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Menciones de la póliza

El art. 518 del Código de Comercio establece las menciones que debe tener una póliza. Estas
menciones son el mínimo que puede contener una póliza de seguros, pero no el máximo,
como se desprende de la frase “deberá expresar, a lo menos”. Además, podemos decir que
se trata de menciones obligatorias que deberá contener la póliza, como también se
desprende de la frase “deberá expresar”.

Son menciones de la póliza:

1. La individualización del asegurador, asegurado y contratante en caso de no ser el

asegurado. Además, el beneficiario o su forma de determinar.
2. Especificación de la materia asegurada: materia quiere decir “objeto de la
cobertura”, puede ser una persona, una cosa, etc.
3. El interés asegurable.
4. Los riesgos que se transfieren al asegurador. Esta es la mención clave o núcleo de la
póliza. El art. 530 precisa que el asegurador responde de los riesgos descritos en la
póliza, con excepción de las situaciones expresamente excluidas por ella, agregando
que, a falta de estipulación, el asegurador responde de todos los riesgos que por su
naturaleza corresponda, salvo los excluidos por la ley. De ahí que es el asegurador
quien le conviene especificarlos. El art. 536 añade que en el caso que no esté
expresamente limitado el seguro a determinados riesgos, el asegurador responde de
todos los riesgos, salvo las excepciones legales (los que por su naturaleza
correspondan).
5. La época en que principia y concluye el riesgo para el asegurador. Esta es la vigencia
de la póliza. Hay de varios tipos, por periodos, por periodos hasta la muerte, entre
otros. El art. 523 precisa que en el caso de que la póliza no incluya mención sobre el
inicio de la cobertura, los riesgos serán de cargo del asegurador a partir del momento
en que se perfeccione el contrato. Es el juez el que determina hasta cuando en este
último caso según los usos y costumbres.
6. La suma o cantidad asegurada, o el modo de determinarla. La ley detalla mucho
este tema a propósito de los seguros reales, según se estudiará en su oportunidad.
7. El valor del bien asegurado, en caso de haberse convenido. Solo aplica a los
contratos de daños reales. Es importante a este respecto el art. 554, sobre la
“valoración de la cosa asegurada”. Es importante resaltar también que, en caso de
haber valoración, no aplica el principio sobre la suma asegurada y límite de la
indemnización por el art. 552. Tampoco aplicará la regla de indemnización
proporcional, o “regla proporcional” o prorrateo, del art. 553.

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 8. La prima del seguro, y el tiempo, lugar y forma de su pago: es importante el tema
de la forma de pago porque según el art. 527 se puede convenir su pago en una
cantidad de dinero, en la entrega de una cosa o en un hecho estimable en dinero.
Respecto del tiempo, el 527 dice que salvo en pacto contrario, el pago de la prima se
hará al entregarse la póliza, el certificado de cobertura o el endoso, según
corresponda y respecto del lugar, “deberá hacerse en el domicilio del asegurador o
en el de sus representantes, agentes o diputados para el cobro”.
9. La fecha en que se extiende y la firma material o electrónica del asegurador. No tiene
por qué coincidir con la perfección del contrato.
10. La firma del asegurado en aquellas pólizas que lo requieran de acuerdo con la ley.
Siempre va la del asegurador, pero respecto del asegurado solamente se requiere
obligatoriamente en los seguros de transporte y de casco marítimo y aéreo, o en caso
de que el asegurado sea persona jurídica y la prima sea mayor a 200 uf (seguros de
grandes riesgos). Es preciso recordar la naturaleza consensual de este contrato.

Finalmente, el art. 518 dice que se presume que actúan en representación del asegurador,
quienes firman las pólizas o documentos que las modifiquen, y que sus firmas son
auténticas.