Las células sexuales o gametas femeninas y masculinas se conocen con el
nombre de óvulos y espermatozoides. Estas células se forman en el interior de las glándulas sexuales y están destinadas a unirse durante el proceso de fecundación con el fin de llevar a cabo la reproducción en el ser humano.
Gametos humanos o células sexuales
Los responsables del proceso de la fecundación en humanos son dos: el gameto
maduro de tipo femenino (célula huevo, ovocito u óvulo) y el gameto maduro de tipo masculino (espermatozoide). Cada uno de ellos es producido por las respectivas gónadas (ovario y testículos) a través de un complejo proceso, la gametogénesis.
Gametogénesis
La gametogénesis es la formación de los gametos sexuales, tanto masculina
como femenina. A continuación se detallan los procesos que permiten formar las células sexuales.
La espermatogénesis
Es el proceso de formación de espermatozoides, lo cuál se da en el testículo,
específicamente en los tubos seminíferos. Este proceso inicia a partir de la pubertad. Los espermatozoides se desarrollan a partir de unas células llamadas espermatogonias, las cuales se dividen y forman lo que se llaman espermatocitos de primer orden, luego en espermatocitos de segundo orden, éstos se convierten en espermátidas, y por último, en espermatozoides. Por meiosis, estas células van a originar finalmente células haploides, con 23 cromosomas, llamadas espermatozoides.
La ovogénesis
Es el proceso que permite la formación de óvulos. En el ovario de la mujer
existen unas células llamadas ovogonias, que se dividen repetidamente para formar ovocitos de primer orden, estas sufren dos divisiones meióticas y se transforman en ovocitos secundario. De estas células resulta una célula haploide, denominada óvulo. Consecuencias de la fecundación
Formación del cigoto.
Se restablece la célula diploide, a través de la unión de las dos células haploides, es decir, el óvulo y el espermatozoide. Se forma una célula completa desde el punto de vista estructural, donde la mayor parte es proporcionada por el óvulo. Se inician las divisiones mitóticas de la segmentación.