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Embarazo adolescente, un problema social en Ecuador

Ecuador es el tercer país con la tasa más alta de embarazos adolescentes de la región. En
los últimos 10 años, el incremento de partos en adolescentes de entre 10 y 14 años fue del
78%. Guayas, Pichincha, Manabí, Los Ríos y Esmeraldas son las provincias que
concentran el mayor número de embarazos adolescentes en el país.
Ecuador, tercer país con tasa más alta de embarazos adolescentes en la región
Según datos del Plan Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, Ecuador tiene la tasa más
alta de embarazos en adolescentes entre 10 y 19 años, detrás de Nicaragua y República
Dominicana, así lo señala la ministra de Inclusión Económica y Social, Berenice Cordero.
“Prácticamente entre el 2014 y 2016 se produjeron cinco embarazos diarios de menores
de 14 años en este país, estamos hablando de algunos casos de violencia sexual y en otros
casos de embarazos tempranos que son consensuados con la pareja”, dijo la titular.
Provincias con mayor número de casos
Guayas, Pichincha, Manabí, Los Ríos y Esmeraldas son las provincias que concentran el
mayor número de embarazos adolescentes a nivel nacional. Hasta 2016 de los más 80 000
niños y niñas que nacieron de madres menores a 19 años, 20 548 nacieron en Guayas, 9
544 en Pichincha, 6 807 en Manabí, 5 744 en Los Ríos y 4 393 en Esmeraldas. Pero, ¿A
qué responden estas cifras?
Según la ministra Berenice Cordero prácticamente el 40% de los ecuatorianos ya tiene
una vida sexual activa entre los 15 y 19 años. Además, le llama la atención que
prácticamente un 7% ya tenga una vida sexual activa antes de los 15 años de edad. Es
decir, la precocidad en este aspecto, es un factor que estimula el embarazo adolescente.
Para muestra un botón
Delia Cabezas se convirtió en madre a los 15 años, nos cuenta que no fue fácil criar a una
hija a temprana edad, no solo porque no tenía el apoyo de sus padres sino por toda la
responsabilidad que implica cuidar de un bebé y el gasto económico que representa: “Es
muy difícil porque está criando una niña a otro niño, no terminan su colegio, cuando ya
se ven que tiene una criatura de por medio, se les acaba todo el sueño”.
Riegos del embarazo en adolescentes
El embarazo en la adolescencia representa un riesgo a la salud de la madre y el recién
nacido porque el cuerpo de la mujer no está preparado biológica ni emocionalmente hasta
los 25 años de edad, por lo que puede presentar diabetes gestacional y preclamsia. En el
caso del bebé, puede nacer de forma prematura y con una malformación congénita, como
lo explica la ministra de Salud, Verónica Espinosa: “Si bien hemos reducido la cifra de
mortalidad materna, sabemos que las madres adolescentes tienen hasta tres veces más
riesgo de fallecer”, añadió.
La mortalidad materna es una de las principales causas de decesos en jóvenes de 15 a 24
años de edad en la región. En 2014, fallecieron cerca de 1900 adolescentes como resultado
de problemas de salud durante el embarazo, el parto y el posparto. A nivel global, en
países de ingreso bajo y mediano, el riesgo de muerte materna se duplica en jóvenes de
15 años.
Prevención para enfrentar esta problemática
Según datos del Ministerio de Salud Pública ecuatoriano, el 58% de los adolescentes de
entre 15 y 19 años es sexualmente activo, de ellos, únicamente el 50% usa métodos
anticonceptivos. Dentro del Plan Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 2017-2021 se
establece la demanda, el acceso y uso de métodos anticonceptivos y planificación
familiar, así lo dio a conocer Carlos Cisneros, subsecretario Nacional de Promoción de la
Salud e Igualdad.
Es precisamente la planificación familiar a lo que se debe apuntar para enfrentar esta
problemática, según la ministra de inclusión Económica y Social, Berenice Cordero: “El
embarazo adolescente en el Ecuador, especialmente en menores de 14 años, y entre 15 y
19 años, son uniones que están claramente establecidas. No es que el embarazo se produce
de la noche a la mañana. Estamos hablando que 2 de cada 10 menores de 14 años ya
tienen una unión”, aseveró.
La ministra Cordero destaca que la familia es el pilar fundamental para que no se
produzcan embarazos en adolescentes. Además, informa que está en marcha un Plan
intersectorial para enfrentar prácticas comunes, que desembocan en un embarazo en
adolescentes.

Embarazo en la adolescencia: causas y riesgos del embarazo


adolescente
Según la ONG Save the Children, cada año nacen 13 millones de niños y niñas de mujeres
menores de 20 años: un 90 % (11,7 millones) en los países en vías de desarrollo y un 10
% en los países desarrollados (1,3 millones).
Ambas realidades son duras pese a las diferencias propias de cada contexto, pero en el
África subsahariana —en Níger y el Congo, entre otros países del continente— hay un 40
% de posibilidades de un embarazo adolescente. En Níger, por ejemplo, el 53 % de las
embarazadas ya estaban casadas antes de los 18 años; algo muy similar ocurre en el
subcontinente indio, donde el matrimonio temprano en zonas rurales es la principal causa.
Por el contrario, el Asia oriental no sufre el mismo problema: Corea del Sur, Singapur o
Japón tienen tasas de 1 a 3 embarazados por cada 1.000 mujeres.
Como ves, las causas varían entre África, Asia, Latinoamérica y Europa, por ejemplo, y
tienen una relación directa con el contexto y la tradición de cada región; aun así, vamos
a intentar recoger sus principales causas.
Causas del embarazo en la adolescencia
Dos de las principales causas del embarazo en la adolescencia están directamente
relacionadas con el nivel de vida y la pobreza de los habitantes de un país, son:
Relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos, o un uso erróneo o equivocado
de los mismos
El matrimonio adolescente y el rol tradicional que algunas sociedades todavía asignan a
las mujeres
Estas dos realidades explican por qué Níger, si bien ha ido reduciendo en los últimos
veinte años los embarazos de madres adolescentes, todavía mantiene una triste ratio de
200 madres adolescentes por cada 1.000 mujeres; sin embargo, son países
latinoamericanos los que siguen al país subsahariano: Nicaragua, República Dominicana,
Guatemala, Honduras o Venezuela mantienen altas cifras que superan el 10 % de mujeres
embarazadas en la adolescencia.
Incluso en países como Argentina (55), EE. UU. (33), Canadá (14) o España (11) las
cifras son demasiado elevadas pese a las políticas educativas concretas que han permitido
reducir el número de embarazos adolescentes en todos estos contextos.
En los países desarrollados, la media de edad a partir de la que se empiezan a tener
relaciones sexuales es una de las causas principales, si bien ha sido complicado
comprender esto en sociedad y aplicar políticas educativas que enseñen una sexualidad
responsable.
Hoy, la educación sexual trabaja en los siguientes escenarios para evitar embarazos
adolescentes:
Advierte de los peligros del consumo de drogas y de bebidas alcohólicas en sí mismo y
de sus consecuencias: desinhibición, falta de reflexividad, impulsividad, etcétera.
Presión social e idealización del embarazo en la adolescencia como formas de lograr
aceptación en sus círculos cercanos (amigos y compañeros de clase, principalmente).
Falta de información y difícil acceso a una buena educación sexual, así como desatención
o rechazo de los padres para hablar de estos temas de una forma abierta y natural.
Aunque estas son las principales causas, en los países desarrollados también está
comprobado que hay algunos indicadores que pueden aumentar el riesgo: un desarrollo
sexual temprano, carencias en el núcleo familiar o padres y madres adolescentes, o abusos
sexuales y violaciones.
Estos son los datos de embarazos adolescentes en el mundo.
Cada 7 segundos una niña es obligada a casarse.
Riesgos del embarazo en la adolescencia
Una vez entendemos cuáles son las principales causas, es importante hacer hincapié en
las consecuencias y riesgos que supone un embarazo adolescente. La frase que resume
gran parte del problema la redactó la Organización Mundial de la Salud: “la adolescencia
es el periodo de vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita
los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia
socioeconómica”.
En el caso de los embarazos precoces, esta realidad se hace añicos, pero eso no es lo peor:
cuanto más joven es la madre, más peligrosa es esta situación: malnutrición, partos
prematuros, niños con trastornos en el desarrollo y malformaciones y un 50 % de
probabilidades más de morir en las primeras semanas de vida; en la madre: todas las
complicaciones médicas del feto en desarrollo también le afectan a nivel físico, pero,
además, en muchos casos suponen:
Falta de atención médica por desconocimiento del embarazo
Riesgo de preeclampsia y eclampsia
Riesgo de fístula obstétrica, una lesión invisibilizada y con efectos devastadores sobre la
vida de miles de mujeres
Alta mortalidad de la madre
Complicaciones debido a los abortos clandestinos, como sepsis o hemorragias graves
Embarazo unido a enfermedades de transmisión sexual
Embarazo adolescente
Además, a nivel psicológico y social es habitual encontrarnos con:
Abandono de los estudios, que dependerá del contexto y el nivel socioeconómico, entre
otros factores.
El trauma de un aborto provocado o espontáneo, así como los riesgos de caer en el
mercado negro en países donde esta práctica no se encuentre legalizada.
En países desarrollados, el nuevo núcleo familiar resultará, a menudo, inestable (padres
adolescentes o relaciones de corta duración), mientras que, en países en vías de desarrollo,
representará un mayor número de hijos.
Problemas psicológicos: miedo a ser rechazada, ansiedad, estrés y problemas familiares,
rechazo del bebé o aparición de trastornos emocionales graves.
Mantener relaciones inestables (familias disfuncionales) o perjudiciales para la mujer
debido a las necesidades económicas y afectivas.
Estos son los datos de embarazos adolescentes en el mundo.
Muchos de estos obstáculos están hallando respuesta en una necesaria educación en la
igualdad de género y en políticas que ayudan a empoderar a las mujeres y sus derechos
en la sociedad, buscando el mejor modo de conseguir un cambio en la tradición, el rol
social o una mejor situación socioeconómica: la pobreza tiene la misma relación directa
en el embarazo adolescente en Bangladesh, Níger o en el 30 % de la población británica
de ingresos bajos —salvando las distancias, puesto que una persona en situación de
pobreza o exclusión en Reino Unido no sufre las mismas carencias que una persona en
situación de pobreza en la India.
Desde Ayuda en Acción creemos que trabajar por un mundo donde se termine con el
embarazo en la adolescencia es crear políticas educativas y campañas de concienciación
que permitan llevar los recursos anticonceptivos y la información necesaria a cualquier
país, entendiendo y dando respuesta a los problemas que se derivan de cada contexto
concreto. Con tu ayuda, seguimos luchando por los derechos de las mujeres.

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