberia, ei. Lanna 1V Detalle de fa superficie de “Ls Cancha” y vestigios del muro que la citcundsba, Ex dltimo Gjisno, In sierra de Los Cazaderos, La flecha sefsia cl poctezselo del Inca. Datalle de las ruinas del micador de la Loma Sola Lasuxa V

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