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Revista Colombiana de Psiquiatría

ISSN: 0034-7450
revista@psiquiatria.org.co
Asociación Colombiana de Psiquiatría
Colombia

Castrillón Muñoz, Eduardo; Gutiérrez Alzate, Boris


Síndrome de Cotard: presentación de un caso
Revista Colombiana de Psiquiatría, vol. 38, núm. 1, 2009, pp. 194-202
Asociación Colombiana de Psiquiatría
Bogotá, D.C., Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80615419014

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Reporte de caso
Síndrome de Cotard: presentación de un caso
Eduardo Castrillón Muñoz1
Boris Gutiérrez Alzate2

Resumen

Introducción: En 1880, Jules Cotard describió a varios pacientes que padecían un cuadro
clínico descrito como síndrome de negación. Esta condición, relativamente rara, se caracteriza
por la presencia de delirios nihilísticos en los cuales la persona piensa que “se encuentra
muerto o que el mundo no existe”. Método: Se reporta el caso de una mujer con antecedente
de eventos depresivos, quien frente a una pérdida financiera desarrolla una sintomatología
compatible con un síndrome de Cotard. Conclusión: Se describe el curso clínico de la paciente
y se plantea una revisión sistematizada de la literatura alrededor del trastorno.

Palabras clave: delirio, trastornos psicóticos, depresión.

Title: Cotard’s Syndrome: Case Report

Abstract

Introduction: In 1880, the French psychiatrist Jules Cotard described several patients who
suffered from a syndrome referred to as délire de négation. This relatively rare condition is
characterized by the presence of nihilist delusions in which the person who has it thinks “it
is dead or the world does not exist”. Method: This article reports the case of a patient with a
history of depressive events following a financial loss who developed symptoms consistent
with Cotard’s Syndrome. Conclusion: This case report includes a description of the clinical
course of the disorder and a systematic review of the literature.

Key words: Delirium, psychotic disorders, depression.

1
Médico psiquiatra de la Universidad del Valle. Especialista en Familia de la Pontificia
Universidad Javeriana de Cali. Profesor asociado. Departamento de Psiquiatría de la
Universidad del Valle. Cali, Colombia.
2
Médico residente de II año de Psiquiatría, Escuela de Medicina, Universidad del Valle.
Cali, Colombia.

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Reporte de caso apreciaba mejoría, y viajó a Medellín


a vivir con su hermana, quien se
Paciente de sexo femenino, había ofrecido a ayudarla.
originaria de Buenaventura, de 48 La paciente expresa la siguiente
años de edad, viuda desde los 24, descripción de hechos que habrían
con escolaridad técnica, quien vivió ocurrido en Medellín: “El 20 de fe-
en Estados Unidos desde los 26 brero por la noche vi que un humo
hasta los 47 años. Presenta como me salía por la boca. Al día siguiente
antecedente episodios depresivos me miré al espejo y vi que mis ojos
recurrentes, que se manifestaron habían cambiado: no tenían vida”.
durante el tiempo que vivió en Esta- Y agrega: “Me di cuenta de que ese
dos Unidos y para los cuales recibió humo era mi alma saliendo de mi
múltiples tratamientos, entre ellos cuerpo”. Esto lo interpretó como
sertralina, paroxetina, bupropion y “un castigo por haber deseado la
alprazolam. muerte, por haber intentado sui-
Su regreso a Colombia ocurrió cidarse”. Desde entonces, empezó
a finales de 2006, después de ser a hablar constantemente de haber
despedida de su empleo y de verse sido condenada a ser “una muerta
obligada a renunciar a un aparta- en vida, un zombi por toda la eter-
mento y un automóvil adquiridos nidad”. Manifestaba que “su alma
con crédito. Inicia una sintoma- había sido arrebatada por algún po-
tología consistente en insomnio, der sobrenatural”. Dijo no conocer
hiporexia, anhedonia, tristeza y la naturaleza exacta de éste, pero
ansiedad, además de ideas de culpa, pensaba que podría corresponder a
desesperanza y minusvalía. Decía Dios, al diablo, o a una fuerza más
que estaba “sola y desamparada”, poderosa. Además, empezó a tener
que “lo había perdido todo”. Esto la alucinaciones olfatorias y cenesté-
llevó a tomar la decisión de viajar sicas: percibía un “olor a podrido”
a Buenaventura a la casa mater- que emanaba de su cuerpo y un
na. Allí los síntomas persistieron, “cosquilleo bajo la piel”, síntomas
y además aparecieron ideas de que interpretó como señales de que
muerte y suicidio. En una ocasión su carne se estaba descomponien-
“intentó cortarse las venas”, pero, do, y de que los gusanos pronto iban
según sus propias palabras, “no a romper la carne y a salir por la
tuvo el valor”, y apenas se hizo un piel. Así, redujo ostensiblemente su
corte superficial. En enero de 2007 ingesta de alimentos, decía que un
fue evaluada por un psiquiatra en muerto no come y no va al baño.
Cali, quien ordenó tratamiento con Debido a esta situación, fue
“antidepresivos” que la paciente no llevada a la consulta de varios
recuerda y “pastillas para dormir”. especialistas, según dice, neuró-
Para febrero del mismo año no se logos, psiquiatras y psicólogos. No

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recuerda los tratamientos prescri- pitalizar. Se inició tratamiento con


tos. Se sometió, además, a varios haloperidol 10 mg/día, biperideno
“ritos de sanación y liberación” en 4 mg/día y levomepromazina 12,5
diferentes iglesias cristianas. Para mg/día. Dos semanas más tarde,
junio, el discurso y la conducta teniendo en cuenta los antecedentes
de la paciente no habían cambia- de síntomas depresivos, se planteó
do, y ya se reportaba una pérdida como diagnóstico diferencial depre-
considerable de peso, causada por sión mayor con síntomas psicóticos,
la negativa a ingerir alimentos y y se agregó fluoxetina a dosis de
acentuada por la convicción de que 20 mg/día. Con este tratamiento
ya no tenía órganos. Con estos sín- permaneció durante toda su hospi-
tomas consultó una institución de talización, que duró un mes.
salud mental en Cali. Exámenes de La ideación delirante no cedió
laboratorio tomados previamente, en absoluto. Aun al ser confrontada
como hemograma, transaminasas, mediante un examen físico en el que
glucemia, creatinina y TSH, resul- se le permitió auscultar sus propios
taron normales. Adicionalmente, se ruidos cardiacos, la paciente se
realizó un electroencefalograma, el mantuvo en la idea de que no tenía
cual también fue reportado como órganos: lo que se escuchaba sería,
normal. La serología y prueba para según ella, una demostración de la
detección de VIH fueron reportados magnitud del poder que le había
como no reactivos; la escanografía robado el alma. A es to se sumaba
cerebral simple y con contraste la idea de que su caso era único en
también fue normal. la tierra, algo nunca antes visto y,
En la primera consulta de ur- por tanto, único para los médicos
gencias se le describe como una que la trataban, quienes no podrían
paciente bien presentada, delgada, hacer nada por ella. Así, a pesar
con aplanamiento afectivo, cohe- de la convicción con que mantenía
rente y relevante, con adecuada estas ideas, se logró una mejoría al
producción ideoverbal, con las ideas asegurar la ingesta de alimentos y
delirantes de tipo nihilista ya descri- las actividades de autocuidado, lo
tas, y con alucinaciones olfatorias que determinó la decisión de dar alta
(“huelo a podrido”) y cenestésicas de la sala, con remisión a hospital
(“un cosquilleo bajo la piel”). El sen- día. Allí se obtuvo algún grado de
sorio no presentaba alteraciones. mejoría: desaparecieron las alucina-
Negó antecedentes de convulsiones, ciones olfatorias y cenestésicas, pero
trauma craneoencefálico y consumo la ideación delirante permaneció
de psicotóxicos. Se hizo una impre- intacta por, al menos, seis meses
sión diagnóstica de esquizofrenia más: constantemente repetía que
paranoide y, dado que la paciente estaba muerta, que era un “zombi”,
no recibía alimentos, se decidió hos- condenada a permanecer en la tierra

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eternamente. Estas ideas le gene- taban una completa mejoría. Así,


raban una gran ansiedad. Aunque libre de síntomas durante un mes,
se observaba ingiriendo alimentos, se le dio salida de hospital día.
decía que llevaba varios meses sin
comer, pues aseguraba que sim- Síndrome de Cotard
plemente no deglutía nada, que por
dentro estaba vacía, desprovista de El síndrome de Cotard consiste
órganos. en un evento clínico inusual, en el
Por aparición de efectos adver- cual la principal característica es la
sos, se cambió el haloperidol a clo- presencia de un delirio nihilístico.
zapina y, más tarde, a olanzapina, Cuando se configura totalmente el
la cual recibe a dosis de 20 mg/día. cuadro, conduce al paciente a la
Para febrero de 2008, al no presen- negación de su propia existencia y
tar mejoría de su sintomatología, se del mundo exterior.
decide instaurar como herramienta Jules Cotard, neurólogo fran-
terapéutica la terapia electroconvul- cés, describió esta condición en
siva, previo consentimiento de la fa- 1880, durante un encuentro de la
milia; en total fueron seis sesiones, Sociedad Médico-Psicológica, en Pa-
después de las cuales se observó rís. El caso reportado correspondía
disminución en la intensidad de su a una mujer de 43 años que creía
ansiedad, pero sin cambios en el que no tenía cerebro, ni nervios, ni
contenido de su pensamiento. Un tórax, y que se hallaba formada,
mes más tarde, la paciente presentó únicamente, por su piel y los hue-
síntomas maniformes, dados por sos. Además, la paciente negaba
aceleración psicomotora, logorrea y la existencia de Dios o del diablo,
elevación del estado de ánimo; por y afirmaba que era eterna y viviría
este motivo, se le inició manejo con por siempre.
ácido valproico como modulador Así, Cotard, en 1882, utilizó
afectivo, a dosis de 750 mg/día, con el término delirio de negación para
lo que se logró un adecuado control describir esta condición y amplió
de estos síntomas. Después de tres la descripción del caso en el libro
semanas fue notable el cambio en el de las Maladies cérebrales et men-
contenido de su pensamiento: dejó tales, texto publicado en 1891. Por
de lado las ideas delirantes de tipo su parte, Charles Bonnet, médico
nihilista, y en las entrevistas que francés, había reportado, en 1788,
se realizaron desde entonces, su a una paciente que creía encon-
discurso se centró en el interés que trarse muerta. Se trataba de una
decía tener por regresar al exterior anciana que insistía en que fuera
por su cuenta. Esta observación fue vestida e introducida dentro de un
compartida, además, por los fami- ataúd. En 1893, Regis registró el
liares de la paciente, quienes repor- epónimo de delirio de Cotard y es

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finalmente Seglas, en 1897, quien estaba más próxima a los trastornos


consolida y difunde de manera am- delirantes que a los trastornos del
plia el término síndrome de Cotard. afecto; y el Cotard tipo II se presen-
La carencia de un consenso en la taba con ansiedad, alucinaciones, y
definición operacional del síndrome constituía un grupo mixto. En re-
ha conducido a la imposibilidad de sumen, los autores consideraban el
realizar estudios formales que pu- delirio de negación, más bien, como
diesen suministrarnos datos reales un síndrome que como una nueva
sobre la incidencia y prevalencia del enfermedad.
síndrome de Cotard. El síndrome de Cotard ha sido
Berrios y Luque, en 1995, eva- descrito en todos los grupos etá-
luaron más de 200 artículos cientí- reos entre los 16 y los 81 años; sin
ficos que contenían reportes del sín- embargo, la mayoría de los casos
drome desde 1880; así, alcanzaron ocurren en la edad adulta media.
un total de 100 casos completos. En La condición clínica parece ser rara
esta revisión no se encontraron dife- en la adolescencia; en este periodo,
rencias en la presentación del cua- unos pocos casos han sido repor-
dro entre los hombres y las mujeres. tados en la literatura. La impresión
La depresión fue reportada en 89% clínica sugiere que su presentación
de los casos; las ideas delirantes es más frecuente en las mujeres que
más comunes eran las ideas nihilís- en los hombres.
ticas relacionadas con el cuerpo, en
86% de los casos; las relacionadas Características clínicas
con la existencia eran del 69%; la
ansiedad se presentaba en 65% de La presentación clínica del
los casos; y las ideas de culpa, en cuadro varía de manera importante
el 63%. Continuaban, en su orden, en cuanto a la extensión y número
los delirios hipocondriacos, en el de delirios nihilísticos. Algunos
58% de los casos, y los delirios de autores que escriben sobre el tema
inmortalidad, en el 55%. han propuesto la importancia de
Un análisis exploratorio permi- manejar el concepto de espectro en
tió extraer tres perfiles de presen- la presentación clínica, la cual iría
tación: una depresión psicótica, un desde un síndrome parcial hasta
Cotard tipo I y un Cotard tipo II. La uno completo.
depresión psicótica incluía pacien- El síntoma fundamental en el
tes con melancolía y pocos delirios síndrome es el delirio de negación.
nihilísticos; el Cotard tipo I no se Este delirio puede expresarse de
presentaba tan cargado de síntomas manera diferente en cuanto a su
depresivos o de otra enfermedad, severidad, desde una creencia del
y más bien parecía constituir un paciente que considera que está
síndrome de Cotard, cuya nosología perdiendo sus capacidades intelec-

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tuales y su capacidad de expresar al paciente a la pérdida de cualquier


los sentimientos; hasta la forma de vínculo con la realidad, los alrede-
mayor severidad, en la cual cree dores del mundo, la existencia, todo
que nada existe, conduciéndolo, lo cual es negado. Simultáneamen-
entonces, a la negación de su pro- te, las ideas de negación subjetiva
pia existencia y la del cosmos. Este conducen al paciente a negar, tam-
delirio nihilista se asocia de mane- bién, la existencia de partes de su
ra frecuente con una enfermedad cuerpo. Esto usualmente comienza
depresiva. En otras ocasiones se con la negación de una parte espe-
encuentra en pacientes con esquizo- cífica. El paciente suele decir frases
frenia y, en otras, en pacientes con como “solía tener un corazón, ahora
cuadro psicótico cuya etiología sea tengo algo que late en su lugar”, “yo
alguna patología estructural orgáni- no tengo estómago, por lo cual nun-
ca de sistema nervioso central. ca tengo hambre, pareciera que la
La aparición del cuadro es comida cayera dentro de un hoyo”.
frecuentemente repentina, sin que Cuando el paciente alcanza tal es-
haya existido una condición psi- tado de disconfort puede profesar el
quiátrica previa; sin embargo, suele deseo de no existir, aunque paradó-
existir una fase inicial de ansiedad, jicamente la idea de muerte puede
la cual puede extenderse por unas ser un imposible, conduciéndolo,
pocas semanas o prolongarse por entonces, a ideas de inmortalidad,
años. Esta ansiedad es vaga y difusa, condenado a vivir en el estado de ni-
y frecuentemente se encuentra aso- hilismo. Tales ideas de inmortalidad
ciada con irritabilidad. En los casos pueden estar asociadas con otras
de severidad intermedia, el paciente ideas megalomaniacas, como los
puede iniciar con una serie de que- delirios de enormidad o de cualquier
jas sobre sentimientos depresivos, otra deformación del cuerpo. Así,
acompañado de ideas de pérdida de por ejemplo, ellos pueden afirmar
sus capacidades para el razonamien- que “con sus cabezas pueden tocar
to y para experimentar emociones. las estrellas”.
La condición clínica progresa en tal Los síntomas accesorios pue-
forma que la ansiedad toma una con- den incluir analgesia, mutismo,
notación de carácter nihilístico. El automutilación, ideas suicidas y, en
paciente puede llegar a pensar que otros casos, alucinaciones; de estas
se encuentra en la ruina y que ha últimas, las más tardías podrían
perdido su salud, así como, también, ser las visuales, aunque son mucho
su capacidad intelectual, lo que lo más comunes las auditivas. Otras
conduce a su propio horror. pueden ser alucinaciones gustativas
En la presencia de un delirio u olfatorias, experimentar que el
completo de características nihilísti- sabor de los alimentos ha cambiado,
cas, las ideas de negación conducen percibir olor a materia fecal. La otra

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paradoja es que aunque están con- se correlacionan con lesiones del


vencidos de estar muertos, pueden lóbulo parietal. Sin embargo, traba-
intentar autodestruirse, pareciera jos de evaluación con escanografía
como si el suicidio fuera la única de pacientes con el padecimiento
vía de escape. Como el síndrome de no han demostrado una patología
Cotard frecuentemente ocurre con parietal evidente; pero de alguna
otros síndromes psicóticos, pueden forma la complejidad de los hallazgos
coexistir ambas sintomatologías. plantearía, también, un compromiso
También, puede coexistir con con- en los lóbulos frontal y temporal.
diciones orgánicas, y en estos casos Desde el punto de vista psicodi-
lo que tendremos es un compromiso námico, los conceptos favorecen la
en el sensorio, la memoria y las explicación de que el delirio de nega-
evaluaciones de atención y concen- ción emerge del deseo de muerte in-
tración. Más extraño es que ocurra herente en el inconsciente colectivo
en la presencia de síntomas de ca- y es reflejado, en algunas ocasiones,
racterísticas esquizofrénicas. en el autocastigo y en otras formas,
en la total negación del mismo
Etiología y psicopatología individuo. Estos sentimientos de
culpa pueden emerger de un ánimo
El gran debate en relación con el depresivo y distorsionar la relación
síndrome de Cotard es si la condición entre el yo y el ello.
existe solamente como un síndrome, También se ha sugerido que el
y entonces es siempre el síntoma de disturbio principal es una intuición
otra enfermedad mental, o es una anormal del tiempo subjetivo; se ha
enfermedad específica y única con sugerido que estos pacientes tienen
todo su derecho. Esta pregunta aún conflictos en lo narcisístico, lo edí-
no ha sido resuelta completamente; pico, o en la esfera homosexual, y
sin embargo, ahora y por un periodo pueden disparar simbolismos fata-
considerable la hipótesis del síndro- lísticos para describir sus experien-
me ha ocupado la posición ortodoxa. cias. Un persistente y profundo sen-
Esto es definido en términos de que timiento de culpa puede engendrar
el síndrome de Cotard no posee por sí un autocastigo, con un deseo de
mismo una definición como tal en las cortar el contacto de toda relación
principales categorías diagnósticas humana, en un mundo en el cual
del DSM IV y el ICD 10. la existencia de tiempo y espacio es
Dada la característica principal completamente negada.
del síndrome, de negación de la propia
existencia, en alguna forma evoca los Manejo y tratamiento
eventos neurológicos en los que existe
un compromiso de la imagen corporal El manejo específico del síndro-
o de un síndrome de negación, que me de Cotard se enfoca, principal-

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mente, en el manejo de la condición dación especial en el caso de los pa-


clínica subyacente de la cual hace cientes con predominio de síntomas
parte. Como se ha observado en pa- depresivos, y especialmente cuando,
cientes con trastornos afectivos, los una vez instaurado el tratamiento, el
antidepresivos pueden ser efectivos; paciente en la fase de recuperación
sin embargo, debido a la presencia alcanza a recobrar su movilidad de
de delirios, la terapia electroconvul- una manera más activa.
siva ha sido fuertemente sugerida
por algunos autores e, incluso, se Pronóstico
ha llegado a plantear como el tra-
tamiento de elección. El pronóstico del síndrome
Cuando el síndrome se encuen- de Cotard es reservado. La recu-
tra asociado con una condición de peración completa del paciente
enfermedad esquizofrénica crónica, puede surgir de manera súbita y
el pronóstico empeora. Sin embargo, espontánea, aun en los casos más
en otros pacientes esquizofrénicos severos. Sin embargo, en los casos
donde la aparición de los síntomas de intensidad moderada que no han
es de instauración rápida, la utiliza- desarrollado la presentación clínica
ción de drogas antipsicóticas puede clásica y completa, la recuperación
favorecer una buena respuesta. puede ser rápida o gradual. Si la
Si el síndrome se presenta condición obedece a una condición
subyacente a cualquier entidad orgánica subyacente, la evolución
orgánica, el tratamiento será el de estará muy relacionada con las
la condición que lo ha determinado. posibilidades de recuperación del
Sin embargo, si aparece como una paciente de la condición que padece.
presentación inicial de un cuadro En ocasiones, en la presencia de
demencial, serán muy pocas las síntomas depresivos puede ocurrir
probabilidades de mejoría en el pa- que se alcance una resolución de los
ciente. Si el síndrome surgiera, por síntomas depresivos, pero perma-
ejemplo, como resultado de un es- nezcan las ideas delirantes.
tado confusional secundario a una Cuando el cuadro es parte de
condición orgánica, como el caso una enfermedad esquizofrénica, el
reportado asociado con una fiebre cuadro se resuelve en la medida en
tifoidea, es claro que el tratamiento que los otros síntomas psicóticos
de la patología conducirá a una me- también se resuelven. De manera
joría completa del paciente. similar, si los síntomas perma-
Otras medidas que se deben necen por muchos años, pueden,
considerar en el manejo del síndro- entonces, coexistir con la condición
me de Cotard es la vigilancia del pa- esquizofrénica crónica.
ciente, en cuanto a las posibilidades En algunos casos, la vida para
de autoagresión y suicidio, recomen- el paciente llega a ser tolerable y

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exhibe una doble orientación. Es 3. Christensen RC. Cotard’s syndrome in


decir, está inmerso en una fabulosa a homeless man.. Psychiatric Services.
2001;52(9):1256-7.
pseudorrealidad y, a la vez, es capaz 4. Enoch D, Ball H. Uncommon psychi-
de mantener un contacto con los atric syndromes. 4th edition. London:
otros. El delirio, en ocasiones, ha Arnold; 2001. 155-178 pp.
5. Pearn J, Gardner–Thorpe C. Jules
llegado a ser completamente encap- Cotard (1840–1889): His life and the
sulado, y entonces el individuo es unique syndrome which bears his
capaz de asumir un humor jovial, name. Neurology. 2002;58(9):1400-3.
y de engancharse en discusiones 6. Duggal HS, Jagadheesan K, Haque Ni-
zamie S. Biological basis and staging
filosóficas acerca de su propia exis- of Cotard’s syndrome. Eur Psychiatry.
tencia o no existencia. 2002;17(2):108-9.
7. Gramary A, Romero JM, Venâncio
A, Moreira M, Oliveira MJ. Delírio de
Referencias negação de Cotard. Acta Médica Por-
tuguesa. 2004;17:106-108.
1. Berríos GE, Luque R. Cotard’s syn- 8. Wani ZA, Khan AW, Baba AA, Khan
drome: analysis of 100 cases. Acta HA, Wani QU, Taploo R. Cotard’s
Psychiatr Scand. 1995;91(3):185-8. syndrome and delayed diagnosis in
2. Yamada K, Katsuragi S, Fujii I. A case Kashmir, India. Int J Ment Health Syst.
study of Cotard’s syndrome: stages 2008;2(1):1.
and diagnosis. Acta Psychiatr Scand.
1999;100(5):396-8; discussion 398-9.

Conflicto de interés: Los autores niegan


cualquier conflicto de interés en este artículo.

Recibido para evaluación: 1º de noviembre del 2008


Aprobado para publicación: 29 de enero del 2009

Correspondencia
Eduardo Castrillón Muñoz
Calle 4B No. 36-00
Campus San Fernando
Universidad del Valle
Cali, Colombia
educas50@gmail.com

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