Queridas y entrañables amigas. Tardíamente les llegan estas palabras, por la
época, pero es inaplazable que sepan mi sentir de inmensa gratitud por lo que de ustedes recibo. Rogamos con gran piedad a Dios por salud y prosperidad para las tres y familia; Su noble y generoso corazón me conmueve. Doy gracias a Dios siempre.