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Parte introductoria
1. Introducción
Pero no se debe entender esta propiedad como la propiedad sobre los derechos
reales, como es usado en el código, ahí alude a la cualidad abstracta de ser algo
propio de alguien, concepto que expresa como el derecho privado se encuentra al
servicio de la persona.
2. Bases
El destino universal de los bienes, como formulación de principio presenta
inconvenientes en su utilización, lo que hace que el Derecho desde una perspectiva
técnica, establezca categorías para permitir que la apropiación de los bienes cumpla
respecto de la mayor cantidad posible de personas la función que le es propia;
satisfacer las necesidades del hombre, operación que tiene también una clara
connotación económica, desde que la escasez obliga a que la distribución de los
bienes este sujeta a ciertas reglas.
Las lecturas del control muestran como el mercado se fija a ciertas reglas: de
propiedad, responsabilidad e inalienabilidad (Calabresi).
Entre las facultades que se reconoce a las personas sobre las cosas, el derecho de
bienes regula fundamentalmente el dominio y la posesión, como las facultades más
plenas (en el plano jurídico y fáctico respectivamente) que se puede tener sobre ellas.
Puede decirse que la contradicción e interacción entre dominio y posesión atraviesan
todo el régimen jurídico de las cosas. Ello explica la atención que se le dedica a tratar
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materias como la prescripción adquisitiva, la acción reivindicatoria y las acciones
posesorias.
En este sentido, el derecho de cosas dedica gran atención a regular los modos de
adquirir el dominio, esto es, la tradición, la prescripción, la ocupación y la accesión. Si
bien la sucesión por causa de muerte es un modo de adquirir las cosas, como
disciplina jurídica tiene autonomía propia.
Asimismo regula los demás derechos reales, limitados o limitativos del dominio, sean
de garantía (prenda e hipoteca) o de goce (usufructo, uso o habitación, servidumbres).
Por último, dentro del derecho de cosas encontramos también a las acciones que
protegen o tutelan el ejercicio tanto de los derechos reales así como la posesión.
Mirada esta forma, en que el derecho distribuye los bienes, se ven 2 tipos de
relaciones, ambas jurídicas y por tanto suponen un sujeto activo y un sujeto pasivo, lo
que varía en ellas es la consideración del objeto.
1) Los Derechos Reales: la consideración del objeto es tan importante que hace
que la figura del sujeto pasivo se diluya, o bien queda en estado de latencia y
solo se puede identificar cuando se produce la violación del derecho que
detenta el sujeto activo, estos son los derechos reales (articulo 577 CC: “el que
se tiene sobre una cosa sin respecto de determinada persona”, da la nota de
especificidad al derecho real, es decir el sujeto pasivo no es el preponderante).
Ahí es cuando se muestran las características del derecho real, entre ellas;
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- Oponibilidad erga omnes, lo que supone, que cualquier persona debe
respetar la titularidad del sujeto activo, lo que permite al titular el uso de los
medios para reestablecerlo a la situación anterior al atentado (artículo 577: de
los derechos reales emanan acciones reales), o indemnizar la lesión del
derecho por parte de un tercero (artículo 2314).
Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada
persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos
derechos nacen las acciones reales.
Art. 2314. El que ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es
obligado a la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el
delito o cuasidelito.
Art. 578. Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de
ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído
las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el
dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las
acciones personales.
Art. 1438. Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con
otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas
personas.
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En los derechos personales, o créditos, la consideración del sujeto pasivo es lo
relevante para que el contenido del derecho se actualice; por esto solo pueden
reclamarse de ciertas personas, el contenido del derecho personal viene dado
por la extensión de su objeto, el que es la prestación, y ahora ya no es la cosa
considerada en sí, sino la cosa tipológicamente reconstruida según el interés o
propósito practico (causa, artículo 1467 CC) perseguido por el acreedor, por lo
cual la misma cosa puede ser objeto de distintos propósitos.
Art. 1467. No puede haber obligación sin una causa real y lícita; pero no es necesario
expresarla. La pura liberalidad o beneficencia es causa suficiente.
Se entiende por causa el motivo que induce al acto o contrato; y por causa
ilícita la prohibida por ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público.
Así la promesa de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de
causa; y la promesa de dar algo en recompensa de un crimen o de un hecho inmoral,
tiene una causa ilícita.
Art. 2469. Los acreedores, con las excepciones indicadas en el artículo 1618, podrán
exigir que se vendan todos los bienes del deudor hasta concurrencia de sus créditos,
inclusos los intereses y los costos de la cobranza, para que con el producto se les
satisfaga íntegramente si fueren suficientes los bienes, y en caso de no serlo, a
prorrata, cuando no haya causas especiales para preferir ciertos créditos, según la
clasificación que sigue.
Esta es la forma en que la persona entra en contacto con el mundo sensible y así la
persona puede aplicar los derechos en la realidad jurídica, y se muestra cómo la
propiedad le permite aprovecharse de los bienes naturales o los bienes creados a
partir de ella.
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3. Fijación del concepto de Cosa y Bien
Art. 565. Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales. Corporales son las
que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como una casa, un
libro. Incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las
servidumbres activas.
Concepto de Cosa
El artículo 565 hace suponer que para el código “bien” y “cosa” son diferentes.
Guzmán Brito ha explicado que ese articulo por la expresión “bienes”, alude al
patrimonio de una persona, (expresado con el concepto “in bonis” del Derecho
romano), el patrimonio se compone por bienes corporales (tienen un ser real que
pueden percibir los sentidos) o incorporales (son los que constituyen meros derechos).
A continuación el artículo define lo que son las cosas, usando un criterio de origen en
los glosadores, que no fue seguida por las codificaciones del siglo XIX y XX. El Código
Civil chileno prefiere contraponer cosas corporales (ser real) a las incorporales (que
son aquellas que no pueden percibirse por los sentidos, ni las que no tienen un ser
real, sino que consisten en meros derechos; que pueden ser reales o personales).
El sistema jurídico toma el concepto de cosa corporal para indicar las clases de bienes
que regula. Por ejemplo:
Art. 580. Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo
sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre
un inmueble, es inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la
finca comprada, es inmueble; y la acción del que ha prestado dinero, para que se le
pague, es mueble.
Art. 715. La posesión de las cosas incorporales es susceptible de las mismas calidades
y vicios que la posesión de una cosa corporal.
“Cosa” aparece en los romanos ligado a las cosas corporales; concepto insuficiente
frente al 565. Además deja fuera ciertas entidades que, no siendo derechos, tampoco
poseen una corporeidad, o no al menos la del código. Es lo que ocurre con otras cosas
inmateriales (las producciones del talento y el ingenio, artículo 584 CC.), los bienes
intangibles y las energías.
Así se busca un concepto más comprensivo de “cosa”. Se dice, entonces, que “son
cosas todo lo que tiene un ser real percibible por cualquier sentido, con excepción de
las personas”. Esta operación es propia del positivismo: dividir el espectro jurídico
entre las cosas y las personas; pero es un obstáculo entender los bienes así, cuando
ciertas partes del cuerpo humano se pueden considerar bienes (por ejemplo, placenta,
riñones, etc.) Incluso, la extensión del concepto persona va a determinar hasta donde
se pueden realizar determinados actos (piénsese en el aborto y la eutanasia).
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Se agrava, pues, cuando se regula el derecho de propiedad, si bien viene de la
reforma de la Ley 16.640 a la Constitución anterior, en el actual texto se perfecciona
el concepto de propiedad, en la medida en que el constituyente asegura a toda
persona la propiedad sobre toda clase de cosas, corporales e incorporales y ahí entra
el concepto de bien con un carácter mas jurídico que el concepto de cosa.
Concepto de Bien
“Bien” son aquellas cosas que siendo susceptibles de prestar una utilidad al hombre,
son susceptibles de propiedad, entendiendo propiedad, no en sentido estricto del CC
sino como una titularidad sobre bienes. Pues hay bienes cuya titularidad se haya
diluida (como los bienes nacionales de uso público: artículo 590 CC).
1) Determinar cuando hay privación y cuando hay limitación, dado que el inciso
2º señala: Sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de
usar, gozar y disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de
su función social.
Lo anterior sólo es posible previa expropiación e indemnización. Las
limitaciones estarían contempladas en razón de la función social, llamada la
expropiación indirecta (la que presenta el problema de hasta donde puede una
norma afectar el derecho mismo… visto en el problema de la Ley de Efecto
Retroactivo de las leyes).
También cuesta determinar el nivel de utilidad que debe prestar una cosa para ser
considerada un bien. Peñailillo habla que se entendería que la utilidad estaría dada
por el nivel mínimo de satisfacción para las necesidades humanas, lo que deja sujeto
el concepto de bien a una noción bastante subjetiva y extensible. Por eso se puede
concluir que la determinación entre cosa y bien, presenta el obstáculo que una
definición dada topa con ciertas situaciones que se han admitido del concepto; por lo
que deberá definirse para cada caso concreto.
Sin embargo, el Código Civil, al abrir el tema usa indistintamente ambos términos, por
lo que el problema no tendría mayor relevancia, por lo tanto hay que discutir si es
necesario este debate.
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Capítulo II
Clasificación de los Bienes
Las clasificaciones han sido ampliadas por la doctrina, para distintos efectos. Por
ejemplo, desentrañar el sentido del código en cosas fungibles, no fungibles, etc.,
cuando en verdad ha querido hablar de las cosas consumibles (artículo 575).
Art. 580. Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo
sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre
un inmueble, es inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la
finca comprada, es inmueble; y la acción del que ha prestado dinero, para que se le
pague, es mueble.
Art. 581. Los hechos que se deben se reputan muebles. La acción para que un artífice
ejecute la obra convenida, o resarza los perjuicios causados por la inejecución del
convenio, entra por consiguiente en la clase de los bienes muebles.
Art. 567. Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea
moviéndose ellas a sí mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes),
sea que sólo se muevan por una fuerza externa, como las cosas inanimadas.
Exceptúanse las que siendo muebles por naturaleza se reputan inmuebles por
su destino, según el artículo 570.
A) Cosas muebles,
Art. 571. Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos, como las
yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se
reputan muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho
sobre dichos productos o cosas a otra persona que el dueño.
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y
a las piedras de una cantera.
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En general son cosas inmuebles, que para facilitar su trafico jurídico, la ley las
reputa muebles a efectos de constituir derechos sobre un tercero. Entre las
diferencias de cosas muebles e inmuebles, las inmuebles requieren para
venderse escritura pública, y la tradición de inmuebles requiere registro en el
conservador de bienes raíces, esa es la importancia de este articulo y
distinción.
El artículo 568 indica que son las cosas que no pueden transportarse de un lugar a
otro.
Art. 568. Inmuebles o fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden
transportarse de un lugar a otro; como las tierras y minas, y las que adhieren
permanentemente a ellas, como los edificios, los árboles.
Las casas y heredades se llaman predios o fundos.
1) Inmuebles por naturaleza (primera parte del artículo 568); las que
efectivamente no se pueden trasladar; como las tierras o las minas. Aunque las
últimas tienen un tratamiento especial por disociación entre la titularidad
genérica de los yacimientos que pertenecen al Estado, y la posibilidad de
aprovecharse de esos yacimientos, otorgados a privados previa concesión. Los
minerales en cambio son muebles por anticipación.
2) Inmuebles por adherencia; son las cosas por naturaleza muebles, pero que
adhieren permanentemente a un inmueble por naturaleza. A esta clase
pertenecen edificios, o árboles, dice el artículo 568. El artículo 569 habla de las
plantas; que son inmuebles mientras adhieren al suelo por sus raíces, a menos
que estén en macetas o cajones trasladables.
Art. 572. Las cosas de comodidad u ornato que se clavan o fijan en las paredes
de las casas y pueden removerse fácilmente sin detrimento de las mismas
paredes, como estufas, espejos, cuadros, tapicerías, se reputan muebles. Si los
cuadros o espejos están embutidos en las paredes, de manera que formen un
mismo cuerpo con ellas, se considerarán parte de ellas, aunque puedan
separarse sin detrimento.
Art. 573. Las cosas que por ser accesorias a bienes raíces se reputan
inmuebles, no dejan de serlo por su separación momentánea; por ejemplo, los
bulbos o cebollas que se arrancan para volverlas a plantar, y las losas o piedras
que se desencajan de su lugar, para hacer alguna construcción o reparación y
con ánimo de volverlas a él. Pero desde que se separan con el objeto de darles
diferente destino, dejan de ser inmuebles.
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permanentemente al suelo, es inmueble por adherencia, por eso si se las retira
no dejan de ser por eso inmueble, pero si cuando se separan para un bien
diferente.
Art. 570. Se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las cosas que
están permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, sin
embargo de que puedan separarse sin detrimento. Tales son, por ejemplo:
Las losas de un pavimento;
Los tubos de las cañerías;
Los utensilios de labranza o minería, y los animales actualmente destinados al
cultivo o beneficio de una finca, con tal que hayan sido puestos en ella por el dueño de
la finca;
Los abonos existentes en ella, y destinados por el dueño de la finca a
mejorarla;
Las prensas, calderas, cubas, alambiques, toneles y máquinas que forman
parte de un establecimiento industrial adherente al suelo, y pertenecen al dueño de
éste;
Los animales que se guardan en conejeras, pajareras, estanques, colmenas, y
cualesquiera otros vivares, con tal que éstos adhieran al suelo, o sean parte del suelo
mismo, o de un edificio.
Código de Aguas
Art. 5° Las aguas son bienes nacionales de uso público y se otorga a los particulares
el derecho de aprovechamiento de ellas, en conformidad a las disposiciones del
presente código.
Código Civil1
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Cada vez que se cita algún artículo, si no se indica el código o cuerpo normativo, se entenderá alusión al
Código Civil Chileno, a menos que por el contexto se deduzca claramente otra normativa.
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Art. 574. Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles sin otra
calificación, se comprenderá en ella todo lo que se entiende por cosas muebles, según
el artículo 567.
En los muebles de una casa no se comprenderá el dinero, los documentos y
papeles, las colecciones científicas o artísticas, los libros o sus estantes, las medallas,
las armas, los instrumentos de artes y oficios, las joyas, la ropa de vestir y de cama,
los carruajes o caballerías o sus arreos, los granos, caldos, mercancías, ni en general
otras cosas que las que forman el ajuar de una casa.
Art. 20. Las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio, según el
uso general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido
expresamente para ciertas materias, se les dará en éstas su significado legal.
- De acuerdo al artículo 1801; venta de cosas inmuebles debe hacerse por escritura
pública, no así la de muebles que puede hacerse por escritura privada (como los
muebles por anticipación).
Art. 1801. La venta se reputa perfecta desde que las partes han convenido en la cosa
y en el precio; salvas las excepciones siguientes.
La venta de los bienes raíces, servidumbre y censos, y la de una sucesión
hereditaria, no se reputan perfectas ante la ley, mientras no se ha otorgado escritura
pública.
Los frutos y flores pendientes, los árboles cuya madera se vende, los
materiales de un edificio que va a derribarse, los materiales que naturalmente
adhieren al suelo, como piedras y sustancias minerales de toda clase, no están sujetos
a esta excepción.
-También existen modos de adquirir el dominio que solo se predican respecto de los
muebles; como la “ocupación” (artículo 606; adquisición de las cosas que no
pertenecen a nadie mediante su aprehensión material), procede respecto de los
muebles porque el código establece expresamente en el artículo 590:
Art. 590. Son bienes del Estado todas las tierras que, estando situadas dentro de los
límites territoriales, carecen de otro dueño.
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- Las acciones posesorias, destinadas a amparar la posesión de un bien, solo procede
respecto de los bienes raíces y de los derechos constituidos en ellos.
Art. 916. Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o recuperar la posesión
de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos.
- En materia penal, los delitos de hurto y robo solo proceden respecto de cosas
muebles, en cambio respecto de los inmuebles existe el delito de usurpación, que
también aplica a los derechos constituidos en ellos.
A) Introducción
Cuando el artículo 565 comienza el libro, divide los bienes en cosas corporales e
incorporales. La clasificación de las incorporales, no ha sido recogida por todo código
y es una excepción en el mismo texto legal.
Se dice que las cosas incorporales son meros derechos, así el Código Civil opera una
“cosificación” de los derechos, pues luego se equipara cosas corporales e
incorporales. (artículos 565, 583, 715). Se ha entendido en doctrina que solo cabría
posesión respecto de los derechos reales, dado que supone el ejercicio de hecho del
contenido del derecho, por lo tanto no cabría respecto de los derechos personales,
dado que es una relación de apariencia que requiere un vínculo con la cosa.
Luego dice el artículo 576 que las cosas incorporales son derechos reales o
personales. O sea que ese concepto de mero derecho se puede dividir en 2 categorías.
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Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada
persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos
derechos nacen las acciones reales.
Art. 578. Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de
ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído
las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el
dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las
acciones personales.
El Capitulo de Derecho Patrimonial (libro de bienes) busca fijar las titularidades que
una persona puede tener sobre una cosa (particularización de la propiedad en cuanto
materia del Derecho), y determinar el contenido que esta titularidad que pueden
tener. Para el Libro II son los derechos reales. Salvo el articulo 565 y el articulo 605
con el que termina el título dedicado a los bienes nacionales; todo el resto del libro II
explica los modos de adquirir dominio, definir y fijar contenido de las limitaciones o
desmembraciones al dominio, para concluir regulando la acción de dominio y acción
reivindicatoria (Peñailillo las distingue, y habría una acción innominada del dominio,
pues piensa que no habría que circunscribir la acción de dominio a la reivindicatoria).
La jurisprudencia ha defendido la institución del dominio por medio del precario; que
es una institución que toma Bello del Código Civil de Bavaria, y con regulación
sintética que en sus comienzos no vio lo que la jurisprudencia fue extendiendo
(artículos 2194 y 2195), los supuestos se refieren al comodato precario, pero el
segundo se refiere al precario únicamente (“constituye también precario…).
El Libro IV refiere a las obligaciones (aspecto pasivo de los derechos personales) y sus
principales fuentes; hechos jurídicos considerados por la ley como productores de
obligaciones, explica la necesidad en que se encuentra una persona de realizar una
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prestación y además la facultad que tiene el acreedor de ver satisfecho aquello que
con la obligación persigue. Técnicamente no es la prestación en sí lo que el acreedor
persigue, sino un interés aparte; el acreedor persigue un cierto statu quo, o cierta
permanencia de un estado que es el que busca asegurar (ejemplo; comerciante vende
establecimiento, y establece en cláusula que el otro no podrá establecer negocio cerca
ni competir; no le interesa que no compita, sino asegurar cierta estabilidad comercial)
por eso, se dice que quiere explicar la facultad del acreedor de exigir lo que esperaba.
Así esta categoría de derechos reales y personales articula todo lo que es el Derecho
Patrimonial.
Tercera consideración: La partición del Derecho Objetivo entre privado y público, una
de las diferencias se hace apreciando las reglas, principios e instituciones que las
componen. Cuando se observa el Derecho Público, existe de principio de juridicidad o
legalidad que constriñe la libertad del funcionario que debe actuar, imponiendo cierto
determinismo. Y en cuanto a las instituciones, una de los conceptos es la “potestad”;
para actuar en un interés en beneficio de la comunidad, y esa debe ser la línea de los
órganos del Estado, pues debe mirar al Bien Común, en la satisfacción de necesidades
públicas.
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Pero también en esta categoría entran otras construcciones; el caso de los derechos
de la personalidad (sì es que éstos son verdaderamente derechos, vid. Widorw, El
hombre, animal político), o aun los derechos fundamentales.
Quinta consideración; así como el derecho subjetivo admite tantas teorías como
ideologías jurídicas se puedan concebir lo propio ocurre con el binomio derechos
personales /derechos reales.
La Teoría Clásica propuesta por Savigny, y Aubry et Rau, que se basaron en Zacharie,
es la que adopta el Código Civil Chileno, y supone decir tajantemente, que el derecho
real se ejerce directamente sobre una cosa, por tanto en su estructura se puede
detectar un sujeto activo (titular) y un objeto de derecho (la cosa), como hay
inmediatez del ejercicio de la titularidad, no se puede suponer la existencia de un
sujeto pasivo.
Art. 2314. El que ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es
obligado a la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el
delito o cuasidelito.
Art. 2315. Puede pedir esta indemnización no sólo el que es dueño o poseedor de la
cosa que ha sufrido el daño, o su heredero, sino el usufructuario, el habitador o el
usuario, si el daño irroga perjuicio a su derecho de usufructo o de habitación o uso.
Puede también pedirla en otros casos el que tiene la cosa con obligación de responder
de ella; pero sólo en ausencia del dueño.
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Además han aparecido ciertas figuras limítrofes entre las figuras de derecho real y
personal, atenuando la separación clásica. Estas son las “cargas reales” y
“obligaciones propter rem”.
Estas figuras suponen que el titular de un derecho real, no solo posee ya la facultad
de ejercer el contenido del derecho, sino también, que en cuanto es titular del mismo
se encuentra sujeto a determinadas obligaciones (ejemplos, (i) el dueño de un
departamento, que es una unidad en la ley de co-propiedad inmobiliaria, los gastos
comunes siguen a la unidad; (ii) artículo 2032 respecto del censo; (iii) lo mismo ocurre
con los derechos de aprovechamiento de agua, lo mismo la ley de caminos). Las
obligaciones propter rem introducen a la estructura de derechos reales ciertas
obligaciones que incumben a quien sea el titular del derecho. Artículo 823 también,
que habla de las servidumbres negativas y positivas (solo consiste en dejar hacer), las
positivas imponen hacer algo.
Art. 2032. Tendrá el censuario la obligación de pagar el canon de año en año, salvo
que en el acto constitutivo se fije otro período para los pagos.
Si se separan así según el 576, quiere decir que la concepción en que cada uno de
ellos se entiende será distinta, por lo que se puede comparar atendiendo tanto a la
esencia (elementos estructurales) como otros aspectos relevantes para entender su
funcionamiento.
Elementos de comparación
Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada
persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos
derechos nacen las acciones reales.
Art. 578. Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de
ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído
las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el
dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las
acciones personales.
En el 577 define derecho real y derecho personal el 578. Esto supone adscribir
a la teoría clásica; el derecho real se compone de un sujeto activo que ejerce
ciertas facultades sobre unas cosas. En cambio en el personal el sujeto activo
tiene interés en determinada prestación, que es el objeto, y realiza la acción
con un sujeto pasivo, el deudor. Cuando se ha consentido en un contrato, en
virtud de el se ha obligado a otro por un hecho suyo.
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Art. 1437. Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o
más personas, como los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la
persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en todos los
cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra
persona, como en los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la ley, como entre los
padres y los hijos sujetos a patria potestad.
Art. 2284. Las obligaciones que se contraen sin convención, nacen o de la ley, o del
hecho voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.
Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato.
Si el hecho es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito.
Si el hecho es culpable, pero cometido sin intención de dañar, constituye un
cuasidelito.
En este título se trata solamente de los cuasicontratos.
Sin embargo al indagar en esta estructura, se percibe que hay que distinguir
entre los derechos reales para determinar los elementos que concurren,
aparecen las categorías;
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- Los derechos de garantía. En cuanto a los derechos de garantía, son
derechos que se constituyen en favor de un acreedor, ya sea un derecho
real de hipoteca, ya un derecho de prenda (sobre un mueble). En estos
derechos, hay un acreedor, un deudor, y una tercera persona que
constituye la garantía, aunque puede ser también el mismo deudor la
persona que constituye la misma.
Acá también se produce el deber de respeto, en primer lugar, respecto
de aquella persona que constituye la garantía. Por ejemplo, el artículo
1496 adelanta el vencimiento del plazo por el menoscabo de las cosas
caucionadas con hipoteca o prenda.
b) Diferencia en el objeto; el derecho real recae sobre una cosa que puede
tener uno de los siguientes caracteres, y ser:
- Cosa Singular; aquella que al ser mirada en su conjunto, denota que
cada parte que la compone no puede considerarse aisladamente.
- Cosa Universal; conjuntos de bienes que por la función que cumplen,
poseen una determinada individualidad jurídica.
Así, por ejemplo, el derecho de usufructo puede recaer sobre una cosa singular
como un predio; el derecho real de herencia que es un universal. La única
exigencia es que se trate de una cosa determinada. Ejemplo articulo 951:
Art. 951. Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
El título es universal cuando se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos
y obligaciones transmisibles, o en una cuota de ellos, como la mitad, tercio o quinto.
El título es singular cuando se sucede en una o más especies o cuerpos ciertos,
como tal caballo, tal casa; o en una o más especies indeterminadas de cierto género,
como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas de trigo.
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Por su parte, el derecho personal recae sobre un objeto llamado “prestación”.
La prestación es un comportamiento del deudor, destinado a dar, hacer o no
hacer algo, no cabe identificar la prestación, en si considerada en cuanto
objeto del derecho personal, con las cosas que finalmente deberán darse,
hacerse o no hacerse. La prestación es la reconstrucción tipológica de la
realidad; es decir, el acreedor desea satisfacer determinado interés, el cual se
satisface en atención a una cosa, como también en atención a ciertas
cualidades que atribuye a una cosa, por eso al momento de contratar ya existe
la prestación, pero en ese momento inicial de nacimiento del derecho personal,
ese objeto no es una cosa, sino una cierta programación ideal de una cosa o
hecho que el deudor debe prestar para satisfacer el interés del acreedor. La
cosa en si considerada, solo va a aparecer en el momento del cumplimiento,
etapa de la relación obligatoria que el Código define como “pago” en el artículo
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Art. 1461. No sólo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de
voluntad, sino las que se espera que existan; pero es menester que las unas y las otras
sean comerciables, y que estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género.
La cantidad puede ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o
contenga datos que sirvan para determinarla.
Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y moralmente posible. Es
físicamente imposible el que es contrario a la naturaleza, y moralmente imposible el
prohibido por las leyes, o contrario a las buenas costumbres o al orden público.
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Del 1510 surge una regla de la extinción de una obligación; el género nunca
perece; la obligación seguirá subsistiendo mientras el género subsista, lo que
es distinto a los perjuicios que se pueden generar desde otro origen.
c) Modo de ejercicio del derecho. Con los derechos reales, el titular del
mismo puede tomar de la cosa las utilidades que el derecho le reporta, sin el
concurso de otra persona para ejercer el derecho.
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También es relevante el tema de las facultades que se otorgan al titular.
- En el derecho real se agrupan en el “derecho de persecución”, dado el
carácter de oponibilidad erga omnes del derecho, que se traduce en una
acción rei-persecutoria, es decir, una acción que permite perseguir la
cosa con independencia de quien la tenga. El artículo 577 indica que de
los derechos reales nacen acciones reales (figura arquetípica es la
acción reivindicatoria). La 2ª facultad que otorga el derecho real es
propia de los derechos de garantía, y se llama el “derecho de
preferencia”. Los derechos reales de garantía no se ejercen
directamente sobre la cosa, sino que suponen un valor al que se dirigen,
es decir, el derecho de garantía, garantiza o cauciona que una
determinada obligación se cumpla, y si esto no ocurre, el acreedor
puede forzar la venta de la cosa en prenda o hipoteca para pagarse y
satisfacer su derecho con el producto de la venta de ese bien. Como una
persona puede tener muchos acreedores, habrán distintas pretensiones
sobre bienes escasos, y se establecen entonces ciertas preferencias
respecto de la prenda y la hipoteca, que permiten que un acreedor se
encuentre en mejor posición respecto de otros acreedores. Así el
artículo 2470 establece las causas de preferencia, el privilegio y la
hipoteca (2477), y la prenda corresponde a la 2ª clase preferencias
(2474).
Art. 2474. A la segunda clase de créditos pertenecen los de las personas que en
seguida se enumeran:
1. º El posadero sobre los efectos del deudor introducidos por éste en la
posada, mientras permanezcan en ella y hasta concurrencia de lo que se deba por
alojamiento, expensas y daños.
2. º El acarreador o empresario de transportes sobre los efectos acarreados,
que tenga en su poder o en el de sus agentes o dependientes, hasta concurrencia de
lo que se deba por acarreo, expensas y daños; con tal que dichos efectos sean de la
propiedad del deudor.
Se presume que son de la propiedad del deudor los efectos introducidos por él
en la posada, o acarreados de su cuenta.
3. º El acreedor prendario sobre la prenda.
También los derechos reales pueden ser protegidos mediante una tutela
“aquiliana”, destinada a indemnizar perjuicios.
20
acción de tipo “resarcitoria”. Pueden ser acciones destinadas a la recuperación
de una cosa, ejemplo arrendador, comodante, etc. Puede ser también una
acción destinada a disolver la relación jurídica existente entre las partes,
ejemplo acción “resolución por incumplimiento” del artículo 1489.
d) El número.
Respecto a los derechos reales hay 2 teorías; “numeros clausus” (las personas
no pueden crear derechos personales, debiendo atenerse a aquellos calificados
de tales por la ley) y “numerus apertus” (se les reconoce esta posibilidad).
En cambio los derechos personales son tantos como pueden nacer de las
fuentes de las obligaciones; artículos 1437, 577 y 2284; se ha entendido que
son clásicamente el contrato, el cuasi-contrato, los delitos y cuasi delitos
civiles, y la ley. A los que se agrega la declaración unilateral de voluntad, el
enriquecimiento sin causa, y la responsabilidad objetiva (que no supone dolo o
culpa como si lo suponen los delitos o cuasidelitos).
Art. 1437. Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o
más personas, como los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la
persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en todos los
cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra
persona, como en los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la ley, como entre los
padres y los hijos sujetos a patria potestad.
Art. 2284. Las obligaciones que se contraen sin convención, nacen o de la ley, o del
hecho voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.
Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato.
21
Si el hecho es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito.
Si el hecho es culpable, pero cometido sin intención de dañar, constituye un
cuasidelito.
En este título se trata solamente de los cuasicontratos.
22
3.- Cosas Consumibles e inconsumibles.
La norma confunde los fungibles y no fungibles con esta clasificación. Articulo 575.
Son consumibles aquellas cosas de las que no puede hacerse uso de acuerdo a su
naturaleza sin que se destruyan. E inconsumibles, las que el uso de acuerdo a su
naturaleza, no supone menoscabo a su naturaleza misma. Al decir “usar”, debe
considerarse el aprovechamiento tanto material (destruyéndola, dividiéndola, etc.),
como jurídicamente (enajenándola).
Por tanto el concepto dado por el artículo, se refiere en verdad a las cosas
consumibles y no a las cosas fungibles. Y dentro de las consumibles, a las cosas
objetivamente consumibles; por ejemplo un libro es objetivamente inconsumible, pero
para la librería, es subjetivamente consumible, en cuanto en las estanterías se
encuentran con el fin de su destrucción jurídica, es decir su enajenación.
Para el Código Civil se identifican con la clasificación anterior (artículo 575). Pero a
diferencia de la anterior, de criterio económico de las cosas, las fungibles/no
fungibles, miran a un criterio jurídico.
Son fungibles las cosas que, dadas sus particulares condiciones, poseen igual poder
liberatorio que otras. Este poder se entiende conectado con la existencia de un deber
que suponga que dichas cosas (en sentido amplio) deban ser entregadas, pero
también los hechos pueden ser fungibles y no fungibles. La fungibilidad mira a que
exista un deber jurídico para el interés del titular.
23
- Objetiva
- Subjetiva. Será subjetiva, cuando las partes consideran que no siendo iguales
cosas, ambas pueden satisfacer el vínculo jurídico.
Pueden estar presentes tanto en las obligaciones como en los derechos reales. Por
ejemplo, por el contrato de mutuo se transfieren cosas fungibles con cargo de restituir
otras tantas de igual clase en un momento posterior. La cosa cumple una función en el
contrato y en cuanto constituye en dueño al mutuario.
Art. 1555. Toda obligación de no hacer una cosa se resuelve en la de indemnizar los
perjuicios, si el deudor contraviene y no puede deshacerse lo hecho.
Pudiendo destruirse la cosa hecha, y siendo su destrucción necesaria para el
objeto que se tuvo en mira al tiempo de celebrar el contrato, será el deudor obligado a
ella, o autorizado el acreedor para que la lleve a efecto a expensas del deudor.
Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente por otros medios, en este caso
será oído el deudor que se allane a prestarlo.
El acreedor quedará de todos modos indemne.
24
Art. 2174. El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de ella,
y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.
Art. 2196. El mutuo o préstamo de consumo es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras tantas
del mismo género y calidad.
Art. 1655. Cuando dos personas son deudoras una de otra, se opera entre ellas una
compensación que extingue ambas deudas, del modo y en los casos que van a
explicarse.
Con esta figura de dación en pago, se deroga el artículo, y con esta dación se le
daría a la cosa un poder liberatorio al tiempo de la extinción de la obligación,
siendo una cosa distinta a la que se acordó, por esto las partes convienen en
una fungibilidad.
- La naturaleza del objeto debido; esta última es evidente, en cuanto 2 cosas de
la misma naturaleza tienen igual poder liberatorio.
Por ultimo, respecto de estas cosas fungibles, pueden serlo o no serlo los hechos que
se deben (581)
25
Art. 575. Las cosas muebles se dividen en fungibles y no fungibles.
A las primeras pertenecen aquellas de que no puede hacerse el uso
conveniente a su naturaleza sin que se destruyan.
Las especies monetarias en cuanto perecen para el que las emplea como tales, son
cosas fungibles
Así esta acción entra entre los muebles, lo que importa entre otras cosas, para
fijar la competencia de los tribunales El 1572 también indica que si la obligación es de
hacer, y si para la obra de que se trata se ha tomado en consideración la aptitud o
talento del deudor, no podrá ejecutarse la obra por otra persona contra la voluntad del
acreedor.
Es decir, cualquier persona puede llegar al acreedor y pagar la deuda del deudor, con
o sin consentimiento del deudor. Pero si la obligación es de hacer, y para la obra de
que se trata se necesita el talento del deudor, no podrá cumplirse la obligación en
contra de la voluntad del acreedor por parte de un tercero, se conecta al 1553
Pero esa regla no aplica cuando son obligaciones de hacer infungibles del artículo
1572.
Es la última que veremos, pues son las más relevantes del punto de vista jurídico. Las
divisibles e indivisibles, por ejemplo, son mas importantes en otras áreas como las
obligaciones.
a) Cosas singulares son las que en sí, constituyen una unidad; artificial o natural.
Ejemplo; una manzana, un auto. Pueden ser simples o compuestas; cenicero es
singular simple, o un animal es singular natural compuesta, o un computador
es singular artificial y compuesto.
b) Cosas universales, son agrupaciones de cosas singulares que, por tener una
finalidad determinada, se consideran como una sola cosa. En atención a esta
finalidad, pueden ser, universalidades de hecho y universalidades de Derecho.
26
b.2. De Derecho. Son agrupaciones de singulares, en que el criterio de unidad
es jurídico, un principio de afectación por el cual un conjunto de activos o
bienes se sujeta al cumplimiento de los elementos pasivos, es por eso que la
universalidad de derecho por excelencia es el patrimonio; donde hay activos y
pasivos. La finalidad de los activos del patrimonio, es que ellos van a soportar
el cumplimiento de las deudas. Así este conjunto puede incorporar corporales e
incorporales, muebles e inmuebles, activos y pasivos. El criterio de unidad
jurídico incorpora también a la herencia; que es un derecho real y por otra
parte, un conjunto de bienes y obligaciones.
Teorías respecto el patrimonio;
- Teoría Clásica, que indica que no podrían tener patrimonios quienes no
son personas naturales.
- Teoría Moderna, indica que puede también afectarse los bienes al
cumplimiento de obligaciones, con lo cual el patrimonio es atributo de la
personalidad y además puede estar presente para asegurar obligaciones,
soportando las obligaciones. También hay figuras en que no hay persona,
y solo son bienes que responden a una afectación; como ciertos fondos.
También la “agencia” de una sociedad económica extranjera, que no es
persona jurídica, pues actúa con la personalidad jurídica de la matriz.
27
6.- Los Bienes según su apropiabilidad
Estos bienes son sacados del ámbito de particulares. Hay un ejemplo en el 1464 por
los objetos que están fuera del comercio; también el 1810. Otro caso esta en los
legados (artículo 1105), también la prescripción (artículo 2498 inciso primero).
Art. 1810. Pueden venderse todas las cosas corporales o incorporales, cuya
enajenación no esté prohibida por ley.
Art. 1105. No vale el legado de cosa incapaz de ser apropiada, según el artículo 585,
ni los de cosas que al tiempo del testamento sean de propiedad nacional o municipal
y de uso público, o formen parte de un edificio, de manera que no puedan separarse
sin deteriorarlo; a menos que la causa cese antes de deferirse el legado. Lo mismo se
aplica a los legados de cosas pertenecientes al culto divino; pero los particulares
podrán legar a otras personas los derechos que tengan en ellas, y que no sean según
el derecho canónico intransmisibles.
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.
No hay manera de que los particulares puedan adquirir los bienes que están fuera del
comercio, por eso incluso son imprescriptibles. La regla general es que las cosas sean
susceptibles de prescripción. Sólo por excepción hay cosas imprescriptibles. No se
puede adquirir por prescripción: (ej. 917, etc.)Las cosas que están fuera del comercio
humano (2498): son estas las cosas comunes a todos los hombres y los bienes
nacionales de uso público (en cambio, sí pueden adquirirse por prescripción los bienes
fiscales). Los bienes nacionales de uso público, su uso pertenece a toda la nación, y
aunque en el CC no se expresa que estos bienes son incomerciables, por su destino
están fuera del comercio. Así se ha resuelto que sobre ellos no es posible posesión
28
exclusiva o dominio privado; por lo mismo, los particulares no pueden ganarlos por
prescripción (arts. 2498); y son inalienables (en su carácter de bienes públicos no
pueden enajenarse ni gravarse.
Artículo 7º.- Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de
sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden
atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o
derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la
Constitución o las leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las
responsabilidades y sanciones que la ley señale.
Art. 585. Las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres, como la
alta mar, no son susceptibles de dominio, y ninguna nación, corporación o individuo
tiene derecho de apropiárselas.
Su uso y goce son determinados entre individuos de una nación por las leyes
de ésta, y entre distintas naciones por el derecho internacional.
Art. 931. Son obras nuevas denunciables las que construidas en el predio sirviente
embarazan el goce de una servidumbre constituida en él.
Son igualmente denunciables las construcciones que se trata de sustentar en
edificio ajeno, que no esté sujeto a tal servidumbre.
Se declara especialmente denunciable toda obra voladiza que atraviesa el plan
vertical de la línea divisoria de dos predios, aunque no se apoye sobre el predio ajeno,
ni dé vista, ni vierta aguas lluvias sobre él.
Art. 942. Si un árbol extiende sus ramas sobre suelo ajeno, o penetra en él con sus
raíces, podrá el dueño del suelo exigir que se corte la parte excedente de las ramas, y
cortar él mismo las raíces.
Lo cual se entiende aun cuando el árbol esté plantado a la distancia debida.
Art. 589. Se llaman bienes nacionales aquellos cuyo dominio pertenece a la nación
toda.
Si además su uso pertenece a todos los habitantes de la nación, como el de
calles, plazas, puentes y caminos, el mar adyacente y sus playas, se llaman bienes
nacionales de uso público o bienes públicos.
29
Los bienes nacionales cuyo uso no pertenece generalmente a los habitantes, se
llaman bienes del Estado o bienes fiscales.
Regulación.
Deben ser declarados por una ley de quórum calificado, y deben pertenecer a
la Nación toda. En cuanto su naturaleza así lo exija, que haya un fundamento,
que también puede ser histórico, según la constitución.
Si puede ocurrir que un bien sea desafectado por una ley general que diga que
desaparece el interés publico sobre el bien, o por una ley particular. Pasa de la
publicatio a la apropiatio.
Art. 602. Sobre las obras que con permiso de la autoridad competente se construyan
en sitios de propiedad nacional, no tienen los particulares que han obtenido este
permiso, sino el uso y goce de ellas, y no la propiedad del suelo.
Abandonadas las obras, o terminado el tiempo por el cual se concedió el
permiso, se restituyen ellas y el suelo por el ministerio de la ley al uso y goce privativo
del Estado, o al uso y goce general de los habitantes, según prescriba la autoridad
soberana.
Pero no se entiende lo dicho si la propiedad del suelo ha sido concedida
expresamente por el Estado.
30
Sin perjuicio de sus características, su uso puede ser privativo de ciertos
particulares, por ejemplo, con la constitución de derechos reales (peajes y
kioscos).
Casos en; 589 inciso 2º, 19 nº 13, articulo 5º y 6º código de aguas (el derecho
de aprovechamiento de aguas es de dominio de su titular), el uso de aguas
lluvias, también son estos bienes los lagos (artículo 30 código de aguas), y el
mar adyacente (el mar territorial, las primeras 12 millas, son bienes nacionales
de uso publico; las siguientes 12 no tienen esa calidad, 593 y 596).
Código de aguas
Art. 6° El derecho de aprovechamiento es un derecho real que recae sobre las aguas y
consiste en el uso y goce de ellas, con los requisitos y en conformidad a las reglas que
prescribe este código.
El derecho de aprovechamiento sobre las aguas es de dominio de su titular,
quien podrá usar, gozar y disponer de él en conformidad a la ley.
Si el titular renunciare total o parcialmente a su derecho de aprovechamiento,
deberá hacerlo mediante escritura pública que se inscribirá o anotará, según
corresponda, en el Registro de Propiedad de Aguas del Conservador de Bienes Raíces
competente. El Conservador de Bienes Raíces informará de lo anterior a la Dirección
General de Aguas, en los términos previstos por el artículo 122. En todo caso, la
renuncia no podrá ser en perjuicio de terceros, en especial si disminuye el activo del
renunciante en relación con el derecho de prenda general de los acreedores.
Art. 30. Alveo o cauce natural de una corriente de uso público es el suelo que el agua
ocupa y desocupa alternativamente en sus creces y bajas periódicas.
Este suelo es de dominio público y no accede mientras tanto a las heredades
contiguas, pero los propietarios riberanos podrán aprovechar y cultivar ese suelo en
las épocas en que no estuviere ocupado por las aguas.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos precedentes las porciones de
terrenos de un predio que, por avenida, inundación o cualquier causa quedaren
separadas del mismo, pertenecerán siempre al dueño de éste y no formarán parte del
cauce del río.
Art. 593. El mar adyacente, hasta la distancia de doce millas marinas medidas desde
las respectivas líneas de base, es mar territorial y de dominio nacional. Pero, para
objetos concernientes a la prevención y sanción de las infracciones de sus leyes y
reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios, el Estado ejerce
jurisdicción sobre un espacio marítimo denominado zona contigua, que se extiende
hasta la distancia de veinticuatro millas marinas, medidas de la misma manera.
Las aguas situadas en el interior de las líneas de base del mar territorial,
forman parte de las aguas interiores del Estado.
Art. 596. El mar adyacente que se extiende hasta las doscientas millas marinas
contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar
territorial, y más allá de este último, se denomina zona económica exclusiva. En ella el
Estado ejerce derechos de soberanía para explorar, explotar, conservar y administrar
los recursos naturales vivos y no vivos de las aguas suprayacentes al lecho, del lecho y
el subsuelo del mar, y para desarrollar cualesquiera otras actividades con miras a la
exploración y explotación económica de esa zona.
31
El Estado ejerce derechos de soberanía exclusivos sobre la plataforma
continental para los fines de la conservación, exploración y explotación de sus
recursos naturales.
Además, al Estado le corresponde toda otra jurisdicción y derechos previstos
en el Derecho Internacional respecto de la zona económica exclusiva y de la
plataforma continental.
Art. 604. Las naves nacionales o extranjeras no podrán tocar ni acercarse a ningún
paraje de la playa, excepto a los puertos que para este objeto haya designado la ley; a
menos que un peligro inminente de naufragio, o de apresamiento, u otra necesidad
semejante las fuerce a ello; y los capitanes o patrones de las naves que de otro modo
lo hicieren, estarán sujetos a las penas que las leyes y ordenanzas respectivas les
impongan.
Los náufragos tendrán libre acceso a la playa y serán socorridos por las
autoridades locales.
También son bienes nacionales de uso público las Playas; artículo 604, y se
regula para varias cosas. Entre ellos, obliga a los dueños de predios a dejar
pasar a las personas cuando no haya otra vía (artículo 13 decreto ley 1339).
También las minas son bienes nacionales de uso público, pero es compleja su
situación, dado que la mina es del Estado, pero el terreno es de un privado, de
modo que implica gravar al dueño del predio. Además puede haber una
concesión sobre la mina que es de dominio de algún privado. Caso del abuso
del derecho; en Chile viene del código de aguas, se puede usar hasta el punto
de no menoscabar el derecho de otro.
6.2.1. Bienes Fiscales. Artículo 589 inciso 3º del CC. Son bienes “fiscales”,
pues se incorporan los bienes del fisco propiamente tal, como otros del estado.
Están sujetos a un régimen de apropiabilidad plena. Los bienes fiscales son
esencialmente transferibles. Es un régimen completamente distinto al de los
bienes de uso público, pues es régimen para bienes privados, por regla
general. Por tanto lo estudiado en el curso es aplicable a estos bienes (por
ejemplo, el artículo 1448, la representación tiene una importancia; asegurarse
que la persona con que se contrata puede enajenar ese bien). Lo importante es
que por regla general pueden ser transferidos
Art. 1448. Lo que una persona ejecuta a nombre de otra, estando facultada por ella o
por la ley para representarla, produce respecto del representado iguales efectos que
si hubiese contratado él mismo.
32
Capítulo III
La Propiedad
Dentro de los derechos reales, el dominio es la figura arquetípica; los demás derechos
(reales de goce al menos), van a ser entendidos en un principio como
desmembraciones o limitaciones al dominio, así lo trata el propio código. Así el
dominio es susceptible de limitarse, y producto de esto surgen otros derechos reales
de goce, pero limitados.
Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa
corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o
contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.
Define el dominio; lo entiende como un derecho real. O sea, es aquel que recae sobre
cosas corporales, según el Código Civil, pues los glosadores también entendían que
había propiedad sobre incorporales, pero hablando de ellas como cuasi-dominio.
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el
usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
33
El 583 dice que sobre los incorporales hay una “especie” de propiedad, luego el titular
tiene derecho de gozar (incluyendo su uso) y disponer (disposición física o jurídica)
de la cosa.
B) Historia e Ideología.
Sostiene Enrique Brahm que en el artículo 582 de nuestro código podría suceder lo
mismo; buscó eliminar la referencia a cualquier forma de limitación de la propiedad.
Esto es congruente con la eliminación de los mayorazgos y vinculaciones del Derecho
Castellano, que son eliminados en nuestro código (artículo 747).
Luego algunos empiezan a leer los textos con claves distintas a la de los redactores;
pero hay riesgos cuando se pretende trasponer el pensamiento propio sal del
legislador. Así ocurrió con algunos pensadores de influjo kantiano, y en esta clave se
empieza a leer el derecho de propiedad y la fuerza obligatoria del contrato (ver el
artículo de Pizarro Wilson, en Revista Chilena de Derecho).
Sin embargo por la lectura kantiana y luego liberal del artículo, sucedió que las
críticas de ciertos grupos empiezan a arreciar contra estas concepciones, que
detendrían el progreso social. Recuérdese, por ejemplo, que durante la Revolución
Francesa se decía que la propiedad es legitima hasta donde llegue la pobreza. Otros
decían que el derecho propiedad era contrario a la nueva sociedad.
34
función social de la propiedad, y recibe consagración jurídica. Así en el texto de
Eduardo Novoa se reproduce un capitulo de propiedad y se copia el articulo 153 de la
Constitución de Weimar. La misma frase va pasando a otras constituciones (las
nuestras de 1925, 1980 y de 2005).
C) Propiedad y Constitución.
(iii) Se protege tanto el derecho en cuanto tal, como la cosa sobre la que recae, como
sus atributos o facultades esenciales.
Según algunos autores, la regla general debería ser que, habiendo limitación,
debería haber indemnización. Aunque parece no ser tan cierto que las
limitaciones dan lugar a indemnización; primero, porque la norma que se cita
respecto de los estados de excepción darían lugar a privación y no a limitación;
35
segundo, porque la idea de indemnización esta establecida en el caso de la
expropiación dentro de un mismo titulo. Así las limitaciones no darían lugar, en
primera instancia, a indemnización. Así el Estado puede actuar legítimamente
en una línea de función social, pero debe atenerse a la juridicidad.
Así se ve que siempre existe al menos una cierta protección de la propiedad, aun en
los países marxistas la propiedad no ha desaparecido del todo, y esta al menos
siempre presente en un núcleo pequeño, por lo tanto, la historia de la propiedad
nunca ha llegado hasta hacerla desaparecer del todo, sino solo ha llegado a un punto
de disminución de aquella.
En primer lugar, hay que acotar que es de Derecho Natural secundario, por lo que
puede ser excluida sin que se afecte (recuérdese que antes de la propiedad existe la
destinación universal de los bienes). En segundo lugar, si bien es formalmente
inmutable, materialmente es mutable. En tercer lugar el Derecho Natural supone ante
todo el destino natural de los bienes, y la propiedad sólo como el medio más eficiente
para aprovechar los recursos que se pueden producir. Por lo anterior el Magisterio en
la encíclica “Quadragesimo anno” de Pío XI, dice en el numero 36 que los hombres
deben tener en cuenta el bien común, etc. El derecho de propiedad puede temperarse
por la autoridad.
36
[36] Debe atribuirse a la encíclica de León XIII, por consiguiente, que estas
asociaciones de trabajadores hayan prosperado por todas partes, hasta el punto de
que ya ahora, aun cuando lamentablemente las asociaciones de socialistas y de
comunistas las superan en número, engloban una gran multitud de obreros y son
capaces, tanto dentro de las fronteras de cada nación cuanto en un terreno más
amplio, de defender poderosamente los derechos y los legítimos postulados de los
obreros católicos e incluso imponer a la sociedad los saludables principios cristianos.
Cabe decir que el artículo 583 habla de que sobre las cosas incorporales hay una
especie de propiedad, giro que ha dado lugar a 2 teorías;
1) Alejandro Vergara y Guzmán Brito; supondría una particularización de la
propiedad. (Completar con las lecturas).
2) Hernán Corral y Eduardo Soto; la misma propiedad que recae sobre los
corporales, es decir, seria el mismo dominio, solo que modalizada en cuanto a
la cosa que recae, del artículo 582, este concepto de propiedad del 582 es
analítico pues descompone las facultades que el domino da a su titular, otras
definiciones son sintéticas. Respecto de las otras propiedades, el Código Civil
entiende que sobre las producciones del talento y el ingenio también existe una
especie de propiedad, que ahora esta regulado en otras leyes (19.039 sobre
propiedad industrial, y 17.336 sobre propiedad intelectual)
D) Atributos de la propiedad.
37
Características del dominio:
1.- Derecho Real: Es el derecho real por excelencia; empleando los términos del
Código, se ejerce sobre una cosa sin respecto determinada persona (art. 577 y 582)
2.- Abstracto y Elástico: Es abstracto en el sentido de que el poder del titular es
independiente de las facultades que integran su contenido; de ahí que incluso cuando
se extrae una facultad esencial, el dominio permanece sin desnaturalizarse. Está esto
relacionado con la elasticidad; a partir de su básica vocación de plenitud, el poder
tiene la virtud de contraerse o expandirse; al concurrir otros derechos reales de
inferior jerarquía, se contrae, para expandirse en cuanto cese ese derecho que lo
comprimía; este carácter explica la situación que se produce.
3.- Perpetuo: Nace y está llamado a perdurar en el tiempo “la propiedad no se
destruye, se transforma o transfiere”. El dominio de una cosa persiste mientas
subsiste la cosa. No se extingue por el solo transcurso del tiempo o por el no ejercicio
del derecho.
4.- Exclusivo: Se radica en un solo titular, y no puede haber dos o más propietarios,
independientes uno del otro, sobre una misma cosa con iguales poderes sobre ella.
Una importante forma de concreción de esta característica es la llamada facultad de
excluir; consiste en el poder o prerrogativa que tiene el dueño de impedir a los demás
el uso o goce o disposición de la cosa de que es propietario. Esta idea es armónica con
la comunidad de tipo romana de nuestro derecho. Esta característica es la que da la
facultad de perseguir la cosa. Fundado en la sola situación de ser dueño, puede
impedir que cualquier otra persona penetre en el objeto, se instale en él o lo gobierne.
Comprende, sin embargo, intromisiones jurídicas y materiales, pero es en éstas en
donde conviene tenerla presente en cuanto terceros pueden vincularse a la cosa
ajena, por descuido o aun porque pretenden que es admisible por la circunstancia de
que no la están dañando.
Hay excepciones:
a) El derecho de uso inocuo: Es el que se tiene en la cosa de otro para obtener un
provecho sin causar al dueño perjuicio alguno o causándolo en medida insignificante
b) Posibilidad de acceso coactivo: Es el que se le reconoce al dueño o
administrador de una cosa para entrar, transitoriamente, a una propiedad ajena, a
ejecutar algún acto relativo a la utilización de aquel objeto. Ejemplo Para recoger los
frutos caídos en un predio vecino, reparar un muro. En Chile hay textos aislados a
este respecto, por ejemplo artículos 620 y 943.
Art. 620. Las abejas que huyen de la colmena y posan en árbol que no sea del dueño
de ésta, vuelven a su libertad natural, y cualquiera puede apoderarse de ellas, y de los
panales fabricados por ellas, con tal que no lo hagan sin permiso del dueño en tierras
ajenas, cercadas o cultivadas, o contra la prohibición del mismo en las otras; pero al
dueño de la colmena no podrá prohibirse que persiga a las abejas fugitivas en tierras
que no estén cercadas ni cultivadas.
Art. 943. Los frutos que dan las ramas tendidas sobre terreno ajeno, pertenecen al
dueño del árbol; el cual, sin embargo, no podrá entrar a cogerlos sino con permiso del
dueño del suelo, estando cerrado el terreno.
El dueño del terreno será obligado a conceder este permiso; pero sólo en días y
horas oportunas, de que no le resulte daño.
c) Principio del mal menor: Está relacionado con el estado de necesidad. Es decir,
si para salvaguardar una cosa propia se destruye una cosa ajena. Exime de
responsabilidad civil y penal. Ejemplo Famélico. Peñailillo: Cualquier persona puede
aprovecharse de una cosa ajena para salvar una cosa o un bien jurídico de mayor
38
valor que el daño que pueda causa, ante un peligro inminente. (Ley de copropiedad
inmobiliaria artículo 36 inciso final)
5.- Absoluto: Confiere al titular la posibilidad de ejercitar sobre el objeto las más
amplias facultades, de manera soberana, ilimitada e independiente. Permite el más
amplio señorío sobre la cosa. Esta característica es la que ha sido más alterada,
estableciendo restricciones debido a la “función social”. Nuestro texto soporta esta
masiva incursión casi sin resentirse porque a aquella arbitrariedad añadió de
inmediato dos fronteras: la ley y el derecho ajeno.
Por contenido del derecho entendemos “todo aquello que de acuerdo con la ley o la
naturaleza corresponde al titular”. Este concepto puede estar presente en derechos
reales como personales, y responde a la pregunta sobre el problema central del
derecho de bienes; las titularidades que le corresponden a determinadas personas, y
luego, que facultades, que atributos y que prerrogativas va a otorgar a su titular
atendiendo al contenido del derecho.
Art. 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de
la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
39
la cosa permita hacer directamente en sí. Es importante, pues el titular del
derecho, puede desprenderse de esta facultad, o bien estar privado de ejercer
esta facultad. Por ejemplo, se desprende al constituir un derecho real de
usufructo, que comprende el uso y el goce (Artículo 764), o cuando constituye
un derecho de uso y habitación (811). También el derecho de servidumbre
(820), supone una privación parcial en el uso de una cosa, que es un gravamen
de un predio en beneficio de otro, por ejemplo, la servidumbre de tránsito.
También se puede desprender esta facultad de uso, como los nacidos del
contrato de arrendamiento, o el de comodato, y el de depósito irregular (el
depósito en general, no incluye la facultad de uso). También puede que le
dueño se vea privado de su facultad de uso por otra causa, por ejemplo, en la
prescripción se puede interrumpir naturalmente (artículo 2502).
Art. 646. Los frutos naturales de una cosa pertenecen al dueño de ella; sin perjuicio
de los derechos constituidos por las leyes, o por un hecho del hombre, al poseedor de
buena fe, al usufructuario, al arrendatario.
Así los vegetales que la tierra produce espontáneamente o por el cultivo, y las
frutas, semillas y demás productos de los vegetales, pertenecen al dueño de la tierra.
40
Así también las pieles, lana, astas, leche, cría, y demás productos de los
animales, pertenecen al dueño de éstos.
Art. 647. Se llaman frutos civiles los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o
censo, y los intereses de capitales exigibles, o impuestos a fondo perdido.
Los frutos civiles se llaman pendientes mientras se deben; y percibidos, desde
que se cobran.
Art. 648. Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de que provienen,
de la misma manera y con la misma limitación que los naturales.
Cuando los frutos son vendidos antes de su percepción es relevante el 685 que
dice como debe hacerse la tradición.
Art. 685. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el
momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá
entrar a cogerlos, fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño.
El código también habla de “frutos civiles” (artículo 647); son tales los precios,
pensiones… No son aquellos producidos por la cosa, sino los que se entienden
nacer de la cosa; por ejemplo, el dinero no produce naturalmente frutos, pero
civilmente si, en cuanto el dinero prestado va a generar intereses, que son para
el código frutos civiles. Alejandro Guzmán critica esta forma de frutos civiles,
de una interpretación de textos romanos, y dice que mas bien hay una
obligación distinta pero accesoria a una principal.
41
esencial del derecho de dominio en tal forma que, sin esta facultad, este
derecho no podría concebirse. Es perfectamente concebible un derecho de
propiedad separado del uso y goce (usufructo), en tal caso tenemos un
titular de un derecho de dominio que se ha desprendido de las facultades de
uso y goce en favor de un tercero, conservando para si solamente la
facultad de disposición (art.764 y 582 inc.2).
Art. 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por
causa de muerte, pero en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y
sujeta al gravamen de restitución bajo las mismas condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya
prohibido la enajenación; ni transmisible por testamento o abintestato, cuando el día
prefijado para la restitución es el de la muerte del fiduciario; y en este segundo caso
si el fiduciario la enajena en vida, será siempre su muerte la que determine el día de
la restitución.
Art. 793. El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y cederlo a quien quiera
a título oneroso o gratuito.
Cedido el usufructo a un tercero, el cedente permanece siempre directamente
responsable al propietario.
Pero no podrá el usufructuario arrendar ni ceder su usufructo, si se lo hubiese
prohibido el constituyente; a menos que el propietario le releve de la prohibición.
El usufructuario que contraviniere a esta disposición, perderá el derecho de
usufructo.
Art. 1432. La resolución, rescisión y revocación de que hablan los artículos anteriores,
no dará acción contra terceros poseedores, ni para la extinción de las hipotecas,
servidumbres u otros derechos constituidos sobre las cosas donadas, sino en los casos
siguientes:
42
1º Cuando en escritura pública de la donación (inscrita en el competente
registro, si la calidad de las cosas donadas lo hubiere exigido), se ha prohibido al
donatario enajenarlas, o se ha expresado la
condición;
2º Cuando antes de las enajenaciones o de la constitución de los referidos
derechos, se ha notificado a los terceros interesados, que el donante u otra persona a
su nombre se propone intentar la acción resolutoria, rescisoria o revocatoria contra el
donatario;
3º Cuando se ha procedido a enajenar los bienes donados, o a constituir los
referidos derechos, después de intentada la acción. El donante que no hiciere uso de
dicha acción contra terceros, podrá exigir al donatario el precio de las cosas
enajenadas, según el valor que hayan tenido a la fecha de la enajenación.
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- Enajenación: Puede ser entendida en un sentido amplio o restringido como lo
hace el CC.
1) Amplio: Transferencia del dominio de una cosa o la constitución de
cualquier derecho real sobre la misma.
2) Restringido: Transferencia del dominio de una cosa.
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Capítulo IV
Los modos de adquirir el dominio
A) Concepto.
Son hechos o actos jurídicos a los que la Ley atribuye la facultad de hacer nacer o
traspasar el dominio. En la Constitución, el artículo 19 nº 24 inciso 2º indica que:
Sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y
disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social.
Definiciones.
Art. 606. Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a
nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho
Internacional.
Art. 643. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a
serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son
frutos naturales o civiles.
Art. 951. Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
El título es universal cuando se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos
y obligaciones transmisibles, o en una cuota de ellos, como la mitad, tercio o quinto.
El título es singular cuando se sucede en una o más especies o cuerpos ciertos,
como tal caballo, tal casa; o en una o más especies indeterminadas de cierto género,
como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas de trigo.
Art. 2492. La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las
acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido
dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
requisitos legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la
prescripción.
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B) Clasificación de los modos de adquirir.
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Las transacciones en cuanto se limitan a reconoce o declarar derechos
preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de un
objeto no disputado, constituyen un título nuevo.
Se oponen a los títulos traslaticios (como la tradición), los títulos de mera tenencia.
Este régimen es conocido como sistema romano. El problema que tiene es que
requiere la validez tanto del titulo como del modo. Es problemático respecto de
terceros. Tanto así que se puede hacer mas de una compra venta. También la venta de
cosa ajena es válida, pues no es un titulo que transfiere el dominio por si mismo. En el
Derecho Francés, el titulo si transfiere el dominio. Pero el problema de este sistema es
con los terceros también; en los inmuebles se solucionan por registro de hipotecas. El
último sistema es el alemán; hay 2 actos divididos por la abstracción; el problema es
que disocia algo que en la realidad es uno.
D) Sistemas de adquisición.
- Romano: es el que se usa en Chile, concurrencia copulativa de titulo (es el
hecho o acto jurídico que sirve de antecedente para la adquisición del dominio) y
modo (el hecho o acto jurídico que producirá en concreto la adquisición del
dominio). La idea de ellos se mueve en plano abstracto. Articulo 682.
Art. 1550. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba, es siempre a cargo del
acreedor; salvo que el deudor se constituya en mora de efectuarla, o que se haya
comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas por obligaciones
distintas; en cualquiera de estos casos, será a cargo del deudor el riesgo de la cosa,
hasta su entrega.
Art. 1820. La pérdida, deterioro o mejora de la especie o cuerpo cierto que se vende,
pertenece al comprador, desde el momento de perfeccionarse el contrato, aunque no
se haya entregado la cosa; salvo que se venda bajo condición suspensiva, y que se
cumpla la condición, pues entonces, pereciendo totalmente la especie mientras pende
la condición la pérdida será del vendedor, y la mejora o deterioro pertenecerá al
comprador.
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Cuando el riesgo se traslada al acreedor (res perit creditori), significa que
el deudor no debe entregar una cosa perecida fortuitamente, pero el acreedor si
debe pagar el precio. Cuando la regla es la inversa y es el deudor quien debe
soportar el riesgo (res perit debitori), el acreedor se ve privado de la prestación y
el deudor no recibe nada a cambio. La diferencia entre los dos sistemas tiene como
consecuencia la traslación del riesgo. Bello toma la regla del código francés, que
establece un sistema distinto; lo que va en perjuicio del acreedor, pero hay
muchas excepciones que casi anulan este perjuicio de riesgo para el acreedor.
E) Titulo y modo.
La adquisición se produce por un solo modo y un solo titulo, pues la concurrencia de
uno y otro transfiere el dominio. En cambio en la posesión (701) se dice que se puede
poseer la cosa por varios títulos, al moverse en el plano de los hechos y no suponer
titularidad jurídica, es perfectamente posible poseer por varios antecedentes.
Art. 675. Para que valga la tradición se requiere un título translaticio de dominio,
como el de venta, permuta, donación, etc.
Se requiere además que el título sea válido respecto de la persona a quien se
confiere. Así el título de donación irrevocable no transfiere el dominio entre cónyuges.
Así no habría duda respecto de estos 2 modos de adquirir. Pero con los demás modos
de adquirir no es claro.
Alessandri sostenía que el Código adhería efectivamente el sistema romano en
plenitud (tanto los modos arquetípicos, como los que no son). Así los otros modos
también requieren concurrencia de titulo y modo para que operen. Somarriva,
opinaba lo contrario. La exigencia de título y modo solo era necesaria en la tradición y
la sucesión por causa de muerte, así lo decía el Código. En cambio en la ocupación,
prescripción, y accesión, era innecesaria, y se hace cargo del argumento contrario del
artículo 702 y 703. La posesión regular requiere justo titulo, buena fe inicial y
tradición. La función a la cual alude el 703 es exclusivamente en sede de posesión
(entonces la ocupación, prescripción y accesión solo sirven de titulo para poseer), sino
habría un absurdo; dada que la ocupación puede servir de titulo de posesión y
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propiedad, se darían en un mismo acto, cuando en realidad podrían ocurrir cosas que
hagan que se impida la adquisición. Entonces el titulo vendría dado por la Ley.
Art. 588. Los modos de adquirir el dominio son la ocupación, la accesión, la tradición,
la sucesión por causa de muerte, y la prescripción.
De la adquisición de dominio por estos dos últimos medios se tratará en el
Libro De la sucesión por causa de muerte, y al fin de este Código.
49
Capítulo V
La Ocupación como modo de adquirir
A) Concepto.
El artículo 606 dice cuales son las cosas que se pueden adquirir por ocupación, no es
una definición concreta de lo que es la ocupación.
Art. 606. Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a
nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho
Internacional.
Se puede definir como el modo de adquirir el dominio de las cosas que no pertenecen
a nadie, y cuya adquisición no haya sido prohibida por el derecho internacional o la
ley, y que se verifica mediante la aprehensión material de estas cosas, existiendo en
quien las adquiere la intención de adquirirlas.
Puede que se aprehenda una cosa sin intención de adquirirla.
Art. 629. Si se encuentra alguna especie mueble al parecer perdida, deberá ponerse a
disposición de su dueño; y no presentándose nadie que pruebe ser suya, se entregará
a la autoridad competente, la cual deberá dar aviso del hallazgo en un diario de la
comuna o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo
hubiere.
El aviso designará el género y calidad de la especie, el día y lugar del hallazgo.
Si no apareciere el dueño, se dará este aviso por tercera vez, mediando treinta
días de un aviso a otro.
- Que la adquisición de dichas cosas no se halle prohibida por las leyes o por el
derecho internacional. Por las leyes, pues ciertas formas de ocupación se
tratan de forma especial, dada la clase de bienes involucrados, ejemplo, caza y
pesca 607. Ejemplo del tesoro. También la captura bélica 640.
Art. 640. El Estado se hace dueño de todas las propiedades que se toman en guerra
de nación a nación, no sólo a los enemigos sino a los neutrales, y aun a los aliados y
los nacionales según los casos, y dispone de ellas en conformidad a las Ordenanzas de
Marina y de Corso.
C) Tipos de ocupación.
- Ocupación de especies o cosas animadas:
Art. 607. La caza y pesca son especies de ocupación por las cuales se adquiere el
dominio de los animales bravíos.
Art. 608. Se llaman animales bravíos o salvajes los que viven naturalmente libres e
independientes del hombre, como las fieras y los peces; domésticos los que
pertenecen a especies que viven ordinariamente bajo la dependencia del hombre,
como las gallinas, las ovejas; y domesticados los que sin embargo de ser bravíos por
50
su naturaleza se han acostumbrado a la domesticidad y reconocen en cierto modo el
imperio del hombre.
Estos últimos, mientras conservan la costumbre de volver al amparo o
dependencia del hombre, siguen la regla de los animales domésticos, y perdiendo esta
costumbre vuelven a la clase de los animales bravíos.
Art. 624. La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el que
encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio,
apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras
substancias que arroja el mar y que no presentan señales de dominio anterior.
Artículo 624: Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad
abandona su dueño, como las monedas que se arrojan para que las haga suyas el
primer ocupante.
No se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes
arrojan al mar para alijar la nave.
Art. 629. Si se encuentra alguna especie mueble al parecer perdida, deberá ponerse a
disposición de su dueño; y no presentándose nadie que pruebe ser suya, se entregara
a la autoridad competente, la cual deberá dar aviso del hallazgo en un diario de la
comuna o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo
hubiere.
El aviso designará el género y calidad de la especie, el día y lugar del hallazgo.
Si no apareciere el dueño, se dará este aviso por tercera vez, mediando treinta
días de un aviso a otro.
- Captura Bélica:
51
Artículos 640-642, y cosas adquiridas en naufragio, 636.
Art. 636. Las especies náufragas que se salvaren, serán restituidas por la autoridad a
los interesados, mediante el pago de las expensas y la gratificación de salvamento.
Art. 640. El Estado se hace dueño de todas las propiedades que se toman en guerra
de nación a nación, no sólo a los enemigos sino a los neutrales, y aun a los aliados y
los nacionales según los casos, y dispone de ellas en conformidad a las Ordenanzas de
Marina y de Corso.
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Capítulo VI
La accesión como modo de adquirir el dominio
Concepto
En el artículo 588 se menciona la accesión. El código le dedica un titulo completo a
partir del artículo 643.
Concepto
Art. 643. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a
serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son
frutos naturales o civiles.
Tipos de accesión.
1) Accesión de frutos: el dueño de una cosa se hace dueño de las cosas que
produce la misma. Autores han discutido si se trata solamente de una
atribución del dominio; pues existen 3 facultades del dominio, que incluye el
gozar, que es la capacidad de disfrutar de los frutos de la cosa. Así no
parecería lógica esta accesión.
La mayoría de los autores están de acuerdo en que no es un modo de adquirir
propiamente tal.
Art. 784. Si la cosa fructuaria comprende minas y canteras en actual laboreo, podrá el
usufructuario aprovecharse de ellas, y no será responsable de la disminución de
productos que a consecuencia sobrevenga, con tal que haya observado las
disposiciones de la ordenanza respectiva.
Art. 646. Los frutos naturales de una cosa pertenecen al dueño de ella; sin perjuicio
de los derechos constituidos por las leyes, o por un hecho del hombre, al poseedor de
buena fe, al usufructuario, al arrendatario.
Art. 571. Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos, como las
yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se
reputan muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho
sobre dichos productos o cosas a otra persona que el dueño.
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Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y a las
piedras de una cantera.
Art. 685. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el
momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá entrar a
cogerlos, fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño.
Art. 645. Los frutos naturales se llaman pendientes mientras que adhieren todavía a la
cosa que los produce, como las plantas que están arraigadas al suelo, o los productos
de las plantas mientras no han sido separados de ellas.
Frutos naturales percibidos son los que han sido separados de la cosa
productiva, como las maderas cortadas, las frutas y granos cosechados, etc.; y se
dicen consumidos cuando se han consumido verdaderamente o se han enajenado.
Art. 1816. La compra de cosa propia no vale: el comprador tendrá derecho a que se le
restituya lo que hubiere dado por ella.
Los frutos naturales, pendientes al tiempo de la venta, y todos los frutos tanto
naturales como civiles que después produzca la cosa, pertenecerán al comprador, a
menos que se haya estipulado entregar la cosa al cabo de cierto tiempo o en el evento
de cierta condición; pues en estos casos no pertenecerán los frutos al comprador, sino
vencido el plazo, o cumplida la condición.
Todo lo dicho en este artículo puede ser modificado por estipulaciones
expresas de los contratantes.
Art. 781. El usufructuario de una cosa inmueble tiene el derecho de percibir todos los
frutos naturales, inclusos los pendientes al tiempo de deferirse el usufructo.
Recíprocamente, los frutos que aún estén pendientes a la terminación del
usufructo, pertenecerán al propietario.
Art. 571. Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos, como las
yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se
reputan muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho
sobre dichos productos o cosas a otra persona que el dueño.
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y
a las piedras de una cantera.
b) Frutos civiles:
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Los frutos civiles son enumerados por el código (647); son la utilidad que le
reporta al dueño una cosa, por haber cedido el derecho a hacer uso y goce de
su bien, a modo de compensación.
Se debe descartar la idea que los intereses sean frutos civiles del crédito o
derecho al capital, esto es, de una cosa incorporal, como se parece desprender
de los ejemplos que el Código Civil da en el artículo 647, en que se nombran los
cánones censuales y los intereses de capitales exigibles o impuestos a fondo
perdido. Una idea tal no puede ser aceptada, dice Guzmán Brito, “porque el
art. 648 CC. dice: ‘Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de
la que provienen…’, y la cosa a la que la disposición se refiere es la corporal, o
sea, en el caso de los intereses, el dinero prestado (cfr. arts. 904, 1423 inc. 2 y
1816 inc. 2 CC.) y no el crédito adquirido. De aceptarse la tesis contraria
habría que decir que el precio en el contrato de arrendamiento, cuya
naturaleza de fruto civil no está en discusión, proviene no de la cosa arrendada
sino del derecho personal del arrendador, lo que es absurdo. En esta materia,
en realidad, el Código ha cometido un doble error: el de considerar como fruto
civil a los intereses y el de considerarlos como fruto de la cosa corporal,
cuando, como dijimos, en realidad son objeto de una obligación aparte; pero al
menos no cometió el error de considerarlos frutos del crédito, y esto es
suficiente para afirmar que, bajo este respecto, las cosas incorporales tampoco
producen frutos”.
Regla del interés corriente y del interés máximo convencional; art. 2206.
Art. 2206. El interés convencional no tiene más límites que los que fueren designados
por ley especial; salvo que, no limitándolo la ley, exceda en una mitad al que se
probare haber sido interés corriente al tiempo de la convención, en cuyo caso será
reducido por el juez a dicho interés corriente.
Art. 648. Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de que provienen,
de la misma manera y con la misma limitación que los naturales.
El 646 indica la Regla general; el dueño se hace dueño de los frutos que
produce su cosa, salvo que la ley indique otra cosa, o por un hecho del hombre.
Al reivindicar, el efecto general incluye reivindicación de los frutos producidos
en el tiempo intermedio.
El art. 907, dice que el poseedor de buena fe, no esta obligado a restituir todos
los frutos, sino solamente los que vienen desde la respuesta de la demanda.
Art. 907. El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y civiles de
la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir
con mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.
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Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo
de la percepción: se considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en
su poder.
El poseedor de buena fe no es obligado a la restitución de los frutos percibidos
antes de la contestación de la demanda: en cuanto a los percibidos después, estará
sujeto a las reglas de los dos incisos anteriores.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios
que ha invertido en producirlos.
Avulsión.
Art. 652. Sobre la parte del suelo que por una avenida o por otra fuerza natural
violenta es transportada de un sitio a otro, conserva el dueño su dominio, para el solo
efecto de llevársela; pero si no la reclama dentro del subsiguiente año, la hará suya el
dueño del sitio a que fue transportada.
Nueva isla.
Art. 656. Acerca de las nuevas islas que no hayan de pertenecer al Estado según el
artículo 597, se observarán las reglas siguientes:
1ª La nueva isla se mirará como parte del cauce o lecho, mientras fuere
ocupada y desocupada alternativamente por las aguas en sus creces y bajas
periódicas, y no accederá entre tanto a las heredades riberanas.
2ª La nueva isla formada por un río que se abre en dos brazos que vuelven
después a juntarse, no altera el anterior dominio de los terrenos comprendidos en
ella; pero el nuevo terreno descubierto por el río accederá a las heredades contiguas,
como en el caso del artículo 654.
3ª La nueva isla que se forme en el cauce de un río, accederá a las heredades
de aquella de las dos riberas a que estuviere más cercana toda la isla;
correspondiendo a cada heredad la parte comprendida entre sus respectivas líneas de
demarcación, prolongadas directamente hasta la isla y sobre la superficie de ella.
Si toda la isla no estuviere más cercana a una de las dos riberas que a la otra,
accederá a las heredades de ambas riberas; correspondiendo a cada heredad la parte
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comprendida entre sus respectivas líneas de demarcación prolongadas directamente
hasta la isla y sobre la superficie de ella.
Las partes de la isla que en virtud de estas disposiciones correspondieren a dos
o más heredades, se dividirán en partes iguales entre las heredades comuneras.
4ª Para la distribución de una nueva isla, se prescindirá enteramente de la isla
o islas que hayan preexistido a ella; y la nueva isla accederá a las heredades riberanas
como si ella sola existiese.
5ª Los dueños de una isla formada por el río adquieren el dominio de todo lo
que por aluvión acceda a ella, cualquiera que sea la ribera de que diste menos el
nuevo terreno abandonado por las aguas.
6ª A la nueva isla que se forme en un lago se aplicará el inciso 2º de la regla 3ª
precedente; pero no tendrán parte en la división del terreno formado por las aguas las
heredades cuya menor distancia de la isla exceda a la mitad del diámetro de ésta,
medido en la dirección de esa misma distancia.
Art. 661. En los casos a que no pudiere aplicarse ninguna de las reglas precedentes,
se mirará como principal lo de más volumen.
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3. Mezcla. Art. 663 y siguientes. Cuando se unen dos cosas liquidas o
áridas. Hay que distinguir al que hace la mezcla (A) del dueño de la otra
cosa (B). A puede hacerlo de buena o mala fe. B puede saber o no saber que
se hacia la mezcla. En caso de que haya buena fe de A y desconocimiento B,
se forma la comunidad.
Art. 657. La adjunción es una especie de accesión, y se verifica cuando dos cosas
muebles pertenecientes a diferentes dueños se juntan una a otra, pero de modo que
puedan separarse y subsistir cada una después de separada; como cuando el
diamante de una persona se engasta en el oro de otra, o en un marco ajeno se pone
un espejo propio.
Art. 663. Si se forma una cosa por mezcla de materias áridas o líquidas,
pertenecientes a diferentes dueños, no habiendo conocimiento del hecho por una
parte, ni mala fe por otra, el dominio de la cosa pertenecerá a dichos dueños
proindiviso, a prorrata del valor de la materia que a cada uno pertenezca.
A menos que el valor de la materia perteneciente a uno de ellos fuere
considerablemente superior, pues en tal caso el dueño de ella tendrá derecho para
reclamar la cosa producida por la mezcla, pagando el precio de la materia restante.
Art. 668. Si se edifica con materiales ajenos en suelo propio, el dueño del suelo se
hará dueño de los materiales por el hecho de incorporarlos en la construcción; pero
estará obligado a pagar al dueño de los materiales su justo precio, u otro tanto de la
misma naturaleza, calidad y aptitud.
Si por su parte no hubo justa causa de error, será obligado al resarcimiento de
perjuicios, y si ha procedido a sabiendas, quedará también sujeto a la acción criminal
competente; pero si el dueño de los materiales tuvo conocimiento del uso que se hacía
de ellos, sólo habrá lugar a la disposición del inciso anterior.
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La misma regla se aplica al que planta o siembra en suelo propio vegetales o
semillas ajenas.
Mientras los materiales no están incorporados en la construcción o los
vegetales arraigados en el suelo, podrá reclamarlos el dueño.
Art. 669. El dueño del terreno en que otra persona, sin su conocimiento, hubiere
edificado, plantado o sembrado, tendrá el derecho de hacer suyo el edificio,
plantación o sementera, mediante las indemnizaciones prescritas a favor de los
poseedores de buena o mala fe en el título De la reivindicación, o de obligar al que
edificó o plantó a pagarle el justo precio del terreno con los intereses legales por todo
el tiempo que lo haya tenido en su poder, y al que sembró a pagarle la renta y a
indemnizarle los perjuicios.
Si se ha edificado, plantado o sembrado a ciencia y paciencia del dueño del terreno,
será éste obligado, para recobrarlo, a pagar el valor del edificio, plantación o
sementera.
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Capítulo VII
La Tradición como modo de adquirir
Art. 670 comienza con el modo de adquirir llamado Tradición, palabras que tiene
significados diversos).
1. Concepto.
Artículo 670: Consiste en la entrega que el dueño hace de ellas, existiendo facultad e
intención de transferirla, y por otra parte, capacidad e intención de adquirir el
dominio de ella.
Art. 1575. El pago en que se debe transferir la propiedad no es válido, sino en cuanto
el que paga es dueño de la cosa pagada, o la paga con el consentimiento del dueño.
Tampoco es válido el pago en que se debe transferir la propiedad, sino en
cuanto el que paga tiene facultad de enajenar.
Sin embargo, cuando la cosa pagada es fungible y el acreedor la ha consumido
de buena fe, se valida el pago, aunque haya sido hecho por el que no era dueño, o no
tuvo facultad de enajenar.
Art. 671. Se llama tradente la persona que por la tradición transfiere el dominio de la
cosa entregada por él o a su nombre, y adquirente la persona que por la tradición
adquiere el dominio de la cosa recibida por él o a su nombre.
Es necesario conectar estas 2 normas por las condiciones que deben cumplir el
tradente y el adquiriente.
2. Requisitos de la tradición.
60
b) El adquiriente debe tener:
- la capacidad e,
- Intención.
La idea de facultad que se exige en el tradente debe estar revestida de los mas
amplios poderes; tanto (i) la capacidad del que ejerce la facultad, como (ii) del título
que legitima a la persona para actuar en tal sentido, como que (iii) la cosa que será
objeto de disposición no tenga impedimentos para transferirse a un nuevo dueño.
Lo anterior no implica que el tradente sea dueño necesariamente de la cosa; Art. 682.
En todo caso, el adquiriente va adquirir la posesión del bien ya por el 683 o por el
730, aunque el tradente no sea el dueño.
Art. 683. La tradición da al adquirente, en los casos y del modo que las leyes señalan,
el derecho de ganar por la prescripción el dominio de que el tradente carecía, aunque
el tradente no haya tenido ese derecho.
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito,
se da por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se
adquiere por otra, sin la competente inscripción.
En cambio, respecto el adquiriente el art. 670 (citado más arriba) habla de capacidad;
por tanto debemos entender capacidad de ejercicio (1445).
Como todo acto jurídico, requiere que el consentimiento este exento de vicios;
respecto del dolo y la fuerza debe recurrirse a las normas generales; pero si hay
normas especiales respecto del error (artículos 676, 677, 678).
61
Clases de error:
a) Error en el título: art. 677 invalida la tradición. Hay error también cuando
ambas entienden un titulo traslaticio de dominio pero uno entiende una y otro
otra. Error in negocio 1453, error esencial, que se discute la sanción, por el
tema de la falta de voluntad. Seria una aplicación del error esencial.
Art. 677. El error en el título invalida la tradición, sea cuando una sola de las partes
supone un título translaticio de dominio, como cuando por una parte se tiene el ánimo
de entregar a título de comodato, y por otra se tiene el ánimo de recibir a título de
donación, o sea cuando por las dos partes se suponen títulos translaticios de dominio,
pero diferentes, como si por una parte se supone mutuo, y por otra donación.
Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie de
acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se
trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.
c) Error en la persona: art. 678. Hay que remitirse a la discusión de acto jurídico;
error en la identidad física de la persona o en el error de la identidad social de
la persona. El código dice que si se yerra en el nombre solamente, no vicia la
tradición. Lo mismo ocurre en el testamento, siempre que no exista duda
respecto de la persona del asignatario (Art. 1057).
Art. 676. Se requiere también para la validez de la tradición que no se padezca error
en cuanto a la identidad […] de la persona a quien se le hace la entrega, ni en cuanto
al título.
Si se yerra en el nombre sólo, es válida la tradición.
La representación en la tradición.
Artículo 671: Pueden entregar y recibir a nombre del dueño sus mandatarios, o
sus representantes legales.
62
En las ventas forzadas que se hacen por decreto judicial a petición de un
acreedor, en pública subasta, la persona cuyo dominio se transfiere es el tradente, y el
juez su representante legal.
La tradición hecha por o a un mandatario debidamente autorizado, se entiende
hecha por o al respectivo mandante.
Art. 672. Para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente por el
tradente o por su representante.
Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin voluntad del
tradente o de su representante, se valida retroactivamente por la ratificación del que
tiene facultad de enajenar la cosa como dueño o como representante del dueño.
Art. 673. La tradición, para que sea válida, requiere también el consentimiento del
adquirente o de su representante.
Pero la tradición que en su principio fue inválida por haber faltado este
consentimiento, se valida retroactivamente por la ratificación.
Art. 674. Para que sea válida la tradición en que intervienen mandatarios o
representantes legales, se requiere además que éstos obren dentro de los límites de
su mandato o de su representación legal
.
Art. 675. Para que valga la tradición se requiere un título translaticio de dominio,
como el de venta, permuta, donación, etc.
Se requiere además que el título sea válido respecto de la persona a quien se
confiere. Así el título de donación irrevocable no transfiere el dominio entre cónyuges.
63
6.º Por la quiebra o insolvencia del uno o del otro;
7.º Por la interdicción del uno o del otro;
8.º Derogado. L. 18.802, Art. 4º
9.º Por la cesación de las funciones del mandante, si el mandato ha sido dado
en ejercicio de ellas.
Esa idea de naturaleza es el del art. 703, aquel acto que mirado en su tipo, sirve para
transferir el dominio. Esa función típica es en “abstracto”, pues determinada
compraventa puede no generar adquisición del dominio para el comprador, porque el
vendedor no era dueño, porque la cosa no podía venderse, etc.
Por eso el título es el que revela de la intención de transferir y adquirir de las partes.
64
irregular (2221) la dación en pago (entendida como acto distinto y no mera modalidad
del pago, pues ahí es modo de extinguir) contrato de obra (1996), también la dejación
de los restos de una cosa (ejemplo, contrato de seguro) y una serie de otras cosas.
Art. 1794. Cuando el precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, se
entenderá permuta si la cosa vale más que el dinero; y venta en el caso contrario.
Art. 1996. Si el artífice suministra la materia para la confección de una obra material,
el contrato es de venta; pero no se perfecciona sino por la aprobación del que ordenó
la obra.
Por consiguiente, el peligro de la cosa no pertenece al que ordenó la obra sino
desde su aprobación, salvo que se haya constituido en mora de declarar si la aprueba
o no.
Si la materia es suministrada por la persona que encargó la obra, el contrato
es de arrendamiento.
Si la materia principal es suministrada por el que ha ordenado la obra,
poniendo el artífice lo demás, el contrato es de arrendamiento; en el caso contrario,
de venta.
El arrendamiento de obra se sujeta a las reglas generales del contrato de
arrendamiento, sin perjuicio de las especiales que siguen.
65
2.4. La entrega.
La tradición consiste en la entrega que podrá ser real o ficta (684 respecto de los
muebles, o la inscripción de los inmuebles, 686), así la entrega de una cosa puede
responder a varios títulos. Es el título el que trasunta el ánimo de las partes para
transferir el dominio de la cosa.
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una
de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por
uno de los medios siguientes:
1º Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
2º Mostrándosela;
3º Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en
que esté guardada la cosa;
4º Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar
convenido; y
5º Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la
cosa mueble como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a
cualquier otro título no translaticio de dominio; y recíprocamente por el mero
contrato en que el dueño se constituye usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.
Elemento material, entrega sin titulo nada significa, pues este manifiesta la intención
de las partes de adquirir y transferir el dominio.
Entonces con el 679 hay aplicación del art. 1443 cuando habla que los contratos
pueden ser consensuales, reales o solemnes.
3. Efectos de la Tradición.
Art. 1824. Las obligaciones del vendedor se reducen en general a dos: la entrega o
tradición, y el saneamiento de la cosa vendida.
La tradición se sujetará a las reglas dadas en el Título VI del Libro II.
66
una solución como ésta, pues cuando la cosa vendida no es del vendedor hay en
realidad incumplimiento, con lo que se puede defender al comprador.
También Javier Barrientos dice que no es que el código caiga en imprecisión al
hablar de tradición como entrega, sino que el concepto de tradición que toma
el código viene de la expresión romana del mismo, que a través del Derecho
romano paso al Derecho Común y luego al Código Civil, en cuanto tradición no
esta tomado como modo de adquirir, sino como la tradición material de la cosa,
su traspaso material. Sin perjuicio de eso, la tradición, cumplidos los
requisitos, debería producir la adquisición del dominio en el adquiriente.
Art. 683. La tradición da al adquirente, en los casos y del modo que las leyes señalan,
el derecho de ganar por la prescripción el dominio de que el tradente carecía, aunque
el tradente no haya tenido ese derecho.
67
también en poseedor (702 y 703). Esta posesión puede ir o no ligada a la
titularidad dominical; o sea, el dueño puede ser poseedor a la vez de la cosa,
como puede pasar que una sea dueño de la cosa y otra posea.
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.
Art. 726. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.
Art. 727. La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras se halla bajo
el poder del poseedor, aunque éste ignore accidentalmente su paradero.
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere
el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito,
se da por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se
adquiere por otra, sin la competente inscripción.
Así se entiende porque el 683 dice “la tradición da al…”, porque puede ser que
el tradente sea poseedor pero no dueño; se produce la “accesión de posesión”
(art. 717), el plazo de prescripción adquisitiva extraordinaria es de 10 años
tratándose de cualquier clase de cosa; en cambio, para la prescripción
ordinaria se distingue entre muebles (2 años) e inmuebles (5 años).
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Art. 717. Sea que se suceda a título universal o singular, la posesión del sucesor,
principia en él; a menos que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero en tal
caso se la apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse en los mismos términos a la posesión propia la de una serie no
interrumpida de antecesores.
Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados
en el artículo 702.
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Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos
preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de un
objeto no disputado, constituyen un título nuevo.
La tradición puede estar sujeta a modalidades (art. 680 y art. 681). La tradición
puede estar sujeta a modalidades como condición suspensiva; el dominio no se
adquirirá hasta que se cumpla la condición, ó como condición resolutoria; el
adquiriente será dueño mientras no se verifique el hecho futuro y cierto en que la
condición consiste, como también plazo; puede ser suspensivo (suspende el
ejercicio de un derecho, por lo que en la tradición no tendría mayor importancia,
ya que el adquirente sí adquiriría el dominio) o extintivo (es la que se amolda a la
tradición.).
Art. 681. Se puede pedir la tradición de todo aquello que se deba, desde que no haya
plazo pendiente para su pago; salvo que intervenga decreto judicial en contrario.
Situación particular art. 680 inc. 2º, que contempla el pacto de reserva de opinión,
una compraventa establece que aun efectuándose la tradición, se adquirirá el
dominio una vez que medie el pago del precio; se trata de una condición
suspensiva y a la vez una garantía de la obligación; el dueño sigue siéndolo aunque
haya entregado la cosa, hasta que no se le pague el precio; garantía real.
Al tratar las obligaciones del comprador, el Código Civil señala que la cláusula de
no transferir el dominio sino en virtud del pago del precio, no producirá otro efecto
que la demanda alternativa enunciada en el artículo 1873, que contempla la
pretensión de cumplimiento para exigir el pago del precio y la resolución, con
resarcimiento de perjuicios (artículo 1874). Para la doctrina nacional mayoritaria
existe una manifiesta contradicción entre el texto de este artículo y el del artículo 680
inciso segundo, que reconoce valor a la reserva de dominio, la que debe resolverse
recurriendo a los principios hermenéuticos establecidos en el propio código
(principalmente, los de especialidad y el recurso a la historia fidedigna). Se concluye
así que la redacción empleada en esta sede resta todo valor a la referida cláusula en
el contrato de compraventa, con las consecuencias que la desestimación de una
garantía de esta especie significa para el sistema de protección del crédito, y, además,
demuestra que el comprador puede pagar el precio aún después de ejercida la acción
resolutoria del artículo 1873.
70
No creo, sin embargo, que exista contradicción entre ambas normas, y tampoco
que el artículo 1874 permita concluir que el deudor puede pagar hasta la citación
para oír sentencia en primera instancia y hasta la vista de la causa en segunda
instancia.
Para demostrar tal aserto partamos por considerar la segunda parte del artículo
1874, que generalmente se tiende a olvidar cuando se expone esta materia. Por ella el
artículo 1874, luego de exponer que la cláusula de reserva de dominio da lugar a la
opción establecida en el artículo 1873, consigna un efecto para el caso que el
vendedor decida ejercer la pretensión de cumplimiento: “pagando el comprador el
precio, subsistirán en todo caso las enajenaciones que hubiera hecho de la cosa o los
derechos que hubiere constituido sobre ella en el tiempo intermedio”. Si se observa
con detención esta consecuencia, se debe concluir que la reserva de dominio sí
produce en el contrato de compraventa su efecto propio. De seguirse la opinión
tradicional y aceptar que la cláusula en cuestión no produce en la compraventa
ningún efecto, salvo permitir el ejercicio de la pretensión de cumplimiento o la
resolución a elección del vendedor, quiere decir que una vez efectuada la tradición, se
produce la transferencia de dominio de la cosa vendida, sin importar si el precio fue
pagado o no. Sólo en el caso que el vendedor optará por la resolución, operaría la
restitución de la cosa (artículo 1487 del Código Civil), debiendo procederse a las
prestaciones mutuas con arreglo a lo dispuesto en el artículo 1875 del Código Civil.
En tal evento, además, habría lugar a la reivindicación de la cosa vendida respecto de
terceros poseedores en los términos establecidos en los artículos 1490 y 1491
(artículo 1876 inciso primero del Código Civil). Sin embargo, la consecuencia que
atribuye el artículo 1874 al pago del precio cuando existe reserva de dominio, esto es,
que subsisten las enajenaciones que hubiera hecho el comprador o los derechos que
hubiese constituido entre la celebración del contrato y el pago del precio, lleva a
concluir que este último no es dueño de la cosa, a pesar de haber mediado la
tradición. En otras palabras, la tradición no ha producido el efecto natural de
transferir el dominio de la cosa vendida, el que queda suspenso hasta que no ocurra el
hecho del que depende esa condición, cual es el pago del precio (artículo 680 inciso
segundo del Código Civil). Por lo mismo, todas las enajenaciones que haga y los
derechos que constituya el comprador mientras no se pague el precio, no producen
otro efecto que el de transferir sólo los derechos que éste tenía sobre la cosa vendida,
71
como señala el inciso primero del artículo 682 del Código Civil. En caso que el
comprador adquiera el dominio de la cosa después de las enajenaciones o de la
constitución de los derechos, como ocurrirá si paga el precio, se entiende que esos
actos han producido su efecto natural desde el momento mismo en que se celebraron
(artículo 682 inciso segundo del Código Civil). Entendido que la reserva de dominio
comporta una condición suspensiva, la segunda parte del artículo 1874 («y pagando-
tiempo intermedio») no hace otra cosa que asignar carácter retroactivo al
cumplimiento de la condición, con lo cual se reafirma el criterio que nuestro Código
Civil no ha asignado como efecto natural de la condición cumplida el carácter
retroactivo.
Comparece, en primer lugar, el artículo 680, en el que se trata del sentido que
posee la reserva de dominio. Esta norma, como su ubicación lo anuncia, se refiere a la
tradición de la cosa vendida, y por remisión del artículo 1824 se debe entender
incorporada al § 6 del Título XXIII del Libro IV, dedicado a las obligaciones del
vendedor y primeramente de la de entregar. De este modo, su función dogmática es
fijar los efectos que cumple la entrega de la cosa que se vende, que sin embargo no
lleva aneja una transferencia dominical. La tradición supone un elemento material
(«la entrega que el dueño hace de ellas [sc. las cosas cuyo dominio se adquiere] a
otro») y otro intencional, que debe estar presente tanto en el tradente como en el
adquirente (artículo 670 del Código Civil). La entrega en cuanto acto material es,
pues, neutra, sin que en sí misma dé indicios sobre la calidad en que queda quien
recibe la cosa entregada. Para que la entrega sea tradición, es necesario que exista un
título traslaticio de dominio (artículo 675), entendiendo por éstos aquellos «que por su
naturaleza sirven para transferirlo» (artículo 703), y que el tradente sea
efectivamente el dueño de la cosa. El artículo 1824, cuando dice que la principal
obligación del vendedor es hacer «la entrega o tradición» de la cosa vendida, debe ser
leído a partir de la función que desempeña en la oración la conjunción disyuntiva «o»,
que denota ahí equivalencia de las dos palabras empleadas. Dicho en otros términos,
la obligación del vendedor se reduce a traspasar al comprador la cosa vendida, o, lo
que es lo mismo, a efectuar la tradición de ella en cuanto materialidad (factus
tradendi). Con ello adquiere coherencia, además, sin que sea necesario recurrir a otro
tipo de explicaciones, el que se admita la venta de cosa ajena (artículo 1815) o la
reserva de dominio.
Expliquemos, pues, cómo engarza este último caso con el sistema recién expuesto.
En principio, entregada la cosa vendida se debe entender invariablemente que dicho
acto constituye tradición, por cuanto la intención de transferir y de adquirir de las
partes se expresa en el título. Sin embargo, el artículo 680 señala que la tradición
puede ser hecha también bajo condición suspensiva, lo que significa que la
adquisición del dominio no se produce sino hasta el cumplimiento del hecho de que
ésta pende (artículo 1479); y entre tanto el comprador queda como mero tenedor,
pues si bien detenta materialmente la cosa, lo hace reconociendo dominio ajeno
(artículo 714). La reserva de dominio cumple en esta sede su función propia, pues
disocia la entrega de la transferencia de dominio, que se pretiere hasta que se cumpla
la condición, esto es, el pago del precio. Se expresa, entonces, la finalidad de garantía
real que cumple este pacto, que permite al vendedor retener el dominio de la cosa
mientras no se le pague el precio.
72
680. Ante todo, reafirma algo que ya era entendido así en el antiguo derecho
castellano, y que Bello conocía bien. En aquél se entendía que la transferencia del
dominio de la cosa vendida era lo que identificaba al contrato de compraventa, de
suerte que su propia naturaleza repelía cualquier pacto que excluyera esta
transferencia, transformándolo en un contrato de locación. Sólo salva esta
desnaturalización la inclusión de un pacto de reserva de dominio (pactum
reservationis domminii), que otorga a la compraventa una cualidad propia de contrato
celebrado quasi sub conditione. De hecho, se aconsejaba que a la compraventa se le
introdujere un pacto de esta clase, o bien una hipoteca sobre el bien vendido, porque
con ello se preservaba la naturaleza obligatoria recíproca del contrato hasta que el
precio se hubiese efectivamente pagado. Esto significa que el Código, al afirmar que
la reserva de dominio «no producirá otro efecto que el de la demanda alternativa [del
artículo 1873]», está afirmando que la compraventa queda perfecta sin más requisitos
que el acuerdo de las partes sobre cosa y precio (artículo 1801), siendo innecesario
exigir para ello, además, el pago de este último. Nótese que la norma en comento se
encuentra sita en el § 9 del Título XXIII del Libro IV, dedicado a las obligaciones del
comprador, la principal de las cuales es el pago del precio (artículo 1871). En otras
palabras, el artículo 1874 no hace otra cosa que reafirmar el carácter consensual, o
solemne, según sea el caso, de la venta, no entendido siempre así (verbigracia, la
venta griega), en cuanto señala que el pago del precio en nada afecta la perfección del
contrato, y que el incumplimiento de esta obligación, fuera de la incidencia que puede
tener en la tradición, ajena a la materia tratada en esta sede, da al acreedor el
derecho a ejercer la pretensión de cumplimiento y la resolución.
73
producirá cuando el vendedor ha decidido ejercer la pretensión de cumplimiento y el
precio ha sido finalmente pagado, voluntaria o forzosamente, lo que comporta el
cumplimiento de la condición y la adquisición del dominio de la cosa vendida por parte
del comprador. Sólo hay, entonces, subsistencia de estas enajenaciones cuando el
vendedor ha elegido perseverar en el contrato, pero no cuando ha optado por
resolverlo, y que sólo es posible en el caso especialísimo del artículo 1879.
El art. 681 indica el otro efecto, puede exigirse la tradición desde que el derecho
es exigible, esto es, desde que existe para el titular del derecho la facultad de
poder exigir la tradición. Y para el pasivo, quien debe efectuar la tradición, desde
que existe el deber de realizarla. La exigibilidad mira al aspecto pasivo y activo.
4. Formas de Tradición.
Depende del bien que se desea transferir, pudiendo distinguirse las siguientes
formas:
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una
de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por
uno de los medios siguientes:
1º Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
2º Mostrándosela;
3º Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en
que esté guardada la cosa;
4º Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar
convenido; y
5º Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la
cosa mueble como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a
cualquier otro título no translaticio de dominio; y recíprocamente por el mero
contrato en que el dueño se constituye usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.
1) La tradición de estos bienes se hace significando una de las partes a la otra que
transfiere el dominio y figurando ello de algun modo.
2) Modos: Todos los modos de ahí son tradiciones simbólicas o fictas, porque ninguna
se muestra el modo más propio (una de las parte haga un traspaso material a la otra)
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Para otros este modo está comprendido en la primera parte mostrando (mostrar y
permitir la aprehensión de la cosa)
3º. “Entrega de las llaves del granero, almacén cofre, o lugar cualquiera en
que esté guardada la cosa” (tradición simbólica)
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posibilidad de disponer inmediatamente de la cosa tradida. Aun en el caso
de que quede materialmente en poder del tridente como constituto
posesorio, debe recordarse que éste queda sólo como mero tenedor, y si el
adquirente no puede aún disponer de la cosa materialmente, jurídicamente
dispuso en el acto mismo, al aceptar que quedara la cosa en poder del
tridente, por un acto suyo voluntario.
Art. 685. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el
momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá
entrar a cogerlos, fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño.
El artículo 685 establece una regla general para la tradición de esta clase de
bienes (inciso 1). El precepto regula una forma de tradición real, al prescribir
que la tradición se verifica en el momento de la separación de estos objetos.
Para que valga como tradición es necesario que esa separación se efectúe con
permiso del dueño, pues ahí está precisamente la voluntad del tradente.
Art. 696. Los títulos cuya inscripción se prescribe en los artículos anteriores, no darán
o transferirán la posesión efectiva del respectivo derecho, mientras la inscripción no
se efectúe de la manera que en dichos artículos se ordena; pero esta disposición no
regirá sino respecto de los títulos que se confieran después del término señalado en el
reglamento antedicho.
76
3. Esta forma e tradición genera un problema, se entiende hecha la sola
inscripción en un registro, sin que exista necesariamente traspaso material.
Inconvenientes: Inscripciones de papel (pérdida de posesión), cláusula ”se
faculta al portador…” (problema con determinar su naturaleza jurídica, puesto
que en su mandato está sujeto as norma propia de mandato o la oferta)
4.4. Derechos Personales. art. 699, 1901 y 1902 del CC, 162 a 165 Código de
comercio
Art. 699. La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro se
verifica por la entrega del título hecha por el cedente al cesionario.
Art. 1901. La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no tendrá
efecto entre el cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título.
Art. 1902. La cesión no produce efecto contra el deudor ni contra terceros, mientras
no ha sido notificada por el cesionario al deudor o aceptada por éste.
Hay que distinguir en los derechos personales según la forma en que adopte el
título:
a) Comunes
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En los derechos personales hay dos sujetos lo que se hace es ceder el
derecho. Acreedor primitivo, llamado cedente (A); deudor cedido (B);
nuevo acreedor o cesionario (C).
El derecho real de herencia (artículos 577 y 891 CC.) es una figura original del
Código Civil chileno, que al parecer fue inspirada por un propósito práctico, reunir
todos los bienes dejados por una persona al momento de su muerte en una
universalidad que permitiera reivindicarlos frente a terceros mediante la acción de
petición de herencia. Dogmáticamente, el derecho real de herencia es consistente con
el sistema de adquisición de bienes por el que optó nuestro Código, que exige la
concurrencia de un título (el testamento o la ley, según se trate de sucesión testada o
intestada) y un modo (la sucesión por causa de muerte, artículo 588 CC.), lo que
justifica también la coherencia sistemática de tratar esta materia en el libro III, luego
del derecho de bienes, al que está dedicado el libro II. Sin embargo, como han
destacado algunos autores, el derecho real de herencia presenta más problemas
teóricos que soluciones prácticas, entre los que se cuentan: ¿cuándo nace este
derecho real: con el fallecimiento, con la delación, o con la aceptación de la herencia?;
¿en qué momento se extingue?; ¿se trata de un derecho real que recae sobre los
bienes del causante o sobre una universalidad de derecho?; ¿tiene alguna diferencia
con los derechos de los herederos en la comunidad hereditaria, o es sólo la reiteración
innecesaria de un derecho a una cuota en la comunidad?; ¿nace igualmente el derecho
real de herencia cuando existe un solo heredero, que, por lo mismo, recibe todos los
bienes del causante en propiedad exclusiva?; ¿de qué clase de bien se trata: mueble,
inmueble o es una cosa sui generis?; ¿cuáles son las formalidades que deben seguirse
para la cesión del derecho real de herencia?; ¿qué efecto produce la tradición de este
derecho real?; etcétera.
Respecto del derecho real de herencia, hay que atender a dos cuestiones: a) la forma
de efectuar la tradición; y b) las inscripciones del artículo 68.
78
La tradición del derecho real de herencia no tiene un tratamiento sistemático;
hay normas dispersas como el art. 1909 y art. 1910, que son los efectos de la
cesión de herencia, que no es un contrato aunque el código lo trate en esa
sección, sino el modo de hacer la cesión. Pero el modo de transferir un derecho
personal no esta tratado, sino dos aspectos en los artículos indicados.
Art. 1909. El que cede a título oneroso un derecho de herencia o legado sin
especificar los efectos de que se compone, no se hace responsable sino de su calidad
de heredero o de legatario.
La clasificación dentro de las categorías de bien mueble y bien inmueble del derecho
real de herencia, que en sí es una cosa distinta de los bienes que componen el haz
hereditario, por su carácter de universalidad de derecho, ha sido estudiado entre
nosotros a propósito de la forma en que debe hacerse la tradición de aquél, por las
diferencias que presenta en la especie el estatuto de los bienes muebles (artículo 684
CC.) con el de los bienes raíces (artículo 686 CC.) en este punto. Sobre el particular
han surgido cuatro teorías, que expondremos brevemente.
79
Comparece, en fin, la teoría de Guzmán Brito para quien el derecho real de herencia
es una cosa incorporal inmueble. Señala este autor que “como construcción jurídica
que es la herencia, no está sujeta a la categoría del movimiento local que preside la
distinción mueble-inmueble, de modo de no poder decirse que ella es movible o móvil
ni movible o inmóvil ni, por ende, una u otra especie de cosa. Como, empero, la
distinción en examen tiene importancia para determinar el estatuto jurídico aplicable
a las cosas y teniendo presente que el de los inmuebles es excepcional, ante la
necesidad de aplicar alguno al derecho de gerenciala doctrina se decide por el general
de las cosas sin más, que viene a coincidir con el de los muebles, como si el derecho
de herencia fuera, pues, mueble. Pero esta conclusión es apresurada.
El siguiente derecho se refiere a las del art. 688. Refiere a inscripciones que
deben efectuarse respecto de inmuebles que no cumplen finalidad de tradición,
que sí se cumple respecto del art. 686. Hay otras finalidades de la inscripción;
art. 688.
Primer momento, la muerte (79 y 80). Supone un hecho que trae consecuencia
jurídica; la muerte de una persona, que puede ser natural o presunta.
80
Segundo momento, la apertura de la sucesión. Luego viene la apertura de la
sucesión, que según el art. 955 coincide con el día fijado de la muerte.
Art. 955. La sucesión en los bienes de una persona se abre al momento de su muerte
en su último domicilio; salvos los casos expresamente exceptuados.
La sucesión se regla por la ley del domicilio en que se abre; salvas las
excepciones legales.
Respecto de este modo de adquirir hay que distinguir entre el dominio y la posesión
de los bienes.
La posesión es diferente, porque se distinguen tres clases de posesión. Así hay que
distinguir entre; posesión legal, posesión efectiva y posesión real o material.
Posesión legal.
81
Art. 2500. Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin interrupción por dos o más
personas, el tiempo del antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor, según
lo dispuesto en el artículo 717.
La posesión principiada por una persona difunta continúa en la herencia
yacente, que se entiende poseer a nombre del heredero.
La herencia yacente está definida en el art. 1240: Si dentro de quince días de abrirse
la sucesión no se hubiere aceptado la herencia o una cuota de ella, ni hubiere albacea
a quien el testador haya conferido la tenencia de los bienes y que haya aceptado su
encargo, el juez, a instancia del cónyuge sobreviviente, o de cualquiera de los
parientes o dependientes del difunto, o de otra persona interesada en ello, o de oficio,
declarará yacente la herencia; se insertará esta declaración en un diario de la
comuna, o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo
hubiere; y se procederá al nombramiento de curador de la herencia yacente.
Si hubiere dos o más herederos y aceptare uno de ellos, tendrá la
administración de todos los bienes hereditarios proindiviso, previo inventario
solemne; y aceptando sucesivamente sus coherederos, y subscribiendo el inventario,
tomarán parte en la administración.
Mientras no hayan aceptado todos, las facultades del heredero o herederos que
administren serán las mismas de los curadores de la herencia yacente, pero no serán
obligados a prestar caución, salvo que haya motivo de temer que bajo su
administración peligren los bienes.
Posesión efectiva
Posesión material.
3. Por ultimo, dice el 688, deben inscribirse las adjudicaciones que se produzcan
respecto del bien; desde ese momento, el adjudicatario podrá disponer del bien sin el
82
concurso de alguna otra voluntad, en principio. La adjudicación no es ni titulo ni
modo.
Una primera jurisprudencia; “la sanción era la nulidad absoluta del acto por el cual se
producía esa transferencia”.
Luego se dijo que no era nulidad absoluta, sino relativa, pues la absoluta requiere la
falta de un requisito según su especie o naturaleza; ese no es el vicio que se afectaba,
sino uno referido a la calidad de las partes.
¿El 688 afecta la disposición de dichos bienes? ¿Habilita para disponer de dichos
bienes? Se argumento entonces diciendo que el heredero podía disponer de un bien
respecto el cual no se hubieran practicado las inscripciones, y el efecto de esa
disposición era una disociación entre el dominio y la posesión; es decir, los herederos
pueden transferir el dominio del bien al adquiriente, pero no ocurre lo mismo con la
posesión pues solo tiene la posesión efectiva que no les habilita para disponer;
solución absurda por la disociación de efectos que produce.
Se dijo también que en realidad no hay sanción, la vía para corregir el problema era la
acción de indemnización de perjuicios, y no una acción anulatoria del acto.
Parece ser que efectivamente no se afecta el titulo, sino la tradición. Cuando veíamos
los requisitos de la tradición; el tradente debía tener facultad (que va mas allá de la
capacidad, pues suponía que no hubiese obstáculo alguno); así con la redacción del
encabezado del 688, los herederos aun obrando de acuerdo, siendo capaces y todo,
carecen de legitimación, del poder de enajenar sin requisitos. Así se afectaría la
tradición y no el título mismo.
Articulo 688 tiene finalidad de conservar la historia del bien raíz y ser requisito a la
facultad de los herederos de disponer.
83
Capitulo VIII
Derecho Registral
1) Concepto.
El art. 697 establece una norma transitoria, y el reglamento se dictó a poco de regir el
código. El art. 693 establece el procedimiento para inscribir por primera vez un bien
que nunca ha estado inscrito.
Art. 686. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la inscripción
del título en el Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o
de uso constituidos en bienes raíces, de los derechos de habitación o de censo y del
derecho de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de
Minería.
Art. 693. Para la transferencia, por donación o contrato entre vivos, del dominio de
una finca que no ha Art. séptimo, sido antes inscrita, exigirá el Conservador,
constancia de haberse dado aviso de dicha transferencia al público por medio de tres
avisos publicados en un diario de la comuna o de la capital de provincia o de la capital
de la región, si en aquélla no lo hubiere, y por un cartel fijado, durante quince días
por lo menos, en la oficina del Conservador de Bienes Raíces respectivo.
Se sujetarán a la misma regla la constitución o transferencia por acto entre
vivos de los otros derechos reales mencionados en los artículos precedentes, y que se
refieren a inmuebles no inscritos.
Art. 695. Un reglamento especial determinará en lo demás los deberes y funciones del
Conservador, y la forma y solemnidad de las inscripciones.
Art. 697. En el tiempo intermedio entre la fecha en que principie a regir este Código y
aquella en que la inscripción empiece a ser obligatoria, se hará la inscripción de los
derechos reales mencionados en los artículos anteriores, del modo siguiente:
1º La de un derecho de dominio, usufructo, uso o habitación, por medio de una
escritura pública en que el tradente exprese entregarlo, y el adquirente recibirlo: esta
escritura podrá ser la misma del acto o contrato en que se transfiere o constituye el
derecho;
2º La de un derecho de hipoteca o censo, por la anotación en la competente
oficina de hipotecas;
3º La de un derecho de herencia, por el decreto judicial que confiere la
posesión efectiva;
84
4º La de un legado, por medio de una escritura pública como la prevenida en el
número 1º; y
5º La del objeto adjudicado en acto de partición, por escritura pública en que
conste la adjudicación y haberla aceptado el adjudicatario.
2) Características.
Art. 1687. La nulidad pronunciada en sentencia que tiene la fuerza de cosa juzgada,
da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarían si no
hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el objeto o
causa ilícita.
En las restituciones mutuas que hayan de hacerse los contratantes en virtud de
este pronunciamiento, será cada cual responsable de la pérdida de las especies o de
su deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras necesarias, útiles o
voluptuarias, tomándose en consideración los casos fortuitos y la posesión de buena o
mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales y sin perjuicio de lo
dispuesto en el siguiente artículo.
3) Funciones:
a) Servir de tradición sobre inmuebles y los derechos constituidos sobre ellos (686).
b) Mantener la historia de la propiedad raíz (688)
c) Constituir medida de publicidad de ciertos actos
d) Requisitos, prueba y garantía de posesión.
e) Se discute si la inscripción en el conservador puede constituir a la vez una
solemnidad de existencia del acto mismo; se ha dado la discusión por ejemplo, a
propósito de la hipoteca, dadas las controversias entre los artículos 2409 y 2410.
85
Podrá ser una misma la escritura pública de la hipoteca, y la del contrato a que
accede.
Art. 2410. La hipoteca deberá además ser inscrita en el Registro Conservatorio; sin
este requisito no tendrá valor alguno; ni se contará su fecha sino desde la inscripción.
4) Sistemas registrales.
Establecido en 1857, a poco de comenzar la vigencia del Código Civil, por mandato
del artículo 695, que regula las formas y funciones de un conservador.
Antes de la vigencia del Código Civil, la tradición de los bienes raíces se producía con
la de los muebles, la existencia de un derecho registral establecida sólo respecto de
las hipotecas. (Como anotaciones para corroborar que estaba hipotecado). El artículo
697 es una norma de derecho transitorio que buscar resolver conflictos entre la
vigencia del CC y la dictación del reglamento. Durante el tiempo intermedio:
Inscripción del modo siguiente: anotación en la oficina de hipotecas. Ya existía el
sistema de anotación en oficinas, no era ajeno a la época.
· Registro de Comercio
· Registro de prendas especiales
· Registro de Propiedad de Aguas; Registro de Hipoteca de Aguas; los registros
establecidos por el Código de Minería.
· Registro Civil de vehículos motorizados. Bienes muebles regidos por el art.
684 o cualquier otro que importe el traspaso del dominio. La función de la
anotación de transferencia es probatoria. Se presume que quien figura ahí es el
propietario de vehículos, quien a la vez es solidariamente responsable de los
daños en accidente. De ahí la importancia que las transferencias queden
inscritas.
Sobre propiedad: Básicamente existen dos grandes sistemas para hacer operativo el
sistema.
· Folio personal (Francia). En nuestro país, el acto que debe ser inscrito lo
será mediante sistema de inscripción (resumen del acto) .
Asignaciones de viviendas SERVIU actualmente requiere fotocopia completa de
Venta.
· Folio Real: El folio real es usado por dos sistemas:
1.- El sistema alemán desde 1936
2.- El sistema Torrens usado por primera vez el 1958 en Australia y
luego extendido a otros países.
Ambos sistemas son territoriales, y ordenan de mejor manera la historia de un
bien, además de dar garantías de invulnerabilidad. Además en el alemán, la
transacción queda desligada del titulo.
86
La competencia, esta dada por la comuna o agrupación de comunas que se le ha
asignado, y esta sujeto a la jurisdicción disciplinaria de la Corte de Apelaciones
respectiva. Es ministro de fe pública, y puede contratar a las personas que quiera
para la organización interna del conservador. El conservador debe obrar como
persona natural, no puede organizarse como sociedad, por eso se dice que el mayor
contribuyente persona natural es el conservador de bienes raíces de santiago.
Mediante los libros que lleva cumple con practicar las inscripciones que la ley señala.
Estos libros son cinco.
Art. 21. Tendrá el Conservador un libro, denominado Repertorio, para anotar los
títulos que se le presenten.
Art. 696. Los títulos cuya inscripción se prescribe en los artículos anteriores, no darán
o transferirán la posesión efectiva del respectivo derecho, mientras la inscripción no
se efectúe de la manera que en dichos artículos se ordena; pero esta disposición no
regirá sino respecto de los títulos que se confieran después del término señalado en el
reglamento antedicho.
Art. 24. Cada página del Repertorio se dividirá en cinco columnas, destinadas a
recibir las enunciaciones siguientes:
1ª. El nombre y apellido de la persona que presenta el título.
2ª. La naturaleza del acto o contrato que contenga la inscripción que trata de
hacerse.
3ª. La clase de inscripción que se pide; por ejemplo, si es de dominio, hipoteca,
etc.
4ª. La hora, día y mes de la presentación.
5ª. El Registro parcial en que, según el artículo 32, debe hacerse la
inscripción, y el número que en él le corresponde.
87
Art. 1817. Si alguien vende separadamente una misma cosa a dos personas, el
comprador que haya entrado en posesión será preferido al otro; si ha hecho la entrega
a los dos, aquel a quien se haya hecho primero será preferido; si no se ha entregado a
ninguno, el título más antiguo prevalecerá.
Art. 25. Devolviendo el Conservador el Título por alguna de las causas mencionadas
en los artículos 13 y 14, se expresará al margen del Repertorio el motivo de la
devolución, dejando en blanco la quinta columna para designar el Registro parcial en
que debe inscribirse el título y darle el número que le corresponda a la fecha en que
de nuevo se le presente, caso de ordenarse por el juez la inscripción, según lo
prevenido en el artículo 19.
88
También se inscriben aquí las prohibiciones de enajenar; cuando hablamos
de la facultad de disposición, había ciertas cláusulas de no enajenar que
podían ser legales, judiciales o voluntarias, además en el objeto ilícito la
oponibilidad dependería de si se fuera parte o tercero. Para que pueda
existir la oponibilidad se supone que debe inscribirse, tratándose de bienes
raíces; tanto las judiciales, legales como las voluntarias.
Los libros se llevan por año, empiezan y concluyen en él. Las inscripciones
suponen la asignación de un número, independiente de la numeración que
tengan en el repertorio, artículos 35 y 37. Además de las inscripciones, el libro
contiene anexos o apéndices (Art. 42), pues cada inscripción se debe practicar
con la exhibición del titulo y todos los documentos necesarios (57), debe
incluirse al final de cada registro todo documento pertinente, por ejemplo, con
los planos de una propiedad. Así los documentos agregados después de cada
registro, se hace por medio de un numero correlativo.
Art. 37. Las inscripciones se harán en cada Registro bajo una serie particular de
números, independiente de la serie general del Repertorio.
Art. 41. Cada Registro contendrá un índice por orden alfabético, destinado a colocar
separadamente el nombre de los otorgantes, el apellido de los mismos y el nombre del
fundo, materia de la inscripción.
Art. 42. En un apéndice a este índice se inventariarán los documentos agregados al fin
de cada Registro.
Art. 57. Para llevar a efecto la inscripción, se exhibirá al Conservador copia auténtica
del título respectivo o de la sentencia o decreto judicial; en este caso, con
certificación al pie del respectivo escribano, que acredite ser ejecutorios.
Se exhibirán también los demás documentos necesarios, sean públicos o privados.
89
desaparecido y el que conceda el beneficio de separación de bienes, según el artículo
1385 del Código Civil.
Art. 12. Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo
miren al interés individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia.
90
conciliación, se fija el objeto del juicio, se fijan los puntos de pruebas y en el
caso de la interdicción hay dos actuaciones especiales. El juez debe cerciorarse
en la misma audiencia, en una entrevista al demente, de que está en ese
estado; dentro de la prueba que debe acompañarse, puede ser ofrecida,
convenida por las partes, o solicitada de oficio por el juez. Por ultimo el juez
debe estimar que la demencia es efectiva, oyendo del caso respecto el servicio
medico legal.
Art. 460. El juez se informará de la vida anterior y conducta habitual del supuesto
demente, y oirá el dictamen de facultativos de su confianza sobre la existencia y
naturaleza de la demencia.
Art. 1378. Los acreedores hereditarios y los acreedores testamentarios podrán pedir
que no se confundan los bienes del difunto con los bienes del heredero; y en virtud de
este beneficio de separación tendrán derecho a que de los bienes del difunto se les
cumplan las obligaciones hereditarias o testamentarias con preferencia a las deudas
propias del heredero.
Art. 1133. Las deudas confesadas en el testamento y de que por otra parte, no hubiere
un principio de prueba por escrito, se tendrán por legados gratuitos, y estarán sujetos
a las mismas responsabilidades y deducciones que los otros legados de esta clase.
91
El arrendamiento en el caso del artículo 1962 del Código Civil y cualquiera
otro acto o contrato cuya inscripción sea permitida por la ley;
3º. Todo impedimento o prohibición referente a inmuebles, sea convencional,
legal o judicial, que embarace o limite de cualquier modo el libre ejercicio del derecho
de enajenar. Son de la segunda clase el embargo, cesión de bienes, secuestro, litigio,
etc.
b) Pueden inscribirse todo gravamen impuesto sobre bienes raíces que no sean
de los mencionados. El derecho real de servidumbre, entonces, puede
inscribirse para que conste la existencia del gravamen sobre el predio sirviente
(esta inscripción no es tradición: 698).
92
Entonces el 1962 busca asegurar que el arrendatario pueda seguir gozando de
la cosa arrendada después de que el bien ha sido transferido a otro.
Pero si el bien raíz esta hipotecado (para garantizar una obligación del
arrendador u otra persona), la hipoteca confiere una acción real independiente
de la acción personal nacida del crédito, hay dos caminos para cumplir la
obligación; con la personal se dirige contra el deudor, con la hipotecaria
respecto del bien con su enajenación forzada, sin importar quien este
actualmente gozando de dicho bien. Si el bien sale a remate y lo adquiere un
3º, debe respetar el arriendo cumplidos tres requisitos; 1) que el
arrendamiento sea anterior a la hipoteca, 2) que conste por escritura publica,
3) que se inscriba en el conservador en el registro hipotecas y gravámenes.
Art. 146. Lo previsto en este párrafo se aplica a los derechos o acciones que los
cónyuges tengan en sociedades propietarias de un inmueble que sea residencia
principal de la familia.
Producida la afectación de derechos o acciones, se requerirá asimismo la
voluntad de ambos cónyuges para realizar cualquier acto como socio o accionista de
la sociedad respectiva, que tenga relación con el bien familiar.
La afectación de derechos se hará por declaración de cualquiera de los
cónyuges contenida en escritura pública. En el caso de una sociedad de personas,
deberá anotarse al margen de la inscripción social respectiva, si la hubiere.
Tratándose de sociedades anónimas, se inscribirá en el registro de accionistas.
93
Como se trata de bienes raíces, la declaración de estos bienes requiere una
sub-inscripción; son las anotaciones marginales; así lo dice el 141.
(i) El embargo (es la aprehensión real o ficta de bienes del deudor, ordenada por
decreto judicial, para que con el producido de la enajenación forzada se pague al
acreedor por el capital, intereses y reajustes, y costos),
(ii) La cesión de bienes (tratada como forma de pago en el art. 1614), que ha sido
desplazado por los convenios del libro IV del Código de Comercio, y el
procedimiento de quiebra.
(iii) El secuestro (depósito judicial tratado en el art. 2249, que se disputan dos o
mas individuos en manos de otro que se obliga a restituirla a quien se encuentre
sentencia a su favor).
(iv) Litigios (conectarlo a las medidas precautorias del art. 290 y siguientes del
Código de Procedimiento civil, entre las que se menciona la prohibición de
celebración de actos y contratos si recae sobre inmuebles, y el CPC remite a la
acción reivindicatoria como es la anotación que se trata de bienes de cuya
propiedad se litiga).
Según el art. 690, el conservador debe inscribir solo mediante la exhibición del titulo,
y éste solo puede ser un titulo autentico, por tanto, instrumento público (1699 define
instrumento publico y escritura pública). Generalmente será una escritura pública,
pero podrá ser otro instrumento publico; ejemplos, sentencia judicial, o resolución o
decreto administrativo.
94
escritura, sentencia u otro, dado por la autoridad respectiva. Basta solo la exhibición,
pues la inscripción se realiza por la incorporación material al registro de un extracto
del titulo que contiene al acto, no se hace por trascripción, salvo las excepciones en
que se incorpora una copia del titulo en algunos casos.
Art. 82. La falta absoluta en los títulos de alguna de las designaciones legales, sólo
podrá llenarse por medio de escritura pública.
Pero la designación de los herederos y legatarios a que se refiere el artículo
79, inciso primero, las designaciones necesarias en el caso del inciso segundo, y las
de los personeros y representantes legales que exige el número 1º del artículo
precedente, se salvarán por medio de minutas subscritas por las partes.
Del mismo modo se enmendarán y suplirán las designaciones defectuosas o
insuficientes de los títulos.
Art. 17. Convertida la anotación en inscripción, surte ésta todos los efectos de tal
desde la fecha de la anotación, sin embargo de cualesquiera derechos que hayan sido
inscritos en el intervalo de la una a la otra.
95
Para determinar cómo debe hacer (requisitos) y el contenido de cada inscripción, hay
que atender a la clase de acto que se trata de inscribir:
1) Situación de los bienes que nunca han estado inscritos, respecto los cuales el
código señala requisitos especiales. Articulo 693, prescribe requisitos de
publicidad, pues una de las funciones de la inscripción es ser requisito, prueba
y garantía de posesión. Pero puede ocurrir que un bien no se encuentre
inscrito, y sin embargo sea poseído (pues podría ser por usurpación). Entonces
esta solicitud busca que se posea efectivamente, para que no se vea afectado
alguien en sus derechos. Entonces solo agrega un requisito adicional, respecto
del general de las inscripciones; la publicidad.
Art. 693. Para la transferencia, por donación o contrato entre vivos, del dominio de
una finca que no ha sido antes inscrita, exigirá el Conservador, constancia de haberse
dado aviso de dicha transferencia al público por medio de tres avisos publicados en un
diario de la comuna o de la capital de provincia o de la capital de la región, si en
aquélla no lo hubiere, y por un cartel fijado, durante quince días por lo menos, en la
oficina del Conservador de Bienes Raíces respectivo.
Se sujetarán a la misma regla la constitución o transferencia por acto entre vivos
de los otros derechos reales mencionados en los artículos precedentes, y que se
refieren a inmuebles no inscritos.
2) Los títulos de dominio que ya han sido inscritos en alguna oportunidad, de los
que ya existe alguna instancia registral (art. 54 del Reglamento). Algo que ya
decía el art. 687 del código; si un bien esta ubicado en más de una comuna,
debe practicarse en ambas comunas la inscripción. La segunda situación; una
persona con un mismo acto (por ejemplo, compraventa), vende un bien ubicado
en distintas comunas, bajo una misma escritura; en tal caso, el título debe ser
inscrito en ambos conservadores.
Art. 54. La inscripción del título de dominio y de cualquiera otro de los derechos
reales mencionados en el artículo 52, números 1º y 2º, se hará en el Registro
Conservatorio del departamento en que esté situado el inmueble, y si éste por su
situación pertenece a varios departamentos, deberá hacerse la inscripción en la
oficina de cada una de ellos.
Si el título es relativo a dos o más inmuebles, deberá inscribirse en los
Registros de todos los departamentos a que por su situación pertenecen los
inmuebles.
Si por un acto de partición se adjudican a varias personas los inmuebles o
parte de los inmuebles que antes se poseían proindiviso, el acto de partición, en lo
relativo a cada inmueble o cada parte adjudicada, se inscribirá en el departamento o
departamentos a que por su situación corresponda dicho inmueble o parte.
Art. 687. La inscripción del título de dominio y de cualquier otro de los derechos
reales mencionados en el artículo precedente, se hará en el Registro Conservatorio
del territorio en que esté situado el inmueble y si éste por situación pertenece a
varios territorios, deberá hacerse la inscripción en el Registro de cada uno de ellos.
Si el título es relativo a dos o más inmuebles, deberá inscribirse en los
Registros Conservatorios de todos los territorios a que por su situación pertenecen los
inmuebles.
Si por un acto de partición se adjudican a varias personas los inmuebles o
parte de los inmuebles que antes se poseían proindiviso, el acto de partición relativo a
cada inmueble o cada parte adjudicada se inscribirá en el Registro Conservatorio en
cuyo territorio esté ubicado el inmueble.
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Importante Articulo 692.
Art. 692. Siempre que se transfiera un derecho que ha sido antes inscrito, se
mencionará la precedente inscripción en la nueva.
Art. 55. Para que el heredero pueda disponer de un inmueble, es necesario que
preceda:
1º. El decreto judicial que da la posesión efectiva; este decreto se inscribirá en
la oficina del Conservador del departamento en que haya sido pronunciado,
entendiéndose por tal aquel en que se hubiese substanciado el expediente; y si la
sucesión es testamentaria, se inscribirá al mismo tiempo el testamento;
2º. Las inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo
del artículo precedente; en virtud de ellas podrán los herederos disponer de consuno
de los inmuebles hereditarios;
3º. La inscripción especial prevenida en el inciso tercero; sin esto no podrá el
heredero disponer por sí solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le
hayan cabido.
4) Articulo 56, refiere a los decretos de interdicción; puede ser provisoria o definitiva.
Sentencias interlocutorias y definitivas. Además ahí donde tenga inmuebles la persona
al que afecten estas medidas.
Art. 56. Los decretos de interdicción, los que prohíben o limitan generalmente el
derecho de enajenar y los demás que no se contraigan a determinado inmueble, se
inscribirán en el departamento en donde tenga su domicilio la persona sobre quien
recae el decreto o prohibición. Se inscribirán también en el departamento o
departamentos en que estén situados los inmuebles que le pertenecieren.
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Si la prohibición o limitación recayeren sobre un inmueble determinado, la
inscripción deberá hacerse en el departamento o departamentos en que estuviere
situado el inmueble.
Art. 63. Los instrumentos otorgados en país extranjero no se inscribirán sin previo
decreto judicial que califique la legalidad de su forma y su autenticidad, conforme a lo
dispuesto en los artículos 16, 17 y 18 del Código Civil.
Articulo 17 del código civil indica requisitos de forma del acto y el modo en que esos
requisitos debían cumplirse en Chile. El art. 435 del CPC distinguen 2 fases en que se
acredita la autenticidad de un documento: (i) en el país de origen por las autoridades
que deben certificar su autenticidad; (ii) en Chile, de acuerdo a alguna de las
modalidades del artículo 435 CPC.
Art. 17. La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que
hayan sido otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas establecidas en el
Código de Enjuiciamiento.
Las causas por las que el conservador puede rechazar una inscripción.
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ejemplo, si no es auténtica o no está en el papel competente la copia que se le
presenta; si no está situada en el departamento o no es inmueble la cosa a que se
refiere; si no se ha dado al público el aviso prescrito en el artículo 58; si es visible en
el título algún vicio o defecto que lo anule absolutamente, o si no contiene las
designaciones legales para la inscripción.
Causas de rechazo:
2) Articulo 14. Con esta norma se precisa la regla de solución del conflicto de
interés tratado en el art. 1817. Cuando se ha vendido un bien a 2 personas.
Permite que el conservador no inscriba si ya hay una inscripción anterior que
figura cancelada. La segunda anotación aparece en el Mensaje; “son
patentes….. inscripción, propiedad y posesión serían idénticos…” en la parte
que habla del libro II en el tercer párrafo.. El propósito de establecer titulo y
modo y un sistema registral, era identificar inscripción, posesión y propiedad,
por eso el art. 14 otorga al conservador un medio de control de la inscripción.
Art. 1817. Si alguien vende separadamente una misma cosa a dos personas, el
comprador que haya entrado en posesión será preferido al otro; si ha hecho la entrega
a los dos, aquel a quien se haya hecho primero será preferido; si no se ha entregado a
ninguno, el título más antiguo prevalecerá.
Son patentes los beneficios que se deberían a este orden de cosas; la posesión de los
bienes raíces, manifiesta, indisputable, caminando aceleradamente a una época en
que inscripción, posesión y propiedad serían términos idénticos; la propiedad
territorial de toda la República a la vista de todos, en un cuadro que presentaría, por
decirlo así, instantáneamente sus mutaciones, cargas y divisiones sucesivas; la
hipoteca cimentada sobre la base sólida; el crédito territorial vigorizado y susceptible
de movilizarse.
Art. 82. La falta absoluta en los títulos de alguna de las designaciones legales, sólo
podrá llenarse por medio de escritura pública.
99
Pero la designación de los herederos y legatarios a que se refiere el artículo
79, inciso primero, las designaciones necesarias en el caso del inciso segundo, y las
de los personeros y representantes legales que exige el número 1º del artículo
precedente, se salvarán por medio de minutas subscritas por las partes.
Del mismo modo se enmendarán y suplirán las designaciones defectuosas o
insuficientes de los títulos.
La cláusula dice mas o menos así: Se faculta al portador de copia autorizada de esta
escritura para requerir del Conservador de Bienes Raíces que corresponda, las
respectivas anotaciones, inscripciones y subinscripciones que procedan. La concesión
de esta facultad es, desde luego, irrevocable y persistirá aunque sobrevenga la muerte
o incapacidad legal de cualquiera de los contratantes.
Sin embargo, en esta cláusula, será una sola persona que va a concurrir al
conservador, y a su solo requerimiento se producirá la inscripción.
Art. 2116. El mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno o
más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.
La persona que confiere el encargo se llama comitente o mandante, y la que lo
acepta, apoderado, procurador, y en general, mandatario.
Este concepto de contrato de mandato hace que la primera teoría sea feble en
la determinación de una de las partes. Pues si bien el mandato puede
constituirse con separación entre la voluntad de una de las partes y la de otra
(como señala el 2123), sin embargo, se requiere la voluntad de otra parte para
que haya contrato, y por la sola inclusión de la cláusula no habría mandato.
Art. 2123. El encargo que es objeto del mandato puede hacerse por escritura pública
o privada, por cartas, verbalmente o de cualquier otro modo inteligible, y aun por la
aquiescencia tácita de una persona a la gestión de sus negocios por otra; pero no se
admitirá en juicio la prueba testimonial sino en conformidad a las reglas generales, ni
la escritura privada cuando las leyes requieran un instrumento auténtico.
100
que se encuentre vigente la oferta), puede ocurrir que dada la oferta de
mandato, el tradente muera y fallara la oferta.
Se muestra así un propósito quimérico del codificador, que está en el mensaje, que es
que se desea que la tradición, inscripción y posesión fueran lo mismo. Pero esta
historia, identificación entre los tres conceptos, puede que no ocurra y se rompa la
cadena, produciéndose duplicidad de inscripciones aparentemente vigentes. Esta
ruptura de la imagen registral de la historia del bien raíz puede ocurrir por varias
causas.
101
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere
el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
La inscripción, deja de estar vigente, ser eficaz como reflejo de estado jurídico del
bien, concurriendo una de las circunstancias anteriores. Por mutuo disenso, por nueva
inscripción, o sentencia judicial que lo ordene. Mas importante que la primera, son las
segunda y tercera causas de la cancelación. Por la segunda, no es requisito realizar la
inscripción, pero el conservador generalmente si lo hace, aunque puede ocurrir que la
mención no se ponga, por lo que habría dos inscripciones vigentes, y el estudio de
titulo se hace más complejo. La cancelación por sentencia judicial muestra el carácter
causal de la inscripción.
Este decreto permite que una persona que está poseyendo materialmente un bien
raíz, lo pueda regularizar, que pueda conseguir un decreto del ministerio de bienes
nacionales, con el que conseguirá una inscripción que al cabo de 5 años le da la
posesión y propiedad sobre el bien.
Pero este DL tiene requisitos para operar:
1) Exige que el avaluó del predio no sea muy alto, y distingue entre urbanos y
rústicos.
2) Debe estar en posesión del inmueble exclusivamente sin violencia, ni
clandestinidad y continua, por al menos 5 años.
102
3) Acreditar que no existe condena ni disputa en su contra en juicio pendiente,
por medio de demandas que exijan la devuelta del bien raíz. La norma trata de
evitar que no se preste para fraude.
103
6.3. Subinscripciones y anotaciones.
Las correcciones que se efectúan a una inscripción se pueden hacer de dos formas;
2. Cuando la mención que falta no se puede suplir con el mismo titulo, pues no esta en
el titulo, en ese caso hay que realizar una nueva inscripción. (Art. 89). La única
excepción a la práctica de nueva inscripción es una sentencia judicial, y se hará
mediante subinscripción.
Puede ocurrir que alguien sea dueño de un predio, y luego adquiera el contiguo, y sea
conveniente la practica de una nueva inscripción. Fue costumbre hacerlo mediante
minuta, no siempre va a ocurrir, pues puede que tengan roles de avalúo distinto.
104
Capítulo IX
La posesión
1. Consideraciones Previas
2. Concepto
2.1. Formas que puede adoptar la relación de una persona con una cosa; grados de
tenencia.
105
haber otros derechos que limitan la propiedad (nudo propietario con
usufructuario, por ejemplo).
Art. 2174. El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de ella,
y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.
La figura del 2194 y del inciso 1º del éste se refieren a formas del comodato;
definido en el art. 2174. Estas figuras no tienen mayor importancia para fijar
los grados de tenencia, pues siguen siendo comodato, por tanto, suponiendo un
contrato en que una persona reconoce a otra como dueño de la cosa prestada,
por lo que calza con el cuarto grado de la mera tenencia.
Pero el inciso 2º del 2195 regula la institución del precario a secas, y es el que
interesa para los efectos que estamos estudiando.
Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino
en lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario,
106
el usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros tenedores de la cosa
empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo
dominio ajeno.
Definida en el art. 700: Tenencia de una cosa con ánimo de señor o dueño, sea que el
dueño o el que se da por tal, la tenga en su nombre o por otro en lugar y en nombre
de aquel.
c) Tercer lugar, en este concepto del art. 700; esta forma de tenencia la puede
ejercer el dueño o el que se da por tal. La posesión puede acompañar al
dominio o no hacerlo, quien es dueño de una cosa puede o no ser poseedor de
la misma, lo será cuando conjuntamente a su derecho de dominio puede
detentar la cosa y ejercer el contenido de su derecho. Pero puede ser que
siendo dueño no pueda ejercer las facultades y detentar materialmente la cosa;
queda en un plano meramente jurídico, lo que ocurre cuando otra persona
detenta la cosa con ánimo de señor o dueño, que sin tener esa titularidad, se
comporta sobre la cosa como dueño. Este es el conflicto que subyace en la
acción reivindicatoria (889), que es la que tiene el dueño no poseedor sobre el
poseedor no dueño.
107
cuanto al modo como la entrega se produce. Esto explica el como en algunas de
las formas de tradición de los muebles se diluyera la dualidad titulo y modo.
La tradición de los muebles se hace según el inciso 1º del art. 684. La palabra
“significando” está queriendo indicar que implica la intención, y la palabra
“figurando” los modos, que a continuación se expresa , que son sólo formas
arquetípicas, a las que pueden agregarse otras.
En los muebles desde el nº 2 del art. 684 en adelante son tradiciones fictas, y
como tales asemejan la forma de transferencia con el efecto real del contrato;
esa separación radical entre titulo y modo romano, entonces, se diluye ante
estas formas fictas de tradición en las que el mismo contrato puede cumplir la
función de entrega.
Con base en las fuentes romanas, desde Savigny la posesión ha sido concebia con la
concurrencia copulativa de dos elementos: la tenencia de la cosa (corpus) y el ánimo
de dueño (ánimo)
- Elemento material: Es el llamado corpus. La aprehensión o contacto físico con
la cosa, en cuya virtud se dispone materialmente de ella. La naturaleza de
ciertos bienes, especialmente de los inmuebles, en relación con la capacidad
108
física del hombre, han conducido siempre a estimar esta aprehensión o
contacto en término no muy materializados. Puede consistir, entonces, en la
sola posibilidad de disponer de la cosa, sin perjuicio de que no se puedan
ejercer en un momento dado, aunque no se tenga el contacto directo, corpóreo,
aunque no se ejercite sobre la cosa un poder manual (como cuando la cosa está
en la residencia del sujeto, que está ausente). Está flexibilidad se relaciona con
la aceptación de las formas simbólicas de tradición que siempre han sido
necesarias, por la misma razón.
- Elemento intencional. Es llamado animus, dado por la convicción en que se
encuentra el poseedor, el sujeto que detenta esta cosa, en cuanto se considera
dueño de la cosa que posee, sin importar si esa creencia tiene o no respaldo
jurídico. Es decir no se trata de la convicción de titularidad, es decir, de ser
efectivamente dueño (convicción que más bien constituye buena fe), sino
simplemente de comportarse como dueño.
Considera que la posesión es tal por el solo hecho de la tenencia, es decir el corpus;
hay posesión cuando existe relación de hecho unida a la voluntad de querer conservar
esa relación, porque su propósito es servirse de la cosa; así, ese elemento intencional
no es distinto e independiente del corporal; está inseparablemente unido a él; el
animus no es más que el propósito, la voluntad, de servirse de la cosa, y el corpus su
exteriorización. La distinción entre mero tenedor y poseedor queda muy difuminada.
El elemento para discernir si es posesión u otra forma de tenencia, dependerá de la
relación en que se encuentre el titular con la norma; o sea, dependerá de la
connotación que de la norma. Temprana escuela de jurisprudencia de intereses,
señala que mas que atender a los conceptos hay que atender a los intereses en juego;
la expectativa tutelada por el Derecho.
El Código califica de bienes las cosas corporales como las incorporales, por lo tanto,
pueden poseerse cosas corporales e incorporales.
Art. 715. La posesión de las cosas incorporales es susceptible de las mismas calidades
y vicios que la posesión de una cosa corporal.
109
Sin embargo, esa posesión sobre derechos, llamada “cuasi-posesión”, dice el art.
Citado, es susceptible de las mismas calidades y vicios; según parte de la doctrina
refiere al carácter regular/irregular, vicioso/no vicioso.
Los términos amplios del art. 715 inducen a concluir que pueden poseerse tanto los
derechos reales como los personales, pues ambos son cosas incorporales según la
nomenclatura del Código (576). La primera es una relación directa. Pero en los
derechos personales la relación viene mediatizada por la persona del deudor que se
obliga a desarrollar un determinado comportamiento llamado prestación, y en el cual
pueden o no incidir las cosas. Por lo mismo, la aplicación del 715 va a diferir según se
hable de derechos reales o personales.
Respecto los derechos reales no hay duda que cabe la posesión, por varias razones:
a) Concepto mismo de derecho real (577); se ejerce directamente sobre una cosa,
permitiendo que el contenido de ese derecho pueda ser ejercido igualmente, de
hecho, por alguien que no es el titular.
b) Art. 2498, relativo a la prescripción, supone una cosa que se posee, y que se
cumplen los demás requisitos, para luego poder adquirir el dominio. El
segundo inciso, indica las servidumbres discontinuas y continuas inaparentes,
y el 2512, derecho de censo.
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados.
Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera
que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1.a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción
extraordinaria de diez años.
2.a El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.
c) El mensaje señala “pero como los derechos reales son varios…” de donde
resulta que los derechos reales, o susceptibles de posesión, y excluye los
derechos reales, y el arrendatario solo tiene lo que el contrato le confiere.
Con los derechos personales, sabemos por el 578, que son aquellos que solo pueden
reclamarse de ciertas personas. Son aquellos que confieren a su titular una acción
personal para obligar al deudor a cumplir para que cumpla la prestación.
Su propia estructura supone que las cosas no son tan importantes para el propio
contenido del derecho por:
a) La prestación no necesariamente es una cosa corporal
b) El modo por el cual la ley ampara al acreedor es más amplio en posibilidades
que en el caso del derecho real. Pero el 715 no excluye en principio que los
derechos personales puedan ser susceptibles de posesión.
110
Art. 1576. Para que el pago sea válido, debe hacerse o al acreedor mismo (bajo cuyo
nombre se entienden todos los que le hayan sucedido en el crédito, aun a título
singular), o a la persona que la ley o el juez autoricen a recibir por él, o a la persona
diputada por el acreedor para el cobro.
El pago hecho de buena fe a la persona que estaba entonces en posesión del crédito,
es válido, aunque después aparezca que el crédito no le pertenecía.
111
La posesión entonces involucra acá la detentación de un titulo que haga presumir que
tal persona es acreedor. La tradición de los derechos personales supone dos fases
(clase recuperativa)…
1) respecto del acreedor primitivo y nuevo acreedor, basta la entrega, respecto de la
oponibilidad de esa transferencia al deudor; notificación judicial op
Art. 1901. La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no tendrá
efecto entre el cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título.
Art. 1902. La cesión no produce efecto contra el deudor ni contra terceros, mientras
no ha sido notificada por el cesionario al deudor o aceptada por éste.
Mas bien el 1576 refiere a esa situación; una persona se encuentra en posesión del
titulo, y en tanto ello, la ley presume que ha mediado esta estructura, y por eso
legitima el pago. Lo mismo puede decirse del 2456.
Con todo, se ha dicho que la posesión de los derechos personales sería posible, en dos
casos:
1º Respecto de los “derechos corporificados”; son principalmente los títulos de
créditos en el cual se incorporaba un derecho, y esa incorporación llegaba a tal punto
de identificación entre documento y derecho, que se hablaba de corporificacion, en
cuanto el derecho no podía ser considerado con independencia del soporte material en
que se edificaba. Entonces aquí cabe hablar de posesión.
Art. 1678. Si la cosa debida se destruye por un hecho voluntario del deudor, que
inculpablemente ignoraba la obligación, se deberá solamente el precio sin otra
indemnización de perjuicios.
112
5. Clases de posesión.
Doctrina ha dicho que las calidades que puede presentar la posesión son su
regularidad, o irregularidad, de ello se ocupan el 702 y 708 respectivamente.
Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados
en el artículo 702.
Por el contrario dice el 708 que la posesión irregular es la que carece de uno o mas
elementos del 702. La redacción de esta norma daría a entender que cualquiera de los
requisitos de los del 702, si esta ausente, convertiría a la posesión en irregular; con lo
que quedarían en pie de igualdad a cada uno de los requisitos. Sin embargo, todo
parece indicar que los requisitos que pueden faltar son el carácter justo del titulo y la
buena fe, por cuanto inmediatamente después de enumerar los justos títulos, se
señalan los injustos, lo que quiere decir que los justos son lo que excluye los injustos,
hay un catalogo taxativo y otro ejemplar. Igualmente la buena fe podría faltar, pues
como correlato existe la mala fe, y el punto a considerar ahí es sobre quien recae el
peso de la prueba, pues quien señale que hay un poseedor de mala fe debe probarlo.
Sin embargo, respecto de la tradición no es tan claro que su exclusión hace que haya
posesión irregular, sino que su falta no daría origen a posesión alguna, por ejemplo,
refuerza esto el 724.
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.
La posesión irregular entonces seria aquella posesión en que los elementos que faltan,
o pueden faltar, son la buena fe inicial y el carácter justo del título
Por otra parte el 715 habla de vicios. Posesión viciosa es la que adolece de un vicio de
violencia o clandestinidad; no viciosa, la exenta de tales defectos. El Código conoce la
clasificación, aunque no define cada categoría. Simplemente prescribe que son
posesiones viciosas, la violenta y la clandestina (709), y define cada una en los
artículos 710 (violencia) y 713 (clandestina). Luego los artículos 711 y 712
complementan el concepto de violencia.
113
Art. 710. Posesión violenta es la que se adquiere por la fuerza.
La fuerza puede ser actual o inminente.
Art. 711. El que en ausencia del dueño se apodera de la cosa, y volviendo el dueño le
repele, es también poseedor violento.
Art. 712. Existe el vicio de violencia, sea que se haya empleado contra el verdadero
dueño de la cosa, o contra el que la poseía sin serlo, o contra el que la tenía en lugar o
a nombre de otro.
Lo mismo es que la violencia se ejecute por una persona o por sus agentes, y que se
ejecute con su consentimiento o que después de ejecutada se ratifique expresa o
tácitamente.
Art. 713. Posesión clandestina es la que se ejerce ocultándola a los que tienen
derecho para oponerse a ella.
Según el artículo 710 la violencia puede ser actual o inminente. Refieren a casos
importantes…
El 712, por su parte, no es más que una aplicación de la regla del 1457.
Art. 1457. Para que la fuerza vicie el consentimiento no es necesario que la ejerza
aquel que es beneficiado por ella; basta que se haya empleado la fuerza por
cualquiera persona con el objeto de obtener el consentimiento.
A diferencia del dolo, que debe ser obra de una de las partes para viciar el
consentimiento. Entonces la posesión violenta es la que se adquiere por la fuerza, y
ella puede ser cualquier apremio físico o moral ejercido con el fin de conseguir la
posesión de una cosa. Puede ser actual o inminente, o adquirir pacíficamente y luego
repeler al dueño. Es indiferente a quien ejerza la fuerza.
114
requisitos uno y dos; la exigencia de que no se posea sin violencia ni clandestinidad
con un titulo de mera tenencia.
Para otro grupo de autores la situación hace que parezca ser que las posesiones
viciosas clandestinas y violentas son inútiles para ganar el dominio por prescripción.
La ley no define lo que es justo título, se limita a efectuar una partición y dice que los
títulos son constitutivos o translaticios de dominio.
Por justo título se ha dicho por parte de Vodanovic que es “El hecho o acto jurídico
que en abstracto es capaz de justificar la posesión de una cosa, pero que en concreto
puede no hacerlo”, ó Peñailillo dice que “justo titulo es el que por su naturaleza es
apto para atribuir el dominio, siendo auténtico, real y válido”; características que se
extraen teniendo presente las que según el art. 704 convierten a los títulos en
injustos; la falsificación, la nulidad, etc. Entonces, el justo ha de ostentar las
características opuestas. Serían títulos justos aquellos que no son injustos.
Precisiones:
115
Respecto a la ocupación como título posesorio, hay confirmación en el artículo 726.
Art. 726. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.
Según Peñailillo esta decisión legal provoca reflexiones que conducen a enjuiciarla,
porque alegar la ocupación como titulo de posesión, es un tanto redundante ya que la
ocupación supone la aprehensión de una cosa con ánimo de señor o dueño, y la misma
aprehensión supone el dominio y la posesión sobre la cosa. Entonces equivaldría a
decir “poseo porque poseo”.
Respecto la Accesión, recordar sus particulares efectos (de mueble a mueble quien
queda de dueño depende de un criterio de que lo accesorio sigue a lo principal, etc.)
6.1.3. Títulos Traslaticios de dominio; Es el que por su naturaleza sirve para transferir
el dominio, por lo tanto es un modo de adquirir el dominio de los derivativos (682,
683, depende del dueño anterior, el tradente).
Art. 718. Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se
entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere,
durante todo el tiempo que duró la indivisión.
Podrá pues añadir este tiempo al de su posesión exclusiva, y las enajenaciones que
haya hecho por sí solo de la cosa común y los derechos reales con que la haya
gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido comprendida en la enajenación
o gravamen. Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá la
enajenación o gravamen contra la voluntad de los respectivos adjudicatarios.
Estas normas indican que producida la adjudicación, se entiende que ese bien que
ahora se atribuye individualmente, ha sido poseído en el mismo carácter desde que la
comunidad a la que pertenecía lo adquirió. Fallecida una persona, sabemos que se
abre la sucesión, que comprenderá todos los bienes derechos y obligaciones que esa
116
persona tenia, y estos bienes son poseídos por la comunidad hereditaria (todos los
herederos), y esta posesión tiene grados; posesión legal, efectiva, y real. Al producirse
la adjudicación, esa sociedad se liquida total o parcialmente (art. 2312) y
evidentemente esa terminación puede ser total o parcial, ese acto de adjudicación es
que el que atribuye individualmente los bienes y ella no constituye enajenación, sino
que la ley (718 y 1344 ) asigna a la adjudicación un efecto declarativo; producida la
adjudicación en una persona, se entiende que esa persona ha poseído individualmente
desde el momento en que empezó la comunidad (caso comunidad hereditaria; desde la
apertura de la sucesión, ahí comenzaron a poseer), opera entonces una ficción legal,
pues el efecto que la ley atribuye a la adjudicación no es tal en realidad.
117
Art. 2460. La transacción produce el efecto de cosa juzgada en última instancia; pero
podrá impetrarse la declaración de nulidad o la rescisión, en conformidad a los
artículos precedentes.
La transacción cumple entonces una función doble; respecto del objeto disputado, la
función es declarativa, pues al haber litigiosidad hay pretensiones antagónicas, con
ella se indica que solo una pretensión se ajusta a derecho. Ejemplo: A y B disputan un
predio. Transigen. Se acuerda que el predio queda para A. Como el título es
declarativo se entiende que el predio es de A no desde ahora, sino desde antes, desde
la fecha que él mencionaba cuando lo discutían, y con base en el acto que él
mencionaba cuando lo discutía. Por lo mismo, si se quiere examinar su posesión, no
nos detendremos en la transacción, sino retrocederemos hasta aquel tiempo que él fija
y se examinará el título que el aducía. Por lo mismo, si aparece un tercero y
demuestra que el predio era de él, quiere decir que nada tenían los contrincantes, y
como la transacción no forma nuevo título, A nada logra con aducirla para justificar su
posesión ante este tercero que ahora le disputa el predio.
6.1.6. Sentencias judiciales sobre derechos litigiosos. El mismo 703 habla de ello. Se
trata de sentencias que resuelven un conflicto entre partes que disputan un derecho.
Estas sentencias son, sin duda, títulos declarativos. Lo expresa el inciso 5 “no forman
nuevo titulo para legitimar la posesión”. Esto por que los derechos litigiosos tienen el
carácter disputado de los bienes objeto de transacción, por tanto sobre ello existe
dudas sobre su titularidad, y la sentencia se limita a establecer que una situación,
discutida o dudosa, es o existe en ciertos términos, desde antes, desde que se originó.
Es justificado que la sentencia no constituya nuevo título, porque lo normal es que las
sentencias no creen derechos o situaciones; sólo declaren derechos preexistentes,
aclaren situaciones conflictivas
6.1.7. Hablar de los justos títulos con los caracteres de valido, autentico y verdadero,
supone contraponer los justos títulos a los títulos injustos, enumerados en el 704.
118
Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial o resolución
administrativa se haya otorgado la posesión efectiva, servirá de justo título el decreto
o resolución; como al legatario putativo el correspondiente acto testamentario que
haya sido legalmente ejecutado.
Art. 17. La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que
hayan sido otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas establecidas en el
Código de Enjuiciamiento.
La forma se refiere a las solemnidades externas, y la autenticidad al hecho de haber
sido realmente otorgados y autorizados por las personas y de la manera que en los
tales instrumentos se exprese.
19 Mayo
d) El título putativo o aparente. CC pone un ejemplo a propósito de la posesión
efectiva. CC no lo define, coloca dos ejemplos. Putativo es aparente, pero
119
dicha apariencia debe fundarse en algún principio que la haga plausible, o
sea, una persona señala ser poseedor invocando un determinado titulo, el
cual posee una cierta apariencia de que realmente constituye titulo de
posesión. Por eso cuando se hablaba de las tres características del titulo
justo, precisamente la verdad es el carácter que se opone al título putativo;
es aparente, no hay verdad en el. Pone le CC dos ejemplos; el heredero
aparente, legatario cuyo… Pero enseguida coloca una excepción respecto el
heredero. Respecto de la posesión distinguíamos 3 clases de posesión
(técnicamente se puede hacer esta distinción en cualquier posesión 696; la
importancia de la distinción en los demás bienes no es tan relevante, si en
la herencia por su tramite especial respecto de la posesión efectiva, en los
inmuebles, la posesión legal y efectiva coinciden con la inscripción, sin
perjuicio de que la posesión material pueda no estar siendo ejercida). En la
herencia existe un posesión legal; correspondiente al heredero desde el
momento de la apertura de la herencia, aunque ignorase que es heredero
(la ley finge que posee la herencia), esa posesión estaba desprovista de
otros efectos que no fuesen permitir que el heredero pidiese la posesión
efectiva. La posesión efectiva es la que reconocía a una persona el carácter
de heredero. La posesión material es aquella en que coincide el corpus y el
animus. Puede ocurrir que una persona reciba la posesion efectiva de la
herencia de otra, sin ser realmente heredero; esa es la posición que toma el
704. Aquí el CC pone el efecto del inciso 2º. … sin embargo… Si una
persona se ha reconocido en sentencia judicial o acto del Registro civil,
reconociéndola como tal, a esa persona le servirá de justo titulo dicho acto
administrativo o resolución, lo que importa para efectos de prescribir la
herencia.
Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera
que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1.a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción
extraordinaria de diez años.
2.a El derecho de servidumbre se adquiere según
el artículo 882.
Art. 1269. El derecho de petición de herencia expira en diez años. Pero el heredero
putativo, en el caso del inciso final del artículo 704, podrá oponer a esta acción la
prescripción de cinco años.
120
testamento que fue revocado (por haber aparecido otro testamento); ese le
sirve de justo título, si ha sido legalmente ejecutado, o sea, cumplido por los
herederos, quienes están obligados a cumplirlo, aquí se presenta una
nulidad relativa, en el sentido de que el acto se puede ratificar; las partes
entiende que ese acto, pese a ser nulo relativamente, no es atacable de
nulidad cuando ha sido cumplido voluntariamente. (¿¿¿¿La mayoría de los
autores ha entendido que el interés debiera ser actual?????, parecería
absurdo que una persona debiese indicar una moral???, la nulidad relativa
es relativa pues la titularidad de la acción recae sobre la persona que busca
ser protegida, por lo que el beneficiado debe efectuar la nulidad relativa, y
no el otro, por eso el 1681 da lugar a acción de rescisión-medio para atacar
actos patrimonialmente lesivos en el Derecho romano- luego las causales de
rescisión se amplían). Por eso la nulidad relativa no esta al nivel del nemo
auditur.
Entonces es una aplicación parecida a lo que es la ratificación. Dicha
persona puede adquirir la propiedad del bien al cabo de 5 años.
Al final la apariencia domina el art. 704; los diversos casos aluden a la apariencia de
una persona que puede ostentar un titulo que le confiere la posesión, apariencia que
no se condice con la realidad, haciendo desaparecer la eficacia del acto.
121
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no
admite prueba en contrario.
Buena fe, es el segundo requisito para que exista posesión. La buena Fe general del
Derecho, tiene distintas manifestaciones que generalmente se agrupan en dos clases o
manifestaciones;
- buena fe subjetiva. Representada por una convicción de actuar lícitamente, conforme
a Derecho
- buena fe objetiva. Estaría representada por un actuar honesto y leal. Conforme a la
conducta media de un sujeto corriente y que es socialmente exigible a los
particulares.
Art. 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de
la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
El 1546 habla de la buena fe en los contratos, obligan a los que ellos expresan y lo de
la Naturaleza de la obligación y la ley o la costumbre se entiende pertenecerle. Este
art. Tiene dos partes:
1) Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
sólo a lo que en ellos se expresa (Antes de la coma) Establece modelo de
comportamiento de la relación jurídica en general, una persona debe
comportarse, tanto al ejercer un derecho o cumplir una obligación, leal y de
buena fe. Por ello al estudiar el abuso del derecho, se llega a la conclusión de
que ello aparece cuando el ejercicio del derecho se ha realizado contraviniendo
la buena fe. La buena fe supone un modelo de comportamiento del sujeto
activo y el pasivo; por ello Fuello incluye dentro de los requisitos objetivos del
pago el cumplimiento de buena fe.
122
La obligación obliga a un núcleo primario (la prestación) que se amplia por
otros deberes igual de obligatorios, impuestos por la ley, la costumbre, o la
naturaleza de la obligación. Patricio Carvajal, en investigaciones de la buena fe,
ha dicho que en general la idea de buena fe, puede describirse mejor según el
1546 y el 703, en el concepto de justo título, y dentro de este, en el titulo
traslaticio de dominio (el que por su naturaleza sirve para transferirlo). Dice
Carvajal que la buena fe seria algo así como un prisma o lente para mirar una
determinada situación jurídica desde su naturaleza, o sea, mirar un derecho,
obligación, etc., desde la posición que señala o define la naturaleza de dicha
situación. Agrega Carvajal que los casos en que se alude a la buena fe,
dotándola de algún contenido (penetrando en estos “contornos” dados por la
naturaleza de la situación) son ciertos casos importantes para la Ley y que
pueden o no producir lo que serían los “efectos naturales”, de la naturaleza de
esa situación. Cuando vimos los justos títulos vimos los antecedentes o causas
de la posesión; autentico, verdadero y válido, cuando el titulo de posesión era
en el fondo, autentico y no solo aparente, y eso es un juicio que debe
discernirse objetivamente, considerando el titulo y las situaciones. En cambio
la buena fe del 706 involucra un estado de conciencia, el titulo no comporta
ningún reparo de los que podría hacerse según el 704, y es entonces que el
juicio debe desplazarse a la convicción del poseedor; si al momento de empezar
a poseer estaba o no convencido, en la creencia, de que tal adquisición
realmente lo convertía en dueño de la cosa que se posee, por eso el 706 dice
que la buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por
medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro, ejemplo, una persona que
acude a otra comprando un bien, sin vicio, el acto es real, no nulo, no hay dolo,
y se comporta como dueño del bien, pero luego resulta que el vendedor no era
dueño de la cosa, por lo que no se produjo la tradición del dominio, pero el
adquiriente tiene un justo título, adquirió la cosa sin conocimiento de que el
acto no produjese sus efectos propios, y ha mediado la tradición; por lo tanto es
poseedor regular.
Como se trata de una convicción, es que la mala fe debe probarse; hay una
presunción de buena fe en el art. 707.
Art. 707. La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la
presunción contraria. En todos los otros la mala fe deberá probarse.
Dice el 706 que en los títulos traslaticios de dominio la buena fe supone la persuasión
de haberse recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber
habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato. Por eso la venta de cosa ajena es
válida; agrega el 706 que la buena fe no se opone a un justo error en materia de
hecho; error excusable. En cambio si se opone al error en materia de Derecho.
26 de Mayo
6.3. Tradición. Si el título es traslaticio de dominio, es requisito para la posesión
regular la tradición. Así sencillamente no hay posesión si falta; no es que haya
posesión irregular. La ausencia de la buena fe o el justo titulo, según el 708 convierten
a la posesión en irregular
123
particulares; solo quedan fuera los que la Naturaleza ha hecho comunes a
todos los hombres, y los bienes nacionales de uso público, respecto los cuales
no hay titularidad propiamente, pues su tutela queda entregada al Estado, sin
que sean el titular del bien).
- Ius Posesionis: que consistiría en toda aquella protección que la ley confiere a
la posesión en cuanto hecho tutelado ;acciones posesoria, acción publiciana,
prescripción, presunción dominical, etc.
Art. 717. Sea que se suceda a título universal o singular, la posesión del sucesor,
principia en él; a menos que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero en tal
caso se la apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse en los mismos términos a la posesión propia la de una serie no
interrumpida de antecesores.
Art. 718. Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se
entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere,
durante todo el tiempo que duró la indivisión.
Podrá pues añadir este tiempo al de su posesión exclusiva, y las enajenaciones que
haya hecho por sí solo de la cosa común y los derechos reales con que la haya
gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido comprendida en la enajenación
o gravamen. Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá la
enajenación o gravamen contra la voluntad de los respectivos adjudicatarios.
Art. 2500. Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin interrupción por dos o más
personas, el tiempo del antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor, según
lo dispuesto en el artículo 717.
La posesión principiada por una persona difunta continúa en la herencia yacente, que
se entiende poseer a nombre del heredero.
Sin embargo como esta ficción, que tiene por finalidad que la posesión terminada
en el causante no quede vacante mientras otro la toma, puede presentar
problemas cuando el heredero ignora que se le ha deferido la herencia y ha
124
comenzado a ser poseedor, por eso el 2500 señala que La posesión principiada por
una persona difunta continúa en la herencia yacente, que se entiende poseer a
nombre del heredero. Se verá en sucesorio. Así fallecida una persona, termina su
posesión y comienza la posesión del heredero; y puede haber una administración
por parte de un curador, y hay una herencia yacente que es un estado de tradición
hasta la aceptación de la herencia. Producida la aceptación operan las reglas de la
retroactividad cuando exista adjudicación; título declarativo, según el 1344 y otras
normas, de las cuales se entiende que el heredero adjudicatario ha poseído
individualmente desde que ha comenzado el estado de indivisión.
8. La Interverción de posesión.
(Se pregunta en exámen de grado). Se ve también a propósito de la prescripción
extintiva.
Consiste en el cambio de posesión a mera tenencia, o de mera tenencia a posesión. Lo
que supone que debe ser estudiada en ambas facetas:
Entonces, el mero paso del tiempo no muta la mera tenencia en posesión, salvo en el
caso del 2510 regla 3ª. El art. 719 establece una presunción
Art. 719. Si se ha empezado a poseer a nombre propio, se presume que esta posesión
ha continuado hasta el momento en que se alega.
Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igualmente la continuación
del mismo orden de cosas.
Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se presume la
posesión en el tiempo intermedio.
Reconociendo que se es mero tenedor, o sea que una persona tiene la cosa en lugar a
nombre del poseedor, se presume que la tenencia que efectúa continua en el mismo
estado; sin cambio de situación.
Consideración preliminar; la mutación de mera tenencia a posesión que en ambas
normas que veremos, se contempla, no es propiamente un cambio por el transcurso
del tiempo (no se vulnera el 716), lo que existe es un cambio en la causa por la que se
esta poseyendo; un intervención de alguna circunstancia que hace cambiar la
calificación en que se posee:
a) Es necesario revisar el 2510, que se refiere a los requisitos para que exista
prescripción adquisitiva ordinaria y señala tres requisitos:
- No es necesario titulo alguno
- Se presume en ella de derecho la buena fe, sin embargo la falta de un titulo
adquisitivo de dominio. La norma indica que no se necesita demostrar la materialidad
del titulo. La presunción se extiende a la existencia de un título.
125
- La existencia de un título de mera tenencia hará presumir la mala fe. La buena fe
supone un justo error. El titulo de mera tenencia hace entender que él debe conocer
que la tenencia de la cosa es necesariamente a nombre ajeno; y no dará lugar a
prescripción excepto en las siguientes situaciones:
1) Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años
se haya reconocido expresa o tácitamente su dominio por el que alega la
prescripción.
2) Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia,
clandestinidad ni interrupción por el mismo espacio de tiempo. Entonces, aun
cuando exista este titulo de mera tenencia, se entenderá que la persona es
poseedor (y puede adquirir por prescripción extraordinaria) cuando no se
pueda demostrar que ha reconocido el dominio al que alega el título. La norma
desplaza el peso de la prueba. Hay una norma en el 2494 de renuncia a la
prescripción; opera una vez cumplidos los requisitos de la prescripción. La
misma razón opera este artículo; si una persona reconoció dominio de otro
nunca puede adquirir por prescripción. Entonces no es solo el transcurso del
tiempo, sino que haya existido un cambio en la calidad jurídica.
Art. 2494. La prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo
después de cumplida.
Renúnciase tácitamente, cuando el que puede alegarla manifiesta por un hecho suyo
que reconoce el derecho del dueño o del acreedor; por ejemplo, cuando cumplidas las
condiciones legales de la prescripción, el poseedor de la cosa la toma en arriendo, o el
que debe dinero paga intereses o pide plazo.
b) Es necesario revisar también el 730 que habla del mero tenedor; que esta
reconociendo dominio ajeno que desconoce su situación y enajena la cosa a nombre
propio; dándose la calidad de dueño. La ley hace excepción a la regla del 726.
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito, se da
por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere
por otra, sin la competente inscripción.
Art. 726. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.
126
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.
Pero la voz “competente” que usa el 730 ha generado algunos problemas, que
veremos en el análisis de la adquisición de la posesión.
Se veían las formas por las cuales una persona adquiría el dominio de una cosa
mueble, estaba aquella en que el dueño quedaba como mero tenedor de la misma. El
dueño tiene la posesión, y al perder el dominio pierde la posesión pues queda como
mero tenedor.
Tambien puede ser que el tradente sea mero tenedor, y opera la misma figura; el
tradente conserva la tenencia de la cosa.
Esta regla esta ubicada en los bienes muebles, pero tendrá incidencia también en los
inmuebles, pues…
127
29 Mayo
9. Adquisición, conservación y pérdida de la posesión.
9.1. Temas previos
a) Capacidad para adquirir la posesión. Las reglas de capacidad se vieron en
Personas.
Respecto de la posesión con los menores existe una norma en el 723
Del contenido del 723 se infiere lo siguiente: la posesión de los muebles puede ser
adquirida por toda persona, con la sola excepción de los dementes y los infantes
(carecen de voluntad). En cambio, los inmuebles no, porque estos se poseen mediante
inscripción en el conservador, y la inscripción es tradición en general, sin perjuicio de
que no conlleve el efecto traslaticio de dominio. En cuanto negocio jurídico, la
tradición requerirá las mismas exigencias de capacidad de todo acto jurídico; hay que
remitirse al 1445
Art. 1445. Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de
voluntad es necesario: 1º que sea legalmente capaz; 2º que consienta en dicho acto o
declaración y su consentimiento no adolezca de vicio; 3º que recaiga sobre un objeto
lícito; 4º que tenga una causa lícita.
La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el
ministerio o la autorización de otra.
Así los dementes y los infantes son incapaces de adquirir la voluntad, sea para sí o
para otros, lo mismo con la responsabilidad extra-contractual; absolutamente
incapaces los infantes.
Art. 1448. Lo que una persona ejecuta a nombre de otra, estando facultada por ella o
por la ley para representarla, produce respecto del representado iguales efectos que
si hubiese contratado él mismo.
128
es oponible al representado y el 2160 indica que debe mediar la ratificación del
representado para que el acto celebrado excediendo el titulo de representación le sea
oponible.
Las reglas son aplicables tanto a cosas corporales como incorporales. Sin embargo,
las particulares reglas para una y otra requerirán de los respectivos correctivos de la
naturaleza del bien que se posee. Así los derechos reales que recaen sobre inmuebles,
en general no conferirán la posesión sino mediando la inscripción. Tratándose de
derechos reales sobre mueble en general, bastara el título y el ejercicio del contenido
del derecho. En la posesión de una herencia se distingue la posesión legal (722), la
posesión efectiva (intervención de determinada autoridad, judicial o administrativa, es
necesaria para que reconozca la calidad de heredero a tales o cuales personas) y la
posesión real de la herencia (aquella en que concurren el corpus y el animus de los
bienes que componen el haz hereditario).
2) Bienes muebles.
a) Adquisición. Art. 700. Se adquiere concurriendo corpus y animus; o sea la
aprehensión material (ejercer cierto control respecto la cosa) ejercer como señor y
dueño. Por eso el 726
Art. 726. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.
c) Pérdida. Se pierde cuando alguien se apodera de ella con el ánimo de hacerla suya
(726) Por perdida del corpus o el animus.
Aparentemente; se podría conservar la posesión habiendo perdido el corpus y no el
animus, pero no es tan así, pues si la cosa no puede prestar las ventajas del dominio,
no tiene mucho sentido.
- Perdida del Corpus y Animus conjuntamente; el poseedor enajena o abandona la
cosa, y si la abandona sabemos que procede a su respecto la ocupación.
- Perdida del Corpus; lo que ocurre cuando respecto de la cosa es imposible ejercer
actos posesorios, y así, en el 2502 señala
129
1.º Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el
ejercicio de actos posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente
inundada;
2.º Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de
descontarse su duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace
perder todo el tiempo de la posesión anterior; a menos que se haya recobrado
legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el título De las acciones
posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el
desposeído.
Art. 1670. Cuando el cuerpo cierto que se debe perece, o porque se destruye, o
porque deja de estar en el comercio, o porque desaparece y se ignora si existe, se
extingue la obligación; salvas empero las excepciones de los artículos subsiguientes.
Art. 1486. Si antes del cumplimiento de la condición la cosa prometida perece sin
culpa del deudor, se extingue la obligación; y por culpa del deudor, el deudor es
obligado al precio, y a la indemnización de perjuicios.
Si la cosa existe al tiempo de cumplirse la condición, se debe en el estado en que se
encuentre, aprovechándose el acreedor de los aumentos o mejoras que haya recibido
la cosa, sin estar obligado a dar más por ella, y sufriendo su deterioro o disminución,
sin derecho alguno a que se le rebaje el precio; salvo que el deterioro o disminución
proceda de culpa del deudor; en cuyo caso el acreedor podrá pedir o que se rescinda
el contrato o que se le entregue la cosa, y además de lo uno o lo otro tendrá derecho a
indemnización de perjuicios.
Todo lo que destruye la aptitud de la cosa para el objeto a que según su naturaleza o
según la convención se destina, se entiende destruir la cosa.
- Pérdida del Animus: art. 726 cuando otro se apodera de la cosa para hacerla suya,
entonces se pierde la posesión de una cosa mueble cuando se pierde sobre ella el
animus; cuando otro ha comenzado a poseer. El animus de uno se sobrepone al de
otro, pero esto hay que coordinarlo con la norma del 730 inciso 1.
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
130
momento de entregarse la posesión de la cosa por un titulo de mera tenencia. La ley
quiere reprimir los efectos del abuso de confianza. Sin embargo, si el injusto
detentador enajena la cosa, aquel a quien la ha enajenado si comienza a poseer.
Art. 590. Son bienes del Estado todas las tierras que, estando situadas dentro de los
límites territoriales, carecen de otro dueño.
Por esta, todo bien raíz sin titular pertenece al Fisco (Patrimonio del Estado que tiene
personalidad jurídica con la que pueden actuar los órganos de la Administración del
Estado que no tienen personalidad jurídica y patrimonio propio).
131
sentidos: 1) existe posesión del bien raíz cuando existe la respectiva inscripción, así la
posesión –corpus y animus- estarían presumidos por la ley en y a través de la
inscripción. En cuanto existe una inscripción, la ley presume que concurren corpus y
animus (mas apegada a la ley) 2) La posesión debe ser entendida de forma realista,
ello supone que necesariamente no hay posesión propiamente tal sino cuando media
realmente el corpus y animus.
Esto lleva a hablar de “inscripciones de papel”; aquellas en que el único respaldo de la
posesión es la inscripción, pero no existe ni animus ni corpus respecto de ese bien.
b) Conservación y Pérdida.
Art. 718. Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se
entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere,
durante todo el tiempo que duró la indivisión.
Podrá pues añadir este tiempo al de su posesión exclusiva, y las enajenaciones
que haya hecho por sí solo de la cosa común y los derechos reales con que la haya
gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido comprendida en la enajenación
o gravamen. Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá la
enajenación o gravamen contra la voluntad de los respectivos adjudicatarios.
Como es una situación limítrofe entre muebles e inmuebles, se ha dicho que la
posesión se puede perder por:
1. Abandono. En la antigua legislación castellana, esta procedía tanto de bienes
muebles e inmuebles.
2. Enajenación.
3. Usurpación, en el sentido de Apoderamiento; no en el sentido del delito, sino
del que habla el 726; una persona se apodera de la cosa con animo de hacerla
suya; forma de perder la posesión de los muebles. Se produce la duda de saber
que ocurre con el amparo posesorio, pues el 924 y 925, establecen el modo de
probar la posesión.
Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras
ésta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna
prueba de posesión con que se pretenda impugnarla.
Art. 925. Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positivos, de aquellos a
que sólo da derecho el dominio, como el corte de maderas, la construcción de
edificios, la de cerramientos, las plantaciones o sementeras, y otros de igual
significación, ejecutados sin el consentimiento del que disputa la posesión.
132
Las acciones posesorias tienen diversas finalidades; y la norma refiere el modo
de probarla. El 925 habla de lo que consiste la posesión; ejercer el contenido
del derecho de dominio sin el ministerio ni autorización de persona ajena (pues
seria reconocer dominio ajeno, convirtiéndose en mera tenencia).
El relevante en este caso es el art. 924, de ahí que se dice que la inscripción es
garantía, prueba y requisito de la posesión. El 918 ha indicado que hay que ser
poseedor al menos durante un año; entonces el 924 repite esa norma.
Art. 918. No podrá instaurar una acción posesoria sino el que ha estado en posesión
tranquila y no interrumpida un año completo.
La pregunta que se formula es; qué ocurre si una persona se apodera del
inmueble como en el 926, y luego cumpliendo las exigencias del 693 del CC,
efectúa las publicaciones y logra para si una inscripción; al cabo de un año, esa
inscripción seria inatacable en cuanto prueba de la posesión; conflicto de cuál
posesión prima. El bien de la persona que se apodera del inmueble y el que era
poseedor de la cosa de la cual se apoderó la otra y que la inscribió a su nombre
cumpliendo los requisitos.
El tema va a depender del concepto de posesión que se tome.
4. Imposibilidades de ejercer actos posesorios sobre la cosa; las cosas hay que
juzgarlas de definitivas o transitorias de acuerdo a un plazo de verificación.
Hay que ver cual es el plazo para distinguir si la imposibilidad de ejercer acto
posesorio es definitiva o transitoria, un criterio para ello es el Art. 653…
coordinar con el 2502… Hay normas qu e no establecen plazo ni criterio, y
generan problemas, por ejemplo, como el 1675.
Art. 653. Si una heredad ha sido inundada, el terreno restituido por las aguas dentro
de los cinco años subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños.
Art. 1675. Si reaparece la cosa perdida cuya existencia se ignoraba, podrá reclamarla
el acreedor, restituyendo lo que hubiere recibido en razón de su precio.
6. Art. 730. Situación en que una persona mero tenedora de un bien, lo usurpa
y lo enajena; en ese caso no se pierde la posesión respecto del poseedor
original –aquel en cuyo nombre el poseedor lo tenía- ni se gana por el
usurpador, pero si el injusto detentador la enajena, si nace posesión en el
adquiriente.
133
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito,
se da por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se
adquiere por otra, sin la competente inscripción.
a) Introducción
Un conjunto de normas del CC, aisladamente ubicadas, han sido reunidas
sistemáticamente en la Teoría de la Posesión Inscrita. El PDR Montt en el discurso al
congreso señalaba que la regulación de la posesión y el establecimiento de un registro
conservatorio buscaba que a la larga propiedad-posesión-inscripción fuera la misma
cosa. Sin embargo, por tratarse de un sistema de folio personal –y no real- ese cuadro
presente que buscaba el legislador que representara lo anterior, no es tan real, pues
debe recurrirse a diversos registros para determinar la situación actual del bien. A
ello se suma que la cancelación de una inscripción se realiza por una nueva
inscripción, y es a inscripción nueva que cancela, no supone una constancia en la
antigua inscripción. Por eso se ha llamado a esta 3ª forma cancelación virtual pues
este simple hecho cancela la inscripción y posesión anterior; esto supone que si buen
se debe sub-inscribir la cancelación, ello no es requisito para que la inscripción
anterior quede cancelada, ello puede hacer que existan dos cadenas registrales,
problema analizado anteriormente.
En tercer lugar, a pesar de las buenas intenciones de el Legislador y contando los
escasos medios con que se contaba en la época; hasta el momento no se ha llegado a
la plena incorporación de todos los inmuebles al sistema registral; por ello una
comisión del Ministerio de Justicia se esta estudiando un proyecto de reforma del
Conservador; se quiere cambiar a Folio Real, para solucionar estos inconvenientes
para además producir un catastro de a quien pertenecen efectivamente los inmuebles
en Chile.
Además el CC estaba conciente que no se iba a establecer esta plena identificación,
por eso se establece la presunción dominical, y además las distintas instancias que
gobiernos han procedido a asignar terrenos o dictar leyes de regularización (Decreto
ley 2695 de regularización de la pequeña propiedad raíz).
Art. 686. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la inscripción
del título en el Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o de uso
constituidos en bienes raíces, de los derechos de habitación o de censo y del derecho
de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de Minería.
Art. 696. Los títulos cuya inscripción se prescribe en los artículos anteriores, no darán
o transferirán la posesión efectiva del respectivo derecho, mientras la inscripción no
se efectúe de la manera que en dichos artículos se ordena; pero esta disposición no
regirá sino respecto de los títulos que se confieran después del término señalado en el
reglamento antedicho.
134
Art. 702. La posesión puede ser regular o irregular.
Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena
fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede ser por
consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de
buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla, hará
presumir la tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la inscripción del
título.
Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados
en el artículo 702.
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título
inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito, se da
por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere
por otra, sin la competente inscripción.
Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras
ésta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna
prueba de posesión con que se pretenda impugnarla.
135
La inscripción constituye requisito, garantía y prueba de la posesión:
- Requisito pues en todas las normas vistas se indica que para la posesión de los
bienes en que se requiere la tradición, debe haber inscripción.
- Prueba, pues el 924 indica que si la inscripción ha durado un año entero, no
existe forma de probar la posesión sino mediante la inscripción
- Garantía pues el 728 dice que mientras dure la inscripción sin proceder la
cancelación por dichas vías, la persona sigue gozando de la posesión.
Pero este principio tan claro no ha sido compartido por toda la doctrina, y se han ido
negando estas funciones de la inscripción, principalmente por las inscripciones de
papel; aquellas inscripciones desprovistas de posesión material, sin coincidir lo que
dice el registro y la posesión material del inmueble.
b) Adquisición
Distinguir si el titulo es; traslaticio o no traslativo de dominio, pues el 724 implica que
la aplicación de la norma va a depender de que exista la tradición como requisito.
La prescripción supone que se cumpla que se cumpla lo dispuesto en el 2505; que no
cabe la prescripción de un mueble inscrito sino mediante otro título inscrito; al menos
en ese caso se requiere otra inscripción.
En la accesión, vale lo dicho de los inmuebles no inscritos; no es necesaria una nueva
inscripción, y lo que se añade se produce con los requisitos propios de cada accesión.
En la ocupación, hay un problema. Según una primera teoría pareciera que la
ocupación en cuanto título de posesión –no en cuanto modo de adquirir- sería posible
dado que el 724 señala que la adquisición de las cosas cuya “tradición requiera
inscripción”, y la ocupación no la requiere, y por lo mismo, respecto esta clase de
bienes inmuebles inscritos, tratándose del titulo de ocupación podría darse lugar lo
del 726; que una persona se apodere del bien. Pero, según una segunda teoría, esta
interpretación topa con otra norma del mismo titulo y mismo párrafo; art. 728, que
sitúa a la inscripción en una función de requisito de la posesión y también de garantía;
se conserva la posesión inscrita mientras ella no se cancele, o sea, no podría
adquirirse ni por inscripción ni cancelación, por eso la razón del 728.
c) Conservación y Pérdida.
Aquí la norma a considerar es el 728, dado que la redacción habla para que cese la
posesión, pero también puede leerse en clave de conservación. La posesión de
inmuebles inscritos se conserva mientras esta vigente la inscripción. Se pierde una
vez que la inscripción se ha cancelado.
La cancelación puede tener tres orígenes;
- Voluntad de las partes. Esta forma de operar la cancelación se llama reciliacion
o mutuo disenso, y encuentra fuente normativa en el 1545 y 1567.
Art. 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no
puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales.
Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.
Las obligaciones se extinguen además en todo o parte:
1º Por la solución o pago efectivo;
2º Por la novación;
3º Por la transacción;
136
4º Por la remisión;
5º Por la compensación;
6º Por la confusión;
7º Por la pérdida de la cosa que se debe;
8º Por la declaración de nulidad o por la rescisión;
9º Por el evento de la condición resolutoria;
10º Por la prescripción.
De la transacción y la prescripción se tratará al fin de este Libro; de la
condición resolutoria se ha tratado en el título De las obligaciones condicionales.
- Por una Nueva inscripción, es la forma más común; cancelación virtual, que se
produce por el solo hecho de efectuarse la nueva inscripción sin que sea
necesario que se practique una subinscripcion –como si es necesario en las
anteriores- con lo que podría producirse el problema de que no se tome nota al
margen y se celebre a un acto sobre el inmueble, produciéndose de nuevo el
problema de las cadenas paralelas. Discusión se ha producido respecto de lo
que se entiende por competente inscripción, porque el 730 –que habla del
injusto detentador- dice en su inc. 2º… ya sabemos que la inscripción es la que
cancela, y la competente inscripción la que produce el efecto de pasar la
posesión de un poseedor a otro mediando la usurpación. Para algunos la
competente inscripción se satisface cumpliéndose los requisitos formales para
ello, con lo cual se da lugar a las inscripciones de papel, una inscripción sin
respaldo material. Para otros es necesario que la inscripción provenga de
poseedor inscrito, Peñailillo dice que si no, se crearía una cuarta forma de
cancelación; cancelación por inscripción de papel, con lo que se anularía el
efecto perseguido por el 728. esta segunda interpretación obliga a buscar el
sentido del 730. Parecería ser que para encontrar sentido a lo de Pañailillo,
debe entenderse que en esa competente inscripción debe concurrir la voluntad
del poseedor inscrito
137
10. Prueba de la Posesión
Art. 719. Si se ha empezado a poseer a nombre propio, se presume que esta posesión
ha continuado hasta el momento en que se alega.
Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igualmente la
continuación del mismo orden de cosas.
Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se
presume la posesión en el tiempo intermedio.
Art. 731. El que recupera legalmente la posesión perdida, se entenderá haberla tenido
durante todo el tiempo intermedio.
138
Capítulo X
La Prescripción
1. Introducción y Concepto
- Adquisitiva: el modo de adquirir las cosas ajenas por haberse poseído durante
cierto lapso de tiempo y concurriendo los demás requisitos legales.
- Extintiva: el modo de extinguir las acciones y derechos por no haberse ejercido
estos por un plazo determinado, concurriendo los requisitos legales. Es
importante que lo que se produce es la imposibilidad de reclamar el
cumplimiento de la obligación; el CC en el 1492 y 1567 comete una
impropiedad a subsanar por otros preceptos; 1470 el CC distingue entre
obligaciones civiles y naturales, así cuando la obligación transita de civil a
natural, se produce la perdida de la acción de exigir el cumplimiento, pero no
la excepción de retener, por eso más que extinción de la obligación, hay
inexigibilidad – la que supone que se active en un mismo momento que uno
pueda exigir y otro pueda ejecutar el deber-. La prescripción extintiva dice que
la prescripción se cuenta desde que el título se hace exigible; 2514, comienza a
correr el plazo.
Ambas tienen algún sustrato en común; consolidación de determinada situación
jurídica por el transcurso del tiempo.
2. Prescripción y Constitución
139
Art. 2465. Toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su
ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o
futuros, exceptuándose solamente los no embargables, designados en el artículo
1618.
Art. 2469. Los acreedores, con las excepciones indicadas en el artículo 1618, podrán
exigir que se vendan todos los bienes del deudor hasta concurrencia de sus créditos,
inclusos los intereses y los costos de la cobranza, para que con el producto se les
satisfaga íntegramente si fueren suficientes los bienes, y en caso de no serlo, a
prorrata, cuando no haya causas especiales para preferir ciertos créditos, según la
clasificación que sigue.
La expropiación por sentencia judicial era la venta de los bienes del deudor, causada
por algún procedimiento de apremio; lo cual daba constitucionalidad partiendo del
texto de la constitución anterior. Desaparecido aquel texto original, ha habido autores
que han cuestionado la constitucionalidad del embargo, y por tanto, de la realización
de los bienes a través de los procedimientos de apremio, por eliminarse esa referencia
de la constitución anterior.
En razón de esa única forma de privar a alguien de su dominio, se ha cuestionado
también la constitucionalidad de la prescripción, sin embargo el mismo Nº 24 ha
entregado a la Ley a la forma de adquirir la propiedad, y la adquisición de la
propiedad supone la extinción de una propiedad anterior; en sentido amplio. Por esa
vía podría salvarse la inconstitucionalidad de la prescripción en cuanto privación del
dominio.
140
determinadas acciones; art. 894… habla sobre la accion publiciana –la que
corresponde al poseedor regular que se hallaba en vías de ganar la cosa por
prescripción-.
141
3) La forma de alegarla como acción da múltiples alternativas. Se ha concluido
que el poseedor que ha pasado a ser dueño por prescripción es
propiamente dueño, por ser poseedor y el transcurso del tiempo; así es
posible que ejerza su derecho invocándolo como el titulo del a pretensión
que ejerce; ejemplo; ejerce la reivindicatoria y la alegación de la
prescripción. O bien como una alegación forzando al tribunal por una
acción declarativa de mera certeza; para que el tribunal corrobore si se han
cumplido los requisitos propios de la prescripción adquisitiva y declare por
sentencia judicial que dicha persona es dueño; por eso el 2513 señala…
Art. 2513. La sentencia judicial que declara una prescripción hará las veces de
escritura pública para la propiedad de bienes raíces o de derechos reales constituidos
en ellos; pero no valdrá contra terceros sin la competente inscripción.
- Renuncia. 2494.
Art. 2494. La prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo
después de cumplida.
Renúnciase tácitamente, cuando el que puede alegarla manifiesta por un hecho
suyo que reconoce el derecho del dueño o del acreedor; por ejemplo, cuando
cumplidas las condiciones legales de la prescripción, el poseedor de la cosa la toma
en arriendo, o el que debe dinero paga intereses o pide plazo.
142
importa la renuncia (2494) esta eliminando la posesión. La prescripción
solo puede ser renunciada cuando se ha cumplido el plazo exigido por la ley.
La renuncia no supone, a diferencia de la alegación, que sea solo de
ejercicio judicial, sino también extrajudicial.
2) Quién renuncia la prescripción debe tener facultad de enajenar. Art. 2495.
La norma busca la igualdad entre las personas que ahí se menciona, igualdad
que el mismo CC ha establecido en otras disposiciones (art. 14, 57, 54 y 55,
547), por lo tanto se señala que la prescripción corre a favor y en contra de
cualquier persona. La regla tiene su origen en García Goyena, quien buscaba
eliminar privilegios de la Iglesia Católica de prescripciones de 100 años, etc.
Esta norma tiene especial discusión respecto los juicios de nulidad de derecho
público, un sector cada vez más minoritario señala que es imprescriptible la
acción para pedir la nulidad de derecho público, y la doctrina mayoritaria
señala que si es prescriptible.
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados.
Surgen los primeros bienes excluidos; los bienes incomerciables, y ellos incluyen a los
bienes que la Naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres – que por su
naturaleza no pueden ser de titularidad exclusiva en una persona 585-. El segundo
grupo de incomerciables son los bienes nacionales de uso público según el 589, cuya
titularidad diluida en toda la nación, y tutela Estatal de los mismos.
Señala el mismo artículo 2498 luego, los otros derechos reales; coordinar esa norma
al 2512.
Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera
que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1.a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción
extraordinaria de diez años.
143
2.a El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.
4.2. Posesión
Definida en el 700.
Art. 2499. La omisión de actos de mera facultad, y la mera tolerancia de actos de que
no resulta gravamen, no confieren posesión, ni dan fundamento a prescripción alguna.
Así el que durante muchos años dejó de edificar en un terreno suyo, no por eso
confiere a su vecino el derecho de impedirle que edifique.
Del mismo modo, el que tolera que el ganado de su vecino transite por sus
tierras eriales o paste en ellas, no por eso se impone la servidumbre de este tránsito o
pasto.
Se llaman actos de mera facultad los que cada cual puede ejecutar en lo suyo,
sin necesidad del consentimiento de otro.
Art. 2500. Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin interrupción por dos o más
personas, el tiempo del antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor, según
lo dispuesto en el artículo 717.
La posesión principiada por una persona difunta continúa en la herencia
yacente, que se entiende poseer a nombre del heredero.
c) Clase de Posesión.
144
Art. 2507. Para ganar la prescripción ordinaria se necesita posesión regular no
interrumpida, durante el tiempo que las leyes requieren.
145
permanente producirá la perdida del dominio de la misma. Como en todo, es
necesario fijar un plazo, y él aparece dado por el 653, ubicado entre las normas
de la accesión; si dura más de 5 años se pierde el dominio para el dueño.
Art. 653. Si una heredad ha sido inundada, el terreno restituido por las aguas dentro
de los cinco años subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños.
Art. 2503. Interrupción civil es todo recurso judicial intentado por el que se pretende
verdadero dueño de la cosa, contra el poseedor.
Sólo el que ha intentado este recurso podrá alegar la interrupción; y ni aun él
en los casos siguientes:
1.º Si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal;
2.º Si el recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró
abandonada la instancia;
3.º Si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
En estos tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la prescripción
por la demanda.
146
no; basta con la presentación de la demanda durante el término establecido por
la ley, sin perjuicio de que su notificación pueda ser posterior.
La interrupción civil sólo puede alegarla quien ha procedido a la interrupción, y
produce el efecto de hacer perder el tiempo de posesión.
Sin embargo, aun mediando este recurso judicial, el efecto de interrupción no
se produce si la demanda no ha sido notificada legalmente, no habiendo
incidente de nulidad de notificación.
El segundo caso; si el demandante se desistió de la demanda o se declaro
abandonado el procedimiento. Ambos son incidentes del juicio, y tienen efectos
distintos. El desistimiento de la demanda tiene efecto de cosa juzgada y se
produce una vez notificada la demanda; lo que la distingue del “retiro de la
demanda”, donde el demandante puede retirar la demanda libremente si no se
ha notificado. El Desistimiento de la demanda es declarado por el juez. El
abandono del procedimiento en cambio, supone también una sanción al
litigante negligente, y procede cuando han transcurrido mas de 6 meses en un
juicio sin que se realice ninguna gestión útil; si ello ha ocurrido el demandado
puede solicitar el abandono del procedimiento, solicitándolo como acción-
pidiéndolo expresamente- o como excepción –cuando el demandante opone
una acción a su efecto, y la contraparte la opone como excepción-. No tiene
efecto de cosa juzgada, así que podría volver a intentarse la acción. El último
caso es si el poseedor ha obtenido sentencia absolutoria. En estos tres casos se
entiende que no ha habido interrupción.
Art. 2509. La prescripción ordinaria puede suspenderse, sin extinguirse: en ese caso,
cesando la causa de la suspensión, se le cuenta al poseedor el tiempo anterior a ella,
si alguno hubo.
Se suspende la prescripción ordinaria, a favor de las personas siguientes:
1.º Los menores; los dementes; los sordos o sordomudos que no pueden darse
a entender claramente; y todos los que estén bajo potestad paterna, o bajo tutela o
curaduría;
2.º La mujer casada en sociedad conyugal mientras dure ésta;
147
3.º La herencia yacente.
No se suspende la prescripción en favor de la mujer separada judicialmente de su
marido, ni de la sujeta al régimen de separación de bienes, respecto de aquellos que
administra.
La prescripción se suspende siempre entre cónyuges.
Una persona llevaba un año de posesión, entra en una de las situaciones descritas por
la ley por 5 años que no se contaran, y terminada la situación vuelve a contarse el
tiempo para prescripción.
Estas entidades están expresadas en el 2509:
1) Los incapaces
2) La mujer casada en sociedad conyugal mientras dure ésta. En 1989 en Chile se
dicto la ley 18.802, que marco una tendencia comenzada en 1925 de ir
aumentando paulatinamente la capacidad de la mujer casada en sociedad
conyugal. Esta reforma elimino a la mujer de sociedad conyugal de la lista de
incapaces relativos; significo otorgarle plena capacidad de ejercicio, pero otra
cosa es que pueda ejercerla, pues el efecto de la sociedad conyugal es la
creación de distintos patrimonios. Existen también otros patrimonios que
pueden quedar para la mujer, como el patrimonio reservado. Según la ley la
mujer es capaz, pero no se encuentra en la posibilidad de administrarlos,
excepto, lo que se ha confiado expresamente a su administración (art. 176). Por
eso la ley la protege con el beneficio de la suspensión mientras se encuentre
casada a fin de que por negligencia del marido no se logre ejercer las acciones
correspondientes a fin de recuperar las acciones perdidas.
3) La herencia yacente: ha dado pie para que algunos autores consideren que la
herencia yacente seria una persona jurídica. Pero no lo es, pues es la herencia
no aceptada, entendido como el patrimonio del difunto, cuya administración
quedara en manos de un curador de bienes (1240).
148
ii) Esta suspensión debe entenderse con efectos amplios; no referido
solo a la suspensión de la prescripción ordinaria sino también a la
extraordinaria; ya que la razón de la norma se funda en la armonía del
matrimonio, además debe tenerse presente que en el caso de la
sociedad conyugal el marido tiene el usufructo legal de los bienes de la
mujer; y él si es un titulo de mera tenencia, y por tanto, al cabo de 10
años podría dar lugar a prescripción. Sin embargo, debe entenderse que
la norma tiene un ámbito protector del matrimonio, y la suspensión ahí
referida –que uno de los cónyuges pueda adquirir por prescripción los
bienes del otro-; es decir mientras exista el matrimonio, y las personas
casadas tengan calidad de cónyuges, no pueden adquirir por
prescripción los bienes del otro.
Art. 2508. El tiempo necesario a la prescripción ordinaria es de dos años para los
muebles y de cinco años para los bienes raíces.
La prescripción supone que haya bienes susceptibles de ganarse por esa vía. EL
segundo requisito era la posesión regular y el 3º el tiempo. El impedimento para
adquirir por ordinaria se haya en los elementos de la posesión regular; la cual según
el 702 es la que procede de justo titulo, adquirida de buena fe, y con tradición si es
titulo traslaticio de dominio. Así, lo que puede faltar es; justo titulo, o buena fe. En
esos casos la adquisición del dominio puede producirse por prescripción adquisitiva
extraordinaria.
149
4.6. Prescripción contra título inscrito
No habrá prescripción sino en virtud de otro ti… se entiende que el CC dice que si no
se cancela la inscripción no empieza a correr el tiempo para prescribir; sin perjuicio
de las distinciones anteriores, posesión inscrita y posesión real.
También respecto de quien … La competente inscripción.
La función que puede cumplir la sentencia judicial se conecta con los efectos de la
prescripción. Opera automáticamente cuando transcurres el plazo legal. Y según las
reglas del 48, 49, 50, (¿de que normativa?)el plazo concurre a la medianoche del
último día establecido.
Como el plazo de la prescripción es de años, corre completo hasta la misma fecha del
año siguiente. Por eso cumple una función de publicidad según el 2513.
Art. 2513. La sentencia judicial que declara una prescripción hará las veces de
escritura pública para la propiedad de bienes raíces o de derechos reales constituidos
en ellos; pero no valdrá contra terceros sin la competente inscripción.
Opera automáticamente al momento de llegar la medianoche del ultimo día del plazo;
no requiriendo sentencia judicial. Llegada esa medianoche, la adquisición se retrotrae
al comienzo de la posesión; lo que no tiene mas que una función de otorgar certeza
respecto las titularidades, pues sino se entendería que hubo un lapso en que otro fue
150
dueño de la cosa. El efecto positivo o adquisitivo de la prescripción adquisitiva;
también existe un efecto negativo o liberatorio –usucapión liberatoria- y consiste en
que al haberse completado el plazo de prescripción, se extinguen también los
gravámenes que afectan a esa cosa, o sea, si la cosa estaba hipotecada por el dueño
anterior; debería desaparecer tal gravamen. En contra este efecto de la prescripción
adquisitiva se ha dicho que , al menos tratándose de inmuebles, existe suficiente
certeza de los gravámenes que pueden afectar a la cosa, salvo en el caso de las
servidumbres –que se adquieren solo …, con la posibilidad de ganar por prescripción
las continuas o aparentes-. Sin embargo, debe considerarse el artículo 16 del DL
2695. Introduce distorsiones al CC; contempla este efecto extintivo o liberatorio de la
prescripción adquisitiva, no solo al cabo del año se adquiere por prescripción
adquisitiva el dominio del bien que se ha regularizado, sino también se entienden
extinguidos los derechos reales que gravan esa cosa.
151
Capítulo XI
Acción Reivindicatoria
Art. 889. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela.
Dice Peñailillo que identificar acción reivindicatoria con acción de dominio, dado que
la acción reivindicatoria no es solo puntual……. Acción innominada de
dominio?????......
152
III. Bienes reivindicables:
- Las cosas singulares: excluye las cosas universales. Por eso respecto del
derecho real de herencia existe la acción especial de petición de herencia-
1264- . 1268, pero también corresponde al heredero la reivindicatoria; no es
que no quepa en la herencia. Cuando la herencia procede contra terceros…
Art. 891. Los otros derechos reales pueden reivindicarse como el dominio; excepto el
derecho de herencia.
Este derecho produce la acción de petición de herencia, de que se trata en el
Libro III.
Art. 892. Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de una cosa
singular.
V. Legitimación Pasiva.
153
Contra quien se puede intentar la acción reivindicatoria, o sea, quien puede ser
demandado. Art. 889… Es evidente que el demandado es el poseedor no dueño, peor
el CC en lo 895 y siguientes, y el 915, amplía la posibilidad de demandar, así tenemos
un elenco mas amplio que el mero poseedor, y hay que revisar cada caso por las
diferencias de lo que busca la acción en cada caso.
Art. 889. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela.
Art. 915. Las reglas de este título se aplicarán contra el que poseyendo a nombre
ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de
señor.
Casos
1) Actual Poseedor de la cosa. 895…
El poseedor debe ostentar la condición de dueño –conduciéndose así respecto la
cosa- pero también debe tenerla dentro de su esfera de acción.
Art. 895. La acción de dominio se dirige contra el actual poseedor.
2) Mero Tenedor.
Pero aquí el carácter de legitimación activa, en realidad, debe comentarse, pues el
art. 896 dispone…
154
En ese caso la reivindicatoria no sólo importa la recuperación de la posesión
perdida, sino también, respecto de la persona que se dio por poseedor, busca la
indemnidad del dueño de todo perjuicio que esa declaración le signifique.
5) Poseedor de mala fe que por hecho o culpa suya ha dejado de poseer. 900.
Art. 900. Contra el que poseía de mala fe y por hecho o culpa suya ha dejado de
poseer, podrá intentarse la acción de dominio, como si actualmente poseyese.
De cualquier modo que haya dejado de poseer y aunque el reivindicador
prefiera dirigirse contra el actual poseedor, respecto del tiempo que ha estado la cosa
en su poder tendrá las obligaciones y derechos que según este título corresponden a
los poseedores de mala fe en razón de frutos, deterioros y expensas.
Si paga el valor de la cosa y el reivindicador lo acepta, sucederá en los
derechos del reivindicador sobre ella.
Lo mismo se aplica aun al poseedor de buena fe que durante el juicio se ha
puesto en la imposibilidad de restituir la cosa por su culpa.
El reivindicador en los casos de los dos incisos precedentes no será obligado al
saneamiento.
Es diferente al anterior, pues respecto aquél procede solo según el precio y cuando
no se puede perseguir la cosa respecto del actual poseedor.
La ley finge respecto de algo que no es; la persona no esta poseyendo, pues no
esta dentro de su esfera de acción la cosa, pero finge que continua poseyendo para
efectos de intentar la reivindicatoria. Nuevamente existe litis consorcio voluntario,
pues el reivindicador puede dirigirse contra el actual poseedor- indemnizaciones,
frutos y expensas- y también, en el mismo juicio, contra el que habiendo poseído,
de mala fe, ha perdido la cosa por hecho o culpa suya –indemnizaciones, expensas,
frutos, que deba el poseedor de mala fe por el tiempo en que este fue poseedor-.
155
Busca lo mismo que el 898, asegurar la indemnidad del dueño por los rubros que
le corresponden.
Hay que incluir al poseedor de buena fe cuando se ha puesto en la imposibilidad
de restituir la cosa. El 907 señala desde cuando el poseedor de buena fe pierde la
buena fe, para efectos de las prestaciones mutuas, y la pierde desde la
contestación de la demanda, o sea, transcurrido el termino de emplazamiento –
plazo para que el demandado conteste, o sea, no coincide con la notificación-.
Art. 907. El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y civiles de
la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir
con mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo
de la percepción: se considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en
su poder.
El poseedor de buena fe no es obligado a la restitución de los frutos percibidos
antes de la contestación de la demanda: en cuanto a los percibidos después, estará
sujeto a las reglas de los dos incisos anteriores.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios
que ha invertido en producirlos.
Art. 1678. Si la cosa debida se destruye por un hecho voluntario del deudor, que
inculpablemente ignoraba la obligación, se deberá solamente el precio sin otra
indemnización de perjuicios.
Art. 899. La acción de dominio no se dirige contra un heredero sino por la parte que
posea en la cosa; pero las prestaciones a que estaba obligado el poseedor por razón
de los frutos o de los deterioros que le eran imputables, pasan a los herederos de éste
a prorrata de sus cuotas hereditarias.
Art. 1354. Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos a prorrata de sus
cuotas.
Así el heredero del tercio no es obligado a pagar sino el tercio de las deudas
hereditarias.
Pero el heredero beneficiario no es obligado al pago de ninguna cuota de las
deudas hereditarias sino hasta concurrencia de lo que valga lo que hereda.
Lo dicho se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 1356 y 1526.
156
a quien la alega. Quién se defienda alegando la extinción de la obligación, debe
también probarlo.
Art. 1698. Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta.
Las pruebas consisten en instrumentos públicos o privados, testigos,
presunciones, confesión de parte, juramento deferido, e inspección personal del juez.
A partir de esa norma, se elabora una teoría de procesal. Quien alega, debe probar
por regla general. Si la acción reivindicatoria corresponde al dueño no poseedor,
para que el poseedor no dueño se condenado a restituir, el primer elemento a
probar será la situación legitimante, aquella situación que la ley considera como
habilitante para demandar, en este caso, el dominio del bien que se reivindica por
el demandante.
Art. 2249. El secuestro es el depósito de una cosa que se disputan dos o más
individuos, en manos de otro que debe restituirla al que obtenga una decisión a su
favor.
El depositario se llama secuestre.
Art. 902. Si se demanda el dominio u otro derecho real constituido sobre un inmueble,
el poseedor seguirá gozando de él, hasta la sentencia definitiva pasada en autoridad
de cosa juzgada.
157
Pero el actor tendrá derecho de provocar las providencias necesarias para
evitar todo deterioro de la cosa, y de los muebles y semovientes anexos a ella y
comprendidos en la reivindicación, si hubiere justo motivo de temerlo, o las facultades
del demandado no ofrecieren suficiente garantía.
El interventor puede extenderse también a los muebles que se hallen dentro del
bien raíz.
Art. 1687. La nulidad pronunciada en sentencia que tiene la fuerza de cosa juzgada,
da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarían si no
hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el objeto o
causa ilícita.
En las restituciones mutuas que hayan de hacerse los contratantes en virtud de
este pronunciamiento, será cada cual responsable de la pérdida de las especies o de
su deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras necesarias, útiles o
voluptuarias, tomándose en consideración los casos fortuitos y la posesión de buena o
mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales y sin perjuicio de lo
dispuesto en el siguiente artículo.
Dada la redacción y carácter del demandado, parece ser que la segunda solución
es la más acertada, y se trata de una acción restitutoria general, con lo cual las
acciones que tendría el dueño se ven ampliadas.
158
6) Garantía del poseedor
La protección del 1901, 1902, 1903 dan al reivindicante respecto de la cosa o del
precio, y como ello se protege en el juicio.
El CC se pone en la situación contraria; dice el 914…
Art. 914. Cuando el poseedor vencido tuviere un saldo que reclamar en razón de
expensas y mejoras, podrá retener la cosa hasta que se verifique el pago, o se le
asegure a su satisfacción.
7) Prestaciones Mutuas
Son aquellos rubros debidos recíprocamente entre el dueño que gana el juicio y el
poseedor vencido. Evidentemente, pueden separarse en prestaciones que debe el
vencido y prestaciones que debe el ganador. 904 y siguientes.
Art. 904. Si es vencido el poseedor, restituirá la cosa en el plazo que el juez señalare;
y si la cosa fue secuestrada, pagará el actor al secuestre los gastos de custodia y
conservación, y tendrá derecho para que el poseedor de mala fe se los reembolse.
Art. 905. En la restitución de una heredad se comprenden las cosas que forman parte
de ella, o que se reputan como inmuebles por su conexión con ella, según lo dicho en
el título De las varias clases de bienes.
Las otras no serán comprendidas en la restitución, si no lo hubieren sido en la
demanda y sentencia; pero podrán reivindicarse separadamente.
En la restitución de un edificio se comprende la de sus llaves.
En la restitución de toda cosa, se comprende la de los títulos que conciernen a
ella, si se hallan en manos del poseedor.
o Deterioro. 906.
Art. 906. El poseedor de mala fe es responsable de los deterioros que por su hecho o
culpa ha sufrido la cosa.
El poseedor de buena fe, mientras permanece en ella, no es responsable de
estos deterioros, sino en cuanto se hubiere aprovechado de ellos; por ejemplo,
destruyendo un bosque o arbolado, y vendiendo la madera o la leña, o empleándola en
beneficio suyo.
159
El poseedor de mala fe debe los deterioros que se hayan producido por
hecho o culpa suya únicamente. El poseedor de buena fe será
responsable de ellos sólo si consiguió un beneficio de ello.
o Frutos. 907.
Art. 907. El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y civiles de
la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir
con mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo
de la percepción: se considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en
su poder.
El poseedor de buena fe no es obligado a la restitución de los frutos percibidos
antes de la contestación de la demanda: en cuanto a los percibidos después, estará
sujeto a las reglas de los dos incisos anteriores.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios
que ha invertido en producirlos.
Art. 908. El poseedor vencido tiene derecho a que se le abonen las expensas
necesarias invertidas en la conservación de la cosa, según las reglas siguientes:
Si estas expensas se invirtieron en obras permanentes, como una cerca para
impedir las depredaciones, o un dique para atajar las avenidas, o las reparaciones de
un edificio arruinado por un terremoto, se abonarán al poseedor dichas expensas, en
cuanto hubieren sido realmente necesarias; pero reducidas a lo que valgan las obras
al tiempo de la restitución.
Y si las expensas se invirtieron en cosas que por su naturaleza no dejan un
resultado material permanente, como la defensa judicial de la finca, serán abonadas
al poseedor en cuanto aprovecharen al reivindicador, y se hubieren ejecutado con
mediana inteligencia y economía.
160
establece el Ius Tellendi respecto del poseedor de mala fe; podrá
llevarse los materiales de dichas mejoras, si pueden separarse sin
detrimento de la cosa reivindicada, y si el ganador no quiere pagarle su
valor.
Art. 909. El poseedor de buena fe, vencido, tiene asimismo derecho a que se le
abonen las mejoras útiles, hechas antes de contestarse la demanda.
Sólo se entenderán por mejoras útiles las que hayan aumentado el valor venal de la
cosa.
El reivindicador elegirá entre el pago de lo que valgan al tiempo de la
restitución las obras en que consisten las mejoras, o el pago de lo que en virtud de
dichas mejoras valiere más la cosa en dicho tiempo.
En cuanto a las obras hechas después de contestada la demanda, el poseedor
de buena fe tendrá solamente los derechos que por el artículo siguiente se conceden
al poseedor de mala fe.
Art. 910. El poseedor de mala fe no tendrá derecho a que se le abonen las mejoras
útiles de que habla el artículo precedente.
Pero podrá llevarse los materiales de dichas mejoras, siempre que pueda
separarlos sin detrimento de la cosa reivindicada, y que el propietario rehúse pagarle
el precio que tendrían dichos materiales después de separados.
- Existen las expensas voluptuarias (911); son las que solo consten en
obras de lujo o recreo, que no aumentan el valor venal o solo lo
aumentan en un valor insignificante. El propietario no es obligado a
pagarlas a nadie, los poseedores de buena o mala fe solo tendrán
derecho al Ius Tollendi, con los mismos requisitos anteriores.
Para entender cuando hay mala o buena fe, el CC da dos normas; 912…
y 913…
Art. 912. Se entenderá que la separación de los materiales, permitida por los artículos
precedentes, es en detrimento de la cosa reivindicada, cuando hubiere de dejarla en
peor estado que antes de ejecutarse las mejoras; salvo en cuanto el poseedor vencido
pudiere reponerla inmediatamente en su estado anterior, y se allanare a ello.
Art. 913. La buena o mala fe del poseedor se refiere, relativamente a los frutos, al
tiempo de la percepción, y relativamente a las expensas y mejoras, al tiempo en que
fueron hechas.
161
Capitulo XII
Las Acciones Posesorias
1. Generalidades
En general, buscan recuperar o conservar la posesión de unos inmuebles,
extendiéndose a usufructo, uso y habitación. Estrictamente hablando las acciones no
buscan una inscripción en el CBR, sino al animus y corpus en si mismo.
El juicio posesorio discute la posesión de la cosa; quien despojo, quien recupera, etc.
No discute el dominio, y es irrelevante para efectos prácticos (923).
Art. 923. En los juicios posesorios no se tomará en cuenta el dominio que por una o
por otra parte se alegue.
Podrán, con todo, exhibirse títulos de dominio para comprobar la posesión,
pero sólo aquellos cuya existencia pueda probarse sumariamente, ni valdrá objetar
contra ellos otros vicios o defectos que los que puedan probarse de la misma manera.
Deben probarse dos cosas; la amenaza o despojo, y la posesión propia. (924 y 925 la
prueba de la posesión; recordar la discusión de que se prueba por actos positivos
cuando no hay inscripción o problemas de las “inscripciones de papel”).
Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras
ésta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna
prueba de posesión con que se pretenda impugnarla.
Art. 925. Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positivos, de aquellos a
que sólo da derecho el dominio, como el corte de maderas, la construcción de
edificios, la de cerramientos, las plantaciones o sementeras, y otros de igual
significación, ejecutados sin el consentimiento del que disputa la posesión.
Art. 918. No podrá instaurar una acción posesoria sino el que ha estado en posesión
tranquila y no interrumpida un año completo.
162
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.
2. Comunes
- Querella de Amparo: querella que sirve para pedir que cese de la turbación. Supone
que soy poseedor y alguien amenaza mi posesión. Art. 921 y 922. Busca hacer cesar el
acto de turbación, indemnización de los perjuicios causados por ella y una fianza o
seguridad de que no se volverán a cometer estos actos (caución, garantia, etc, de que
no se volvera a cometer estos actos).
Art. 921. El poseedor tiene derecho para pedir que no se le turbe o embarace su
posesión o se le despoje de ella, que se le indemnice del daño que ha recibido, y que
se le dé seguridad contra el que fundadamente teme.
Se intenta contra el usurpador o todo el que sea poseedor y se remonte hasta él.
Busca; restitución y la indemnización de perjuicios. Restitución procede sobre el
actual poseedor. La indemnización procede solo respecto del usurpador y el tercero de
mala fe que la este poseyendo; solidariamente.
Art. 926. El que injustamente ha sido privado de la posesión, tendrá derecho para
pedir que se le restituya, con indemnización de perjuicios.
Art. 927. La acción para la restitución puede dirigirse no sólo contra el usurpador,
sino contra toda persona, cuya posesión se derive de la del usurpador por cualquier
título.
Pero no serán obligados a la indemnización de perjuicios sino el usurpador mismo, o
el tercero de mala fe; y habiendo varias personas obligadas, todas lo serán insólidum.
163
Art. 928. Todo el que violentamente ha sido despojado, sea de la posesión, sea de la
mera tenencia, y que por poseer a nombre de otro, o por no haber poseído bastante
tiempo, o por otra causa cualquiera, no pudiere instaurar acción posesoria, tendrá sin
embargo derecho para que se restablezcan las cosas en el estado que antes se
hallaban, sin que para esto necesite probar más que el despojo violento, ni se le pueda
objetar clandestinidad o despojo anterior. Este derecho prescribe en seis meses.
Restablecidas las cosas, y asegurado el resarcimiento de daños, podrán
intentarse por una u otra parte las acciones posesorias que correspondan.
Art. 929. Los actos de violencia cometidos con armas o sin ellas, serán además
castigados con las penas que por el Código Criminal correspondan.
3. Especiales
Art. 920. Las acciones que tienen por objeto conservar la posesión, prescriben al cabo
de un año completo, contado desde el acto de molestia o embarazo inferido a ella.
Las que tienen por objeto recuperarla, expiran al cabo de un año completo
contado desde que el poseedor anterior la ha perdido.
Si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, se contará este año desde
el último acto de violencia, o desde que haya cesado la clandestinidad.
Las reglas que sobre la continuación de la posesión se dan en los artículos 717,
718 y 719, se aplican a las acciones posesorias.
Art. 930. El poseedor tiene derecho para pedir que se prohíba toda obra nueva que se
trate de construir sobre el suelo de que está en posesión.
Pero no tendrá el derecho de denunciar con este fin las obras necesarias para
precaver la ruina de un edificio, acueducto, canal, puente, acequia, etc., con tal que
en lo que puedan incomodarle se reduzcan a lo estrictamente necesario, y que,
terminadas, se restituyan las cosas al estado anterior, a costa del dueño de las obras.
Tampoco tendrá derecho para embarazar los trabajos conducentes a mantener
la debida limpieza en los caminos, acequias, cañerías, etc.
Art. 931. Son obras nuevas denunciables las que construidas en el predio sirviente
embarazan el goce de una servidumbre constituida en él.
Son igualmente denunciables las construcciones que se trata de sustentar en
edificio ajeno, que no esté sujeto a tal servidumbre.
Se declara especialmente denunciable toda obra voladiza que atraviesa el plan
vertical de la línea divisoria de dos predios, aunque no se apoye sobre el predio ajeno,
ni dé vista, ni vierta aguas lluvias sobre él.
Art. 932. El que tema que la ruina de un edificio vecino le pare perjuicio, tiene
derecho de querellarse al juez para que se mande al dueño de tal edificio derribarlo,
si estuviere tan deteriorado que no admita reparación; o para que, si la admite, se le
164
ordene hacerla inmediatamente; y si el querellado no procediere a cumplir el fallo
judicial, se derribará el edificio o se hará la reparación a su costa.
Si el daño que se teme del edificio no fuere grave, bastará que el querellado
rinda caución de resarcir todo perjuicio que por el mal estado del edificio sobrevenga.
- Otras
- La Acciones Populares: Hay dos maneras de hacerlo; a) Miles de personas
demandando en un mismo escrito. B) Que alguien demande a nombre de todos, eso no
se hizo con transantiago, esta si es una acción de clases.
Se pueden interponer por uno en representación de todos; pero en las
indemnizaciones, no se puede pedir la indemnizaciones de otros (cada uno debe
concurrir).
Las municipalidades pueden actuar respecto de los bienes nacionales de uso público
con acción popular. Hay un incentivo a que la gente denuncie, pues se le paga un delta
más al denunciante. Prescriben estas acciones a un año desde que se hace exigibles
las obligaciones (la regla general en los derechos personales es de 5 años). En el caso
de la denuncia de obra nueva, el plazo de prescripción es de un año en juicio
posesorio, y después puede pedirse por via ordinaria.
165
Capítulo XIII
Limitaciones al Dominio
A) Las Servidumbres
1. Generalidades
Servidumbre predial, o simplemente servidumbre es un gravamen impuesto sobre un
predio en utilidad de otro predio de distinto dueño (Artículo 820 CC).
II. Es un gravamen, pero sólo respecto del predio sirviente, adquiriendo el nombre de
servidumbre pasiva (Art. 821 CC). Como gravamen es una limitación al dominio (Art.
732 N.º 3 CC; Art. 582 CC), indivisible en su cumplimiento (Art. 826) e inseparable del
predio (Art. 825).
Respecto del predio dominante, la servidumbre es un derecho real (Art. 577
inc. 2 CC), inmueble (Art. 580 CC), indivisible en su ejercicio (Art. 826 CC).
IV. Se establece para la utilidad de otro predio, que adquiere el nombre de predio
dominante. Respecto de él la servidumbre se llama activa (Art. 821 CC).
V. Los predios deben ser de distinto dueño, pues nadie puede ser sujeto y término de
la misma relación jurídica. Como consecuencia de esta exigencia, la confusión es un
modo de extinguir la servidumbre (Art. 885 N.º 3 CC). Una excepción a esto sería la
destinación del padre de familia (Cf. Art. 881 CC), pero el derecho real no se
encuentra constituido separadamente del predio sirviente sino en virtud de la
partición.
2. Clasificación
1.- Según la obligación que imponen al dueño del predio sirviente, las
servidumbres son positivas o negativas (Art. 823 CC). Es positiva es la que sólo
impone al dueño del predio sirviente la obligación de dejar hacer algo al dueño del
predio sirviente. Es negativa la que impone al dueño del predio sirviente la
prohibición de hacer algo que sin la servidumbre le sería lícito.
Se debe distinguir a la servidumbre de:
166
2.- Según las señales que se tengan de ellas, la servidumbre es aparente o
inaparente (Art. 824 CC). Es aparente la que está continuamente a la vista e
inaparente la que no se conoce por una señal exterior.
Esta clasificación tiene importancia:
4.- Según su origen, la servidumbre es natural, legal o voluntaria (Art. 831 CC).
167
que estar al título (testamento, convención, sentencia de partición), o a la posesión
misma, si ha sido adquirida por prescripción (Art. 884 CC). Esto explica por que se
puede adquirir modos particulares de ejercer la servidumbre por prescripción (Art.
888 CC).
Sin embargo, existen reglas generales que rigen el ejercicio de la servidumbre:
b) El que goza de una servidumbre puede hacer las obras indispensables para
ejercerla, con tal que sean a su costa (art. 829). Si se ha establecido que los gastos de
construcción o reparación de las obras son de cargo del dueño del predio sirviente, el
puede optar por efectuarlas o abandonar la parte del predio en que deban hacerse o
conservarse. El abandono en este caso es un título traslaticio de dominio.
4. Constitución
168
La expresión título (a la que hacen referencia los artículos 882, 883 y 884 CC)
no se refiere un documento, sino al negocio jurídico por el cual se constituye la
servidumbre. Puede constituirse por causa de muerte, y en tal caso el título será el
testamento, o por acto entre vivos, y en tal caso el título será el acto o convención.
Puede suplirse por el reconocimiento expreso del dueño del predio sirviente (Art. 883
inc. 1 CC), ya sea por escrito o mediante una confesión judicial. Se equipara también
al título la destinación del padre de familia a que se refiere el Art. 881 CC.
El título no exige una solemnidad especial, sin perjuicio de los actos o
contratos que deban ser solemnes. Así, la compraventa de servidumbres requiere
escritura pública (Art. 1801 CC inc. 2) y la donación de servidumbre requiere
insinuación (Art. 1401 CC).
Sin embargo, la tradición de la servidumbre se efectúa mediante escritura
pública en que el tradente exprese constituirla y el adquirente aceptarla , por expresa
disposición del Art. 698 CC. Puede efectuarse en la misma escritura pública en que
consta el título, siendo esto lo más normal. Debe advertirse que la tradición a que se
refiere el Art. 698 sólo es aplicable cuando el dueño del predio sirviente lo grava con
una servidumbre y constituye el derecho real. Después de ese acto la servidumbre es
inseparable del predio dominante (Art. 825), por lo que el titular del derecho real de
servidumbre sólo podrá transferirlo mediante la tradición del inmueble al que
activamente pertenece, esto es, mediante la correspondiente inscripción.
La inscripción en el registro de propiedad del Conservador de Bienes Raíces
de la escritura de transferencia es voluntaria, pero es de aquellos títulos que pueden
inscribirse (Art. 59 N.º 2 Reglamento del Conservador de Bienes Raíces).
b) Por prescripción
5. Extinción
169
Las servidumbres se extinguen (art. 885 CC):
1.- Por la resolución del derecho del constituyente. Es claro que se refiere
a las servidumbres voluntarias. El efecto de la resolución del derecho de
dominio sobre los gravámenes establecidos con anterioridad a la resolución
son regulados por los Art. 1490 y 1491 CC, refiriéndose este último a los
inmuebles. En este caso, la servidumbre sólo se extinguirá si el título en que
consta la condición resolutoria estuviere inscrito o fuere otorgado por
escritura pública con anterioridad al gravamen.
4.- Por renuncia del dueño del predio dominante, lo que no es más que una
aplicación del Art. 12 CC.
Demarcación
170
a) Exigir que se restituya a expensas del infractor;
b) Pedir la indemnización de los perjuicios causados; y
c) Querellarse criminalmente por los delitos que correspondan.
Cerramiento
Tampoco es una servidumbre, sino una acción emanada del dominio por la cual
se exige a los propietarios de los predios colindantes que contribuyan a la operación
de cercado de los predios. También se trata de una acción imprescriptible y real, pero
no es meramente declarativa. Supone la demarcación, sin perjuicio de que puedan
solicitarse conjuntamente. También se tramita conforme a las normas de juicio
sumario (Art. 680 N.º 2 CPC).
El dueño de un predio siempre puede cerrarlo de forma lícita (Art. 844 CC). En
estos casos la pared o cerco le pertenece al dueño del predio, no teniendo derecho
alguno el vecino respecto de ella (Art. 845 CC). Tal situación no es cubierta,
obviamente, por la acción de cerramiento.
El derecho de cerramiento consiste en exigir la concurrencia de los
propietarios de los predios colindantes a la acción de cierre. En estos casos la
construcción y reparación de las cercas comunes corresponden a la todos los
propietarios, regulando el juez el modo y forma de concurrencia, de modo que no se
imponga al propietario un gravamen ruinoso (Art. 846 CC). La cerca construida en
estos casos se rige por las normas de la medianería. El propietario de un predio
colindante puede exonerarse del pago de las expensas renunciando a su derecho de
medianería (Art. 858 CC).
Medianería
Tránsito
171
Esta servidumbre puede constituirse y regularse de común acuerdo o mediante
la declaración judicial. En ambos casos deberá pagarse el valor del terreno necesario
para la servidumbre y la indemnización de todo otro perjuicio (Art. 847 CC). A falta de
acuerdo, se interpondrá una acción que se tramitará conforme a las normas del juicio
sumario (Art. 680 N.º 2 CPC). En tal procedimiento, el juez deberá escuchar a peritos
sobre el ejercicio de la servidumbre y el importe de la indemnización (Art. 848 CC).
Finalmente, puede constituirse por la separación de un predio en dos, ya sea por
enajenación o adjudicación. En estos casos, la constitución opera por el sólo
ministerio de la ley y no se paga indemnización alguna (Art. 850 CC).
Si la servidumbre de tránsito llega a no ser indispensable para el predio
dominante, el dueño del predio sirviente puede exigir la extinción de la servidumbre,
restituyendo lo que se le pagó por ella (Art. 849 CC).
Luz
Es una servidumbre legal por la que el predio sirviente debe dar luz a un
espacio cerrado y techado, sin incluir vista sobre el predio vecino (Art. 873 CC). Se
regula en los Art. 873 a 877 CC.
Vista
Acueducto
172
B) El Usufructo
1. En general
Art. 764. El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de
gozar de una cosa con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su
dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de volver igual cantidad y calidad del
mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es fungible.
2. Características
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el
usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.
Art. 765. El usufructo supone necesariamente dos derechos coexistentes, el del nudo
propietario y el del usufructuario.
Tiene por consiguiente una duración limitada, al cabo de la cual pasa al nudo
propietario, y se consolida con la propiedad.
173
Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino
en lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario,
el usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros tenedores de la cosa
empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo
dominio ajeno.
6ª Es temporal, por ello el usufructo siempre debe involucrar un plazo. Puede también
involucrar una condición, pero no puede faltar el plazo. 765… 770… El plazo puede
ser determinado o por toda la vida (vitalicios), esto es, en las personas naturales (pues
en personas jurídicas el plazo máximo es de 30 años). 771… El plazo es un requisito
esencial de un usufructo, pero se le puede agregar una condición; así si se cumple
primero la condición, opera ella y se consolida la propiedad.
804… la misma regla. Pero si el plazo dependía de la mayoría de edad, y muere antes;
como es un plazo, se esperará hasta ese plazo aunque la persona haya muerto (plazo
sujetado a una tercera persona).
Art. 765. El usufructo supone necesariamente dos derechos coexistentes, el del nudo
propietario y el del usufructuario.
Tiene por consiguiente una duración limitada, al cabo de la cual pasa al nudo
propietario, y se consolida con la propiedad.
Art. 770. El usufructo podrá constituirse por tiempo determinado o por toda la vida
del usufructuario.
Cuando en la constitución del usufructo no se fija tiempo alguno para su
duración, se entenderá constituido por toda la vida del usufructuario.
El usufructo constituido a favor de una corporación o fundación cualquiera, no
podrá pasar de treinta años.
Art. 771. Al usufructo constituido por tiempo determinado o por toda la vida del
usufructuario, según los artículos precedentes, podrá agregarse una condición,
verificada la cual se consolide con la propiedad.
Si la condición no es cumplida antes de la expiración de dicho tiempo, o antes
de la muerte del usufructuario, según los casos, se mirará como no escrita.
Art. 804. El usufructo se extingue generalmente por la llegada del día o el evento de
la condición prefijados para su terminación.
Si el usufructo se ha constituido hasta que una persona distinta del
usufructuario llegue a cierta edad, y esa persona fallece antes, durará sin embargo el
usufructo hasta el día en que esa persona hubiera cumplido esa edad, si hubiese
vivido.
Art. 773. La nuda propiedad puede transferirse por acto entre vivos, y transmitirse
por causa de muerte.
El usufructo es intransmisible por testamento o abintestato.
174
- Bienes Susceptibles de usufructo.
El CC no dice nada; la Doctrina considera que hay una amplia gama de bienes;
1) Universalidad de bienes o una cuota de ellos.
2) Especie o cuerpo cierto, o una cuota de el.
3) Bienes muebles o bienes inmuebles.
4) Bienes fungibles o no fungibles
5) Sobre derechos personales.
Usufructo
Cuando recae sobre bienes no consumibles. Es un titulo de mera tenencia
Llegada la época de su extinción, el nudo propietario tiene todas las acciones
que derivan del dominio para restituir la cosa (reivindicatoria, acciones
posesorias, etc)
En la teoría de los riesgos hay una tercera diferencia, como el usufructuario
mantiene la disposición el riesgo siempre es de él.
Cuasiusufructo
Cuando recae sobre bienes consumibles.
Es un título traslaticio de dominio, hace dueño al usufructuario de la cosa. 789
El nudo propietario tendrá una acción personal para pedir el pago; una
situación mas débil que la del usufructuario.
Traslación del riesgo; si la cosa se extingue por caso fortuito, se extingue para
el, pero permanece la obligación de restituir al que constituyo el
cuasiusufructo; el riesgo recae en el cuasiusufructuario.
Art. 772. Se puede constituir un usufructo a favor de dos o más personas, que lo
tengan simultáneamente, por igual, o según las cuotas determinadas por el
constituyente; y podrán en este caso los usufructuarios dividir entre sí el usufructo,
de cualquier modo que de común acuerdo les pareciere.
175
Si de hecho se constituyeren, los usufructuarios posteriores se considerarán
como substitutos, para el caso de faltar los anteriores antes de deferirse el primer
usufructo.
El primer usufructo que tenga efecto hará caducar los otros; pero no durará
sino por el tiempo que le estuviere designado.
- Plazo.
Plazo puede ser determinado, o por toda la vida. En personas jurídicas de un
máximo de 30 años. 773… Nunca puede faltar, aunque pueda acompañarlo una
condición; y operará la que se cumpla primero. Cuando no se dice nada del
plazo se entiende que es vitalicio.
Art. 773. La nuda propiedad puede transferirse por acto entre vivos, y transmitirse
por causa de muerte.
El usufructo es intransmisible por testamento o abintestato.
1) La Ley. 810… son los dos tipos de usufructos; pero no son propiamente
usufructos, sino un derecho legal de goce. Se tienen los derechos a usar, gozar
etc., la razón, es que el administrador, que es el marido el padre, incurre en
una serie de gastos que justifica que se haga dueño de los frutos. Por eso hay
una especie de usufructo legal, que es un derecho legal de goce (19.585, llamo
derecho legal de goce a este usufructo legal, queriéndose reparar esta
deficiencia conceptual del CC).
Art. 810. El usufructo legal del padre o madre de familia sobre ciertos bienes del hijo,
y el del marido, como administrador de la sociedad conyugal, en los bienes de la
mujer, están sujetos a las reglas especiales del título De la patria potestad y del título
De la sociedad conyugal.
3) Acto entre vivos. Si es por esta vía, siempre deberá ser por escritura pública.
767…
Art. 767. El usufructo que haya de recaer sobre inmuebles por acto entre vivos, no
valdrá si no se otorgare por instrumento público inscrito.
176
4) Prescripción. 2498 inc. 2º… 766 nº 4… Distinción; cuando un usufructo esta
bien constituido, la persona adquiere bien el usufructo. El único caso en que se
daría por prescripción sería cuando se realiza usufructo sobre cosa ajena; los
plazos de prescripción serán los mismos que el dominio. Es muy hipotético este
usufructo en el caso de los inmuebles.
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.
Art. 1337. El partidor liquidará lo que a cada uno de los coasignatarios se deba, y
procederá a la distribución de los efectos hereditarios, teniendo presentes las reglas
que siguen:
6ª Si dos o más personas fueren coasignatarios de un predio, podrá el partidor
con el legítimo consentimiento de los interesados separar de la propiedad el
usufructo, habitación o uso para darlos por cuenta de la asignación.
Art. 2418. La hipoteca no podrá tener lugar sino sobre bienes raíces que se posean en
propiedad o usufructo, o sobre naves.
Las reglas particulares relativas a la hipoteca de las naves pertenecen al
Código de Comercio.
177
Art. 793. El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y cederlo a quien quiera
a título oneroso o gratuito.
Cedido el usufructo a un tercero, el cedente permanece siempre directamente
responsable al propietario.
Pero no podrá el usufructuario arrendar ni ceder su usufructo, si se lo hubiese
prohibido el constituyente; a menos que el propietario le releve de la prohibición.
El usufructuario que contraviniere a esta disposición, perderá el derecho de
usufructo.
1) Obligaciones previas; antes de entrar en uso y goce de la cosa. Art. 775… 776
- Practicar inventario solemne. Es el que se hace previo decreto judicial y ante
funcionario competente (además hay algunas formalidades).
- Rendir caución de conservación y restitución.
Lo normal, es que el usufructo sea un contrato familiar, donde el constituyente releva
de la obligación de rendir caución y además se releva lo del inventario solemne. Esto
porque es bastante caro. Y la caución, más que ser cara, empeora la posición
crediticia personal.
Art. 775. El usufructuario no podrá tener la cosa fructuaria sin haber prestado
caución suficiente de conservación y restitución, y sin previo inventario solemne a su
costa, como el de los curadores de bienes.
Pero tanto el que constituye el usufructo como el propietario podrán exonerar
de la caución al usufructuario.
Ni es obligado a ella el donante que se reserva el usufructo de la cosa donada.
La caución del usufructuario de cosas fungibles se reducirá a la obligación de
restituir otras tantas del mismo género y calidad, o el valor que tuvieren al tiempo de
la restitución.
178
Art. 796. Serán de cargo del usufructuario las pensiones, cánones y en general las
cargas periódicas con que de antemano haya sido gravada la cosa fructuaria y que
durante el usufructo se devenguen. No es lícito al nudo propietario imponer nuevas
cargas sobre ella en perjuicio del usufructo.
Corresponde asimismo al usufructuario el pago de los impuestos periódicos
fiscales y municipales, que la graven durante el usufructo, en cualquier tiempo que se
haya establecido.
Si por no hacer el usufructuario estos pagos los hiciere el propietario, o se
enajenare o embargare la cosa fructuaria, deberá el primero indemnizar de todo
perjuicio al segundo.
Art. 798. Se entienden por obras o refacciones mayores las que ocurran por una vez o
a largos intervalos de tiempo, y que conciernen a la conservación y permanente
utilidad de la cosa fructuaria.
Art. 797. Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa
fructuaria, serán de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure
el usufructo, el interés legal de los dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que
exija la conservación de la cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el
usufructuario para libertar la cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su
costa, y el propietario se las reembolsará sin interés.
4) Obligaciones del usufuctuario una vez que se extingue el usufructo 764 y 787.
- Restituir la cosa fructuaria. Tener presente que el nudo propietario tiene la
accion reivindicatoria para pedir de vuelta la cosa.
- Caso del cuasiusufructo; la obligación es restituir cosas de igual calidad,
especie, etc. Y el nudo propietario tendrá un crédito, un derecho personal para
restituir lo debido. 789…
Art. 787. El usufructuario de cosa mueble tiene el derecho de servirse de ella según
su naturaleza y destino; y al fin del usufructo no es obligado a restituirla sino en el
estado en que se halle, respondiendo solamente de aquellas pérdidas o deterioros que
provengan de su dolo o culpa.
179
1) Puede enajenar la nuda propiedad 773.
Art. 773. La nuda propiedad puede transferirse por acto entre vivos, y transmitirse
por causa de muerte.
El usufructo es intransmisible por testamento o abintestato.
Art. 716. El simple lapso de tiempo no muda la mera tenencia en posesión; salvo el
caso del artículo 2510, regla 3ª.
6) 916.
Art. 916. Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o recuperar la posesión
de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos.
180
9) Derecho a los intereses por dinero ocupado en otras inversiones. 797…
Art. 797. Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa
fructuaria, serán de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure
el usufructo, el interés legal de los dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que
exija la conservación de la cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el
usufructuario para libertar la cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su
costa, y el propietario se las reembolsará sin interés.
11) Derecho al termino anticipado del usufructo en los casos del 809…
Art. 809. El usufructo termina, en fin, por sentencia de juez que a instancia del
propietario lo declara extinguido, por haber faltado el usufructuario a sus
obligaciones en materia grave, o por haber causado daños o deterioros considerables
a la cosa fructuaria.
El juez, según la gravedad del caso, podrá ordenar, o que cese absolutamente
el usufructo, o que vuelva al propietario la cosa fructuaria, con cargo de pagar al
fructuario una pensión anual determinada, hasta la terminación del usufructo.
Art. 797. Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa
fructuaria, serán de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure
el usufructo, el interés legal de los dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que
exija la conservación de la cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el
usufructuario para libertar la cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su
costa, y el propietario se las reembolsará sin interés.
Art. 801. El usufructuario no tiene derecho a pedir cosa alguna por las mejoras que
voluntariamente haya hecho en la cosa fructuaria; pero le será lícito alegarlas en
compensación por el valor de los deterioros que se le puedan imputar, o llevarse los
materiales, si puede separarlos sin detrimento de la cosa fructuaria, y el propietario
no le abona lo que después de separados valdrían.
Lo cual se entiende sin perjuicio de las convenciones que hayan intervenido
entre el usufructuario y el propietario relativamente a mejoras, o de lo que sobre esta
materia se haya previsto en la constitución del usufructo.
181
usufructo lo sostengo hasta que un 3° cumpla una cierta edad, y el mismo
muere antes de la edad prefijada, el usufructo se entiende hasta el minuto en
que hubiere cumplido dicha edad. (805).
Art. 804. El usufructo se extingue generalmente por la llegada del día o el evento de
la condición prefijados para su terminación.
Si el usufructo se ha constituido hasta que una persona distinta del
usufructuario llegue a cierta edad, y esa persona fallece antes, durará sin embargo el
usufructo hasta el día en que esa persona hubiera cumplido esa edad, si hubiese
vivido.
Art. 805. En la duración legal del usufructo se cuenta aun el tiempo en que el
usufructuario no ha gozado de él, por ignorancia o despojo o cualquiera otra causa.
Art. 780. Siendo dos o más los usufructuarios, habrá entre ellos derecho de acrecer, y
durará la totalidad del usufructo hasta la expiración del derecho del último de los
usufructuarios.
Lo cual se entiende, si el constituyente no hubiere dispuesto que terminado un
usufructo parcial se consolide con la propiedad.
182
Si todo el usufructo está reducido a un edificio, cesará para siempre por la
destrucción completa de éste, y el usufructuario no conservará derecho alguno sobre
el suelo.
Pero si el edificio destruido pertenece a una heredad, el usufructuario de ésta
conservará su derecho sobre toda ella
183
C) Uso y Habitación
(811) El derecho de uso es un derecho real, la primera diferencia que tiene con el
usufructo es que es un derecho limitado, y es personalísimo, intransmisible e
intransferible, porque en la práctica el constituyente hace un contrato de persona, que
una determinada persona goce de los frutos de una cosa para uso personal y familiar.
Esta entre el 811 y el 819. Es un derecho real y el titular puede perseguir la cosa de
mano de quien la tenga. El derecho es personalísimo pero aun así puede ganarse por
prescripción (2498). El derecho de uso y habitación es inembargable contenido en el
1618 Nº 9, 455 Nº 15 del código de procedimiento civil y el 1466.
Se constituye y extingue siguiendo las mismas reglas que el usufructo. Cuando se dice
que el juez de menores puede instituir usufructo sobre bienes, también se puede
instituir uso y habitación.
Art. 815. El uso y la habitación se limitan a las necesidades personales del usuario o
del habitador.
En las necesidades personales del usuario o del habitador se comprenden las
de su familia.
La familia comprende al cónyuge y los hijos; tanto los que existen al momento
de la constitución, como los que sobrevienen después, y esto aun cuando el usuario o
el habitador no esté casado, ni haya reconocido hijo alguno a la fecha de la
constitución.
Comprende asimismo el número de sirvientes necesarios para la familia.
Comprende, además, las personas que a la misma fecha vivían con el habitador
o usuario y a costa de éstos; y las personas a quienes éstos deben alimentos.
Art. 816. En las necesidades personales del usuario o del habitador no se comprenden
las de las industria o tráfico en que se ocupa.
Así el usuario de animales no podrá emplearlos en el acarreo de los objetos en
que trafica, ni el habitador servirse de la casa para tiendas o almacenes.
184
A menos que la cosa en que se concede el derecho, por su naturaleza y uso
ordinario y por su relación con la profesión o industria del que ha de ejercerlo,
aparezca destinada a servirle en ellas.
Art. 817. El usuario de una heredad tiene solamente derecho a los objetos comunes de
alimentación y combustible, no a los de una calidad superior; y está obligado a
recibirlos del dueño o a tomarlos con su permiso.
Art. 818. El usuario y el habitador deben usar de los objetos comprendidos en sus
respectivos derechos con la moderación y cuidado propios de un buen padre de
familia; y están obligados a contribuir a las expensas ordinarias de conservación y
cultivo, a prorrata del beneficio que reporten.
Esta última obligación no se extiende al uso o a la habitación que se dan
caritativamente a personas necesitadas.
Art. 819. Los derechos de uso y habitación son intransmisibles a los herederos, y no
pueden cederse a ningún título, prestarse ni arrendarse.
Ni el usuario ni el habitador pueden arrendar, prestar o enajenar objeto alguno
de aquellos a que se extiende el ejercicio de su derecho.
Pero bien pueden dar los frutos que les es lícito consumir en sus necesidades
personales.
185
D) Propiedad Fiduciaria
1. Concepto
Art. 733. Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de pasar a otra
persona, por el hecho de verificarse una condición.
La constitución de la propiedad fiduciaria se llama fideicomiso.
Este nombre se da también a la cosa constituida en propiedad fiduciaria.
La translación de la propiedad a la persona en cuyo favor se ha constituido el
fideicomiso, se llama restitución.
2. La solemnidad
El fideicomiso se constituye de manera solemne, va a depender de cual será el acto
por medio del cual se constituye, si este se constituye por acto entre vivos, necesita
escritura pública, si es por testamento, me sujeto a las solemnidades o formalidades
de cada tipo de testamento. Si el objeto del fideicomiso es bien inmueble debo
inscribirlo en el conservador de bienes raíces. Se discute si es solo tradición o
tradición y solemnidad. Si es solo tradición el título existe y solo falta la entrega, si
además es con solemnidad y esta no se cumple, se establece que el fideicomiso nunca
se constituyó. La mayoría de la doctrina considera la inscripción no como solemnidad
sino como un paso importante.
Si el fideicomiso es por testamento deja claro que la inscripción es mas bien una
solemnidad y no tradición, ya que no opera el modo de adquirir por tradición sino el
modo de causa de muerte, en este caso se dice que es solemnidad y otro un modo de
mantener intacta la historia de propiedad, mas de publicidad que de solemnidad.
De ahí, parte de la doctrina ha dicho que no se puede adquirir por tal vía, pues no se
contempla expresamente en el 735.
La otra parte de la doctrina usa el mismo argumento para decir que si se puede
adquirir por prescripción (2498 y 2512; el dominio se gana por prescripción, y de la
misma forma todos los derechos reales que no están exceptuados expresamente). El
tema es que es difícil ganar un fideicomiso por prescripción, igual que como pasa con
el usufructo; ¿Cuál sería el justo título para sentirse señor y dueño del fideicomiso? Es
una materia dudosa, pero se han encontrado casos en jurisprudencia en que se ha
ganado por prescripción usufructos, al menos.
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.
186
Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera
que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1.a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción
extraordinaria de diez años.
2.a El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.
187
si el fiduciario la enajena en vida, será siempre su muerte la que determine el día de
la restitución.
737… Pasa lo mismo que con el fiduciario; se pueden nombrar varios, que
pueden ser llamados en forma simultánea o como substitutos, pero esta
prohibido los fideicomisarios sucesivos.
Art. 737. El fideicomisario puede ser persona que al tiempo de deferirse la propiedad
fiduciaria no existe, pero se espera que exista.
739… la condición debe cumplirse en 5 años, sino se considera fallida. Con una
excepción; muerte del fiduciario, plazo elevado a condición.
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A esta condición de existencia pueden agregarse otras copulativa o
disyuntivamente.
Art. 739. Toda condición de que penda la restitución de un fideicomiso, y que tarde
más de cinco años en cumplirse, se tendrá por fallida, a menos que la muerte del
fiduciario sea el evento de que penda la restitución.
Estos cinco años se contarán desde la delación de la propiedad fiduciaria.
Art. 754. El propietario fiduciario tiene sobre las especies que puede ser obligado a
restituir, los derechos y cargas del usufructuario, con las modificaciones que en los
siguientes artículos se expresan.
a) fiduciario puede enajenar la cosa por actos entre vivos o sucesión por causa
de muerte, pero con cargo de mantenerla indivisa y respetando el gravamen de
la condición resolutoria de la cosa. La única prohibición es la del 751 inc. 2º, no
se puede enajenar cuando el constituyente lo ha prohibido, o cuando la
condición de restitución es la muerte del fiduciario.
Art. 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por
causa de muerte, pero en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y sujeta
al gravamen de restitución bajo las mismas condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya
prohibido la enajenación; ni transmisible por testamento o abintestato, cuando el día
prefijado para la restitución es el de la muerte del fiduciario; y en este segundo caso
si el fiduciario la enajena en vida, será siempre su muerte la que determine el día de
la restitución.
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Art. 758. Por lo demás, el fiduciario tiene la libre administración de las especies
comprendidas en el fideicomiso, y podrá mudar su forma; pero conservando su
integridad y valor.
Será responsable de los menoscabos y deterioros que provengan de su hecho o
culpa.
Art. 759. El fiduciario no tendrá derecho a reclamar cosa alguna en razón de mejoras
no necesarias, salvo en cuanto lo haya pactado con el fideicomisario a quien se haga
la restitución; pero podrá oponer en compensación el aumento de valor que las
mejoras hayan producido en las especies, hasta concurrencia de la indemnización que
debiere.
Art. 798. Se entienden por obras o refacciones mayores las que ocurran por una vez o
a largos intervalos de tiempo, y que conciernen a la conservación y permanente
utilidad de la cosa fructuaria.
Art. 909. El poseedor de buena fe, vencido, tiene asimismo derecho a que se le
abonen las mejoras útiles, hechas antes de contestarse la demanda.
Sólo se entenderán por mejoras útiles las que hayan aumentado el valor venal
de la cosa.
El reivindicador elegirá entre el pago de lo que valgan al tiempo de la
restitución las obras en que consisten las mejoras, o el pago de lo que en virtud de
dichas mejoras valiere más la cosa en dicho tiempo.
En cuanto a las obras hechas después de contestada la demanda, el poseedor
de buena fe tendrá solamente los derechos que por el artículo siguiente se conceden
al poseedor de mala fe.
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mejoras que deben ser pagadas, el fiduciario puede retener la cosa; se ejerce
via judicial. En los art. 754 y 800.
Art. 754. El propietario fiduciario tiene sobre las especies que puede ser obligado a
restituir, los derechos y cargas del usufructuario, con las modificaciones que en los
siguientes artículos se expresan.
Art. 800. El usufructuario podrá retener la cosa fructuaria hasta el pago de los
reembolsos e indemnizaciones a que, según los artículos precedentes, es obligado el
propietario.
c) Solicitar las indemnizaciones del fiduciario, por los perjuicios sobre la cosa por
su culpa 758…
Art. 758. Por lo demás, el fiduciario tiene la libre administración de las especies
comprendidas en el fideicomiso, y podrá mudar su forma; pero conservando su
integridad y valor.
Será responsable de los menoscabos y deterioros que provengan de su hecho o
culpa.
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d) A exigir que se le entregue la cosa, cumplida la condición
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