Abreviaturas...................................................................................... ix
Introducción
Alvaro F. Rodríguez y Roy E. Graf.......................................... xvii
Estudios metodológicos
Estudios bíblicos
Introducción
Daniel y Apocalipsis, como libros bíblicos “apocalípticos”,1
han generado una gran cantidad de interpretaciones debido a su
género literario en las Escrituras.2
Entre los principales desafíos para esta diversidad, por ejem-
plo, está el hecho de que muchos intérpretes cristianos en ge-
neral, y adventistas en particular, aplican los principios de in-
La literatura apocalíptica
La palabra “apocalíptica” (del alemán Apokalyptik),6 fue in-
troducida por primera vez en una discusión académica sobre el
Apocalipsis de Juan por Gottfried Christian Friedrich Lücke, a
mediados del siglo XIX.7 El término en sí es un adjetivo. Se con-
20. Ángel M. Rodríguez, “El uso de la versión modificada del método his�-
tórico-crítico por parte de eruditos adventistas”, en Entender las Sagradas
Escrituras, 427.
21. . Véase, por ejemplo, Morris, Apocalyptic, 34-67. Morris, sin embargo, agre-
ga elementos que, en lugar de ser bíblicos, son filosóficos. Cf. Kenneth
A. Strand, “Principios fundacionales de interpretación”, en Simposio sobre
Apocalipsis—I, ed. Frank B. Holbrook (Doral, FL: Asociación Publicadora
Interamericana, 2010), 16; y William G. Johnsson, “Apocalíptica bíblica”,
en Tratado de teología adventista, ed. Raoul Dederen (Buenos Aires: Asocia-
ción Casa Editora Sudamericana, 2009), 886-889.
22. Strand, “Principios fundacionales de interpretación”, 16; cf. Osborne, The
Hermeneutical Spiral, 280-282.
23. . Para un estudio sobre la expresión “tiempo del fin”, véase Gerhard Pfandl,
The Time of the End in the Book of Daniel, ATSDS 1 (Berrien Springs, MI: Ad-
ventist Theological Society Publications, 1992).
30 “Porque cerca está el día de Yhwh”
Contrastes llamativos
Aunque la profecía clásica contiene algunos contrastes (p. ej.,
los dos caminos de bendiciones y maldiciones puestos ante Israel;
cf. Dt 27-28), la profecía apocalíptica contiene contrates llamativos
que algunas veces son llamados “dualismos”. Esto no es dualismo
platónico-griego, que contrasta lo transitorio, las cosas inferiores
de la materia terrenal con lo eterno, la dimensión sublime del espí-
ritu trascendental y etéreo. Más bien, la profecía apocalíptica tiene
el “dualismo” del realismo bíblico, contrastando (1) el bien y el
mal, (2) esta edad con la época que vendrá (ambas dentro del tiem-
po), (3) la tierra y el cielo (ambas realidades espacio-temporales),
(4) Cristo y Satanás, (5) el justo y el impío, etc. Estos contrastes lla-
mativos son evidentes en cada página de Daniel y del Apocalipsis.
29. De manera general, véase James C. Taylor, Symbolism in the Bible: Types,
Parables & Numbers (s/l: End Time Overcomes?, 2014). Para detalles específ-
icos en el Apocalipsis, véase G. K. Beale, The Book of Revelation, 50-69; G.
K. Beale, “The Purpose of Symbolism in the Book of Revelation”, CTJ 41
(2006): 53-66; Osborne, Revelation, 15-18.
30. Véase Richard M. Davidson, “A Natureza [e Identidade] da Tipologia Bí� -
blica–Questões Cruciais”, Hermenêutica 4 (2004): 61-99; Richard M. David-
son, “The Eschatological Hermeneutic of Biblical Typology”, TheoRhēma
6, no. 2 (2011): 5-48.
31. Alomía, Daniel: El varón muy amado por Dios, 48-57.
Davidson e Iparraguirre: Claves para interpretar 33
las profecías apocalípticas
33. Véase George W. Reid, “Salvation and the Sanctuary”, JATS 3, no. 1 (1992):
97-104; Jon Paulien, “The Role of the Hebrew Cultus, Sanctuary, and Tem-
ple in the Plot and Structure of the Book of Revelation”, AUSS 33, no. 2
(1995): 245-264; Alomía, Daniel: El profeta mesiánico, 503-510; E. Müller, Der
Erste und der Letzte, 417-451; Richard M. Davidson, “Tipología del santu-
ario”, en Simposio sobre Apocalipsis–I, 117-155.
Davidson e Iparraguirre: Claves para interpretar 35
las profecías apocalípticas
35. Para más detalles sobre estos marcadores, véase especialmente Víctor M.
Armenteros, “Mira por dónde: Impacto de los marcadores visuales hinneh
e idou en Daniel y Apocalipsis”, DavarLogos 12, no. 1-2 (2013): 21-73; Stefano-
vic, La revelación de Jesucristo, 28-29; David Aune, Revelation 1-5, WBC 52A
(Nashville: Nelson, 1997), xc-cv; Beale, The Book of Revelation, 108-151; E.
Müller, Der Erste zum der Letzte, 47-64.
36. Cf. Davidson, “Biblical Principles for Interpreting Old Testament Classi�-
cal Prophecy”, 20-42.
37. Esto no significa que Dios es determinista en el sentido de que viola el libre
albedrío humano. El hecho de que Dios conozca el futuro, no implica que Él
ha forzado a los seres humanos contra su libre albedrío. Por una discusión
útil de la relación entre la soberanía divina y el libre albedrío, ver especial-
Davidson e Iparraguirre: Claves para interpretar 37
las profecías apocalípticas
mente, William Lane Craig, The Only Wise God: The Compatibility of Divine
Foreknowledge and Human Freedom (Grand Rapids: Baker, 1987). De allí que
en este estudio se evitó el uso del término “determinismo”. La solución
ofrecida por el teísmo abierto, de que Dios no conoce el futuro, pero obra
en la historia para hacer que suceda lo que Él ha predicho, en realidad no es
una solución, dado que, si Dios no conoce el futuro, entonces Él debe forzar
e incluso manipular la historia (y a los agentes en la historia humana) para
el ciclo sucesivo de imperios encaje en su predicción.
38. Para más detalles de este punto, véase Richard M. Davidson y Joel Iparra-
guirre, “La interpretación de la profecía apocalíptica y los adventistas del
séptimo día”, Hermenêutica 16, no. 2 (2016): 79-127.
39. Algunos eruditos han propuesto otro enfoque más, que sería el quinto,
al cual denominan eclecticismo. Sin embargo, este está más relacionado al
libro de Apocalipsis. Además, es conocido por ser una mezcla de todos
los enfoques que se mencionarán en esta investigación. Para seguidores
específicos de este enfoque, por ejemplo, véase G. B. Caird, The Revelation
of Saint John, BNTC 19 (Peabody, MA: Hendrickson, 1966); Homer Hailey,
The Book of Revelation: An Introduction and Commentary (Berrien Springs,
MI: Baker, 1979); J. P. M. Sweet, Revelation, Westminster Pelican Commen-
taries (Philadelphia: Westminster, 1979); y especialmente Beale, The Book
of Revelation; Osborne, Revelation.
38 “Porque cerca está el día de Yhwh”
40. Bryan W. Ball, The English Connection: The Puritan Roots of Seventh-day Ad-
ventist Beliefs (Cambridge: Clarke, 1981), 204.
41. Para un desarrollo histórico del historicismo, ver, LeRoy E. Froom, The
Prophetic Faith of Our Fathers: The Historical Development of Prophetic Inter-
pretation, 4 vols. (Washington, DC: Review & Herald, 1950-1954). Véase
también Hans K. LaRondelle, “The Historicist Method in Adventist Inter-
pretation”, Spes Christiana 21 (2010), 79-89.
42. Froom, The Prophetic Faith, 1: 252, 257-258, 656–657; LaRondelle, “The His-
toricist Method”, 85.
43. Froom, The Prophetic Faith 1:559, 562, 568, 569, 574, 579, 583, 612, 624, 653,
654, 688, 760, 765–772, 789-796, 798, 876; 2:21, 29; 31, 44-65.
44. Osborne, Revelation, 18; Mounce, The Book of Revelation, 25. Ver especial-
mente Arthur W. Wainwright, Mysterious Apocalypse: Interpreting the Book
of Revelation (Nashville: Abingdon, 1993); Marjorie Reeves, Joachim of Fiore
and the Prophetic Future (New York: Sutton, 1999); Marjorie Reeves, Joachim
of Fiore & the Prophetic Future: A Medieval Study in Historical Thinking, Sut-
ton History Paperbacks Series, ed. rev. (s/l: Sutton, 1999); Marjorie Reeves,
The Influence of Prophecy in the Later Middle Ages: A Study in Joachimism (No-
tre Dame: University of Notre Dame, 1994); y Julia Eva Wannenmacher,
Hermeneutik Der Heilsgeschichte: De Septem Sigillis Und Die Sieben Siegel Im
Werk Joachims Von Fiore (Leiden: Brill, 2005).
Davidson e Iparraguirre: Claves para interpretar 39
las profecías apocalípticas
51. Stephen J. Vicchio, The Legend of the Anti-Christ: A History (Eugene, OR:
Wipf & Stock, 2009), 217-219.
52. Véase David Pio Gullón, “An Investigation of Dispensational Premillennia-
lism: An Analysis and Evaluation of the Eschatology of John F. Walvoord”
(Disertación Doctoral, Andrews University, 1992), 44, 150-152.
53. J. R. Michaels, Revelation, (Downers Grove, IL: Invertarsity, 1997), s/p; cit-
ado en Paige Patterson, Revelation: An Exegetical and Theological Exposition
of Holy Scripture, NAC (Nashville: Broadman & Holman, 2012), http://bit.
ly/2djozqI (consultado: 10 de julio, 2016).
Davidson e Iparraguirre: Claves para interpretar 41
las profecías apocalípticas
58. Por motivos de espacio, el principio “día por año”, no será expuesto aquí;
pero el lector debe considerar que este principio es importante para el his-
toricismo. Para quienes desean conocer 23 líneas de evidencia bíblica que
apoya este principio, véase Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation,
56-93; cf. Alberto R. Timm, “El ‘simbolismo en miniatura’ y el principio
de ‘día por año’ en la interpretación profética”. Theo 22, no. 1 (2007) 2-35;
Gerhard Pfandl, “In Defense of the Year-day Principle”, JATS 23, no. 1
(2012): 3-17.
Davidson e Iparraguirre: Claves para interpretar 43
las profecías apocalípticas
Cabeza de
León alado __________ __________
oro
Cuatro reyes
brazos de costillas en su Carnero brioso
persas
plata boca
despreciable”
Bestia Cuerno
Piernas de destruye y es
espantosa y pequeño (fase
hierro cruel contra el
terrible política)
“príncipe del
pacto”
Cuerno
Cuerno
Roma papal
pequeño
pequeño La
Pies de hierro engrandecido,
engrandecido, “abominación
y barro cruel,
blasfemo y desoladora”
blasfemo y
desolador
perseguidor
Una piedra
Reino eterno
ncorruptible
El reino es Liberación
que se Juicio de Dios
de Dios
2da venida
1ra venida
62. Para evidencia de esta secuencia (en el cambio de palabras, frases y tiem-
pos verbales) en las visiones apocalípticas, ver Paulien, “La hermenéutica
de la apocalíptica bíblica”, 309-310. Paulien también apunta a lo que él
llama “presentaciones de personajes”, lo cual forma preludios a algunas
secuencias en el Apocalipsis. Ibíd., 310-311. Juan proporciona un resumen
general de linaje de un personaje antes de describir la secuencia de even-
tos y acciones que involucran al personaje en la visión principal (véase, p.
ej., Ap 11:3-6; 12:1-2). Strand, “Principios fundacionales de interpretación”,
40, ha propuesta otra secuencia en donde cuatro puntos (visión de victo-
ria, progresión histórica, atención centrada en los acontecimientos finales
y culminación gloriosa) son mostrados a través de los sellos (4:1-8:1), las
trompetas (8:2-11:18) y las fuerzas en pugna (11:19-14:20).
63. William H. Shea, “The Central Prophecy of Revelation as the Transition from
Apocalyptic History to Eschatology”, en Christ, Salvation, and the Eschaton:
Essays in Honor of Hans K. LaRondelle, ed. Daniel Heinz, Jiří Moskala y Peter
van Bemmelen (Berrien Springs, MI: Andrews University, 2009), 391.
46 “Porque cerca está el día de Yhwh”
Ap Ap Ap Ap Ap Ap 21-
Ap 12 Ap 13 Ap 14
1-3 4-7 8-11 15-18 19-20 22
Iglesia triunfante,
Diablo derrotado
Cristo triunfante,
nueva Jerusalen
7 trompetas
7 iglesias
7 plagas
7 sellos
Esto último, sin embargo, no quiere decir que exista una progre-
sión en el sentido de que haya distintos períodos de tiempo entre las
iglesias, los sellos y las trompetas. Tal conclusión es incorrecta y ha
sido rechazada por varios eruditos.64 Al contrario, estas visiones de
Juan deben ser entendidas en paralelo como una ampliando a la otra
con diferentes objetivos; pero, desarrollándose, como se mencionó
arriba, en la misma línea de tiempo. A esto se le llama recapitulación.
La recapitulación, como bien nota Mueller, es de vital importan-
cia para los historicistas.65 Esta consiste en mostrar repetidas veces
escenas o visiones que, aunque puedan tener una perspectiva di-
ferente, tienen el mismo objetivo, pues “cada una de las visiones
puede conducir hasta la consumación final. En otras palabras, el
autor conduce repetidas veces a sus oyentes y lectores sobre el mismo
terreno, añadiendo cada vez una nueva perspectiva”.66 Así, la recapi-
tulación no solo es explícita en Daniel, como se mostró en el cuadro
anterior, sino también en el Apocalipsis.67
C. 14:12-13
C. 12:7-12
Paciencia,
Guerra en el cielo,
mandamientos y fe
el gran conflicto
B’. 14:14-20
A’. 13:11-18 Segundo
B’. 12:13-16 Bestia terrestre advenimiento y la
Mujer en el desierto: Período escatológico cosecha
Iglesia Medieval
A’. 15:1-4
A’. 12:17
Santos victoriosos
Remanente de la mujer:
Iglesia en el tiempo del fin
igual que el libro de Daniel. Cf. G. K. Beale, The Use of Daniel, 272-285.
68. Pfandl, “In Defense of the Year-day Principle”, 7; y Ed Christian y Wi� -
lliam H. Shea, “The Chiastic Structure of Revelation 12:1-15:4: The Great
Controversy Vision”, AUSS 38, no. 2 (2000): 269-292.
69. Shea, “The Central Prophecy of Revelation as the Transition from Apo� -
calyptic History to Eschatology”, 390; cf. Christian y Shea, “The Chiastic
Structure”, 271; y Paulien, Las siete claves, 89-104.
70. Simon J. Kistamaker, New Testament Commentary: Exposition of the Book of
Revelation (Grand Rapids: Baker, 2001), 8.
48 “Porque cerca está el día de Yhwh”
29, no. 1 (2014): 36-81; William H. Shea, “The Controversy over the Com-
mandments in the Central Chiasm of Revelation”, JATS 11, no. 1-2 (2000):
216-231.
79. Uriah Smith, Daniel and the Revelation: The Response of History to the Voice of
Prophecy A Verse by Verse Study of These Important Books of the Bible (Battle
Creek, MI: Review & Herald, 1897), 3. De manera similar, Elena White
dijo: “En el Apocalipsis todos los libros de la Biblia se encuentran y termi-
nan. En él está el complemento del libro de Daniel”. HAp, 467.
80. Algunos han propuesto el año 533 como inicio de este período de tiem-
po; sin embargo, la historia cristiana se ha encargado de desacreditar tal
punto de vista. Para mayor información, véase Richard F. Littledale, The
Petrine Claims (Londres: Society for Promoting Christian Knowledge,
1889), 291-295; cf. Timm, “A Short Historical Background to A.D. 508 and
538”, Prophetic Principles, 226; Thomas Hodgkin, Italy and Her Invaders (Ox-
ford: Clarendon Press, 1896), 4:250.
81. Para detalles históricos más explicitos, véase C. Mervyn Maxwell, “An
Exegetical and Historical Examination of the Beginning and Ending of
the 1260 Days of Prophecy with Special Attention Given to A.D. 538 and
1798 as Initial and Terminal Dates” (Tesis de maestría, Andrews Univer-
sity, 1951); Alberto R. Timm, “A Short Historical Background to A.D. 508
and 538”, 254-283.
50 “Porque cerca está el día de Yhwh”
Conclusiones
En el presente estudio, se ha indicado que existen dos tipos de
profecía: la clásica, que se centra fundamentalmente en los even-
tos y escenarios contemporáneos, nacionales y locales de la época
del profeta; y la apocalíptica, cuyo nombre se deriva de Ap 1:1 y
significa “revelar”, “revelación” o “descubrimiento”. Representa-
da principalmente por los libros de Daniel y Apocalipsis, “usa la
forma del relato para desvelar cosas relacionadas con Dios que
van más allá de lo que pueden abarcar los cinco sentidos, cosas
como las realidades del cielo y el curso de la historia, que lleva a la
salvación que Dios otorga al fin del mundo”.90 En otras palabras,
ened Me”: Biblical and Theological Studies in Honor of Gerhard Pfandl in Cele-
bration of His Sixty-Fifth Birthday, ed. Martin Pröbstle, Gerald A. Klingbeil y
Martin G. Klingbeil (St. Peter am Hart: Seminar Schloss Bogenhofen, 2007),
331-345; Moore, El juicio investigador: Su fundamento bíblico.
88. Recientemente, por ejemplo, Erwin R. Gane, Trumpet After Trumpet: Will
Revelation’s Seven Trumpets Sound Again? (Nampa, ID: Pacific Press, 2012),
ha proporcionado una reinterpretación de las siete trompetas del Apoca-
lipsis sugiriendo, descabelladamente, una interpretación dual o futurista.
Para una crítica a esta posición, véase Ekkehardt Mueller, “A New Trend
in Adventist Eschatology: A Critical Analysis of a Recent Publication”,
Reflections: The BRI Newsletter 44, Octubre, 2013: 1-6.
89. Por una discusión más amplia, véase William Shea, Daniel 7–12, The
Abundant Life Bible Amplifier (Boise, ID: Pacific Press, 1996), 217-223;
Gerhard Pfandl, The Time Prophecies in Daniel 12, Biblical Research Insti-
tute Releases 5 (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute, 2005), 1-9;
y Frank W. Hardy, “The 1.290 & 1.335 Days of Daniel 12: Past of Future?”,
Prophetic Principles, 271-298.
90. Paulien, “La hermenéutica”, 303.
Davidson e Iparraguirre: Claves para interpretar 55
las profecías apocalípticas
91. Véase, por ejemplo, Alberto R. Timm, The Sanctuary and the Three Angels’
Messages: Integrating Factors in the Development of Seventh-day Adventist
Doctrines, ATSDS 5 (Berrien Springs, MI: Adventist Theological Society,
1995); William H. Shea, “Historicismo, el mejor método para interpretar
la profecía”, Didajé 1, no. 1 (2012): 131-150.
92. Ángel Manuel Rodríguez, “Polarización teológica: Causas y tendencias”,
Ministerio adventista, septiembre-octubre, 2011, 17.
56 “Porque cerca está el día de Yhwh”
Apéndice
Pasos prácticos para la interpretación
Como una guía práctica para la interpretación de la literatura
apocalíptica (Daniel y Apocalipsis), pregúntese lo siguiente:
1. ¿Cuál es el plan general del libro (Daniel o Apocalipsis) —
la serie de visiones recapituladoras— y dónde encaja mejor
el pasaje en cuestión en la imagen general? Noten que las
cuatro visiones/interpretaciones delineadoras de Dn 2, 7, 8,
11 recapitulan el mismo desarrollo histórico básico desde
el tiempo de Daniel hasta el tiempo del fin. De la misma
manera, las secciones históricas de Apocalipsis (iglesias,
sellos, trompetas) resumen el desarrollo del flujo histórico
desde el tiempo de Juan hasta el tiempo del fin. La parte
escatológica de Apocalipsis también tiene escenas retros-
pectivas al desarrollo de la historia (p. ej., los dos testigos
de Apocalipsis 11 y la persecución de la mujer y su des-
cendencia en Ap 12); pero se enfoca principalmente en el
Día de la Expiación antitípico, el cual comienza, tal como
Daniel apunta (Dn 8:14) en 1844.
2. ¿Qué interpretación específica es dada por el ángel al profe-
ta acerca de los detalles del pasaje? (p. ej., el ángel identifi-
ca claramente al carnero y el macho cabrío en Dn 8).
3. ¿Qué características de las visiones paralelas del desarrollo
de la historia en Daniel y Apocalipsis ayudan en la inter-
pretación del pasaje en cuestión? Por ejemplo: Dn 2, 7, 8
y 11 deben ser estudiados juntos, comenzando con Dn 2
y permitiendo que las secciones paralelas complementen
la interpretación. De la misma manera, las siete iglesias,
los siete sellos y las siete trompetas deben ser estudiados
teniendo en cuenta su interrelación. De nuevo, todas las ca-
racterísticas del cuerno pequeño de Dn 7 y la bestia de Ap
13 deben ser tomadas en cuenta para identificar este poder.
4. ¿Qué características de los paralelos quiásticos en el libro de
Apocalipsis se iluminan entre sí? Por ejemplo, la “Iglesia
militante” de Ap 1:10b-3:22 se corresponde con la “Iglesia
triunfante” en Ap 21:5-22:7; las siete trompetas de Ap 8-11
se corresponden con las siete plagas de Ap 15-16.
Davidson e Iparraguirre: Claves para interpretar 57
las profecías apocalípticas