DÍA 1
SOY
Puede ser devastador cuando la vida no sale como quieres, no pasas un examen
importante, te lastimas gravemente, pierdes tu trabajo o terminas con tu novio o
novia. Estas cosas te impiden hacer lo que amas o estar con personas que amas.
Por dolorosas que sean estas cosas, lo más importante es que Dios nos amó
tanto que envió a su hijo a llevar nuestros pecados sobre sí mismo y morir por
nosotros. No podemos ubicar nuestra identidad en personas o en lo que hace-
mos, porque estas cosas cambian todo el tiempo y se ven afectadas por cosas
que están más allá de nuestro control. No importa cuánto trabajemos, pero lo
que es seguro es que fracasamos, nos equivocamos y no somos perfectos, pero
Dios es perfecto, y por lo que Jesús ha hecho podemos saber que Dios nos ama,
tiene el control y nos cuida.
Podemos poner nuestra identidad en Dios, con total confianza de que esta es la
decisión correcta, porque Él nos ama, es perfecto y bueno, y nunca cambiará en
estas características.
Mientras cambian tantas cosas en nuestra vida, Dios siempre será quien la Biblia
dice que es. En lugar de poner nuestra identidad en nuestros éxitos, en lo que
hacemos, en nuestros amigos y familiares, nuestro novio o novia u otras muchas
cosas temporales, vamos a poner nuestra identidad en el Dios que nos amó
tanto que envió a su único hijo a llevar nuestros pecados sobre él y morir por
nosotros.
Poner a Dios primero hacer que Él forme lo que eres, y te libera para lidiar con
las grandes pérdidas en la vida porque Dios es más importante que tener dinero
o una relación romántica.
DÍA 2
DIME CON QUIÉN ANDAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
Este fue un dicho que escuché muchas veces cuando era adolescente. Significa que
al mirar a tus amigos, las personas pueden saber quién eres. Al principio no
entendía por qué mis padres se preocupaban tanto por elegir a mis amigos; a veces,
realmente pensaba que era su forma de tratar de controlarme y mantenerme solo.
Hoy veo el poder que tienen las amistades en mi vida. Muchas veces escuchamos
más a nuestros amigos que a nuestros padres o a nuestros líderes, y nos ponemos
en esa posición tan peligrosa donde pensamos que ellos son los «enemigos» y que
mis amigos son los aliados.
Cuando me encontraba sola y sin saber qué hacer, sin saber adónde ir, los únicos
que estaban ahí esperándome eran mis padres. Esa fue la última vez que hable con
mi «amiga», y tomé la decisión de escoger personas cuya amistad pudiera acer-
carme a Dios y a mis padres. Cualquier amistad que te haga alejarte de tu familia,
de la iglesia o de tu propósito, es una amistad que va a llevarte adonde no quieres
ir, hasta dejarte solo.
«Hay quienes parecen amigos, pero se destruyen unos a otros; el amigo verda-
dero se mantiene más leal que un hermano.» (Proverbios 18:24)
Busca amigos que te hagan una mejor persona y no la peor versión de ti mismo.
DÍA 3
¡NECESITO UNA RELACIÓN PARA SOBREVIVIR!
Dios sabía lo que yo anhelaba, pero entendí que antes de yo necesitar un novio,
necesitaba de Dios. Necesitaba entender quién era yo, aceptarme y amarme y dejar
que Dios llenara mis vacíos, como nadie más iba a poder hacerlo. Solamente los
corazones sanos producen relaciones sanas, y mi corazón no era el más sano en
ese momento. Mi consejo es que dejes que sea Dios el que llene lo que tu vida
necesita, y que tu autoestima no dependa de una persona, que solo dependa de Él,
y eso solo lo consigues teniendo una relación con Jesús.
DÍA 4
¿PERDONAR EL BULLYING?
«Porque conocemos a aquel que dijo: "La venganza es mía; voy a pagar ". Y
nuevamente: "Jehová juzgará a su pueblo".» (Hebreos 10:30).
La venganza le pertenece a Dios. Dios es el único que tiene derecho a emitir juicios.
Entonces, ¿qué deberíamos hacer si alguien nos lastima? Estamos llamados a
perdonarnos unos a otros. Un gran ejemplo de perdón y la aplicación de este
versículo son las circunstancias entre David y Saúl: incluso en una situación difícil,
bajo la amenaza de la muerte, David demostró el perdón y la creencia de que a Dios
le pertenece la venganza.
David nos mostró cómo perdonar al que quería matarlo. No importa cuál sea la
situación, no importa cuánto alguien te haya lastimado o intimidado, deberíamos
aprender a perdonarlos y dejar que sea Dios quien se encargue y trate en el
corazón de los que nos hieren.
DÍA 5
NO TENGO A NADIE. NECESITO A ALGUIEN.
Un mes después de publicar esas palabras en línea, la adolescente canadiense de 15
años Amanda Todd se quitó la vida, empujada al límite por tres años de acoso
cibernético que se convirtieron en ansiedad, depresión y adicciones.
Esta historia sobre Amanda es terriblemente triste. Muchas veces es muy difícil
navegar a través de este mundo como un adolescente. Hay presiones enormes para
encajar y complacer a los demás, pero sin embargo, hay 4 cosas que sería bueno
recordar mientras viajas en tu adolescencia:
2. El perdón está disponible para ti, no importa qué hayas hecho, porque
Jesús murió por ti. Vas a cometer errores en tu adolescencia y más allá
también, y sin embargo Jesús tiene el poder de cambiar tu pasado y
darte un mejor futuro.
3. Nunca estás solo. Si crees en Jesús, nunca estás solo. Él promete estar
contigo siempre, pase lo que pase.
4. Ten cuidado con lo que publicas o haces en línea. Una vez que está en
internet, se queda ahí para siempre.
«Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin
de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.»
(Efesios 2:10)
El Creador del universo te ama, te acepta y te valora; ¡no necesitas hacer «lo que
sea necesario» para lograr que otras personas te deseen o te acepten!