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AMOR, FE, y ESPERANZA

TEXTO 1 Pedro 1:20b-21

Introducción

Una pregunta muy inquietante, en el ministerio pastoral es, ‘¿Por qué mueren los bebes?’. En
Rom 5:12, Pablo da una respuesta teológica a esta pregunta. La muerte de todo ser humano se
debe al pecado – no necesariamente al pecado del individuo mismo (porque un bebe no ha
pecado personalmente), sino al pecado de Adán.

Pablo indica que toda la raza humana estuvo representada en Adán – para bien o para mal. Él
fue nuestro representante legal ante Dios. Por eso, cuando él pecó, todos pecamos en él. Y el
juicio sobre su pecado, nos afectó a todos nosotros.

La buena noticia (el ‘evangelio’) es que Dios ha provisto otro representante legal – CRISTO
(Rom 5:12-20); Él es el Segundo ‘Adán’ (1 Cor 15:21-22). Por ende, hay una relación
estrecha entre la experiencia de Cristo y la nuestra. Nuestra salvación se basa sobre esa
relación (ver Efe 2:4-7). Somos salvos por estar “en Cristo” (en vez de estar “en Adán”, 1 Cor
15:22).

Lo que proponemos hacer en este mensaje es estudiar 1 Ped 20b-21 a la luz de esta afirmación,
para ver qué podemos aprender de las palabras de Pedro.

CONTEXTO Pedro está hablando de Cristo, y de lo que Él hizo por nosotros (1 Ped 1:18-
20a). En los versos 20b-21, el apóstol continúa este tema; pero relaciona la experiencia de
Cristo, con la nuestra.

1. LA EXPERIENCIA DE CRISTO

¿Qué dice Pedro acerca de Cristo?

TRES cosas fundamentales

a. Cristo Fue Manifestado (v.20b)

En el eterno consejo de Dios, Cristo fue destinado para ser “el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo”(v.19-20a). Ese gran Cordero fue manifestado a Su debido tiempo – “en los
postreros tiempos”, dice Pedro (v.20b). Veamos como Pablo lo expresa en Gál 4:4, “Pero
cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo…”. La expresión, “el
cumplimiento del tiempo” indica que Dios había decidido de antemano el momento exacto en
que Cristo iba a ser manifestado; y cuando llegó ese tiempo (cuando ‘sonó el alarma divino’,
que había sido preprogramado), Cristo nació en Belén de Judea.

La venida de Cristo marcó una nueva etapa en la historia de este mundo (Heb 9:26). El reino de
Dios había llegado (Marcos 1:15). Era el gran día de la salvación, anunciado desde el tiempo de
los profetas. ¡Cristo había sido revelado! ¡Este fue el primer mensaje del evangelio!

 La vida del creyente depende de esa manifestación (Juan 3:16).

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b. Cristo Fue Resucitado (v.21a)

La obra redentora de Cristo se dio principalmente en la cruz del Calvario. Pero la culminación
de Su obra redentora fue la resurrección.

El Cordero de Dios volvió a vivir (Apo 5:6). En ese texto, Juan ve al Cordero “como
inmolado”; es decir, aun tenía las marcas de la cruz en Su cuerpo. Lo extraño es que el Cordero
recién inmolado, no estaba tendido sobre el piso (como esperaríamos ver a un animal que acaba
de morir), sino que “estaba en pie”; es decir, estaba vivo. En otras palabras, en este verso Juan
ve el momento cuando Cristo llega al cielo, luego de Su resurrección. Pero notemos algo MUY
importante; al resucitar, Cristo no quedó solo como un Cordero, sino que es “el León de la tribu
de Judá” (Apo 5:5). Cristo vino al mundo como Cordero, pero resucitó como León (Rey).

¿Por qué es importante la resurrección para nosotros, los creyentes?

- Resucitó para darnos nueva vida (1 Ped 1:3).

- Resucitó para confirmar nuestra justificación (Rom 4:25).

- Resucitó para garantizar nuestra resurrección (1 Cor 15:20, 23).

 La vida del creyente depende de la resurrección de Cristo (Efe 2:5).

c. Cristo Fue Glorificado (v.21b)

La tercera cosa que Pedro afirma de Cristo es que Dios el Padre “le ha dado gloria”.
¿Cómo? Pablo lo describe en Fil 2:9-11.

- Cristo ahora está sentado a la diestra del Padre (Hch 2:33).

- Cristo fue coronado de gloria y de honra (Heb 2:9).

- Cristo es la cabeza de la Iglesia (Efe 1:20-24).

- Cristo tiene todo poder (1 Ped 3:22).

 La vida del creyente depende de la glorificación de Cristo (Efe 2:6).

2. LA EXPERIENCIA NUESTRA

¿Qué impacto ha tenido la experiencia de Cristo sobre nuestras vidas, como creyentes? Pedro
menciona TRES cosas puntuales:

a. Amor (v.20b)

En el v.20b, Pedro declara que Dios ha hecho todas estas cosas “por amor de vosotros” (Reina
Valera). Otras versiones de la Biblia no mencionan la palabra “amor”. Por ejemplo:

- “se ha manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes” (BDLA).


- “pero en estos tiempos últimos ha aparecido para bien de ustedes” (DHH).

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En el texto original, la palabra “amor” no está; los traductores de la Reina Valera han añadido
esta palabra, para ayudarnos a entender lo que Pedro está diciendo. Dios envió a Cristo para
nuestro bien; pero evidentemente lo hizo ‘por amor’ (ver Juan 3:16; 1 Juan 4:10).

Ahora bien, si Cristo fue manifestada para nuestro bien, entonces nuestras vidas deben ser
marcadas por AMOR – amor a Dios, y amor a nuestro prójimo (1 Juan 4:7-11).

Reflexión ¿Es cierto eso de nosotros?

* A la luz de la experiencia de Cristo, ¡es inconcebible que NO amemos!

b. Fe (v.21a)

Todo lo que Dios ha hecho en Cristo, lo ha hecho para que creamos en Él: “mediante el cual
creéis en Dios…para que vuestra fe…” (v.21).

Es cierto que debemos creer en Cristo, para la salvación; pero Pedro NO está hablando de eso,
aquí. Aquí afirma que nuestra fe debe estar en Dios el Padre. ¿Por qué? ¿Por qué no habla de
creer en Cristo? Bueno, en primer lugar, porque las personas a quienes escribe ya eran
creyentes; y en segundo lugar, porque Pedro estaba pensando en las pruebas que estaban
enfrentando sus lectores (v.6), y en la necesidad que tenían de confiar en Dios en ese tiempo.
Pero obviamente, fe en Cristo y fe en Dios son inseparables (ver Juan 14:1).

Reflexión: ¿Cómo anda nuestra fe en Dios?

Cuando pasamos por pruebas y dificultades, y corremos el riesgo de desconfiar en Dios,


pensemos en la resurrección de Cristo, y entendamos que tal como Cristo, luego de sufrir, fue
resucitado por Dios el Padre, así también nosotros, luego de pasar por el tiempo de sufrimiento,
seremos ‘resucitados’, para volver a disfrutar una vida de paz y bendición.

* A la luz de la experiencia de Cristo, ¡es inconcebible que NO creamos en


Dios!

c. Esperanza (v.21b)

Hay tanta inseguridad en el mundo, en este tiempo.

EJEMPLO: La crisis financiera, y el impacto que está teniendo en el mundo desarrollado.

Nuestra seguridad debe estar en Dios (no en las cosas de este mundo).

Al enviar a Cristo a este mundo; al permitir que muera, y sea resucitado; y al elevarlo a Su
gloria eterna – Dios el Padre ha hecho tremendas cosas con Cristo. Lo que nos toca hacer
ahora, es mirar a esas experiencias de Cristo, y poner nuestra esperanza en Dios. ¡Nosotros
también, un día, seremos glorificados! Nuestra seguridad debe estar en Dios. Cristo fue
glorificado para nuestro bien.

Reflexión ¿Dónde está nuestra esperanza?

* A la luz de la experiencia de Cristo, ¡es inconcebible que NO tengamos


esperanza!

3
Conclusión

Estas tres cosas (amor, fe y esperanza) son las características fundamentales de todo creyente (1
Cor 13:13). Estas tres cosas son las que dirigen nuestras vidas (1 Tes 1:3).

¿Estamos disfrutando estas tres cosas?

Si no, hay una sola razón: no estamos ‘permaneciendo en Cristo’; no estamos ‘mirando a
Cristo’).

¡Debemos volver a Él hoy!

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