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"Escucha, oh Israel, el Se�or es nuestro Di-s, el Se�or es Uno.

Bendito sea Su Nombre de Gloria de Su reinado por siempre.

Y amar�s al Se�or, tu Di-s, con todo tu coraz�n, y con toda tu alma,


y con todos tus recursos. Y estas palabras que yo te ordeno hoy estar�n
sobre tu coraz�n. Y las ense�ar�s a tus hijos, y hablar�s de ellas cuando
est�s en tu casa y cuando andes por el camino; cuando te acuestes y cuando te
levantes.
Y las amarrar�s como se�al sobre tu brazo y ser�n un adorno entre tus ojos.
Y las escribir�s sobre los marcos de tus puertas y de tus portones.

Y ser� que si vas a escuchar mis Preceptos que Yo te ordeno hoy, de amar al Se�or,
tu Di-s, y de servirlo con todos tus corazones y todas tus almas.
Y dar� lluvia a tus tierras en el tiempo apropiado, la primera y la �ltima lluvia,

y vas a recoger tu grano, tu vino y tu aceite y Yo te voy a proveer de pasto en tu


campo
para tu ganado, y comer�s y estar�s satisfecho. Cu�dense de no dejar
que vuestros corazones sean seducidos y echados a perder y sirvan a otros dioses
y se prosternen ante ellos. Y la ira del Se�or caer� sobre vosotros
y va a retener el cielo y no habr� lluvia, y la tierra no producir� su fruto
y pronto ser�n expulsados de la buena tierra que el Se�or les da.
Y pondr�n estas palabras Mias en sus corazones y en vuestras almas, y las amarrar�n

como se�al en sus brazos y ser�n ornamentos entre sus ojos.


Y las ense�ar�n a sus hijos y hablar�n de ellos, cuando est�s en tu casa
y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Y las escribir�s en los marcos de tus puertas y en tus portones,
para que se alarguen tus d�as y los d�as de tus hijos sobre la buena tierra que el
Se�or
jur� darles a tus padres, como los d�as del cielo sobre la tierra."

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