1. Traducir las estrategias a términos operativos. El Cuadro de Mando Integral
proporciona un marco que permite describir y comunicar una estrategia de forma clara y coherente. La descripción de objetivos de largo plazo, que contiene la estrategia, en objetivos operativos de gestión en términos de corto plazo. 2. Alinear la organización con la estrategia. Es decir, la reorganización de la estructura tradicional de la Institución, en función de los requerimientos que plantea la estrategia a implantar. 3. Hacer que la estrategia sea el trabajo diario de todo el mundo. Es decir que, todos los empleados de la Institución, trabajen en función de la estrategia a implantar. Este trabajo debe realizarse en función al aporte efectivo y contribución activa de cada empleado a la estrategia. 4. Hacer de la estrategia un proceso continuo. Cambiar el enfoque tradicional en base a la cual la Institución orienta sus actividades en función al presupuesto y el plan de operaciones de la Institución. En vez de ello, se propone que a través del Cuadro de Mando Integral se integre la gestión táctica (presupuestos financieros y revisiones mensuales) y la gestión estratégica en un proceso continuo y sin fisuras. 5. Movilizar el cambio mediante el liderazgo de los directivos. Un programa de cuadro de mando integral con éxito comienza reconociendo que no es un proyecto “métrico”, sino que es un proyecto de cambio, Por ello los directivos deben liderar el proceso de manera enérgica, de lo contrario el proceso de cambio no será posible, la estrategia no se aplicará y la oportunidad de obtener resultados revolucionarios se perderá, debido a que los factores que abogan por que se mantenga el actual orden de cosas, estarán vigentes hasta que no se desactiven de manera definitiva.