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Vulneración De Los Derechos Infantiles

Que Es La Vulneración De Los Derechos Infantiles En El Marco


Legislativo Y De Política Publicas
Para que los adultos, instituciones, autoridades y especialmente las madres y los padres
que hacen frente a una
situación crítica, comprendan
mejor el por qué y cuáles son
los derechos de los niños, niñas
y adolescentes, y además cómo
respetarlos, cumplirlos y
hacerlos válidos, es necesario
que conozcan, los principios
fundamentales sobre los cuales
se construyen los derechos,
cada uno de los derechos, y
finalmente, cómo podemos
contribuir cada uno de nosotros, mujeres, hombres, sociedad entera para que nuestros
niños y niñas gocen plenamente de su condición de seres humanos.
Los niños son seres humanos, constructores de su propia historia, y no objetos de la tutela
de los adultos, la sociedad y el estado. Existen cinco razones o motivos que dan forma a
esta visión de que los niños, niñas y adolescentes tienen derechos. A esas razones, las
llamaremos principios, y son los siguientes:
Todos los niños y las niñas deben ser tratados por igual. Todos los niños y las niñas tienen
el mismo derecho a recibir educación, salud, asistencia médica, cuidados familiares, Sin
distinción de ninguna naturaleza, es decir, sin discriminación basada en su condición
social, raza, sexo, origen nacional o étnico, posición económica, impedimentos físicos, o
cualquier otra condición del propio niño, de sus padres o representantes legales.
Todas las instituciones (públicas o privadas, judiciales, administrativas o legislativas y
las que prestan servicios) deben tener presentes los derechos de los niños y niñas, de tal
manera que toda decisión o medida debe estar dirigida a equilibrar y buscar el mejor
bienestar y protección integral de los niños. Se trata de un principio específico para todos
los actos de las instituciones. Cuando se formulan programas y proyectos, en áreas como
las de educación y salud, se tiene que garantizar el cumplimiento de los derechos de los
niños en forma integral.
Para hacer efectivos los derechos de las niñas y los niños, los estados deben adoptar las
medidas que sean necesarias, primeramente, hasta el máximo de los recursos de que
dispongan y cuando no los tengan, deben recurrir también con prioridad a la cooperación
internacional. Estas medidas suponen para los niños y niñas:
Preferencia en la formulación de las políticas públicas,
Preeminencia en la formulación y asignación presupuestaria,
Preferencia en la atención en situaciones de emergencia, y en el acceso a los servicios
públicos,
Preferencia en la restitución de sus derechos que hayan sido violados y en el castigo para
los culpables
El estado, la sociedad en general, y la familia en particular conforman una trilogía
responsable de hacer efectivos los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Identificación De Síntomas Y Signos De Alerta En Los Niños


Enfrentados A Situaciones De Riesgos Y Vulnerabilidad
Indicadores de maltrato
En la práctica médica diaria la detección de maltrato requiere de la búsqueda activa de
indicadores; sin embargo, no es frecuente que éstos sean requeridos como motivo de
consulta. Además, no existen signos patognomónicos ni excluyentes como elementos
para el diagnóstico diferencial respecto a otras causas de violencia. Asimismo, el temor
del médico a verse involucrado en un proceso que podría tomar curso legal, dificulta el
proceso de diagnóstico.
En el examen físico del niño, es importante buscar, constatar o descartar la presencia de
signos sugerentes de maltrato.
Indicadores de maltrato físico
Se pueden observar contusiones, equimosis, eritemas, laceraciones, quemaduras,
fracturas, deformidad de la región; signos de intoxicación o envenenamiento, así como
de traumatismo craneal con daño visceral; huellas de objetos agresores como cinturones,
lazos, zapatos, cadenas y planchas.11,12 Estas lesiones, que generalmente son múltiples,
no están ubicadas en el rango de lo posible para un menor, bien por su localización poco
habitual, por su mayor frecuencia e intensidad o porque se trata de lesiones aparentemente
inexplicables o que no corresponden a las explicaciones dadas por los padres o el niño.
En los casos de maltrato crónico, las lesiones descritas pueden coexistir con cicatrices,
deformidades óseas por fracturas antiguas o con secuelas neurológicas o sensoriales.
Indicadores de abuso sexual
Ante toda laceración o daño en el área genital de un niño o niña que no se explique
claramente como accidental se debe sospechar de abuso sexual, al igual que cuando se
presentan enfermedades de transmisión sexual en un niño o preadolescente.
Las lesiones más frecuentemente encontradas son: equimosis en la entrepierna y en los
labios mayores, laceraciones, sangrado, inflamación, himen perforado (en niñas),
dificultad para caminar, rastros de semen y, en etapas más tardías, prurito e infecciones
frecuentes, y masturbación.
Es común que el abuso sexual sostenido ocurra con un miembro de la propia familia y de
modo progresivo, por lo que no necesariamente se produce violencia física.
Indicadores de abandono
Descuido en la alimentación, en la higiene y la ropa, dermatitis de pañal crónica, signos
o cicatrices de accidentes domésticos frecuentes y desnutrición.
Problemas físicos o necesidades médicas no atendidas (heridas sin curar o infectadas,
defectos sensoriales no compensados), o bien, ausencia del control y de los cuidados
médicos rutinarios.
Es importante distinguir el abandono físico, como una forma de maltrato, de la falta de
cuidado por la escasez de recursos y las dramáticas condiciones de vida que impone la
extrema pobreza. Otro elemento a considerar son las dificultades que las familias en
condiciones de aislamiento geográfico y social tienen que enfrentar para acceder a la
atención médica.
Indicadores psicológicos y emocionales de maltrato
La detección de estos indicadores debe realizarse mediante la observación, durante la
consulta, de la conducta del niño y del adulto que lo acompaña, así como valorando la
calidad de la relación entre ambos; además, se debe hacer una búsqueda sistemática de
información acerca de la ocurrencia de maltrato.
La obtención de esta información es compleja, no sólo por el ocultamiento y la negación
de los adultos temerosos de un castigo legal o de la censura social, sino también porque
el propio niño puede negar el abuso por temor, por un sentimiento de lealtad hacia su
familia o porque piensa que no le van a creer. El secreto, del que participan también el
niño y otros miembros de la familia, permite la manipulación de la dependencia afectiva
de los niños por parte del adulto responsable.
La dificultad es aún mayor en los casos de abuso sexual, aunque a menudo es posible
obtener información de manera indirecta o de testigos ajenos a la familia.
Algunos indicadores psicológicos o emocionales de maltrato están dados por lo siguiente:
Es frecuente observar en el niño conductas de temor y retraimiento, o bien, de inquietud
excesiva y apego inadecuado al profesional o técnico que presta la atención.
Las explicaciones del adulto son generalmente vagas, minimizadoras y en abierta
contradicción con los hallazgos.
Puede observarse falta de interacción y contacto, así como una excesiva dependencia a
algunas de las conductas del adulto que caracterizan al maltrato emocional: descrédito,
ridiculización, descalificación, amenazas, indiferencia, o bien, rechazo explícito o
implícito.
Otros indicadores psicológicos y conductuales observados son: bajo rendimiento escolar,
inasistencia a clases o retardos frecuentes, hiperactividad, agresividad, rebeldía,
desorganización, o bien, se pueden identificar niños tímidos, poco comunicativos y de
apariencia descuidada.

Valoración Social
La evaluación de las habilidades sociales debe fundamentarse en diferentes tipos de
registros y observaciones. En un primer momento, la entrevista con los padres nos
proporcionará una primera información relevante acerca de las características del niño y
su historia evolutiva y circunstancias actuales.
También es importante la entrevista con el maestro o tutor del niño que nos aportará datos
de su funcionamiento con sus iguales.
Con el niño podemos utilizar auto-informes. En el caso de adolescentes y adultos
disponemos del EHS: Escala de Habilidades Sociales.

Puede ser también necesario evaluar cual es el nivel de autoestima del niño. Con
frecuencia la falta de recursos sociales lleva anexo la desmotivación, bajo auto-concepto
e incluso depresión.
A continuación, presentamos diferentes estrategias para enseñar comportamientos
sociales:
Diciéndole al niño/a qué es lo que le pedimos de ese comportamiento: decir gracias, pedir
“por favor”, pedir que se disculpe, expresar cómo se siente, ¿etc.?
Ensayar la conducta, en forma de pequeña escena, como si fuera el teatro, para enseñar al
niño/a cómo se realiza la conducta en cuestión. Siempre deberemos reforzarle, alabarle,
cuando realiza adecuadamente la conducta de que se trate: "estupendo, has saludado
diciendo hola nada más entrar".
Preguntar o expresar los sentimientos que los niños/as y los adultos experimentamos al
relacionarnos con otros: "¿Cómo te sientes al haber actuado así?", "Me
siento???cuando??"
El proceso de los entrenamientos en Habilidades Sociales debe implicar cuatro elementos
de forma estructurada:
Entrenamiento en habilidades, donde se enseñen conductas específicas y se practican y
se integran en el repertorio conductual del sujeto
Reducción de la ansiedad en situaciones sociales problemáticas. Normalmente esta
reducción se consigue de forma indirecta.
Reestructuración cognitiva, en donde se intentan modificar valores, creencias,
cogniciones y/o actitudes del sujeto. También suele darse de forma indirecta.
Entrenamiento en solución de problemas, donde se enseña a los sujetos a percibir
correctamente los valores de todos los parámetros situacionales relevantes, a procesarlos,
a seleccionar una respuesta y enviarla. Este entrenamiento suele encontrarse de forma
implícita, en los entrenamientos en habilidades sociales.
Algunas Habilidades básicas que deben aprender para que no surjan estas dificultades son
las siguientes:
Habilidades de interacción social: Sonreír, saludar adecuadamente, saber realizar
presentaciones, pedir favores.
Habilidades conversacionales: Aprender a iniciar, mantener y terminar conversaciones,
saber cómo unirse a conversaciones y poder establecer conversaciones de grupo.
Habilidades relacionadas con los sentimientos y emociones: saber expresar
autoafirmaciones positivas, emociones, recibir emociones, defender los propios derechos
y defender las opiniones.
Habilidades para afrontar y resolver problemas: Identificar problemas, buscar soluciones,
anticipar consecuencias, elegir una solución y probar la solución.
Habilidades para relacionarse con adultos: Aprender la cortesía con el adulto, refuerzo al
adulto, conversar con el adulto, solucionar problemas con adultos y peticiones del adulto

Valoración Psicológica
Popularmente, el término "evaluar" en psicología se asocia a la aplicación de test,
cuestionarios y otros instrumentos con los que los psicólogos efectuamos un
psicodiagnóstico. Evidentemente, la
evaluación es un proceso mucho más
complejo que requiere, además, por parte
del profesional, el estudio, integración e
interpretación de la diferente información
recogida par a efectuar el diagnóstico
psicológico.
-Según definición de Fernández Ballesteros
(1.983), la Evaluación Psicológica: "es
aquella disciplina de la Psicología que se
ocupa del estudio científico del comportamiento (a los niveles de complejidad
necesarios), de un sujeto o de un grupo de sujetos determinado, en su interacción
recíproca con el ambiente físico y social, con el fin de describir, clasificar, predecir, y, en
su caso, explicar su comportamiento".
-La evaluación o psicodiagnóstico es el paso previo para construir la intervención o
tratamiento psicológico ante un trastorno clínico.
2- Objetivos de la Evaluación
1- Conocer las causas y factores que intervienen en el origen, desarrollo y configuración
del problema. Identificar los factores de riesgo en su entorno familiar-escolar y social.
2- Conocer el desarrollo psicobiológico del niño. Cuáles son los signos, síntomas,
síndromes o enfermedades que presenta o ha presentado. Para ello es necesario la
recogida de datos mediante la entrevista y cuestionarios para los padres. Deberán también
aportar aquellos informes médicos u psicológicos relevantes que hayan sido efectuados
hasta la fecha.
3- Formular el juicio clínico en base a los datos obtenidos: Psicodiagnóstico.
4- Preparar y aplicar el plan de Intervención (Tratamiento).
3- Peculiaridades de la Evaluación infanto-juvenil
La evaluación o psicodiagnóstico infanto-juvenil, mantiene algunas similitudes con la de
los adultos, especialmente en lo referente a la necesidad del estudio científico de
conductas y de contar con instrumentos fiables (que sean precisos en la medición) y
válidos (que midan la variable que pretenden medir y no otras). Sin embargo, la
evaluación con niños supone un gran desafío para el clínico y requiere de conocimientos
y técnicas especiales. El niño es un "ser en desarrollo", en permanente cambio y, aunque
dicho desarrollo puede considerarse que se da a lo largo de toda su vida, es en la etapa
infantil y adolescente cuando se dan los cambios biológicos y comportamentales que
mayor trascendencia van a tener en la "construcción" de la persona adulta. La maduración
va a ser el resultado de su dotación genética en interacción con el ambiente.

Valoración Medica
Valoración y evaluación del estado físico o psíquico de un paciente, basándose en la
información obtenida de la entrevista, del historial médico del paciente y de la anamnesis,
de exploraciones físicas, de pruebas de laboratorio y de los resultados de test psicológicos.
La niñez es una época de crecimiento y cambios rápidos. Los niños tienen controles
pediátricos de niños sanos con mayor frecuencia cuando son más jóvenes. Esto se debe a
que el desarrollo es más rápido durante estos años.
Cada control pediátrico incluye un examen físico completo. En este examen, el médico
verifica el crecimiento y desarrollo del bebé o del niño pequeño con el fin de encontrar o
prevenir problemas.
El proveedor de atención médica registrará el peso, la estatura y otra información
importante del niño. Asimismo, la audición, la visión y otros exámenes serán parte de
algunas consultas o controles.
Incluso, si su hijo está saludable, los controles del niño sano son un buen momento para
enfocarse en el bienestar de su hijo. Hablar sobre maneras para mejorar el cuidado y
prevenir problemas ayuda a mantener a su hijo saludable.
Información
Durante las consultas o controles del niño sano, usted recibirá información sobre temas
como:
Sueño
Seguridad
Enfermedades infantiles
Qué esperar a medida que el niño crece
Anote sus preguntas y preocupaciones y llévelas con usted. Esto le ayudará a sacar el
mayor provecho de las consultas.
El proveedor pondrá atención especial a cómo está creciendo el niño en comparación con
las pautas del desarrollo normal. La estatura, el peso y el perímetro cefálico del niño se
registran en una curva de crecimiento. Esta tabla será parte de la historia clínica del niño.
Hablar sobre el crecimiento del niño puede ser un buen punto de partida para la
conversación acerca de la salud general del niño. Pregunte a su proveedor acerca de la
curva del índice de masa corporal (IMC), que es el instrumento más importante para
identificar y prevenir la obesidad.
Su proveedor también le hablará sobre otros temas relacionados con el bienestar como
los asuntos de las relaciones familiares, la escuela y el acceso a los servicios de la
comunidad.

Maltrato Y Abuso Como Prevenirlo


Tan importante cómo detectar el maltrato infantil es la prevención del abuso y malos
tratos en la infancia. Entre las claves para favorecer que los niños tengan unas relaciones
óptimas con los demás está inculcar adecuados modelos de referencia y una educación
desde la más temprana infancia en el entorno familiar, social y escolar.
Es importante comenzar a fomentar en los niños valores éticos y morales, siendo capaces
de establecer unas adecuadas normas de convivencia.
Hemos de ser conscientes a la hora de hablar y tratar a los niños que son personas
especialmente vulnerables, frágiles y en ocasiones, son considerados como figuras
inanimadas que pertenecen a uno de los progenitores.
El ser humano tiene que aprender y ser capaz de controlar la ira y la agresividad de forma
adaptativa y adecuada. El control de las emociones es fundamental.
No hay que olvidar, la importancia de desarrollar en los niños la capacidad de empatía
para ser capaz de ponerse en el lugar del otro y comprender que nuestra conducta o actitud
puede provocar sufrimiento en el otro.
Los adultos somos un modelo a seguir para los menores. Un entorno donde impera la
violencia psíquica o física va a favorecer que nuestros niños aprendan esos modelos de
conducta y puedan repetirlos.
Tenemos que facilitar a los niños:
- Bienestar físico, afectivo, emocional, educativo y social.
- Velar por sus derechos e intereses.
- Capacidad de escucha, facilitarles la oportunidad de expresarse y que se sientan
comprendidos y arropados emocionalmente.
- Permanecer atentos a sus necesidades y demandas físicas y afectivas.
Nuestra sociedad, en general y cada uno de nosotros, en particular debemos proteger y
proporcionar a nuestros niños un entorno seguro, afectivo, adaptativo y estructurado. Así,
garantizaremos un adecuado desarrollo psicoevolutivo del niño y una infancia feliz.

Las Consecuencias Del Maltrato Infantil


"El maltrato infantil es un problema mundial con graves consecuencias que pueden durar
toda la vida", alertan desde esta organización, que añaden que el maltrato causa estrés y
se asocia también a trastornos del
desarrollo cerebral temprano. "Los
casos extremos de estrés pueden
alterar el desarrollo de los sistemas
nervioso e inmunitario", avisan.
Independientemente de las
secuelas físicas que desencadena
directamente la agresión producida
por el abuso físico o sexual, todos
los tipos de maltrato infantil dan
lugar a trastornos conductuales,
emocionales y sociales. La importancia, severidad y cronicidad de las estas secuelas
depende de:
Intensidad y frecuencia del maltrato.
Características del niño (edad, sexo, susceptibilidad, temperamento, habilidades sociales,
etc.).
El uso o no de la violencia física.
Relación del niño con el agresor.
Apoyo intrafamiliar a la víctima infantil.
Acceso y competencia de los servicios de ayuda médica, psicológica y social.
En los primeros momentos del desarrollo evolutivo, se observan repercusiones negativas
en las capacidades relacionales de apego y en la autoestima del niño, así como pesadillas
y problemas del sueño, cambios de hábitos de comida, pérdidas del control de esfínteres,
deficiencias psicomotoras y trastornos psicosomáticos.
En escolares y adolescentes encontramos: fugas del hogar, conductas autolesivas,
hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico, deficiencias intelectuales,
fracaso escolar, trastorno disociativo de identidad, delincuencia juvenil, consumo de
drogas y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y
vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal.
En el siguiente artículo, explicamos con más detalle las secuelas del maltrato infantil en
adultos.
Diversos estudios señalan que el maltrato continúa de una generación a la siguiente de
forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser perpetuador de maltrato en la etapa
adulta.

Acoso Abuso Y Explotación Sexual


El acoso, la explotación y el abuso sexual de cualquier persona es una grave violación de
los derechos humanos, la cual se debe
prevenir y eliminar. En un contexto de
emergencia, a menudo hay una
desarticulación de las instituciones
protectoras usuales, como son la familia, la
comunidad, el gobierno, las fuerzas
policiales, etc. Los medios de vida
sostenibles se ven duramente afectados y
hay enormes implicancias psicológicas en
las vidas de los afectados. En un escenario
como ese, la posibilidad de algún tipo de acoso, explotación o abuso, especialmente de
naturaleza sexual, aumenta debido a la mayor vulnerabilidad, la poca resistencia y la
absoluta impotencia experimentada por los sobrevivientes de una situación de
emergencia.
La meta de este módulo es proporcionar un recurso de capacitación, el cual se podría
utilizar para sensibilizar y orientar al grupo objetivo - los trabajadores de ayuda
humanitaria de CARE y sus socios desplegado en contextos de emergencia, acerca del
asunto del acoso, la explotación y el abuso sexual con una perspectiva de derechos
humanos. La primera actividad permite que el taller comience con las presentaciones de
los participantes y el intercambio de las expectativas, la agenda y las normas del taller.
La segunda actividad apunta a crear conciencia de los aspectos básicos relacionados con
el acoso, la explotación y el abuso sexual mediante la representación y el análisis de una
dramatización. La tercera y última actividad apunta a sensibilizar a los participantes frente
a las responsabilidades individuales para prevenir y responder a los incidentes de
acoso/explotación/abuso sexual por medio de una oportunidad para trabajar con dos
escenarios distintos que describen nuestro trabajo de ayuda en contextos de emergencia.

Desplazados Refugiados Hijos E Hijas De Migrantes Con Necesidades


De Protección
No. Aunque cada vez es más común ver en los medios de comunicación y los debates
públicos que los términos ‘refugiado’ y ‘migrante’ se utilizan indistintamente, existe una
diferencia jurídica fundamental entre los dos. Confundirlos puede provocar problemas
para los refugiados y los solicitantes de asilo y para los Estados que buscan responder a
los movimientos mix tos, así como malas interpretaciones en los debates sobre el asilo y
la migración.
¿Qué es lo excepcional de los
refugiados?
Los refugiados están protegidos y
definidos específicamente por el
derecho internacional. Los
refugiados son personas que están
fuera de su país de origen debido
a un temor de persecución, a un
conflicto, violencia u otras
circunstancias que perturben gravemente el orden público, y quienes, en consecuencia,
requieren ‘protección internacional’. Su situación suele ser tan peligrosa e intolerable que
cruzan las fronteras nacionales para buscar seguridad en los países vecinos, y así poder
ser reconocidos internacionalmente como ‘refugiados’ con acceso a la asistencia de los
Estados, del ACNUR y las organizaciones pertinentes. Están tan exactamente
reconocidos porque para ellos es demasiado peligroso volver a su lugar de origen, y por
tanto, necesitan asilo en otro lugar. Para estas personas, la negación del asilo tiene
consecuencias potencialmente mortales.
¿Cómo están protegidos los refugiados en el derecho internacional?
El sistema legal específico que protege los derechos de los refugiados se conoce como
‘protección internacional de los refugiados’. La necesidad de este sistema radica en el
hecho de que los refugiados son personas que se encuentran en una situación específica
que requiere salvaguardas adicionales. Los solicitantes de asilo y los refugiados carecen
de la protección de sus propios países.
El artículo 14 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece el derecho de
toda persona a buscar asilo y a disfrutar de él. Sin embargo, la noción de asilo no tuvo un
contenido claro a nivel internacional hasta que se adoptó la Convención sobre el Estatuto
de los Refugiados de 1951 [la Convención de 1951], y se le encargó al ACNUR la
supervisión de su aplicación. La Convención de 1951 y su Protocolo de 1967, al igual que
instrumentos jurídicos regionales como la Convención de la OUA por la que se regulan
los aspectos específicos de problemas de los refugiados en África de 1969, son la piedra
angular del sistema moderno de protección de refugiados. Ellos establecen una definición
universal de refugiado e incorporan las obligaciones y los derechos básicos de los
refugiados.
Las disposiciones de la Convención de 1951 siguen siendo las principales normas
internacionales que determinan todas las medidas para la protección y el tratamiento de
los refugiados. Su disposición más importante, el principio de no devolución (es decir,
retornos que no son forzados) que figura en el artículo 33, es el cimiento del sistema. De
acuerdo con este principio, los refugiados no deben ser expulsados o devueltos a
situaciones donde su vida o su libertad estén bajo amenaza. Los Estados son los
principales responsables de esta protección. El ACNUR trabaja en estrecha colaboración
con los gobiernos, prestando asesoramiento y apoyo cuando es necesario, para cumplir
con sus responsabilidades.

Hijos E Hijas De Padres Y Madres Privados De La Libertad Que No


Cuenta Con Otros Referentes Familiares Que Pueden Asumir Su
Cuidado Y Protección
Detrás de la gran mayoría de los hombres o mujeres privados de libertad existen una o
varias familias y, en muchos casos, uno o varios hijos. ¿Qué sabemos de ellos?
Según un estudio recientemente publicado por organizaciones de la sociedad civil
especializadas en la defensa de los derechos de la niñez, existen en América Latina y el
Caribe aproximadamente 1.900.000 niños y niñas con un padre o madre encarcelada.
tapa estudio niños. El Comité de los
Derechos del Niño de Naciones
Unidas en sus recomendaciones
elaboradas en el marco del día de
debate anual 2011[2], destaca la
ausencia de estadísticas, estudios o
metodologías de trabajo específicas
para niños/as que viven y se
desarrollan como personas con uno
de sus padres encarcelados. En
consecuencia, estos niños y niñas –
como ocurre en gran medida con los
familiares de personas encarceladas- son prácticamente invisibles para las autoridades,
los representantes de la sociedad civil y especialistas, tanto en temas de niñez como de
seguridad ciudadana.
A pesar de la capacidad de adaptación que muchos de ellos desarrollan, ser invisibles para
las políticas públicas tiene consecuencias muy concretas, tanto en el ámbito del hogar y
las relaciones intrafamiliares, como en la escuela y la vida comunitaria. Por ejemplo:
Que ni las autoridades ni los representantes de la sociedad civil conocen en qué medida
sus necesidades y derechos son atendidos por la inversión social en niñez, las políticas
públicas sectoriales y los sistemas de promoción y protección de derechos tanto
nacionales como locales, impactando esto negativamente en su crecimiento y desarrollo.
Que el sistema educativo no capacita ni apoya en forma adecuada a los docentes que los
educan ni hace todo lo posible para que la escuela sea un espacio de humanidad y
desarrollo integral ante la situación que viven, transformándose en un espacio de
discriminación y estigmatización.
Que las mujeres que los cuidan y forman en el hogar (muchas de ellas víctimas de
violencia de género) carecen del apoyo y acompañamiento necesario del estado y de la
sociedad civil, llevando esto muchas veces a una adulteración de los roles de los niños/as
dentro del hogar.
Que las iniciativas de reinserción o rehabilitación de personas privadas de libertad
incluyan poca o nula orientación y formación sobre cómo desarrollar y ejercer una
paternidad positiva durante el tiempo de cumplimiento de la pena y luego de la misma.
Afortunadamente, existen algunas iniciativas regionales y nacionales de los gobiernos,
pero especialmente desde la sociedad civil que están haciendo algo al respecto.

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