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Escuela de Sociología
Jessica Franchesque
C.I. 22.030.780
Los últimos años del gomecismo transcurren sin sobresaltos. El régimen estaba
plenamente consolidado, con un ejército imponente y leal a Gómez. El siempre
inquietante Cipriano Castro había muerto en Puerto Rico en 1924 y las ansiedades del
Benemérito se habían muerto con él.
Para los últimos años del gomecismo, la gobernación del país era ejercida en gran
parte por el Ministro de Guerra y Marina: Eleazar López Contreras, designado desde el
año 1931 y quien podía divisarse como futuro heredero a la magistratura de la nación.
Años más tarde, el 17 de diciembre de 1935 Juan Vicente fallece en su lecho a causa de
su enfermedad. En este escenario, un amplio sector universitario y gomecista apoyaban
a Contreras como futuro sucesor, sin embargo, la oposición de López Contreras se
concentra en Eustoquio Gómez (primo hermano del Benemérito) y sus allegados,
quienes tejen una conspiración militar armada para tomar las riendas del próximo período
presidencial, sin embargo, este último cayó mortalmente herido por un disparo durante
un forcejeo ocurrido en el propio Palacio de la Gobernación.
Luis Ricardo Dávila (1988), señala algunas de las primeras medidas adoptadas
por el nuevo gobierno:
(…) después de los funerales del dictador las masas populares comenzaron a
expresar en la calle sus exigencias de liberación […] Los gritos de “libertad”
estremecieron ciudades y pueblos del país, y el primer clamor se dirigió al rescate
de los presos políticos, que sufrían en las cárceles el delito de oposición. (Zavala,
M. 1995. pp. 164)
Aunado a esto, comienza a circular un “llamamiento”, un comunicado proveniente
de los sectores antigomecistas que exigían como reivindicaciones inmediatas, entre otras
cosas, la liquidación del gomecismo y la aseveración de que las libertades democráticas
se mantendrían. Ante todas estas situaciones, en enero de 1936, el Presidente de la
República decide suspender las Garantías Constitucionales, donde prohíbe toda
propaganda política “comunista”, mediante el inciso sexto del artículo 32 de la
Constitución, implantándose en el país la censura de prensa y la limitación del derecho
de libre asociación y reunión.
La manifestación fue descrita por el diario “La Esfera” como, la más trascendental
manifestación cívica llevada a cabo en el país. La rebelión se detuvo frente a la residencia
presidencial y una delegación se entrevistó con López Contreras, el cual aceptó revocar
en un plazo de quince días, el decreto de la suspensión de las garantías constitucionales
y someter a la acción de los tribunales de justicia a los funcionarios culpables de haber
cometido esos crímenes:
(…) restituyó las garantías constitucionales que dado el halo de protesta se
habían suspendido, destituyó a los altos cargos gomecista, incluyendo al
Gobernador del Distrito Federal, general Félix Galavis y a quien se sindicaba de
haber ordenado disparar contra los manifestantes(…) (Ecarri, A., 2000. pp. 37)
Por otro lado, El PRP estaba constituido esencialmente por obreros y estudiantes
y a diferencia de la ORVE, sus ideales encontraban inspiración en el comunismo, aunque
nunca se declararon como tales debido al reglamento constitucional. Esta organización,
que le hace oposición al gobierno, “(…) aspira ser intérprete fiel de la mayoría del pueblo
de Venezuela, se propone luchar por hacer efectivos los anhelos de las masas laboriosas
de nuestro pueblo” (Suárez en Dávila, L.R., 1988. pp. 100).
El Programa de Febrero de 1936 fue un plan político que, como mayor meta,
buscaba la modernización de factores tales como lo fueron la educación, la salud, la
agricultura y las vías de comunicación con el fin de alzar las instituciones del estado para
el resguardo de los venezolanos. Como tal era el principio de lo que sería el estado
moderno en Venezuela, esto a partir de la “(...) necesidad de fundar instituciones
gubernamentales, lo cual expresaba el interés de reunir capacidad intelectual y fomentar
el conocimiento científico y técnico para resolver los problemas analizados” (Ruíz, H. en
Freites, Y. y Texera, Y. (1992). pp. 22).
La pieza fundamental que sustentará las transformaciones políticas del país hacia
un Estado democrático será la educación. En este sentido, las Agrupaciones Cívicas
deberán educar y formar conciencia cívica para enseñarle al pueblo venezolano cómo
desenvolverse bajo esta nueva forma de gobierno.
Un País Petrolero en Huelga
(...) las condiciones de vida y de trabajo en los campos petroleros constituían una
vergüenza para todos los venezolanos. Las viviendas de hoja de lata y tablas, en
tan tórrido clima, insalubres, incómodas, eran sólo comparables con los ranchos
de las tribus africanas...Además, el trato discriminatorio y despótico de las
capataces extranjeros era una permanente bofetada en el rostro de los hombres
dignos (…) (Fuenmayor, J., 1968. pp. 122)
El Plan Trienal Político Administrativo se puede decir que fue la manera en la cual
el gobierno dividió los presupuestos correspondientes a los planes de acción postulados
en el Programa de Febrero de 1936. Fue en un inicio la manera en la cual el presidente
López Contreras intentaría cerrar de manera eficiente los últimos 3 años de su gobierno,
por medio de la profundización de todo lo expuesto en febrero del 36. En conjunto, la
manera en que el gobierno de López Contreras atendió a las urgencias de su época fue
innovador, tanto en el Programa de Febrero como en el Plan Trienal puesto que en uno
se manifestaban las intenciones en el inicio del gobierno y en el segundo se profundizaba
dichas intenciones de manera pragmáticas. De una manera en la que por primera vez el
Estado aparece como garante, no sólo de la estabilidad política sino también del
progreso social del ciudadano venezolano.
Para el mismo año, se legaliza la Unión Municipal del Distrito Federal, una
agrupación que se declaraba públicamente adverso a la candidatura de Medina. En
1942, el gobierno hace un llamado a formar agrupaciones políticas a quienes sientan
empatía con el régimen medinista. Bajo esta coyuntura nace la matriz de un futuro partido
político: Partido Democrático Venezolano (PDV).
Aunque López Contreras expresa en el Plan de Febrero unos lineamientos por los
cuales se regiría el mejoramiento en materia agraria, Medina va más allá que su
antecesor, enfocándose en el incremento de la producción agrícola y pecuaria y la
incorporación de la agricultura a la producción industrial.
A esta junta se incorporaron más tarde los partidos Acción Democrática y COPEI,
con lo cual el frente político se fundió en un gran movimiento unitario de todos los
sectores, que aseguró el triunfo contra el dictador. Dentro de las fuerzas armadas, los
sectores más institucionalistas veían con preocupación el creciente poder del aparato
policial represivo del dictador. Esto significaba pérdida de prestigio en la institución
armada, que aparecía comprometida, de hecho, con los desmanes del régimen.
No sólo teniendo en cuenta el lado económico del país, sino también las esferas
de lo social y político que los precedía, se puede afirmar que López Contreras, Medina
Angarita y sus demás sucesores no tuvieron una tarea fácil al encarrilar a Venezuela por
las vías de la modernidad, evolución y democracia. En términos generales se puede
afirmar que el avance político, económico y social que se dio en Venezuela en los
períodos de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita fueron abismales y vitales
para el porvenir de la sociedad venezolana.