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Escuelas del Derecho Penal

Las Escuelas penales, se han agrupado a través de la doctrina, en base fundamentalmente


al conjunto de principios, de sistemas que han esgrimido en el desarrollo histórico de
nuestra ciencia, los diferentes tratadistas, sentando estos verdaderas bases dogmáticas
para el desarrollo de la ciencia penal.

Existen las siguientes escuelas a conceptualizar:

1. Escuela Clásica

El delito es un ente jurídico, porque su esencia debe consistir necesariamente en la


violación de un derecho, y siendo el derecho, congénito al hombre, dado por Dios, su
violación debe tener una sanción. (Carrara, 1805/1888).

Los caracteres más importantes de la Escuela Clásica, pueden resumirse en los siguientes:

 Método esencialmente racionalista, es decir, elaboración de las concepciones


doctrinarias, aplicando el método lógico-abstracto.
 Responsabilidad basada en el libre albedrío y en la culpabilidad moral; la
responsabilidad se funda en la libertad de elección del acto ilícito.
 El delito, como dice Carrara, es un ente jurídico y es concebido, esencialmente,
desde el punto de vista jurídico y no como un acontecimiento natural. El delito es
una contradicción con el derecho.
 La pena es considerada como un mal, y es un medio necesario para el
restablecimiento del orden externo de la sociedad. La pena es proporcional al
delito.
 La Escuela Clásica tiene sus bases filosóficas en el Derecho Natural. (Carrara,
1805/1888).

Las causas de este fracaso las atribuye Ferri a los dos hechos siguientes:

a) Extremó los derechos del individuo frente a los derechos de la sociedad, que necesita
defenderse de los malhechores, adoptó una posición individualista y se puso al servicio
del delincuente, proclamando el principio “pro-reo”.

b) Utilizó el método deductivo, lo que fue una causa de que se agotara en el análisis del
delito. No dispuso de las herramientas que proporciona la investigación científica y que
empleó después el positivismo. (Ferri, 1933)
2. Escuela Positiva
Los positivistas partían de una concepción determinista del hombre. Rechazaban el libre
albedrío y la fundamentación de la responsabilidad penal en la responsabilidad moral. El
hombre es responsable por el mero hecho de vivir en sociedad (responsabilidad social o
legal). El fundamento de la pena no se haya en la culpabilidad sino en la sensibilidad o
peligrosidad. El delito no interesa por sí mismo, sino como síntoma de la peligrosidad
del delincuente (concepción sintomática). La pena no tiene otro fin que la defensa social,
es decir, fines preventivos, de prevención general y de prevención especial, pero los
positivistas ponían el acento en esta última, pues al admitir la existencia del delincuente
nato, no creían en la eficacia intimidante de la pena. Mediante la pena se trata de conseguir
la readaptación social del delincuente, por medio de su segregación por tiempo
indeterminado.
Es indiscutible que esta escuela nace al albur de los pensadores revolucionarios de la
época, que en aporte significativo a las ciencias y a la filosofía se encumbraron en la cima
del conocimiento existente en aquella época, es decir, durante el siglo XIX. Allí
encontramos a Charles Darwin, Herbert Spencer y Augusto Comte. Con este filósofo el
término positivismo pasó a designar al movimiento dirigido a exaltar los hechos en contra
de las ideas, a resaltar las ciencias experimentales frente a las teóricas, y las leyes físicas
y biológicas contra las construcciones filosóficas. Para este filósofo, es tarea de la
filosofía determinar el desarrollo de cada ciencia y captar, desde dentro de ella, su línea
directriz. (Mir, 2010)
3. Escuela de la política criminal alemana
Concibe una ciencia total del Derecho Penal:
a) La Criminológica que se encargaba de la investigación de la causa del crimen y del
efecto de las penas;
b) La Política Criminal, que era la tarea valorativa que surgía como resultado de la
científica o criminológica;
c) Derecho Penal (dogmática), es concebido como una ciencia independiente de la
Sociología criminal, de la cual difiere tanto por su contenido (la exposición dogmática
del derecho vigente) como por su método, el lógico abstracto (Liszt, 1899/1919).
Los principales postulados de la escuela de la política criminal fueron:

El Derecho Penal tiene la función de estudiar el aspecto dogmático del derecho


vigente, utilizando para tal fin el método lógico abstracto.
La imputabilidad se basa en la capacidad de conducirse socialmente.
El delito se enfoca desde dos ángulos: como concepto jurídico y como fenómeno
natural,
La lucha contra el delito debe afrontarse con las penas y con las medidas de
seguridad. No abjuran de la pena, aunque sí proclaman que deben tener un fin,
pero ésta sólo se aplicará a los delincuentes imputables en tanto que los peligrosos
serán corregidos o inocuidades por medidas de seguridad.

4. Escuela Técnica Jurídica


Los principales postulados de la Escuela Técnica – Jurídica fueron:
 La escuela técnica – Jurídica depura al Derecho Penal de las infiltraciones
filosóficas con que los clásicos los desvirtuaron y de las concepciones
biosociológicas de los positivistas, que incluso lo hicieron perder su autonomía.
 Reduce el objeto de la ciencia penal a la elaboración dogmática, a la exégesis y a
la crítica del derecho positivo, al estudio de los delitos y de las penas en su aspecto
jurídico, al contenido de los textos legales vigentes.
 Parte de la base de que las normas jurídicas son debidas a un proceso de
abstracción y de generalización que constituye el método lógico – abstracto,
absolutamente diverso del de las ciencias naturales y sociales.
 El delito es concebido como fenómeno jurídico, por lo que otras ciencias deben
estudiarlo como fenómeno individual y social. En otras palabras, el delito es una
pura relación jurídica dónde debe distinguirse la causalidad material y psíquica;
es decir, el delito es un hecho humano, imputable, y lícito y dañoso, que pone en
peligro la existencia de la sociedad jurídicamente organizada.
 El delito merece una sanción, reservada para los sujetos capaces penalmente. Las
acciones peligrosas que no dan lugar a la aplicación de una sanción por razones
de incapacidad quedarán sometidas a medidas de seguridad o de carácter
administrativo

5. Escuelas Eclécticas

Las críticas contra las escuelas clásicas y positivista han dado nacimiento a escuelas
eclécticas que mantienen principios de la clásica y toman otros de la positivista,
situándose en un término medio, sin incurrir en las exageraciones de esta última y
apartándose de muchos postulados arcaicos del dogmatismo. Estas escuelas se
caracterizan por el dualismo de sus concepciones. Diferencian el Derecho Penal, al que
asignan un método lógico – abstracto, de la Criminología, Penología y Política Criminal,
que siguen una sistematización experimental. El crimen es un fenómeno complejo,
producto de factores individuales y de factores exógenos.

La condición del delincuente no debe exagerarse hasta hacer de él un tipo especial, el tipo
criminal que señala la escuela positivista pero si debe admitirse una clasificación, la de
ocasionales, habituales y anormales.

La pena debe ser afianzada con medidas de seguridad. Y respecto a la responsabilidad se


conserva el viejo concepto de libre arbitrio, de responsabilidad moral, pero admitiéndose
la peligrosidad, temibilidad o estado dañoso para algunos delincuentes. Esta tendencia
dualista de los penalistas críticos o neoclásicos ha influido en la confección de todos los
códigos penales promulgados en lo que va transcurriendo del siglo XX. Recogen en una
labor de compromiso, lo mejor de las dos escuelas positiva y clásica y así fundar sistemas
prácticamente útiles, capaces de influir de un modo efectivo en la formación del nuevo
derecho penal codificado. (Nevali, 2016).
6. Terza Scuola
La tercera escuela sustenta los siguientes postulados
 Negación del libre albedrío
 El delito es un hecho individual y social
 Se interesa por el delincuente, más que por el delito
 Señala las ventajas del método inductivo
 Adopta la investigación científica del delincuente
 Considera la responsabilidad moral
 Distingue entre imputables e inimputables
 Plantea la reforma social como deber del Estado.

7. Escuela Dualista
El último postulado de la política criminal, se ha llegado a concebir una tendencia dualista
que propicia, la descomposición de las legislaciones penales en dos códigos: Uno Penal
de índole retributiva y el otro preventivo que contendría las medidas de seguridad. La
idea fue esbozado en Alemania por el Prof. Carlos Von y sus demás representantes que
son Ernesto Beling y en Italia por Silvio Longhi.
8. Escuela Humanista
Fundad en Italia por Vicente Lanza y concibe el delito como una violación de la moral
social con la cual se confunde.
Sostiene que no pueden ser sancionados como tales aquellos hechos que no importan una
violación de nuestros sentimientos morales.
La pena es una medida de orden educativo, y solo son imputables los delincuentes
susceptibles a ser educados .Para los inimputables se reservan las medidas de seguridad.
Según la teoría humanista, se forma en la vida social una conciencia colectiva como
producto de la constante relación entre los individuos. Esta conciencia social es moral.
Los fenómenos sociales son la forma de esta conciencia moral colectiva. Así, el Estado
no es un Estado jurídico, sino moral, sus deberes son morales; y el Derecho tiene su
génesis también en la conciencia moral colectiva, surge de la exteriorización consciente
de determinada idealidad; es, pues, pura forma, una parte de la idealidad colectiva.
9. Escuela Social
Las sociedades tienen los criminales que se merecen y el medio social es el caldo del
cultivo de la criminalidad mientras que el microbio es el criminal. Para la escuela social,
el presupuesto operante es el de la desigualdad material y la división del trabajo, y no el
de la igualdad del contrato. La responsabilidad penal es individual, pero requiere una
depuración de las fuerzas sociales.
El sistema jurídico busca ante todo una justicia social y tiene un criterio político que busca
la comprensión y mejoras sociales.
Tratándose del delincuente, la escuela social realiza los estudios de estos bajo un enfoque
sociológico, la patología se desplaza del campo individual al social. Esta escuela
introduce el estudio de la motivación en el delincuente y hace la medición punitiva con
base en factores objetivos y subjetivos, desde luego la lista de factores subjetivos la
amplia, y a más de esto, no solo reconoce la atenuación punitiva derivada de ambas
factores sino que llega también a admitir la exclusión de responsabilidad. La escuela
social fue la primera en hacer la distinción entre lo patológico y lo no patológico, con
énfasis en lo no patológico. (Durkheim, 1893)
10. Escuela Anómica
Su fundamento teórico está basado en la anomia, situación en la cual el desarrollo social
desborda al control institucional. El presupuesto operandi está fundamentado en la
desigualdad material y una mayor división del trabajo. Sigue la responsabilidad en el
campo individual pero aparece la tendencia a socializarla.
La finalidad del sistema jurídico está basado en el hallazgo del nivel natural en la
meritocrasia. El enfoque es sociológico y se dirige a la contracultura, pero no a la cultura.
Solo el proletario aparece representado en las estadísticas de criminalidad. Desde luego
la escuela anomica no hace caso omiso de la motivación en el delincuente, pero, en
verdad, tampoco hace de este aspecto su principal punto de meditación, puesto que la
motivación importante no está en el individuo sino en la sociedad. Al centrar el foco
eruptivo de la delincuencia en la sociedad y no en el individuo, la medición punitiva en
si pierde importancia pues resulta de poca utilidad en el tratamiento de la delincuencia
mantenida erróneamente dentro de rigurosos esquemas individuales. Empieza otro tipo
de cuestionamiento en derredor de la facultad punitiva.
11. Escuela Ecológica
Su fundamento teórico es el que la formación de la sociedad es orgánica y no contractual.
El presupuesto operandi está basado en la desigualdad material y muy grande división del
trabajo. Su responsabilidad deja de ser individual y se convierte en social y grupal. El
hallazgo del equilibrio biótico-social es la finalidad del sistema jurídico.
El principal aporte de esta Escuela Ecológica, con sede en Chicago y producto de las
inmigraciones incontroladas de europeos, es la interpretación de la delincuencia de la
mafia.
12. Abolicionismo

Las doctrinas abolicionistas no encuentran justificación alguna en el derecho penal y


propugnan su eliminación porque consideran que las ventajas proporcionadas por el
derecho penal son inferiores a sus perjuicios.

Creen beneficiosa la abolición de la forma jurídica penal de la sanción punitiva y su


sustitución por medios pedagógicos e instrumentos de control informal o inmediatamente
social. Proponen la sustitución de la forma penal de la reacción punitiva por tratamientos
terapéuticos informales pero siempre institucionalizados, coercitivos y no meramente
social. El abolicionismo penal sienta sus bases en la negativa de cualquier clase de
justificación por parte del Estado.
13. Escuela Finalista
Su gran maestro y máximo exponente es el Doctor Hans Welsel quien concibe que:

El delito simplemente como una acción injusta y culpable. No hay delito si la acción y
descripción legal no coinciden. Si la acción no está prevista como delito, se da la
denominada atipicidad. Tampoco hay delito si el sujeto no actúa con dolo o culpa.
Tampoco lo hay si concurren causales de justificación. También se desnaturaliza el delito
si la conducta es producida por ERROR.

Distingue esta escuela dos clases de error: Uno, si el autor se equivoca al realizar la
conducta, sobre los elementos del tipo penal, estaremos frente a un error de tipo; si el
autor desconoce que su conducta estaba definida como delito, se presenta el error de
prohibición.

Para el finalismo, la pena, que es consecuencia de haber obrado con culpabilidad, tiene
tres fines: Preventivo, dado por la amenaza de la carga aflictiva; Retributivo, dado por la
aplicación de la sanción; resocializador del autor del ilícito que se deriva de la ejecución
de esa pena.
La responsabilidad penal no existe si en la acción faltan los elementos subjetivos: dolo,
culpa o preterintencional, o si quien incurre en el hecho actúa en concurrencia de una
causal exculpante de responsabilidad, como el caso fortuito, la fuerza mayor, el error de
tipo o prohibición
Define el delito como una acción injusta culpable. En toda ilicitud los elementos
estructurales son tres, a saber:

1 - La acción. Es la forma como el ser humano, con una finalidad, realiza o determina la
realización de un suceso. La acción siempre se realiza con una finalidad, tiene un
contenido subjetivo, No es simple proceso físico - objetivo, no es un simple suceso causal
productor de un resultado como dicen los dogmáticos o casualistas.

2 - Acción injusta. No basta que una acción se adecue a la norma penal. Para que sea una
acción injusta se requieren dos situaciones: que se adecue al tipo penal y, que coincida
con sus elementos y que sea antijurídica (que no concurran causales de justificación). El
tipo penal, es pues, mixto. Tiene una parte objetiva (que son los elementos de la
descripción legal o elementos normativos o elementos objetivos del tipo) y otra parte
subjetiva (que son los elementos: Dolo, Culpa o Preterintencional.

Además de los subjetivos propios de cada tipo penal: Ajenidad en el hurto, Móviles de
bondad en el Homicidio pietatistico, la intención violenta en los delitos sexuales). El dolo
en la teoría finalista es un simple comportamiento intencional exento de conciencia de la
ilicitud, contrario piensan los dogmáticos que exigen que la conciencia de atipicidad y
antijuridicidad estén presentes en el dolo.

3 - Acción injusta culpable. Este es el tercer elemento, que sea culpable una acción
injusta, sino es así, no se configura el delito. La culpabilidad es el juicio de reproche que
se hace sobre determinada conducta. Para que una acción injusta sea culpable se requieren
dos elementos: Capacidad de culpabilidad (imputabilidad) y el conocimiento potencial de
la antijuridicidad. En el caso de la imputabilidad, se exige que el autor haya podido, en el
momento del hecho, comprender la criminalidad de su acto y comportarse de acuerdo a
esa comprensión
Bibliografía
Carrara, F. (1805/1888). Escuela Clásica.

Durkheim, E. (1893). Escuela social del derecho penal.

Ferri, E. (1933). Principios del derecho criminal .

Liszt, V. (1899/1919). Teoría y Práctica en la Politica Criminal .

Mir, P. S. (2010). Derecho Penal Parte General . Valencia : Tirant lo Blanch.

Nevali, C. (2016). Derecho Sanción y justicia penal. BDF.

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