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TEMAS Y DEBATES Equidad

Juicios sobre la De la globalización se suele afirmar


con frecuencia que se trata de un
proceso de occidentalización del mundo.
Al respecto parece haber un acuerdo táci-

globalización
to entre sus defensores y sus detractores.
Aquellos que comparten una visión opti-
mista, ven en ella una contribución de la
civilización occidental al mundo contem-
poráneo. Hay una historia hecha a la me-
dida de esta percepción, en la que todos
los desarrollos esenciales se originaron
en Europa: primero fue el Renacimiento,
después la Ilustración y la revolución in-
La globalización implica riesgos, pero también, grandes dustrial, y por último el aumento masivo
de los niveles de vida en Occidente. Hoy
oportunidades para las naciones menos desarrolladas. los grandes logros de Occidente se esta-
rían diseminando por todo el orbe. En es-
ta visión, la globalización no sólo es buena
sino deseable, una suerte de obsequio de
Occidente al mundo. Quienes defienden
Amartya Sen esta lectura de la historia se suelen irritar
Premio Nobel de Economía porque la globalización no sólo es vista co-
mo una maldición, sino que se le despre-

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cia e impugna por un mundo malagrade- dentales. El sistema decimal surgió y se chas fronteras de la civilización occiden-
cido. Vista desde la perspectiva opuesta, desarrolló en India entre la segunda y la tal. La civilización global es una herencia
la dominación occidental –entendida a sexta centurias; después fue utilizado por del mundo entero –y no sólo de un catálo-
veces como una continuación del impe- los matemáticos árabes. Las innovacio- go de culturas locales dispares–. Cuando
rialismo occidental– es el malo de la pe- nes matemáticas llegaron a Europa en el una matemática moderna de Boston in-
lícula. En esta percepción, el capitalismo último cuarto del siglo X. Ahí empezaron voca un algoritmo para resolver un com-
contemporáneo, movido por la codicia y a tener un impacto en los primeros años plejo problema computacional, tal vez no
la avaricia de las naciones occidentales de del último milenio, y desempeñaron un sea consciente de que está celebrando al
Europa y América del Norte, ha impuesto papel destacado en la revolución científi- matemático árabe Mohammad Ibn Mu-
reglas en las relaciones comerciales y glo- ca que transformó a Europa. Los agentes sa-al-Khwarizmi, que vivió en la prime-
bales que menoscaban a los más pobres de esa globalización no fueron europeos ra mitad del siglo IX. (La palabra algorit-
del mundo. La vindicación de diversas ni exclusivamente occidentales, tampoco mo proviene del nombre Al-Khwarizmi).
identidades no-occidentales –que se de- estaban vinculados al dominio occiden- Existe una cadena de relaciones intelec-
finen por la religión (el fundamentalismo tal. De resistirse a la globalización de las tuales que vinculan a las matemáticas y
islámico), la geografía (los valores asiáti- matemáticas, la ciencia y la tecnología de las ciencias occidentales con una serie
cos) o la cultura (la glorificación de la éti- aquél tiempo, Europa habría sido mucho de pensadores no-occidentales, entre los
ca del confucionismo)– no ha hecho más más pobre –económica, cultural y cientí- cuales se halla Al-Khwarizmi. (El térmi-
que atizar el fuego de esta confrontación ficamente–. Hoy se aplica el mismo prin- no álgebra proviene de su célebre tratado:
con Occidente. Pero ¿es la globalización cipio, aunque en dirección contraria (de Al-Jabrwa-al Muqabilah). Al-Khwarizmi,
realmente una nueva maldición occi- Occidente hacia Oriente). Rechazar la uno de los tantos pensadores no-occiden-
dental? De hecho, no es ni nueva ni ne-
cesariamente occidental; tampoco cons-
tituye una maldición. Durante miles de Existen suficientes evidencias para mostrar que la
años, la globalización ha contribuido al
progreso del mundo a través de los viajes, economía global ha traído prosperidad a diversas regiones
el comercio, la migración, las mutuas in- del planeta. Hace tan sólo algunos siglos, la pobreza
fluencias culturales y la diseminación del
conocimiento y el saber (incluyendo el de dominaba al mundo entero, y la prosperidad se distribuía
la ciencia y la tecnología). Hay casos en entre unas cuantas ínsulas.
que las interrelaciones globales han sido
esenciales para el desarrollo de países en-
teros. Además, no siempre han resultado globalización de la ciencia y la tecnolo- tales cuyos trabajos influyeron en el Rena-
de la influencia occidental. Por el contra- gía porque representan la influencia y el cimiento europeo y, más tarde, en la Ilus-
rio, los agentes activos de la globalización imperialismo occidentales, no sólo signi- tración y la revolución industrial, merece
aparecen frecuentemente fuera del área fica prescindir de contribuciones globa- el crédito por los logros asombrosos que
de Occidente. les –provenientes de muchas partes del ocurrieron en Europa y que europeizaron
Habría que considerar el mundo no mundo– que se hallan sólidamente an- a Estados Unidos. La idea de un origen
hacia el final del milenio, sino en sus ini- cladas en las así llamadas ciencia y tec- occidental inmaculado es pura fantasía.
cios. En el año 1000 d. C., la expansión nología occidentales, sino que redunda El progreso global de la ciencia y la tecno-
global de la ciencia, la tecnología y las ma- en una práctica bastante estúpida, dada logía no sólo no ha sido un fenómeno ex-
temáticas habían cambiado la naturaleza la dimensión con la que el mundo entero clusivamente occidental, sino que mues-
del Viejo Mundo, pero su diseminación puede beneficiarse de ellas. tra desarrollos globales esenciales en los
se llevó a cabo en la dirección opuesta cuales Occidente ni siquiera aparece. La
a la que observamos hoy. En el mundo La herencia Al rechazar el diagnóstico impresión del primer libro del mundo
del año 1000, la alta tecnología incluía el de la globalización como un fenómeno fue un evento esencialmente global. La
papel, la imprenta, el arco, la pólvora, la cuyo origen es la quintaesencia de Oc- tecnología de la imprenta es un logro que
suspensión de puentes con cadenas de cidente, hay que sospechar no sólo de la debe atribuirse enteramente a los chinos.
acero, el papalote, la brújula magnética retórica antioccidental, sino también de Pero el contenido provino de otro lugar. El
y la rueda de molino. Todos estos instru- la xenofobia pro-occidental. Cierto: el Re- primer libro impreso fue un tratado hin-
mentos eran comunes en China –y prác- nacimiento, la Ilustración y la revolución dú en sánscrito, traducido al chino por un
ticamente desconocidos en otras partes industrial fueron grandes logros –y tuvie- hombre de origen medio turco. El libro,
del mundo–. La globalización los llevó a ron su sede principal en Europa y, des- Vajracchedika Prajnaparamitasutra (que
todo el orbe, incluyendo Europa. Un mo- pués, en Estados Unidos–. Pero su desa- a veces se refiere como “El diamante su-
vimiento similar ocurrió con la influen- rrollo se basó en la experiencia del resto tra”), es un viejo tratado de budismo. Fue
cia de Oriente en las matemáticas occi- del mundo, que no se reduce a las estre- vertido del sánscrito al chino en el siglo V

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por Kumarajiva, un académico de origen tomía fundacional de dos civilizaciones cia. Existen suficientes evidencias para
medio hindú y medio turco que vivió en dispares. Las matemáticas europeas, que mostrar que la economía global ha traído
la parte oriental de Turkistán llamada Ku- usan conceptos como el de seno, eran vis- prosperidad a diversas regiones del plane-
cha, y que más tarde emigró a China. Su tas como una importación puramente oc- ta. Hace tan sólo algunos siglos, la pobre-
primera impresión data de cuatro siglos cidental a la India. De hecho, el matemáti- za dominaba al mundo entero, y la pros-
después, en 468 d. C. Esta historia, que co hindú Aryabata desarrolló el concepto peridad se distribuía entre unas cuantas
incluye a China, Turquía e India, expresa de seno en su trabajo clásico sobre astro- ínsulas. Las interrelaciones económicas
una forma de globalización en la que Oc- nomía y matemáticas en el año 499 d. C. extensivas y la tecnología moderna han
cidente estuvo absolutamente ausente. Lo llamó por su nombre en sánscrito: jya- sido –y seguirán siendo– decisivas para
ardha (literalmente: “medio arco”). Este superar esta penuria. Lo que sucedió en
Interdependencias Que la globaliza- término, que inicialmente fue reducido Europa, Estados Unidos, Japón y el Leja-
ción de las ideas y las prácticas merece en sánscrito al de jya, se transformó en no Oriente contiene un mensaje esencial
ser rechazada porque contiene la ame- el jiba árabe, y más tarde en el de jaib, que para todas las regiones del mundo, y no
naza de la occidentalización, es un diag- significa “bahía o caleta”. En su Historia se puede entender la naturaleza actual
nóstico equivocado que ha desempeñado de las matemáticas, Howard Eves explica de la globalización sin antes admitir los
un papel regresivo en el mundo colonial que hacia 1150 d. C., Gherardo de Cremo- frutos producidos por las relaciones de la
y poscolonial. Este rechazo propicia ten- na, en su versión al latín, tradujo jaib co- economía global.
dencias parroquiales y sabotea la objeti- mo sinus, palabra que corresponde a ba- Es simplemente imposible revertir la
vidad de la ciencia y del conocimiento. hía o caleta. Este es el origen del concepto penuria económica de los pobres a lo lar-
Dadas las interacciones globales, no sólo moderno de seno. El término ha cerrado go y ancho del mundo, manteniéndolos

resulta contraproducente, sino que puede un círculo completo –comenzando en la al margen de los avances de la tecnología
causar que las sociedades no-occidenta- India, y de regreso–. contemporánea, la probada eficiencia del
les “se metan el pie” a sí mismas, incluso Ver a la globalización como una sim- intercambio y el comercio internaciona-
el valioso pie de la cultura. ple continuación del imperialismo de las les y los beneficios sociales y económicos
Considérese tan sólo la resistencia en ideas y las creencias occidentales (tal y co- que se derivan de una sociedad abierta.
India a la utilización de las ideas y los con- mo lo sugiere esta retórica) es un grave y El problema central reside en cómo ha-
ceptos occidentales en las ciencias y en las costoso error, de la misma manera que cer uso de las ventajas que encierran el
matemáticas. En el siglo IX, este debate lo habría sido cualquier forma de resis- intercambio económico y el progreso tec-
se transformó en una amplia controver- tencia europea a la influencia oriental a nológico, de tal manera que la atención se
sia entre los defensores de la educación principios del milenio pasado. Sin duda centre en los intereses de los explotados y
occidental versus los que abogaban por la hay aspectos de la globalización que se los marginados. Esta es, a mi entender, la
educación tradicional hindú. Los “occi- relacionan con el imperialismo (la histo- pregunta que emerge de los así llamados
dentalizantes” no atribuían ningún mé- ria de las conquistas, el colonialismo y la movimientos globalifóbicos.
rito a la tradición hindú, como el dudoso dominación extranjera), y las explicacio- El reto principal se relaciona con la
Thomas Babington Macaulay que llegó a nes poscoloniales del mundo no dejan de inequidad –tanto internacional como
escribir: “Nunca me he topado entre ellos tener su mérito. Pero sería del todo equi- intranacional–. Las desigualdades son
[quienes abogaban por la tradición hindú] vocado entender a la globalización como múltiples: disparidades en el bienestar,
a quien pueda negar que un simple ana- un rasgo puramente del imperialismo. Es severas asimetrías en los equilibrios de
quel de una buena biblioteca europea es algo más que eso. poder y oportunidades políticas, sociales
más valioso que toda la literatura hindú La distribución de las pérdidas y las y económicas decrecientes. Otra pregun-
y árabe juntas”. En respuesta, quienes de- ganancias económicas producidas por la ta nodal se refiere a la distribución de las
fendían la educación nativa se oponían a globalización plantea una pregunta ente- ganancias potenciales de la globalización
toda forma de influencia occidental. Sin ramente distinta, y debe ser examinado –tanto entre países ricos y pobres como
embargo, ambos lados admitían la dico- como un tema de extraordinaria relevan- entre los diferentes grupos sociales de

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un mismo país–. No basta entender que que los partícipes se benefician más en
los pobres en todo el mundo requieren la ausencia de cooperación. En realidad, se
globalización tanto como los ricos; tam- trata de la elección entre estas alternati-
bién es preciso asegurar que obtengan vas. Por ejemplo, para argumentar que
de ella lo que necesitan. Para abogar por un arreglo familiar sexista y desigual es
la globalización se requerirían reformas particularmente injusto, no se hace ne-
institucionales masivas; también, más cesario demostrar que las mujeres resul-
claridad en la formulación de las pre- tarían comparativamente más beneficia-
guntas sobre el tema de la distribución. das si no existiera la familia, sino que la
Por ejemplo, con frecuencia se afirma distribución de los beneficios es simple-
que los ricos se están haciendo más ri- mente desigual bajo ese arreglo. Antes
cos, y que los pobres, más pobres. Pero que la justicia entre los géneros se con-
este fenómeno no sucede de manera uni- virtiera en una preocupación general (tal
forme, incluso si aceptamos que existen y como ha sucedido en décadas recien-
casos donde acontece en realidad. Todo tes), abundaban los intentos de evadir el
depende de la región y del grupo que eli- tema (de la injusticia en el orden fami-
jamos, así como de los indicadores de la liar) argumentando que si las mujeres
prosperidad económica. Pero el intento creyeran que ciertos arreglos familiares
de fustigar a la globalización económi- les son injustos no necesitarían vivir en
ca con esta precaria argumentación pro- familia. También se acostumbraba afir-
duce una crítica peculiarmente frágil. mar que los arreglos familiares existen-
Los apologistas de la globalización argu- tes no podían ser injustos si los hombres
mentan que los pobres que participan en y las mujeres vivían en familia. Pero aun
el comercio y el intercambio internacio- si se admite que tanto las mujeres como
nales se vuelven menos pobres. Ergo –se- los hombres puedan obtener beneficios
gún este artilugio–: la globalización no es al vivir en familia, la pregunta de la justi-
injusta para los pobres. Ellos también se cia distribucional queda sin resolver. En
benefician. Si se acepta la relevancia de principio, existen diversos arreglos fami-
esta pregunta, todo el debate gira en torno liares –comparados con la total ausencia
a cuál de los lados tiene la razón en esta de un sistema familiar– que cumplen con
disputa empírica. ¿Pero es este el campo el requisito de satisfacer las necesidades
de batalla real? Creo que no. tanto de hombres como de mujeres. El
¿Es la globalización verdadero problema reside en qué tan jus-
Negociación y justicia Aun si los pobres tamente se distribuyen los beneficios en
se hicieran un poco más ricos, esto no realmente una nueva cada uno de los respectivos arreglos.
implicaría que obtuvieran una parte más maldición occidental? De De la misma manera, es inútil rebatir
justa de los beneficios potenciales que en- la crítica de que el sistema global es in-
cierran las relaciones globales económi- hecho, no es ni nueva ni justo respondiendo que incluso los más
cas. No tiene mucho sentido preguntarse necesariamente occidental; pobres obtienen algo de las interrelacio-
si las desigualdades marginales interna- nes globales; o que no se vuelven más
cionales han crecido o decrecido. No es tampoco constituye una pobres necesariamente. Esta respues-
necesario demostrar que la desigualdad maldición. ta puede ser o no la equivocada, pero la
masiva o la injusticia distributiva están pregunta sin duda lo es. El problema no
creciendo, para rebelarse contra la pobre- es si los pobres se están haciendo margi-
za y las desigualdades lacerantes –o para nalmente más pobres o ricos; tampoco si
protestar contra la injusta distribución de métrica en 1950 y citado, entre otros es- obtuviesen mayores beneficios en caso
beneficios de la cooperación global– que critos, por la Real Academia de Ciencias de que se excluyeran a sí mismos de las
caracterizan al mundo contemporáneo. cuando Nash obtuvo el Premio Nobel de interacciones globales. Insisto: el tema
Todo esto es un asunto aparte. Economía) sobre el hecho de que no se central es la distribución de los dividen-
Las ganancias que se derivan de la trata de saber si algún acuerdo particu- dos que resultan de la globalización. Esta
cooperación pueden redundar en órde- lar puede resultar mejor que si no hubie- es la razón por la cual muchas de las pro-
nes muy disímbolos. Hace más de medio ra cooperación alguna, sino de la distri- testas en contra de la globalización, cuyo
siglo, John Nash, matemático de la teoría bución justa de los dividendos. Es inútil propósito consiste en propiciar un mejor
de los juegos, reflexionó (en “El problema refutar la crítica de que tal o cual arreglo arreglo para los marginados en la econo-
de la negociación”, publicado en Econo- distribucional es más injusto aduciendo mía mundial, no tienen un carácter “an-

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tiglobalizante” –contrariamente a lo que nocimiento de este hecho apenas inicia zan al mundo contemporáneo, y que de-
dicta su propia retórica y a las concepcio- la discusión sobre las condiciones de los finen a la economía global en su conjunto.
nes que se les suelen atribuir–. La misma mercados globales. Al capitalismo global le preocupa mu-
razón por la cual no existe ninguna con- En las relaciones globales, la econo- cho más la expansión de las relaciones
tradicción en el hecho de que las así lla- mía de mercado no funciona por sí mis- de mercado que, digamos, la democracia,
madas protestas globalifóbicas se hayan ma. Más aún: ni siquiera puede operar la educación elemental o las oportunida-
convertido en los eventos más globaliza- por sí misma en un país dado. No sólo se des sociales de los sectores subalternos.
dos del mundo contemporáneo. trata del hecho de que un sistema de mer- Si es evidente que la globalización de los
¿Será posible realmente que es- cado puede generar muy diversos resul- mercados, vista en sí misma, supone una
tos grupos dispersos puedan arran- tados en función de las condiciones que perspectiva inadecuada para abordar el
car un mejor trato a la economía hacen posible su existencia (tales como la problema de la prosperidad económica,
globalizada tomando en cuenta la eco- distribución de los recursos naturales, el se necesita ir más allá de las prioridades
nomía de mercado? La respuesta es: sí. desarrollo de los recursos humanos, las que produce el propio capitalismo global.
Los usos de la economía de mercado son normas empresariales, los niveles de se- Como alguna vez lo dijo George Soros, los
compatibles con diversas formas de pro- guridad social, etcétera). Estas condicio- inversionistas internacionales prefieren
piedad, la distribución heterogénea de nes de existencia dependen a su vez de trabajar con autocracias altamente regi-
recursos y con diferentes normas de ope- instituciones políticas, económicas y so- mentadas que con democracias repletas
ración (como las leyes de patentes y las re- ciales que operan en los ámbitos nacio- de activismo y menos regimentadas; y es-

Aun cuando la operación de una economía de


mercado particular pueda ser significativamente
defectuosa, no hay manera de prescindir de las
instituciones del mercado en general como una
poderosa maquinaria de progreso económico.

gulaciones antimonopólicas). En función nal y global. El papel decisivo del mercado to tiene una influencia regresiva sobre
de estas condiciones, la economía de mer- no resta relevancia al papel que desempe- las posibilidades de un desarrollo más
cado puede generar una gama de precios, ñan las otras instituciones, incluso en los igualitario. Los consorcios multinacio-
diversos arreglos comerciales, distintas términos de la propia economía de mer- nales pueden ejercer su influencia so-
formas de distribución del ingreso o, para cado. Múltiples estudios empíricos han bre el gasto público de países del tercer
hablar en términos generales, diferentes demostrado que los resultados del mer- mundo con el fin de asegurar la lealtad
resultados. Las condiciones que privan en cado dependen esencialmente de las po- y la seguridad de las clases gerenciales
los ámbitos de la seguridad social y otras líticas en educación, salud, reforma agra- y los trabajadores más privilegiados por
formas de intervención pública pueden ria, microcrédito, etcétera. En cada uno encima de las necesidades elementales
modificar sustancialmente los resultados de estos campos todavía hay trabajo por que plantea el analfabetismo masivo, la
del proceso del mercado, y en su conjunto hacer, para que la acción pública pueda privación médica y otras adversidades
pueden disminuir la polarización de los transformar el resultado de las relaciones de la pobreza. Ciertamente, estas reali-
niveles de pobreza y desigualdad. económicas locales y globales. dades no representan barreras insupe-
La pregunta central no reside en ha- rables para el desarrollo, pero es esencial
cer o no frente a la economía de merca- Instituciones y desigualdad La globali- asegurarse de que las barreras supe-
do. Esta pregunta, vaga en sí, es fácil de zación tiene mucho que ofrecer. Sin em- rables sean efectivamente superadas.
responder, porque es difícil lograr cier- bargo, incluso si se acepta esto, es pre- Las injusticias que caracterizan al mun-
ta prosperidad económica sin recurrir a ciso entender la legitimidad de muchas do contemporáneo están vinculadas es-
las oportunidades de intercambio y es- preguntas planteadas por las protestas de trechamente a un cúmulo de omisiones
pecialización que ofrecen las relaciones los globalifóbicos. Tal vez compartan un que es preciso destacar, sobre todo en el
de mercado. Aun cuando la operación diagnóstico equivocado acerca de los pro- orden de los arreglos institucionales. En
de una economía de mercado particu- blemas principales (que no se hallan en mi libro Desarrollo como libertad (1999)
lar pueda ser significativamente defec- la globalización en sí), pero las preocupa- se señalan algunos problemas centrales.
tuosa, no hay manera de prescindir de ciones éticas y humanas que preceden a Las políticas globales podrían desempe-
las instituciones del mercado en general estas preguntas requieren una reflexión ñar un papel importante en el desarrollo
como una poderosa maquinaria de pro- rigurosa sobre los arreglos instituciona- de instituciones nacionales (por ejemplo,
greso económico. Sin embargo, el reco- les globales y nacionales que caracteri- apoyando la democracia y los sistemas de

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salud y educación), pero es preciso exami- La globalización tiene mucho del militarismo político en África entre
nar de nuevo la consistencia de los mis- los años sesenta y los ochenta, cuando la
mos arreglos institucionales globales. La que ofrecer. Sin embargo, Guerra Fría se llevó a cabo (como en otras
distribución de los beneficios en la eco- es preciso entender la partes del tercer mundo) en el continente
nomía global depende, entre otras cosas, africano. Durante décadas, los señores de
de la variedad de arreglos institucionales legitimidad de muchas la guerra –Mobuto Sese Seko, Jonás Sa-
globales: los equilibrios en el comercio, preguntas planteadas vimbi y tantos otros– devastaron política
las iniciativas de salud pública, los inter- y socialmente a las sociedades africanas
cambios educativos, las facilidades para por las protestas de los gracias al apoyo de Estados Unidos y sus
diseminar tecnología, las restricciones globalifóbicos. aliados, o de la Unión Soviética y los su-
ambientales y ecológicas y el trato justo a yos. Las potencias mundiales cargan con
las deudas acumuladas en el pasado por una grave responsabilidad por haber pro-
regímenes militares y autoritarios irres- movido la subversión de la democracia
ponsables. en África y en otras partes del mundo. El
A las omisiones que se necesita rec- “pushing” de armas les concede un papel
tificar, habría que agregar el serio pro- preponderante en los conflictos militares
blema de las “constricciones”, así sea por locales. La reiterada negativa de Estados
una mínima ética global. Éstas incluyen Unidos para establecer un acuerdo míni-
no sólo las restricciones comerciales, in- mo que impida las ventas ilícitas incluso
eficientes e injustas, que limitan las ex- de armas pequeñas (propuesto por el se-
portaciones del tercer al primer mundo, cretario general de la ONU, Kofi Annan),
sino leyes de patentes que inhiben la uti- ilustra las dificultades de este hecho.
lización de medicamentos vitales –para A manera de conclusión: confundir glo-
enfermedades como el sida– y restan in- balización con occidentalización no sólo
centivos para la investigación orientada es un equívoco ahistórico, sino que dis-
a desarrollar medicamentos de uso no trae la atención de los beneficios potencia-
repetitivo (como las vacunas). Se trata de les que pueden resultar de la integración
temas que han sido discutidos exhausti- global. La globalización es un proceso
vamente; sólo quiero hacer hincapié en la histórico que ha ofrecido en el pasado
manera en que forman parte de un mode- abundantes oportunidades y dividen-
lo de arreglos depredadores que socavan dos visibles, y continúa haciéndolo hoy.
lo que podría ofrecer la globalización. La existencia misma de los beneficios po-
Otra de estas “constricciones” globa- tenciales convierte al dilema de la justicia
les –sobre la que se habla poco–, que cau- de su distribución en un asunto nodal.
sa miseria y privación, se relaciona con la El problema central no es la globaliza-
participación de las potencias mundiales ción en sí, ni la utilización del mercado
en el negocio global de armas. Este es un en cuanto institución económica, sino la
campo en el que se requiere urgentemen- desigualdad que prevalece en los arreglos
te una iniciativa global que trascienda la globales institucionales –lo cual produce
tarea –la importante tarea– de combatir el testas en contra de la globalización, enca- a su vez una distribución desigual de los
terrorismo. Las guerras locales y los con- bezan a los países que hacen las mayores dividendos de la globalización misma–.
flictos militares, que tienen consecuen- ganancias en este terrible negocio. En el La pregunta, por tanto, no reside en si
cias terribles y destructivas (sobre todo mismo período, los países del G-8 ven- los pobres del mundo pueden obtener o
para las economías de los países pobres), dieron 87% del total de las armas que se no algo del proceso de globalización, si-
se derivan no sólo de tensiones regiona- exportaron en el mundo entero. Tan sólo no bajo qué condiciones pueden obtener
les, sino del comercio global de armas. la parte que vendió Estados Unidos creció una parte realmente justa. Urge reformar
El establishment mundial se halla firme- 50%. De estas exportaciones, 68% fue- los acuerdos institucionales –en adición
mente anclado en este negocio: juntos, los ron destinadas a países del tercer mundo. a los nacionales– para erradicar los erro-
países miembros del Consejo de Segu- Las armas han sido –y siguen siendo– res que resultan tanto de las omisiones
ridad de las Naciones Unidas realizaron, empleadas con resultados sangrientos y como de las constricciones, que tienden
entre 1996 y 2000, 81% del total de las efectos devastadores sobre la economía y a reducir drásticamente las oportunida-
exportaciones mundiales de armas. la política de sociedades enteras. En cier- des de los pobres en todo el mundo. La
Los principales líderes mundiales, ta manera, se trata de la continuación del globalización merece una defensa razo-
que expresan frecuentemente su frustra- papel que desempeñaron las grandes po- nada, pero también requiere una refor-
ción por la “irresponsabilidad” de las pro- tencias en la génesis y el florecimiento ma razonable.

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