La Ruta de los Viajeros Románticos, conocida como el
Camino inglés, es aquella que atravesaba el Campo de Gibraltar y la serranía hasta llegar a Ronda. Un apasionante recorrido, que fue centro de todas las miradas en el siglo XIX, cuando románticos llegados de todo el mundo lo transitaban en busca de aventuras que los hicieran sentirse vivos. Recuperar aquellos itinerarios de “La Ruta de los Viajeros Románticos”, conocidos como “El camino Inglés” que realizaban aquellos viajeros decimonónicos para, tras desembarcar en Gibraltar, adentrarse hacia el interior de la península por esta gran ruta histórica y legendaria, varias veces frontera, por el surco intrabético que la atraviesa; coras, taifas y dominios benimerines; ruta de pueblos moriscos, ruta del contrabando, sierra de guerrilleros antifranceses, santuario del bandolerismo andaluz… que además posee otros ingredientes añadidos: por sus valores culturales y etnográficos, por sus valores paisajísticos y medioambientales, por su patrimonio histórico, identitario y humanístico, que se suma a todo lo anterior y convierte esta gran ruta, sin duda alguna, en una de las más interesantes y atractivas que se pueden ofrecer hoy por hoy en España.
Algodonales, Olvera y Setenil de las Bodegas quedan
más al norte, por los caminos que buscan la salida a tanta montaña y cerrado valle. En Olvera, por ejemplo, se alza otro torreón nazarí y su altura parece competir con los campanarios gemelos de la cercana iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, abierta hace unas semanas tras seis años de concienzuda rehabilitación. A los pies del templo está la casa de la Cilla cuyo interior acoge el Museo de la Frontera y los Castillos.
Abrigo bajo rocas
Del vecino Setenil otro viajero más reciente, el
gaditano José Manuel Caballero Bonald, dijo que era una pesadilla arquitectónica y un sobresalto geológico. No es para menos. En el barrio bajo los vecinos aprovecharon el tajo creado por las aguas del río Guadalporcún para construir sus casas. Es un ejemplo excepcional e insólito de arquitectura vernácula, un ejemplo del denominado abrigo bajo rocas que a diferencia de otras construcciones semitroglodíticas desarrolladas en Andalucía no excava la roca sino que se limita a cerrar la pared rocosa y desarrollar la vivienda de modo longitudinal.