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Venezuela es considerada uno de los 17 países con mayor biodiversidad del

mundo de acuerdo con la Organización Internacional de Conservación. Sin


embargo, la contaminación ambiental, la deforestación y la caza y la pesca
extensiva han puesto en riesgo la supervivencia de algunos de estos animales.

El naturalista suizo Henri Pittier, fue la primera persona en señalar los


problemas ecológicos en Venezuela y la necesidad de proteger los hábitats
naturales. Por desgracia, la protección contra el asentamiento ilegal y las
explotaciones es compleja debido a las enormes extensiones de territorio que
constituyen el hábitat de numerosas especies.

Los ganaderos talan árboles a lo largo de los caminos para crear tierras
abiertas que facilitan el pastoreo del ganado y los agricultores construyen
caminos ilegales que permiten la entrada de los cazadores a zonas remotas y
protegidas.

Los comerciantes de animales exóticos irrumpen en áreas resguardadas para


atrapar a sus presas en búsqueda de pieles, plumas o partes del cuerpo
animal. En los hábitats marinos, los pescadores utilizan lanchas a motor que
perjudicando la supervivencia de las especies.

De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza


(UICN), Venezuela es el hogar del siguiente número de especies que son
clasificados por la organización como en peligro crítico, en peligro de extinción
o vulnerables:

1- Manatí de las Indias Occidentales (Trichechus Manatus)

Pocos estudios actuales están disponibles para conocer la ubicación y el


estatus del Manatí en Venezuela. La realización de prospecciones áreas que
ayuden conocer su distribución se ven condicionadas por la existencia reducida
de la especie.

Sin embargo, a través de expediciones terrestres se ha podido conocer la


presencia de manatíes en el Lago de Maracaibo, en el Golfo de Paria y en el
Delta del Orinoco.

La caza de esta especie redujo las poblaciones de manatíes en el país. Las


recientes leyes de protección, los esfuerzos en educación y la escasez de
manatí han generado un interés cada vez mayor por controlar su caza.
Venezuela constituye un hábitat por excelencia del manatí y una declinación
continuada de su caza podría dar lugar a una perspectiva optimista para las
futuras poblaciones de la especie.

De acuerdo con la UICN (2008), el manatí se encuentra en peligro de extinción


debido a que su población actual se estima en menos de 2.500 especímenes
maduros.

2- Nutria Gigante (Pteronura Brasiliensis)

La nutria gigante es considerada en peligro de extensión en Venezuela de


acuerdo a las investigaciones publicadas por la UICN en 2015. La población
global de nutrias gigantes es baja y las subpoblaciones individuales están
fragmentadas y son pequeñas.

La nutria gigante es intrínsecamente vulnerable a la extinción ya que sólo entre


un cuarto y un tercio de la población total se reproduce. La especie también
muestra madurez tardía, edad de reproducción tardía, baja supervivencia
transitoria y baja supervivencia del cachorro, rasgos que limitan su
recolonización.

Estos especímenes habitan en muchos tipos de ríos, arroyos y lagos en los


bosques tropicales, llanos y humedales de América del Sur, desde Guyana a
través de Venezuela y Colombia, en Argentina y al oeste de la Cordillera de los
Andes.

En Venezuela se puede encontrar en los ríos de Monagas, Barinas, Amazonas,


Bolívar, Delta Amacuro y Apure.

3- El Cardenalito (Carduelis Cucullata)

El cardenalito es nativo de Colombia, Guyana y Venezuela. Esta especie


calificada como en peligro en extensión (UICN-2016) ya que está sufriendo una
disminución muy rápida de la población como resultado de su captura para el
comercio.

Se hace sumamente atractivo por su capacidad de hibridar con los canarios. La


agricultura intensiva también afecta su supervivencia debido a la reducción de
su hábitat natural.

El Carduelis Cucullata es una de las aves más amenazadas de Venezuela,


pero aún se pueden encontrar en algunos lugares de Falcón, Lara, Barinas,
Miranda, Guárico, Anzoátegui y Zulia.
Las estimaciones de población varían de un mínimo de 700 a 5.000 aves. Se
ha identificado como una de las cuatro especies de aves de mayor prioridad
para la conservación en el país.

4- Armadillo Gigante (Priodontes Maximus)

Esta especie terrestre se encuentra cerca del agua dentro de los hábitats no
perturbados de la selva primaria. Excava las madrigueras, generalmente en
pastizales o áreas abiertas del bosque. El período de gestación es de cuatro
meses y por lo general las hembras suelen dar a luz a solo una descendencia.

La especie es cazada para el consumo de su carne y su caparazón, cola y


garras se utilizan para la fabricación de cunas, herramientas y sartenes, entre
otros.

El armadillo gigante se ve muy afectado por la pérdida de su hábitat. También


es capturado para ser mantenido como una mascota o para ser vendido como
un “fósil viviente” en el mercado negro, pero no suele sobrevivir mucho tiempo
en cautiverio.

Estas amenazas han llevado a una disminución estimada de su población de


por lo menos un 30% en las últimas tres generaciones. Condición UICN:
Vulnerable (2014).

El armadillo habita en Venezuela, la Guayana Francesa, Guyana, Surinam,


Paraguay y Argentina. En Venezuela es encontrado a lo largo de la Cordillera
Andina y del Litoral y al sur del Río Orinoco.

5- Perico Multicolor (Hapalopsittaca Amazonina Theresae)

Este pequeño loro habita en los bosques nublados y lluviosos de los Andes de
Táchira y Mérida. Se alimenta principalmente de frutas, flores y semillas.

Una gran amenaza para su conservación es la caza para el mercado de


mascotas y la destrucción del bosque de los Andes. En Venezuela, la tala de
bosques para el pastoreo intensivo de ganado, la quema frecuente y el cultivo
de café continúan disminuyendo su hábitat natural disponible.

Existen pocas referencias que permitan estimar la cantidad del perico multicolor
en el país. Esta especie ha sido declarada en peligro extensión de acuerdo con
estudios publicados por la UICN en 2016 y está incluida entre las diez
principales prioridades para la conservación de aves en Venezuela.

6- Oso Hormiguero Gigante (Myrmecophaga Tridactyla)


El Oso hormiguero gigante se encuentra en bosques tropicales húmedos,
bosques secos, hábitats de sabanas y praderas abiertas. Estos animales
suelen ser solitarios.

Para las hembras silvestres, la madurez sexual suele iniciarse alrededor de los
2 años y destaca que durante la infancia, lleven a su descendencia sobre su
espalda durante aproximadamente seis meses. Existen pocos estudios sobre
su longevidad, tasas de supervivencia y tasas de reproducción.

El Myrmecophaga tridactyla es una espacie que aún puede ser encontrada en


América Central y América del Sur. La particularidad de su dieta, su gran
tamaño corporal, junto con las amenazas a la degradación del hábitat, han
demostrado ser factores importantes en el declive de su existencia.

La especie fue calificada como vulnerable a la extinción en Venezuela de


acuerdo con la UICN (2014). Se ha estimado una reducción de esta especie de
al menos 30% en los últimos 10 años a nivel global.

En Venezuela su presencia se extiende hacia el norte hasta Falcón y el noreste


del Lago de Maracaibo. También se pueden encontrar en Bolívar y Amazonas.

7- Oso Andino (Tremarctos Ornatus)

Endémico de los Andes Tropicales, el oso andino es la única especie de oso


existente en América del Sur. Puede ser encontrado en la Sierra de Perijá, el
Macizo de El Tamá y la Cordillera de Mérida en Venezuela.

Es probable que las poblaciones de osos andinos se reduzcan en más del 30%
dentro de los próximos años. Debido a recientes esfuerzos conservacionistas
se han establecido muchas zonas protegidas y se espera que se agreguen
más, aunque estos perímetros solo resguardan una fracción de su hábitat
natural.

Incluso dentro de las áreas salvaguardadas, los osos son vulnerables a causa
de un patrullaje inadecuado. El desarrollo de caminos y el avance de la
agricultura son particularmente insidiosos en la supervivencia de la especie, ya
que además de disminuir y fragmentar el hábitat, también atraen a los osos,
que mueren por intentar depredar los cultivos.

El aumento de la explotación minera y petrolera plantea significativas


amenazas adicionales para esta especie.

Debido a las tendencias de densidad poblacional de estos animales, la UICN


(2008) declaró al oso andino como vulnerable a la extinción.
8- El Mono Araña (Ateles Belzebuth)

Su hábitat es asociado con bosques de suelos arcillosos y tierras firmes. Los


monos araña se movilizan y alimentan en los niveles superiores de los árboles,
pasan mucho tiempo en las copas y rara vez se observan en el suelo de los
bosques.

Son animales altamente suspensivos, prefieren balancearse de una rama a


otra para desplazarse que caminar o correr en cuatro patas. Se alimentan en
gran medida de frutas.

Esta especie es considerada nativa de Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y


Venezuela. Su presencia se extiende al norte de Venezuela hacia el río
Orinoco y Caura, también habita los bosques húmedos de la cuenca del Lago
de Maracaibo.

La destrucción progresiva de los bosques de montaña es la principal amenaza


para sus poblaciones silvestres. La especie ha sido cataloga con la condición
de peligro de extinción por la UICN en 2008.

9- Rorcual Común o Ballena de Aletas (Balaenoptera Physalus)

Las ballenas de aleta son los segundos mamíferos más grandes, después de
ballenas azules. Crecen hasta 20 metros de longitud y pesan aproximadamente
70.000 kilogramos.

La caza excesiva es responsable del bajo número de poblaciones de ballenas


de aleta actualmente. Dado que las ballenas utilizan sonidos de baja frecuencia
para llamar a las hembras, la interrupción humana de las ondas sonoras, puede
originar una reducción en las tasas de natalidad de la especie.

Se estima que la población mundial de Balaenoptera Physalus ha disminuido


en más de un 70% en las tres últimas generaciones.

En Venezuela se han registrado avistamientos de la especie en la Isla de


Margarita, en Falcón, Sucre y en él Parque Nacional Mochima. La caza de este
espécimen es penalizado por las autoridades Venezolanas. La ballena de aleta
ha sido catalogada como especie en peligro de extinción de acuerdo con la
IUCN en 2013.

10- Pato de Torrente (Merganetta Armata)


Los patos de torrente viven en algunos de los ríos más poderosos y rápidos de
los Andes de América del Sur, que están rodeados por laderas de montañas
rígidas e inclinadas. El agua que fluye de las montañas cubierta de hielo corre
creando cascadas y ríos, donde los patos de torrente viven y prosperan.

Los patos de torrente viven en un hábitat que es difícil de navegar para la


mayoría de los animales y construyen nidos en lugares inaccesibles.

Se estima que en Mérida y Táchira se encuentra una población entre 100 a


1.500 especímenes. La destrucción de los hábitats andinos y la caza intensiva
son sus principales amenazas. En Venezuela la especie está considerada en
peligro de extinción.

11- Águila Arpía (Harpia Harpyja)

En Venezuela esta especie se encuentra en los estados Carabobo, Aragua y


en la Cordillera de las Costa. Está extremadamente amenazada al norte del
Río Orinoco.

La destrucción del hábitat y la desintegración de la especie son las principales


amenazas para su supervivencia. Condición UICN: Vulnerable (2016).

12- Tigrillo (Leopardus Wiedii)

Las poblaciones de este espécimen están disminuyendo debido a la conversión


inducida de bosques para la agricultura y la construcción de infraestructuras de
desarrollo.

La especie es objeto de caza intensiva. Este pequeño felino se encuentra en la


Cordillera Costera (Macizo de Nirgua). Condición UICN: Vulnerable (2015).

13- Venado Matacán Andino (Mazama Rufina Bricenii)

Su presencia se extiende a través de Táchira, Mérida, Trujillo y se considera la


especie más amenazada en Venezuela.

La alta tasa de conversión de los hábitats andinos es alarmante, lo que


combinado con su caza severa ha dado lugar a la reducción de su población.
Condición UICN: Vulnerable (2016).

14- Mono Nocturno (Aotus Lemurinus)


Primate distribuido en Venezuela a lo largo de la cuenca lacustre de Maracaibo
y las montañas Andinas de Táchira y Trujillo.

Su caza es alta, ya que se valora como mascota, como alimento y como


modelo para la investigación biomédica. Condición UICN: Vulnerable (2008).

15- Caimán del Orinoco (Crocodylus Intermedius)

En Venezuela se extiende por las tierras bajas de la cuenca del Orinoco. La


población total es estimada en 1.500 cocodrilos. La principal amenaza es la
destrucción del hábitat, el tráfico de sus huevos y de cocodrilos recién nacidos.
Condición IUCN: Peligro Critico (1996).

16- Tortuga Pintada o Escurridiza (Trachemys Scripta Chichiriviche)

Se limita a una pequeña zona costera al noroeste del estado Falcón y zonas
cercanas, estimándose su población en 500 individuos.

Las principales amenazas para su supervivencia son la caza furtiva y la pérdida


del hábitat debido a la contaminación. En Venezuela la especie es considerada
en peligro de extinción.

17- Tortuga Arraú o Charapa (Podocnemis Expansa)

Es la tortuga de agua más grande que se conoce en Venezuela y se encuentra


a lo largo del Río Orinoco y sus afluentes. La principal amenaza es la
sobreexplotación de su población con fines de consumo. Condición UICN:
Menor Riesgo (1996).

18- Ñangaro (Aratinga Acuticaudata Neoxena)

Se encuentra en zonas áridas contiguas a la laguna La Restinga en la Isla de


Margarita al Noreste de Venezuela. Su extinción es probable en el mediano
plazo. Las principales amenazas para su preservación son su cautiverio como
mascota y la destrucción de su hábitat natural.

19- Colibrí Tijereta (Hylonympha Macrocerca)


Es uno de los más famosos endémicos venezolanos, sólo se encuentran en el
bosque nuboso de la Península de Paria en Sucre. Esta especie está en peligro
de extinción por la pérdida de su hábitat natural. Condición UICN: En Peligro
(2016).

20- Paujil de Copete de Piedra (Pauxi Pauxi)

Esta gran ave es originaria de Colombia y Venezuela, ubicada en la Sierra


Andina, la Costa Central y la Península de Paria. Se sospecha una disminución
moderada y continúa de la población basándose en las tasas de pérdida de
hábitat y los niveles de caza.

El plumaje de estos pájaros resulta muy atractivo en la joyería artesanal. Es


una de las cuatro especies prioritarias para la conservación de aves en
Venezuela. Condición UICN: En Peligro (2016).

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