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Capítulo I

Parte introductoria

1. Introducción

En el curso anterior se vio de qué forma razona la dogmática jurídica frente a su


materia de estudio, generalmente el mismo sujeto, varia el enfoque de la disciplina. Lo
mismo ocurre al dividir el derecho civil o privado, cada parcela toma la relación
jurídica en distinto aspecto. También se expuso la parte mas abstracta del derecho
civil, y se llega a la construcción del negocio jurídico; es el instrumento para
concretar las relaciones jurídicas; la relación de derecho supone de sujetos, objetos y
un titulo que permite la atribución del objeto de un sujeto a otro, y se predique de
aquella relación la justicia, por eso la materia del derecho esta constituida por la
propiedad.

Pero no se debe entender esta propiedad como la propiedad sobre los derechos
reales, como es usado en el código, ahí alude a la cualidad abstracta de ser algo
propio de alguien, concepto que expresa como el derecho privado se encuentra al
servicio de la persona.

Persona se puede definir, según Boecio, como sustancia individual de naturaleza


racional, cuya propiedad característica es pertenecerse, es decir, ser de si mismo, lo
que es consecuencia de su carácter racional dado por su entendimiento y su libertad.
Este concepto, puede denotar el dominio de si mismo y de dirigir sus actos hacia
donde la persona quiere; elección que desde el punto de vista moral puede ser buena
o mala. Ésta propiedad, puesta en contacto con el mundo sensible, nos muestra como
el hombre puede apropiarse y servirse de los bienes que a partir de la naturaleza
puede obtener.

2. Bases
El destino universal de los bienes, como formulación de principio presenta
inconvenientes en su utilización, lo que hace que el Derecho desde una perspectiva
técnica, establezca categorías para permitir que la apropiación de los bienes cumpla
respecto de la mayor cantidad posible de personas la función que le es propia;
satisfacer las necesidades del hombre, operación que tiene también una clara
connotación económica, desde que la escasez obliga a que la distribución de los
bienes este sujeta a ciertas reglas.

Las lecturas del control muestran como el mercado se fija a ciertas reglas: de
propiedad, responsabilidad e inalienabilidad (Calabresi).

El Derecho de los bienes regula las distintas clases de bienes, clasificándolos en


categorías típicas. En la tradición continental puede decirse que la distinción
fundamental se da entre los bienes muebles e inmuebles, donde los segundos tienen
una regulación especial dada su mayor importancia económica. Esta regulación
especial se caracteriza por el hecho de que los actos y contratos que tienen por objeto
bienes inmuebles son solemnes. Además, los bienes inmuebles están sujetos a un
sistema registral.

Entre las facultades que se reconoce a las personas sobre las cosas, el derecho de
bienes regula fundamentalmente el dominio y la posesión, como las facultades más
plenas (en el plano jurídico y fáctico respectivamente) que se puede tener sobre ellas.
Puede decirse que la contradicción e interacción entre dominio y posesión atraviesan
todo el régimen jurídico de las cosas. Ello explica la atención que se le dedica a tratar

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materias como la prescripción adquisitiva, la acción reivindicatoria y las acciones
posesorias.

En este sentido, el derecho de cosas dedica gran atención a regular los modos de
adquirir el dominio, esto es, la tradición, la prescripción, la ocupación y la accesión. Si
bien la sucesión por causa de muerte es un modo de adquirir las cosas, como
disciplina jurídica tiene autonomía propia.

Asimismo regula los demás derechos reales, limitados o limitativos del dominio, sean
de garantía (prenda e hipoteca) o de goce (usufructo, uso o habitación, servidumbres).

Por último, dentro del derecho de cosas encontramos también a las acciones que
protegen o tutelan el ejercicio tanto de los derechos reales así como la posesión.

El Derecho de Bienes, o la disciplina de los derechos reales (como la llama Peñailillo),


cumple el rol u objetivo de:
a) Fijar o radicar los bienes en el patrimonio de cada individuo (regulando los
procesos o mecanismos para que se produzca esa radicación), y
b) Determinar los poderes o facultades que el sujeto tiene sobre ellos
(describiendo y regulando su ejercicio).
Por lo anterior se entiende la vinculación al Derecho de Obligaciones, que regula el
intercambio de bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades de los
individuos. En base a esa vinculación se va formando el denominado Derecho
Patrimonial.

Mirada esta forma, en que el derecho distribuye los bienes, se ven 2 tipos de
relaciones, ambas jurídicas y por tanto suponen un sujeto activo y un sujeto pasivo, lo
que varía en ellas es la consideración del objeto.

1) Los Derechos Reales: la consideración del objeto es tan importante que hace
que la figura del sujeto pasivo se diluya, o bien queda en estado de latencia y
solo se puede identificar cuando se produce la violación del derecho que
detenta el sujeto activo, estos son los derechos reales (articulo 577 CC: “el que
se tiene sobre una cosa sin respecto de determinada persona”, da la nota de
especificidad al derecho real, es decir el sujeto pasivo no es el preponderante).

Para ejercer su facultad el sujeto activo, no es relevante el sujeto pasivo


concurriendo con su acción, lo cual no importa que se proteja posteriormente
este derecho del sujeto activo; así se derivan las tutelas: judiciales y
extrajudiciales (autotutela), que pueden abarcar distintos ámbitos como penal
(hurto, etc.) y una tutela civil (respecto de las acciones reales), la cual
despliega amplios mecanismos para amparar al titular del derecho.

La tutela de los derechos reales puede ser judicial y extrajudicial. La tutela


judicial a su vez puede ser para varios ámbitos; tutela penal y tutela civil, la
cual despliega amplios mecanismos para amparar al titular del derecho, nos
centraremos en las acciones reivindicatoria y posesorias (ejemplo, Código de
Aguas remite al Código Civil, y las acciones posesorias tienen una forma de
tramitación bastante rápida).
Las acciones posesorias del Código han visto retroceder su eficacia, con la
aparición de los recursos constitucionales, precisamente por el carácter
cautelar que ambas tienen.

Ahí es cuando se muestran las características del derecho real, entre ellas;

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- Oponibilidad erga omnes, lo que supone, que cualquier persona debe
respetar la titularidad del sujeto activo, lo que permite al titular el uso de los
medios para reestablecerlo a la situación anterior al atentado (artículo 577: de
los derechos reales emanan acciones reales), o indemnizar la lesión del
derecho por parte de un tercero (artículo 2314).

Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada
persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos
derechos nacen las acciones reales.

Art. 2314. El que ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es
obligado a la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el
delito o cuasidelito.

- Derechos reales de garantía; los derechos reales admiten la


clasificación entre:
1. Derechos reales de goce: pues se hace aprovechamiento de la cosa en
sí, como el dominio, y las llamadas “desmembraciones” al dominio, que
suponen atribución parcial del derecho a un sujeto distinto del titular,
como el usufructo y el derecho de uso y habitación.
2. Derechos reales de garantía: aquí el aprovechamiento del titular no
es ejercido sobre la cosa en sí, sino sobre el valor que ella reporta; por
eso la facultad que tiene el titular del derecho para pagarse
preferentemente sobre otro, llamado derecho de preferencia; una
persona puede tener dada en hipoteca un bien raíz a un acreedor y
tener por otro lado deudas. Al minuto de hacer efectivo el crédito en el
patrimonio del deudor, el valor que reporte el bien raíz, debe atribuirse
al titular del derecho de garantía. El estudio de las preferencias
corresponde a la teoría general de las obligaciones.

2) Los Derechos Personales


La otra forma de relacionarse con las cosas va mas allá; no considera solo los
derechos que se tienen sobre las cosas, sino también los servicios. Ellos
tienden hacia un objeto que se denomina prestación, entendiendo por tal
ciertos comportamientos que una persona debe desplegar, consistentes en dar,
hacer o no hacer alguna cosa (artículo 1438 CC). Asimismo, las cosas que se
tienen por un derecho real, es necesario aprovecharlas, tanto física como
naturalmente, pudiendo aprovecharse también jurídicamente, lo que se hace a
través de contratos.

Art. 578. Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de
ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído
las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el
dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las
acciones personales.

Art. 1438. Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con
otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas
personas.

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En los derechos personales, o créditos, la consideración del sujeto pasivo es lo
relevante para que el contenido del derecho se actualice; por esto solo pueden
reclamarse de ciertas personas, el contenido del derecho personal viene dado
por la extensión de su objeto, el que es la prestación, y ahora ya no es la cosa
considerada en sí, sino la cosa tipológicamente reconstruida según el interés o
propósito practico (causa, artículo 1467 CC) perseguido por el acreedor, por lo
cual la misma cosa puede ser objeto de distintos propósitos.

Art. 1467. No puede haber obligación sin una causa real y lícita; pero no es necesario
expresarla. La pura liberalidad o beneficencia es causa suficiente.
Se entiende por causa el motivo que induce al acto o contrato; y por causa
ilícita la prohibida por ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público.
Así la promesa de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de
causa; y la promesa de dar algo en recompensa de un crimen o de un hecho inmoral,
tiene una causa ilícita.

Ésta consideración del interés se hace esencial, y es la que permite determinar


si la prestación es o no la que originalmente se convino, y por lo tanto si hubo
cumplimiento, que es lo que extingue la obligación. Así luego veremos que, en
el nuevo derecho de contratos (Convención de Viena sobre compraventa
internacional de mercaderías, Principios de derecho europeo de contratos), se
introduce una nueva categoría, como es la falta de conformidad, que se da
cuando ella no cumple con la proyección ideal que se buscaba al momento de
contratar.

Por su parte, el deudor contrae una obligación correlativa, que es el deber


jurídico de efectuar la prestación, y si no cumple, el acreedor podrá exigirla
forzadamente, ahí entra en operación el principio de garantía patrimonial
universal del artículo 2465.

Art. 2465. Toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su


ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o
futuros, exceptuándose solamente los no embargables, designados en el artículo
1618.

Así el deudor se obliga a efectuar la prestación, y también asume el riesgo de


que si no cumple en los términos convenidos, el acreedor podrá cumplir
forzadamente su derecho en su patrimonio, por ejecución forzada de embargo
y venta de los bienes del deudor. El modo lo reconoce el artículo 2469, con la
ejecución forzada.

Art. 2469. Los acreedores, con las excepciones indicadas en el artículo 1618, podrán
exigir que se vendan todos los bienes del deudor hasta concurrencia de sus créditos,
inclusos los intereses y los costos de la cobranza, para que con el producto se les
satisfaga íntegramente si fueren suficientes los bienes, y en caso de no serlo, a
prorrata, cuando no haya causas especiales para preferir ciertos créditos, según la
clasificación que sigue.

Esta es la forma en que la persona entra en contacto con el mundo sensible y así la
persona puede aplicar los derechos en la realidad jurídica, y se muestra cómo la
propiedad le permite aprovecharse de los bienes naturales o los bienes creados a
partir de ella.

Falta el concepto genérico de propiedad tomado de Fernández Concha. Revisar en el t.


I: materia del derecho.

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3. Fijación del concepto de Cosa y Bien

Art. 565. Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales. Corporales son las
que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como una casa, un
libro. Incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las
servidumbres activas.

Concepto de Cosa

El artículo 565 hace suponer que para el código “bien” y “cosa” son diferentes.

Guzmán Brito ha explicado que ese articulo por la expresión “bienes”, alude al
patrimonio de una persona, (expresado con el concepto “in bonis” del Derecho
romano), el patrimonio se compone por bienes corporales (tienen un ser real que
pueden percibir los sentidos) o incorporales (son los que constituyen meros derechos).

A continuación el artículo define lo que son las cosas, usando un criterio de origen en
los glosadores, que no fue seguida por las codificaciones del siglo XIX y XX. El Código
Civil chileno prefiere contraponer cosas corporales (ser real) a las incorporales (que
son aquellas que no pueden percibirse por los sentidos, ni las que no tienen un ser
real, sino que consisten en meros derechos; que pueden ser reales o personales).

El sistema jurídico toma el concepto de cosa corporal para indicar las clases de bienes
que regula. Por ejemplo:

Art. 580. Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo
sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre
un inmueble, es inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la
finca comprada, es inmueble; y la acción del que ha prestado dinero, para que se le
pague, es mueble.

Art. 715. La posesión de las cosas incorporales es susceptible de las mismas calidades
y vicios que la posesión de una cosa corporal.

El artículo 715, sin perjuicio de su concepto de cosas corporales e incorporales.


Mantiene el problema de que son las “cosas”.

“Cosa” aparece en los romanos ligado a las cosas corporales; concepto insuficiente
frente al 565. Además deja fuera ciertas entidades que, no siendo derechos, tampoco
poseen una corporeidad, o no al menos la del código. Es lo que ocurre con otras cosas
inmateriales (las producciones del talento y el ingenio, artículo 584 CC.), los bienes
intangibles y las energías.

Así se busca un concepto más comprensivo de “cosa”. Se dice, entonces, que “son
cosas todo lo que tiene un ser real percibible por cualquier sentido, con excepción de
las personas”. Esta operación es propia del positivismo: dividir el espectro jurídico
entre las cosas y las personas; pero es un obstáculo entender los bienes así, cuando
ciertas partes del cuerpo humano se pueden considerar bienes (por ejemplo, placenta,
riñones, etc.) Incluso, la extensión del concepto persona va a determinar hasta donde
se pueden realizar determinados actos (piénsese en el aborto y la eutanasia).

El problema de definir cosa se agrava por el artículo 19 Nº 24 de la Constitución: La


Constitución asegura a todas las personas: El derecho de propiedad en sus diversas
especies sobre toda clase de bienes corporales o incorporales.

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Se agrava, pues, cuando se regula el derecho de propiedad, si bien viene de la
reforma de la Ley 16.640 a la Constitución anterior, en el actual texto se perfecciona
el concepto de propiedad, en la medida en que el constituyente asegura a toda
persona la propiedad sobre toda clase de cosas, corporales e incorporales y ahí entra
el concepto de bien con un carácter mas jurídico que el concepto de cosa.

Concepto de Bien

“Bien” son aquellas cosas que siendo susceptibles de prestar una utilidad al hombre,
son susceptibles de propiedad, entendiendo propiedad, no en sentido estricto del CC
sino como una titularidad sobre bienes. Pues hay bienes cuya titularidad se haya
diluida (como los bienes nacionales de uso público: artículo 590 CC).

Se ha entendido que esta propiedad del artículo 19 se estaría refiriendo al menos a un


elemento de utilidad y patrimonialidad del derecho, lo cual excluiría aquellos derechos
sin un contenido patrimonial; lo que no ha tenido seguimiento en la jurisprudencia;
que ha dicho lo contrario.

Sin embargo, veremos que el artículo 19 Nº 24, presenta tres problemas

1) Determinar cuando hay privación y cuando hay limitación, dado que el inciso
2º señala: Sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de
usar, gozar y disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de
su función social.
Lo anterior sólo es posible previa expropiación e indemnización. Las
limitaciones estarían contempladas en razón de la función social, llamada la
expropiación indirecta (la que presenta el problema de hasta donde puede una
norma afectar el derecho mismo… visto en el problema de la Ley de Efecto
Retroactivo de las leyes).

2) Determinar hasta donde se extiende la protección; sabemos que bienes


incorporales son los meros derechos, sin embargo hay que dividir entre
derechos adquiridos de meras facultades, que en ciertas ocasiones la
jurisprudencia ha considerado protegidas por este 19 Nº 24.

3) Derogación tacita que operaria respecto de la LER, respaldado incluso en las


actas de la comisión constituyente. Así la retroactividad estaría garantizada
por la protección que se da a la propiedad en el citado artículo.

También cuesta determinar el nivel de utilidad que debe prestar una cosa para ser
considerada un bien. Peñailillo habla que se entendería que la utilidad estaría dada
por el nivel mínimo de satisfacción para las necesidades humanas, lo que deja sujeto
el concepto de bien a una noción bastante subjetiva y extensible. Por eso se puede
concluir que la determinación entre cosa y bien, presenta el obstáculo que una
definición dada topa con ciertas situaciones que se han admitido del concepto; por lo
que deberá definirse para cada caso concreto.

Sin embargo, el Código Civil, al abrir el tema usa indistintamente ambos términos, por
lo que el problema no tendría mayor relevancia, por lo tanto hay que discutir si es
necesario este debate.

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Capítulo II
Clasificación de los Bienes

Art. 565. Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales.


Corporales son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los
sentidos, como una casa, un libro.
Incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las
servidumbres activas.

Las clasificaciones han sido ampliadas por la doctrina, para distintos efectos. Por
ejemplo, desentrañar el sentido del código en cosas fungibles, no fungibles, etc.,
cuando en verdad ha querido hablar de las cosas consumibles (artículo 575).

Las clasificaciones aplican a cosas corporales e incorporales, como lo dicen los


artículos 580 y 581.

Art. 580. Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo
sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre
un inmueble, es inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la
finca comprada, es inmueble; y la acción del que ha prestado dinero, para que se le
pague, es mueble.

Art. 581. Los hechos que se deben se reputan muebles. La acción para que un artífice
ejecute la obra convenida, o resarza los perjuicios causados por la inejecución del
convenio, entra por consiguiente en la clase de los bienes muebles.

1. Bienes muebles e inmuebles

Art. 566. Las cosas corporales se dividen en muebles e inmuebles.

Art. 567. Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea
moviéndose ellas a sí mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes),
sea que sólo se muevan por una fuerza externa, como las cosas inanimadas.
Exceptúanse las que siendo muebles por naturaleza se reputan inmuebles por
su destino, según el artículo 570.

A) Cosas muebles,

Son las que pueden transportarse de un lugar a otro sin detrimento de su


sustancia. El carácter de cosa mueble viene dado por el segundo elemento de la
definición. Clases de bienes muebles;
1) Las cosas inanimadas; muebles que para trasladarse requieren de una fuerza
extrínseca que las haga moverse, ejemplo piedra.
2) Cosas muebles se moviente; pueden trasladarse por una fuerza intrínseca,
ejemplo animales.
3) Cosas muebles por anticipación; concepto en el artículo 571

Art. 571. Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos, como las
yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se
reputan muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho
sobre dichos productos o cosas a otra persona que el dueño.
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y
a las piedras de una cantera.

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En general son cosas inmuebles, que para facilitar su trafico jurídico, la ley las
reputa muebles a efectos de constituir derechos sobre un tercero. Entre las
diferencias de cosas muebles e inmuebles, las inmuebles requieren para
venderse escritura pública, y la tradición de inmuebles requiere registro en el
conservador de bienes raíces, esa es la importancia de este articulo y
distinción.

B) Bienes inmuebles o raíces;

El artículo 568 indica que son las cosas que no pueden transportarse de un lugar a
otro.

Art. 568. Inmuebles o fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden
transportarse de un lugar a otro; como las tierras y minas, y las que adhieren
permanentemente a ellas, como los edificios, los árboles.
Las casas y heredades se llaman predios o fundos.

Clasificación de los inmuebles:

1) Inmuebles por naturaleza (primera parte del artículo 568); las que
efectivamente no se pueden trasladar; como las tierras o las minas. Aunque las
últimas tienen un tratamiento especial por disociación entre la titularidad
genérica de los yacimientos que pertenecen al Estado, y la posibilidad de
aprovecharse de esos yacimientos, otorgados a privados previa concesión. Los
minerales en cambio son muebles por anticipación.

2) Inmuebles por adherencia; son las cosas por naturaleza muebles, pero que
adhieren permanentemente a un inmueble por naturaleza. A esta clase
pertenecen edificios, o árboles, dice el artículo 568. El artículo 569 habla de las
plantas; que son inmuebles mientras adhieren al suelo por sus raíces, a menos
que estén en macetas o cajones trasladables.

Artículos 572 y 573 también hablan de esta categoría.

Art. 572. Las cosas de comodidad u ornato que se clavan o fijan en las paredes
de las casas y pueden removerse fácilmente sin detrimento de las mismas
paredes, como estufas, espejos, cuadros, tapicerías, se reputan muebles. Si los
cuadros o espejos están embutidos en las paredes, de manera que formen un
mismo cuerpo con ellas, se considerarán parte de ellas, aunque puedan
separarse sin detrimento.

Art. 573. Las cosas que por ser accesorias a bienes raíces se reputan
inmuebles, no dejan de serlo por su separación momentánea; por ejemplo, los
bulbos o cebollas que se arrancan para volverlas a plantar, y las losas o piedras
que se desencajan de su lugar, para hacer alguna construcción o reparación y
con ánimo de volverlas a él. Pero desde que se separan con el objeto de darles
diferente destino, dejan de ser inmuebles.

De las cosas de ornato o comodidad, que se reputan muebles, que sin


embargo, si se encuentran embutidas al inmueble, se reputan inmuebles, aun
cuando puedan separarse de las mismas sin detrimento de su sustancia. El
articulo 573, dice que las que se reputan accesorias, no dejan de serlo por su
separación momentánea, ejemplo, la cerámica, en cuando adhiere

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permanentemente al suelo, es inmueble por adherencia, por eso si se las retira
no dejan de ser por eso inmueble, pero si cuando se separan para un bien
diferente.

3) Inmuebles por destinación (artículo 570).

Art. 570. Se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las cosas que
están permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, sin
embargo de que puedan separarse sin detrimento. Tales son, por ejemplo:
Las losas de un pavimento;
Los tubos de las cañerías;
Los utensilios de labranza o minería, y los animales actualmente destinados al
cultivo o beneficio de una finca, con tal que hayan sido puestos en ella por el dueño de
la finca;
Los abonos existentes en ella, y destinados por el dueño de la finca a
mejorarla;
Las prensas, calderas, cubas, alambiques, toneles y máquinas que forman
parte de un establecimiento industrial adherente al suelo, y pertenecen al dueño de
éste;
Los animales que se guardan en conejeras, pajareras, estanques, colmenas, y
cualesquiera otros vivares, con tal que éstos adhieran al suelo, o sean parte del suelo
mismo, o de un edificio.

También son bienes muebles que están destinados permanentemente al uso,


cultivo o beneficio de un inmueble. Sin embargo que puedan separarse sin
detrimento de su sustancia. Así el carácter inmueble viene de un vínculo físico.
Aquí el vínculo que une al inmueble es de carácter funcional; la cosa puede
separarse del inmueble sin deterioro, pero el vínculo esta dado por su utilidad
al inmueble. Así el código plantea ejemplos; la mayoría de las cosas destinadas
en realidad son inmuebles por adherencia, o bien pueden trasladarse de un
lugar a otro sin detrimento de su sustancia. Pertenecen a esta categoría; lozas,
tubos de cañerías, utensilios de labranza o minería, y animales de una finca
puestos ahí por su mismo dueño, es decir la destinación.

La destinación también la podría hacer cualquiera en virtud de un titulo que


indique que esta aprovechando el inmueble. Luego habla de los abonos; aun sin
utilizar. Prensas calderas, etc., con la misma prevención anterior para las
industrias. Los animales de conejeras, pajareras, etc., con tal que formen parte
del edificio; no es el vivar el que se considera inmueble por destinación, sino
los animales que están en sus interiores. La enumeración que hace el 570, y las
precisiones son a titulo meramente ejemplar, y es posible considerar como
tales a otra clase de bienes; entendido así por el artículo 5º del código de aguas
(también respecto de las aguas hay diferenciación entre el agua misma y su
titularidad). Entonces las aguas también son inmuebles por destinación.

Código de Aguas
Art. 5° Las aguas son bienes nacionales de uso público y se otorga a los particulares
el derecho de aprovechamiento de ellas, en conformidad a las disposiciones del
presente código.

Código Civil1

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Cada vez que se cita algún artículo, si no se indica el código o cuerpo normativo, se entenderá alusión al
Código Civil Chileno, a menos que por el contexto se deduzca claramente otra normativa.

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Art. 574. Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles sin otra
calificación, se comprenderá en ella todo lo que se entiende por cosas muebles, según
el artículo 567.
En los muebles de una casa no se comprenderá el dinero, los documentos y
papeles, las colecciones científicas o artísticas, los libros o sus estantes, las medallas,
las armas, los instrumentos de artes y oficios, las joyas, la ropa de vestir y de cama,
los carruajes o caballerías o sus arreos, los granos, caldos, mercancías, ni en general
otras cosas que las que forman el ajuar de una casa.

Art. 20. Las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio, según el
uso general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido
expresamente para ciertas materias, se les dará en éstas su significado legal.

El Artículo 574 habla de “bienes muebles” de acuerdo al articulo 567; y según


el artículo 20 del Código Civil, aquí predominaría para esta materia el sentido
legal. El mismo 574 define los “muebles de una casa”, en ellos no se
comprenden dinero, colecciones científicas, ni en general el ajuar de una casa.

C) Importancia de distinguir muebles e inmuebles

- De acuerdo al artículo 1801; venta de cosas inmuebles debe hacerse por escritura
pública, no así la de muebles que puede hacerse por escritura privada (como los
muebles por anticipación).

Art. 1801. La venta se reputa perfecta desde que las partes han convenido en la cosa
y en el precio; salvas las excepciones siguientes.
La venta de los bienes raíces, servidumbre y censos, y la de una sucesión
hereditaria, no se reputan perfectas ante la ley, mientras no se ha otorgado escritura
pública.
Los frutos y flores pendientes, los árboles cuya madera se vende, los
materiales de un edificio que va a derribarse, los materiales que naturalmente
adhieren al suelo, como piedras y sustancias minerales de toda clase, no están sujetos
a esta excepción.

- También para efectos de la tradición (artículo 670) tiene un tratamiento distinto. En


muebles se verifica significando el dueño al adquiriente, figurando por alguno de los
modos del artículo 684. Respecto de los muebles por anticipación esta en el 685,
respecto la tradición de frutos. La tradición de inmuebles se efectúa por inscripción
en el conservador de bienes raíces; sin perjuicio de los derechos constituidos sobre
determinados muebles, que también estén sujetos a inscripción (como automóviles en
el registro de vehículos motorizados).

-Además los plazos de prescripción adquisitiva ordinaria, el plazo varía en el caso de


los muebles en 5 años.

-También existen modos de adquirir el dominio que solo se predican respecto de los
muebles; como la “ocupación” (artículo 606; adquisición de las cosas que no
pertenecen a nadie mediante su aprehensión material), procede respecto de los
muebles porque el código establece expresamente en el artículo 590:

Art. 590. Son bienes del Estado todas las tierras que, estando situadas dentro de los
límites territoriales, carecen de otro dueño.

Por lo tanto los bienes inmuebles nunca carecen de titular.

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- Las acciones posesorias, destinadas a amparar la posesión de un bien, solo procede
respecto de los bienes raíces y de los derechos constituidos en ellos.

Art. 916. Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o recuperar la posesión
de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos.

- En materia penal, los delitos de hurto y robo solo proceden respecto de cosas
muebles, en cambio respecto de los inmuebles existe el delito de usurpación, que
también aplica a los derechos constituidos en ellos.

- Los derechos reales de garantía (aquellos que aseguran el cumplimiento de una


obligación, cuyo titular puede ejercerlo sin respecto a otro) son la prenda, la hipoteca
y el censo (con ciertas prevenciones). La Prenda recae sobre bienes muebles, además
que la Ley de mercado de capitales 2, regula pormenorizadamente el tema de la
prenda en inmuebles por destinación. En cambio con los inmuebles, cabe el derecho
real de hipoteca. Pero existen ciertos muebles que dada su cuantía, son susceptibles
de ser hipotecados; como las aeronaves y las naves de mas de 50 toneladas de
registro grueso.

- Efectos de la ejecución forzada de las obligaciones, que si bien atiende a la


clasificación entre dar hacer o no hacer, la distinción tendrá importancia para
particularidades del proceso de ejecución.
- Respecto de los inmuebles; clasificaciones entre predios rústicos y no rústicos, y
urbanos y no urbanos; que no tiene aplicación respecto de los muebles. Así la Ley
agraria decía que eran rústicos los que tenían aptitud agrícola, forestal o ganadera; la
Ley de arrendamiento de predios urbanos en cambio (18.101), distingue entre predios
urbanos y rurales, los urbanos son los que están dentro del radio urbano, dada por el
plano regulador de la ciudad. Se excluyen algunos predios porque poseen esta aptitud
agrícola que los hace que sean excluidos de la misma ley, y existe un decreto ley
respecto del arrendamiento de predios rústicos. Así hay dos criterios para dividir: uno
geográfico (Ley de urbanismo y construcción) y otro utilitario (Ley 18.101).

2. Cosas Incorporales: Derechos Reales y derechos Personales

A) Introducción

Cuando el artículo 565 comienza el libro, divide los bienes en cosas corporales e
incorporales. La clasificación de las incorporales, no ha sido recogida por todo código
y es una excepción en el mismo texto legal.

Se dice que las cosas incorporales son meros derechos, así el Código Civil opera una
“cosificación” de los derechos, pues luego se equipara cosas corporales e
incorporales. (artículos 565, 583, 715). Se ha entendido en doctrina que solo cabría
posesión respecto de los derechos reales, dado que supone el ejercicio de hecho del
contenido del derecho, por lo tanto no cabría respecto de los derechos personales,
dado que es una relación de apariencia que requiere un vínculo con la cosa.

Art. 576. Las cosas incorporales son derechos reales o personales.

Luego dice el artículo 576 que las cosas incorporales son derechos reales o
personales. O sea que ese concepto de mero derecho se puede dividir en 2 categorías.

Los artículos siguientes dan un concepto de cada uno de ellos.

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Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada
persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos
derechos nacen las acciones reales.

Art. 578. Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de
ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído
las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el
dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las
acciones personales.

B) Bases propedéuticas para hacer la distinción

La distinción entre ambas categorías es importante porque la construcción del


Derecho Patrimonial (cuerpo de derecho privado con exclusión del que se refiere a las
personas y la familia) se basa en esta distinción; así los libros 2, 3 y 4 parten de esta
división para regular.

El Capitulo de Derecho Patrimonial (libro de bienes) busca fijar las titularidades que
una persona puede tener sobre una cosa (particularización de la propiedad en cuanto
materia del Derecho), y determinar el contenido que esta titularidad que pueden
tener. Para el Libro II son los derechos reales. Salvo el articulo 565 y el articulo 605
con el que termina el título dedicado a los bienes nacionales; todo el resto del libro II
explica los modos de adquirir dominio, definir y fijar contenido de las limitaciones o
desmembraciones al dominio, para concluir regulando la acción de dominio y acción
reivindicatoria (Peñailillo las distingue, y habría una acción innominada del dominio,
pues piensa que no habría que circunscribir la acción de dominio a la reivindicatoria).

La jurisprudencia ha defendido la institución del dominio por medio del precario; que
es una institución que toma Bello del Código Civil de Bavaria, y con regulación
sintética que en sus comienzos no vio lo que la jurisprudencia fue extendiendo
(artículos 2194 y 2195), los supuestos se refieren al comodato precario, pero el
segundo se refiere al precario únicamente (“constituye también precario…).

Art. 2194. El comodato toma el título de precario si el comodante se reserva la


facultad de pedir la restitución de la cosa prestada en cualquier tiempo.

Art. 2195. Se entiende precario cuando no se presta la cosa para un servicio


particular ni se fija tiempo para su restitución.
Constituye también precario la tenencia de una cosa ajena, sin previo contrato
y por ignorancia o mera tolerancia del dueño.

El Código Civil termina hablando de las acciones de protección del dominio y la


posesión, pero mirada la posesión no en si, sino en cuanto se conecta al dominio.

El Libro III hace lo propio tratando de la herencia, en que nuevamente se distingue el


derecho real de herencia y los derechos personales (por deudas, pero también pueden
haber deudas testamentarias, que podrían adquirir los legatarios contra la sucesión,
hay legatarios de especie y de género).

El Libro IV refiere a las obligaciones (aspecto pasivo de los derechos personales) y sus
principales fuentes; hechos jurídicos considerados por la ley como productores de
obligaciones, explica la necesidad en que se encuentra una persona de realizar una

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prestación y además la facultad que tiene el acreedor de ver satisfecho aquello que
con la obligación persigue. Técnicamente no es la prestación en sí lo que el acreedor
persigue, sino un interés aparte; el acreedor persigue un cierto statu quo, o cierta
permanencia de un estado que es el que busca asegurar (ejemplo; comerciante vende
establecimiento, y establece en cláusula que el otro no podrá establecer negocio cerca
ni competir; no le interesa que no compita, sino asegurar cierta estabilidad comercial)
por eso, se dice que quiere explicar la facultad del acreedor de exigir lo que esperaba.
Así esta categoría de derechos reales y personales articula todo lo que es el Derecho
Patrimonial.

El Derecho de Familia se soporta en una estructura un poco diferente a estos


derechos personales y reales, pues generalmente las facultades que se conceden
según este Derecho están concedidas no necesariamente a favor del titular, sino que
puede estar funcionalizada a otra persona. Así la estructura del Derecho de Familia
atiende al la perfección de la familia, mas que al titular de los derechos.

Una segunda consideración se refiere al nacimiento histórico de la distinción. El


Derecho Romano es Derecho de estructura judicialista, por lo que mas que soportar el
tema jurídico sobre los derechos subjetivos (que es lo que hace nuestro sistema), lo
hace a partir del concepto de acción. Más que haber una acción para proteger un
derecho, en el Derecho Romano es a la inversa; el derecho (cierta facultad subjetiva),
no viene dada por la existencia de una titularidad anterior, sino por la acción que se
tiene para proteger el derecho. Pero había acciones ex-rem y ex-persona, de donde
nace esta distinción entre derechos reales y derechos personales, sobre todo a partir
de la creación de la categoría del derecho subjetivo, en el cual hay discusiones.

Unos dicen que la creación seria de Guillermo de Occam, franciscano y luego


excomulgado por sus ideas heréticas, otros los sitúan mas tardíamente, pero con
Savigny en el siglo XIX aparece ya con cierta centralidad el concepto de derechos
subjetivos. Las percepciones de derecho subjetivo varían según la línea de Derecho
que se sigue; ya sea una regla o una facultad. El concepto de derecho subjetivo en
Kelsen, por ejemplo, es coercitivo.

La distinción del campo de operación de los derechos reales y personales.

Tercera consideración: La partición del Derecho Objetivo entre privado y público, una
de las diferencias se hace apreciando las reglas, principios e instituciones que las
componen. Cuando se observa el Derecho Público, existe de principio de juridicidad o
legalidad que constriñe la libertad del funcionario que debe actuar, imponiendo cierto
determinismo. Y en cuanto a las instituciones, una de los conceptos es la “potestad”;
para actuar en un interés en beneficio de la comunidad, y esa debe ser la línea de los
órganos del Estado, pues debe mirar al Bien Común, en la satisfacción de necesidades
públicas.

Cuarta consideración preliminar, existe clasificación entre derechos absolutos y


derechos relativos.
Los derechos reales son absolutos, y los derechos personales son relativos (en cuanto
suponen la actuación del sujeto pasivo, en una primera etapa, pues cuando
distinguíamos entre los derechos reales y los derechos personales, mencionábamos el
artículo 2465 (garantía patrimonial universal), así quien se obliga dar cierta
prestación, también se obliga a soportar que la prestación sea cumplida a costa de sus
bienes, así en la etapa de cumplimiento forzado la mediatez no esta en la persona del
deudor).

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Pero también en esta categoría entran otras construcciones; el caso de los derechos
de la personalidad (sì es que éstos son verdaderamente derechos, vid. Widorw, El
hombre, animal político), o aun los derechos fundamentales.

Quinta consideración; así como el derecho subjetivo admite tantas teorías como
ideologías jurídicas se puedan concebir lo propio ocurre con el binomio derechos
personales /derechos reales.

La Teoría Clásica propuesta por Savigny, y Aubry et Rau, que se basaron en Zacharie,
es la que adopta el Código Civil Chileno, y supone decir tajantemente, que el derecho
real se ejerce directamente sobre una cosa, por tanto en su estructura se puede
detectar un sujeto activo (titular) y un objeto de derecho (la cosa), como hay
inmediatez del ejercicio de la titularidad, no se puede suponer la existencia de un
sujeto pasivo.

La Teoría Obligacionista, busca construir el concepto de derecho real no excluido del


derecho personal, sino mas bien tomar el concepto de derecho personal, más bien, la
relación jurídica obligatoria y en semejanza a ella ofrecer un concepto de derecho
real; teoría mas antigua, pero su difusión se debe a Marcel Planiol, aquí se dice que se
puede detectar en la estructura del derecho personal, no solo un sujeto activo
(acreedor), objeto (prestación debida por el deudor), sino también un sujeto pasivo
(que es el deudor), este sujeto pasivo en el derecho real estaría dada por la
colectividad en su conjunto. Significa que como en el derecho personal solo se puede
exigir cumplimiento al deudor, en el derecho real el respeto del derecho puede ser
exigido sobre una persona determinada ó también de la colectividad (responsabilidad
extra-contractual artículo 2314, y 2315 habla de los que pueden pedir la
indemnización).

Art. 2314. El que ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es
obligado a la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el
delito o cuasidelito.

Art. 2315. Puede pedir esta indemnización no sólo el que es dueño o poseedor de la
cosa que ha sufrido el daño, o su heredero, sino el usufructuario, el habitador o el
usuario, si el daño irroga perjuicio a su derecho de usufructo o de habitación o uso.
Puede también pedirla en otros casos el que tiene la cosa con obligación de responder
de ella; pero sólo en ausencia del dueño.

La Responsabilidad extra-contractual busca defender la titularidad sobre un derecho


real, así cualquier persona que realice una conducta que lesione ese derecho real, es
obligado a repararlo, luego la responsabilidad aquiliana o extra-contractual también
se ha extendido a la protección del crédito (o derechos personales). Entonces los
derechos personales ya no pueden ser violados sólo por el sujeto pasivo, sino también
por otra persona que entre lesionando el derecho. Así el ámbito de eficacia va
suponiendo grados. El contrato se considera hecho jurídico, y en tanto tal, se exige
respeto, de esto se sigue que los derechos personales puedan ser lesionados por
terceros distintos del deudor. Se ha replicado a esta 2ª teoría que el deber de respeto
que debe observar la comunidad respecto del derecho real, no va tanto por la
existencia de una obligación impuesta a la colectividad, sino, con la aplicación del
principio de “neminem laedere”; que es aquel que se encuentra en la base de la
responsabilidad extra-contractual, que es el deber de no dañar a otro. Por lo tanto,
estaría dado por un deber general anterior que obliga a la sociedad a no afectar los
intereses ajenos.

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Además han aparecido ciertas figuras limítrofes entre las figuras de derecho real y
personal, atenuando la separación clásica. Estas son las “cargas reales” y
“obligaciones propter rem”.

Estas figuras suponen que el titular de un derecho real, no solo posee ya la facultad
de ejercer el contenido del derecho, sino también, que en cuanto es titular del mismo
se encuentra sujeto a determinadas obligaciones (ejemplos, (i) el dueño de un
departamento, que es una unidad en la ley de co-propiedad inmobiliaria, los gastos
comunes siguen a la unidad; (ii) artículo 2032 respecto del censo; (iii) lo mismo ocurre
con los derechos de aprovechamiento de agua, lo mismo la ley de caminos). Las
obligaciones propter rem introducen a la estructura de derechos reales ciertas
obligaciones que incumben a quien sea el titular del derecho. Artículo 823 también,
que habla de las servidumbres negativas y positivas (solo consiste en dejar hacer), las
positivas imponen hacer algo.

Art. 2032. Tendrá el censuario la obligación de pagar el canon de año en año, salvo
que en el acto constitutivo se fije otro período para los pagos.

C) Conceptos de derecho personal y derecho real:

Artículos 577 derechos reales y 578 derechos personales

D) Comparación entre derecho real y derecho personal.

Si se separan así según el 576, quiere decir que la concepción en que cada uno de
ellos se entiende será distinta, por lo que se puede comparar atendiendo tanto a la
esencia (elementos estructurales) como otros aspectos relevantes para entender su
funcionamiento.

Elementos de comparación

a) Su concepto; para uno esta el 577 y para otro el 578.

Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada
persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos
derechos nacen las acciones reales.

Art. 578. Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de
ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído
las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el
dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las
acciones personales.

En el 577 define derecho real y derecho personal el 578. Esto supone adscribir
a la teoría clásica; el derecho real se compone de un sujeto activo que ejerce
ciertas facultades sobre unas cosas. En cambio en el personal el sujeto activo
tiene interés en determinada prestación, que es el objeto, y realiza la acción
con un sujeto pasivo, el deudor. Cuando se ha consentido en un contrato, en
virtud de el se ha obligado a otro por un hecho suyo.

La mención del 577, se complementa en los artículos 1437 y 2284…

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Art. 1437. Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o
más personas, como los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la
persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en todos los
cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra
persona, como en los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la ley, como entre los
padres y los hijos sujetos a patria potestad.

Art. 2284. Las obligaciones que se contraen sin convención, nacen o de la ley, o del
hecho voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.
Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato.
Si el hecho es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito.
Si el hecho es culpable, pero cometido sin intención de dañar, constituye un
cuasidelito.
En este título se trata solamente de los cuasicontratos.

Luego los títulos XXXIV y XXXV tratan de delitos, cuasi-contratos etc.

Sin embargo al indagar en esta estructura, se percibe que hay que distinguir
entre los derechos reales para determinar los elementos que concurren,
aparecen las categorías;

- El derecho de dominio. El derecho de dominio da las mas amplias


facultades sobre la cosa, y por tanto, el “sin respecto a determinada
persona” cabe en él, sin perjuicio de que exista respecto de todos un
deber de respeto hacia el derecho del titular. Por eso las reglas de la
responsabilidad extra-contractual estaban destinadas a proteger
titularidades reales, el dominio podía ser violado por cualquiera. Pero
ciertas relaciones jurídicas nacidas a partir de titularidades reales solo
pueden ser violadas por una determinada persona; aquí hay un sujeto
pasivo, como en relaciones de vecindad (ejemplo predios colindantes).
El Código Civil, luego de eliminar la vecindad como un cuasicontrato
(reconocida en el Proyecto de 1853), distribuye las reglas en otras
funciones del Código.

- Los derechos de goce. En los derechos reales de goce (uso, usufructo y


habitación); el Código los entiende como desmembraciones o
limitaciones al dominio, se puede entender que ante todo existe una
primera persona obligada a guardar respeto a dicho derecho, y así en el
usufructo, el usufructuario tiene las facultades de uso y goce de la cosa,
y la de percibir sus frutos, pero no puede disponer de ella. Por el
contrario, el titular del dominio sobre esa misma cosa solo tiene la
posibilidad de disponer de la misma, pero no usar o gozar de ella, por
eso se llama “nudo propietario”, esta atado en las posibilidades de
aprovecharse de la cosa. Esto quiere decir que el primer obligado a
respetar el derecho del usufructuario es el dueño. Lo mismo ocurre en
uso, habitación o cuando hay otras concurrencias de derechos reales.
(ejemplo, Código de minería define la concesión minera como un sólido
cuya cara superior es un cuadrilátero, cuyos lados se prolongan
diagonalmente al centro de la tierra, por lo mismo el concesionario
puede explotar o solo explorar los minerales que están en la zona
indicada, pero no es el dueño de la cara superior, por lo que puede
haber una concurrencia entre el dueño del suelo y el concesionario).

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- Los derechos de garantía. En cuanto a los derechos de garantía, son
derechos que se constituyen en favor de un acreedor, ya sea un derecho
real de hipoteca, ya un derecho de prenda (sobre un mueble). En estos
derechos, hay un acreedor, un deudor, y una tercera persona que
constituye la garantía, aunque puede ser también el mismo deudor la
persona que constituye la misma.
Acá también se produce el deber de respeto, en primer lugar, respecto
de aquella persona que constituye la garantía. Por ejemplo, el artículo
1496 adelanta el vencimiento del plazo por el menoscabo de las cosas
caucionadas con hipoteca o prenda.

Art. 1496. El pago de la obligación no puede exigirse antes de expirar el plazo, si no


es:
1º Al deudor constituido en quiebra o que se halla en notoria insolvencia;
2º Al deudor cuyas cauciones, por hecho o culpa suya, se han extinguido o han
disminuido considerablemente de valor. Pero en este caso el deudor podrá reclamar el
beneficio del plazo, renovando o mejorando las cauciones.

El plazo es un hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o la


extinción de un derecho. El plazo puede terminar por ciertas
circunstancias anormales; caducidad del plazo o renuncia. En el Nº 2 de
este artículo, se dice que la obligación puede exigirse aun existiendo
plazo pendiente, lo que quiere decir que es el deudor quien ha
constituido hipoteca sobre un bien de su propiedad para garantizar la
obligación que tiene para con otro, y dada esta garantía el acreedor
consiente en que el cumplimiento se haga en cierto plazo. El titular del
derecho real de garantía es el acreedor hipotecario o prendario, y de
acuerdo a la teoría clásica, la oponibilidad erga omnes diluiría la
exigencia de un sujeto pasivo, no siendo relevante. La teoría
obligacionista diría que es la comunidad la que debe respetar ese
derecho, por tanto, la calidad de sujeto pasivo. Pero nuevamente, existe
un sujeto particularmente obligado a respetar el derecho del acreedor,
que es el deudor, pues si no lo hace y por un hecho o culpa suya,
disminuye la prenda, se produce la caducidad del plazo, lo que supone el
termino de un beneficio que aseguraba la obligación, por lo que el
mismo se ve afectado.

b) Diferencia en el objeto; el derecho real recae sobre una cosa que puede
tener uno de los siguientes caracteres, y ser:
- Cosa Singular; aquella que al ser mirada en su conjunto, denota que
cada parte que la compone no puede considerarse aisladamente.
- Cosa Universal; conjuntos de bienes que por la función que cumplen,
poseen una determinada individualidad jurídica.

Así, por ejemplo, el derecho de usufructo puede recaer sobre una cosa singular
como un predio; el derecho real de herencia que es un universal. La única
exigencia es que se trate de una cosa determinada. Ejemplo articulo 951:

Art. 951. Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
El título es universal cuando se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos
y obligaciones transmisibles, o en una cuota de ellos, como la mitad, tercio o quinto.
El título es singular cuando se sucede en una o más especies o cuerpos ciertos,
como tal caballo, tal casa; o en una o más especies indeterminadas de cierto género,
como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas de trigo.

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Por su parte, el derecho personal recae sobre un objeto llamado “prestación”.
La prestación es un comportamiento del deudor, destinado a dar, hacer o no
hacer algo, no cabe identificar la prestación, en si considerada en cuanto
objeto del derecho personal, con las cosas que finalmente deberán darse,
hacerse o no hacerse. La prestación es la reconstrucción tipológica de la
realidad; es decir, el acreedor desea satisfacer determinado interés, el cual se
satisface en atención a una cosa, como también en atención a ciertas
cualidades que atribuye a una cosa, por eso al momento de contratar ya existe
la prestación, pero en ese momento inicial de nacimiento del derecho personal,
ese objeto no es una cosa, sino una cierta programación ideal de una cosa o
hecho que el deudor debe prestar para satisfacer el interés del acreedor. La
cosa en si considerada, solo va a aparecer en el momento del cumplimiento,
etapa de la relación obligatoria que el Código define como “pago” en el artículo
1568

Art. 1568. El pago efectivo es la prestación de lo que se debe.

Así el pago es la “prestación de lo que se debe”; o sea consiste en un


comportamiento del deudor que materialmente da una cosa, realiza un hecho o
se abstiene de realizar otro, y este comportamiento por el cual se da una cosa,
realiza un hecho o se abstiene de uno, tendrá un efecto extintivo de la
obligación, y por tanto, un efecto de satisfacción del derecho del acreedor, en
cuanto esa prestación real coincida con el otro objeto ideal inicialmente
programado, por eso los textos del “nuevo Derecho de contratos”, como la
convención de Viena, tratan el tema de la “falta de conformidad”; entre lo que
se quería y lo que se cumple. La comparación hace que surja una diferencia en
el modo de ejercer el derecho, que se denomina incumplimiento y que
desencadena la aplicación de un sistema de remedios a disposición del
acreedor.

Respecto del derecho personal, basta una determinación genérica de la cosa


(ejemplo; te obligas a darme un caballo). Así la determinación puede ser
especifica (un individuo de un determinado genero), o genérica. Se establece
una regla legal; artículo 1509.

Art. 1509. En la obligación de género, el acreedor no puede pedir determinadamente


ningún individuo, y el deudor queda libre de ella, entregando cualquier individuo del
género, con tal que sea de una calidad a lo menos mediana.

Asimismo el artículo 1461 establece:

Art. 1461. No sólo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de
voluntad, sino las que se espera que existan; pero es menester que las unas y las otras
sean comerciables, y que estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género.
La cantidad puede ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o
contenga datos que sirvan para determinarla.
Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y moralmente posible. Es
físicamente imposible el que es contrario a la naturaleza, y moralmente imposible el
prohibido por las leyes, o contrario a las buenas costumbres o al orden público.

La determinación del derecho personal puede ser específica o determinable; el


titulo, no indicando lo que se debe, puede darse si entrega los datos que
permiten determinarlo.

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Del 1510 surge una regla de la extinción de una obligación; el género nunca
perece; la obligación seguirá subsistiendo mientras el género subsista, lo que
es distinto a los perjuicios que se pueden generar desde otro origen.

Art. 1510. La pérdida de algunas cosas del género no extingue la obligación, y el


acreedor no puede oponerse a que el deudor las enajene o destruya, mientras
subsistan otras para el cumplimiento de lo que debe
.
Así en las reglas del juicio ejecutivo, dice que cuando la obligación es genérica,
hay que ejecutar pecuniariamente, porque se entiende que como lo debido es
indeterminado al menos dentro del género, cualquier individuo del género
puede satisfacerlo (artículo 438 CPC).

Art. 438 (460). La ejecución puede recaer:


1° Sobre la especie o cuerpo cierto que se deba y que exista en poder del
deudor;
2° Sobre el valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor,
haciéndose su avaluación por un perito que nombrará el tribunal; y
3° Sobre cantidad líquida de dinero o de un género determinado cuya
avaluación pueda hacerse en la forma que establece el número anterior.
Se entenderá cantidad líquida, no sólo la que actualmente tenga esta calidad,
sino también la que pueda liquidarse mediante simples operaciones aritméticas con
sólo los datos que el mismo título ejecutivo suministre.
El acreedor expresará en la demanda ejecutiva la especie o la cantidad líquida
por la cual pide el mandamiento de ejecución.
Sin embargo, tratándose de moneda extranjera, no será necesario proceder a
su avaluación, sin perjuicio de las reglas que para su liquidación y pago se expresan
en otras disposiciones de este Código.

En cuanto al objeto en que puede recaer el derecho real o personal, pueden


darse combinaciones:
- Derechos reales sobre Derechos personales; ejemplo, la prenda de
créditos a determinado acreedor. Usufructo de crédito también.
- Derechos personales sobre Derechos reales; ejemplo, una persona
arrienda su usufructo. Además la venta de una concesión minera.
También el comodato del derecho de aprovechamiento de aguas.
- Derechos Reales sobre Derechos reales, hipoteca sobre derechos de
aguas o sobre una concesión minera.
- Derecho personal sobre Derecho personal; la “cesión de crédito”, es el
modo de transferir un crédito lo que supone una existencia de un titulo,
por tanto los créditos se pueden vender, donar, etc. O el arrendamiento
se puede a su vez sub-arrendar. Un mandatario puede delegar un
mandato. Todas las combinaciones posibles sobre derechos personales.

Respecto de las cosas futuras como objetos de derechos personales, ver el


artículo 1813 CC.

c) Modo de ejercicio del derecho. Con los derechos reales, el titular del
mismo puede tomar de la cosa las utilidades que el derecho le reporta, sin el
concurso de otra persona para ejercer el derecho.

En cambio, en los derechos personales el modo de ejercer el derecho se llama


“cumplimiento”; la obligación tiene un objeto ideal que solo se concretara al
cumplirse, voluntaria o forzadamente.

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También es relevante el tema de las facultades que se otorgan al titular.
- En el derecho real se agrupan en el “derecho de persecución”, dado el
carácter de oponibilidad erga omnes del derecho, que se traduce en una
acción rei-persecutoria, es decir, una acción que permite perseguir la
cosa con independencia de quien la tenga. El artículo 577 indica que de
los derechos reales nacen acciones reales (figura arquetípica es la
acción reivindicatoria). La 2ª facultad que otorga el derecho real es
propia de los derechos de garantía, y se llama el “derecho de
preferencia”. Los derechos reales de garantía no se ejercen
directamente sobre la cosa, sino que suponen un valor al que se dirigen,
es decir, el derecho de garantía, garantiza o cauciona que una
determinada obligación se cumpla, y si esto no ocurre, el acreedor
puede forzar la venta de la cosa en prenda o hipoteca para pagarse y
satisfacer su derecho con el producto de la venta de ese bien. Como una
persona puede tener muchos acreedores, habrán distintas pretensiones
sobre bienes escasos, y se establecen entonces ciertas preferencias
respecto de la prenda y la hipoteca, que permiten que un acreedor se
encuentre en mejor posición respecto de otros acreedores. Así el
artículo 2470 establece las causas de preferencia, el privilegio y la
hipoteca (2477), y la prenda corresponde a la 2ª clase preferencias
(2474).

Art. 2470. Las causas de preferencia son solamente el privilegio y la hipoteca.


Estas causas de preferencia son inherentes a los créditos para cuya seguridad
se han establecido, y pasan con ellos a todas las personas que los adquieran por
cesión, subrogación o de otra manera.

Art. 2477. La tercera clase de créditos comprende los hipotecarios.


A cada finca gravada con hipoteca podrá abrirse, a petición de los respectivos
acreedores o de cualquiera de ellos, un concurso particular para que se les pague
inmediatamente con ella, según el orden de las fechas de sus hipotecas.
Las hipotecas de una misma fecha que gravan una misma finca preferirán unas
a otras en el orden de su inscripción.
En este concurso se pagarán primeramente las costas judiciales causadas en
él.

Art. 2474. A la segunda clase de créditos pertenecen los de las personas que en
seguida se enumeran:
1. º El posadero sobre los efectos del deudor introducidos por éste en la
posada, mientras permanezcan en ella y hasta concurrencia de lo que se deba por
alojamiento, expensas y daños.
2. º El acarreador o empresario de transportes sobre los efectos acarreados,
que tenga en su poder o en el de sus agentes o dependientes, hasta concurrencia de
lo que se deba por acarreo, expensas y daños; con tal que dichos efectos sean de la
propiedad del deudor.
Se presume que son de la propiedad del deudor los efectos introducidos por él
en la posada, o acarreados de su cuenta.
3. º El acreedor prendario sobre la prenda.

También los derechos reales pueden ser protegidos mediante una tutela
“aquiliana”, destinada a indemnizar perjuicios.

- Las obligaciones en cambio dan lugar a acciones personales, que tienen un


contenido diverso, según la tutela que se quiera asegurar. Puede ser una

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acción de tipo “resarcitoria”. Pueden ser acciones destinadas a la recuperación
de una cosa, ejemplo arrendador, comodante, etc. Puede ser también una
acción destinada a disolver la relación jurídica existente entre las partes,
ejemplo acción “resolución por incumplimiento” del artículo 1489.

Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria de no


cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución o
el cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios.

d) El número.

Respecto a los derechos reales hay 2 teorías; “numeros clausus” (las personas
no pueden crear derechos personales, debiendo atenerse a aquellos calificados
de tales por la ley) y “numerus apertus” (se les reconoce esta posibilidad).

El artículo 577 enumera los derechos reales; el de domino, el usufructo, uso,


habitación, derecho real de herencia, hipoteca y prenda.

Art. 579. El derecho de censo es personal en cuanto puede dirigirse contra el


censuario, aunque no esté en posesión de la finca acensuada, y real en cuanto se
persiga ésta.

El artículo 579 dice que el derecho de censo es personal y real. También el


derecho de agua, el derecho de concesión minera de exploración y explotación,
también el “pedimento” y la “manifestación”.

Guzmán Brito califica como tales a algunos derechos enumerados en la ley de


propiedad intelectual e industrial.

Surge la duda respecto ciertos derechos que no están en nuestro


ordenamiento; enfiteusis (parecido al censo; arrendamiento en que se escinde
el dominio eminente y el dominio útil), la superficie (derecho para construir en
suelo ajeno) y actualmente se discute el derecho real de conservación (derecho
para explotar terrenos adscritos a cuidado medioambiental).
Comentario F3
Se ha ingresado el proyecto al Congreso. Revisar www.bcn.cl

En cambio los derechos personales son tantos como pueden nacer de las
fuentes de las obligaciones; artículos 1437, 577 y 2284; se ha entendido que
son clásicamente el contrato, el cuasi-contrato, los delitos y cuasi delitos
civiles, y la ley. A los que se agrega la declaración unilateral de voluntad, el
enriquecimiento sin causa, y la responsabilidad objetiva (que no supone dolo o
culpa como si lo suponen los delitos o cuasidelitos).

Art. 1437. Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o
más personas, como los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la
persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en todos los
cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra
persona, como en los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la ley, como entre los
padres y los hijos sujetos a patria potestad.

Art. 2284. Las obligaciones que se contraen sin convención, nacen o de la ley, o del
hecho voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.
Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato.

21
Si el hecho es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito.
Si el hecho es culpable, pero cometido sin intención de dañar, constituye un
cuasidelito.
En este título se trata solamente de los cuasicontratos.

22
3.- Cosas Consumibles e inconsumibles.

La norma confunde los fungibles y no fungibles con esta clasificación. Articulo 575.

Art. 575. Las cosas muebles se dividen en fungibles y no fungibles.


A las primeras pertenecen aquellas de que no puede hacerse el uso
conveniente a su naturaleza sin que se destruyan.
Las especies monetarias en cuanto perecen para el que las emplea como tales,
son cosas fungibles.

Son consumibles aquellas cosas de las que no puede hacerse uso de acuerdo a su
naturaleza sin que se destruyan. E inconsumibles, las que el uso de acuerdo a su
naturaleza, no supone menoscabo a su naturaleza misma. Al decir “usar”, debe
considerarse el aprovechamiento tanto material (destruyéndola, dividiéndola, etc.),
como jurídicamente (enajenándola).

Así la consumibilidad de una cosa puede ser:


- Objetiva; Será objetiva, cuando la destrucción de la misma por su uso esta
dada por la función que la cosa posee, ejemplo; la fruta.
- Subjetiva. En cambio son subjetivamente consumibles aquellas que su uso
supone destrucción respecto de su titular, por ejemplo, el dinero, que en
cuanto tal no se destruye, pero para quien lo tiene es una cosa consumible.

Por tanto el concepto dado por el artículo, se refiere en verdad a las cosas
consumibles y no a las cosas fungibles. Y dentro de las consumibles, a las cosas
objetivamente consumibles; por ejemplo un libro es objetivamente inconsumible, pero
para la librería, es subjetivamente consumible, en cuanto en las estanterías se
encuentran con el fin de su destrucción jurídica, es decir su enajenación.

Entre ambas categorías se han introducido criterios intermedios que apuntan a la


rapidez con que ciertos bienes deben ser enajenados, o bien, para practicar una
corrección monetaria en los estados contables. Respecto la rapidez se ha introducido
un concepto dado por bienes de próximo deterioro a las que se refieren el Código de
Procedimiento civil, en las reglas del juicio ejecutivo, y también en el libro IV del
Código de Comercio, respecto de la venta forzada se establece un procedimiento mas
rápido para que estas cosas no se deterioren o no les afecte la corrupción. En el
segundo caso, se establecen criterios de corrección monetaria que apuntan a castigar
contablemente ciertos bienes, lo que supone, que el valor de adquisición de los
mismos, si alguien los compro, el valor de los mismos bienes se van depreciando en el
tiempo, cada año se les descuenta un porcentaje llamado “depreciación”, así este bien
contablemente no va tener valor (Ley de impuesto a la renta).

4.- Cosas Fungibles y no fungibles.

Para el Código Civil se identifican con la clasificación anterior (artículo 575). Pero a
diferencia de la anterior, de criterio económico de las cosas, las fungibles/no
fungibles, miran a un criterio jurídico.

Son fungibles las cosas que, dadas sus particulares condiciones, poseen igual poder
liberatorio que otras. Este poder se entiende conectado con la existencia de un deber
que suponga que dichas cosas (en sentido amplio) deban ser entregadas, pero
también los hechos pueden ser fungibles y no fungibles. La fungibilidad mira a que
exista un deber jurídico para el interés del titular.

Entonces hay fungibilidad:

23
- Objetiva
- Subjetiva. Será subjetiva, cuando las partes consideran que no siendo iguales
cosas, ambas pueden satisfacer el vínculo jurídico.

Pueden estar presentes tanto en las obligaciones como en los derechos reales. Por
ejemplo, por el contrato de mutuo se transfieren cosas fungibles con cargo de restituir
otras tantas de igual clase en un momento posterior. La cosa cumple una función en el
contrato y en cuanto constituye en dueño al mutuario.

La fungibilidad puede estar establecida por:


a) La Ley. Lo designa la Ley, cuando por medio de un mandato legal, se asigne
que una cosa puede cumplir respecto de otra, una igual función liberatoria. En
el Código de procedimiento Civil; cuando una obligación se incumple, el
acreedor puede proteger su crédito por varios medios, entre ellos, la llamada
“pretensión de cumplimiento”, que mirada del punto de vista civil, supone la
facultad de todo acreedor de pedir cumplir lo debido por el deudor (artículos
1489, 1553 y 1555), pero en el punto de vista procesal, la pretensión de
cumplimiento puede tener mas contenido, ahí la Ley introduce un criterio de
fungibilidad y el artículo 438 de CPC habla de que casos pueden usar la
pretensión, y esta identifica el contenido sustantivo y el contenido procesal, en
cambio, el mismo articulo dice que la ejecución también puede hacerse sobre el
valor de la cosa que se debe y que no existe en poder del deudor, así se
introduce criterio de fungibilidad, al poder satisfacerse la obligación con la
suma de dinero que valga la cosa. Incluso, si bien el Código trata la
fungibilidad respecto de las cosas muebles (artículo 575), también se puede
predicar ello respecto de los inmuebles, por ejemplo, una parcelación, o
condominio. Además hay figuras en que la idea de fungibilidad esta presente,
ejemplo usufructo, comodato y mutuo; la diferencia entre los últimos es que
uno es préstamo de uso y el otro de consumo (2174 y 2196).

Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria de no


cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución o
el cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios.

Art. 1553. Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en mora, podrá pedir


el acreedor, junto con la indemnización de la mora, cualquiera de estas tres cosas, a
elección suya:
1ª Que se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido;
2ª Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a
expensas del deudor;
3ª Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del
contrato.

Art. 1555. Toda obligación de no hacer una cosa se resuelve en la de indemnizar los
perjuicios, si el deudor contraviene y no puede deshacerse lo hecho.
Pudiendo destruirse la cosa hecha, y siendo su destrucción necesaria para el
objeto que se tuvo en mira al tiempo de celebrar el contrato, será el deudor obligado a
ella, o autorizado el acreedor para que la lleve a efecto a expensas del deudor.
Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente por otros medios, en este caso
será oído el deudor que se allane a prestarlo.
El acreedor quedará de todos modos indemne.

24
Art. 2174. El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de ella,
y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.

Art. 2196. El mutuo o préstamo de consumo es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras tantas
del mismo género y calidad.

b) Las partes. Por ejemplo, también esta la figura de la “dación en pago”, el


pago ya se definió, y según esto, el 1569.
El pago es la prestación de lo que se debe. Por consiguiente el art. 1569 dice
que el acreedor no puede ser obligado a ser pagado con lo que no se deba.
Sin embargo, se ha establecido la dación en pago, convención de las partes,
que deroga la regla del art. 1569 y hace que el pago pueda efectuarse
mediante otra cosa, distinta de la originalmente debida, y que se le ha asignado
un igual poder liberatorio. La acción en pago se establece en el periodo de
extinción. Compensación (1655) La confusión es un modo de extinguir las
obligaciones (art. 1655) entre dos personas que son recíprocamente deudoras
entre sí, y que opera extingue las obligaciones hasta la concurrencia del menor
valor: dos personas son deudoras entre si, y por tanto acreedoras, y se le resta
a la mayor deuda la que es menor. La compensación puede ser legal,
convencional o judicial. Es legal cuando concurren los requisitos establecidos
por la ley (1656). Pero la compensación convencional o voluntaria, supone que
no se hayan cumplido los requisitos para que opere la convención legal. Es la
voluntad de las partes la que suple alguno de los elementos. En general todas
estas figuras se engloban en lo que es la entrega de la cosa distinta de la
pactada.

Art. 1569. El pago se hará bajo todos respectos en conformidad al tenor de la


obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales dispongan las leyes.
El acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni
aun a pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida.

Art. 1655. Cuando dos personas son deudoras una de otra, se opera entre ellas una
compensación que extingue ambas deudas, del modo y en los casos que van a
explicarse.

Con esta figura de dación en pago, se deroga el artículo, y con esta dación se le
daría a la cosa un poder liberatorio al tiempo de la extinción de la obligación,
siendo una cosa distinta a la que se acordó, por esto las partes convienen en
una fungibilidad.
- La naturaleza del objeto debido; esta última es evidente, en cuanto 2 cosas de
la misma naturaleza tienen igual poder liberatorio.

Por ultimo, respecto de estas cosas fungibles, pueden serlo o no serlo los hechos que
se deben (581)

Art. 581. Los hechos que se deben se reputan muebles.


La acción para que un artífice ejecute la obra convenida, o resarza los
perjuicios causados por la inejecución del convenio, entra por consiguiente en la clase
de los bienes muebles.

Los hechos que se deben se reputan muebles, y el 575 indica;

25
Art. 575. Las cosas muebles se dividen en fungibles y no fungibles.
A las primeras pertenecen aquellas de que no puede hacerse el uso
conveniente a su naturaleza sin que se destruyan.
Las especies monetarias en cuanto perecen para el que las emplea como tales, son
cosas fungibles

Así esta acción entra entre los muebles, lo que importa entre otras cosas, para
fijar la competencia de los tribunales El 1572 también indica que si la obligación es de
hacer, y si para la obra de que se trata se ha tomado en consideración la aptitud o
talento del deudor, no podrá ejecutarse la obra por otra persona contra la voluntad del
acreedor.

Es decir, cualquier persona puede llegar al acreedor y pagar la deuda del deudor, con
o sin consentimiento del deudor. Pero si la obligación es de hacer, y para la obra de
que se trata se necesita el talento del deudor, no podrá cumplirse la obligación en
contra de la voluntad del acreedor por parte de un tercero, se conecta al 1553

Art. 1553. Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en mora, podrá pedir


el acreedor, junto con la indemnización de la mora, cualquiera de estas tres cosas, a
elección suya:
1ª Que se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido;
2ª Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a
expensas del deudor;
3ª Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del
contrato.

Pero esa regla no aplica cuando son obligaciones de hacer infungibles del artículo
1572.

5.- Cosas singulares y universales

Es la última que veremos, pues son las más relevantes del punto de vista jurídico. Las
divisibles e indivisibles, por ejemplo, son mas importantes en otras áreas como las
obligaciones.

a) Cosas singulares son las que en sí, constituyen una unidad; artificial o natural.
Ejemplo; una manzana, un auto. Pueden ser simples o compuestas; cenicero es
singular simple, o un animal es singular natural compuesta, o un computador
es singular artificial y compuesto.

b) Cosas universales, son agrupaciones de cosas singulares que, por tener una
finalidad determinada, se consideran como una sola cosa. En atención a esta
finalidad, pueden ser, universalidades de hecho y universalidades de Derecho.

b.1. Universalidad de hecho. Corresponden a cuando el criterio que da unidad


a esta agrupación de cosas, es económico o práctico, así la doctrina distingue
entre las “colecciones” y las “explotaciones”; en las colecciones prima un
criterio práctico, como ejemplo, colección de discos, de piedras, etc. En las
explotaciones prima un criterio económico; la explotación por excelencia es el
establecimiento de comercio; un conjunto de bienes muebles que una persona
material o jurídica destina para el ejercicio de su negocio, constituido por cosas
corporales como por incorporales, ejemplo; derecho de llaves o clientela pero
que son intangibles. También pueden ser cosas de igual o de distinta
naturaleza. Se ha entendido que las universalidades de hecho refieren sólo a
muebles y comprenden solo elementos activos, o sea, bienes.

26
b.2. De Derecho. Son agrupaciones de singulares, en que el criterio de unidad
es jurídico, un principio de afectación por el cual un conjunto de activos o
bienes se sujeta al cumplimiento de los elementos pasivos, es por eso que la
universalidad de derecho por excelencia es el patrimonio; donde hay activos y
pasivos. La finalidad de los activos del patrimonio, es que ellos van a soportar
el cumplimiento de las deudas. Así este conjunto puede incorporar corporales e
incorporales, muebles e inmuebles, activos y pasivos. El criterio de unidad
jurídico incorpora también a la herencia; que es un derecho real y por otra
parte, un conjunto de bienes y obligaciones.
Teorías respecto el patrimonio;
- Teoría Clásica, que indica que no podrían tener patrimonios quienes no
son personas naturales.
- Teoría Moderna, indica que puede también afectarse los bienes al
cumplimiento de obligaciones, con lo cual el patrimonio es atributo de la
personalidad y además puede estar presente para asegurar obligaciones,
soportando las obligaciones. También hay figuras en que no hay persona,
y solo son bienes que responden a una afectación; como ciertos fondos.
También la “agencia” de una sociedad económica extranjera, que no es
persona jurídica, pues actúa con la personalidad jurídica de la matriz.

27
6.- Los Bienes según su apropiabilidad

El artículo 19 Nº 23 de la Constitución, consagra el derecho de los particulares a


adquirir la propiedad sobre toda clase de bienes, excepto los que son comunes a todos
los hombres, etc.
23º.- La libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes, excepto aquellos
que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres o que deban pertenecer a la
Nación toda y la ley lo declare así. Lo anterior es sin perjuicio de lo prescrito en otros
preceptos de esta
Constitución.
Una ley de quórum calificado y cuando así lo exija el interés nacional puede
establecer limitaciones o requisitos para la adquisición del dominio de algunos bienes;

Así encontramos un régimen general con 2 excepciones;


- Los bienes que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres.
- Los de uso público.

Estos bienes son sacados del ámbito de particulares. Hay un ejemplo en el 1464 por
los objetos que están fuera del comercio; también el 1810. Otro caso esta en los
legados (artículo 1105), también la prescripción (artículo 2498 inciso primero).

Art. 1464. Hay un objeto ilícito en la enajenación:


1º De las cosas que no están en el comercio;
2º De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
3º De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo
autorice o el acreedor consienta en ello;
4º De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce en el
litigio.

Art. 1810. Pueden venderse todas las cosas corporales o incorporales, cuya
enajenación no esté prohibida por ley.

Art. 1105. No vale el legado de cosa incapaz de ser apropiada, según el artículo 585,
ni los de cosas que al tiempo del testamento sean de propiedad nacional o municipal
y de uso público, o formen parte de un edificio, de manera que no puedan separarse
sin deteriorarlo; a menos que la causa cese antes de deferirse el legado. Lo mismo se
aplica a los legados de cosas pertenecientes al culto divino; pero los particulares
podrán legar a otras personas los derechos que tengan en ellas, y que no sean según
el derecho canónico intransmisibles.

Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.

No hay manera de que los particulares puedan adquirir los bienes que están fuera del
comercio, por eso incluso son imprescriptibles. La regla general es que las cosas sean
susceptibles de prescripción. Sólo por excepción hay cosas imprescriptibles. No se
puede adquirir por prescripción: (ej. 917, etc.)Las cosas que están fuera del comercio
humano (2498): son estas las cosas comunes a todos los hombres y los bienes
nacionales de uso público (en cambio, sí pueden adquirirse por prescripción los bienes
fiscales). Los bienes nacionales de uso público, su uso pertenece a toda la nación, y
aunque en el CC no se expresa que estos bienes son incomerciables, por su destino
están fuera del comercio. Así se ha resuelto que sobre ellos no es posible posesión

28
exclusiva o dominio privado; por lo mismo, los particulares no pueden ganarlos por
prescripción (arts. 2498); y son inalienables (en su carácter de bienes públicos no
pueden enajenarse ni gravarse.

Artículo 7º.- Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de
sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden
atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o
derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la
Constitución o las leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las
responsabilidades y sanciones que la ley señale.

6.1. Bienes Inapropiables.

6.1.1.Bienes comunes a todos los hombres: o res communis omnio. Refiere al


alta mar y al aire, regulados por el articulo 585 y no hay mucha regulación,
salvo para casos de protección o regulación de contaminación, o delimitar su
uso y goce.

Art. 585. Las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres, como la
alta mar, no son susceptibles de dominio, y ninguna nación, corporación o individuo
tiene derecho de apropiárselas.
Su uso y goce son determinados entre individuos de una nación por las leyes
de ésta, y entre distintas naciones por el derecho internacional.

Respecto el aire se ha discutido si el dueño de un predio tiene derecho de


dominio sobre el espacio aéreo que esta sobre él dados los artículos 931 y 942.

Art. 931. Son obras nuevas denunciables las que construidas en el predio sirviente
embarazan el goce de una servidumbre constituida en él.
Son igualmente denunciables las construcciones que se trata de sustentar en
edificio ajeno, que no esté sujeto a tal servidumbre.
Se declara especialmente denunciable toda obra voladiza que atraviesa el plan
vertical de la línea divisoria de dos predios, aunque no se apoye sobre el predio ajeno,
ni dé vista, ni vierta aguas lluvias sobre él.

Art. 942. Si un árbol extiende sus ramas sobre suelo ajeno, o penetra en él con sus
raíces, podrá el dueño del suelo exigir que se corte la parte excedente de las ramas, y
cortar él mismo las raíces.
Lo cual se entiende aun cuando el árbol esté plantado a la distancia debida.

Se ha entendido que no hay un dominio, sino que hay un derecho a construir;


se ha entendido que no hay dominio sobre el aire. Además el Estado reclama
soberanía sobre el aire en el código aeronáutico.

6.1.2. Bienes Nacionales de uso público o publicatio: Es un régimen especial y


estricto. Artículo 589

Art. 589. Se llaman bienes nacionales aquellos cuyo dominio pertenece a la nación
toda.
Si además su uso pertenece a todos los habitantes de la nación, como el de
calles, plazas, puentes y caminos, el mar adyacente y sus playas, se llaman bienes
nacionales de uso público o bienes públicos.

29
Los bienes nacionales cuyo uso no pertenece generalmente a los habitantes, se
llaman bienes del Estado o bienes fiscales.

Pero es mas precisa la definición de la Constitución en el 19 nº 23. Aquellos


bienes que deben pertenecer a la nación toda; el titular de estos bienes es la
Nación, que es el pueblo, (no el Estado, que es persona jurídica de patrimonio
propio), es decir, están fuera del régimen de patrimonio estatal.

En el Derecho medieval aparecen ciertos bienes que son reclamados por la


corona; se mantuvo la institución, pero se identificó al titular de los bienes con
el Estado. Actualmente, la teoría del dominio publico se explica por
intervención del Estado en la actividad pública; las calles son excluidas del
dominio de particulares para su uso acorde a la bien general, pero las calles no
son del Estado. Así los bienes nacionales de uso publico son de dominio de la
Nación, pero la tuición puede estar a cargo de otro ente, y por lo tanto, variar
de titular.

Regulación.
Deben ser declarados por una ley de quórum calificado, y deben pertenecer a
la Nación toda. En cuanto su naturaleza así lo exija, que haya un fundamento,
que también puede ser histórico, según la constitución.

El régimen es restrictivo, excepcional, el fundamento para excluirlo de dominio


de particulares, debe ser muy fuerte. Si se declara bien nacional un bien de un
particular, ¿Qué pasa?, el bien es expropiado, indemnizado, e ingresa en el
patrimonio estatal, y luego se “afecta” a la constitución de un camino, por
ejemplo. Si no se hace, es un acto inconstitucional. La afectación tiene como
antecedente una Ley, pero se concreta con actos administrativos, que por
ejemplo, destinan a un bien a constituir un camino.
Una vez que un bien entra en esta categoría, no pueden ser apropiados ni por
particulares, ni por el Estado; una herramienta es el 1464, otro el 1810, y la
imprescriptibilidad de los bienes. La única excepción a estos bienes son las
minas.

Si puede ocurrir que un bien sea desafectado por una ley general que diga que
desaparece el interés publico sobre el bien, o por una ley particular. Pasa de la
publicatio a la apropiatio.

No se puede construir sobre ellos (artículos 599 y 602); pertenecen a la Nación


toda, nadie puede disponer de ellos, están fuera del comercio, etc.

Regimenes especiales; Aguas y minas.

Art. 602. Sobre las obras que con permiso de la autoridad competente se construyan
en sitios de propiedad nacional, no tienen los particulares que han obtenido este
permiso, sino el uso y goce de ellas, y no la propiedad del suelo.
Abandonadas las obras, o terminado el tiempo por el cual se concedió el
permiso, se restituyen ellas y el suelo por el ministerio de la ley al uso y goce privativo
del Estado, o al uso y goce general de los habitantes, según prescriba la autoridad
soberana.
Pero no se entiende lo dicho si la propiedad del suelo ha sido concedida
expresamente por el Estado.

30
Sin perjuicio de sus características, su uso puede ser privativo de ciertos
particulares, por ejemplo, con la constitución de derechos reales (peajes y
kioscos).

Casos en; 589 inciso 2º, 19 nº 13, articulo 5º y 6º código de aguas (el derecho
de aprovechamiento de aguas es de dominio de su titular), el uso de aguas
lluvias, también son estos bienes los lagos (artículo 30 código de aguas), y el
mar adyacente (el mar territorial, las primeras 12 millas, son bienes nacionales
de uso publico; las siguientes 12 no tienen esa calidad, 593 y 596).

Artículos 6º y 30 del Código de aguas.

Código de aguas
Art. 6° El derecho de aprovechamiento es un derecho real que recae sobre las aguas y
consiste en el uso y goce de ellas, con los requisitos y en conformidad a las reglas que
prescribe este código.
El derecho de aprovechamiento sobre las aguas es de dominio de su titular,
quien podrá usar, gozar y disponer de él en conformidad a la ley.
Si el titular renunciare total o parcialmente a su derecho de aprovechamiento,
deberá hacerlo mediante escritura pública que se inscribirá o anotará, según
corresponda, en el Registro de Propiedad de Aguas del Conservador de Bienes Raíces
competente. El Conservador de Bienes Raíces informará de lo anterior a la Dirección
General de Aguas, en los términos previstos por el artículo 122. En todo caso, la
renuncia no podrá ser en perjuicio de terceros, en especial si disminuye el activo del
renunciante en relación con el derecho de prenda general de los acreedores.

Art. 30. Alveo o cauce natural de una corriente de uso público es el suelo que el agua
ocupa y desocupa alternativamente en sus creces y bajas periódicas.
Este suelo es de dominio público y no accede mientras tanto a las heredades
contiguas, pero los propietarios riberanos podrán aprovechar y cultivar ese suelo en
las épocas en que no estuviere ocupado por las aguas.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos precedentes las porciones de
terrenos de un predio que, por avenida, inundación o cualquier causa quedaren
separadas del mismo, pertenecerán siempre al dueño de éste y no formarán parte del
cauce del río.

Artículos 593 y 596 Código Civil

Art. 593. El mar adyacente, hasta la distancia de doce millas marinas medidas desde
las respectivas líneas de base, es mar territorial y de dominio nacional. Pero, para
objetos concernientes a la prevención y sanción de las infracciones de sus leyes y
reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios, el Estado ejerce
jurisdicción sobre un espacio marítimo denominado zona contigua, que se extiende
hasta la distancia de veinticuatro millas marinas, medidas de la misma manera.
Las aguas situadas en el interior de las líneas de base del mar territorial,
forman parte de las aguas interiores del Estado.

Art. 596. El mar adyacente que se extiende hasta las doscientas millas marinas
contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar
territorial, y más allá de este último, se denomina zona económica exclusiva. En ella el
Estado ejerce derechos de soberanía para explorar, explotar, conservar y administrar
los recursos naturales vivos y no vivos de las aguas suprayacentes al lecho, del lecho y
el subsuelo del mar, y para desarrollar cualesquiera otras actividades con miras a la
exploración y explotación económica de esa zona.

31
El Estado ejerce derechos de soberanía exclusivos sobre la plataforma
continental para los fines de la conservación, exploración y explotación de sus
recursos naturales.
Además, al Estado le corresponde toda otra jurisdicción y derechos previstos
en el Derecho Internacional respecto de la zona económica exclusiva y de la
plataforma continental.

Art. 604. Las naves nacionales o extranjeras no podrán tocar ni acercarse a ningún
paraje de la playa, excepto a los puertos que para este objeto haya designado la ley; a
menos que un peligro inminente de naufragio, o de apresamiento, u otra necesidad
semejante las fuerce a ello; y los capitanes o patrones de las naves que de otro modo
lo hicieren, estarán sujetos a las penas que las leyes y ordenanzas respectivas les
impongan.
Los náufragos tendrán libre acceso a la playa y serán socorridos por las
autoridades locales.

También son bienes nacionales de uso público las Playas; artículo 604, y se
regula para varias cosas. Entre ellos, obliga a los dueños de predios a dejar
pasar a las personas cuando no haya otra vía (artículo 13 decreto ley 1339).

También las minas son bienes nacionales de uso público, pero es compleja su
situación, dado que la mina es del Estado, pero el terreno es de un privado, de
modo que implica gravar al dueño del predio. Además puede haber una
concesión sobre la mina que es de dominio de algún privado. Caso del abuso
del derecho; en Chile viene del código de aguas, se puede usar hasta el punto
de no menoscabar el derecho de otro.

6.2. Bienes Apropiables. Distinción según su titular.

6.2.1. Bienes Fiscales. Artículo 589 inciso 3º del CC. Son bienes “fiscales”,
pues se incorporan los bienes del fisco propiamente tal, como otros del estado.
Están sujetos a un régimen de apropiabilidad plena. Los bienes fiscales son
esencialmente transferibles. Es un régimen completamente distinto al de los
bienes de uso público, pues es régimen para bienes privados, por regla
general. Por tanto lo estudiado en el curso es aplicable a estos bienes (por
ejemplo, el artículo 1448, la representación tiene una importancia; asegurarse
que la persona con que se contrata puede enajenar ese bien). Lo importante es
que por regla general pueden ser transferidos

Art. 1448. Lo que una persona ejecuta a nombre de otra, estando facultada por ella o
por la ley para representarla, produce respecto del representado iguales efectos que
si hubiese contratado él mismo.

6.2.2. Bienes de los particulares: también están sujetos a un régimen de


apropiabilidad plena.

6.2.3. Bienes que carecen de dueño. Hay dos casos:


- Res nullius: bienes que nunca han tenido dueño, susceptibles de ocupación.
- Res derelictae: bienes que fueron abandonados por sus dueños, también son
susceptibles de ocupación.

32
Capítulo III
La Propiedad

A) La Propiedad en cuanto derecho real.

En cuanto a materia del Derecho, existe un concepto general de propiedad, la


cualidad abstracta de algo de ser propia de pertenecer a alguien (Guzmán Brito), así
la idea que subyace en este concepto es la de “atribución”; la capacidad de atribuir un
bien a una determinada entidad. Así se llega a este modo de articular el Derecho
patrimonial, de modo que se comprende como la noción de propiedad, y propiedad-
patrimonio se conecta con el Derecho de Bienes, que intentar determinar las
facultades que se reconocen a las personas sobre los bienes, y luego qué contenido o
atributos le conceden al titular estas facultades ya fijadas sobre los bienes.

De ahí conectamos a un concepto de propiedad más cercano al Derecho Positivo, en


cuanto la consideramos la categoría basal del Derecho Privado, al menos patrimonial,
este es un concepto más dogmático de propiedad. Se define en el 582 y 577 en cuanto
derecho real.

Alejandro Vergara Blanco propone la siguiente escala para entender lo que es la


propiedad:
1) Propiedad general.
2) El derecho de propiedad (582).
3) El derecho a la propiedad (Constitución 19 Nº 23).
4) La propiedad sobre las cosas.

Esta forma de concebirlo es importante pues en el Derecho Romano existía la


propiedad, pero no como un derecho real, pues se identificaba el derecho con la cosa,
idea que no obstante tratare el código en algunos artículos. Ejemplo; la acción de
dominio busca recuperar la posesión de la cosa, sin embargo el 890 indica las cosas
que pueden reivindicarse; identificando el derecho de dominio con la cosa sobre la
cual recae.

Dentro de los derechos reales, el dominio es la figura arquetípica; los demás derechos
(reales de goce al menos), van a ser entendidos en un principio como
desmembraciones o limitaciones al dominio, así lo trata el propio código. Así el
dominio es susceptible de limitarse, y producto de esto surgen otros derechos reales
de goce, pero limitados.

Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa
corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o
contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.

Análisis del artículo 582:

Define el dominio; lo entiende como un derecho real. O sea, es aquel que recae sobre
cosas corporales, según el Código Civil, pues los glosadores también entendían que
había propiedad sobre incorporales, pero hablando de ellas como cuasi-dominio.

Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el
usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.

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El 583 dice que sobre los incorporales hay una “especie” de propiedad, luego el titular
tiene derecho de gozar (incluyendo su uso) y disponer (disposición física o jurídica)
de la cosa.

Luego agrega el CC “arbitrariamente”, así la facultad de usar y disponer podría ser


ejercida arbitraria o discrecionalmente sin límites, siendo los únicos límites; La Ley y
el derecho ajeno. Por eso la propiedad ha sido tan criticada, pues se ha entendido que
ese artículo seria la consagración de un pilar esencial del liberalismo clásico.

B) Historia e Ideología.

Sin embargo, la historiográfica jurídica alemana, en base al Código Civil Francés, ha


demostrado que la expresión aludida, no indica una ilimitación, sino referiría a que la
propiedad no puede ser limitada como lo era en la época feudal; el código francés es
un código de transacción, y en esa línea se busca cambiar aquello del antiguo régimen
que era necesario alterar para construir la nueva sociedad, por eso se redacta de esta
forma para excluir ciertas limitaciones propias del derecho de propiedad feudal.

En la propiedad feudal, se distinguía el dominio directo del señor feudal y el dominio


útil al vasallo. Con esta distinción se produce una separación entre la titularidad del
bien, que recaía en el señor, y el aprovechamiento y disposición del mismo, que
pasaba al vasallo; esta dicotomía fue cambiando a otras formas como arrendamientos
perpetuos para finalmente, desaparecer con la eliminación de las trabas al derecho de
propiedad de los gobiernos revolucionarios.

Sostiene Enrique Brahm que en el artículo 582 de nuestro código podría suceder lo
mismo; buscó eliminar la referencia a cualquier forma de limitación de la propiedad.
Esto es congruente con la eliminación de los mayorazgos y vinculaciones del Derecho
Castellano, que son eliminados en nuestro código (artículo 747).

Art. 747. Los inmuebles actualmente sujetos al gravamen de fideicomisos perpetuos,


mayorazgos o vinculaciones, se convertirán en capitales acensuados, según la ley o
leyes especiales que se hayan dictado o se dicten al efecto.

Así el “arbitrariamente” aludiría a esta eliminación de trabas a la circulación de


propiedad.

Luego algunos empiezan a leer los textos con claves distintas a la de los redactores;
pero hay riesgos cuando se pretende trasponer el pensamiento propio sal del
legislador. Así ocurrió con algunos pensadores de influjo kantiano, y en esta clave se
empieza a leer el derecho de propiedad y la fuerza obligatoria del contrato (ver el
artículo de Pizarro Wilson, en Revista Chilena de Derecho).

Sin embargo por la lectura kantiana y luego liberal del artículo, sucedió que las
críticas de ciertos grupos empiezan a arreciar contra estas concepciones, que
detendrían el progreso social. Recuérdese, por ejemplo, que durante la Revolución
Francesa se decía que la propiedad es legitima hasta donde llegue la pobreza. Otros
decían que el derecho propiedad era contrario a la nueva sociedad.

Las críticas a la propiedad consagrada del Código Francés alcanzan grandes


magnitudes con la Cuestión Social, y se liga a la nueva concepción del orden público,
lo que originalmente se ligaba a la política del país (artículos 1461 y 1475). El
concepto de orden público es objeto de ampliación para incluir las bases políticas y
económicas que dirigen al país; primeramente aparece investido del dirigismo o
intervencionismo. Ejemplo; en la Constitución de Weimar aparece la primera idea de

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función social de la propiedad, y recibe consagración jurídica. Así en el texto de
Eduardo Novoa se reproduce un capitulo de propiedad y se copia el articulo 153 de la
Constitución de Weimar. La misma frase va pasando a otras constituciones (las
nuestras de 1925, 1980 y de 2005).

En virtud de la función social y el dirigismo, el Estado empieza a participar y dirigir la


vida económica del país, así el Estado empieza a exigir impuestos para financiar
determinados programas, comienza a ejercer actividad empresarial, además de
empezar a fijar precios, reglar ventas y distribución de productos de primera
necesidad, apoya la creación de nuevas empresas, participa en la actividad bancaria,
etc.

Este intervencionismo se mantiene, y en Chile se acrecienta durante la década del


70`y por el influjo de Monreal, se implanta la teoría del “uso alternativo del Derecho”;
servirse del Derecho tal como esta, pero con una finalidad distinta, de inspiración
marxista; es decir, tomar la institucionalidad burguesa y usarla de modo distinto;
aparecen decretos olvidados (como el 520 de 1932), y la acción del Estado se hace
mas fuerte.

C) Propiedad y Constitución.

Sin embargo, ante este crecimiento del intervencionismo, se provoca la reacción


contraria y finalmente se opta por un pensamiento cercano al neo-liberalismo en
materia económica, y en materia jurídica se lleva a mayor protección de los
propietarios y menor acción del Estado. Así el texto que se consagra en Chile acta
constitucional 3 y en forma mas depurada en el Articulo 19 Nº 24 de la constitución
de 1980, realiza lo antes mencionado. Esto presenta ciertas implicancias:

(i) Ahora se va a proteger el derecho de propiedad sobre toda clase de bienes


corporales e incorporales.

(ii) La Ley se reserva la facultad de reglar lo relativo a la adquisición de los bienes.

(iii) Se protege tanto el derecho en cuanto tal, como la cosa sobre la que recae, como
sus atributos o facultades esenciales.

(iv) Se consagra la función social de la propiedad, ligándola a ciertos conceptos


jurídicos indeterminados, pero señalando que esta función no puede llevar nunca a la
privación sino solo a la limitación, y dado lo dicho en cuanto a lo que significa
privación, limitación es todo aquello que no afecte la esencia del derecho.

Ejemplo el caso de “Galletué con el fisco”; Chile suscribe un tratado y se da por


decreto la calidad de monumento natural a las araucarias de la comunidad, la
comunidad alega que el decreto supremo les estaría privando un derecho
esencial; la Corte acepto que eso ocurría, así el Estado debía indemnizar. Dice
Aldunate que no hay privación del derecho aquí, pues en virtud de otra
garantía constitucional (medioambiente) se limitó una de las facultades de los
titulares, sin perjuicio de otra forma de uso del derecho, ejemplo, vendiendo los
campos, etc. Entonces ahí hay un ejemplo si las limitaciones dan o no derecho
a indemnización.

Según algunos autores, la regla general debería ser que, habiendo limitación,
debería haber indemnización. Aunque parece no ser tan cierto que las
limitaciones dan lugar a indemnización; primero, porque la norma que se cita
respecto de los estados de excepción darían lugar a privación y no a limitación;

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segundo, porque la idea de indemnización esta establecida en el caso de la
expropiación dentro de un mismo titulo. Así las limitaciones no darían lugar, en
primera instancia, a indemnización. Así el Estado puede actuar legítimamente
en una línea de función social, pero debe atenerse a la juridicidad.

(vi) Se regula derechamente la expropiación, o se concede derecho al a expropiación,


cuando se priva del dominio a una persona, por tanto, de sus facultades esenciales.

La expropiación supone una ley previa, y una indemnización al particular, pudiendo el


titular reclamar de ella si no esta conforme, y la desposesión del bien no puede ser
hecha sino una vez que se ha pagado al titular la indemnización correspondiente.

(vii) Se conecta con las actas de la CENC en cuanto a la irretroactividad de las


leyes en materia civil, derogando tácitamente la Ley de efecto retroactivo (ver
artículo 12). Así como en materia penal había norma expresa en el articulo 19 nº 3,
las garantías del derecho de propiedad cumplían esa función respecto las leyes
civiles (Alejandro Silva); así se protegía constitucionalmente la norma del articulo
noveno del código civil. Esto se refiere también a la protección de la esencia del
derecho establecida en el 19 nº 26. La idea de esencia del derecho, dice Peñailillo,
aludiría a un exclusivo y directo aprovechamiento de las posibilidades o
potencialidades futuras de una cosa, con la posibilidad de intercambio y el poder
de persecución (acción para recuperar la cosa).

(viii) En octavo lugar, a mayor abundamiento de la protección dada en la


constitución, se ampara el derecho de propiedad con la acción constitucional de
protección de garantías, esto sin perjuicio de ejercer las demás acciones que la ley
señale (acciones posesoria, reivindicatorias, penales, etc.).

Aparte de estas consecuencias en el plano jurídico, como efectos del intervencionismo


excesivo, es importante realizar una clasificación de los bienes. Importante pues aun
en los sistemas de inspiración marxista, se entiende que los bienes de consumo
pueden ser de propiedad de los particulares, como el articulo 32 de la Constitución de
Cuba (también citado en el libro de Novoa). También el artículo 13 de la Constitución
soviética.

Así se ve que siempre existe al menos una cierta protección de la propiedad, aun en
los países marxistas la propiedad no ha desaparecido del todo, y esta al menos
siempre presente en un núcleo pequeño, por lo tanto, la historia de la propiedad
nunca ha llegado hasta hacerla desaparecer del todo, sino solo ha llegado a un punto
de disminución de aquella.

Por eso es importante precisar la idea que la propiedad es de Derecho Natural, y en


cuanto salvaguarda de las personas, no puede ser vulnerada ni atacada; así hace que
en afectaciones de menor medida se reaccione rápidamente.

En primer lugar, hay que acotar que es de Derecho Natural secundario, por lo que
puede ser excluida sin que se afecte (recuérdese que antes de la propiedad existe la
destinación universal de los bienes). En segundo lugar, si bien es formalmente
inmutable, materialmente es mutable. En tercer lugar el Derecho Natural supone ante
todo el destino natural de los bienes, y la propiedad sólo como el medio más eficiente
para aprovechar los recursos que se pueden producir. Por lo anterior el Magisterio en
la encíclica “Quadragesimo anno” de Pío XI, dice en el numero 36 que los hombres
deben tener en cuenta el bien común, etc. El derecho de propiedad puede temperarse
por la autoridad.

36
[36] Debe atribuirse a la encíclica de León XIII, por consiguiente, que estas
asociaciones de trabajadores hayan prosperado por todas partes, hasta el punto de
que ya ahora, aun cuando lamentablemente las asociaciones de socialistas y de
comunistas las superan en número, engloban una gran multitud de obreros y son
capaces, tanto dentro de las fronteras de cada nación cuanto en un terreno más
amplio, de defender poderosamente los derechos y los legítimos postulados de los
obreros católicos e incluso imponer a la sociedad los saludables principios cristianos.

Cabe decir que el artículo 583 habla de que sobre las cosas incorporales hay una
especie de propiedad, giro que ha dado lugar a 2 teorías;
1) Alejandro Vergara y Guzmán Brito; supondría una particularización de la
propiedad. (Completar con las lecturas).
2) Hernán Corral y Eduardo Soto; la misma propiedad que recae sobre los
corporales, es decir, seria el mismo dominio, solo que modalizada en cuanto a
la cosa que recae, del artículo 582, este concepto de propiedad del 582 es
analítico pues descompone las facultades que el domino da a su titular, otras
definiciones son sintéticas. Respecto de las otras propiedades, el Código Civil
entiende que sobre las producciones del talento y el ingenio también existe una
especie de propiedad, que ahora esta regulado en otras leyes (19.039 sobre
propiedad industrial, y 17.336 sobre propiedad intelectual)

D) Atributos de la propiedad.

La constitución en el articulo 19 Nº 24 protege la cosa, el derecho y sus atributos o


facultades esenciales.

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Características del dominio:
1.- Derecho Real: Es el derecho real por excelencia; empleando los términos del
Código, se ejerce sobre una cosa sin respecto determinada persona (art. 577 y 582)
2.- Abstracto y Elástico: Es abstracto en el sentido de que el poder del titular es
independiente de las facultades que integran su contenido; de ahí que incluso cuando
se extrae una facultad esencial, el dominio permanece sin desnaturalizarse. Está esto
relacionado con la elasticidad; a partir de su básica vocación de plenitud, el poder
tiene la virtud de contraerse o expandirse; al concurrir otros derechos reales de
inferior jerarquía, se contrae, para expandirse en cuanto cese ese derecho que lo
comprimía; este carácter explica la situación que se produce.
3.- Perpetuo: Nace y está llamado a perdurar en el tiempo “la propiedad no se
destruye, se transforma o transfiere”. El dominio de una cosa persiste mientas
subsiste la cosa. No se extingue por el solo transcurso del tiempo o por el no ejercicio
del derecho.
4.- Exclusivo: Se radica en un solo titular, y no puede haber dos o más propietarios,
independientes uno del otro, sobre una misma cosa con iguales poderes sobre ella.
Una importante forma de concreción de esta característica es la llamada facultad de
excluir; consiste en el poder o prerrogativa que tiene el dueño de impedir a los demás
el uso o goce o disposición de la cosa de que es propietario. Esta idea es armónica con
la comunidad de tipo romana de nuestro derecho. Esta característica es la que da la
facultad de perseguir la cosa. Fundado en la sola situación de ser dueño, puede
impedir que cualquier otra persona penetre en el objeto, se instale en él o lo gobierne.
Comprende, sin embargo, intromisiones jurídicas y materiales, pero es en éstas en
donde conviene tenerla presente en cuanto terceros pueden vincularse a la cosa
ajena, por descuido o aun porque pretenden que es admisible por la circunstancia de
que no la están dañando.

Hay excepciones:
a) El derecho de uso inocuo: Es el que se tiene en la cosa de otro para obtener un
provecho sin causar al dueño perjuicio alguno o causándolo en medida insignificante
b) Posibilidad de acceso coactivo: Es el que se le reconoce al dueño o
administrador de una cosa para entrar, transitoriamente, a una propiedad ajena, a
ejecutar algún acto relativo a la utilización de aquel objeto. Ejemplo Para recoger los
frutos caídos en un predio vecino, reparar un muro. En Chile hay textos aislados a
este respecto, por ejemplo artículos 620 y 943.

Art. 620. Las abejas que huyen de la colmena y posan en árbol que no sea del dueño
de ésta, vuelven a su libertad natural, y cualquiera puede apoderarse de ellas, y de los
panales fabricados por ellas, con tal que no lo hagan sin permiso del dueño en tierras
ajenas, cercadas o cultivadas, o contra la prohibición del mismo en las otras; pero al
dueño de la colmena no podrá prohibirse que persiga a las abejas fugitivas en tierras
que no estén cercadas ni cultivadas.

Art. 943. Los frutos que dan las ramas tendidas sobre terreno ajeno, pertenecen al
dueño del árbol; el cual, sin embargo, no podrá entrar a cogerlos sino con permiso del
dueño del suelo, estando cerrado el terreno.
El dueño del terreno será obligado a conceder este permiso; pero sólo en días y
horas oportunas, de que no le resulte daño.

c) Principio del mal menor: Está relacionado con el estado de necesidad. Es decir,
si para salvaguardar una cosa propia se destruye una cosa ajena. Exime de
responsabilidad civil y penal. Ejemplo Famélico. Peñailillo: Cualquier persona puede
aprovecharse de una cosa ajena para salvar una cosa o un bien jurídico de mayor

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valor que el daño que pueda causa, ante un peligro inminente. (Ley de copropiedad
inmobiliaria artículo 36 inciso final)

5.- Absoluto: Confiere al titular la posibilidad de ejercitar sobre el objeto las más
amplias facultades, de manera soberana, ilimitada e independiente. Permite el más
amplio señorío sobre la cosa. Esta característica es la que ha sido más alterada,
estableciendo restricciones debido a la “función social”. Nuestro texto soporta esta
masiva incursión casi sin resentirse porque a aquella arbitrariedad añadió de
inmediato dos fronteras: la ley y el derecho ajeno.

La constitución busca reaccionar contra situaciones ocurridas en la época


históricamente anterior a la redacción de su primera versión, cuya vigencia comienza
en 1981. Por ejemplo, el caso de las requisiciones de industrias y la figura del
“interventor”, en que el dueño sigue gozando de su derecho de propiedad pero
privado de la posibilidad de ejercer uso goce o disposición de la misma, porque estas
corresponden al estado en la persona del interventor.

Por contenido del derecho entendemos “todo aquello que de acuerdo con la ley o la
naturaleza corresponde al titular”. Este concepto puede estar presente en derechos
reales como personales, y responde a la pregunta sobre el problema central del
derecho de bienes; las titularidades que le corresponden a determinadas personas, y
luego, que facultades, que atributos y que prerrogativas va a otorgar a su titular
atendiendo al contenido del derecho.

Al hablar de contenido, son las facultades que al titular se le reconocen según la


naturaleza o disposición de la ley.

Hay facultades que, correspondiendo al derecho según su naturaleza, se encuentran


privadas en virtud de la ley. El artículo 1546, dedicado a definir el contenido de una
obligación, de un derecho personal, dice que los contratos deben ejecutarse de buena
fe y obligan a lo que ellos expresan y a lo que corresponde a la naturaleza de la
obligación o que por la ley se entienden pertenecerle.

Art. 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de
la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.

En cuanto a su naturaleza, un derecho puede tener determinados efectos, sin perjuicio


que en los hechos éstos no se produzcan.

El efecto natural de la compraventa, supone la entrega de una cosa a cambio de un


precio, la cosa es en principio del dueño, entonces su efecto natural es transferir el
dominio, sin embargo puede ser que no se transfiera porque quien lo vende no es
dueño, por lo que no produciría sus efectos que de su naturaleza se entienden
pertenecerle.

En ciertos casos se atiende a la condición de nacional o extranjero, para regular el


contenido de derechos, y respecto predios fronterizos; no pueden adquirirse por
extranjeros, por lo que la transferencia se limita únicamente para los nacionales
(Decreto Ley 1979).

Las facultades del dominio.

a) Facultad de Uso (Ius utendi): Consiste en utilizar o servirse de la cosa en lo que


son sus posibilidades directas, sean o no las naturales de la misma. Todo lo que

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la cosa permita hacer directamente en sí. Es importante, pues el titular del
derecho, puede desprenderse de esta facultad, o bien estar privado de ejercer
esta facultad. Por ejemplo, se desprende al constituir un derecho real de
usufructo, que comprende el uso y el goce (Artículo 764), o cuando constituye
un derecho de uso y habitación (811). También el derecho de servidumbre
(820), supone una privación parcial en el uso de una cosa, que es un gravamen
de un predio en beneficio de otro, por ejemplo, la servidumbre de tránsito.
También se puede desprender esta facultad de uso, como los nacidos del
contrato de arrendamiento, o el de comodato, y el de depósito irregular (el
depósito en general, no incluye la facultad de uso). También puede que le
dueño se vea privado de su facultad de uso por otra causa, por ejemplo, en la
prescripción se puede interrumpir naturalmente (artículo 2502).

Art. 764. El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de


gozar de una cosa con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su
dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de volver igual cantidad y calidad del
mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es fungible.

Art. 811. El derecho de uso es un derecho real que consiste, generalmente, en la


facultad de gozar de una parte limitada de las utilidades y productos de una cosa.
Si se refiere a una casa, y a la utilidad de morar en ella, se llama derecho de
habitación.

Art. 820. Servidumbre predial, o simplemente servidumbre, es un gravamen impuesto


sobre un predio en utilidad de otro predio de distinto dueño.

Art. 2502. La interrupción es natural:


1.º Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible
el ejercicio de actos posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente
inundada;
2.º Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de
descontarse su duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace
perder todo el tiempo de la posesión anterior; a menos que se haya recobrado
legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el título De las acciones
posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el
desposeído.

b) Facultad de Goce (Ius fruendi): Comprende la posibilidad de aprovecharse de


los frutos y productos que genera una cosa. La distinción entre unos y otros
esta en la periodicidad con que se producen y también en el menoscabo que
importan para la cosa productiva. Así los que se producen regularmente y sin
menoscabo de la cosa productiva serán frutos. Productos, los que no se
generan periódicamente y producen detrimento de la cosa productiva. El
código habla de frutos naturales (644) y frutos civiles.

Art. 644. Se llaman frutos naturales los que da la naturaleza ayudada o no de la


industria humana.

Art. 646. Los frutos naturales de una cosa pertenecen al dueño de ella; sin perjuicio
de los derechos constituidos por las leyes, o por un hecho del hombre, al poseedor de
buena fe, al usufructuario, al arrendatario.
Así los vegetales que la tierra produce espontáneamente o por el cultivo, y las
frutas, semillas y demás productos de los vegetales, pertenecen al dueño de la tierra.

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Así también las pieles, lana, astas, leche, cría, y demás productos de los
animales, pertenecen al dueño de éstos.

Art. 647. Se llaman frutos civiles los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o
censo, y los intereses de capitales exigibles, o impuestos a fondo perdido.
Los frutos civiles se llaman pendientes mientras se deben; y percibidos, desde
que se cobran.

Art. 648. Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de que provienen,
de la misma manera y con la misma limitación que los naturales.

Es importante el artículo 646, los frutos naturales pertenecen al dueño, sin


perjuicio de los derechos constituidos por este, respecto de terceros. Así, la
facultad de goce esencial al dominio, y en principio los frutos, pertenecen al
dueño.

Aquí se hace importante la clasificación muebles-inmuebles; acerca de los tipos


de inmuebles y los tipos de muebles. En los muebles por anticipación, se habla
de bienes que siendo inmuebles, se reputaban muebles para efectos de
constituir derechos a favor de terceras personas, he ahí la importancia de esta
clasificación.

Cuando los frutos son vendidos antes de su percepción es relevante el 685 que
dice como debe hacerse la tradición.

Art. 685. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el
momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá
entrar a cogerlos, fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño.

El código también habla de “frutos civiles” (artículo 647); son tales los precios,
pensiones… No son aquellos producidos por la cosa, sino los que se entienden
nacer de la cosa; por ejemplo, el dinero no produce naturalmente frutos, pero
civilmente si, en cuanto el dinero prestado va a generar intereses, que son para
el código frutos civiles. Alejandro Guzmán critica esta forma de frutos civiles,
de una interpretación de textos romanos, y dice que mas bien hay una
obligación distinta pero accesoria a una principal.

c) Facultad de disposición (Ius Abutendi). En virtud del ejercicio de esta


facultad el propietario puede destruir, transformar, degradar, enajenar o
transferir la cosa que le pertenece, es decir, en el ejercicio de esta facultad
el propietario puede realizar sobre la cosa cualquier acto que signifique la
transformación de la misma, siempre que dicho acto no sea contra ley o
derecho ajeno. También en ejercicio de esta facultad el propietario puede
transferir este derecho, transmitirlo por causa de muerte o bien limitarlo
constituyendo un derecho a favor de terceros (prenda, hipoteca, por
ejemplo).

Este atributo faculta al propietario para realizar prácticamente, sin otros


límites que el derecho ajeno y la ley, toda clase de actos que alteren la forma
o sustancia de la cosa, o que impliquen su detrimento, que lleven a su
transformación o consumo, que conduzcan a su transferencia o transmisión,
etc.; es decir, la expresión "disponer" se toma en un significado sumamente
amplio. Se sostiene por algunos que esta facultad de disposición es

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esencial del derecho de dominio en tal forma que, sin esta facultad, este
derecho no podría concebirse. Es perfectamente concebible un derecho de
propiedad separado del uso y goce (usufructo), en tal caso tenemos un
titular de un derecho de dominio que se ha desprendido de las facultades de
uso y goce en favor de un tercero, conservando para si solamente la
facultad de disposición (art.764 y 582 inc.2).

La facultad de disposición comprende tanto la disposición de la cosa por


actos físicos, como también por medios jurídicos.

Esta facultad de disposición nos lleva a ver un principio que consagra el


código, cual es el principio de la libertad de disposición. La facultad de
enajenar es por principio irrenunciable, es una facultad de orden público. Se
dice que la facultad de disposición es tan inherente al derecho de dominio
que sin esta facultad no tendría existencia.

En el Código encontramos diversas disposiciones que contemplan y cautelan


la libertad de disposición, así por ejemplo: la norma del art.747 que
establece la supresión de los fideicomisos perpetuos y de los mayorazgos,
instituciones que atentaban contra la libertad de disposición desde el
momento en que los bienes sobre los cuales éstos se constituían quedaban en
manos de ciertas personas, no pudiendo ser transferidos a terceros.

Pero, no obstante consagrarse el principio de la libertad de disposición, hay


ciertos casos en que el legislador autoriza en forma expresa las
prohibiciones de enajenar, así por ejemplo: el art.751 faculta a quien
constituye una propiedad fiduciaria para prohibir la enajenación entre
vivos; igual situación contempla el art.1432 en relación con las donaciones
entre vivos y el art.793 inc.3 en virtud del cual el constituyente del
usufructo puede prohibir al usufructuario ceder o enajenar su usufructo.

Art. 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por
causa de muerte, pero en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y
sujeta al gravamen de restitución bajo las mismas condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya
prohibido la enajenación; ni transmisible por testamento o abintestato, cuando el día
prefijado para la restitución es el de la muerte del fiduciario; y en este segundo caso
si el fiduciario la enajena en vida, será siempre su muerte la que determine el día de
la restitución.

Art. 793. El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y cederlo a quien quiera
a título oneroso o gratuito.
Cedido el usufructo a un tercero, el cedente permanece siempre directamente
responsable al propietario.
Pero no podrá el usufructuario arrendar ni ceder su usufructo, si se lo hubiese
prohibido el constituyente; a menos que el propietario le releve de la prohibición.
El usufructuario que contraviniere a esta disposición, perderá el derecho de
usufructo.

Art. 1432. La resolución, rescisión y revocación de que hablan los artículos anteriores,
no dará acción contra terceros poseedores, ni para la extinción de las hipotecas,
servidumbres u otros derechos constituidos sobre las cosas donadas, sino en los casos
siguientes:

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1º Cuando en escritura pública de la donación (inscrita en el competente
registro, si la calidad de las cosas donadas lo hubiere exigido), se ha prohibido al
donatario enajenarlas, o se ha expresado la
condición;
2º Cuando antes de las enajenaciones o de la constitución de los referidos
derechos, se ha notificado a los terceros interesados, que el donante u otra persona a
su nombre se propone intentar la acción resolutoria, rescisoria o revocatoria contra el
donatario;
3º Cuando se ha procedido a enajenar los bienes donados, o a constituir los
referidos derechos, después de intentada la acción. El donante que no hiciere uso de
dicha acción contra terceros, podrá exigir al donatario el precio de las cosas
enajenadas, según el valor que hayan tenido a la fecha de la enajenación.

Art. 1023. Lo que constituye esencialmente el testamento cerrado es el acto en que el


testador presenta al escribano y testigos una
escritura cerrada, declarando de viva voz y de manera que el escribano y testigos le
vean, oigan y entiendan (salvo el caso del artículo siguiente), que en aquella escritura
se contiene su testamento. Los mudos podrán hacer esta declaración escribiéndola a
presencia del escribano y testigos.
El testamento deberá estar escrito o a lo menos firmado por el testador.
El sobrescrito o cubierta del testamento estará cerrada o se cerrará exteriormente, de
manera que no pueda extraerse el testamento sin romper la cubierta.
Queda al arbitrio del testador estampar un sello o marca, o emplear cualquier otro
medio para la seguridad de la cubierta.
El escribano expresará en el sobrescrito o cubierta, bajo el epígrafe testamento, la
circunstancia de hallarse el testador en su sano juicio; el nombre, apellido y domicilio
del testador y de cada uno de los testigos; y el lugar, día, mes y año del otorgamiento.
Termina el otorgamiento por las firmas del testador y de los testigos, y por la firma y
signo del escribano, sobre la cubierta.
Durante el otorgamiento estarán presentes, además del testador, un mismo escribano
y unos mismos testigos, y no habrá interrupción alguna sino en los breves intervalos
que algún accidente lo exigiere.

Disposición puede ser material o jurídica.


1. Material: Todas las acciones que conllevan o suponen la destrucción, consumo
o agotamiento de una cosa. Por ejemplo, puedo consumirla (manzana),
destruirla (talar bosque), que puede ser por acción (talar) u omisión (dejar que
se queme). Pero deben tenerse presente las limitaciones contenidas en la
legislación protectora de obras de arte y monumentos históricos, y de la
naturaleza; también leyes económicas impiden una destrucción caprichosa de
artículos de consumo esencial (alimentos)
2. Jurídica: supone todos aquellos actos jurídicos por los cuales el titular hace
salir de su patrimonio un bien. Son el abandono, renuncia y enajenación
- Abandono: si bien materialmente considerada podría ser un acto de
disposición material, es un acto de disposición jurídica. Consiste en hacer
dejación de la cosa, dejarla en un lugar a disposición de quien la quiera. Es un
acto de disposición jurídica en cuanto el titular del dominio lo que hace es
sacar la cosa de su patrimonio. En el contrato de seguro, el asegurado puede
hacer dejación de la cosa para ampliar la indemnización (en los autos, cuando
se califica la perdida total). Se paga el precio del auto al momento del
accidente y se hace dejación del mismo.
- Renuncia: Está referido a un derecho. El titular de un derecho dispone sobre
el, haciéndolo salir de su patrimonio. Hay derechos que aun mirando al interés
del individuo no pueden ser renunciados porque la ley lo prohíbe: derechos
laborales, art. 19 ley 18.101 "son irrenunciables".

43
- Enajenación: Puede ser entendida en un sentido amplio o restringido como lo
hace el CC.
1) Amplio: Transferencia del dominio de una cosa o la constitución de
cualquier derecho real sobre la misma.
2) Restringido: Transferencia del dominio de una cosa.

Dentro de la facultad de disposición material, son importantes las prohibiciones de


enajenar. Éstas pueden ser legales, judiciales o voluntarias.
 Legales y judiciales no hay mayor problema respecto a su contravención
(enajenar de todas maneras). En las legales se llega a la nulidad absoluta,
porque todo acto prohibido por la ley lleva ese tipo de nulidad (Art. 10, 1466 y
1682).
En las judiciales se refiere en concreto a las medidas precautorias de celebrar
un contrato (art. 1464 nº 3) y al embargo. La sanción es la nulidad relativa.
[***] Para diferenciar el alcance protector de la nulidad hay que ver si se trata
de las partes interesadas o de terceros, deben tener conocimiento de que la
prohibicion existe. Y distinguir entre muebles e inmuebles (¿?).

El problema surge respecto de las convencionales o voluntarias. Cuando el


propietario de un objeto se obliga a no disponer de él jurídicamente. La
estipulación de no disponer materialmente no presenta mayor dificultad y, al
menos entre nosotros, no es frecuente. La de no disponer jurídicamente, no
enajenar, es más aplicada y presenta conflicto. La doctrina ha mantenido
discusión acerca de la validez de esta estipulación. Se crítica que podría
significar una alteración sustancial al sistema económico, libre circulación de
los bienes. En contra, se opta por la libertad de los particulares de contratar
los convenios que estimen y, entre ellos, la de limitar la mencionada facultad
dispositiva.

Teoría 1: Tales pactos adolecerían de nulidad relativa. Esto por el art. 64


del reglamento del Conservador de Bienes Raíces, y el art. 53 nº 3 del
mismo.

Teoría 2: -. Son nulas, porque el establecimiento de la cláusula lo es.


Atentaría contra la libre circulación de lo bienes, que es uno de los
principios fundamentales del ordenamiento jurídico, es decir, se
entiende como una norma de orden público económico. Por lo tanto, no
puede renunciarse a esta facultad, porque contravendría al orden
público económico. Señalan además que sólo la ley puede prohibir la
enajenación de las cosas según lo señalado en el artículo 1810, que
indica que se puede vender todo lo que no este prohibido por ley.
Nulidad absoluta por los artículo 1464 y 1682

Teoría 3: Son válidas. Para contrarrestar el argumento de la libre


circulación de los bienes. En esta misma línea, asegurar la libre
circulación, la jurisprudencia acepta su validez por tiempo determinado
y prudente, y con justificado motivo. Este efecto se aduce al artículo
1126, que señala que si se lega una cosa con calidad de no enajenarla, y
enajenación no comprometiere ningún derecho de tercero, la cláusula
de no enajenar se tendrá por no escrita (a contrario sensu). En cuanto al
contenido de la estipulación, impone una obligación de no hacer. Por
consiguiente su contravención permitiría a quien en cuyo favor esta
establecida, exigir la indemnización de perjuicios, como lo señala el
artículo 1555.

44
Capítulo IV
Los modos de adquirir el dominio
A) Concepto.

Son hechos o actos jurídicos a los que la Ley atribuye la facultad de hacer nacer o
traspasar el dominio. En la Constitución, el artículo 19 nº 24 inciso 2º indica que:
Sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y
disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social.

Definiciones.

- Ocupación artículo 606

Art. 606. Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a
nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho
Internacional.

- Accesión artículo 643

Art. 643. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a
serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son
frutos naturales o civiles.

- Tradición artículo 670

Art. 670. La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la


entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e
intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.

- Sucesión por causa de muerte artículo 951

Art. 951. Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
El título es universal cuando se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos
y obligaciones transmisibles, o en una cuota de ellos, como la mitad, tercio o quinto.
El título es singular cuando se sucede en una o más especies o cuerpos ciertos,
como tal caballo, tal casa; o en una o más especies indeterminadas de cierto género,
como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas de trigo.

- Prescripción articulo 2492

Art. 2492. La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las
acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido
dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
requisitos legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la
prescripción.

Ese es el catalogo de los modos de adquirir. También se considera a la Ley, como


ocurre en la expropiación, donde el título es la ley expropiatoria y el modo, el
procedimiento exporpiatorio. Se ha fallado que solo se puede adquirir el dominio por
un modo, no por mas de uno, aunque si puede alegarse un segundo modo en subsidio
del otro, pero no se puede adquirir por dos modos a la vez. Lo contrario ocurre
respecto de la posesión, en que se puede poseer por varios títulos (artículo 701).

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B) Clasificación de los modos de adquirir.

1. Originarios y derivativos. La distinción tiene importancia para determinar el


alcance y características del derecho del adquiriente
1.1. Originarios: El modo de adquirir es originario si permite adquirir la
propiedad independientemente del derecho de un antecesor. Aquí
caben; la ocupación, prescripción y accesión. Basta examinar el acto o
hecho que configura el modo, y la cosa sobre la que recae, para
determinar el alcance y características del derecho del adquiriente.
1.2. Derivativos: el modo de adquirir es derivativo si por él se adquiere
el dominio que es traspasado de otro titular en las mismas condiciones,
con las mismas calidades y vicios, que el derecho tenía en el anterior
titular. Aquí caben la tradición y la sucesión por causa de muerte. Se
aplica el principio de “nadie puede transferir más derechos que los que
tiene”; no basta con analizar el acto o hecho configurador y la cosa
sobre la que recae el derecho; además hay que examinar los derechos
que tenía el antecesor.

2. A título universal y a título singular. Se clasifican así según se puedan


adquirir con ellos universalidades jurídicas o bienes determinados.
2.1. Título universal. Cabe la sucesión por causa de muerte, y por
excepción la tradición y prescripción del derecho real de herencia o de
universalidades de hecho.
2.2. Título singular. La ocupación y la accesión permiten adquirir solo
bienes específicos. La sucesión por causa de muerte respecto de los
legados de especie o cuerpo cierto (en los de género sólo se adquiere un
crédito contra la sucesión), y generalmente la tradición y la
prescripción.

3. La gratuidad y la onerosidad. La distinción se formula según signifiquen o no


una contraprestación pecuniaria para el adquiriente. Peñailillo cree que los
modos de adquirir son ajenos a esta distinción; dado que ella refiere a actos
jurídicos, y algunos de los modos ni siquiera están constituidos por actos
jurídicos (sucesión por causa de muerte).
3.1. Onerosos. La tradición en algunos casos, si el título que lo antecede
tiene el carácter de oneroso, como una compraventa.
3.2. Gratuitos. Cabrían aquí la ocupación, la accesión, la prescripción
y la tradición en algunos casos (cuya onerosidad-gratuidad
dependerá del título que tiene de antecedente, si es un acto gratuito
como una donación será gratuito).

C) Sistema de Transferencia de la Propiedad en Chile.

Se requiere un título y un modo.


Artículo 703 inciso 2º.

Art. 703. El justo título es constitutivo o translaticio de dominio.


Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.
Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo,
como la venta, la permuta, la donación entre vivos.
Pertenecen a esta clase las sentencias de adjudicación en juicios divisorios, y
los actos legales de partición.
Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para
legitimar la posesión.

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Las transacciones en cuanto se limitan a reconoce o declarar derechos
preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de un
objeto no disputado, constituyen un título nuevo.

Se oponen a los títulos traslaticios (como la tradición), los títulos de mera tenencia.
Este régimen es conocido como sistema romano. El problema que tiene es que
requiere la validez tanto del titulo como del modo. Es problemático respecto de
terceros. Tanto así que se puede hacer mas de una compra venta. También la venta de
cosa ajena es válida, pues no es un titulo que transfiere el dominio por si mismo. En el
Derecho Francés, el titulo si transfiere el dominio. Pero el problema de este sistema es
con los terceros también; en los inmuebles se solucionan por registro de hipotecas. El
último sistema es el alemán; hay 2 actos divididos por la abstracción; el problema es
que disocia algo que en la realidad es uno.

D) Sistemas de adquisición.
- Romano: es el que se usa en Chile, concurrencia copulativa de titulo (es el
hecho o acto jurídico que sirve de antecedente para la adquisición del dominio) y
modo (el hecho o acto jurídico que producirá en concreto la adquisición del
dominio). La idea de ellos se mueve en plano abstracto. Articulo 682.

Art. 682. Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a


su nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros derechos que los
transmisibles del mismo tradente sobre la cosa entregada.
Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste
transferido desde el momento de la tradición.

La compra-venta es el título y la tradición el modo. El 682 se pone en el


caso de que no ocurra el modo en concreto. Esta dicotomía se rige por modos
solemnes de adquirir. La evolución hace que las solemnidades se vulgaricen, y de
ella se espiritualizan algunos sentidos, y se llega a la identificación de titulo y
modo; como ocurre en el del Código Francés y el Italiano, entre otros, donde el
solo contrato tiene efectos traslaticios de dominio. Lo anterior es importante por
sus consecuencias; principalmente el riesgo.
La teoría de los riesgos significa atribuir a una u otra parte la perdida de la
cosa, y dependerá del sistema de adquisición.

- Francés: habla de contrato con efectos reales, efecto de transferencia de


dominio de la cosa. La regla del riesgo establecida en el 1550 (y 1820) de nuestro
Código se critica, pues se toma del Código francés donde el concepto de
adquisición de dominio es distinto.

Art. 1550. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba, es siempre a cargo del
acreedor; salvo que el deudor se constituya en mora de efectuarla, o que se haya
comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas por obligaciones
distintas; en cualquiera de estos casos, será a cargo del deudor el riesgo de la cosa,
hasta su entrega.

Art. 1820. La pérdida, deterioro o mejora de la especie o cuerpo cierto que se vende,
pertenece al comprador, desde el momento de perfeccionarse el contrato, aunque no
se haya entregado la cosa; salvo que se venda bajo condición suspensiva, y que se
cumpla la condición, pues entonces, pereciendo totalmente la especie mientras pende
la condición la pérdida será del vendedor, y la mejora o deterioro pertenecerá al
comprador.

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Cuando el riesgo se traslada al acreedor (res perit creditori), significa que
el deudor no debe entregar una cosa perecida fortuitamente, pero el acreedor si
debe pagar el precio. Cuando la regla es la inversa y es el deudor quien debe
soportar el riesgo (res perit debitori), el acreedor se ve privado de la prestación y
el deudor no recibe nada a cambio. La diferencia entre los dos sistemas tiene como
consecuencia la traslación del riesgo. Bello toma la regla del código francés, que
establece un sistema distinto; lo que va en perjuicio del acreedor, pero hay
muchas excepciones que casi anulan este perjuicio de riesgo para el acreedor.

- Alemán: trata de evitar que las adquisiciones queden sujetas a la


incertidumbre respecto de vicios que pueda haber en los títulos. Este sistema
separa título y modo de adquirir, así la adquisición de la propiedad es abstracta,
sin conexión al acto realizado, con lo cual la adquisición no se sujeta a loa efectos
restitutorios derivados de la nulidad; en cambio la adquisición puede dar lugar
eventualmente a una acción de enriquecimiento sin causa (que aparece con fuerza
en el código alemán). Así se protege la cadena de adquisiciones como separada de
los títulos.

E) Titulo y modo.
La adquisición se produce por un solo modo y un solo titulo, pues la concurrencia de
uno y otro transfiere el dominio. En cambio en la posesión (701) se dice que se puede
poseer la cosa por varios títulos, al moverse en el plano de los hechos y no suponer
titularidad jurídica, es perfectamente posible poseer por varios antecedentes.

Art. 701. Se puede poseer una cosa por varios títulos.

F) Titulo y modo como requisito general.


Efectivamente en Chile el sistema se rige por esta dualidad. Respecto el modo
“tradición” (675), por excelencia si. Lo mismo ocurre respecto de la sucesión por
causa de muerte como modo, en el caso de la sucesión intestada, pues aquí el titulo
será la Ley (952).

Art. 675. Para que valga la tradición se requiere un título translaticio de dominio,
como el de venta, permuta, donación, etc.
Se requiere además que el título sea válido respecto de la persona a quien se
confiere. Así el título de donación irrevocable no transfiere el dominio entre cónyuges.

Art. 952. Si se sucede en virtud de un testamento, la sucesión se llama testamentaria,


y si en virtud de la ley, intestada o abintestato.
La sucesión en los bienes de una persona difunta puede ser parte testamentaria, y
parte intestada.

Así no habría duda respecto de estos 2 modos de adquirir. Pero con los demás modos
de adquirir no es claro.
Alessandri sostenía que el Código adhería efectivamente el sistema romano en
plenitud (tanto los modos arquetípicos, como los que no son). Así los otros modos
también requieren concurrencia de titulo y modo para que operen. Somarriva,
opinaba lo contrario. La exigencia de título y modo solo era necesaria en la tradición y
la sucesión por causa de muerte, así lo decía el Código. En cambio en la ocupación,
prescripción, y accesión, era innecesaria, y se hace cargo del argumento contrario del
artículo 702 y 703. La posesión regular requiere justo titulo, buena fe inicial y
tradición. La función a la cual alude el 703 es exclusivamente en sede de posesión
(entonces la ocupación, prescripción y accesión solo sirven de titulo para poseer), sino
habría un absurdo; dada que la ocupación puede servir de titulo de posesión y

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propiedad, se darían en un mismo acto, cuando en realidad podrían ocurrir cosas que
hagan que se impida la adquisición. Entonces el titulo vendría dado por la Ley.

Art. 702. La posesión puede ser regular o irregular.


Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de
buena fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede
ser por consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa el
poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia de que se obligó a entregarla,
hará presumir la tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la
inscripción del título.

Art. 703. (Citado más arriba).

G) Enumeración. El artículo 588 enumera los modos de adquirir.

Art. 588. Los modos de adquirir el dominio son la ocupación, la accesión, la tradición,
la sucesión por causa de muerte, y la prescripción.
De la adquisición de dominio por estos dos últimos medios se tratará en el
Libro De la sucesión por causa de muerte, y al fin de este Código.

A ellos se añade la ley, y jurisprudencialmente se ha reconocido la expropiación como


modo de adquirir, cuyas bases constitucionales indican que el titulo será la Ley.

El libro segundo trata ocupación, tradición y accesión. El cuarto de la Prescripción.


Quedaran fuera del estudio los modos de adquirir que llamamos Ley y la expropiación
(que se estudia en derecho constitucional y administrativo). La sucesión se trata en
derecho sucesorio.

49
Capítulo V
La Ocupación como modo de adquirir

A) Concepto.
El artículo 606 dice cuales son las cosas que se pueden adquirir por ocupación, no es
una definición concreta de lo que es la ocupación.

Art. 606. Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a
nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho
Internacional.

Se puede definir como el modo de adquirir el dominio de las cosas que no pertenecen
a nadie, y cuya adquisición no haya sido prohibida por el derecho internacional o la
ley, y que se verifica mediante la aprehensión material de estas cosas, existiendo en
quien las adquiere la intención de adquirirlas.
Puede que se aprehenda una cosa sin intención de adquirirla.

B) Requisitos para que exista la ocupación.


- Que se trate de cosas que no pertenecen a nadie; dentro de ellas se encuentran
las cosas sin dueño (res nullius) y las cosas que han sido abandonadas (res
derelictae). Artículos 606 y 629.

Citar artículo 606

Art. 629. Si se encuentra alguna especie mueble al parecer perdida, deberá ponerse a
disposición de su dueño; y no presentándose nadie que pruebe ser suya, se entregará
a la autoridad competente, la cual deberá dar aviso del hallazgo en un diario de la
comuna o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo
hubiere.
El aviso designará el género y calidad de la especie, el día y lugar del hallazgo.
Si no apareciere el dueño, se dará este aviso por tercera vez, mediando treinta
días de un aviso a otro.

- Que la adquisición de dichas cosas no se halle prohibida por las leyes o por el
derecho internacional. Por las leyes, pues ciertas formas de ocupación se
tratan de forma especial, dada la clase de bienes involucrados, ejemplo, caza y
pesca 607. Ejemplo del tesoro. También la captura bélica 640.

Art. 640. El Estado se hace dueño de todas las propiedades que se toman en guerra
de nación a nación, no sólo a los enemigos sino a los neutrales, y aun a los aliados y
los nacionales según los casos, y dispone de ellas en conformidad a las Ordenanzas de
Marina y de Corso.

C) Tipos de ocupación.
- Ocupación de especies o cosas animadas:

Son la caza y la pesca. Tratada entre los artículos 607-623.

Art. 607. La caza y pesca son especies de ocupación por las cuales se adquiere el
dominio de los animales bravíos.

Art. 608. Se llaman animales bravíos o salvajes los que viven naturalmente libres e
independientes del hombre, como las fieras y los peces; domésticos los que
pertenecen a especies que viven ordinariamente bajo la dependencia del hombre,
como las gallinas, las ovejas; y domesticados los que sin embargo de ser bravíos por

50
su naturaleza se han acostumbrado a la domesticidad y reconocen en cierto modo el
imperio del hombre.
Estos últimos, mientras conservan la costumbre de volver al amparo o
dependencia del hombre, siguen la regla de los animales domésticos, y perdiendo esta
costumbre vuelven a la clase de los animales bravíos.

Art. 623. Los animales domésticos están sujetos a dominio.


Conserva el dueño este dominio sobre los animales domésticos fugitivos, aun
cuando hayan entrado en tierras ajenas; salvo en cuanto las ordenanzas de policía
rural o urbana establecieren lo contrario.

- Ocupación de especies inanimadas:

a) Invención o hallazgo. Articulo 624.

Art. 624. La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el que
encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio,
apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras
substancias que arroja el mar y que no presentan señales de dominio anterior.

b) Adquisición de cosas abandonadas por su dueño (624).

Artículo 624: Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad
abandona su dueño, como las monedas que se arrojan para que las haga suyas el
primer ocupante.
No se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes
arrojan al mar para alijar la nave.

c) Tesoro: Artículo 625 dice que es una especie de invención o hallazgo.

Art. 625. El descubrimiento de un tesoro es una especie de invención o hallazgo.


Se llama tesoro la moneda o joyas, u otros efectos preciosos, que elaborados
por el hombre han estado largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya memoria
ni indicio de su dueño.

d) Cosas al parecer perdidas, 629 y siguientes.

Art. 629. Si se encuentra alguna especie mueble al parecer perdida, deberá ponerse a
disposición de su dueño; y no presentándose nadie que pruebe ser suya, se entregara
a la autoridad competente, la cual deberá dar aviso del hallazgo en un diario de la
comuna o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo
hubiere.
El aviso designará el género y calidad de la especie, el día y lugar del hallazgo.
Si no apareciere el dueño, se dará este aviso por tercera vez, mediando treinta
días de un aviso a otro.

Art. 632. Si aparece el dueño antes de subastada la especie, le será restituida,


pagando las expensas, y lo que a título de salvamento adjudicare la autoridad
competente al que encontró y denunció la especie.
Si el dueño hubiere ofrecido recompensa por el hallazgo, el denunciador
elegirá entre el premio de salvamento y la recompensa ofrecida.

- Captura Bélica:

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Artículos 640-642, y cosas adquiridas en naufragio, 636.

Art. 636. Las especies náufragas que se salvaren, serán restituidas por la autoridad a
los interesados, mediante el pago de las expensas y la gratificación de salvamento.

Art. 640. El Estado se hace dueño de todas las propiedades que se toman en guerra
de nación a nación, no sólo a los enemigos sino a los neutrales, y aun a los aliados y
los nacionales según los casos, y dispone de ellas en conformidad a las Ordenanzas de
Marina y de Corso.

52
Capítulo VI
La accesión como modo de adquirir el dominio
Concepto
En el artículo 588 se menciona la accesión. El código le dedica un titulo completo a
partir del artículo 643.
Concepto
Art. 643. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a
serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son
frutos naturales o civiles.

Tipos de accesión.

Se deducen a partir de la definición que se da.

1) Accesión de frutos: el dueño de una cosa se hace dueño de las cosas que
produce la misma. Autores han discutido si se trata solamente de una
atribución del dominio; pues existen 3 facultades del dominio, que incluye el
gozar, que es la capacidad de disfrutar de los frutos de la cosa. Así no
parecería lógica esta accesión.
La mayoría de los autores están de acuerdo en que no es un modo de adquirir
propiamente tal.

El código trata a los frutos y productos de la misma forma; la doctrina ha


distinguido a ambos. Los frutos se producen periódicamente y sin detrimento
de la cosa; los productos al contrario.
Es importante, pues en muchos casos se otorga a terceros la facultad de
hacerse dueños de los frutos; y ahí se debe entender que se pueden apropiar
de los frutos estrictamente hablando, y no de los productos. (Manzanas del
árbol, no leña).
El artículo 784 habla del usufructo de minas; le autoriza a retirar los productos
sin responder de ellos.

Art. 784. Si la cosa fructuaria comprende minas y canteras en actual laboreo, podrá el
usufructuario aprovecharse de ellas, y no será responsable de la disminución de
productos que a consecuencia sobrevenga, con tal que haya observado las
disposiciones de la ordenanza respectiva.

La distinción entre frutos naturales y civiles sirve bastante, es de lo más


importante en la accesión.
Distinción entre frutos naturales y civiles.

a) Frutos naturales: Son los que da la naturaleza, art. 644.

Art. 644. Se llaman frutos naturales los que da la naturaleza ayudada o no de la


industria humana.

Art. 646. Los frutos naturales de una cosa pertenecen al dueño de ella; sin perjuicio
de los derechos constituidos por las leyes, o por un hecho del hombre, al poseedor de
buena fe, al usufructuario, al arrendatario.

Art. 571. Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos, como las
yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se
reputan muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho
sobre dichos productos o cosas a otra persona que el dueño.

53
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y a las
piedras de una cantera.

Art. 685. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el
momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá entrar a
cogerlos, fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño.

El art. 645 distingue entre los frutos naturales:


- Frutos pendientes: permanecen adheridos a la cosa fructuaria
- Frutos percibidos: los que han sido separados de ella.
- Frutos consumidos: material o jurídicamente.

Art. 645. Los frutos naturales se llaman pendientes mientras que adhieren todavía a la
cosa que los produce, como las plantas que están arraigadas al suelo, o los productos
de las plantas mientras no han sido separados de ellas.
Frutos naturales percibidos son los que han sido separados de la cosa
productiva, como las maderas cortadas, las frutas y granos cosechados, etc.; y se
dicen consumidos cuando se han consumido verdaderamente o se han enajenado.

Distinción importante, pues si una cosa tiene los frutos pendientes, se


entienden incorporados a ella; y si se vende el fundo, el comprador piensa en
todo el valor del predio incluido los frutos. Los frutos pendientes se entienden
dentro de la cosa comprada, y el usufructuario tiene derecho sobre todos los
frutos pactados. Artículos 1816 inciso 2º y 781.

Art. 1816. La compra de cosa propia no vale: el comprador tendrá derecho a que se le
restituya lo que hubiere dado por ella.
Los frutos naturales, pendientes al tiempo de la venta, y todos los frutos tanto
naturales como civiles que después produzca la cosa, pertenecerán al comprador, a
menos que se haya estipulado entregar la cosa al cabo de cierto tiempo o en el evento
de cierta condición; pues en estos casos no pertenecerán los frutos al comprador, sino
vencido el plazo, o cumplida la condición.
Todo lo dicho en este artículo puede ser modificado por estipulaciones
expresas de los contratantes.

Art. 781. El usufructuario de una cosa inmueble tiene el derecho de percibir todos los
frutos naturales, inclusos los pendientes al tiempo de deferirse el usufructo.
Recíprocamente, los frutos que aún estén pendientes a la terminación del
usufructo, pertenecerán al propietario.

Otra aplicación: la expropiación, no es lo mismo expropiar un predio con frutos


o sin frutos. Artículo 571; los frutos mientras son pendientes son inmuebles,
pero se reputarán muebles.

Art. 571. Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos, como las
yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se
reputan muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho
sobre dichos productos o cosas a otra persona que el dueño.
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y
a las piedras de una cantera.

b) Frutos civiles:

54
Los frutos civiles son enumerados por el código (647); son la utilidad que le
reporta al dueño una cosa, por haber cedido el derecho a hacer uso y goce de
su bien, a modo de compensación.

Es importante el tema de los intereses. La Ley de créditos y dinero; define


“interés”. Hay un concepto de interés como el “precio del dinero”. En general
cualquier obligación puede generar intereses. Los intereses permiten que el
ahorrante tenga un beneficio, pero también pueden actuar a modo de sanción.

Se debe descartar la idea que los intereses sean frutos civiles del crédito o
derecho al capital, esto es, de una cosa incorporal, como se parece desprender
de los ejemplos que el Código Civil da en el artículo 647, en que se nombran los
cánones censuales y los intereses de capitales exigibles o impuestos a fondo
perdido. Una idea tal no puede ser aceptada, dice Guzmán Brito, “porque el
art. 648 CC. dice: ‘Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de
la que provienen…’, y la cosa a la que la disposición se refiere es la corporal, o
sea, en el caso de los intereses, el dinero prestado (cfr. arts. 904, 1423 inc. 2 y
1816 inc. 2 CC.) y no el crédito adquirido. De aceptarse la tesis contraria
habría que decir que el precio en el contrato de arrendamiento, cuya
naturaleza de fruto civil no está en discusión, proviene no de la cosa arrendada
sino del derecho personal del arrendador, lo que es absurdo. En esta materia,
en realidad, el Código ha cometido un doble error: el de considerar como fruto
civil a los intereses y el de considerarlos como fruto de la cosa corporal,
cuando, como dijimos, en realidad son objeto de una obligación aparte; pero al
menos no cometió el error de considerarlos frutos del crédito, y esto es
suficiente para afirmar que, bajo este respecto, las cosas incorporales tampoco
producen frutos”.

Regla del interés corriente y del interés máximo convencional; art. 2206.

Art. 2206. El interés convencional no tiene más límites que los que fueren designados
por ley especial; salvo que, no limitándolo la ley, exceda en una mitad al que se
probare haber sido interés corriente al tiempo de la convención, en cuyo caso será
reducido por el juez a dicho interés corriente.

Es más clara la ley de operaciones de crédito (Ley 18.010) y dinero en su


artículo 6º y 8º. El interés máximo convencional es el que supera en un 50% el
interés corriente; por lo tanto, si el interés es superior al 6%, no es válido el
contrato. Los intereses corrientes en esta materia se presumen. Entonces hay
un límite a los intereses.

Art. 648. Los frutos civiles pertenecen también al dueño de la cosa de que provienen,
de la misma manera y con la misma limitación que los naturales.

El 646 indica la Regla general; el dueño se hace dueño de los frutos que
produce su cosa, salvo que la ley indique otra cosa, o por un hecho del hombre.
Al reivindicar, el efecto general incluye reivindicación de los frutos producidos
en el tiempo intermedio.
El art. 907, dice que el poseedor de buena fe, no esta obligado a restituir todos
los frutos, sino solamente los que vienen desde la respuesta de la demanda.

Art. 907. El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y civiles de
la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir
con mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.

55
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo
de la percepción: se considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en
su poder.
El poseedor de buena fe no es obligado a la restitución de los frutos percibidos
antes de la contestación de la demanda: en cuanto a los percibidos después, estará
sujeto a las reglas de los dos incisos anteriores.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios
que ha invertido en producirlos.

2) La accesión continua o propiamente tal. Los tres tipos.

a) Accesiones de suelo: son solo 4 casos de inmueble a mueble.


- Aluvión, heredad inundada 653.
- Avulsión 652
- Río que varia de curso 654
- Nueva Isla 656. Sigue las reglas del aluvión. En el lago hay regla
espacialísima.

Avulsión.
Art. 652. Sobre la parte del suelo que por una avenida o por otra fuerza natural
violenta es transportada de un sitio a otro, conserva el dueño su dominio, para el solo
efecto de llevársela; pero si no la reclama dentro del subsiguiente año, la hará suya el
dueño del sitio a que fue transportada.

Aluvión, heredad inundada.


Art. 653. Si una heredad ha sido inundada, el terreno restituido por las aguas dentro
de los cinco años subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños.

Río que varía de curso.


Art. 654. Si un río varía de curso, podrán los propietarios riberanos, con permiso de
autoridad competente, hacer las obras necesarias para restituir las aguas a su
acostumbrado cauce; y la parte de éste que permanentemente quedare en seco,
accederá a las heredades contiguas, como el terreno de aluvión en el caso del artículo
650.
Concurriendo los riberanos de un lado con los del otro, una línea longitudinal
dividirá el nuevo terreno en dos partes iguales; y cada una de éstas accederá a las
heredades contiguas, como en el caso del mismo artículo.

Nueva isla.
Art. 656. Acerca de las nuevas islas que no hayan de pertenecer al Estado según el
artículo 597, se observarán las reglas siguientes:
1ª La nueva isla se mirará como parte del cauce o lecho, mientras fuere
ocupada y desocupada alternativamente por las aguas en sus creces y bajas
periódicas, y no accederá entre tanto a las heredades riberanas.
2ª La nueva isla formada por un río que se abre en dos brazos que vuelven
después a juntarse, no altera el anterior dominio de los terrenos comprendidos en
ella; pero el nuevo terreno descubierto por el río accederá a las heredades contiguas,
como en el caso del artículo 654.
3ª La nueva isla que se forme en el cauce de un río, accederá a las heredades
de aquella de las dos riberas a que estuviere más cercana toda la isla;
correspondiendo a cada heredad la parte comprendida entre sus respectivas líneas de
demarcación, prolongadas directamente hasta la isla y sobre la superficie de ella.
Si toda la isla no estuviere más cercana a una de las dos riberas que a la otra,
accederá a las heredades de ambas riberas; correspondiendo a cada heredad la parte

56
comprendida entre sus respectivas líneas de demarcación prolongadas directamente
hasta la isla y sobre la superficie de ella.
Las partes de la isla que en virtud de estas disposiciones correspondieren a dos
o más heredades, se dividirán en partes iguales entre las heredades comuneras.
4ª Para la distribución de una nueva isla, se prescindirá enteramente de la isla
o islas que hayan preexistido a ella; y la nueva isla accederá a las heredades riberanas
como si ella sola existiese.
5ª Los dueños de una isla formada por el río adquieren el dominio de todo lo
que por aluvión acceda a ella, cualquiera que sea la ribera de que diste menos el
nuevo terreno abandonado por las aguas.
6ª A la nueva isla que se forme en un lago se aplicará el inciso 2º de la regla 3ª
precedente; pero no tendrán parte en la división del terreno formado por las aguas las
heredades cuya menor distancia de la isla exceda a la mitad del diámetro de ésta,
medido en la dirección de esa misma distancia.

b) Mueble a mueble. Son tres tipos


1. Adjunción. Hay un principio, que lo accesorio sigue la suerte de lo
principal. Es una especie de accesión 657; 2 cosas muebles y distintos
dueños, una cosa se une a la otra, y excepcionalmente lo accesorio sigue la
suerte de lo principal si no hay mala fe. El otro criterio es del ornato.
Art. 657. La adjunción es una especie de accesión, y se verifica cuando dos cosas
muebles pertenecientes a diferentes dueños se juntan una a otra, pero de modo que
puedan separarse y subsistir cada una después de separada; como cuando el
diamante de una persona se engasta en el oro de otra, o en un marco ajeno se pone
un espejo propio.
Los criterios para determinar cuál es la cosa principal están tratados en los
artículos 659-661. Citar los artículos.
Art. 659. Si de las dos cosas unidas, la una es de mucho más estimación que la otra, la
primera se mirará como lo principal y la segunda como lo accesorio.
Se mirará como de más estimación la cosa que tuviere para su dueño un gran valor de
afección.

Art. 661. En los casos a que no pudiere aplicarse ninguna de las reglas precedentes,
se mirará como principal lo de más volumen.

2. Especificación, Art. 662. Se resuelve generalmente así; si el que realizo


la obra no lo hizo de mala fe, y el dueño no sabía, la cosa será del dueño,
pero deberá pagar la obra; principio del no enriquecimiento sin causa. Si la
obra tiene muchísimo mas valor que la materia prima, el dueño será el
autor. Inciso 4º habla de la situación de la comunidad.
Art. 662. Otra especie de accesión es la especificación, que se verifica cuando de la
materia perteneciente a una persona, hace otra persona una obra o artefacto
cualquiera, como si de uvas ajenas se hace vino, o de plata ajena una copa, o de
madera ajena una nave.
No habiendo conocimiento del hecho por una parte, ni mala fe por otra, el
dueño de la materia tendrá derecho a reclamar la nueva especie, pagando la hechura.
A menos que en la obra o artefacto el precio de la nueva especie valga mucho
más que el de la materia, como cuando se pinta en lienzo ajeno, o de mármol ajeno se
hace una estatua; pues en este caso la nueva especie pertenecerá al especificante, y
el dueño de la materia tendrá solamente derecho a la indemnización de perjuicios.
Si la materia del artefacto es, en parte, ajena, y, en parte, propia del que la hizo
o mandó hacer, y las dos partes no pueden separarse sin inconveniente, la especie
pertenecerá en común a los dos propietarios; al uno a prorrata del valor de su
materia, y al otro a prorrata del valor de la suya y de la hechura.

57
3. Mezcla. Art. 663 y siguientes. Cuando se unen dos cosas liquidas o
áridas. Hay que distinguir al que hace la mezcla (A) del dueño de la otra
cosa (B). A puede hacerlo de buena o mala fe. B puede saber o no saber que
se hacia la mezcla. En caso de que haya buena fe de A y desconocimiento B,
se forma la comunidad.

Art. 657. La adjunción es una especie de accesión, y se verifica cuando dos cosas
muebles pertenecientes a diferentes dueños se juntan una a otra, pero de modo que
puedan separarse y subsistir cada una después de separada; como cuando el
diamante de una persona se engasta en el oro de otra, o en un marco ajeno se pone
un espejo propio.

Art. 662. Otra especie de accesión es la especificación, que se verifica cuando de la


materia perteneciente a una persona, hace otra persona una obra o artefacto
cualquiera, como si de uvas ajenas se hace vino, o de plata ajena una copa, o de
madera ajena una nave.
No habiendo conocimiento del hecho por una parte, ni mala fe por otra, el dueño de la
materia tendrá derecho a reclamar la nueva especie, pagando la hechura.
A menos que en la obra o artefacto el precio de la nueva especie valga mucho más
que el de la materia, como cuando se pinta en lienzo ajeno, o de mármol ajeno se hace
una estatua; pues en este caso la nueva especie pertenecerá al especificante, y el
dueño de la materia tendrá solamente derecho a la indemnización de perjuicios.
Si la materia del artefacto es, en parte, ajena, y, en parte, propia del que la hizo o
mandó hacer, y las dos partes no pueden separarse sin inconveniente, la especie
pertenecerá en común a los dos propietarios; al uno a prorrata del valor de su
materia, y al otro a prorrata del valor de la suya y de la hechura.

Art. 663. Si se forma una cosa por mezcla de materias áridas o líquidas,
pertenecientes a diferentes dueños, no habiendo conocimiento del hecho por una
parte, ni mala fe por otra, el dominio de la cosa pertenecerá a dichos dueños
proindiviso, a prorrata del valor de la materia que a cada uno pertenezca.
A menos que el valor de la materia perteneciente a uno de ellos fuere
considerablemente superior, pues en tal caso el dueño de ella tendrá derecho para
reclamar la cosa producida por la mezcla, pagando el precio de la materia restante.

c) Mueble a inmueble. Arts. 668 y 669. Hay dos casos.


1) Construcción en suelo propio con material ajeno. Siempre el dueño del
predio se hace dueño de lo construido en el, sin excepción.
2) Construcción en suelo ajeno con materiales propios; el dueño del predio
no puede usar la cosa construida si no paga las indemnizaciones legales. La
otra vía es el abandono del terreno, pero pagando renta de arrendamiento e
intereses o indemnización de perjuicios y obligación de compra. Lo que hay
que saber es que, cuando hay conocimiento, solo tiene derecho a recobrarlo
si se paga el precio. En el tiempo intermedio, el que construye en suelo
ajeno, recibe frutos civiles que luego puede compensar.

Art. 668. Si se edifica con materiales ajenos en suelo propio, el dueño del suelo se
hará dueño de los materiales por el hecho de incorporarlos en la construcción; pero
estará obligado a pagar al dueño de los materiales su justo precio, u otro tanto de la
misma naturaleza, calidad y aptitud.
Si por su parte no hubo justa causa de error, será obligado al resarcimiento de
perjuicios, y si ha procedido a sabiendas, quedará también sujeto a la acción criminal
competente; pero si el dueño de los materiales tuvo conocimiento del uso que se hacía
de ellos, sólo habrá lugar a la disposición del inciso anterior.

58
La misma regla se aplica al que planta o siembra en suelo propio vegetales o
semillas ajenas.
Mientras los materiales no están incorporados en la construcción o los
vegetales arraigados en el suelo, podrá reclamarlos el dueño.

Art. 669. El dueño del terreno en que otra persona, sin su conocimiento, hubiere
edificado, plantado o sembrado, tendrá el derecho de hacer suyo el edificio,
plantación o sementera, mediante las indemnizaciones prescritas a favor de los
poseedores de buena o mala fe en el título De la reivindicación, o de obligar al que
edificó o plantó a pagarle el justo precio del terreno con los intereses legales por todo
el tiempo que lo haya tenido en su poder, y al que sembró a pagarle la renta y a
indemnizarle los perjuicios.
Si se ha edificado, plantado o sembrado a ciencia y paciencia del dueño del terreno,
será éste obligado, para recobrarlo, a pagar el valor del edificio, plantación o
sementera.

59
Capítulo VII
La Tradición como modo de adquirir

Art. 670 comienza con el modo de adquirir llamado Tradición, palabras que tiene
significados diversos).

1. Concepto.

Artículo 670: Consiste en la entrega que el dueño hace de ellas, existiendo facultad e
intención de transferirla, y por otra parte, capacidad e intención de adquirir el
dominio de ella.

En el concepto de modo de adquirir se decía que era, o bien un hecho, o bien un


negocio jurídico (que no suponía concierto de voluntades). En la tradición en cambio,
si existe un negocio jurídico (su propósito puede ser crear, extinguir o modificar un
derecho).
La tradición tiene el efecto de:
- Modificar un derecho. En cuanto cambia el titular de un derecho, que se
conecta con el carácter de modo de adquirir derivativo, el adquiriente lo va a
ser en la misma calidad de su antecesor, diferente a los modos originarios, en
que el dominio se presenta puro y sin gravámenes de un propietario anterior,
que es el ejemplo de la ocupación (Art. 682) y,
- Extinguir un derecho. La tradición será la forma de efectuar el pago, modo de
extinguir las obligaciones por excelencia, consistente en la prestación de lo que
se debe, por eso el 1575 indica:

Art. 1575. El pago en que se debe transferir la propiedad no es válido, sino en cuanto
el que paga es dueño de la cosa pagada, o la paga con el consentimiento del dueño.
Tampoco es válido el pago en que se debe transferir la propiedad, sino en
cuanto el que paga tiene facultad de enajenar.
Sin embargo, cuando la cosa pagada es fungible y el acreedor la ha consumido
de buena fe, se valida el pago, aunque haya sido hecho por el que no era dueño, o no
tuvo facultad de enajenar.

Y aparece la conexión entre el pago y la tradición; el pago será la tradición


nacida de un título. Como es un negocio jurídico, es de aquellos llamados
bilaterales, que supone la concurrencia de 2 partes; el tradente y el
adquiriente, Art. 671 dice…

Art. 671. Se llama tradente la persona que por la tradición transfiere el dominio de la
cosa entregada por él o a su nombre, y adquirente la persona que por la tradición
adquiere el dominio de la cosa recibida por él o a su nombre.

Es necesario conectar estas 2 normas por las condiciones que deben cumplir el
tradente y el adquiriente.

2. Requisitos de la tradición.

2.1. Presencia de tradente y adquiriente.


La facultad e intención del tradente, frente a la capacidad e intención del adquiriente.

a) El tradente debe tener:


- Facultad e,
- Intención

60
b) El adquiriente debe tener:
- la capacidad e,
- Intención.

Interesa la facultad del tradente y la capacidad del adquiriente, que en apariencia


parecen la misma cosa que indica el 1445 como capacidad, o sea la capacidad de
ejercicio. Pero el art. 1575 (citado más arriba) habla que, el pago que busca transferir
el dominio no es valido sino en cuanto el que paga tiene la facultad de enajenar.
Entonces el concepto de facultad que se usa, alude a un concepto más amplio que la
mera capacidad de ejercicio, pues incluye también todas las circunstancias que
habilitan o legitiman a una persona para realizar actos jurídicos sobre una cosa. Es
posible que una persona tenga capacidad de ejercicio, pero no pueda disponer
libremente de una cosa; ejemplo, la sociedad conyugal implica que el marido es el
administrador de los bienes, pero con ciertos limites, por ejemplo, los que se refieren
a la enajenación de bienes raíces, donde requiere la autorización de la mujer (1749).

La idea de facultad que se exige en el tradente debe estar revestida de los mas
amplios poderes; tanto (i) la capacidad del que ejerce la facultad, como (ii) del título
que legitima a la persona para actuar en tal sentido, como que (iii) la cosa que será
objeto de disposición no tenga impedimentos para transferirse a un nuevo dueño.
Lo anterior no implica que el tradente sea dueño necesariamente de la cosa; Art. 682.

Art. 682. Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a


su nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros derechos que los
transmisibles del mismo tradente sobre la cosa entregada.
Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste
transferido desde el momento de la tradición.

En todo caso, el adquiriente va adquirir la posesión del bien ya por el 683 o por el
730, aunque el tradente no sea el dueño.

Art. 683. La tradición da al adquirente, en los casos y del modo que las leyes señalan,
el derecho de ganar por la prescripción el dominio de que el tradente carecía, aunque
el tradente no haya tenido ese derecho.

Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito,
se da por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se
adquiere por otra, sin la competente inscripción.

Entonces respecto del tradente se requiere la titularidad respecto de la cosa y que no


existan impedimentos respecto la cosa misma.

En cambio, respecto el adquiriente el art. 670 (citado más arriba) habla de capacidad;
por tanto debemos entender capacidad de ejercicio (1445).

2.2. Consentimiento, exento de vicios, de ambas partes.

Como todo acto jurídico, requiere que el consentimiento este exento de vicios;
respecto del dolo y la fuerza debe recurrirse a las normas generales; pero si hay
normas especiales respecto del error (artículos 676, 677, 678).

61
Clases de error:
a) Error en el título: art. 677 invalida la tradición. Hay error también cuando
ambas entienden un titulo traslaticio de dominio pero uno entiende una y otro
otra. Error in negocio 1453, error esencial, que se discute la sanción, por el
tema de la falta de voluntad. Seria una aplicación del error esencial.

Art. 677. El error en el título invalida la tradición, sea cuando una sola de las partes
supone un título translaticio de dominio, como cuando por una parte se tiene el ánimo
de entregar a título de comodato, y por otra se tiene el ánimo de recibir a título de
donación, o sea cuando por las dos partes se suponen títulos translaticios de dominio,
pero diferentes, como si por una parte se supone mutuo, y por otra donación.

Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie de
acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se
trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.

b) Error en la cosa: error en la especie 676. La tradición es también pago, por


tanto, no solo esta el acto tradición-transferencia, sino también hay una
obligación previa, que supone se extinga con la tradición, por lo que el error
aquí se sitúa en la entrega de cosa distinta a la pactada, que puede generar
falta de conformidad. La importancia es que antes de atacar la nulidad de la
tradición, hay que ver que pasa con el título; si existe o no incumplimiento, y si
lo que hay es la entrega de una cosa distinta a la pactada, o la cosa presenta
vicios redhibitorios (1858).

Art. 676. Se requiere también para la validez de la tradición que no se padezca


error en cuanto a la identidad de la especie que debe entregarse.

c) Error en la persona: art. 678. Hay que remitirse a la discusión de acto jurídico;
error en la identidad física de la persona o en el error de la identidad social de
la persona. El código dice que si se yerra en el nombre solamente, no vicia la
tradición. Lo mismo ocurre en el testamento, siempre que no exista duda
respecto de la persona del asignatario (Art. 1057).

Art. 676. Se requiere también para la validez de la tradición que no se padezca error
en cuanto a la identidad […] de la persona a quien se le hace la entrega, ni en cuanto
al título.
Si se yerra en el nombre sólo, es válida la tradición.

Art. 1057. El error en el nombre o calidad del asignatario no vicia la disposición, si no


hubiere duda acerca de la persona.
Es importante considerar que si la tradición se hace por mandatarios y éstos padecen
el error, la tradición es nula. Así lo dice el art. 678.: Si la tradición se hace por medio
de mandatarios o representantes legales, el error de éstos invalida la tradición.

La representación en la tradición.

También puede realizarse la tradición a través de representantes.

Artículo 671: Pueden entregar y recibir a nombre del dueño sus mandatarios, o
sus representantes legales.

62
En las ventas forzadas que se hacen por decreto judicial a petición de un
acreedor, en pública subasta, la persona cuyo dominio se transfiere es el tradente, y el
juez su representante legal.
La tradición hecha por o a un mandatario debidamente autorizado, se entiende
hecha por o al respectivo mandante.

En el CPC se regula la venta forzada y la enajenación forzada, según la clase de bien.


Los bienes raíces por pública subasta- escritura publica-inscripción de la escritura. El
671 termina señalando algo general de la representación.

Otra norma referida a la representación en la tradición es el artículo 678.

Art. 678. Si la tradición se hace por medio de mandatarios o representantes legales,


el error de éstos invalida la tradición.

Se explica esta norma diciendo que se aplica la teoría de la representación como


modalidad, ya que quien presta el consentimiento es el representante y eso dice el
artículo.

Cuando ha faltado voluntad en la tradición.

Art. 672. Para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente por el
tradente o por su representante.
Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin voluntad del
tradente o de su representante, se valida retroactivamente por la ratificación del que
tiene facultad de enajenar la cosa como dueño o como representante del dueño.

Art. 673. La tradición, para que sea válida, requiere también el consentimiento del
adquirente o de su representante.
Pero la tradición que en su principio fue inválida por haber faltado este
consentimiento, se valida retroactivamente por la ratificación.

Normas generales para que se produzcan los efectos.

Art. 674. Para que sea válida la tradición en que intervienen mandatarios o
representantes legales, se requiere además que éstos obren dentro de los límites de
su mandato o de su representación legal
.
Art. 675. Para que valga la tradición se requiere un título translaticio de dominio,
como el de venta, permuta, donación, etc.
Se requiere además que el título sea válido respecto de la persona a quien se
confiere. Así el título de donación irrevocable no transfiere el dominio entre cónyuges.

Art. 2160. El mandante cumplirá las obligaciones que a su nombre ha contraído el


mandatario dentro de los límites del mandato.
Será, sin embargo, obligado el mandante si hubiere ratificado expresa o
tácitamente cualesquiera obligaciones contraídas a su nombre.

Art. 2163. El mandato termina:


1.º Por el desempeño del negocio para que fue constituido;
2.º Por la expiración del término o por el evento de la condición prefijados para
la terminación del mandato;
3.º Por la revocación del mandante;
4.º Por la renuncia del mandatario;
5.º Por la muerte del mandante o del mandatario;

63
6.º Por la quiebra o insolvencia del uno o del otro;
7.º Por la interdicción del uno o del otro;
8.º Derogado. L. 18.802, Art. 4º
9.º Por la cesación de las funciones del mandante, si el mandato ha sido dado
en ejercicio de ellas.

Art. 2448. Todo mandatario necesitará de poder especial para transigir.


En este poder se especificarán los bienes, derechos y acciones sobre que se
quiera transigir.

Recuérdese que la transacción es tant5o un título declarativo como traslaticio de


dominio (703).

Art. 703. El justo título es constitutivo o translaticio de dominio.


Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.
Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo,
como la venta, la permuta, la donación entre vivos.
Pertenecen a esta clase las sentencias de adjudicación en juicios divisorios, y
los actos legales de partición.
Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para
legitimar la posesión.
Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos
preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de un
objeto no disputado, constituyen un título nuevo.

2.3. Título traslaticio de dominio.

En segundo lugar, es necesario que exista un título traslaticio de dominio, como


el de venta, permuta o donación (675). Según el artículo 703, Son translaticios de
dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo, como la venta, la permuta,
la donación entre vivos.

Vodanovic entendía titulo como el acto jurídico que, en abstracto, es capaz de


producir la adquisición del dominio de una cosa, pero que en concreto puede no
producirla.

La clave de la definición está en la expresión “naturaleza”, también presente en el


artículo 1546. El carácter traslaticio se mira apreciando el tipo de acto que se trata de
determinar su carácter. El tipo es lo que Díez-Picazo denomina el “negocio hipotético
normativo”. O sea, la depuración de todos los actos que participan de una
determinada clase; lo que hace la ley es regular en abstracto un determinado acto y
sus efectos, sin perjuicio que la descripción hipotética pueda importar en los hechos
una serie de particularizaciones.

Esa idea de naturaleza es el del art. 703, aquel acto que mirado en su tipo, sirve para
transferir el dominio. Esa función típica es en “abstracto”, pues determinada
compraventa puede no generar adquisición del dominio para el comprador, porque el
vendedor no era dueño, porque la cosa no podía venderse, etc.

Por eso el título es el que revela de la intención de transferir y adquirir de las partes.

El código menciona varios títulos traslaticios de dominio; la compraventa (1793), la


permuta (1897 y 1794), donación (se exige que el animo de donar-transferir por
donación- sea expreso 1393, 2299) la novación (1628), la transacción respecto de la
cosa no disputada (2446 y 703) el mutuo (2196), cuasi-usufructo (764), el depósito

64
irregular (2221) la dación en pago (entendida como acto distinto y no mera modalidad
del pago, pues ahí es modo de extinguir) contrato de obra (1996), también la dejación
de los restos de una cosa (ejemplo, contrato de seguro) y una serie de otras cosas.

Art. 1794. Cuando el precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, se
entenderá permuta si la cosa vale más que el dinero; y venta en el caso contrario.

Art. 1996. Si el artífice suministra la materia para la confección de una obra material,
el contrato es de venta; pero no se perfecciona sino por la aprobación del que ordenó
la obra.
Por consiguiente, el peligro de la cosa no pertenece al que ordenó la obra sino
desde su aprobación, salvo que se haya constituido en mora de declarar si la aprueba
o no.
Si la materia es suministrada por la persona que encargó la obra, el contrato
es de arrendamiento.
Si la materia principal es suministrada por el que ha ordenado la obra,
poniendo el artífice lo demás, el contrato es de arrendamiento; en el caso contrario,
de venta.
El arrendamiento de obra se sujeta a las reglas generales del contrato de
arrendamiento, sin perjuicio de las especiales que siguen.

65
2.4. La entrega.

La tradición consiste en la entrega que podrá ser real o ficta (684 respecto de los
muebles, o la inscripción de los inmuebles, 686), así la entrega de una cosa puede
responder a varios títulos. Es el título el que trasunta el ánimo de las partes para
transferir el dominio de la cosa.

Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una
de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por
uno de los medios siguientes:
1º Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
2º Mostrándosela;
3º Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en
que esté guardada la cosa;
4º Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar
convenido; y
5º Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la
cosa mueble como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a
cualquier otro título no translaticio de dominio; y recíprocamente por el mero
contrato en que el dueño se constituye usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.

Elemento material, entrega sin titulo nada significa, pues este manifiesta la intención
de las partes de adquirir y transferir el dominio.

Para que haya tradición, no basta el solo consentimiento y la intención, se exige de un


titulo que de cuenta de la intención, y además es necesario que exista aquel acto que
demuestra el modo, y esa es la entrega (670) y las modalidades de entrega
dependerán del tipo de bien que se quiera transferir.

El art. 1447 hablaba de incapacidades absolutas, relativas y especiales. Las especiales


refieren a incapacidades de celebrar ciertos actos (ejemplo 1796 y siguientes).

Art. 679. Si la ley exige solemnidades especiales para la enajenación, no se transfiere


el dominio sin ellas.

Entonces con el 679 hay aplicación del art. 1443 cuando habla que los contratos
pueden ser consensuales, reales o solemnes.

3. Efectos de la Tradición.

3.1. Transferencia del Dominio del tradente al adquiriente: y si supone


anteriormente una obligación de dar, también es un modo de extinguir la
obligación en cuanto es pago (1568 y 1575).

El código varias veces equipara la tradición al pago, en el art. 1824 por


ejemplo, en esa expresión y otras no se presenta a la tradición con su sentido
propio, pues la obligación del vendedor no es transferir el dominio, sino solo
asegurar al comprador la posesión pacifica de la misma.

Art. 1824. Las obligaciones del vendedor se reducen en general a dos: la entrega o
tradición, y el saneamiento de la cosa vendida.
La tradición se sujetará a las reglas dadas en el Título VI del Libro II.

Existe disidencia en el profesor Ugarte respecto de que la obligación del


vendedor es transferir el dominio. En el nuevo Derecho de contratos se adopta

66
una solución como ésta, pues cuando la cosa vendida no es del vendedor hay en
realidad incumplimiento, con lo que se puede defender al comprador.
También Javier Barrientos dice que no es que el código caiga en imprecisión al
hablar de tradición como entrega, sino que el concepto de tradición que toma
el código viene de la expresión romana del mismo, que a través del Derecho
romano paso al Derecho Común y luego al Código Civil, en cuanto tradición no
esta tomado como modo de adquirir, sino como la tradición material de la cosa,
su traspaso material. Sin perjuicio de eso, la tradición, cumplidos los
requisitos, debería producir la adquisición del dominio en el adquiriente.

Ello no siempre ocurre, y los artículos 682 y 683 tratan esto…

Art. 682. Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a


su nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros derechos que los
transmisibles del mismo tradente sobre la cosa entregada.
Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste
transferido desde el momento de la tradición.

Art. 683. La tradición da al adquirente, en los casos y del modo que las leyes señalan,
el derecho de ganar por la prescripción el dominio de que el tradente carecía, aunque
el tradente no haya tenido ese derecho.

Del art. 682 extraemos ciertas conclusiones;


1) La tradición puede no comportar la adquisición del dominio, sino solo
la adquisición de los derechos que sobre la cosa transferida tenia el tradente.
Así el tradente podía ser solo usufructuario de la cosa, o bien podía tener algún
derecho personal que pudiese también cederse, por ejemplo, el arrendamiento
y la figura del sub-arrendamiento, el único limite es que los derechos del
tradente sobre la cosa sean transferibles; pues en caso contrario no solamente
la prohibición de transmisión vendría dada por el 682, sino porque según el art.
1464 nº 2 supone objeto ilícito.

2) Supone un problema temporal; inc. 2º 682, presenta el problema de


qué ocurre si el tradente adquiere el dominio de la cosa sin ser el vendedor
dueño; de darse esto, la adquisición del dominio se entiende hecha desde el
momento de la tradición, lo que produce un efecto de consecuencias mas
teóricas que practicas; la dualidad de titulares de la cosa durante un periodo,
qué ocurre con los frutos pendientes, etc. Pero la jurisprudencia no se ha
preocupado del tema, pero teóricamente es posible una confluencia de
derechos.

3) No esta dicha en la norma 682, pero se infiere. El tradente no es


dueño de la cosa, y la transfiere al adquiriente, que queda en la misma calidad
jurídica que el tradente. El 682 se pone el caso en que el tradente adquiera con
posterioridad al traspaso, pero si el que adquiere el dominio no es el tradente
sino el adquiriente, ejemplo, Juan compra 3 de marzo un auto a Pedro que hace
la tradición el mismo año, pero Juan es mero tenedor, entonces pedro no
adquiere el dominio del auto pues era de Miguel, el 3 abril pedro compra a
miguel el auto, entonces la tradición, y la adquisición del dominio, ocurre el 3
de abril y no el 3 de marzo. El problema de dualidad de dueños no se
produciría.

El 683 regula una situación relativa a la posesión, puesto que la tradición no


solo tiene el efecto de permitir que el adquiriente se convierta en dueño, sino

67
también en poseedor (702 y 703). Esta posesión puede ir o no ligada a la
titularidad dominical; o sea, el dueño puede ser poseedor a la vez de la cosa,
como puede pasar que una sea dueño de la cosa y otra posea.

La posesión es la tenencia material de una cosa con animo de señor y dueño


(700); la posesión se adquiere, conserva y pierde según si la cosa es mueble o
inmueble, pues el primer modo de adquirir el dominio ocupación se produce
con la aprehensión material, y el ánimo de adquirir la cosa por parte del
adquiriente, por eso se distingue entre muebles e inmuebles, pues la razón la
dan los artículos 724 a 728; por existir un registro que hace de tradición, la
posesión de un bien raíz inscrito es mas difícil de perderse.

Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.

Art. 725. El poseedor conserva la posesión, aunque transfiera la tenencia de la cosa,


dándola en arriendo, comodato, prenda, depósito, usufructo o a cualquiera otro título
no translaticio de dominio.

Art. 726. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.

Art. 727. La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras se halla bajo
el poder del poseedor, aunque éste ignore accidentalmente su paradero.

Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere
el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

Esta separación entre titularidad de dominio y posesión, puede darse por


ejemplo por el articulo 730. Ejemplo; un arrendatario de un bien inmueble se
da por dueño de él, y lo enajena, evidentemente no puede transferir el dominio,
y tampoco es poseedor según el 730, pero si se produce el comienzo de la
posesión del adquiriente.

Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito,
se da por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se
adquiere por otra, sin la competente inscripción.

Así se entiende porque el 683 dice “la tradición da al…”, porque puede ser que
el tradente sea poseedor pero no dueño; se produce la “accesión de posesión”
(art. 717), el plazo de prescripción adquisitiva extraordinaria es de 10 años
tratándose de cualquier clase de cosa; en cambio, para la prescripción
ordinaria se distingue entre muebles (2 años) e inmuebles (5 años).

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Art. 717. Sea que se suceda a título universal o singular, la posesión del sucesor,
principia en él; a menos que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero en tal
caso se la apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse en los mismos términos a la posesión propia la de una serie no
interrumpida de antecesores.

Coordinar el 683 con el 702; la posesión puede ser regular o irregular…


tratándose de un titulo traslaticio de dominio, es necesario que sea justo, los
injustos están enumerados en el 704, y si el titulo es traslaticio de dominio, no
existe posesión regular sino mediando tradición. El 702 presenta problemas
con el 708, que define posesión irregular; discusión, los requisitos que pueden
faltar incluye a la tradición

Art. 702. La posesión puede ser regular o irregular.


Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de
buena fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede
ser por consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa el
poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla,
hará presumir la tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la
inscripción del título.

Art. 704. No es justo título:


1º El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se
pretende;
2º El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante
legal de otra sin serlo;
3º El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que debiendo ser
autorizada por un representante legal o por decreto judicial, no lo ha sido; y
4º El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad
heredero; el del legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario
posterior, etc.
Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial o resolución
administrativa se haya otorgado la posesión efectiva, servirá de justo título el decreto
o resolución; como al legatario putativo el correspondiente acto testamentario que
haya sido legalmente ejecutado.

Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados
en el artículo 702.

En resumen, el efecto propio o típico de la tradición es la transferencia de


dominio de una cosa, y junto a él hay un efecto posesorio. No es la tradición la
que da lugar a la posesión, sino la existencia del título (701 y 703).

Art. 701. Se puede poseer una cosa por varios títulos.

Art. 703. El justo título es constitutivo o translaticio de dominio.


Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.
Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo,
como la venta, la permuta, la donación entre vivos.
Pertenecen a esta clase las sentencias de adjudicación en juicios divisorios, y
los actos legales de partición.
Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para
legitimar la posesión.

69
Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos
preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de un
objeto no disputado, constituyen un título nuevo.

3.2. Dejar al adquiriente en la misma calidad jurídica del tradente (682).


Este es el efecto más propio de la tradición.

La tradición puede estar sujeta a modalidades (art. 680 y art. 681). La tradición
puede estar sujeta a modalidades como condición suspensiva; el dominio no se
adquirirá hasta que se cumpla la condición, ó como condición resolutoria; el
adquiriente será dueño mientras no se verifique el hecho futuro y cierto en que la
condición consiste, como también plazo; puede ser suspensivo (suspende el
ejercicio de un derecho, por lo que en la tradición no tendría mayor importancia,
ya que el adquirente sí adquiriría el dominio) o extintivo (es la que se amolda a la
tradición.).

Art. 680. La tradición puede transferir el dominio bajo condición suspensiva o


resolutoria, con tal que se exprese.
Verificada la entrega por el vendedor, se transfiere el dominio de la cosa
vendida, aunque no se haya pagado el precio, a menos que el vendedor se haya
reservado el dominio hasta el pago, o hasta el cumplimiento de una condición.

Art. 681. Se puede pedir la tradición de todo aquello que se deba, desde que no haya
plazo pendiente para su pago; salvo que intervenga decreto judicial en contrario.

Situación particular art. 680 inc. 2º, que contempla el pacto de reserva de opinión,
una compraventa establece que aun efectuándose la tradición, se adquirirá el
dominio una vez que medie el pago del precio; se trata de una condición
suspensiva y a la vez una garantía de la obligación; el dueño sigue siéndolo aunque
haya entregado la cosa, hasta que no se le pague el precio; garantía real.

El problema se complica al considerar el 1874 a propósito de las obligaciones del


comprador. Art. 1874. La cláusula de no transferirse el dominio sino en virtud de la
paga del precio, no producirá otro efecto que el de la demanda alternativa enunciada
en el artículo precedente; y pagando el comprador el precio, subsistirán en todo caso
las enajenaciones que hubiere hecho de la cosa o los derechos que hubiere
constituido sobre ella en el tiempo intermedio.

Al tratar las obligaciones del comprador, el Código Civil señala que la cláusula de
no transferir el dominio sino en virtud del pago del precio, no producirá otro efecto
que la demanda alternativa enunciada en el artículo 1873, que contempla la
pretensión de cumplimiento para exigir el pago del precio y la resolución, con
resarcimiento de perjuicios (artículo 1874). Para la doctrina nacional mayoritaria
existe una manifiesta contradicción entre el texto de este artículo y el del artículo 680
inciso segundo, que reconoce valor a la reserva de dominio, la que debe resolverse
recurriendo a los principios hermenéuticos establecidos en el propio código
(principalmente, los de especialidad y el recurso a la historia fidedigna). Se concluye
así que la redacción empleada en esta sede resta todo valor a la referida cláusula en
el contrato de compraventa, con las consecuencias que la desestimación de una
garantía de esta especie significa para el sistema de protección del crédito, y, además,
demuestra que el comprador puede pagar el precio aún después de ejercida la acción
resolutoria del artículo 1873.

70
No creo, sin embargo, que exista contradicción entre ambas normas, y tampoco
que el artículo 1874 permita concluir que el deudor puede pagar hasta la citación
para oír sentencia en primera instancia y hasta la vista de la causa en segunda
instancia.

Ha de descartarse que la contradicción provenga de una inadvertencia de Bello. La


sola lectura de los distintos proyectos del Código Civil, que demuestra que tanto el
artículo 680 como el 1874 sufrieron variaciones, sumado a la nueva revisión a que se
sometió el texto aprobado en el Congreso el 14 de diciembre de 1874, llevan a
rechazar que una contradicción tan flagrante no fuera advertida por el legislador,
como si es posible que no advirtiera otras, de menor entidad. Aceptada esta premisa,
ha de concluirse que ambas normas fueron establecidas con la redacción con que se
las lee por una determinada razón, por lo que es necesario que el intérprete les asigne
el sentido y alcance que cada una de ellas posee. Para esa tarea concurre el artículo
13 del Código Civil, que no busca establecer el principio de especialidad, como se ha
querido ver tradicionalmente, sino consignar el modo de conciliar dos normas cuyas
hipótesis son completamente diferentes, y que no están en relación de generalidad a
especialidad entre sí (situación de la que se ocupa el artículo 4º del Código Civil),
porque la hipótesis de una no está comprendida en la otra. Dicho problema lo resuelve
el Código indicando que se ha de individualizar la norma que más directa e
inmediatamente atañe al caso, de modo de considerarse que hace excepción a la otra.
Así entendida, se comprende que la regla hermenéutica no puede ofrecer una solución
en el caso que nos ocupa, pues los artículos 680 y 1874 no se encuentran entre sí en
posición de que uno haga excepción al otro, sino, por el contrario, responden cada una
a un supuesto distinto, sin que sean excluyentes.

Para demostrar tal aserto partamos por considerar la segunda parte del artículo
1874, que generalmente se tiende a olvidar cuando se expone esta materia. Por ella el
artículo 1874, luego de exponer que la cláusula de reserva de dominio da lugar a la
opción establecida en el artículo 1873, consigna un efecto para el caso que el
vendedor decida ejercer la pretensión de cumplimiento: “pagando el comprador el
precio, subsistirán en todo caso las enajenaciones que hubiera hecho de la cosa o los
derechos que hubiere constituido sobre ella en el tiempo intermedio”. Si se observa
con detención esta consecuencia, se debe concluir que la reserva de dominio sí
produce en el contrato de compraventa su efecto propio. De seguirse la opinión
tradicional y aceptar que la cláusula en cuestión no produce en la compraventa
ningún efecto, salvo permitir el ejercicio de la pretensión de cumplimiento o la
resolución a elección del vendedor, quiere decir que una vez efectuada la tradición, se
produce la transferencia de dominio de la cosa vendida, sin importar si el precio fue
pagado o no. Sólo en el caso que el vendedor optará por la resolución, operaría la
restitución de la cosa (artículo 1487 del Código Civil), debiendo procederse a las
prestaciones mutuas con arreglo a lo dispuesto en el artículo 1875 del Código Civil.
En tal evento, además, habría lugar a la reivindicación de la cosa vendida respecto de
terceros poseedores en los términos establecidos en los artículos 1490 y 1491
(artículo 1876 inciso primero del Código Civil). Sin embargo, la consecuencia que
atribuye el artículo 1874 al pago del precio cuando existe reserva de dominio, esto es,
que subsisten las enajenaciones que hubiera hecho el comprador o los derechos que
hubiese constituido entre la celebración del contrato y el pago del precio, lleva a
concluir que este último no es dueño de la cosa, a pesar de haber mediado la
tradición. En otras palabras, la tradición no ha producido el efecto natural de
transferir el dominio de la cosa vendida, el que queda suspenso hasta que no ocurra el
hecho del que depende esa condición, cual es el pago del precio (artículo 680 inciso
segundo del Código Civil). Por lo mismo, todas las enajenaciones que haga y los
derechos que constituya el comprador mientras no se pague el precio, no producen
otro efecto que el de transferir sólo los derechos que éste tenía sobre la cosa vendida,

71
como señala el inciso primero del artículo 682 del Código Civil. En caso que el
comprador adquiera el dominio de la cosa después de las enajenaciones o de la
constitución de los derechos, como ocurrirá si paga el precio, se entiende que esos
actos han producido su efecto natural desde el momento mismo en que se celebraron
(artículo 682 inciso segundo del Código Civil). Entendido que la reserva de dominio
comporta una condición suspensiva, la segunda parte del artículo 1874 («y pagando-
tiempo intermedio») no hace otra cosa que asignar carácter retroactivo al
cumplimiento de la condición, con lo cual se reafirma el criterio que nuestro Código
Civil no ha asignado como efecto natural de la condición cumplida el carácter
retroactivo.

Ahora bien, ¿cómo opera, entonces, la reserva de dominio? Para entender su


operatividad hay que situar las dos normas que a ésta se refieren en los lugares que le
son propios.

Comparece, en primer lugar, el artículo 680, en el que se trata del sentido que
posee la reserva de dominio. Esta norma, como su ubicación lo anuncia, se refiere a la
tradición de la cosa vendida, y por remisión del artículo 1824 se debe entender
incorporada al § 6 del Título XXIII del Libro IV, dedicado a las obligaciones del
vendedor y primeramente de la de entregar. De este modo, su función dogmática es
fijar los efectos que cumple la entrega de la cosa que se vende, que sin embargo no
lleva aneja una transferencia dominical. La tradición supone un elemento material
(«la entrega que el dueño hace de ellas [sc. las cosas cuyo dominio se adquiere] a
otro») y otro intencional, que debe estar presente tanto en el tradente como en el
adquirente (artículo 670 del Código Civil). La entrega en cuanto acto material es,
pues, neutra, sin que en sí misma dé indicios sobre la calidad en que queda quien
recibe la cosa entregada. Para que la entrega sea tradición, es necesario que exista un
título traslaticio de dominio (artículo 675), entendiendo por éstos aquellos «que por su
naturaleza sirven para transferirlo» (artículo 703), y que el tradente sea
efectivamente el dueño de la cosa. El artículo 1824, cuando dice que la principal
obligación del vendedor es hacer «la entrega o tradición» de la cosa vendida, debe ser
leído a partir de la función que desempeña en la oración la conjunción disyuntiva «o»,
que denota ahí equivalencia de las dos palabras empleadas. Dicho en otros términos,
la obligación del vendedor se reduce a traspasar al comprador la cosa vendida, o, lo
que es lo mismo, a efectuar la tradición de ella en cuanto materialidad (factus
tradendi). Con ello adquiere coherencia, además, sin que sea necesario recurrir a otro
tipo de explicaciones, el que se admita la venta de cosa ajena (artículo 1815) o la
reserva de dominio.

Expliquemos, pues, cómo engarza este último caso con el sistema recién expuesto.
En principio, entregada la cosa vendida se debe entender invariablemente que dicho
acto constituye tradición, por cuanto la intención de transferir y de adquirir de las
partes se expresa en el título. Sin embargo, el artículo 680 señala que la tradición
puede ser hecha también bajo condición suspensiva, lo que significa que la
adquisición del dominio no se produce sino hasta el cumplimiento del hecho de que
ésta pende (artículo 1479); y entre tanto el comprador queda como mero tenedor,
pues si bien detenta materialmente la cosa, lo hace reconociendo dominio ajeno
(artículo 714). La reserva de dominio cumple en esta sede su función propia, pues
disocia la entrega de la transferencia de dominio, que se pretiere hasta que se cumpla
la condición, esto es, el pago del precio. Se expresa, entonces, la finalidad de garantía
real que cumple este pacto, que permite al vendedor retener el dominio de la cosa
mientras no se le pague el precio.

El artículo 1874, por su parte, se refiere a dos cosas distintas de la función de


garantía que cumple la reserva de dominio, de la que trata, según se dijo, el artículo

72
680. Ante todo, reafirma algo que ya era entendido así en el antiguo derecho
castellano, y que Bello conocía bien. En aquél se entendía que la transferencia del
dominio de la cosa vendida era lo que identificaba al contrato de compraventa, de
suerte que su propia naturaleza repelía cualquier pacto que excluyera esta
transferencia, transformándolo en un contrato de locación. Sólo salva esta
desnaturalización la inclusión de un pacto de reserva de dominio (pactum
reservationis domminii), que otorga a la compraventa una cualidad propia de contrato
celebrado quasi sub conditione. De hecho, se aconsejaba que a la compraventa se le
introdujere un pacto de esta clase, o bien una hipoteca sobre el bien vendido, porque
con ello se preservaba la naturaleza obligatoria recíproca del contrato hasta que el
precio se hubiese efectivamente pagado. Esto significa que el Código, al afirmar que
la reserva de dominio «no producirá otro efecto que el de la demanda alternativa [del
artículo 1873]», está afirmando que la compraventa queda perfecta sin más requisitos
que el acuerdo de las partes sobre cosa y precio (artículo 1801), siendo innecesario
exigir para ello, además, el pago de este último. Nótese que la norma en comento se
encuentra sita en el § 9 del Título XXIII del Libro IV, dedicado a las obligaciones del
comprador, la principal de las cuales es el pago del precio (artículo 1871). En otras
palabras, el artículo 1874 no hace otra cosa que reafirmar el carácter consensual, o
solemne, según sea el caso, de la venta, no entendido siempre así (verbigracia, la
venta griega), en cuanto señala que el pago del precio en nada afecta la perfección del
contrato, y que el incumplimiento de esta obligación, fuera de la incidencia que puede
tener en la tradición, ajena a la materia tratada en esta sede, da al acreedor el
derecho a ejercer la pretensión de cumplimiento y la resolución.

En segundo término, y que es lo que interesa para esta explicación, el artículo


1874 engarza con el sistema de garantías reales por el que opta el Código Civil,
concretamente, con la forma de ejercer la facultad que confieren al acreedor estas
garantías. En el Título dedicado a la prenda se consigna la prohibición de pacto
comisorio en los siguientes términos: «El acreedor prendario tendrá derecho a pedir
que la prenda del deudor moroso se venda en pública subasta para que con el
producido se le pague; o que, a falta de postura admisible, sea apreciada por peritos y
se le adjudique en pago, hasta concurrencia de su crédito; sin que valga estipulación
alguna en contrario, y sin perjuicio de su derecho para perseguir la obligación
principal por otros medios» (artículo 2397); y ella se hace aplicable a la hipoteca por
disposición del artículo 2424. Esta prohibición impide que las partes puedan pactar
que, por el solo hecho del incumplimiento, el acreedor se haga dueño de la cosa
pignorada o hipotecada. En la reserva de dominio esta dificultad no se produce, pues
el vendedor conserva el dominio de la cosa y sólo se ha desprendido de la mera
tenencia. Es necesario, por lo mismo, que la ley señale el modo en que el acreedor
puede ejercer su derecho emanado de esta garantía, y que le permitirá recuperar la
cosa. Como la condición supone un hecho positivo para que pueda cumplirse (el pago
del precio), el mero incumplimiento de la obligación del comprador no basta para
considerar fallida la condición, porque para que ello ocurra es necesario que el hecho
sea o se haga imposible (artículo 1480). Mientras tanto el comprador seguirá
detentando materialmente la cosa, y lo hará teniendo como título el contrato de
compraventa. ¿Cómo ejerce, entonces, el vendedor su derecho de garantía? A esta
pregunta responde el artículo 1874, cuando refiere a la pretensión de cumplimiento y
la facultad resolutoria contempladas en el artículo 1873. Por la primera el acreedor
persigue el pago del precio, producido lo cual la condición se cumple y el dominio se
radica en el comprador; por la segunda, en tanto, el vendedor persigue atacar el título
de la tenencia, y una vez resuelto el contrato, recuperar ésta por medio del efecto
restitutorio anejo a la condición cumplida (artículo 1487).

Pero lo anterior no significa que si el vendedor opta por la resolución, el deudor


pueda cumplir en cualquier momento. La subsistencia de las enajenaciones se

73
producirá cuando el vendedor ha decidido ejercer la pretensión de cumplimiento y el
precio ha sido finalmente pagado, voluntaria o forzosamente, lo que comporta el
cumplimiento de la condición y la adquisición del dominio de la cosa vendida por parte
del comprador. Sólo hay, entonces, subsistencia de estas enajenaciones cuando el
vendedor ha elegido perseverar en el contrato, pero no cuando ha optado por
resolverlo, y que sólo es posible en el caso especialísimo del artículo 1879.

La tradición puede pedirse desde que el derecho es exigible

El art. 681 indica el otro efecto, puede exigirse la tradición desde que el derecho
es exigible, esto es, desde que existe para el titular del derecho la facultad de
poder exigir la tradición. Y para el pasivo, quien debe efectuar la tradición, desde
que existe el deber de realizarla. La exigibilidad mira al aspecto pasivo y activo.

Existen circunstancias que alteran una, otra o ambas circunstancias, ejemplo,


condición suspensiva afecta el derecho del acreedor y la obligación. Art. 1578

Art. 1578. El pago hecho al acreedor es nulo en los casos siguientes:


1º Si el acreedor no tiene la administración de sus bienes; salvo en cuanto se
probare que la cosa pagada se ha empleado en provecho del acreedor, y en cuanto
este provecho se justifique con arreglo al artículo 1688;
2º Si por el juez se ha embargado la deuda o mandado retener su pago;
3º Si se paga al deudor insolvente en fraude de los acreedores a cuyo favor se
ha abierto concurso.

4. Formas de Tradición.

Depende del bien que se desea transferir, pudiendo distinguirse las siguientes
formas:

4.1. Bienes Muebles (art. 684)

Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una
de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por
uno de los medios siguientes:
1º Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
2º Mostrándosela;
3º Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en
que esté guardada la cosa;
4º Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar
convenido; y
5º Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la
cosa mueble como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a
cualquier otro título no translaticio de dominio; y recíprocamente por el mero
contrato en que el dueño se constituye usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.

Partes del art. 684


1) Indica el modo en el que se transfiere el dominio de una cosa mueble.
2) Referido al modo en el que el adquirente tomará contacto con la cosa.

1) La tradición de estos bienes se hace significando una de las partes a la otra que
transfiere el dominio y figurando ello de algun modo.

2) Modos: Todos los modos de ahí son tradiciones simbólicas o fictas, porque ninguna
se muestra el modo más propio (una de las parte haga un traspaso material a la otra)

74
Para otros este modo está comprendido en la primera parte mostrando (mostrar y
permitir la aprehensión de la cosa)

1º Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;

2º Mostrándosela (traditio longi manu)

3º. “Entrega de las llaves del granero, almacén cofre, o lugar cualquiera en
que esté guardada la cosa” (tradición simbólica)

Para algunos autores es ésta la forma de tradición simbólica por excelencia,


en que las llaves constituyen el símbolo de la entrega, otros, en cambio, han
entendido que también es ésta una forma de tradición real, al permitir las
llaves la posibilidad de la toma inmediata de posesión por parte del
adquirente.
Nuestro precepto no exige que el almacén, cofre, etc., esté a la vista de las
partes. La entrega de las llaves, propiamente, debe ser real.

4º. “Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar


convenido”
Del tenor de este precepto se observa que aquí queda efectuada la entrega
por convenirse el encargo; se trata de un verdadero mandato por el que el
tridente se encarga de poner la cosa a disposición del adquirente en cierto
lugar. Como no se exige que se cumpla el encargo, la tradición queda
efectuada, desde luego, sin esperar a que efectivamente el tridente ponga
la cosa donde se obligó. Puede notarse que en este caso hay una especie de
tradición por el solo contrato, convenida que sea la cláusula en que se
encarga el tridente, cláusula que se podrá acordar en el mismo título,
quedando desde entonces el tridente con la cosa como mero tenedor, en
calidad de mandatario.

5º. “Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que


tiene la cosa mueble como usufructuario, arrendatario, comodatario,
depositario, o cualquier otro título no traslaticio de dominio”(Primera
Parte): Es la llamada tradición brevi manu. Se ha concebido esta forma
para evitar un movimiento material, pues normalmente en estas situaciones
el arrendatario u otro tenedor deberían restituir la cosa al dueño y luego
éste nuevamente entregársela, ahora en tradición. Se entiende la tradición
aquí está representada por la entrega que antes se efectuó por el dueño al
mero tenedor, cumpliendo el contrato de arrendamiento (u otro). Esta
construcción evita reconocer que simplemente se está en presencia de una
transferencia de dominio por el solo contrato.

6º. “… y recíprocamente por el mero contrato en que el dueño se constituye


usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.” (Segunda parte) Esta forma,
inversa a la anterior, es la denominada constituto posesorio. Como en la
situación precedente, se evita con esta forma una doble entrega, en que el
tridente primero entregara la cosa que transfiere y luego el adquiriente se
la entregara a su vez, ahora cumpliendo el contrato arrendamiento u otro
que celebre. Asimismo, vale también la observación del número anterior, de
que, al menos prácticamente, se está en presencia de una transferencia de
dominio “por el mero contrato”.

En conclusión, en todas las formas de tradición ficta puede percibirse la


idea constante de que en virtud de ellas el adquirente queda en la

75
posibilidad de disponer inmediatamente de la cosa tradida. Aun en el caso
de que quede materialmente en poder del tridente como constituto
posesorio, debe recordarse que éste queda sólo como mero tenedor, y si el
adquirente no puede aún disponer de la cosa materialmente, jurídicamente
dispuso en el acto mismo, al aceptar que quedara la cosa en poder del
tridente, por un acto suyo voluntario.

4.2. Frutos (685)

Art. 685. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos
pendientes u otras cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el
momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá
entrar a cogerlos, fijándose el día y hora de común acuerdo con el dueño.

El artículo 685 establece una regla general para la tradición de esta clase de
bienes (inciso 1). El precepto regula una forma de tradición real, al prescribir
que la tradición se verifica en el momento de la separación de estos objetos.
Para que valga como tradición es necesario que esa separación se efectúe con
permiso del dueño, pues ahí está precisamente la voluntad del tradente.

Recuérdese lo dicho respecto del artículo 571 y sobre la accesión de frutos.

4.3. Inmuebles (muebles 696, servidumbre 698)

Art. 696. Los títulos cuya inscripción se prescribe en los artículos anteriores, no darán
o transferirán la posesión efectiva del respectivo derecho, mientras la inscripción no
se efectúe de la manera que en dichos artículos se ordena; pero esta disposición no
regirá sino respecto de los títulos que se confieran después del término señalado en el
reglamento antedicho.

Art. 698. La tradición de un derecho de servidumbre se efectuará por escritura


pública en que el tradente exprese constituirlo, y el adquirente aceptarlo: esta
escritura podrá ser la misma del acto o contrato.

Conectado con el registro del conservador de bienes raíces ordenado por el


artículo 695. Es un DFL, y su norma habilitante es la del art. 695.
Relacionado con la disposición del art. 686 puede concluirse que la tradición
del dominio y otros derechos reales sobre inmuebles se efectúa por la
inscripción del título en el Registro del Conservador de Bienes Raíces, con
excepción de la tradición del derecho real de servidumbre, que se efectúa en la
forma prescrita en el art. 698.
Art. 686  Tradición de éstos. Derechos reales: hay que distinguir:
a) Constitución: Surgen por primera vez (hipoteca)
b) Tradición: Derechos ya constituidos que son transferidos. Pero ciertos
derechos no son transferibles (uso y habitación) y otros (prenda e
hipoteca) están ligados a asegurar el cumplimiento de determinado
derecho. Su tradición en realidad no puede ser independiente del derecho
que garantiza.

2. Inscripción en el registro los bienes raíces y derechos reales constituidos en


bienes de esa especie, así como derecho mineros y también el derecho de
aprovechamiento de aguas (artículo 5ª del Código de Aguas, las aguas
destinadas al uso, cultivo o aprovechamiento de un predio, son inmuebles).

76
3. Esta forma e tradición genera un problema, se entiende hecha la sola
inscripción en un registro, sin que exista necesariamente traspaso material.
Inconvenientes: Inscripciones de papel (pérdida de posesión), cláusula ”se
faculta al portador…” (problema con determinar su naturaleza jurídica, puesto
que en su mandato está sujeto as norma propia de mandato o la oferta)

Excepción respecto de los bienes muebles:

Servidumbre: 2 predios, uno soporta el gravamen del otro (820). Sería u


derecho real y su tradición debería ser en registro de bienes raíces. Art.
Especial 698: por escritura pública: no exige tradición mediante conservador.
La escritura puede ser la misma del acto o contrato. (Excepto servidumbre de
alcantarillado de predios urbanos si requiere inscripción, Ley 6.977).

4.4. Derechos Personales. art. 699, 1901 y 1902 del CC, 162 a 165 Código de
comercio

Art. 699. La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro se
verifica por la entrega del título hecha por el cedente al cesionario.

Art. 1901. La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no tendrá
efecto entre el cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título.

Art. 1902. La cesión no produce efecto contra el deudor ni contra terceros, mientras
no ha sido notificada por el cesionario al deudor o aceptada por éste.

Los derechos personales o créditos son bienes incorporales; y siendo


bienes, pueden transferirse por actos entre vivos y transmitirse por causa de
muerte. Su transferencia por actos entre vivos requiere, como es nuestro
régimen, de un título y la subsiguiente tradición.

Para efectuar la tradición de estos derechos personales, el Código reservó un


precepto especial: el artículo 699; esta tradición se efectúa por la entrega del
título hecha por el cedente al cesionario.

Hay que distinguir en los derechos personales según la forma en que adopte el
título:

a) Comunes

b) De Créditos con constancia material: Distingue entre títulos al


portados, a la orden y nominativos

Forma en el Código de Comercio:


· Al portador: La exigencia puede ser hecha por cualquiera. La forma
de hacer la tradición de este es mediante el traspaso material (164
CComercio, 699 CCivil).
· A la orden: Aquellos en que se señala persona determinada como
titular del mismo, pero no se excluye que a la vez pueda transferirlo. Se
transfiere por endoso (164 CComercio).
· Nominativo: Exigibilidad por el titular solamente. Forma de transferir
mediante el procedimiento de cesión de créditos (1901 y 1902 del
Código Civil, 162 y 163 del Código de Comercio)

Distinguir efectos de la tradición:

77
En los derechos personales hay dos sujetos lo que se hace es ceder el
derecho. Acreedor primitivo, llamado cedente (A); deudor cedido (B);
nuevo acreedor o cesionario (C).

Respecto de A y C, la tradición se perfecciona por la entrega del título


(69 y 1901)

Respecto de B y C, para que el segundo pueda exigir el crédito al


primero,
es necesario que la cesión se notifique judicialmente a B o que éste la
acepte (1902).

4.5. Derecho Real de herencia.

El derecho real de herencia (artículos 577 y 891 CC.) es una figura original del
Código Civil chileno, que al parecer fue inspirada por un propósito práctico, reunir
todos los bienes dejados por una persona al momento de su muerte en una
universalidad que permitiera reivindicarlos frente a terceros mediante la acción de
petición de herencia. Dogmáticamente, el derecho real de herencia es consistente con
el sistema de adquisición de bienes por el que optó nuestro Código, que exige la
concurrencia de un título (el testamento o la ley, según se trate de sucesión testada o
intestada) y un modo (la sucesión por causa de muerte, artículo 588 CC.), lo que
justifica también la coherencia sistemática de tratar esta materia en el libro III, luego
del derecho de bienes, al que está dedicado el libro II. Sin embargo, como han
destacado algunos autores, el derecho real de herencia presenta más problemas
teóricos que soluciones prácticas, entre los que se cuentan: ¿cuándo nace este
derecho real: con el fallecimiento, con la delación, o con la aceptación de la herencia?;
¿en qué momento se extingue?; ¿se trata de un derecho real que recae sobre los
bienes del causante o sobre una universalidad de derecho?; ¿tiene alguna diferencia
con los derechos de los herederos en la comunidad hereditaria, o es sólo la reiteración
innecesaria de un derecho a una cuota en la comunidad?; ¿nace igualmente el derecho
real de herencia cuando existe un solo heredero, que, por lo mismo, recibe todos los
bienes del causante en propiedad exclusiva?; ¿de qué clase de bien se trata: mueble,
inmueble o es una cosa sui generis?; ¿cuáles son las formalidades que deben seguirse
para la cesión del derecho real de herencia?; ¿qué efecto produce la tradición de este
derecho real?; etcétera.

Respecto del derecho real de herencia, hay que atender a dos cuestiones: a) la forma
de efectuar la tradición; y b) las inscripciones del artículo 68.

a) Tradición del derecho real de herencia.

Como advierten Domínguez y Domínguez, “no es enteramente justificada la idea de


que por tradición se adquiere la herencia. O mejor dicho, la idea de tradición del
derecho real de herencia debe ser precisada, pues no se trata de una sustitución del
heredero por el cesionario, sino del traspaso del activo sucesoral que puede
encontrarse en la herencia. La calidad misma de heredero y la responsabilidad que de
ella se deriva para el sucesor frente a acreedores hereditarios o testamentarios,
subsiste en manos del heredero. El cesionario adquiere la universalidad frente al
cedente, pero frente a terceros, tan sólo el aspecto activo, pues en cuanto al pasivo,
depende de la calidad de heredero y no tienen ellos por qué perseguir necesariamente
al cesionario”.

78
La tradición del derecho real de herencia no tiene un tratamiento sistemático;
hay normas dispersas como el art. 1909 y art. 1910, que son los efectos de la
cesión de herencia, que no es un contrato aunque el código lo trate en esa
sección, sino el modo de hacer la cesión. Pero el modo de transferir un derecho
personal no esta tratado, sino dos aspectos en los artículos indicados.

Art. 1909. El que cede a título oneroso un derecho de herencia o legado sin
especificar los efectos de que se compone, no se hace responsable sino de su calidad
de heredero o de legatario.

Art. 1910. Si el heredero se hubiere aprovechado de los frutos o percibido créditos o


vendido efectos hereditarios, será obligado a rembolsar su valor al cesionario.
El cesionario por su parte será obligado a indemnizar al cedente de los costos
necesarios o prudenciales que haya hecho el cedente en razón de la herencia.
Cediéndose una cuota hereditaria se entenderá cederse al mismo tiempo las
cuotas hereditarias que por el derecho de acrecer sobrevengan a ella, salvo que se
haya estipulado otra cosa.
Se aplicarán las mismas reglas al legatario.

La clasificación dentro de las categorías de bien mueble y bien inmueble del derecho
real de herencia, que en sí es una cosa distinta de los bienes que componen el haz
hereditario, por su carácter de universalidad de derecho, ha sido estudiado entre
nosotros a propósito de la forma en que debe hacerse la tradición de aquél, por las
diferencias que presenta en la especie el estatuto de los bienes muebles (artículo 684
CC.) con el de los bienes raíces (artículo 686 CC.) en este punto. Sobre el particular
han surgido cuatro teorías, que expondremos brevemente.

La primera de estas teorías asigna al derecho real de herencia el carácter de una


cosa sui generis, por cuanto constituye una cosa universal, y más propiamente, una
universalidad de derecho. Como la ley no ha establecido una forma particular de
hacer la tradición de esta clase de cosas, debe aplicarse el sistema residual, que es el
de los bienes muebles. En este sentido: Domínguez Benavente y Domínguez Águila,
Rozas Vial, Somarriva Undurraga, Urrutia, Vodanovic Haklicka (de manera implícita).

La segunda de las interpretaciones señala que la tradición del derecho real de


herencia debe hacerse en atención a los bienes que lo componen, de guisa que si
existen bienes raíces y bienes muebles cada uno de ellos deberá transferirse del modo
que para esa clase de bienes establece la ley. Son partidarios de esta solución
Gutiérrez y Meza Barros.

Enseguida hay quienes sostienen que, para determinar la forma de operar la


tradición del derecho real de herencia, debe distinguirse entre el derecho de herencia
y la cuota en la comunidad que se originó sobre los bienes del causante. Si lo cedido
por el heredero es el derecho de herencia (hipótesis a la que se refiere el artículo
1909 CC.), por recaer éste sobre la universalidad jurídica herencia, su tradición se
efectuara por las normas del artículo 684 CC., aceptando en esto la teoría expuesta en
un comienzo por don Leopoldo Urrutia y luego seguida por un sector importante de la
doctrina. En cambio, si lo cedido es la cuota en la comunidad de dominio que se forma
sobre los bienes dejados por el causante, se debe examinar la naturaleza de los bienes
para determinar la forma de hacer la tradición (como lo postulaba la teoría de la
comunicabilidad de José Ramón Gutiérrez), requiriéndose inscripción conservatoria si
existen bienes inmuebles. Para distinguir si lo cedido ha sido el derecho de herencia o
la cuota en la comunidad de dominio, habrá que estarse a la intención de las partes
manifestada en el título. Así opinan Peñailillo Arévalo y Silva Segura.

79
Comparece, en fin, la teoría de Guzmán Brito para quien el derecho real de herencia
es una cosa incorporal inmueble. Señala este autor que “como construcción jurídica
que es la herencia, no está sujeta a la categoría del movimiento local que preside la
distinción mueble-inmueble, de modo de no poder decirse que ella es movible o móvil
ni movible o inmóvil ni, por ende, una u otra especie de cosa. Como, empero, la
distinción en examen tiene importancia para determinar el estatuto jurídico aplicable
a las cosas y teniendo presente que el de los inmuebles es excepcional, ante la
necesidad de aplicar alguno al derecho de gerenciala doctrina se decide por el general
de las cosas sin más, que viene a coincidir con el de los muebles, como si el derecho
de herencia fuera, pues, mueble. Pero esta conclusión es apresurada.

“En efecto, que la categoría filosófica de movimiento local no sea aplicable a la


herencia es algo diferente al problema jurídico resuelto por el tenor de los arts. 567 y
568 CC., que define ambas clases de cosas. Ahí se trata de las que pueden
transportarse de un lugar a otro; no de por qué ello sea de cualquiera de ambas
maneras. Ahora bien, resulta evidente que la herencia no puede ser transportada de
un lugar a otro; y esto es suficiente, de acuerdo con el art. 568 CC., para tener que
considerarla inmueble, sin que importe si dicha imposibilidad sea consecuencia de la
ajeneidad de la herencia a la categoría de movimiento local. Si es así, el derecho real
de herencia es inmueble”, y, por tanto, es susceptible, por ejemplo, de hipotecarse,
siguiendo la regla general que establecen los artículos 2407 y 2418 CC.

En la práctica los conservadores optan por asignarlas como una inscripción


más, y hay otros que anotan marginalmente que se ha cedido el respectivo
derecho de herencia.

b) Las inscripciones del artículo 688

El siguiente derecho se refiere a las del art. 688. Refiere a inscripciones que
deben efectuarse respecto de inmuebles que no cumplen finalidad de tradición,
que sí se cumple respecto del art. 686. Hay otras finalidades de la inscripción;
art. 688.

Art. 688. En el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se


confiere por el ministerio de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al
heredero para disponer en manera alguna de un inmueble, mientras no preceda:
1º La inscripción del decreto judicial o la resolución administrativa que otorgue
la posesión efectiva: el primero ante el conservador de bienes raíces de la comuna o
agrupación de comunas en que haya sido pronunciado, junto con el correspondiente
testamento, y la segunda en el Registro Nacional de
Posesiones Efectivas;
2º Las inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo del
artículo precedente: en virtud de ellas podrán los herederos disponer de consuno de
los inmuebles hereditarios, y
3º La inscripción prevenida en el inciso tercero: sin ésta no podrá el heredero
disponer por sí solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le hayan cabido.

El art. 688 habla de lo que debe efectuarse al deferir la herencia.

La sucesión por causa de muerte supone una serie de momentos que no


necesariamente coinciden entre sí;

Primer momento, la muerte (79 y 80). Supone un hecho que trae consecuencia
jurídica; la muerte de una persona, que puede ser natural o presunta.

80
Segundo momento, la apertura de la sucesión. Luego viene la apertura de la
sucesión, que según el art. 955 coincide con el día fijado de la muerte.

Art. 955. La sucesión en los bienes de una persona se abre al momento de su muerte
en su último domicilio; salvos los casos expresamente exceptuados.
La sucesión se regla por la ley del domicilio en que se abre; salvas las
excepciones legales.

Un tercer momento es la delación, según el art. 956, que es el llamamiento que


la Ley hace a aceptar o repudiar una herencia. Ésta coincide con la apertura de
la sucesión, y por tanto, con la muerte.

Art. 956. La delación de una asignación es el actual llamamiento de la ley a aceptarla


o repudiarla.
La herencia o legado se defiere al heredero o legatario en el momento de
fallecer la persona de cuya sucesión se trata, si el heredero o legatario no es llamado
condicionalmente; o en el momento de cumplirse la condición, si el llamamiento es
condicional.
Salvo si la condición es de no hacer algo que dependa de la sola voluntad del
asignatario, pues en este caso la asignación se defiere en el momento de la muerte del
testador, dándose por el asignatario caución suficiente de restituir la cosa asignada
con sus accesiones y frutos, en caso de contravenirse a la condición.
Lo cual, sin embargo, no tendrá lugar cuando el testador hubiere dispuesto que
mientras penda la condición de no hacer algo, pertenezca a otro asignatario la cosa
asignada.

La sucesión, según el 588, es un modo de adquirir el dominio de las cosas de


un difunto, que opera como consecuencia de la muerte de la misma. También
se pueden adquirir los bienes de un difunto por otras vías; se puede hacer
tradición de los mismos bienes.

Respecto de este modo de adquirir hay que distinguir entre el dominio y la posesión
de los bienes.

- El dominio de los bienes que forman la herencia, se adquieren por


sucesión por causa de muerte (588). También se sucede en las deudas,
sin perjuicio, de que sus herederos tengan a su disposición una serie de
medios para limitar su responsabilidad (beneficio de inventario).

La posesión es diferente, porque se distinguen tres clases de posesión. Así hay que
distinguir entre; posesión legal, posesión efectiva y posesión real o material.

Posesión legal.

La posesión legal sale en el 722, es la que incumbe a todo heredero, va conjunta al


dominio de los bienes hereditarios.

Art. 722. La posesión de la herencia se adquiere desde el momento en que es


deferida, aunque el heredero lo ignore.
El que válidamente repudia una herencia se entiende no haberla poseído
jamás.

El código quiere que no se produzca solución de continuidad entre la posesión del


causante y la posesión del heredero, incluso, dentro de las normas de prescripción
aparece el art. 2500.

81
Art. 2500. Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin interrupción por dos o más
personas, el tiempo del antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor, según
lo dispuesto en el artículo 717.
La posesión principiada por una persona difunta continúa en la herencia
yacente, que se entiende poseer a nombre del heredero.

La herencia yacente está definida en el art. 1240: Si dentro de quince días de abrirse
la sucesión no se hubiere aceptado la herencia o una cuota de ella, ni hubiere albacea
a quien el testador haya conferido la tenencia de los bienes y que haya aceptado su
encargo, el juez, a instancia del cónyuge sobreviviente, o de cualquiera de los
parientes o dependientes del difunto, o de otra persona interesada en ello, o de oficio,
declarará yacente la herencia; se insertará esta declaración en un diario de la
comuna, o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo
hubiere; y se procederá al nombramiento de curador de la herencia yacente.
Si hubiere dos o más herederos y aceptare uno de ellos, tendrá la
administración de todos los bienes hereditarios proindiviso, previo inventario
solemne; y aceptando sucesivamente sus coherederos, y subscribiendo el inventario,
tomarán parte en la administración.
Mientras no hayan aceptado todos, las facultades del heredero o herederos que
administren serán las mismas de los curadores de la herencia yacente, pero no serán
obligados a prestar caución, salvo que haya motivo de temer que bajo su
administración peligren los bienes.

La posesión legal no habilita para disponer de los bienes. El encabezado


del art. 688 confunde los términos posesión legal y posesión efectiva.

Posesión efectiva

La posesión efectiva se confiere por decreto judicial, si la succión es testada, y por


resolución administrativa del Registro Civil y de identificación, si la sucesión es
intestada. Su finalidad es señalar que las personas que en ella se incluyen son
herederos del causante. Es una especie de acreditación de que una persona es
heredero de otra. Esta posesión acredita que tales y cuales personas son herederos de
otra, pero no permite disponer de los bienes, como la posesión legal. Para que puedan
disponerse los bienes, deben realizarse las inscripciones que alude el 688.

Posesión material.

Es la que supone corpus y animus (700).


Inscripciones del art. 688

1. La primera de dichas inscripciones es la de la posesión efectiva, en el registro


nacional de posesiones efectivas (si es otorgada por el registro civil) o en el
conservador respectivo (si es otorgada judicialmente), si hubo testamento, debe
inscribirse conjuntamente y a continuación.

2. En segundo lugar, debe practicarse la “inscripción especial de herencia”; consiste


en inscribir el o los bienes raíces que tenga el causante a nombre de todos los
herederos; mediando esta inscripción, los herederos podrán disponer del inmueble
obrando todos de acuerdo. (El 688 remite al 687).

3. Por ultimo, dice el 688, deben inscribirse las adjudicaciones que se produzcan
respecto del bien; desde ese momento, el adjudicatario podrá disponer del bien sin el

82
concurso de alguna otra voluntad, en principio. La adjudicación no es ni titulo ni
modo.

Subsiste el problema de que ocurre si se dispone de un bien hereditario, no


habiéndose practicado las inscripciones aludidas.

Una primera jurisprudencia; “la sanción era la nulidad absoluta del acto por el cual se
producía esa transferencia”.

Luego se dijo que no era nulidad absoluta, sino relativa, pues la absoluta requiere la
falta de un requisito según su especie o naturaleza; ese no es el vicio que se afectaba,
sino uno referido a la calidad de las partes.

Un tercer momento jurisprudencial, señala que lo que es nulo es la tradición y no los


títulos que dieron lugar, pues nuestro sistema sigue la teoría romana del titulo y
modo, distinguiéndolos como momentos distintos; el titulo da lugar en abstracto del
traspaso, y el modo en la materialidad. Así si se predica nulidad, debe ser de la
transferencia, de la tradición, de la inscripción y no de los actos y títulos en que dicha
transferencia se fundaba. A ello se discutió diciendo respecto de si la compraventa
supone o no objeto ilícito cosas de cuya enajenación es imposible.

¿El 688 afecta la disposición de dichos bienes? ¿Habilita para disponer de dichos
bienes? Se argumento entonces diciendo que el heredero podía disponer de un bien
respecto el cual no se hubieran practicado las inscripciones, y el efecto de esa
disposición era una disociación entre el dominio y la posesión; es decir, los herederos
pueden transferir el dominio del bien al adquiriente, pero no ocurre lo mismo con la
posesión pues solo tiene la posesión efectiva que no les habilita para disponer;
solución absurda por la disociación de efectos que produce.

Se dijo también que en realidad no hay sanción, la vía para corregir el problema era la
acción de indemnización de perjuicios, y no una acción anulatoria del acto.

Parece ser que efectivamente no se afecta el titulo, sino la tradición. Cuando veíamos
los requisitos de la tradición; el tradente debía tener facultad (que va mas allá de la
capacidad, pues suponía que no hubiese obstáculo alguno); así con la redacción del
encabezado del 688, los herederos aun obrando de acuerdo, siendo capaces y todo,
carecen de legitimación, del poder de enajenar sin requisitos. Así se afectaría la
tradición y no el título mismo.

Articulo 688 tiene finalidad de conservar la historia del bien raíz y ser requisito a la
facultad de los herederos de disponer.

83
Capitulo VIII
Derecho Registral

1) Concepto.

El Derecho Registral, en los manuales clásicos es un acápite de la Tradición, de los


bienes raíces, así para explicar el 686 y siguientes, se exponían los puntos principales.
Pero el conservador de bienes raíces tiene mas importancia que ese acápite.

En la practica es muy importante, pues la inscripción de un titulo puede suponer mas


dificultades que las que aparentemente se reflejan del 686, así es como se producen
inconvenientes que pueden afectar diversas operaciones. En segundo lugar; se
encuentra en discusión una reforma al conservador de bienes raíces, su reglamento
data de 1857; esta en un apéndice del código, y es un decreto con fuerza de ley, cuya
ley habilitante es el articulo 695 del Código Civil. El código supone también una
ruptura respecto al sistema español anterior; un reglamento que estructure orgánica
y funcionalmente el Conservador, y además el código establece el modo en que deben
realizarse las primeras inscripciones (693).

El art. 697 establece una norma transitoria, y el reglamento se dictó a poco de regir el
código. El art. 693 establece el procedimiento para inscribir por primera vez un bien
que nunca ha estado inscrito.

Art. 686. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la inscripción
del título en el Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o
de uso constituidos en bienes raíces, de los derechos de habitación o de censo y del
derecho de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de
Minería.

Art. 693. Para la transferencia, por donación o contrato entre vivos, del dominio de
una finca que no ha Art. séptimo, sido antes inscrita, exigirá el Conservador,
constancia de haberse dado aviso de dicha transferencia al público por medio de tres
avisos publicados en un diario de la comuna o de la capital de provincia o de la capital
de la región, si en aquélla no lo hubiere, y por un cartel fijado, durante quince días
por lo menos, en la oficina del Conservador de Bienes Raíces respectivo.
Se sujetarán a la misma regla la constitución o transferencia por acto entre
vivos de los otros derechos reales mencionados en los artículos precedentes, y que se
refieren a inmuebles no inscritos.

Art. 695. Un reglamento especial determinará en lo demás los deberes y funciones del
Conservador, y la forma y solemnidad de las inscripciones.

Art. 697. En el tiempo intermedio entre la fecha en que principie a regir este Código y
aquella en que la inscripción empiece a ser obligatoria, se hará la inscripción de los
derechos reales mencionados en los artículos anteriores, del modo siguiente:
1º La de un derecho de dominio, usufructo, uso o habitación, por medio de una
escritura pública en que el tradente exprese entregarlo, y el adquirente recibirlo: esta
escritura podrá ser la misma del acto o contrato en que se transfiere o constituye el
derecho;
2º La de un derecho de hipoteca o censo, por la anotación en la competente
oficina de hipotecas;
3º La de un derecho de herencia, por el decreto judicial que confiere la
posesión efectiva;

84
4º La de un legado, por medio de una escritura pública como la prevenida en el
número 1º; y
5º La del objeto adjudicado en acto de partición, por escritura pública en que
conste la adjudicación y haberla aceptado el adjudicatario.

2) Características.

El Derecho Registral posee tres principios.


a) Elegir un folio real o un folio personal. El primero supone un archivo por bien
raíz, en que sucesivamente se van poniendo los actos que afectan la situación
del bien raíz. En el segundo existe un registro por personas, como en Chile.
b) Inscripción o trascripción. Lo primero consiste en incluir en el registro el acto
de transferencia en un extracto en una hoja que resume en que consiste el
acto. Trascripción corresponde a la inclusión de una copia del acto de forma
íntegra en el registro.
c) Carácter abstracto o no que se predica de la inscripción o la trascripción. En el
sistema alemán puede producirse la abstracción en la transferencia del titulo
que la ha motivado, así los defectos del titulo no afectan la tradición, se
escinde el acto del modo, para asegurar la circulación de la propiedad. El
principio de abstracción atiende a si la inscripción rompe con el titulo que la
motivó.
En nuestro sistema si se afecta, art. 1687 da lugar a las partes para ser
reestablecidas al estado anterior a la declaración de la nulidad; el art. 1689
permite destruir esa transferencia para poder recobrar; se destruye la
transferencia y se devuelve el dominio al primitivo tradente, que podrá
reivindicar. Lo mismo ocurre en la condición resolutoria cumplida: artículos
1487, 1490 y 1491.

Art. 1687. La nulidad pronunciada en sentencia que tiene la fuerza de cosa juzgada,
da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarían si no
hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el objeto o
causa ilícita.
En las restituciones mutuas que hayan de hacerse los contratantes en virtud de
este pronunciamiento, será cada cual responsable de la pérdida de las especies o de
su deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras necesarias, útiles o
voluptuarias, tomándose en consideración los casos fortuitos y la posesión de buena o
mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales y sin perjuicio de lo
dispuesto en el siguiente artículo.

Art. 1689. La nulidad judicialmente pronunciada da acción reivindicatoria contra


terceros poseedores; sin perjuicio de las excepciones legales.

3) Funciones:

a) Servir de tradición sobre inmuebles y los derechos constituidos sobre ellos (686).
b) Mantener la historia de la propiedad raíz (688)
c) Constituir medida de publicidad de ciertos actos
d) Requisitos, prueba y garantía de posesión.
e) Se discute si la inscripción en el conservador puede constituir a la vez una
solemnidad de existencia del acto mismo; se ha dado la discusión por ejemplo, a
propósito de la hipoteca, dadas las controversias entre los artículos 2409 y 2410.

Art. 2409. La hipoteca deberá otorgarse por escritura pública.

85
Podrá ser una misma la escritura pública de la hipoteca, y la del contrato a que
accede.

Art. 2410. La hipoteca deberá además ser inscrita en el Registro Conservatorio; sin
este requisito no tendrá valor alguno; ni se contará su fecha sino desde la inscripción.

4) Sistemas registrales.

Establecido en 1857, a poco de comenzar la vigencia del Código Civil, por mandato
del artículo 695, que regula las formas y funciones de un conservador.

Antes de la vigencia del Código Civil, la tradición de los bienes raíces se producía con
la de los muebles, la existencia de un derecho registral establecida sólo respecto de
las hipotecas. (Como anotaciones para corroborar que estaba hipotecado). El artículo
697 es una norma de derecho transitorio que buscar resolver conflictos entre la
vigencia del CC y la dictación del reglamento. Durante el tiempo intermedio:
Inscripción del modo siguiente: anotación en la oficina de hipotecas. Ya existía el
sistema de anotación en oficinas, no era ajeno a la época.

En poco tiempo la idea de registro se fue extendiendo a otras situaciones que ya


merecía publicidad o que las inscripciones cumplen otra finalidad.

· Registro de Comercio
· Registro de prendas especiales
· Registro de Propiedad de Aguas; Registro de Hipoteca de Aguas; los registros
establecidos por el Código de Minería.
· Registro Civil de vehículos motorizados. Bienes muebles regidos por el art.
684 o cualquier otro que importe el traspaso del dominio. La función de la
anotación de transferencia es probatoria. Se presume que quien figura ahí es el
propietario de vehículos, quien a la vez es solidariamente responsable de los
daños en accidente. De ahí la importancia que las transferencias queden
inscritas.

Sobre propiedad: Básicamente existen dos grandes sistemas para hacer operativo el
sistema.
· Folio personal (Francia). En nuestro país, el acto que debe ser inscrito lo
será mediante sistema de inscripción (resumen del acto) .
Asignaciones de viviendas SERVIU actualmente requiere fotocopia completa de
Venta.
· Folio Real: El folio real es usado por dos sistemas:
1.- El sistema alemán desde 1936
2.- El sistema Torrens usado por primera vez el 1958 en Australia y
luego extendido a otros países.
Ambos sistemas son territoriales, y ordenan de mejor manera la historia de un
bien, además de dar garantías de invulnerabilidad. Además en el alemán, la
transacción queda desligada del titulo.

5) El Conservador de Bienes Raíces en Chile.

Es un auxiliar de la administración de justicia según el COT, que no percibe


honorarios pagados por la corporación administrativa del Poder Judicial. Sus
honorarios los cobran mediante los honorarios exigidos por los servicios a los
usuarios. El conservador puede o no coincidir con notarias.

86
La competencia, esta dada por la comuna o agrupación de comunas que se le ha
asignado, y esta sujeto a la jurisdicción disciplinaria de la Corte de Apelaciones
respectiva. Es ministro de fe pública, y puede contratar a las personas que quiera
para la organización interna del conservador. El conservador debe obrar como
persona natural, no puede organizarse como sociedad, por eso se dice que el mayor
contribuyente persona natural es el conservador de bienes raíces de santiago.

La organización y atribuciones del conservador están en distintas normas. En el COT,


en el reglamento del Conservador que esta en el apéndice del código civil (4 junio
1857) que regula aspectos orgánicos y sustantivos, y por ultimo se aplican todas las
normas del código, en especial las ubicadas en el párrafo 3º dedicado a tradición de
bienes inmuebles y también las normas dedicadas a la posesión.

Aspectos relevantes para el curso respecto del Conservador.

5.1. Libros que debe llevar el Conservador

Mediante los libros que lleva cumple con practicar las inscripciones que la ley señala.
Estos libros son cinco.

1. El Repertorio. Articulo 21 del reglamento.

Art. 21. Tendrá el Conservador un libro, denominado Repertorio, para anotar los
títulos que se le presenten.

Presentado un titulo al conservador, la primera operación a realizar es la


anotación en el repertorio, ésta no constituye el requisito de inscripción del
696.

Art. 696. Los títulos cuya inscripción se prescribe en los artículos anteriores, no darán
o transferirán la posesión efectiva del respectivo derecho, mientras la inscripción no
se efectúe de la manera que en dichos artículos se ordena; pero esta disposición no
regirá sino respecto de los títulos que se confieran después del término señalado en el
reglamento antedicho.

No constituye en consecuencia, tradición de los derechos reales


constituidos sobre inmuebles. El 24 señala en que consiste el libro… es
importante, pues puede ser que una persona venda consecutivamente un
mismo bien a dos persona, o que hipoteque un mismo bien a favor de 2
personas, en ambos casos hay una colisión entre el primer y segundo
adquiriente, etc.

Art. 24. Cada página del Repertorio se dividirá en cinco columnas, destinadas a
recibir las enunciaciones siguientes:
1ª. El nombre y apellido de la persona que presenta el título.
2ª. La naturaleza del acto o contrato que contenga la inscripción que trata de
hacerse.
3ª. La clase de inscripción que se pide; por ejemplo, si es de dominio, hipoteca,
etc.
4ª. La hora, día y mes de la presentación.
5ª. El Registro parcial en que, según el artículo 32, debe hacerse la
inscripción, y el número que en él le corresponde.

Hay normas que solucionan estos conflictos el primero, art. 1817.

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Art. 1817. Si alguien vende separadamente una misma cosa a dos personas, el
comprador que haya entrado en posesión será preferido al otro; si ha hecho la entrega
a los dos, aquel a quien se haya hecho primero será preferido; si no se ha entregado a
ninguno, el título más antiguo prevalecerá.

Respecto de las hipotecas esta art. 2477.

Art. 2477. La tercera clase de créditos comprende los hipotecarios.


A cada finca gravada con hipoteca podrá abrirse, a petición de los respectivos
acreedores o de cualquiera de ellos, un concurso particular para que se les pague
inmediatamente con ella, según el orden de las fechas de sus hipotecas.
Las hipotecas de una misma fecha que gravan una misma finca preferirán unas
a otras en el orden de su inscripción.
En este concurso se pagarán primeramente las costas judiciales causadas en
él.

Así, la fecha de la inscripción final en el respectivo registro, es decir, la que


opera la tradición, se retrotrae a la fecha de anotación en el repertorio, por
eso en el repertorio debe tratarse la fecha y la hora. La otra norma
importante es el artículo 25 del reglamento.

Art. 25. Devolviendo el Conservador el Título por alguna de las causas mencionadas
en los artículos 13 y 14, se expresará al margen del Repertorio el motivo de la
devolución, dejando en blanco la quinta columna para designar el Registro parcial en
que debe inscribirse el título y darle el número que le corresponda a la fecha en que
de nuevo se le presente, caso de ordenarse por el juez la inscripción, según lo
prevenido en el artículo 19.

La inscripción en el repertorio dura 60 días desde que se efectuó, pero


cuando el conservador revisa los títulos y encuentra una de las menciones
que el titulo debe contener según su Naturaleza, siendo así, devuelve el
titulo al requeriente para que subsane el defecto, para luego ingresar el
titulo al registro.

2. El registro de propiedad. Art. 32. Se inscribirán en el primero las translaciones de


dominio. En este registro se inscribirán las traslaciones (concepto genérico que
incluye actos entre vivos y mortis causae, en la tradición por causa de muerte hay que
distinguir dominio y posesión, la ultima en que se distinguían los tres momentos
descritos anteriormente) de dominio que señala, en realidad son transferencia entre
vivos.

3. Registro de hipotecas y gravámenes. Art. 32. En el segundo, las hipotecas,


los censos, los derechos de usufructo, uso y habitación, los fideicomisos, las
servidumbres y otros gravámenes semejantes. El reglamento distingue entre títulos
que deben inscribirse, y títulos que pueden inscribirse; ejemplo, con fines de
publicidad, en el caso de las servidumbres constituidas.

4. Registro de interdicciones y prohibiciones de enajenar. En este registro, dice


el artículo 32, se inscriben las interdicciones y prohibiciones de enajenar e
impedimentos relacionados en el artículo 53, número 3º.

Interdicciones; es una resolución judicial con la cual el juez declara


fehacientemente que una persona esta incapacitada, por demencia o
prodigalidad. Para que haya publicidad, se inscribe en el conservador
competente según el tribunal en que se dicto la interdicción.

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También se inscriben aquí las prohibiciones de enajenar; cuando hablamos
de la facultad de disposición, había ciertas cláusulas de no enajenar que
podían ser legales, judiciales o voluntarias, además en el objeto ilícito la
oponibilidad dependería de si se fuera parte o tercero. Para que pueda
existir la oponibilidad se supone que debe inscribirse, tratándose de bienes
raíces; tanto las judiciales, legales como las voluntarias.

5. Índice. Cada libro tiene su índice (articulo 41).

Los libros se llevan por año, empiezan y concluyen en él. Las inscripciones
suponen la asignación de un número, independiente de la numeración que
tengan en el repertorio, artículos 35 y 37. Además de las inscripciones, el libro
contiene anexos o apéndices (Art. 42), pues cada inscripción se debe practicar
con la exhibición del titulo y todos los documentos necesarios (57), debe
incluirse al final de cada registro todo documento pertinente, por ejemplo, con
los planos de una propiedad. Así los documentos agregados después de cada
registro, se hace por medio de un numero correlativo.

Art. 35. Se foliarán a medida que se vaya adelantando en ellos.

Art. 37. Las inscripciones se harán en cada Registro bajo una serie particular de
números, independiente de la serie general del Repertorio.

Art. 41. Cada Registro contendrá un índice por orden alfabético, destinado a colocar
separadamente el nombre de los otorgantes, el apellido de los mismos y el nombre del
fundo, materia de la inscripción.

Art. 42. En un apéndice a este índice se inventariarán los documentos agregados al fin
de cada Registro.

Art. 57. Para llevar a efecto la inscripción, se exhibirá al Conservador copia auténtica
del título respectivo o de la sentencia o decreto judicial; en este caso, con
certificación al pie del respectivo escribano, que acredite ser ejecutorios.
Se exhibirán también los demás documentos necesarios, sean públicos o privados.

5.2. Funciones de la inscripción den el reglamento

5.2.1. Los títulos que deben inscribirse

Art. 52. Deberán inscribirse en el Registro Conservatorio:


1º. Los títulos translaticios de dominio de los bienes raíces; los títulos de
derecho de usufructo, uso, habitación, censo e hipoteca constituidos en inmuebles, y
la sentencia ejecutoria que declare la prescripción adquisitiva del dominio o de
cualquiera de dichos derechos.
Acerca de la inscripción de los títulos relativos a minas, se estará a lo
prevenido en el Código de Minería;
2º. La constitución de los fideicomisos que comprendan o afecten bienes
raíces; la del usufructo, uso y habitación que hayan de recaer sobre inmuebles por
acto entre vivos; la constitución, división, reducción y redención del censo; la
constitución de censo vitalicio, y la constitución de la hipoteca.
Las reglas relativas a la hipoteca de naves pertenecen al Código de Comercio;
3º. La renuncia de cualquiera de los derechos enumerados anteriormente;
4º. Los decretos de interdicción provisoria y definitiva, el de rehabilitación del
disipador y demente, el que confiera la posesión definitiva de los bienes del

89
desaparecido y el que conceda el beneficio de separación de bienes, según el artículo
1385 del Código Civil.

a) Los títulos translaticios de dominio de los bienes raíces; los títulos de


derecho de usufructo, uso, habitación, censo e hipoteca constituidos en
inmuebles, y la sentencia ejecutoria que declare la prescripción adquisitiva del
dominio o de cualquiera de dichos derechos. Acerca de la inscripción de los
títulos relativos a minas, se estará a lo prevenido en el Código de Minería.
(Art. 52 nº 1) Incluye el derecho referente de uso y habitación, pero es un
derecho personalísimo y, por tanto, intransferible e intransmisible (art. 819)

b) La constitución de los fideicomisos que comprendan o afecten bienes raíces;


la del usufructo, uso y habitación que hayan de recaer sobre inmuebles por
acto entre vivos; la constitución, división, reducción y redención del censo; la
constitución de censo vitalicio, y la constitución de la hipoteca. Las reglas
relativas a la hipoteca de naves pertenecen al Código de Comercio (Art. 52
nº2)

En la hipoteca, los acreedores tienen preferencia según las fechas de su


hipoteca; si son de la misma fecha (art. 2477) será según el orden de la
inscripción; se admite un pacto de posposición; pasar a un lugar inferior.

Art. 2477. La tercera clase de créditos comprende los hipotecarios.


A cada finca gravada con hipoteca podrá abrirse, a petición de los respectivos
acreedores o de cualquiera de ellos, un concurso particular para que se les pague
inmediatamente con ella, según el orden de las fechas de sus hipotecas.
Las hipotecas de una misma fecha que gravan una misma finca preferirán unas
a otras en el orden de su inscripción.
En este concurso se pagarán primeramente las costas judiciales causadas en
él.

c) Según el 52 del reglamento, así como la adquisición de un derecho real en


un inmueble debe inscribirse, la renuncia de un acto de disposición también, y
la renuncia puede o no tener un titular que suceda al renunciante en la
titularidad del derecho, pues la renuncia puede ser parte de una transacción, y
las partes al transigir, precaven un litigio eventual, o ponen fin a uno, en base a
concesiones recíprocas; en ese caso la transacción será a titulo declarativo,
por eso la renuncia puede ser parte de un contrato o una renuncia unilateral
(según el articulo 12). (Art. 703)

Art. 12. Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo
miren al interés individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia.

Art. 703. Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o declarar


derechos preexistentes, no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la
propiedad de un objeto no disputado, constituyen un título nuevo.

d) Decretos de interdicción provisoria y definitiva. La interdicción es el estado


judicialmente constatado en que se encuentra una persona por demencia,
prodigalidad o disipación. La interdicción puede ser provisoria; durante la
tramitación del juicio. O definitiva; por sentencia firme o ejecutoriada.
Actualmente es competencia de los juzgados de familia, que tienen
procedimiento oral y en audiencias. Audiencia preparatoria; que busca que se
incorpore la demanda al audio, por medio de su lectura en la audiencia. En la
misma audiencia se contesta la demanda oralmente, se llama las partes a

90
conciliación, se fija el objeto del juicio, se fijan los puntos de pruebas y en el
caso de la interdicción hay dos actuaciones especiales. El juez debe cerciorarse
en la misma audiencia, en una entrevista al demente, de que está en ese
estado; dentro de la prueba que debe acompañarse, puede ser ofrecida,
convenida por las partes, o solicitada de oficio por el juez. Por ultimo el juez
debe estimar que la demencia es efectiva, oyendo del caso respecto el servicio
medico legal.

Art. 460. El juez se informará de la vida anterior y conducta habitual del supuesto
demente, y oirá el dictamen de facultativos de su confianza sobre la existencia y
naturaleza de la demencia.

En esa audiencia preparatoria decreta la interdicción provisoria del demente.


Este decreto debe inscribirse, además hay que efectuar unas publicaciones
(trámites para la facción del inventario y otros). Lo mismo ocurre con la
interdicción por disipación; se dictará la interdicción definitiva una vez dictada
la provisoria, y deberá cumplir con el mismo tramite. Si la persona recupera la
capacidad de administrar sus bienes, cesan ambas incapacidades.

Respecto la muerte presunta y posesión definitiva de los bienes debe


inscribirse también,

Por ultimo el beneficio de separación también debe inscribirse; los acreedores


(art. 1378 da el concepto del beneficio…). Es uno de los medios auxiliares del
acreedor para la protección de su crédito. Corresponde a los acreedores
testamentarios (aquellos cuya causa del crédito es el testamento: los
legatarios) y hereditarios (acreedores del causante). Elo beneficio consiste en
solicitar que el patrimonio del causante no se confunda con los bienes de los
herederos, pues podría ocurrir que las deudas del heredero hagan consumir
estos bienes, perjudicando a los acreedores testamentarios (1385…). Es un
medio de protección de los acreedores. El artículo 1385 dispone la inscripción
del beneficio de separación cuando existen bienes raíces.

Art. 1378. Los acreedores hereditarios y los acreedores testamentarios podrán pedir
que no se confundan los bienes del difunto con los bienes del heredero; y en virtud de
este beneficio de separación tendrán derecho a que de los bienes del difunto se les
cumplan las obligaciones hereditarias o testamentarias con preferencia a las deudas
propias del heredero.

Art. 1385. Si hubiere bienes raíces en la sucesión, el decreto en que se concede el


beneficio de separación se inscribirá en el Registro o Registros que por la situación de
dichos bienes corresponda, con expresión de las fincas a que el beneficio se extienda.

Art. 1133. Las deudas confesadas en el testamento y de que por otra parte, no hubiere
un principio de prueba por escrito, se tendrán por legados gratuitos, y estarán sujetos
a las mismas responsabilidades y deducciones que los otros legados de esta clase.

5.2.2. Los títulos que pueden inscribirse.

Art. 53. Pueden inscribirse


1º. Toda condición suspensiva o resolutoria del dominio de bienes inmuebles o
de otros derechos reales constituidos sobre ellos;
2º. Todo gravamen impuesto en ellos que no sea de los mencionados en los
números 1º y 2º del artículo anterior, como las servidumbres.

91
El arrendamiento en el caso del artículo 1962 del Código Civil y cualquiera
otro acto o contrato cuya inscripción sea permitida por la ley;
3º. Todo impedimento o prohibición referente a inmuebles, sea convencional,
legal o judicial, que embarace o limite de cualquier modo el libre ejercicio del derecho
de enajenar. Son de la segunda clase el embargo, cesión de bienes, secuestro, litigio,
etc.

a) La condición es el hecho futuro e incierto del cual depende el nacimiento o


la extinción de un derecho. Es suspensiva cuando suspende la adquisición de
un derecho, y resolutoria cuando extingue un derecho.
Toda condición en que el derecho cuyo nacimiento pende o se sujeta la
extinción, al recaer en bienes raíces, debe inscribirse.
La posibilidad de inscripción aquí cumple una finalidad de publicidad, y no de
tradición. Según el 680 código, la tradición también puede estar sujeta a
condición.

Art. 680. La tradición puede transferir el dominio bajo condición suspensiva o


resolutoria, con tal que se exprese.
Verificada la entrega por el vendedor, se transfiere el dominio de la cosa
vendida, aunque no se haya pagado el precio, a menos que el vendedor se haya
reservado el dominio hasta el pago, o hasta el cumplimiento de una condición.

b) Pueden inscribirse todo gravamen impuesto sobre bienes raíces que no sean
de los mencionados. El derecho real de servidumbre, entonces, puede
inscribirse para que conste la existencia del gravamen sobre el predio sirviente
(esta inscripción no es tradición: 698).

Art. 1962. Estarán obligados a respetar el arriendo:


1.º Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador por un título
lucrativo;
2.º Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador, a título oneroso,
si el arrendamiento ha sido contraído por escritura pública; exceptuados los
acreedores hipotecarios;
3.º Los acreedores hipotecarios, si el arrendamiento ha sido otorgado por
escritura pública inscrita en el Registro del Conservador antes de la inscripción
hipotecaria.
El arrendatario de bienes raíces podrá requerir por sí solo la inscripción de
dicha escritura.

El arrendamiento en el caso del art. 1962; El arrendamiento es un contrato


sobre el cual una persona entrega a otra un bien para que ella se sirva de ese
bien a cambio de una renta (1915); lo constituye un mero tenedor que puede
servirse de la cosa en cuanto al uso o goce de los frutos, a cambio de un precio
mensual o renta (el canon es respecto del censo). Art. 1962 presenta una regla
que permite asegurar la permanencia del arrendamiento. Se pone en tres
situaciones.
1.º Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador por un
título lucrativo (gratuito);
2.º Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador, a título
oneroso, si el arrendamiento ha sido contraído por escritura pública;
exceptuados los acreedores hipotecarios;
3.º Los acreedores hipotecarios, si el arrendamiento ha sido otorgado
por escritura pública inscrita en el Registro del Conservador antes de la
inscripción hipotecaria.

92
Entonces el 1962 busca asegurar que el arrendatario pueda seguir gozando de
la cosa arrendada después de que el bien ha sido transferido a otro.

Si el arrendador vende el bien; el comprador debe respetar el arrendamiento si


el contrato constaba por escritura pública.

Pero si el bien raíz esta hipotecado (para garantizar una obligación del
arrendador u otra persona), la hipoteca confiere una acción real independiente
de la acción personal nacida del crédito, hay dos caminos para cumplir la
obligación; con la personal se dirige contra el deudor, con la hipotecaria
respecto del bien con su enajenación forzada, sin importar quien este
actualmente gozando de dicho bien. Si el bien sale a remate y lo adquiere un
3º, debe respetar el arriendo cumplidos tres requisitos; 1) que el
arrendamiento sea anterior a la hipoteca, 2) que conste por escritura publica,
3) que se inscriba en el conservador en el registro hipotecas y gravámenes.

Todos los gravámenes no mencionados en el artículo 52.

Por ejemplo, se subinscribe la declaración de bien familiar (141). El art. 141


refiere a los bienes familiares. Actualmente se discute reformulación de ellos.
Por el momento pueden declararse bienes familiares los bienes inmuebles de
cualquiera de los cónyuges, que sirva de principal residencia a la familia y los
muebles que la guarnecen, además de las acciones de sociedades que sean
dueños (art. 146).

Art. 141. El inmueble de propiedad de cualquiera de los cónyuges que sirva de


residencia principal de la familia, y los muebles que la guarnecen, podrán ser
declarados bienes familiares y se regirán por las normas de este párrafo, cualquiera
sea el régimen de bienes del matrimonio.
El juez citará a los interesados a la audiencia preparatoria. Si no se dedujese
oposición, el juez resolverá en la misma audiencia. En caso contrario, o si el juez
considerase que faltan antecedentes para resolver, citará a la audiencia de juicio.
Con todo, la sola interposición de la demanda transformará provisoriamente en
familiar el bien de que se trate. En su primera resolución el juez dispondrá que se
anote al margen de la inscripción respectiva la precedente circunstancia. El
Conservador practicará la subscripción con el solo mérito del decreto que, de oficio,
le notificará el tribunal.
Para los efectos previstos en este artículo, los cónyuges gozarán de privilegio
de pobreza.
El cónyuge que actuare fraudulentamente para obtener la declaración a que
refiere este artículo, deberá indemnizar los perjuicios causados, sin perjuicio de la
sanción penal que pudiere corresponder.

Art. 146. Lo previsto en este párrafo se aplica a los derechos o acciones que los
cónyuges tengan en sociedades propietarias de un inmueble que sea residencia
principal de la familia.
Producida la afectación de derechos o acciones, se requerirá asimismo la
voluntad de ambos cónyuges para realizar cualquier acto como socio o accionista de
la sociedad respectiva, que tenga relación con el bien familiar.
La afectación de derechos se hará por declaración de cualquiera de los
cónyuges contenida en escritura pública. En el caso de una sociedad de personas,
deberá anotarse al margen de la inscripción social respectiva, si la hubiere.
Tratándose de sociedades anónimas, se inscribirá en el registro de accionistas.

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Como se trata de bienes raíces, la declaración de estos bienes requiere una
sub-inscripción; son las anotaciones marginales; así lo dice el 141.

El efecto, por el momento, de estos bienes, es conceder al cónyuge no


propietario del bien familiar un derecho de excusión (art. 148) y sujetar los
actos sobre el bien a un sistema de cogestión; concurrencia de la voluntad del
no propietario. El proyecto actualmente en discusión busca darles el carácter
de inembargable a estos bienes declarados familiares.

Art. 148. Los cónyuges reconvenidos gozan del beneficio de excusión. En


consecuencia, cualquiera de ellos podrá exigir que antes de proceder contra los
bienes familiares se persiga el crédito en otros bienes del deudor. Las disposiciones
del Título XXXVI del Libro Cuarto sobre la fianza se aplicarán al ejercicio de la
excusión a que se refiere este artículo, en cuanto corresponda.
Cada vez que en virtud de una acción ejecutiva deducida por un tercero
acreedor, se disponga el embargo de algún bien familiar de propiedad del cónyuge
deudor, el juez dispondrá se notifique personalmente el mandamiento correspondiente
al cónyuge no propietario.
Esta notificación no afectará los derechos y acciones del cónyuge no
propietario sobre dichos bienes.

d) Tercer lugar se pueden inscribir; todo impedimento o prohibición referente a


inmuebles, sea convencional, legal o judicial, que embarace o limite de
cualquier modo el libre ejercicio del derecho de enajenar.

El reglamento coloca ejemplos;

(i) El embargo (es la aprehensión real o ficta de bienes del deudor, ordenada por
decreto judicial, para que con el producido de la enajenación forzada se pague al
acreedor por el capital, intereses y reajustes, y costos),

(ii) La cesión de bienes (tratada como forma de pago en el art. 1614), que ha sido
desplazado por los convenios del libro IV del Código de Comercio, y el
procedimiento de quiebra.

(iii) El secuestro (depósito judicial tratado en el art. 2249, que se disputan dos o
mas individuos en manos de otro que se obliga a restituirla a quien se encuentre
sentencia a su favor).

(iv) Litigios (conectarlo a las medidas precautorias del art. 290 y siguientes del
Código de Procedimiento civil, entre las que se menciona la prohibición de
celebración de actos y contratos si recae sobre inmuebles, y el CPC remite a la
acción reivindicatoria como es la anotación que se trata de bienes de cuya
propiedad se litiga).

5.3. Cómo se procede a la inscripción

Según el art. 690, el conservador debe inscribir solo mediante la exhibición del titulo,
y éste solo puede ser un titulo autentico, por tanto, instrumento público (1699 define
instrumento publico y escritura pública). Generalmente será una escritura pública,
pero podrá ser otro instrumento publico; ejemplos, sentencia judicial, o resolución o
decreto administrativo.

Se hace mediante la exhibición del titulo respectivo al conservador. El titulo además


ha de ser auténtico (público, 1699), y este instrumento publico podrá ser una

94
escritura, sentencia u otro, dado por la autoridad respectiva. Basta solo la exhibición,
pues la inscripción se realiza por la incorporación material al registro de un extracto
del titulo que contiene al acto, no se hace por trascripción, salvo las excepciones en
que se incorpora una copia del titulo en algunos casos.

Art. 690. Para llevar a efecto la inscripción, se exhibirá al Conservador copia


auténtica del título respectivo, y del decreto judicial en su caso.
La inscripción principiará por la fecha de este acto; expresará la naturaleza y
fecha del título, los nombres, apellidos y domicilios de las partes y la designación de la
cosa, según todo ello aparezca en el título; expresará además la oficina o archivo en
que se guarde el título original; y terminará por la firma del Conservador.

Art. 1699. Instrumento público o auténtico es el autorizado con las solemnidades


legales por el competente funcionario.
Otorgado ante escribano e incorporado en un protocolo o registro público, se
llama escritura pública.

Sin embargo, las posibilidades de excepciones son:


- Podría tener que Acompañar otro tipo de antecedentes que complemente o
expliquen el titulo, y que no forman parte de la inscripción misma (planos,
aprobación de la Dirección de obras).
- Las llamadas minutas, destinadas a suplir las insuficiencias de los títulos.
Puede cumplir una finalidad explicativa, para que se pueda constatar que ha
pasado con la escritura o el inmueble, por ejemplo. El problema también puede
deberse a una falla de registro de algún funcionario del conservador que erró
en el traspaso de la escritura.

De las minutas habla el artículo 694 CC. y 82 del Reglamento.

Art. 82. La falta absoluta en los títulos de alguna de las designaciones legales, sólo
podrá llenarse por medio de escritura pública.
Pero la designación de los herederos y legatarios a que se refiere el artículo
79, inciso primero, las designaciones necesarias en el caso del inciso segundo, y las
de los personeros y representantes legales que exige el número 1º del artículo
precedente, se salvarán por medio de minutas subscritas por las partes.
Del mismo modo se enmendarán y suplirán las designaciones defectuosas o
insuficientes de los títulos.

La inscripción se realiza a solicitud de parte, y comienza con la inclusión en el


repertorio, lo que no produce los efectos vistos por la ley para la inscripción que se
requiere, sin embargo, no deja de ser importante por el artículo 17 del reglamento.
Así lo que se practica en el repertorio es una anotación, es un libro que quiere
registrar la solicitud de la inscripción; la anotación debe señalar la hora y el día de
inscripción; la hora es importante para las preferencias. Una vez inscrita la anotación,
aplica el artículo 17.

Art. 17. Convertida la anotación en inscripción, surte ésta todos los efectos de tal
desde la fecha de la anotación, sin embargo de cualesquiera derechos que hayan sido
inscritos en el intervalo de la una a la otra.

La anotación en el repertorio dura 60 días, articulo 16 del reglamento.

Art. 16. La anotación presuntiva de que habla el artículo anterior se convertirá en


inscripción, cuando se haga constar que se ha subsanado la causa que impedía la
inscripción.

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Para determinar cómo debe hacer (requisitos) y el contenido de cada inscripción, hay
que atender a la clase de acto que se trata de inscribir:

1) Situación de los bienes que nunca han estado inscritos, respecto los cuales el
código señala requisitos especiales. Articulo 693, prescribe requisitos de
publicidad, pues una de las funciones de la inscripción es ser requisito, prueba
y garantía de posesión. Pero puede ocurrir que un bien no se encuentre
inscrito, y sin embargo sea poseído (pues podría ser por usurpación). Entonces
esta solicitud busca que se posea efectivamente, para que no se vea afectado
alguien en sus derechos. Entonces solo agrega un requisito adicional, respecto
del general de las inscripciones; la publicidad.

Art. 693. Para la transferencia, por donación o contrato entre vivos, del dominio de
una finca que no ha sido antes inscrita, exigirá el Conservador, constancia de haberse
dado aviso de dicha transferencia al público por medio de tres avisos publicados en un
diario de la comuna o de la capital de provincia o de la capital de la región, si en
aquélla no lo hubiere, y por un cartel fijado, durante quince días por lo menos, en la
oficina del Conservador de Bienes Raíces respectivo.
Se sujetarán a la misma regla la constitución o transferencia por acto entre vivos
de los otros derechos reales mencionados en los artículos precedentes, y que se
refieren a inmuebles no inscritos.

2) Los títulos de dominio que ya han sido inscritos en alguna oportunidad, de los
que ya existe alguna instancia registral (art. 54 del Reglamento). Algo que ya
decía el art. 687 del código; si un bien esta ubicado en más de una comuna,
debe practicarse en ambas comunas la inscripción. La segunda situación; una
persona con un mismo acto (por ejemplo, compraventa), vende un bien ubicado
en distintas comunas, bajo una misma escritura; en tal caso, el título debe ser
inscrito en ambos conservadores.

Art. 54. La inscripción del título de dominio y de cualquiera otro de los derechos
reales mencionados en el artículo 52, números 1º y 2º, se hará en el Registro
Conservatorio del departamento en que esté situado el inmueble, y si éste por su
situación pertenece a varios departamentos, deberá hacerse la inscripción en la
oficina de cada una de ellos.
Si el título es relativo a dos o más inmuebles, deberá inscribirse en los
Registros de todos los departamentos a que por su situación pertenecen los
inmuebles.
Si por un acto de partición se adjudican a varias personas los inmuebles o
parte de los inmuebles que antes se poseían proindiviso, el acto de partición, en lo
relativo a cada inmueble o cada parte adjudicada, se inscribirá en el departamento o
departamentos a que por su situación corresponda dicho inmueble o parte.

Art. 687. La inscripción del título de dominio y de cualquier otro de los derechos
reales mencionados en el artículo precedente, se hará en el Registro Conservatorio
del territorio en que esté situado el inmueble y si éste por situación pertenece a
varios territorios, deberá hacerse la inscripción en el Registro de cada uno de ellos.
Si el título es relativo a dos o más inmuebles, deberá inscribirse en los
Registros Conservatorios de todos los territorios a que por su situación pertenecen los
inmuebles.
Si por un acto de partición se adjudican a varias personas los inmuebles o
parte de los inmuebles que antes se poseían proindiviso, el acto de partición relativo a
cada inmueble o cada parte adjudicada se inscribirá en el Registro Conservatorio en
cuyo territorio esté ubicado el inmueble.

96
Importante Articulo 692.

Art. 692. Siempre que se transfiera un derecho que ha sido antes inscrito, se
mencionará la precedente inscripción en la nueva.

La inscripción debe contener.


a) La fecha,
b) La naturaleza y fecha del titulo,
c) Nombres y domicilios de las partes,
d) Designación de la cosa
e) Oficina o archivo donde se guarda el titulo original (la inscripción es un extracto; no
necesariamente contiene todo lo que abarca el acto realizado) y
f) La firma del conservador.

3) La inscripción prevista en el art. 688.

Art. 688. En el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se


confiere por el ministerio de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al
heredero para disponer en manera alguna de un inmueble, mientras no preceda:
1º La inscripción del decreto judicial o la resolución administrativa que otorgue
la posesión efectiva: el primero ante el conservador de bienes raíces de la comuna o
agrupación de comunas en que haya sido pronunciado, junto con el correspondiente
testamento, y la segunda en el Registro Nacional de Posesiones Efectivas;
2º Las inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo del
artículo precedente: en virtud de ellas podrán los herederos disponer de consuno de
los inmuebles hereditarios, y
3º La inscripción prevenida en el inciso tercero: sin ésta no podrá el heredero
disponer por sí solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le hayan cabido.

Además de lo señalado en dicho artículo debe tomarse el 55 del reglamento, con la


prevención de la modificación del 2003.

Art. 55. Para que el heredero pueda disponer de un inmueble, es necesario que
preceda:
1º. El decreto judicial que da la posesión efectiva; este decreto se inscribirá en
la oficina del Conservador del departamento en que haya sido pronunciado,
entendiéndose por tal aquel en que se hubiese substanciado el expediente; y si la
sucesión es testamentaria, se inscribirá al mismo tiempo el testamento;
2º. Las inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo
del artículo precedente; en virtud de ellas podrán los herederos disponer de consuno
de los inmuebles hereditarios;
3º. La inscripción especial prevenida en el inciso tercero; sin esto no podrá el
heredero disponer por sí solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le
hayan cabido.

4) Articulo 56, refiere a los decretos de interdicción; puede ser provisoria o definitiva.
Sentencias interlocutorias y definitivas. Además ahí donde tenga inmuebles la persona
al que afecten estas medidas.

Art. 56. Los decretos de interdicción, los que prohíben o limitan generalmente el
derecho de enajenar y los demás que no se contraigan a determinado inmueble, se
inscribirán en el departamento en donde tenga su domicilio la persona sobre quien
recae el decreto o prohibición. Se inscribirán también en el departamento o
departamentos en que estén situados los inmuebles que le pertenecieren.

97
Si la prohibición o limitación recayeren sobre un inmueble determinado, la
inscripción deberá hacerse en el departamento o departamentos en que estuviere
situado el inmueble.

5) Artículo 59. Tratándose de las medidas que afectan a inmuebles (embargo,


prohibición de celebrar actos y contratos, etc.) deben practicarse previo decreto del
tribunal. Ejemplo en el embargo; acto procesal complejo que comienza con una
resolución, pero luego hay un acto material, la aprehensión de los bienes, de lo cual se
deja constancia en un acta que acompaña el proceso, por tanto, es el receptor quien
debe practicar el embargo y luego inscribirlo en el conservador.

6) Respecto los títulos otorgados en el extranjero, recuérdese el principio establecido


en el artículo 16… CC. (Lex locus rei sitae): los actos otorgados en el extranjero, para
producir efectos en Chile, deben sujetarse a la ley chilena.

Sobre estos títulos tratan los artículos 63 y 64 del Reglamento.

Art. 63. Los instrumentos otorgados en país extranjero no se inscribirán sin previo
decreto judicial que califique la legalidad de su forma y su autenticidad, conforme a lo
dispuesto en los artículos 16, 17 y 18 del Código Civil.

Art. 64. No obstante lo prevenido en el artículo anterior, para los efectos de la


inscripción, el Conservador reputará legales e inscribirá los instrumentos otorgados
en país extranjero y auténticas las copias, si hubiesen pasado aquéllos y se hubieren
éstas dado, con el sello de la Legación o Consulado, por un Ministro Plenipotenciario,
un Encargado de Negocios, un Secretario de Legación o un Cónsul de Chile, con tal
que estos dos últimos tengan título expedido por el Presidente de la República, y que
el Ministro de Relaciones Exteriores haya abonado la firma del autorizante.

Articulo 17 del código civil indica requisitos de forma del acto y el modo en que esos
requisitos debían cumplirse en Chile. El art. 435 del CPC distinguen 2 fases en que se
acredita la autenticidad de un documento: (i) en el país de origen por las autoridades
que deben certificar su autenticidad; (ii) en Chile, de acuerdo a alguna de las
modalidades del artículo 435 CPC.

Sin embargo el reglamento considera requisitos especiales como la forma de cumplir


las sentencias judiciales del extranjero (exequator, artículo 242 CPC), Así deberá
calificar los requisitos la Corte Suprema, y el titulo deberá cumplir las exigencias de
autenticidad, y el juez debe calificar el cumplimiento de esas exigencias, además de
un control de merito si de acuerdo al 16 código civil ese acto puede tener efectos en
Chile. No obstante hay que considerar el art. 64, que establece una excepción.

Art. 17. La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que
hayan sido otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas establecidas en el
Código de Enjuiciamiento.

En el título VII, los artículos 70 al 87 del reglamento contemplan la forma y


solemnidades de las inscripciones.

Las causas por las que el conservador puede rechazar una inscripción.

Artículos 13 y 14 del reglamento.

Art. 13. El Conservador no podrá rehusar ni retardar las inscripciones: deberá, no


obstante, negarse, si la inscripción es en algún sentido legalmente inadmisible; por

98
ejemplo, si no es auténtica o no está en el papel competente la copia que se le
presenta; si no está situada en el departamento o no es inmueble la cosa a que se
refiere; si no se ha dado al público el aviso prescrito en el artículo 58; si es visible en
el título algún vicio o defecto que lo anule absolutamente, o si no contiene las
designaciones legales para la inscripción.

Art. 14. Si el dueño de un fundo lo vendiere sucesivamente a dos personas distintas, y


después de inscrito por uno de los compradores apareciese el otro solicitando igual
inscripción; o si un fundo apareciese vendido por persona que según el Registro no es
su dueño o actual poseedor, el Conservador rehusará también la inscripción hasta que
se le haga constar que judicialmente se ha puesto la pretensión en noticia de los
interesados a quienes pueda perjudicar la anotación.
Los fundamentos de toda negativa se expresarán con individualidad en el
mismo título.

Causas de rechazo:

1) Articulo 13. Si la inscripción es en algún sentido legalmente inadmisible. El


artículo da ejemplos. La redacción es lo suficientemente amplia para abarcar
muchas situaciones de rechazo. Ejemplo; en relación al bien (no es posible
enajenarlo), de la persona, del acto que se busca realizar no es pertinente, o
bien porque en el titulo mismo existan vicios. La forma de subsanar esta causa
de rechazo en el art. 13 dependerá del motivo que lleve a rechazarlo.
Volvemos al artículo 82; las exigencias deben subsanarse por escritura pública,
sin perjuicio de que las insuficiencias puedan llenarse con una minuta.
Entonces esta primera causal es la más genérica y la más importante.

2) Articulo 14. Con esta norma se precisa la regla de solución del conflicto de
interés tratado en el art. 1817. Cuando se ha vendido un bien a 2 personas.
Permite que el conservador no inscriba si ya hay una inscripción anterior que
figura cancelada. La segunda anotación aparece en el Mensaje; “son
patentes….. inscripción, propiedad y posesión serían idénticos…” en la parte
que habla del libro II en el tercer párrafo.. El propósito de establecer titulo y
modo y un sistema registral, era identificar inscripción, posesión y propiedad,
por eso el art. 14 otorga al conservador un medio de control de la inscripción.

Art. 1817. Si alguien vende separadamente una misma cosa a dos personas, el
comprador que haya entrado en posesión será preferido al otro; si ha hecho la entrega
a los dos, aquel a quien se haya hecho primero será preferido; si no se ha entregado a
ninguno, el título más antiguo prevalecerá.

Mensaje de Andrés Bello, párrafo XXII

Son patentes los beneficios que se deberían a este orden de cosas; la posesión de los
bienes raíces, manifiesta, indisputable, caminando aceleradamente a una época en
que inscripción, posesión y propiedad serían términos idénticos; la propiedad
territorial de toda la República a la vista de todos, en un cuadro que presentaría, por
decirlo así, instantáneamente sus mutaciones, cargas y divisiones sucesivas; la
hipoteca cimentada sobre la base sólida; el crédito territorial vigorizado y susceptible
de movilizarse.

Modo de subsanar los rechazos.

Art. 82. La falta absoluta en los títulos de alguna de las designaciones legales, sólo
podrá llenarse por medio de escritura pública.

99
Pero la designación de los herederos y legatarios a que se refiere el artículo
79, inciso primero, las designaciones necesarias en el caso del inciso segundo, y las
de los personeros y representantes legales que exige el número 1º del artículo
precedente, se salvarán por medio de minutas subscritas por las partes.
Del mismo modo se enmendarán y suplirán las designaciones defectuosas o
insuficientes de los títulos.

6) Otros aspectos de Derecho Registral

6.1. Cláusula se faculta al portador

La cláusula dice mas o menos así: Se faculta al portador de copia autorizada de esta
escritura para requerir del Conservador de Bienes Raíces que corresponda, las
respectivas anotaciones, inscripciones y subinscripciones que procedan. La concesión
de esta facultad es, desde luego, irrevocable y persistirá aunque sobrevenga la muerte
o incapacidad legal de cualquiera de los contratantes.

Determinar la naturaleza de la cláusula es importante, pues la inscripción desempeña


ciertas funciones en el Derecho de registral, ante todo, la función de tradición de los
derechos reales (686). Para dicha función es importante recordar que la tradición es
un negocio jurídico bilateral; supone concurrencia de voluntades del tradente y
adquiriente. Además, ella podía realizarse por mandatarios, respecto del tradente y
también podía ser respecto el adquiriente.

Sin embargo, en esta cláusula, será una sola persona que va a concurrir al
conservador, y a su solo requerimiento se producirá la inscripción.

Dos teorías para determinar la naturaleza de la cláusula.

a) Teoría de que se trata de un mandato a persona indeterminada. El mandato es un


contrato (acto jurídico bilateral), definido en el Art. 2116.

Art. 2116. El mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno o
más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.
La persona que confiere el encargo se llama comitente o mandante, y la que lo
acepta, apoderado, procurador, y en general, mandatario.

Este concepto de contrato de mandato hace que la primera teoría sea feble en
la determinación de una de las partes. Pues si bien el mandato puede
constituirse con separación entre la voluntad de una de las partes y la de otra
(como señala el 2123), sin embargo, se requiere la voluntad de otra parte para
que haya contrato, y por la sola inclusión de la cláusula no habría mandato.

Art. 2123. El encargo que es objeto del mandato puede hacerse por escritura pública
o privada, por cartas, verbalmente o de cualquier otro modo inteligible, y aun por la
aquiescencia tácita de una persona a la gestión de sus negocios por otra; pero no se
admitirá en juicio la prueba testimonial sino en conformidad a las reglas generales, ni
la escritura privada cuando las leyes requieran un instrumento auténtico.

Entonces lo que existiría sería una oferta de mandato a persona determinada, y


que el mandato nacería cuando esa persona indeterminada se concreta y
acepte el encargo. Sin embargo la oferta de mandato, como concepto, presenta
inconvenientes, pues ante escasa concurrencia, la aceptación debe concurrir
con algunos requisitos que no se verían satisfechos en este caso (oportuna, y

100
que se encuentre vigente la oferta), puede ocurrir que dada la oferta de
mandato, el tradente muera y fallara la oferta.

En segundo lugar, el mandato también presenta inconvenientes similares pues


el art. 2163 señala las causas de terminación del mandato, contando la muerte
y la incapacidad.

Art. 2163. El mandato termina:


1.º Por el desempeño del negocio para que fue constituido;
2.º Por la expiración del término o por el evento de la condición prefijados para
la terminación del mandato;
3.º Por la revocación del mandante;
4.º Por la renuncia del mandatario;
5.º Por la muerte del mandante o del mandatario;
6.º Por la quiebra o insolvencia del uno o del otro;
7.º Por la interdicción del uno o del otro;
8.º Derogado.
9.º Por la cesación de las funciones del mandante, si el mandato ha sido dado
en ejercicio de ellas.

Peñailillo, en un articulo dedicado a esta cláusula, señala que ante la


imposibilidad de superar estos problemas, sin desvirtuar por ello la naturaleza
jurídica de la causa, se convierte la cláusula en una oferta mortis causae, de
modo que aun sobrevenida la incapacidad legal o muerte, la misma cláusula
siga vigente y permita a este tercero que concurra al conservador y ocurra
efectivamente la tradición.

b) Teoría de que se trata de un acto unilateral de apoderamiento. Parece cumplir


en principio, de mejor manera el cometido que contiene la cláusula, sin los
problemas anteriores. El apoderamiento es un acto unilateral por el cual una
persona confía a otra la gestión de sus negocios, sin suponer mandato, el cual solo
existiría una vez que el apoderado consienta y lleve a la práctica el negocio de
forma expresa o tácita (similar al 2123). Pero se llega a lo mismo, si bien innova al
separar los momentos temporalmente, igual se reduce a la figura del mandato, que
presenta los anteriores inconvenientes.

6.2. Ruptura de la cadena registral

La inscripción es reflejo de la historia de un bien raíz, la que se da de mejor modo con


el folio real, pues dispersa los distintos actos por una serie de registros sin que exista
continuidad. De todas formas se puede llegar a una cadena registral, en cuanto la
inscripción debe mencionar la referencia a la inscripción anterior, así teniendo a la
vista una inscripción se puede saber donde esta el titulo anterior y si existe un titulo
que lo cancele.

Se muestra así un propósito quimérico del codificador, que está en el mensaje, que es
que se desea que la tradición, inscripción y posesión fueran lo mismo. Pero esta
historia, identificación entre los tres conceptos, puede que no ocurra y se rompa la
cadena, produciéndose duplicidad de inscripciones aparentemente vigentes. Esta
ruptura de la imagen registral de la historia del bien raíz puede ocurrir por varias
causas.

Son tres causas.

a) Según el art. 728, la posesión inscrita cesa en varios casos

101
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere
el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

La inscripción, deja de estar vigente, ser eficaz como reflejo de estado jurídico del
bien, concurriendo una de las circunstancias anteriores. Por mutuo disenso, por nueva
inscripción, o sentencia judicial que lo ordene. Mas importante que la primera, son las
segunda y tercera causas de la cancelación. Por la segunda, no es requisito realizar la
inscripción, pero el conservador generalmente si lo hace, aunque puede ocurrir que la
mención no se ponga, por lo que habría dos inscripciones vigentes, y el estudio de
titulo se hace más complejo. La cancelación por sentencia judicial muestra el carácter
causal de la inscripción.

Nuestro sistema tienen un carácter causal; nuestra inscripción es de carácter


causado, por lo que cualquier anomalía que afecte al titulo que se esta inscribiendo
hará que caiga la inscripción. La nulidad judicialmente declarada da derecho a las
partes al estado anterior a al celebración del contrato (1687). El cumplimiento de una
condición resolutoria produce iguales efectos (1487). Si se declara nulo un contrato
de compraventa, la nulidad de ese contrato hace caer la nulidad de la inscripción,
pues consecuencia de la existencia de un titulo que impone a una parte la obligación
de transferencia del dominio.

b) Las primeras inscripciones contemplan el mecanismo de avisos. Existen obstáculos,


pero también podría crearse una duplicidad de cadenas registrales por una solicitud
de inscripciones por avisos. Teóricamente podría producirse una duplicidad en razón
de ello. Hay una que formalmente esta vigente, y otra que realmente está vigente.

c) Art. 82 del reglamento permite suplir ciertos defectos de identificación en las


menciones del titulo mediante minutas. Hace algún tiempo se comenzó a asentar la
práctica de requerir inscripciones basadas en minutas que acompañaban documentos
justificativos que hacían asumir que el requeriente era efectivamente dueño del
inmueble. Se produce de nuevo el mismo problema, hay dos inscripciones vigentes.
Afortunadamente esta práctica se ha limitado, y la función de las minutas es la que les
corresponde; suplir una deficiencia.

d) Leyes de saneamiento. Estos defectos de ruptura registral, que pueden producirse


por las causas señaladas, o bien porque el titular de un inmueble muere sin dejar
herederos, o sus herederos nunca se preocupan de regularizar la situación del bien.
Se han dictado leyes de regularización, las mas importante es el Decreto Ley
2.695/1979, que establece “Normas para regularizar la posesión de la pequeña
propiedad raíz”.

Este decreto permite que una persona que está poseyendo materialmente un bien
raíz, lo pueda regularizar, que pueda conseguir un decreto del ministerio de bienes
nacionales, con el que conseguirá una inscripción que al cabo de 5 años le da la
posesión y propiedad sobre el bien.
Pero este DL tiene requisitos para operar:
1) Exige que el avaluó del predio no sea muy alto, y distingue entre urbanos y
rústicos.
2) Debe estar en posesión del inmueble exclusivamente sin violencia, ni
clandestinidad y continua, por al menos 5 años.

102
3) Acreditar que no existe condena ni disputa en su contra en juicio pendiente,
por medio de demandas que exijan la devuelta del bien raíz. La norma trata de
evitar que no se preste para fraude.

Esta solicitud se hace en el ministerio de bienes nacionales, que manda una


inspección del bien, y pedirá informe a algunos organismos. Luego se procederá a
publicaciones a fin de que terceros afectados puedan oponerse; si existe oposición, la
competencia para seguir conociendo pasa a los juzgados civiles, y deja de ser
competente el ministerio. Con una resolución favorable, esta debe inscribirse.

Efectos de esta inscripción (art. 15 del DL referido).

He ahí la ruptura de la cadena registral; nueva inscripción por acto administrativo


que otorga calidad de poseedor regular, sin perjuicio de inscripciones no canceladas.
Si hay conocimiento de la inscripción anterior, se realiza la subinscripción (se deja al
margen).

La posesión regular durante un año, convierte al poseedor en dueño.

103
6.3. Subinscripciones y anotaciones.

Las correcciones que se efectúan a una inscripción se pueden hacer de dos formas;

1. Mediante Subinscripcion (anotación al margen). La inscripción es un extracto del


titulo al que le puede faltar alguna anotación; ello se sanea mediante una
subinscripcion al margen.

Art. 88. La rectificación de errores, omisiones o cualquiera otra modificación


equivalente que el Conservador, de oficio o a petición de parte, tuviere que hacer
conforme al título inscrito, será objeto de una subinscripción; y se verificará en el
margen de la derecha de la inscripción respectiva, al frente de la designación
modificada.

2. Cuando la mención que falta no se puede suplir con el mismo titulo, pues no esta en
el titulo, en ese caso hay que realizar una nueva inscripción. (Art. 89). La única
excepción a la práctica de nueva inscripción es una sentencia judicial, y se hará
mediante subinscripción.

Art. 89. Pero si en la subinscripción se requiere una variación, en virtud de un título


nuevo, se hará una nueva inscripción, en la cual se pondrá una nota de referencia a la
que los interesados pretenden modificar, y en ésta, igual nota de referencia a aquélla.
Si el nuevo documento que se exhibe es una sentencia o decreto ejecutorios,
cualquiera que sea la modificación que prescriban, se hará al margen del Registro,
como se ordena en el artículo anterior.

6.4. Fusión de inscripciones.

Puede ocurrir que alguien sea dueño de un predio, y luego adquiera el contiguo, y sea
conveniente la practica de una nueva inscripción. Fue costumbre hacerlo mediante
minuta, no siempre va a ocurrir, pues puede que tengan roles de avalúo distinto.

104
Capítulo IX
La posesión

1. Consideraciones Previas

El tratamiento es fragmentario. Pues la posesión puede caber también respecto de


derechos.

La protección que se ha dado por la acción constitucional de protección de garantías,


ha postergado el uso de las acciones posesorias.

En este capítulo se ve la posesión en lo referido al Título dedicado a la posesión,


artículos 700 y siguientes.

La posesión plantea problemas que hay que dilucidar.


a) Teorías que se han esbozado. Si la posesión es subjetiva u objetiva.
b) Problema de determinar si la posesión es un hecho o un derecho, problema que
requiere referirse al concepto derecho subjetivo.
c) A la protección que se le dispensa, en cuanto hecho o derecho.
d) Cosas susceptibles de poseerse.

2. Concepto

2.1. Formas que puede adoptar la relación de una persona con una cosa; grados de
tenencia.

Tradicionalmente se dividen en tres estos grados de tenencia, que van ordenadamente


de aquel que detenta una cosa reconociendo a otro como dueño, a aquel que detente
una cosa como dueño, y como tal, puede ejercer el mayor señorío sobre ella, hasta el
mero tenedor. Ello no quita que dentro de cada uno de estos grados, haya a su vez
cierta diferencia, pues mero tenedor es tanto el usufructuario como el arrendatario.

Los grados de tenencia ordenados del mayor a menor grado son:

a) La propiedad. Según Alejandro Guzmán, se puede entender en dos sentidos;


1) En un sentido tradicional romano, que sería el mas amplio señorío sobre
una cosa (582); este concepto de propiedad aun existe en aquellos
sistemas jurídicos que niegan la propiedad.
2) La otra forma de acercarse a la propiedad es la que propone el profesor
Guzmán Brito; la propiedad concebida como un concepto abstracto de
ser algo propio de alguien, lo que indicaba titularidad (existe una
persona que el Derecho le reconoce titularidad sobre una cosa) y
exclusividad del ejercicio del derecho; este concepto no se oponía con el
concepto de comunidad romano.

Sin embargo, al hablar de propiedad como el grado mas fuerte de tenencia


sobre una cosa, se alude mas bien al concepto de señorío romano; posibilidad
de ejercer facultades de uso, goce y disposición de una cosa. Dado que las
otras formas de propiedad en que se puede encarnar ese concepto genérico;
las cosas incorporales del art. 583 por ejemplo, o las producciones del talento e
ingenio del art. 584, en realidad son cosas con un estatuto propio. Es el mas
amplio grado que contiene las posibilidades que la tenencia de una cosa puede
reportar al tenedor, sin perjuicio de que la facultad que delimita la propiedad
es la disposición, pues sabemos que conjuntamente con la propiedad puede

105
haber otros derechos que limitan la propiedad (nudo propietario con
usufructuario, por ejemplo).

b) La posesión. Es el segundo grado de tenencia. De acuerdo al art. 700, La posesión


es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño
o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en
lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

La posesión es la tenencia de una cosa con ánimo de señor o dueño, lo que


implica la tenencia y una cierta convicción, estado psicológico, en el cual el
poseedor entiende, cree o se da por dueño (Pues puede ser de buena fe o mala
fe; el poseedor de mala fe sabe que no es dueño pero se da por tal).

Puede ser entendida también como el ejercicio de hecho del contenido de un


derecho (Guzmán).

c) Precario. Es agregada por Guzmán Brito. Es concepto de difícil acomodación


dentro del Código Civil. Aparecida en algunas revisiones del código, muy al final
del proceso de codificación, tomado por Bello del código civil de Baviera, e
introducido a propósito del comodato, al final de su tratamiento. Se dedica 2
artículos al precario; 2194 y 2195.

Art. 2174. El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, para que haga uso de ella,
y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.

Art. 2194. El comodato toma el título de precario si el comodante se reserva la


facultad de pedir la restitución de la cosa prestada en cualquier tiempo.

Art. 2195. Se entiende precario cuando no se presta la cosa para un servicio


particular ni se fija tiempo para su restitución.
Constituye también precario la tenencia de una cosa ajena, sin previo contrato
y por ignorancia o mera tolerancia del dueño.

La figura del 2194 y del inciso 1º del éste se refieren a formas del comodato;
definido en el art. 2174. Estas figuras no tienen mayor importancia para fijar
los grados de tenencia, pues siguen siendo comodato, por tanto, suponiendo un
contrato en que una persona reconoce a otra como dueño de la cosa prestada,
por lo que calza con el cuarto grado de la mera tenencia.

Pero el inciso 2º del 2195 regula la institución del precario a secas, y es el que
interesa para los efectos que estamos estudiando.

“Constituye también precario la tenencia de una cosa ajena…” La diferencia esta en


que no existe contrato, y segundo, se tiene la cosa por ignorancia o mera tolerancia
del dueño.

La acción de precario ha sustituido a las acciones posesorias, por ejemplo.

d) Mera tenencia. Se encuentra definida en el artículo 714.

Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino
en lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario,

106
el usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros tenedores de la cosa
empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo
dominio ajeno.

Entonces es la tenencia o detentación de una cosa, no como dueño sino en


lugar o a nombre del dueño, reconociendo a otro como dueño de la cosa.

2.2. Concepto de posesión

Definida en el art. 700: Tenencia de una cosa con ánimo de señor o dueño, sea que el
dueño o el que se da por tal, la tenga en su nombre o por otro en lugar y en nombre
de aquel.

a) Este concepto señala que es una forma de tenencia.


b) Esta forma de tenencia se caracteriza por el ánimo de señor o dueño que el
poseedor tiene de la cosa; se conduce respecto de la cosa como si fuese el
dueño de la misma. El art. 925 dice: Se deberá probar la posesión del suelo por
hechos positivos, de aquellos a que sólo da derecho el dominio, como el corte
de maderas, la construcción de edificios, la de cerramientos, las plantaciones o
sementeras, y otros de igual significación, ejecutados sin el consentimiento del
que disputa la posesión.

La posesión se prueba mediante hechos positivos; exteriorizados, de aquellos a


que da lugar el dominio. Se entronca la otra forma de entenderlo; la posesión
puede entenderse como el ejercicio de hecho del contenido de un derecho, se
puede ejercer de hecho fuera de los límites del derecho.

c) Tercer lugar, en este concepto del art. 700; esta forma de tenencia la puede
ejercer el dueño o el que se da por tal. La posesión puede acompañar al
dominio o no hacerlo, quien es dueño de una cosa puede o no ser poseedor de
la misma, lo será cuando conjuntamente a su derecho de dominio puede
detentar la cosa y ejercer el contenido de su derecho. Pero puede ser que
siendo dueño no pueda ejercer las facultades y detentar materialmente la cosa;
queda en un plano meramente jurídico, lo que ocurre cuando otra persona
detenta la cosa con ánimo de señor o dueño, que sin tener esa titularidad, se
comporta sobre la cosa como dueño. Este es el conflicto que subyace en la
acción reivindicatoria (889), que es la que tiene el dueño no poseedor sobre el
poseedor no dueño.

En la posesión subyace una tenencia material, por eso la posesión se puede


ejercer a nombre propio y a nombre de otro, por ejemplo en el caso del
arriendo.

d) Cuarto lugar, el segundo inciso contiene la presunción dominical.


El poseedor es reputado dueño mientras otra persona no justifique serlo.
La presunción parte de un sustrato de verdad, por lo que es distinto a una
ficción, la ultima es una atribución hecha por la ley que no necesariamente
coincida con que realmente deba hacerse esa atribución; por ejemplo, la ficción
de conocimiento de la ley (8). Por eso es presunción dominical; se parte de
hechos conocidos.

Esta presunción hace mirar de distinta forma la posesión de inmuebles y de


muebles, pues tratándose de la tradición, entre ellos existe una diferencia en

107
cuanto al modo como la entrega se produce. Esto explica el como en algunas de
las formas de tradición de los muebles se diluyera la dualidad titulo y modo.

La tradición de los muebles se hace según el inciso 1º del art. 684. La palabra
“significando” está queriendo indicar que implica la intención, y la palabra
“figurando” los modos, que a continuación se expresa , que son sólo formas
arquetípicas, a las que pueden agregarse otras.

En los muebles desde el nº 2 del art. 684 en adelante son tradiciones fictas, y
como tales asemejan la forma de transferencia con el efecto real del contrato;
esa separación radical entre titulo y modo romano, entonces, se diluye ante
estas formas fictas de tradición en las que el mismo contrato puede cumplir la
función de entrega.

Las formas de entrega son meramente referenciales. Ejemplo, el cuarto


número; esa forma de entrega es posible que sea una cláusula del mismo
contrato; que es tradición para este artículo, lo que tiene consecuencias muy
importantes.

En cambio respecto de los inmuebles, la entrega puede ir acompañada o no de la


entrega material de la cosa, según el art. 686. Por eso respecto de los inmuebles
inscritos se hace una escisión entre la posesión inscrita y la posesión material o física.

Esto hace que el tratamiento de la posesión de bienes raíces y bienes muebles


sea distinta.

En muebles la posesión identifica muy fuertemente al poseedor con el dueño; la


presunción es muy difícil de contrariar. Art. 890.

Art. 890. Pueden reivindicarse las cosas corporales, raíces y muebles.


Exceptúanse las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria,
tienda, almacén, u otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de
la misma clase.
Justificada esta circunstancia, no estará el poseedor obligado a restituir la
cosa, si no se le reembolsa lo que haya dado por ella y lo que haya gastado en
repararla y mejorarla.

Pone una excepción de inmediato, mirado esto, la acción reivindicatoria no


cumple su función propia al judicializar una venta; debe pagarse la cosa y las
mejoras a ellas, por lo que tratándose de muebles fungibles (igual poder
liberatorio), hace que esta presunción dominical adquiera un contenido
diverso, según se trate de cosas muebles o inmuebles. En inmuebles el
propósito atiende en ultima instancia al propósito expuesto en el mensaje; que
posesión, inscripción y propiedad de inmuebles sean lo mismo.

3. Teorías. Desde aquí el apunte no se haya corregido

3.1. Teoría subjetiva de Savigny (concepción subjetiva)

Con base en las fuentes romanas, desde Savigny la posesión ha sido concebia con la
concurrencia copulativa de dos elementos: la tenencia de la cosa (corpus) y el ánimo
de dueño (ánimo)
- Elemento material: Es el llamado corpus. La aprehensión o contacto físico con
la cosa, en cuya virtud se dispone materialmente de ella. La naturaleza de
ciertos bienes, especialmente de los inmuebles, en relación con la capacidad

108
física del hombre, han conducido siempre a estimar esta aprehensión o
contacto en término no muy materializados. Puede consistir, entonces, en la
sola posibilidad de disponer de la cosa, sin perjuicio de que no se puedan
ejercer en un momento dado, aunque no se tenga el contacto directo, corpóreo,
aunque no se ejercite sobre la cosa un poder manual (como cuando la cosa está
en la residencia del sujeto, que está ausente). Está flexibilidad se relaciona con
la aceptación de las formas simbólicas de tradición que siempre han sido
necesarias, por la misma razón.
- Elemento intencional. Es llamado animus, dado por la convicción en que se
encuentra el poseedor, el sujeto que detenta esta cosa, en cuanto se considera
dueño de la cosa que posee, sin importar si esa creencia tiene o no respaldo
jurídico. Es decir no se trata de la convicción de titularidad, es decir, de ser
efectivamente dueño (convicción que más bien constituye buena fe), sino
simplemente de comportarse como dueño.

3.2. Teoría objetiva de Von Ihering.

Considera que la posesión es tal por el solo hecho de la tenencia, es decir el corpus;
hay posesión cuando existe relación de hecho unida a la voluntad de querer conservar
esa relación, porque su propósito es servirse de la cosa; así, ese elemento intencional
no es distinto e independiente del corporal; está inseparablemente unido a él; el
animus no es más que el propósito, la voluntad, de servirse de la cosa, y el corpus su
exteriorización. La distinción entre mero tenedor y poseedor queda muy difuminada.
El elemento para discernir si es posesión u otra forma de tenencia, dependerá de la
relación en que se encuentre el titular con la norma; o sea, dependerá de la
connotación que de la norma. Temprana escuela de jurisprudencia de intereses,
señala que mas que atender a los conceptos hay que atender a los intereses en juego;
la expectativa tutelada por el Derecho.

3.3. El Código Civil Chileno

Sigue la primera de las teorías, lo que se ve en el artículo 700 y su definición de


posesión, donde se observa corpus y animus.
Art. 700. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o
dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra
persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

4. Cosas que son susceptibles de posesión.

El Código califica de bienes las cosas corporales como las incorporales, por lo tanto,
pueden poseerse cosas corporales e incorporales.

Evidentemente, el concepto de posesión refiere al dominio, en cuanto supone actuar


como si se fuese dueño de la cosa poseída, es decir se desarrolla el concepto
históricamente el concepto alrededor de las cosas corporales que son las
efectivamente aprehensibles. Por lo tanto, ante todo pueden poseerse las cosas
corporales (susceptibles de ser percibidas por los sentidos) Pero también es posible
predicar la posesión respecto de los derechos; art. 715 señala.

Art. 715. La posesión de las cosas incorporales es susceptible de las mismas calidades
y vicios que la posesión de una cosa corporal.

109
Sin embargo, esa posesión sobre derechos, llamada “cuasi-posesión”, dice el art.
Citado, es susceptible de las mismas calidades y vicios; según parte de la doctrina
refiere al carácter regular/irregular, vicioso/no vicioso.

Los términos amplios del art. 715 inducen a concluir que pueden poseerse tanto los
derechos reales como los personales, pues ambos son cosas incorporales según la
nomenclatura del Código (576). La primera es una relación directa. Pero en los
derechos personales la relación viene mediatizada por la persona del deudor que se
obliga a desarrollar un determinado comportamiento llamado prestación, y en el cual
pueden o no incidir las cosas. Por lo mismo, la aplicación del 715 va a diferir según se
hable de derechos reales o personales.

Respecto los derechos reales no hay duda que cabe la posesión, por varias razones:
a) Concepto mismo de derecho real (577); se ejerce directamente sobre una cosa,
permitiendo que el contenido de ese derecho pueda ser ejercido igualmente, de
hecho, por alguien que no es el titular.
b) Art. 2498, relativo a la prescripción, supone una cosa que se posee, y que se
cumplen los demás requisitos, para luego poder adquirir el dominio. El
segundo inciso, indica las servidumbres discontinuas y continuas inaparentes,
y el 2512, derecho de censo.

Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados.

Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera
que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1.a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción
extraordinaria de diez años.
2.a El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.

c) El mensaje señala “pero como los derechos reales son varios…” de donde
resulta que los derechos reales, o susceptibles de posesión, y excluye los
derechos reales, y el arrendatario solo tiene lo que el contrato le confiere.

Con los derechos personales, sabemos por el 578, que son aquellos que solo pueden
reclamarse de ciertas personas. Son aquellos que confieren a su titular una acción
personal para obligar al deudor a cumplir para que cumpla la prestación.

Su propia estructura supone que las cosas no son tan importantes para el propio
contenido del derecho por:
a) La prestación no necesariamente es una cosa corporal
b) El modo por el cual la ley ampara al acreedor es más amplio en posibilidades
que en el caso del derecho real. Pero el 715 no excluye en principio que los
derechos personales puedan ser susceptibles de posesión.

Pero en Doctrina se ha excluido dicha posibilidad; dada la estructura del derecho


personal, se hace mas difícil el contenido, reputarse acreedor sin serlo. El artículo
2498 no incluye dentro de los bienes susceptibles de prescripción a los derechos
personales. En 3º lugar, por el argumento del mensaje leído. 4º lugar; qué ocurre en
los artículos del CC que aparentemente se habla de posesión de derechos, como los
art. 1576, ubicado en las normas del pago, o 2456.

110
Art. 1576. Para que el pago sea válido, debe hacerse o al acreedor mismo (bajo cuyo
nombre se entienden todos los que le hayan sucedido en el crédito, aun a título
singular), o a la persona que la ley o el juez autoricen a recibir por él, o a la persona
diputada por el acreedor para el cobro.
El pago hecho de buena fe a la persona que estaba entonces en posesión del crédito,
es válido, aunque después aparezca que el crédito no le pertenecía.

Art. 2456. La transacción se presume haberse aceptado por consideración a la


persona con quien se transige.
Si se cree pues transigir con una persona y se transige con otra, podrá rescindirse la
transacción.
De la misma manera, si se transige con el poseedor aparente de un derecho, no puede
alegarse esta transacción contra la persona a quien verdaderamente compete el
derecho.

Se han explicado estas normas, principalmente el 1576, en virtud del “principio de la


apariencia”. En acto jurídico se ve este principio dentro del error común, y las
distintas aplicaciones que se hacen de el; cuando se habla que el pago es valido, se
esta diciendo que aun cuando el pago debe se hecho al acreedor, a la persona que el
acreedor… el pago hecho a quien se encontraba ostensiblemente en calidad de
acreedor, valida el pago, pues evidentemente se esta haciendo el pago a quien no es el
acreedor. Es decir a un titular aparente del crédito. Lo mismo ocurre a propósito del
heredero putativo; el título aparente es titulo injusto de posesión, pero el 704
contempla una excepción para el heredero aparente/putativo que ha recibido la
posesión efectiva de la herencia, quien ha recibido ello es beneficiado con un plazo
menor de prescripción.

Art. 704. No es justo título:


1º El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende;
2º El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante legal de
otra sin serlo;
3º El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que debiendo ser
autorizada por un representante legal o por decreto judicial, no lo ha sido; y
4º El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad
heredero; el del legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario
posterior, etc.
Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial o resolución
administrativa se haya otorgado la posesión efectiva, servirá de justo título el decreto
o resolución; como al legatario putativo el correspondiente acto testamentario que
haya sido legalmente ejecutado.

Lo mismo ocurre en el 1013


Art. 1013. Si alguna de las causas de inhabilidad expresadas en el artículo precedente
no se manifestare en el aspecto o comportación de un testigo, y se ignorare
generalmente en el lugar donde el testamento se otorga, fundándose la opinión
contraria en hechos positivos y públicos, no se invalidará el testamento por la
inhabilidad real del testigo.
Pero la habilidad putativa no podrá servir sino a uno solo de los testigos.

Aún cuando el testigo es inhábil para ello, la apariencia de su capacidad, en cuanto la


causa de inhabilidad no se desprende de su aspecto ni de hechos que hagan presumir,
legitima a ese testigo para hacerlo en un testamento. La teoría de la apariencia esta
detrás de todas estas situaciones.

111
La posesión entonces involucra acá la detentación de un titulo que haga presumir que
tal persona es acreedor. La tradición de los derechos personales supone dos fases
(clase recuperativa)…
1) respecto del acreedor primitivo y nuevo acreedor, basta la entrega, respecto de la
oponibilidad de esa transferencia al deudor; notificación judicial op

2) aceptación tacita o expresa (699…)


Art. 699. La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro se
verifica por la entrega del título hecha por el cedente al cesionario.

El acreedor 1 cede al acreedor 2 su derecho personal. Esta tradición se verifica


mediante la entrega del titulo artículos 1901 y 699, 1902.

Art. 1901. La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no tendrá
efecto entre el cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título.

Art. 1902. La cesión no produce efecto contra el deudor ni contra terceros, mientras
no ha sido notificada por el cesionario al deudor o aceptada por éste.

Mas bien el 1576 refiere a esa situación; una persona se encuentra en posesión del
titulo, y en tanto ello, la ley presume que ha mediado esta estructura, y por eso
legitima el pago. Lo mismo puede decirse del 2456.

Con todo, se ha dicho que la posesión de los derechos personales sería posible, en dos
casos:
1º Respecto de los “derechos corporificados”; son principalmente los títulos de
créditos en el cual se incorporaba un derecho, y esa incorporación llegaba a tal punto
de identificación entre documento y derecho, que se hablaba de corporificacion, en
cuanto el derecho no podía ser considerado con independencia del soporte material en
que se edificaba. Entonces aquí cabe hablar de posesión.

2º Se ha dicho que es también susceptible de posesión cuando forman parte de una


universalidad, en concreto, la herencia. Quien posee el derecho real de herencia, es
poseedor de una cosa universal, compuesta de los bienes, derechos y obligaciones que
correspondían al causante, como el es poseedor de una cosa universal, ella esta
compuesta de individuales, por lo tanto podría comportar un posesión legitima en
cuanto las cosas individuales componen esa cosa universal.

Por otra parte, el CC también se pone en la situación de que…. Y también atenúa el


caso de la responsabilidad de que le cabe, caso del 1678.

Art. 1678. Si la cosa debida se destruye por un hecho voluntario del deudor, que
inculpablemente ignoraba la obligación, se deberá solamente el precio sin otra
indemnización de perjuicios.

La obligación incumplida da lugar a dos rubros indemnizatorios;


1) Estimatio rei, representación en dinero de la prestación incumplida
2) Equod interest, todo aquello que es reflejo del daño producido. El CC atenúa la
responsabilidad en este articulo, sigue obligado al pago del precio.

112
5. Clases de posesión.

Según el 715, puede presentar calidades y vicios.

Doctrina ha dicho que las calidades que puede presentar la posesión son su
regularidad, o irregularidad, de ello se ocupan el 702 y 708 respectivamente.

Art. 702. La posesión puede ser regular o irregular.


Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena
fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede ser por
consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de
buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla, hará
presumir la tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la inscripción del
título.

Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados
en el artículo 702.

Se llama posesión regular la que procede de justo titulo, se adquiere de buena fe


(aunque ella no subsista luego), y si el justo titulo que habilita para trasladar el
dominio, es necesaria la tradición.

Por el contrario dice el 708 que la posesión irregular es la que carece de uno o mas
elementos del 702. La redacción de esta norma daría a entender que cualquiera de los
requisitos de los del 702, si esta ausente, convertiría a la posesión en irregular; con lo
que quedarían en pie de igualdad a cada uno de los requisitos. Sin embargo, todo
parece indicar que los requisitos que pueden faltar son el carácter justo del titulo y la
buena fe, por cuanto inmediatamente después de enumerar los justos títulos, se
señalan los injustos, lo que quiere decir que los justos son lo que excluye los injustos,
hay un catalogo taxativo y otro ejemplar. Igualmente la buena fe podría faltar, pues
como correlato existe la mala fe, y el punto a considerar ahí es sobre quien recae el
peso de la prueba, pues quien señale que hay un poseedor de mala fe debe probarlo.

Sin embargo, respecto de la tradición no es tan claro que su exclusión hace que haya
posesión irregular, sino que su falta no daría origen a posesión alguna, por ejemplo,
refuerza esto el 724.

Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.

La posesión irregular entonces seria aquella posesión en que los elementos que faltan,
o pueden faltar, son la buena fe inicial y el carácter justo del título

Por otra parte el 715 habla de vicios. Posesión viciosa es la que adolece de un vicio de
violencia o clandestinidad; no viciosa, la exenta de tales defectos. El Código conoce la
clasificación, aunque no define cada categoría. Simplemente prescribe que son
posesiones viciosas, la violenta y la clandestina (709), y define cada una en los
artículos 710 (violencia) y 713 (clandestina). Luego los artículos 711 y 712
complementan el concepto de violencia.

Art. 709. Son posesiones viciosas la violenta y la clandestina.

113
Art. 710. Posesión violenta es la que se adquiere por la fuerza.
La fuerza puede ser actual o inminente.

Art. 711. El que en ausencia del dueño se apodera de la cosa, y volviendo el dueño le
repele, es también poseedor violento.

Art. 712. Existe el vicio de violencia, sea que se haya empleado contra el verdadero
dueño de la cosa, o contra el que la poseía sin serlo, o contra el que la tenía en lugar o
a nombre de otro.
Lo mismo es que la violencia se ejecute por una persona o por sus agentes, y que se
ejecute con su consentimiento o que después de ejecutada se ratifique expresa o
tácitamente.

Art. 713. Posesión clandestina es la que se ejerce ocultándola a los que tienen
derecho para oponerse a ella.

Según el artículo 710 la violencia puede ser actual o inminente. Refieren a casos
importantes…

El 712, por su parte, no es más que una aplicación de la regla del 1457.

Art. 1457. Para que la fuerza vicie el consentimiento no es necesario que la ejerza
aquel que es beneficiado por ella; basta que se haya empleado la fuerza por
cualquiera persona con el objeto de obtener el consentimiento.

A diferencia del dolo, que debe ser obra de una de las partes para viciar el
consentimiento. Entonces la posesión violenta es la que se adquiere por la fuerza, y
ella puede ser cualquier apremio físico o moral ejercido con el fin de conseguir la
posesión de una cosa. Puede ser actual o inminente, o adquirir pacíficamente y luego
repeler al dueño. Es indiferente a quien ejerza la fuerza.

Es posesión viciosa la posesión clandestina. Una persona se conduce como dueño de


una cosa y ejerce sobre ella los actos positivos a los que da el dominio, con todos
menos con el dueño o el poseedor de un mejor derecho. Se oculta esta posesión. Esta
consideración ha dado lugar a discusiones doctrinales respecto a la capacidad de las
posesiones viciosas para permitir al poseedor vicioso adquirir por prescripción la
cosa. Para algunos autores, la sola consideración de la posibilidad de prescribir
mediante una posesión viciosa debe rechazarse de plano por el texto del 2510.

Art. 2510. El dominio de cosas comerciales que no ha sido adquirido por la


prescripción ordinaria, puede serlo por la extraordinaria, bajo las reglas que van a
expresarse:
1.a Para la prescripción extraordinaria no es necesario título alguno.
2.a Se presume en ella de derecho la buena fe, sin embargo de la falta de un título
adquisitivo de dominio.
3.a Pero la existencia de un título de mera tenencia hará presumir mala fe, y no dará
lugar a la prescripción, a menos de concurrir estas dos circunstancias:
1.a Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años se
haya reconocido expresa o tácitamente su dominio por el que alega la prescripción;
2.a Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia,
clandestinidad ni interrupción por el mismo espacio de tiempo.

Para otros es lo suficientemente amplio como para comprender las posesiones


irregulares y viciosas. Para el primer grupo de autores son mas importantes los

114
requisitos uno y dos; la exigencia de que no se posea sin violencia ni clandestinidad
con un titulo de mera tenencia.

Para otro grupo de autores la situación hace que parezca ser que las posesiones
viciosas clandestinas y violentas son inútiles para ganar el dominio por prescripción.

6. Elementos de la posesión regular

Supone 3 requisitos según el 702.

6.1. Justo título.


6.1.1. Concepto.
Art. 703. El justo título es constitutivo o translaticio de dominio.
Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.
Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo, como
la venta, la permuta, la donación entre vivos.
Pertenecen a esta clase las sentencias de adjudicación en juicios divisorios, y los actos
legales de partición.
Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para
legitimar la posesión.
Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos preexistentes,
no forman nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de un objeto no
disputado, constituyen un título nuevo.

La ley no define lo que es justo título, se limita a efectuar una partición y dice que los
títulos son constitutivos o translaticios de dominio.

La Doctrina ha intentado definiciones.


Ha precisado que “título” cumple la función de causa, antecedente o justificación de la
posesión. Responde a la pregunta del porqué una persona se reputa señor o dueño de
una cosa. El concepto de titulo cumple en el CC otras funciones, por eso se dice que
en este lugar se indica como causa (ejemplo 699 y 1901 el titulo cumple otra función
como concepto)

Por justo título se ha dicho por parte de Vodanovic que es “El hecho o acto jurídico
que en abstracto es capaz de justificar la posesión de una cosa, pero que en concreto
puede no hacerlo”, ó Peñailillo dice que “justo titulo es el que por su naturaleza es
apto para atribuir el dominio, siendo auténtico, real y válido”; características que se
extraen teniendo presente las que según el art. 704 convierten a los títulos en
injustos; la falsificación, la nulidad, etc. Entonces, el justo ha de ostentar las
características opuestas. Serían títulos justos aquellos que no son injustos.

El 703 dice que los títulos pueden ser:

6.1.2. Títulos Constitutivos de dominio, y menciona la ocupación, accesión y


prescripción. En la clasificación de los modos de adquirir hablábamos de que éstos
podían ser derivativos y originarios, precisamente en razón de eso, el dominio que se
radicaba en el adquiriente estaba o no encadenado al dominio del antecesor. En los
originarios nacía directamente del adquiriente, sin considerar al dueño anterior, aquí
es similar. Se llaman constitutivos pues su concurrencia hace nacer en la persona un
dominio originario, y como puede ser que ese dominio que cree tener no se condice
con lo que en verdad es, puede ser que sea sólo posesión.

Precisiones:

115
Respecto a la ocupación como título posesorio, hay confirmación en el artículo 726.
Art. 726. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.

Según Peñailillo esta decisión legal provoca reflexiones que conducen a enjuiciarla,
porque alegar la ocupación como titulo de posesión, es un tanto redundante ya que la
ocupación supone la aprehensión de una cosa con ánimo de señor o dueño, y la misma
aprehensión supone el dominio y la posesión sobre la cosa. Entonces equivaldría a
decir “poseo porque poseo”.

Respecto la Accesión, recordar sus particulares efectos (de mueble a mueble quien
queda de dueño depende de un criterio de que lo accesorio sigue a lo principal, etc.)

La doctrina generalmente objeta que se incluya a la prescripción dentro de los títulos


constitutivos, puesto que ella misma supone posesión; lo que es efecto no puede
constituir causa. Entonces la prescripción es una consecuencia de la posesión y no
podría a su vez ser título de posesión. Como el dueño, es dueño y poseedor de la cosa,
se justificaría el caso del poseedor irregular que haya adquirido por prescripción.

6.1.3. Títulos Traslaticios de dominio; Es el que por su naturaleza sirve para transferir
el dominio, por lo tanto es un modo de adquirir el dominio de los derivativos (682,
683, depende del dueño anterior, el tradente).

6.1.4. Se ha agregado los títulos declarativos de dominio o posesión. El artículo 703


luego de referir que los títulos pueden ser constitutivos o traslaticios de dominio,
señala que en el caso de las transacciones estas pueden declarar derechos
preexistentes. A esta clase de títulos se les ha denominado declarativos por la
Doctrina. La referencia del 703 “pertenecen a esta clase”, debe entenderse referida a
los justos títulos de posesión (materia que trata el 703), y no de transferencia de
dominio; por tanto la referencia del artículo no es solo a los títulos translaticios. La
función de estos títulos es declarar una situación preexistente, con lo cual, no son en
si los que originan un nuevo dominio, sino que se limitan a declarar algo que ocurría
con anterioridad.
Es importante considerar los artículos 718 y 1344.

Art. 718. Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se
entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere,
durante todo el tiempo que duró la indivisión.
Podrá pues añadir este tiempo al de su posesión exclusiva, y las enajenaciones que
haya hecho por sí solo de la cosa común y los derechos reales con que la haya
gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido comprendida en la enajenación
o gravamen. Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá la
enajenación o gravamen contra la voluntad de los respectivos adjudicatarios.

Art. 1344. Cada asignatario se reputará haber sucedido inmediata y exclusivamente al


difunto en todos los efectos que le hubieren cabido, y no haber tenido jamás parte
alguna en los otros efectos de la sucesión.
Por consiguiente, si alguno de los consignatarios ha enajenado una cosa que en la
partición se adjudica a otro de ellos, se podrá proceder como en el caso de la venta de
cosa ajena.

Estas normas indican que producida la adjudicación, se entiende que ese bien que
ahora se atribuye individualmente, ha sido poseído en el mismo carácter desde que la
comunidad a la que pertenecía lo adquirió. Fallecida una persona, sabemos que se
abre la sucesión, que comprenderá todos los bienes derechos y obligaciones que esa

116
persona tenia, y estos bienes son poseídos por la comunidad hereditaria (todos los
herederos), y esta posesión tiene grados; posesión legal, efectiva, y real. Al producirse
la adjudicación, esa sociedad se liquida total o parcialmente (art. 2312) y
evidentemente esa terminación puede ser total o parcial, ese acto de adjudicación es
que el que atribuye individualmente los bienes y ella no constituye enajenación, sino
que la ley (718 y 1344 ) asigna a la adjudicación un efecto declarativo; producida la
adjudicación en una persona, se entiende que esa persona ha poseído individualmente
desde el momento en que empezó la comunidad (caso comunidad hereditaria; desde la
apertura de la sucesión, ahí comenzaron a poseer), opera entonces una ficción legal,
pues el efecto que la ley atribuye a la adjudicación no es tal en realidad.

A diferencia del Derecho Romano, donde la adjudicación era un modo de adquirir el


dominio, en nuestro Derecho solo es titulo declarativo, en cuanto se limita a constatar
una situación que la ley atribuye; que el asignatario ha poseído desde un comienzo,
sin que haya mediado el estado de comunidad.

El CC en el 703 menciona 2 figuras;


- Sentencias de adjudicación en juicios divisorios: Se alude a la sentencia que
dicta el juez partidor en la partición efectuada por él. Tiene efectos procesales
importantes. En si se compone de dos partes, “Laudo” y “Ordenata”. Laudo es
la sentencia propiamente tal; parte positiva, considerativa y resolutiva, con lo
que el partidor resuelve de cierta manera. La ordenata tiene una finalidad
contable de dividir lo que era el patrimonio de la comunidad, la forma en que
se determinaron las deudas y como se adjudica; así se suma el total de bienes,
se restan las deudas, se ve el líquido partible, para dividirlo entre los
comuneros, etc.
- Actos legales de partición. Se entiende aquí la sentencia que no es hecha por
juez, sino a la convención en la cual los comuneros parten la comunidad por
acuerdo entre ellos. La sentencia, entonces, puede ser hecha por un partidor, y
terminara con una sentencia y ordenata del partidor. Pero puede también
efectuarse la partición por escritura pública, donde los comuneros concurran y
de común acuerdo se haga la partición.
En el fondo los títulos declarativos refieren a aquellas situaciones que buscan
terminar con una comunidad; puede ser por sentencia o de común acuerdo por las
partes.

6.1.5. Luego hay otras situaciones en el 703.


La transacción es un contrato por el que se pone termino a un litigio pendiente o se
precave un litigio eventual mediante concesiones reciprocas de las partes; se extrae
del art. 2446.

Art. 2446. La transacción es un contrato en que las partes terminan


extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual.
No es transacción el acto que sólo consiste en la renuncia de un derecho que no se
disputa.

La transacción es un contrato en la medida que es extrajudicial, pero también puede


celebrarse en sede procesal, y cuando ocurre ahí, toma el nombre de conciliación
(promovido por el juez), y es un trámite esencial luego del periodo de discusión. Este
acuerdo toma el nombre de conciliación, y cuando no es promovido por el juez, no es
un trámite procesal establecido, sino por iniciativa de las partes toma el nombre de
avenimiento. Las tres mencionadas tienen el efecto de cosa juzgada, transacción
2460.

117
Art. 2460. La transacción produce el efecto de cosa juzgada en última instancia; pero
podrá impetrarse la declaración de nulidad o la rescisión, en conformidad a los
artículos precedentes.

La Cosa juzgada significa que lo que se ha decidido en esa sentencia no se puede


volver a discutir. Produce la acción (permite cumplir lo resuelto en el juicio) y
excepción de cosa juzgada.

La transacción cumple entonces una función doble; respecto del objeto disputado, la
función es declarativa, pues al haber litigiosidad hay pretensiones antagónicas, con
ella se indica que solo una pretensión se ajusta a derecho. Ejemplo: A y B disputan un
predio. Transigen. Se acuerda que el predio queda para A. Como el título es
declarativo se entiende que el predio es de A no desde ahora, sino desde antes, desde
la fecha que él mencionaba cuando lo discutían, y con base en el acto que él
mencionaba cuando lo discutía. Por lo mismo, si se quiere examinar su posesión, no
nos detendremos en la transacción, sino retrocederemos hasta aquel tiempo que él fija
y se examinará el título que el aducía. Por lo mismo, si aparece un tercero y
demuestra que el predio era de él, quiere decir que nada tenían los contrincantes, y
como la transacción no forma nuevo título, A nada logra con aducirla para justificar su
posesión ante este tercero que ahora le disputa el predio.

Respecto del objeto no disputado la transacción si es titulo traslaticio de dominio, no


existe duda de quien es el dueño anterior. Ejemplo: cuando se acordó que el predio
quedaba para A, éste dio un camión a B (prestación que conduje a B a acceder a que
el predio quedare para A). Respecto de este objeto, que no estaba en la disputa, la
transacción es título traslaticio; es nuevo título, justifica la posesión. Así, si el camión
no era de A, cuando más tarde el dueño pretenda reivindicarlo, B puede aducir la
transacción como título, y a partir de ella, reunidos los requisitos de la posesión
regular (título y buena fe) puede contar los dos años para ganar esa cosa mueble por
prescripción ordinaria.

6.1.6. Sentencias judiciales sobre derechos litigiosos. El mismo 703 habla de ello. Se
trata de sentencias que resuelven un conflicto entre partes que disputan un derecho.
Estas sentencias son, sin duda, títulos declarativos. Lo expresa el inciso 5 “no forman
nuevo titulo para legitimar la posesión”. Esto por que los derechos litigiosos tienen el
carácter disputado de los bienes objeto de transacción, por tanto sobre ello existe
dudas sobre su titularidad, y la sentencia se limita a establecer que una situación,
discutida o dudosa, es o existe en ciertos términos, desde antes, desde que se originó.

Es justificado que la sentencia no constituya nuevo título, porque lo normal es que las
sentencias no creen derechos o situaciones; sólo declaren derechos preexistentes,
aclaren situaciones conflictivas

6.1.7. Hablar de los justos títulos con los caracteres de valido, autentico y verdadero,
supone contraponer los justos títulos a los títulos injustos, enumerados en el 704.

Art. 704. No es justo título:


1º El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende;
2º El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante legal de
otra sin serlo;
3º El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que debiendo ser
autorizada por un representante legal o por decreto judicial, no lo ha sido; y
4º El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad
heredero; el del legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario
posterior, etc.

118
Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial o resolución
administrativa se haya otorgado la posesión efectiva, servirá de justo título el decreto
o resolución; como al legatario putativo el correspondiente acto testamentario que
haya sido legalmente ejecutado.

Enumera 4 casos, hay titulo injusto en:


a) El Falsificado. Según el concepto del 704, la falsificación quedaría reducida
al otorgamiento por una persona distinta a quien debía hacerlo. La
falsificación puede ser material o formal (hay una escritura publica real,
pero se altera), o ideológica (cuando el titulo es materialmente verdadero y
formalmente también, todo lo que hay dentro es mentira). Sin embargo, los
autores respecto este tema hablan que el concepto de falsificación no debe
reducirse a que el titulo no sea otorgado por quien se pretende, sino que ha
de comprender lo que dice el art. 17 inciso 2º

Art. 17. La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que
hayan sido otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas establecidas en el
Código de Enjuiciamiento.
La forma se refiere a las solemnidades externas, y la autenticidad al hecho de haber
sido realmente otorgados y autorizados por las personas y de la manera que en los
tales instrumentos se exprese.

La falsificación comprendería entonces también el que el titulo no haya sido


realmente otorgado por las personas y la forma en que tales instrumentos
se expresan.

b) El otorgado por una persona en calidad de representante de otra sin serlo,


es titulo injusto. Se ha entendido que se incluye también aquí el título
emanado de un representante, pero que actúa extralimitándose en sus
facultades. En otro sentido la ley no distingue entre el que cree que es
representante (buena fe) o el que sabe que no lo es (mala fe). Si alguien
vende una cosa ajena, pero como propia, actuando, por sí, el título es justo.

c) Los títulos nulos. “El que adolece de un vicio de nulidad…”. Discusión


curiosa; se ha señalado que la nulidad no vedaría sino por efecto de la
sentencia judicial que la declara, y mientras no ocurra ella el acto produce
todos los efectos propios de su clase, se ha introducido un curioso
mecanismo para explicar la figura; dado que al que le interesa que el titulo
sea nulo puede no estar interesado en destruir el acto en si, o no esta
legitimado para demandar de nulidad. Como la nulidad operaria solo por
sentencia judicial, dicen que en este caso podría existir una acción
únicamente declarativa de nulidad, solicitar al juez calificar el acto nulo a
fin de … titulo injusto. Cosa que no es tan cierto pues la nulidad no
necesariamente opera por sentencia judicial. En los casos que me interesa
que el titulo sea injusto y no tengo la legitimación para pedir nulidad, se ha
dicho que se podría intentar esta acción de declaración de nulidad, así el
titulo pasaría a ser injusto. Es raro porque el acto es nulo para algunos
efectos y para otros no.

19 Mayo
d) El título putativo o aparente. CC pone un ejemplo a propósito de la posesión
efectiva. CC no lo define, coloca dos ejemplos. Putativo es aparente, pero

119
dicha apariencia debe fundarse en algún principio que la haga plausible, o
sea, una persona señala ser poseedor invocando un determinado titulo, el
cual posee una cierta apariencia de que realmente constituye titulo de
posesión. Por eso cuando se hablaba de las tres características del titulo
justo, precisamente la verdad es el carácter que se opone al título putativo;
es aparente, no hay verdad en el. Pone le CC dos ejemplos; el heredero
aparente, legatario cuyo… Pero enseguida coloca una excepción respecto el
heredero. Respecto de la posesión distinguíamos 3 clases de posesión
(técnicamente se puede hacer esta distinción en cualquier posesión 696; la
importancia de la distinción en los demás bienes no es tan relevante, si en
la herencia por su tramite especial respecto de la posesión efectiva, en los
inmuebles, la posesión legal y efectiva coinciden con la inscripción, sin
perjuicio de que la posesión material pueda no estar siendo ejercida). En la
herencia existe un posesión legal; correspondiente al heredero desde el
momento de la apertura de la herencia, aunque ignorase que es heredero
(la ley finge que posee la herencia), esa posesión estaba desprovista de
otros efectos que no fuesen permitir que el heredero pidiese la posesión
efectiva. La posesión efectiva es la que reconocía a una persona el carácter
de heredero. La posesión material es aquella en que coincide el corpus y el
animus. Puede ocurrir que una persona reciba la posesion efectiva de la
herencia de otra, sin ser realmente heredero; esa es la posición que toma el
704. Aquí el CC pone el efecto del inciso 2º. … sin embargo… Si una
persona se ha reconocido en sentencia judicial o acto del Registro civil,
reconociéndola como tal, a esa persona le servirá de justo titulo dicho acto
administrativo o resolución, lo que importa para efectos de prescribir la
herencia.

Mas adelante en el 2512 se dice…

Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera
que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1.a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción
extraordinaria de diez años.
2.a El derecho de servidumbre se adquiere según
el artículo 882.

En cambio cuando ha habido esta resolución judicial o administrativa que


sirve de justo titulo, el heredero puede prescribir al cabo de 5 años según el
artículo 1269

Art. 1269. El derecho de petición de herencia expira en diez años. Pero el heredero
putativo, en el caso del inciso final del artículo 704, podrá oponer a esta acción la
prescripción de cinco años.

Derecho de petición de herencia es la acción reivindicatoria del derecho


real de herencia, expira en 10 años. Se expresa que el heredero putativo en
caso de tener justo titulo (los señalados en el inciso del artículo 704) podrá
oponer la prescripción por 5 años.

Luego agrega el 704, que al legatario le sirve de justo titulo el


correspondiente acto testamentario que haya sido legalmente ejecutado.
Los legatarios son asignatarios de bienes singulares, y pueden ser de
especie o cuerpo cierto (adquiere el legado por sucesión por causa de
muerte) o de genero (adquieren un derecho personal contra la sucesión
para que cumpla con el legado). Alguien ha sido constituido legatario en un

120
testamento que fue revocado (por haber aparecido otro testamento); ese le
sirve de justo título, si ha sido legalmente ejecutado, o sea, cumplido por los
herederos, quienes están obligados a cumplirlo, aquí se presenta una
nulidad relativa, en el sentido de que el acto se puede ratificar; las partes
entiende que ese acto, pese a ser nulo relativamente, no es atacable de
nulidad cuando ha sido cumplido voluntariamente. (¿¿¿¿La mayoría de los
autores ha entendido que el interés debiera ser actual?????, parecería
absurdo que una persona debiese indicar una moral???, la nulidad relativa
es relativa pues la titularidad de la acción recae sobre la persona que busca
ser protegida, por lo que el beneficiado debe efectuar la nulidad relativa, y
no el otro, por eso el 1681 da lugar a acción de rescisión-medio para atacar
actos patrimonialmente lesivos en el Derecho romano- luego las causales de
rescisión se amplían). Por eso la nulidad relativa no esta al nivel del nemo
auditur.
Entonces es una aplicación parecida a lo que es la ratificación. Dicha
persona puede adquirir la propiedad del bien al cabo de 5 años.

Dice Peñailillo, que en realidad el carácter de titulo aparente del nº 4 del


704 permitiría englobar todos los anteriores, pues el principio subyacente
en él es la protección de la apariencia, que según vimos, se funda en aquel
aforismo de “el error común constituye derecho”. Apariencia del primer
testamento constituye derecho pues otorga legitimidad a quien en su virtud
actúa, como si obrase de acuerdo al derecho. Por eso quien tiene un titulo,
o ha obtenido la resolución que concede la posesión efectiva de los bienes, y
por tanto, un trato más benigno de la ley, en cuanto puede prescribir en un
plazo más breve. Aquí la prescripción exige los mismos requisitos que las
otras posesiones; habrá que ver si existe buena fe.

Esta apariencia estaría en las tres situaciones anteriores:


- En la falsificación; pues su concepto mismo alude a la apariencia “no
otorgado realmente por la persona que se pretende”. En todos sus casos.
- En el segundo, pasa lo mismo, una persona actúa como representante de
otra, sin serlo. Pero el adquiriente ha visto títulos que demuestran su
investidura (ejemplo un mandato ya revocado).
- El que adolece de un vicio de nulidad… Nuevamente presenta la
apariencia.
Aun en la nulidad absoluta que operaría de pleno Derecho, va a existir una
apariencia en la cual se obra; los actos nulos absolutamente, generalmente
nunca llegan a ser tan burdos, por eso la nulidad es mas evidente. La acción
de nulidad caduca al cabo de 10 años, por prescripción extraordinaria del
poseedor.
La distinción entre los modos de operar la nulidad ha sido mucho mejor
comprendida en sede administrativa, a partir de 2002; se ha sentado en la
jurisprudencia que…

Al final la apariencia domina el art. 704; los diversos casos aluden a la apariencia de
una persona que puede ostentar un titulo que le confiere la posesión, apariencia que
no se condice con la realidad, haciendo desaparecer la eficacia del acto.

6.2. La buena fe. (706 y 707)


Art. 706. La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por
medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.
Así en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse
recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude
ni otro vicio en el acto o contrato.

121
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no
admite prueba en contrario.

Art. 707. La buena fe se presume, excepto en loscasos en que la ley establece la


presunción contraria.
En todos los otros la mala fe deberá probarse.

Buena fe, es el segundo requisito para que exista posesión. La buena Fe general del
Derecho, tiene distintas manifestaciones que generalmente se agrupan en dos clases o
manifestaciones;
- buena fe subjetiva. Representada por una convicción de actuar lícitamente, conforme
a Derecho
- buena fe objetiva. Estaría representada por un actuar honesto y leal. Conforme a la
conducta media de un sujeto corriente y que es socialmente exigible a los
particulares.

Figuras paradigmáticas de esto figuras son el 706 y 1546, respectivamente.

Art. 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de
la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.

706 define la buena fe como la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa


por medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio. Esa convicción de actuar
lícitamente. Una persona cree que la adquisición del bien que posee no ha presentado
vicio ni fraude, ó que desde el punto de vista del Derecho existe plena regularidad del
acto que se ha celebrado.

El 1546 habla de la buena fe en los contratos, obligan a los que ellos expresan y lo de
la Naturaleza de la obligación y la ley o la costumbre se entiende pertenecerle. Este
art. Tiene dos partes:
1) Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
sólo a lo que en ellos se expresa (Antes de la coma) Establece modelo de
comportamiento de la relación jurídica en general, una persona debe
comportarse, tanto al ejercer un derecho o cumplir una obligación, leal y de
buena fe. Por ello al estudiar el abuso del derecho, se llega a la conclusión de
que ello aparece cuando el ejercicio del derecho se ha realizado contraviniendo
la buena fe. La buena fe supone un modelo de comportamiento del sujeto
activo y el pasivo; por ello Fuello incluye dentro de los requisitos objetivos del
pago el cumplimiento de buena fe.

2) sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la


obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
(Extensión de la vinculación contractual, después de la coma)Por otra parte
impone una consecuencia; que los contratos deban ejecutarse de buena fe por
el sujeto activo y pasivo; esa ejecución amplia el objeto de vinculación
contractual; el deudor, además de estar obligado a la prestación, el contenido
de vinculación contractual se amplia en atención a este principio de buena fe
(1546… por ello va a abarcar…). La referencia a la ley no es tan importante. O
por lo que por la costumbre se entiende pertenecerle; ejemplo del contrato de
arrendamiento del 1940. Y también las cosas de la naturaleza de la obligación;
ejemplo, 1494.

122
La obligación obliga a un núcleo primario (la prestación) que se amplia por
otros deberes igual de obligatorios, impuestos por la ley, la costumbre, o la
naturaleza de la obligación. Patricio Carvajal, en investigaciones de la buena fe,
ha dicho que en general la idea de buena fe, puede describirse mejor según el
1546 y el 703, en el concepto de justo título, y dentro de este, en el titulo
traslaticio de dominio (el que por su naturaleza sirve para transferirlo). Dice
Carvajal que la buena fe seria algo así como un prisma o lente para mirar una
determinada situación jurídica desde su naturaleza, o sea, mirar un derecho,
obligación, etc., desde la posición que señala o define la naturaleza de dicha
situación. Agrega Carvajal que los casos en que se alude a la buena fe,
dotándola de algún contenido (penetrando en estos “contornos” dados por la
naturaleza de la situación) son ciertos casos importantes para la Ley y que
pueden o no producir lo que serían los “efectos naturales”, de la naturaleza de
esa situación. Cuando vimos los justos títulos vimos los antecedentes o causas
de la posesión; autentico, verdadero y válido, cuando el titulo de posesión era
en el fondo, autentico y no solo aparente, y eso es un juicio que debe
discernirse objetivamente, considerando el titulo y las situaciones. En cambio
la buena fe del 706 involucra un estado de conciencia, el titulo no comporta
ningún reparo de los que podría hacerse según el 704, y es entonces que el
juicio debe desplazarse a la convicción del poseedor; si al momento de empezar
a poseer estaba o no convencido, en la creencia, de que tal adquisición
realmente lo convertía en dueño de la cosa que se posee, por eso el 706 dice
que la buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por
medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro, ejemplo, una persona que
acude a otra comprando un bien, sin vicio, el acto es real, no nulo, no hay dolo,
y se comporta como dueño del bien, pero luego resulta que el vendedor no era
dueño de la cosa, por lo que no se produjo la tradición del dominio, pero el
adquiriente tiene un justo título, adquirió la cosa sin conocimiento de que el
acto no produjese sus efectos propios, y ha mediado la tradición; por lo tanto es
poseedor regular.
Como se trata de una convicción, es que la mala fe debe probarse; hay una
presunción de buena fe en el art. 707.

Art. 707. La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la
presunción contraria. En todos los otros la mala fe deberá probarse.

Dice el 706 que en los títulos traslaticios de dominio la buena fe supone la persuasión
de haberse recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber
habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato. Por eso la venta de cosa ajena es
válida; agrega el 706 que la buena fe no se opone a un justo error en materia de
hecho; error excusable. En cambio si se opone al error en materia de Derecho.
26 de Mayo
6.3. Tradición. Si el título es traslaticio de dominio, es requisito para la posesión
regular la tradición. Así sencillamente no hay posesión si falta; no es que haya
posesión irregular. La ausencia de la buena fe o el justo titulo, según el 708 convierten
a la posesión en irregular

7. La Transferencia o Transmisibilidad de la Posesión.


De los puntos discutidos de la posesión encontramos el debate de si es un derecho o
un hecho. Concluíamos que la posesión era un hecho que daba la apariencia que
comportaba una protección por parte del Derecho. Así lo autores distinguen entre:
- Ius Posidendi: que equivaldría al derecho a la posesión, y del cual algo hay en
el art. 19 Nº 23 de la Constitución (articulo que también contempla una
especie de modificación de lo que el Código establece respecto los bienes
fiscales, pasándolos a un régimen de apropiabilidad como los bienes de los

123
particulares; solo quedan fuera los que la Naturaleza ha hecho comunes a
todos los hombres, y los bienes nacionales de uso público, respecto los cuales
no hay titularidad propiamente, pues su tutela queda entregada al Estado, sin
que sean el titular del bien).
- Ius Posesionis: que consistiría en toda aquella protección que la ley confiere a
la posesión en cuanto hecho tutelado ;acciones posesoria, acción publiciana,
prescripción, presunción dominical, etc.

El carácter de hecho de la posesión, hace que la posesión no se transmita ni se


transfiera; la del causante no pasa a sus herederos, ni la del tradente al adquiriente.
Sino que la posesión comienza respectivamente con la persona del actual poseedor. Lo
que da lugar a que normas como el 717, 718, 2500, 1344, establezcan una serie de
figuras o ficciones para mantener la continuidad de la posesión.

Art. 717. Sea que se suceda a título universal o singular, la posesión del sucesor,
principia en él; a menos que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero en tal
caso se la apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse en los mismos términos a la posesión propia la de una serie no
interrumpida de antecesores.

Art. 718. Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se
entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere,
durante todo el tiempo que duró la indivisión.
Podrá pues añadir este tiempo al de su posesión exclusiva, y las enajenaciones que
haya hecho por sí solo de la cosa común y los derechos reales con que la haya
gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido comprendida en la enajenación
o gravamen. Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá la
enajenación o gravamen contra la voluntad de los respectivos adjudicatarios.

Art. 1344. Cada asignatario se reputará haber sucedido inmediata y exclusivamente al


difunto en todos los efectos que le hubieren cabido, y no haber tenido jamás parte
alguna en los otros efectos de la sucesión.
Por consiguiente, si alguno de los consignatarios ha enajenado una cosa que en la
partición se adjudica a otro de ellos, se podrá proceder como en el caso de la venta de
cosa ajena.

Art. 2500. Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin interrupción por dos o más
personas, el tiempo del antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor, según
lo dispuesto en el artículo 717.
La posesión principiada por una persona difunta continúa en la herencia yacente, que
se entiende poseer a nombre del heredero.

El caso mas evidente; la posesión de la herencia respecto la cual distinguíamos la


posesión
- real,
- efectiva y
- legal que opera por una ficción aunque el heredero lo ignorase, art. 722,

Art. 722. La posesión de la herencia se adquiere desde el momento en que es


deferida, aunque el heredero lo ignore.
El que válidamente repudia una herencia se entiende no haberla poseído jamás.

Sin embargo como esta ficción, que tiene por finalidad que la posesión terminada
en el causante no quede vacante mientras otro la toma, puede presentar
problemas cuando el heredero ignora que se le ha deferido la herencia y ha

124
comenzado a ser poseedor, por eso el 2500 señala que La posesión principiada por
una persona difunta continúa en la herencia yacente, que se entiende poseer a
nombre del heredero. Se verá en sucesorio. Así fallecida una persona, termina su
posesión y comienza la posesión del heredero; y puede haber una administración
por parte de un curador, y hay una herencia yacente que es un estado de tradición
hasta la aceptación de la herencia. Producida la aceptación operan las reglas de la
retroactividad cuando exista adjudicación; título declarativo, según el 1344 y otras
normas, de las cuales se entiende que el heredero adjudicatario ha poseído
individualmente desde que ha comenzado el estado de indivisión.

Sin embargo, como no se transfiere y no existe continuidad, y solo contigüidad entre


las posesiones del heredero-Causante y el adquirirente-tradente, se produce la
“accesión de posesiones”; añadir a la posesión propia la posesión anterior (art. 717)
La posesión entonces comienza en la persona que principia a poseer y puede añadir a
la suya la de el antecesor o una serie ininterrumpida hacia atrás; pero siempre con las
mismas calidades y vicios de esas posesiones; si se quiere añadir una posesión
irregular, ella contamina a la propia en cuanto a su calidad. La accesión de posesiones
hacia atrás debe ser total, no puede elegirse a las posesiones no viciadas hacia atrás
pasando de largo por los irregulares; debe sumar todo hacia atrás.

8. La Interverción de posesión.
(Se pregunta en exámen de grado). Se ve también a propósito de la prescripción
extintiva.
Consiste en el cambio de posesión a mera tenencia, o de mera tenencia a posesión. Lo
que supone que debe ser estudiada en ambas facetas:

8.1. De mera tenencia a posesión.


Art. 716. El simple lapso de tiempo no muda la mera tenencia en posesión; salvo el
caso del artículo 2510, regla 3ª.

Entonces, el mero paso del tiempo no muta la mera tenencia en posesión, salvo en el
caso del 2510 regla 3ª. El art. 719 establece una presunción

Art. 719. Si se ha empezado a poseer a nombre propio, se presume que esta posesión
ha continuado hasta el momento en que se alega.
Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igualmente la continuación
del mismo orden de cosas.
Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se presume la
posesión en el tiempo intermedio.

Reconociendo que se es mero tenedor, o sea que una persona tiene la cosa en lugar a
nombre del poseedor, se presume que la tenencia que efectúa continua en el mismo
estado; sin cambio de situación.
Consideración preliminar; la mutación de mera tenencia a posesión que en ambas
normas que veremos, se contempla, no es propiamente un cambio por el transcurso
del tiempo (no se vulnera el 716), lo que existe es un cambio en la causa por la que se
esta poseyendo; un intervención de alguna circunstancia que hace cambiar la
calificación en que se posee:

a) Es necesario revisar el 2510, que se refiere a los requisitos para que exista
prescripción adquisitiva ordinaria y señala tres requisitos:
- No es necesario titulo alguno
- Se presume en ella de derecho la buena fe, sin embargo la falta de un titulo
adquisitivo de dominio. La norma indica que no se necesita demostrar la materialidad
del titulo. La presunción se extiende a la existencia de un título.

125
- La existencia de un título de mera tenencia hará presumir la mala fe. La buena fe
supone un justo error. El titulo de mera tenencia hace entender que él debe conocer
que la tenencia de la cosa es necesariamente a nombre ajeno; y no dará lugar a
prescripción excepto en las siguientes situaciones:
1) Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años
se haya reconocido expresa o tácitamente su dominio por el que alega la
prescripción.
2) Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia,
clandestinidad ni interrupción por el mismo espacio de tiempo. Entonces, aun
cuando exista este titulo de mera tenencia, se entenderá que la persona es
poseedor (y puede adquirir por prescripción extraordinaria) cuando no se
pueda demostrar que ha reconocido el dominio al que alega el título. La norma
desplaza el peso de la prueba. Hay una norma en el 2494 de renuncia a la
prescripción; opera una vez cumplidos los requisitos de la prescripción. La
misma razón opera este artículo; si una persona reconoció dominio de otro
nunca puede adquirir por prescripción. Entonces no es solo el transcurso del
tiempo, sino que haya existido un cambio en la calidad jurídica.

Art. 2494. La prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo
después de cumplida.
Renúnciase tácitamente, cuando el que puede alegarla manifiesta por un hecho suyo
que reconoce el derecho del dueño o del acreedor; por ejemplo, cuando cumplidas las
condiciones legales de la prescripción, el poseedor de la cosa la toma en arriendo, o el
que debe dinero paga intereses o pide plazo.

b) Es necesario revisar también el 730 que habla del mero tenedor; que esta
reconociendo dominio ajeno que desconoce su situación y enajena la cosa a nombre
propio; dándose la calidad de dueño. La ley hace excepción a la regla del 726.

Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito, se da
por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere
por otra, sin la competente inscripción.

Art. 726. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.

Pues tratándose de cosas muebles, la aprehensión de ellas con animo de señor y


dueño hace nacer la posesión, pero aquí no porque se busca proteger la posición de
confianza en la que se encuentra el verdadero poseedor, que entregó la cosa a otro
para que lo tenga; y ha confiado de alguna forma en él, y si esa persona defrauda la
confianza, apropiándose de la cosa, la ley no puede permitir el efecto del 726 y hace
excepción a esa regla diciendo que en ese caso no se adquiere la posesión por el
usurpador ni se pierde por el poseedor. El llamado “injusto detentador” no adquiere
por su solo cambio de animo respecto de la cosa, la posesión. Pero si la enajena vuelve
a regir el principio de apariencia que subyace en la posesión; el adquiriente si va a
adquirir la posesión, estando de buena fe.

En inmuebles, debe proceder la inscripción, por el 724

126
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.

Pero la voz “competente” que usa el 730 ha generado algunos problemas, que
veremos en el análisis de la adquisición de la posesión.

Entonces el principio general es que el puro lapso de tiempo es insuficiente para la


transformación de la mera tenencia en la posesión. Y las excepciones a esta regla son
los artículo 2510 regla 3ª y el 730.

8. 2. De posesión a mera tenencia.


Esta se vio a propósito del constituto posesorio 684 nº 5
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una
de las partes a la otra que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por
uno de los medios siguientes:
1º Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;
2º Mostrándosela;
3º Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté
guardada la cosa;
4º Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar convenido;
y
5º Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la cosa
mueble como usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a cualquier otro
título no translaticio de dominio; y recíprocamente por el mero contrato en que el
dueño se constituye usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.

Se veían las formas por las cuales una persona adquiría el dominio de una cosa
mueble, estaba aquella en que el dueño quedaba como mero tenedor de la misma. El
dueño tiene la posesión, y al perder el dominio pierde la posesión pues queda como
mero tenedor.
Tambien puede ser que el tradente sea mero tenedor, y opera la misma figura; el
tradente conserva la tenencia de la cosa.
Esta regla esta ubicada en los bienes muebles, pero tendrá incidencia también en los
inmuebles, pues…

127
29 Mayo
9. Adquisición, conservación y pérdida de la posesión.
9.1. Temas previos
a) Capacidad para adquirir la posesión. Las reglas de capacidad se vieron en
Personas.
Respecto de la posesión con los menores existe una norma en el 723

Art. 723. Los que no pueden administrar libremente lo suyo, no necesitan de


autorización alguna para adquirir la posesión de una cosa mueble, con tal que
concurran en ello la voluntad y la aprensión material o legal; pero no pueden ejercer
los derechos de poseedores, sino con la autorización que competa.
Los dementes y los infantes son incapaces de adquirir por su voluntad la posesión, sea
para sí mismos o para otros.

Del contenido del 723 se infiere lo siguiente: la posesión de los muebles puede ser
adquirida por toda persona, con la sola excepción de los dementes y los infantes
(carecen de voluntad). En cambio, los inmuebles no, porque estos se poseen mediante
inscripción en el conservador, y la inscripción es tradición en general, sin perjuicio de
que no conlleve el efecto traslaticio de dominio. En cuanto negocio jurídico, la
tradición requerirá las mismas exigencias de capacidad de todo acto jurídico; hay que
remitirse al 1445

Art. 1445. Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de
voluntad es necesario: 1º que sea legalmente capaz; 2º que consienta en dicho acto o
declaración y su consentimiento no adolezca de vicio; 3º que recaiga sobre un objeto
lícito; 4º que tenga una causa lícita.
La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el
ministerio o la autorización de otra.

Así los dementes y los infantes son incapaces de adquirir la voluntad, sea para sí o
para otros, lo mismo con la responsabilidad extra-contractual; absolutamente
incapaces los infantes.

b) La representación. Tratada en el 1448, dentro de la regulación general que hace el


CC respecto los actos y declaraciones de voluntad.

Art. 1448. Lo que una persona ejecuta a nombre de otra, estando facultada por ella o
por la ley para representarla, produce respecto del representado iguales efectos que
si hubiese contratado él mismo.

Existen normas particulares respecto la posesión, para poder adquirir la posesión a


través de otro.
Art. 721. Si una persona toma la posesión de una cosa en lugar o a nombre de otra de
quien es mandatario o representante legal, la posesión del mandante o representado
principia en el mismo acto, aun sin su conocimiento.
Si el que toma la posesión a nombre de otra persona, no es su mandatario ni
representante, no poseerá ésta sino en virtud de su conocimiento y aceptación; pero
se retrotraerá su posesión al momento en que fue tomada a su nombre.

El art. 721, indica que existiendo titulo legal de representación no se necesita


voluntad alguna del representado, y la posesión cumple iguales fines. Además se
muestra el caso del agente oficioso.
La representación debe cumplir requisitos; contemplatio domini, ……., y que esté
investido del poder suficiente. Si hubo un acto que se extralimita del poder, el acto no

128
es oponible al representado y el 2160 indica que debe mediar la ratificación del
representado para que el acto celebrado excediendo el titulo de representación le sea
oponible.

Art. 2160. El mandante cumplirá las obligaciones que a su nombre ha contraído el


mandatario dentro de los límites del mandato.
Será, sin embargo, obligado el mandante si hubiere ratificado expresa o tácitamente
cualesquiera obligaciones contraídas a su nombre.

9.2. Adquisición conservación y perdida de la posesión.


1) Generalidades
Art. 715. La posesión de las cosas incorporales es susceptible de las mismas calidades
y vicios que la posesión de una cosa corporal.

Las reglas son aplicables tanto a cosas corporales como incorporales. Sin embargo,
las particulares reglas para una y otra requerirán de los respectivos correctivos de la
naturaleza del bien que se posee. Así los derechos reales que recaen sobre inmuebles,
en general no conferirán la posesión sino mediando la inscripción. Tratándose de
derechos reales sobre mueble en general, bastara el título y el ejercicio del contenido
del derecho. En la posesión de una herencia se distingue la posesión legal (722), la
posesión efectiva (intervención de determinada autoridad, judicial o administrativa, es
necesaria para que reconozca la calidad de heredero a tales o cuales personas) y la
posesión real de la herencia (aquella en que concurren el corpus y el animus de los
bienes que componen el haz hereditario).
2) Bienes muebles.
a) Adquisición. Art. 700. Se adquiere concurriendo corpus y animus; o sea la
aprehensión material (ejercer cierto control respecto la cosa) ejercer como señor y
dueño. Por eso el 726
Art. 726. Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.

La adquisición va a suponer la concurrencia de los requisitos propios de la clase de


posesión de que se trata; si es posesión regular o irregular.

b) Conservación. Siendo corques y animus los elementos constitutivos de la posesión


ella se conserva mientras se mantengan ambos. Sabemos que esta conservación de la
unidad de los dos elementos de la posesión no necesita o requiere de estricta
correspondencia en el poseedor. No es necesario que la tenencia y el animo concurran
unidos en él; puede ser que se disocien como lo indica el 700 “sea que el dueño o el
que se tiene por tal…”; una persona puede conservar su posesión aunque la tenga otra
persona si lo reconoce como poseedor.
El animus se presume mientras no se manifieste una voluntad contraria.

c) Pérdida. Se pierde cuando alguien se apodera de ella con el ánimo de hacerla suya
(726) Por perdida del corpus o el animus.
Aparentemente; se podría conservar la posesión habiendo perdido el corpus y no el
animus, pero no es tan así, pues si la cosa no puede prestar las ventajas del dominio,
no tiene mucho sentido.
- Perdida del Corpus y Animus conjuntamente; el poseedor enajena o abandona la
cosa, y si la abandona sabemos que procede a su respecto la ocupación.
- Perdida del Corpus; lo que ocurre cuando respecto de la cosa es imposible ejercer
actos posesorios, y así, en el 2502 señala

Art. 2502. La interrupción es natural:

129
1.º Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el
ejercicio de actos posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente
inundada;
2.º Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de
descontarse su duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace
perder todo el tiempo de la posesión anterior; a menos que se haya recobrado
legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el título De las acciones
posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el
desposeído.

La interrupción en el primer caso es natural, y no produce otro efecto que el


descontar el tiempo. Así el efecto de descontar el tiempo, se refiere a interrupciones
que son temporales, que en un momento más o menos cercano va a cesar el
impedimento a los actos posesorios. Pero cuando la imposibilidad es absoluta, la
posesión simplemente termina; si la cosa se pierde, se consume, se quema, etc. Se
relaciona de algún modo a la imposibilidad de la prestación; algo un poco mas amplio
que la pérdida de la cosa, aún la perdida de la utilidad de la cosa (art. 25021670 y
1486).

Art. 1670. Cuando el cuerpo cierto que se debe perece, o porque se destruye, o
porque deja de estar en el comercio, o porque desaparece y se ignora si existe, se
extingue la obligación; salvas empero las excepciones de los artículos subsiguientes.

Art. 1486. Si antes del cumplimiento de la condición la cosa prometida perece sin
culpa del deudor, se extingue la obligación; y por culpa del deudor, el deudor es
obligado al precio, y a la indemnización de perjuicios.
Si la cosa existe al tiempo de cumplirse la condición, se debe en el estado en que se
encuentre, aprovechándose el acreedor de los aumentos o mejoras que haya recibido
la cosa, sin estar obligado a dar más por ella, y sufriendo su deterioro o disminución,
sin derecho alguno a que se le rebaje el precio; salvo que el deterioro o disminución
proceda de culpa del deudor; en cuyo caso el acreedor podrá pedir o que se rescinda
el contrato o que se le entregue la cosa, y además de lo uno o lo otro tendrá derecho a
indemnización de perjuicios.
Todo lo que destruye la aptitud de la cosa para el objeto a que según su naturaleza o
según la convención se destina, se entiende destruir la cosa.

- Pérdida del Animus: art. 726 cuando otro se apodera de la cosa para hacerla suya,
entonces se pierde la posesión de una cosa mueble cuando se pierde sobre ella el
animus; cuando otro ha comenzado a poseer. El animus de uno se sobrepone al de
otro, pero esto hay que coordinarlo con la norma del 730 inciso 1.

Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.

El distinto tratamiento de ambas normas puede justificarse por el abuso de confianza


o ánimo de aprovechamiento, que frecuentemente revelará la segunda situación;
señala un caso particular de una persona que comienza a conducirse como dueño
respecto una cosa; caso del injusto detentador, el mero tenedor que durante un tempo
reconoce dominio ajeno, pero que de un momento a otro comienza a conducirse
respecto la cosa como si fuese dueño. En ese caso no se produce la perdida de
posesión respecto del poseedor original; respecto de quien el mero tenedor estaba
poseyendo. No se pierde pues la ley quiere proteger la confianza que ha existido al

130
momento de entregarse la posesión de la cosa por un titulo de mera tenencia. La ley
quiere reprimir los efectos del abuso de confianza. Sin embargo, si el injusto
detentador enajena la cosa, aquel a quien la ha enajenado si comienza a poseer.

3) Bienes inmuebles no inscritos


El sistema posesorio que se establece con Montt busca que algún día se conviertan en
sinónimos inscripción, posesión y propiedad, de modo que la inscripción muestre
como fotografía la realidad de un bien; se buscaba que la inscripción diera cuenta de
la propiedad y posesión de una cosa. Sin embargo el CC establece las reglas para los
inmuebles que no han sido nunca inscritos. El CC en el 693 establece el modo de
ingresar al sistema registral un bien raíz que no formaba parte del mismo. El CC se
ponía en el caso de que existieran bienes raíces que carecieran de inscripción y
titularidad; por eso consagra una norma como el 590

Art. 590. Son bienes del Estado todas las tierras que, estando situadas dentro de los
límites territoriales, carecen de otro dueño.

Por esta, todo bien raíz sin titular pertenece al Fisco (Patrimonio del Estado que tiene
personalidad jurídica con la que pueden actuar los órganos de la Administración del
Estado que no tienen personalidad jurídica y patrimonio propio).

a) Adquisición. Inicio del 703 distingue;


- Títulos no traslaticios de dominio o Constitutivos de dominio; ocupación, accesión y
prescripción. La primera reacción podría ser la propia reglamentación de la ocupación
(excluyendo los bienes raíces). Si bien es cierto en lo que respecta al dominio, no lo es
respecto de la posesión, y esa es la explicación a que estos tres modos sean títulos de
posesión y que la función que cumplen en cada caso sean distintas. Se ha dicho que la
función de estos títulos operando como títulos de posesión es distinta, y respecto los
bienes raíces no inscritos, sería posible la adquisición de la posesión de ellos a través
de la ocupación, lo que en otros términos, hace aplicable el 726 al caso; se adquiere la
posesión cuando hay animo y aprehensión material (instalarse en un bien raíz). En la
Accesión no hay mayores problemas; aplicación de las reglas generales. En la
prescripción, es propiamente un titulo de justificación de una situación que ya ocurrió,
veremos que la prescripción opera por el solo cumplimiento de los requisitos legales,
y la adquisición por este modo se produce cuando expira el plazo necesario; se es
dueño por prescripción sin que medie un acto de constatación; distinto es regularizar
la situación y luego inscribirla, el caso del 2513.
Art. 2513. La sentencia judicial que declara una prescripción hará las veces de
escritura pública para la propiedad de bienes raíces o de derechos reales constituidos
en ellos; pero no valdrá contra terceros sin la competente inscripción.

- Títulos traslaticios. 702 no se adquiere…. Se presenta el problema por el 724, pues


según él si la cosa es de aquellas cuya tradición requiere inscripción, nadie podrá
adquirir la posesión sino por ese medio. Además la forma de adquirir también es por
inscripción. Así el problema, aparentemente, quedaría circunscrito a la primera
adquisición de ellos una vez que entro en vigencia el sistema registral, dado que si
nadie puede adquirir por inscripción…¿¿¿??? Debe cumplir con los trámites del 693 y
la norma equivalente del conservador.
¿Cuándo existe un título translaticio de dominio debe presentarse inscripción? Parece
que si, con todo, la solución que parecería ser la evidente, coordinando el 724 y el
686, no ha sido aceptada unánimemente por la doctrina. Se señala entonces que o
parece lógico admitir que tratándose de estos bienes pueda adquirirse la posesión
incluso por apoderamiento, y restringirla cuando hay un titulo traslaticio e dominio
que requería inscripción. La concepción que subyace en esta teoría es la forma en que
se entiende la posesión. La posesión de bienes raíces puede entenderse en dos

131
sentidos: 1) existe posesión del bien raíz cuando existe la respectiva inscripción, así la
posesión –corpus y animus- estarían presumidos por la ley en y a través de la
inscripción. En cuanto existe una inscripción, la ley presume que concurren corpus y
animus (mas apegada a la ley) 2) La posesión debe ser entendida de forma realista,
ello supone que necesariamente no hay posesión propiamente tal sino cuando media
realmente el corpus y animus.
Esto lleva a hablar de “inscripciones de papel”; aquellas en que el único respaldo de la
posesión es la inscripción, pero no existe ni animus ni corpus respecto de ese bien.

b) Conservación y Pérdida.

Situación es limítrofe, pues al no estar registrados, éstos muebles tienen un régimen


semejante al de los bienes muebles. Pero son bienes inmuebles, y en cuanto tales,
deberían serles aplicables las normas que se refieren a dicha clase de bienes.
Por eso hay una discusión entre:
- Los autores que sostienen que la posesión de inmuebles debe ser entendida
sólo desde la perspectiva registral; o sea que la posesión descansa en una
ficción.
- Los autores de una perspectiva real o material; tratándose de bienes
ingresados al sistema registral, no es necesariamente en la inscripción donde
descansa la posesión material.
Esa discusión es atingente al problema de los inmuebles no inscritos, especialmente
respecto de su conservación y pérdida, por el 718, pues para que cese la posesión
inscrita es necesario que se cancele la inscripción. Además esta el 686, y el dominio
de bienes muebles debe hacerse por inscripción, y la posesión es el ejercicio de hecho
del contenido de ese derecho.

Art. 718. Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se
entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere,
durante todo el tiempo que duró la indivisión.
Podrá pues añadir este tiempo al de su posesión exclusiva, y las enajenaciones
que haya hecho por sí solo de la cosa común y los derechos reales con que la haya
gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido comprendida en la enajenación
o gravamen. Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá la
enajenación o gravamen contra la voluntad de los respectivos adjudicatarios.
Como es una situación limítrofe entre muebles e inmuebles, se ha dicho que la
posesión se puede perder por:
1. Abandono. En la antigua legislación castellana, esta procedía tanto de bienes
muebles e inmuebles.
2. Enajenación.
3. Usurpación, en el sentido de Apoderamiento; no en el sentido del delito, sino
del que habla el 726; una persona se apodera de la cosa con animo de hacerla
suya; forma de perder la posesión de los muebles. Se produce la duda de saber
que ocurre con el amparo posesorio, pues el 924 y 925, establecen el modo de
probar la posesión.

Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras
ésta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna
prueba de posesión con que se pretenda impugnarla.

Art. 925. Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positivos, de aquellos a
que sólo da derecho el dominio, como el corte de maderas, la construcción de
edificios, la de cerramientos, las plantaciones o sementeras, y otros de igual
significación, ejecutados sin el consentimiento del que disputa la posesión.

132
Las acciones posesorias tienen diversas finalidades; y la norma refiere el modo
de probarla. El 925 habla de lo que consiste la posesión; ejercer el contenido
del derecho de dominio sin el ministerio ni autorización de persona ajena (pues
seria reconocer dominio ajeno, convirtiéndose en mera tenencia).
El relevante en este caso es el art. 924, de ahí que se dice que la inscripción es
garantía, prueba y requisito de la posesión. El 918 ha indicado que hay que ser
poseedor al menos durante un año; entonces el 924 repite esa norma.

Art. 918. No podrá instaurar una acción posesoria sino el que ha estado en posesión
tranquila y no interrumpida un año completo.

La pregunta que se formula es; qué ocurre si una persona se apodera del
inmueble como en el 926, y luego cumpliendo las exigencias del 693 del CC,
efectúa las publicaciones y logra para si una inscripción; al cabo de un año, esa
inscripción seria inatacable en cuanto prueba de la posesión; conflicto de cuál
posesión prima. El bien de la persona que se apodera del inmueble y el que era
poseedor de la cosa de la cual se apoderó la otra y que la inscribió a su nombre
cumpliendo los requisitos.
El tema va a depender del concepto de posesión que se tome.

4. Imposibilidades de ejercer actos posesorios sobre la cosa; las cosas hay que
juzgarlas de definitivas o transitorias de acuerdo a un plazo de verificación.
Hay que ver cual es el plazo para distinguir si la imposibilidad de ejercer acto
posesorio es definitiva o transitoria, un criterio para ello es el Art. 653…
coordinar con el 2502… Hay normas qu e no establecen plazo ni criterio, y
generan problemas, por ejemplo, como el 1675.

Art. 653. Si una heredad ha sido inundada, el terreno restituido por las aguas dentro
de los cinco años subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños.

Art. 2502. La interrupción es natural:


1.º Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible
el ejercicio de actos posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente
inundada;
2.º Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de
descontarse su duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace
perder todo el tiempo de la posesión anterior; a menos que se haya recobrado
legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el título De las acciones
posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el
desposeído.

Art. 1675. Si reaparece la cosa perdida cuya existencia se ignoraba, podrá reclamarla
el acreedor, restituyendo lo que hubiere recibido en razón de su precio.

5. Situación en que una persona inscribe el bien a su nombre, cumpliendo los


requisitos propios -que puede o no coincidir con el 3 caso-.

6. Art. 730. Situación en que una persona mero tenedora de un bien, lo usurpa
y lo enajena; en ese caso no se pierde la posesión respecto del poseedor
original –aquel en cuyo nombre el poseedor lo tenía- ni se gana por el
usurpador, pero si el injusto detentador la enajena, si nace posesión en el
adquiriente.

133
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito,
se da por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se
adquiere por otra, sin la competente inscripción.

4) Bienes inmuebles inscritos.

a) Introducción
Un conjunto de normas del CC, aisladamente ubicadas, han sido reunidas
sistemáticamente en la Teoría de la Posesión Inscrita. El PDR Montt en el discurso al
congreso señalaba que la regulación de la posesión y el establecimiento de un registro
conservatorio buscaba que a la larga propiedad-posesión-inscripción fuera la misma
cosa. Sin embargo, por tratarse de un sistema de folio personal –y no real- ese cuadro
presente que buscaba el legislador que representara lo anterior, no es tan real, pues
debe recurrirse a diversos registros para determinar la situación actual del bien. A
ello se suma que la cancelación de una inscripción se realiza por una nueva
inscripción, y es a inscripción nueva que cancela, no supone una constancia en la
antigua inscripción. Por eso se ha llamado a esta 3ª forma cancelación virtual pues
este simple hecho cancela la inscripción y posesión anterior; esto supone que si buen
se debe sub-inscribir la cancelación, ello no es requisito para que la inscripción
anterior quede cancelada, ello puede hacer que existan dos cadenas registrales,
problema analizado anteriormente.
En tercer lugar, a pesar de las buenas intenciones de el Legislador y contando los
escasos medios con que se contaba en la época; hasta el momento no se ha llegado a
la plena incorporación de todos los inmuebles al sistema registral; por ello una
comisión del Ministerio de Justicia se esta estudiando un proyecto de reforma del
Conservador; se quiere cambiar a Folio Real, para solucionar estos inconvenientes
para además producir un catastro de a quien pertenecen efectivamente los inmuebles
en Chile.
Además el CC estaba conciente que no se iba a establecer esta plena identificación,
por eso se establece la presunción dominical, y además las distintas instancias que
gobiernos han procedido a asignar terrenos o dictar leyes de regularización (Decreto
ley 2695 de regularización de la pequeña propiedad raíz).

Sistema que configura este régimen de posesión inscrita; importante conocer de


memoria este contenido; art. 686… art. 696…702…cuando el titulo requiere
tradición… art. 708… art. 724… art. 728… art. 729… art. 730 inc. 2º… art. 924… art.
2505… esas normas configuran la teoría de la Posesión inscrita

Art. 686. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la inscripción
del título en el Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o de uso
constituidos en bienes raíces, de los derechos de habitación o de censo y del derecho
de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de Minería.

Art. 696. Los títulos cuya inscripción se prescribe en los artículos anteriores, no darán
o transferirán la posesión efectiva del respectivo derecho, mientras la inscripción no
se efectúe de la manera que en dichos artículos se ordena; pero esta disposición no
regirá sino respecto de los títulos que se confieran después del término señalado en el
reglamento antedicho.

134
Art. 702. La posesión puede ser regular o irregular.
Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena
fe; aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede ser por
consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de
buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla, hará
presumir la tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la inscripción del
título.

Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados
en el artículo 702.

Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este
medio.

Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se
cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título
inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.

Art. 729. Si alguien, pretendiéndose dueño, se apodera violenta o clandestinamente


de un inmueble cuyo título no está inscrito, el que tenía la posesión la pierde.

Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por
dueño de ella, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos
que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este caso la persona a quien
se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito, se da
por dueño de ella y la enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere
por otra, sin la competente inscripción.

Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras
ésta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna
prueba de posesión con que se pretenda impugnarla.

Art. 2505. Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de


bienes raíces, o de derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título
inscrito; ni empezará a correr sino desde la inscripción del segundo.

135
La inscripción constituye requisito, garantía y prueba de la posesión:
- Requisito pues en todas las normas vistas se indica que para la posesión de los
bienes en que se requiere la tradición, debe haber inscripción.
- Prueba, pues el 924 indica que si la inscripción ha durado un año entero, no
existe forma de probar la posesión sino mediante la inscripción
- Garantía pues el 728 dice que mientras dure la inscripción sin proceder la
cancelación por dichas vías, la persona sigue gozando de la posesión.

Pero este principio tan claro no ha sido compartido por toda la doctrina, y se han ido
negando estas funciones de la inscripción, principalmente por las inscripciones de
papel; aquellas inscripciones desprovistas de posesión material, sin coincidir lo que
dice el registro y la posesión material del inmueble.

b) Adquisición

Distinguir si el titulo es; traslaticio o no traslativo de dominio, pues el 724 implica que
la aplicación de la norma va a depender de que exista la tradición como requisito.
La prescripción supone que se cumpla que se cumpla lo dispuesto en el 2505; que no
cabe la prescripción de un mueble inscrito sino mediante otro título inscrito; al menos
en ese caso se requiere otra inscripción.
En la accesión, vale lo dicho de los inmuebles no inscritos; no es necesaria una nueva
inscripción, y lo que se añade se produce con los requisitos propios de cada accesión.
En la ocupación, hay un problema. Según una primera teoría pareciera que la
ocupación en cuanto título de posesión –no en cuanto modo de adquirir- sería posible
dado que el 724 señala que la adquisición de las cosas cuya “tradición requiera
inscripción”, y la ocupación no la requiere, y por lo mismo, respecto esta clase de
bienes inmuebles inscritos, tratándose del titulo de ocupación podría darse lugar lo
del 726; que una persona se apodere del bien. Pero, según una segunda teoría, esta
interpretación topa con otra norma del mismo titulo y mismo párrafo; art. 728, que
sitúa a la inscripción en una función de requisito de la posesión y también de garantía;
se conserva la posesión inscrita mientras ella no se cancele, o sea, no podría
adquirirse ni por inscripción ni cancelación, por eso la razón del 728.

Respecto de los títulos traslaticios de dominio aplica plenamente el 724.

c) Conservación y Pérdida.

Aquí la norma a considerar es el 728, dado que la redacción habla para que cese la
posesión, pero también puede leerse en clave de conservación. La posesión de
inmuebles inscritos se conserva mientras esta vigente la inscripción. Se pierde una
vez que la inscripción se ha cancelado.
La cancelación puede tener tres orígenes;
- Voluntad de las partes. Esta forma de operar la cancelación se llama reciliacion
o mutuo disenso, y encuentra fuente normativa en el 1545 y 1567.

Art. 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no
puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales.

Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla
por nula.
Las obligaciones se extinguen además en todo o parte:
1º Por la solución o pago efectivo;
2º Por la novación;
3º Por la transacción;

136
4º Por la remisión;
5º Por la compensación;
6º Por la confusión;
7º Por la pérdida de la cosa que se debe;
8º Por la declaración de nulidad o por la rescisión;
9º Por el evento de la condición resolutoria;
10º Por la prescripción.
De la transacción y la prescripción se tratará al fin de este Libro; de la
condición resolutoria se ha tratado en el título De las obligaciones condicionales.

Invalidar en el sentido de privación de efectos. Dos personas celebran una


compraventa y deciden reciliar ese contrato. La reciliacion debe alcanzar tanto
al titulo –la compraventa- como a la inscripción, pues ha operado como el modo
de adquirir, y para que se retrotraiga la situación anterior de las partes, debe
cancelarse la inscripción, caso en que se pone el 728. Esta cancelación se hace
mediante una subinscripción, pues el art. 91 del Reglamento del Conservador
lo indica. La revisión del título puede ser tanto adelante como hacia atrás.
Debe ser por escritura pública el mutuo disenso.
Reglamento:
Art. 91. Son igualmente objeto de subinscripción las cancelaciones, sean parciales o
totales, convencionales o decretadas por la justicia.

- Decreto judicial. Es la sentencia pronunciada por un tribunal la que ordena


cancelar la inscripción; ejemplo del juicio de reivindicación, el dueño persigue
recuperar la posesión respecto otro que la tiene por inscripción. La sentencia
que accede a la demanda deberá cancelar la inscripción por la cual el poseedor
tenía la posesión. O también en un juicio de nulidad, o resolución (de efecto
retroactivo). La forma de reestablecer a las partes se realiza por la practica de
las inscripciones que corresponda; por eso al pedir nulidad de un contrato
sobre inmuebles, debe pedirse al tribunal entre las peticiones, también la
cancelación de las inscripciones, pues los jueces en general no conceden la
cancelación si no ha sido pedida, por eso estaría concediendo más de lo pedido
por las partes y la sentencia adolecería de ultra petita.

- Por una Nueva inscripción, es la forma más común; cancelación virtual, que se
produce por el solo hecho de efectuarse la nueva inscripción sin que sea
necesario que se practique una subinscripcion –como si es necesario en las
anteriores- con lo que podría producirse el problema de que no se tome nota al
margen y se celebre a un acto sobre el inmueble, produciéndose de nuevo el
problema de las cadenas paralelas. Discusión se ha producido respecto de lo
que se entiende por competente inscripción, porque el 730 –que habla del
injusto detentador- dice en su inc. 2º… ya sabemos que la inscripción es la que
cancela, y la competente inscripción la que produce el efecto de pasar la
posesión de un poseedor a otro mediando la usurpación. Para algunos la
competente inscripción se satisface cumpliéndose los requisitos formales para
ello, con lo cual se da lugar a las inscripciones de papel, una inscripción sin
respaldo material. Para otros es necesario que la inscripción provenga de
poseedor inscrito, Peñailillo dice que si no, se crearía una cuarta forma de
cancelación; cancelación por inscripción de papel, con lo que se anularía el
efecto perseguido por el 728. esta segunda interpretación obliga a buscar el
sentido del 730. Parecería ser que para encontrar sentido a lo de Pañailillo,
debe entenderse que en esa competente inscripción debe concurrir la voluntad
del poseedor inscrito

137
10. Prueba de la Posesión

La posesión se prueba de distinta forma según si son:


- Bienes muebles; debe probarse por actos de aquellos que da lugar el dominio
- Bienes inmuebles; rigen el 924 y 925. Si la inscripción ha durado más de una
año no se admite prueba en contrario. Sin embargo la ley establece algunas
presunciones y ficciones para facilitar la prueba de la posesión;
3) inc. 2º del art. 700 en que el poseedor se reputa dueño, desplazando la
carga de la prueba a quien disputa la posesión.
4) Art. 731. Sabemos que la posesión se puede interrumpir naturalmente
de acuerdo a lo señalado por el 2502. Lo que se dice de las acciones
posesorias también debe decirse de la acción publiciana (894, la que
corresponde al que esta en vías de ganar la cosa por prescripción).
5) Art. 719… Dos presunciones. Si se ha empezado a poseer a nombre
propio… Si se ha empezado a poseer en nombre ajeno…

Art. 719. Si se ha empezado a poseer a nombre propio, se presume que esta posesión
ha continuado hasta el momento en que se alega.
Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igualmente la
continuación del mismo orden de cosas.
Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se
presume la posesión en el tiempo intermedio.

Art. 731. El que recupera legalmente la posesión perdida, se entenderá haberla tenido
durante todo el tiempo intermedio.

138
Capítulo X
La Prescripción

1. Introducción y Concepto

Se trata de la prescripción adquisitiva y extintiva conjuntamente, pues ambas suponen


elementos comunes. Respecto de la extintiva la inactividad del acreedor para exigir el
cobro de su crédito. De ambas; el transcurso del plazo necesario es la nota común
característica.
Por ello el CC trata la prescripción dedicando un titulo a fijar normas comunes, y
luego se dedica a tratar de cada una de ellas. Otros códigos han optado por tratar la
prescripción según sus distintas sedes; a los derechos reales y al libro de
obligaciones.
Con todo este tratamiento no es uniformemente seguido por todos.

Se haya definida en el art. 2492.


Art. 2492. La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las
acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido
dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
requisitos legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la
prescripción.

- Adquisitiva: el modo de adquirir las cosas ajenas por haberse poseído durante
cierto lapso de tiempo y concurriendo los demás requisitos legales.
- Extintiva: el modo de extinguir las acciones y derechos por no haberse ejercido
estos por un plazo determinado, concurriendo los requisitos legales. Es
importante que lo que se produce es la imposibilidad de reclamar el
cumplimiento de la obligación; el CC en el 1492 y 1567 comete una
impropiedad a subsanar por otros preceptos; 1470 el CC distingue entre
obligaciones civiles y naturales, así cuando la obligación transita de civil a
natural, se produce la perdida de la acción de exigir el cumplimiento, pero no
la excepción de retener, por eso más que extinción de la obligación, hay
inexigibilidad – la que supone que se active en un mismo momento que uno
pueda exigir y otro pueda ejecutar el deber-. La prescripción extintiva dice que
la prescripción se cuenta desde que el título se hace exigible; 2514, comienza a
correr el plazo.
Ambas tienen algún sustrato en común; consolidación de determinada situación
jurídica por el transcurso del tiempo.

2. Prescripción y Constitución

Se ha discutido si contraviene al art. 19 Nº 24, pues dicha norma señala que la


privación del dominio sólo se puede producir cuando una ley general o especial así lo
autorice y proceda la expropiación; conjunto complejo de actos que supone una serie
de requisitos.
Considerar la redacción del 19 Nº 24; innova respecto de las anteriores redacciones
(Nº 10 de la constitución del 25), pues si bien el objetivo que busca el cambio de
redacción es ampliar la protección del dominio, redujo la forma de privar el dominio
que contenían los antiguos textos constitucionales. Existe en el CC la garantía
patrimonial universal o derecho de prenda general, proveniente del Código Francés,
el nuestro tiene una redacción elogiable de aquella, todos los bienes del deudor están
sujetos a la responsabilidad del deudor por sus obligaciones, y el concepto de bienes
se refiere al patrimonio. Coordinar el art. 2465 con el art. 2469.

139
Art. 2465. Toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su
ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o
futuros, exceptuándose solamente los no embargables, designados en el artículo
1618.

Art. 2469. Los acreedores, con las excepciones indicadas en el artículo 1618, podrán
exigir que se vendan todos los bienes del deudor hasta concurrencia de sus créditos,
inclusos los intereses y los costos de la cobranza, para que con el producto se les
satisfaga íntegramente si fueren suficientes los bienes, y en caso de no serlo, a
prorrata, cuando no haya causas especiales para preferir ciertos créditos, según la
clasificación que sigue.

La expropiación por sentencia judicial era la venta de los bienes del deudor, causada
por algún procedimiento de apremio; lo cual daba constitucionalidad partiendo del
texto de la constitución anterior. Desaparecido aquel texto original, ha habido autores
que han cuestionado la constitucionalidad del embargo, y por tanto, de la realización
de los bienes a través de los procedimientos de apremio, por eliminarse esa referencia
de la constitución anterior.
En razón de esa única forma de privar a alguien de su dominio, se ha cuestionado
también la constitucionalidad de la prescripción, sin embargo el mismo Nº 24 ha
entregado a la Ley a la forma de adquirir la propiedad, y la adquisición de la
propiedad supone la extinción de una propiedad anterior; en sentido amplio. Por esa
vía podría salvarse la inconstitucionalidad de la prescripción en cuanto privación del
dominio.

La CENC tuvo presente la posible incompatibilidad de la institución con el texto que


se aprobaba, pero no tomó una postura.

Lo importante será determinar el plazo en que se realiza la prescripción; si significa


consolidar una situación jurídica o la privación de una derecho, por ello el plazo va a
variar si la posesión es regular o irregular, si ha existido buena fe inicial o no, etc.
Cuando la posesión es regular se distingue entre bienes muebles e inmuebles, por la
importancia del sistema registral para los inmuebles.

3. Reglas comunes a toda Prescripción

Luego del 2492 el CC da estas reglas comunes;

- Alegación. 2493. Quien desee aprovecharse de la prescripción debe alegarla, y


agrega el 2493 que el juez no puede declararla de oficio. Varios puntos a
analizar

Art. 2493. El que quiera aprovecharse de la prescripción debe alegarla; el juez no


puede declararla de oficio.

1) Determinar cuando se produce la adquisición del dominio de las cosas que


se posee por medio de la prescripción. Pues la redacción del 2493 importa
el reconocimiento que la alegación exigida debe ser judicial, y por tanto,
debe existir finalmente una sentencia de ese juez respecto de la adquisición
de un bien por prescripción. El problema esta en determinar si la
adquisición se produce al momento en que se cumplen los requisitos de la
prescripción o solo una vez que el poseedor lo ha alegado y existe un
pronunciamiento judicial. Determinar cuando se adquirió el dominio es
importante no solo en esta sede, sino también por el ejercicio de

140
determinadas acciones; art. 894… habla sobre la accion publiciana –la que
corresponde al poseedor regular que se hallaba en vías de ganar la cosa por
prescripción-.

Art. 894. Se concede la misma acción, aunque no se pruebe dominio, al que ha


perdido la posesión regular de la cosa, y se hallaba en el caso de poderla ganar por
prescripción.
Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o
mejor derecho.

De la segunda frase del articulo, han surgido dos interpretaciones; a) Una


persona se halla en ese caso mientras posee y no se han cumplido los
requisitos para adquirir por prescripción, y b) y partiendo del 2493, dice
que una persona se halla en esa posición si ha poseído y se ha cumplido el
plazo para prescribir, pero lo que le falta es la alegación, alegar la
prescripción, elemento que la activa. La alegación cumpliría solo la
posibilidad de reportar beneficios de un derecho, algo similar ocurriría en
la prescripción, una persona ya ha adquirido el dominio, pero si quiere
obtener beneficio de ello, debe alegar, lo que supone analizar el segundo
aspecto.

2) La Forma en que debe alegarse la prescripción. No hay duda que la


alegación debe realizarse en juicio, y no existen formulas sacramentales
para realizarla. Pero debe verse si es posible por vía de acción o de
excepción. Por vía de acción, cuando el nuevo dueño lleva la carga del juicio
a delante. Por excepción, como medio de defensa. Por excepción hay
sustento en art. 310 del CPC, donde se menciona una serie de excepciones
que pueden oponerse durante todo el curso del juicio hasta la citación para
oír sentencia en primera instancia; una de ellas es la prescripción. Dado
que el ordenamiento lo contempla, también se puede alegar por vía de
excepción la prescripción, sin embargo, respecto esta segunda vía han
existido varias interpretaciones; a) Bastaría la alegación única y exclusiva
para la prescripción , y b) Ha dicho que si bien lógicamente y
dogmáticamente no hay inconveniente a la prescripción por esta vía (pues
es la pretensión del que se defiende) no basta con eso, es necesario
también que se demande reconvencionalmente (que se ejerza como acción
en el mismo juicio) la prescripción. La restricción a alegar la prescripción
por excepción se funda en la diferencia de requisitos entre la prescripción
adquisitiva y extintiva. La extintiva supone transcurso de un plazo
dependiendo del titulo (desde que el derecho es exigible); 5 años la
ordinaria, 3 años en titulo ejecutivo, y otros plazos especiales, como por
ejemplo la interverción de la prescripción. En la adquisitiva es necesario
acreditar la posesión (según el 924 y 925 más las presunciones), pero
también calificar la posesión, pues una persona puede ser poseedor regular
o irregular, vicioso o no vicioso etc., pues de ello dependerá el plazo de la
prescripción, y ello ya no es materia de apreciación conforme al merito,
sino supone un juicio de lato conocimiento; o sea, el 310 permite alegar la
prescripción durante todo el transcurso del juicio de primera instancia, o
antes de la vista de la causa en segunda instancia, lo cual podría ser que un
poco antes del alegato, se pudiere alegar la prescripción, y para ello se
concluye que el 710 referiría solo a la prescripción extintiva, pues basta con
el transcurso del tiempo. La exigibilidad de un derecho en general consta
en el título del mismo. En suma; la prescripción se puede alegar como
acción, y al parecer, la alegación por vía de defensa, debe hacerse
reconvencionalmente, o sea, ejerciendo una acción en el mismo juicio.

141
3) La forma de alegarla como acción da múltiples alternativas. Se ha concluido
que el poseedor que ha pasado a ser dueño por prescripción es
propiamente dueño, por ser poseedor y el transcurso del tiempo; así es
posible que ejerza su derecho invocándolo como el titulo del a pretensión
que ejerce; ejemplo; ejerce la reivindicatoria y la alegación de la
prescripción. O bien como una alegación forzando al tribunal por una
acción declarativa de mera certeza; para que el tribunal corrobore si se han
cumplido los requisitos propios de la prescripción adquisitiva y declare por
sentencia judicial que dicha persona es dueño; por eso el 2513 señala…

Art. 2513. La sentencia judicial que declara una prescripción hará las veces de
escritura pública para la propiedad de bienes raíces o de derechos reales constituidos
en ellos; pero no valdrá contra terceros sin la competente inscripción.

4) El juez no puede declararla de oficio, lo que distingue a la adquisitiva de la


extintiva y también de la caducidad. La extintiva en ocasiones, la
prescripción de la pena o el delito en materia penal, pueden ser declaradas
de oficio por el juez. La caducidad es cercana a la prescripción extintiva,
consiste en la pérdida de un derecho por no haberlo ejercido dentro de
plazo, se relaciona a la preclusión procesal. A la caducidad pertenece por
ejemplo, la acción ejecutiva, que incumbe a los títulos que la ley reconoce
merito ejecutivo (434 del CPC, de enumeración no taxativa), y debe
ejercerse dentro de los 3 años siguientes, y si han pasado, el juez llamado a
conocer de la ejecución que se solicita, puede de oficio rechazar dar curso a
la demanda; no se trata de una prescripción, pues el juez no puede
declararla, sino de una caducidad.

- Renuncia. 2494.

Art. 2494. La prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo
después de cumplida.
Renúnciase tácitamente, cuando el que puede alegarla manifiesta por un hecho
suyo que reconoce el derecho del dueño o del acreedor; por ejemplo, cuando
cumplidas las condiciones legales de la prescripción, el poseedor de la cosa la toma
en arriendo, o el que debe dinero paga intereses o pide plazo.

La Prescripción puede ser renunciada, el titular dispone de la facultad de


aprovecharse de su beneficio. La renuncia puede ser expresa o tácita como
señala el mismo artículo. Expresa; por acto formal e inequívoco manifiesta su
voluntad en esa dirección. Tácita; cuando se manifiesta por un hecho suyo la
voluntad en dicha dirección, o sea, cualquier acto que importe reconocer el
derecho del dueño.

Requisitos que debe cumplir la renuncia


1) Sólo puede efectuarse una vez cumplida la prescripción; hay que hacer la
consideración de nuevo de cuando se encuentra cumplida la prescripción.
La mayoría piensa que esta cumplida una vez realizado el plazo legal. La
razón de este requisito de renuncia se encuentra en el art. 12 CC, pues se
niega la posibilidad de renunciar si se mira al orden publico. El OPC
establece bases relevantes para el funcionamiento de la economía de un
país, y una de ellas refiere a los principios regentes de la adquisición,
conservación y perdida de la propiedad, por tanto, si una persona solo es
poseedor, no podría ejercer un derecho renunciando el mismo si no lo tiene;
se encuentra en una situación de facto. Si una persona ejerce lo que

142
importa la renuncia (2494) esta eliminando la posesión. La prescripción
solo puede ser renunciada cuando se ha cumplido el plazo exigido por la ley.
La renuncia no supone, a diferencia de la alegación, que sea solo de
ejercicio judicial, sino también extrajudicial.
2) Quién renuncia la prescripción debe tener facultad de enajenar. Art. 2495.

Art. 2495. No puede renunciar la prescripción sino el que puede enajenar.

El CC distingue capacidad de ejercicio –no concurrencia de una incapacidad


de ejercicio- de la facultad de disposición -670 y 1575, ahora en el 2495 la
encontramos también-. ¿Por qué? Pues la renuncia es un acto de
disposición, ya que el derecho adquirido por prescripción ya ha ingresado al
patrimonio, por lo que esta haciendo salir ese derecho del patrimonio; así
se requiere tanto la capacidad de ejercicio, como las facultades de enajenar,
por ejemplo, que no haya incapacidad de enajenarse en la cosa.

- Las reglas relativas a …….. Art. 2497.

Art. 2497. Las reglas relativas a la prescripción se aplican igualmente a favor y en


contra del Estado, de las iglesias, de las municipalidades, de los establecimientos y
corporaciones nacionales, y de los individuos particulares que tienen la libre
administración de lo suyo.

La norma busca la igualdad entre las personas que ahí se menciona, igualdad
que el mismo CC ha establecido en otras disposiciones (art. 14, 57, 54 y 55,
547), por lo tanto se señala que la prescripción corre a favor y en contra de
cualquier persona. La regla tiene su origen en García Goyena, quien buscaba
eliminar privilegios de la Iglesia Católica de prescripciones de 100 años, etc.
Esta norma tiene especial discusión respecto los juicios de nulidad de derecho
público, un sector cada vez más minoritario señala que es imprescriptible la
acción para pedir la nulidad de derecho público, y la doctrina mayoritaria
señala que si es prescriptible.

4. Prescripción Adquisitiva en concreto

4.1. Cosas susceptibles de ganarse por prescripción.

Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente
exceptuados.

Surgen los primeros bienes excluidos; los bienes incomerciables, y ellos incluyen a los
bienes que la Naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres – que por su
naturaleza no pueden ser de titularidad exclusiva en una persona 585-. El segundo
grupo de incomerciables son los bienes nacionales de uso público según el 589, cuya
titularidad diluida en toda la nación, y tutela Estatal de los mismos.
Señala el mismo artículo 2498 luego, los otros derechos reales; coordinar esa norma
al 2512.

Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera
que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1.a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción
extraordinaria de diez años.

143
2.a El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.

Se pueden ganar por prescripción:


1) Bienes Corporales
2) Derechos Reales; con exclusión de las servidumbres continuas, discontinuas
inaparentes.

No se pueden ganar por prescripción


1) Las cosas fuera del comercio: Bienes comunes a todos los hombres, y bienes
nacionales de uso público.
2) Derechos Personales. Nuevamente queda en el aire el tema de los derechos
personales. Así, como no son susceptibles de posesión, salvo que se trate de un
derecho corporificado (cheque al portador o cuando el crédito forma parte de
una herencia que se posee); debiésemos incluirlos en el grupo de los que no se
pueden prescribir, salvo las excepciones señaladas.

Sin embargo, no todos los derechos reales se pueden prescribir. Las


servidumbres solo se pueden prescribir si son continuas aparentes. Art. 824,
882???. La razón es la dificultad de verificar si se ejerce correctamente en el
caso de las discontinuas o inaparentes, pues no hay señal física. Además se
supone que no hay título; de palabra se convino.

4.2. Posesión
Definida en el 700.

a) El Artículo 2499 señala.

Art. 2499. La omisión de actos de mera facultad, y la mera tolerancia de actos de que
no resulta gravamen, no confieren posesión, ni dan fundamento a prescripción alguna.
Así el que durante muchos años dejó de edificar en un terreno suyo, no por eso
confiere a su vecino el derecho de impedirle que edifique.
Del mismo modo, el que tolera que el ganado de su vecino transite por sus
tierras eriales o paste en ellas, no por eso se impone la servidumbre de este tránsito o
pasto.
Se llaman actos de mera facultad los que cada cual puede ejecutar en lo suyo,
sin necesidad del consentimiento de otro.

Importa el principio en su inciso 1º, ellos no confieren posesión y no puede alegarse


prescripción de un derecho por el transcurso del tiempo.

b) Art. 2500… se refiere a la materia de accesión de posesiones.

Art. 2500. Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin interrupción por dos o más
personas, el tiempo del antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor, según
lo dispuesto en el artículo 717.
La posesión principiada por una persona difunta continúa en la herencia
yacente, que se entiende poseer a nombre del heredero.

c) Clase de Posesión.

Puede tener calidades; regular e irregular, y vicios; clandestina o violenta. Además


tanto la posesión regular e irregular dan lugar a prescripción ordinaria y
extraordinaria en su caso.

144
Art. 2507. Para ganar la prescripción ordinaria se necesita posesión regular no
interrumpida, durante el tiempo que las leyes requieren.

Art. 2510. El dominio de cosas comerciales que no ha sido adquirido por la


prescripción ordinaria, puede serlo por la extraordinaria, bajo las reglas que van a
expresarse:
1.a Para la prescripción extraordinaria no es necesario título alguno.
2.a Se presume en ella de derecho la buena fe, sin embargo de la falta de un
título adquisitivo de dominio.
3.a Pero la existencia de un título de mera tenencia hará presumir mala fe, y no
dará lugar a la prescripción, a menos de concurrir estas dos circunstancias:
1.a Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años
se haya reconocido expresa o tácitamente su dominio por el que alega la prescripción;
2.a Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia,
clandestinidad ni interrupción por el mismo espacio de tiempo.

El problema es si las posesiones viciosas dan o no lugar a prescripción. La mayoría de


la doctrina sostienen que no dan lugar a prescripción las posesiones viciosas, y en
cuanto tales, serían posesiones inútiles, pues no permitirían ganar por prescripción
adquisitiva, que es la primera finalidad de la posesión.
Contra esto, hay autores que señalan que el art. 2510 tiene tal eficacia de
saneamiento que permitiría sanar esos vicios de la posesión y permitir al poseedor
adquirir por prescripción.

d) Que la Posesión no esté interrumpida ni suspendida.

Lo que significa revisar la interrupción de la prescripción. Para la prescripción es


necesario que la posesión no esté interrumpida.
La interrupción es un evento que en virtud de la ley tiene la fuerza para paralizar la
posesión que se tiene sobre una cosa, y hacer perder ese plazo.

2501 El CC no las define, pero las menciona.

Art. 2501. Posesión no interrumpida es la que no ha sufrido ninguna interrupción


natural o civil.

- Interrupción Natural: 2502, se mencionan dos casos en que se afecta o el


corpus o el animus.

Art. 2502. La interrupción es natural:


1.º Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible
el ejercicio de actos posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente
inundada;
2.º Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de
descontarse su duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace
perder todo el tiempo de la posesión anterior; a menos que se haya recobrado
legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el título De las acciones
posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el
desposeído.

En la primera forma de interrupción natural, la cosa físicamente no ha pasado


a otra persona, y sin embargo, ejercer de hecho las facultades se hace
imposible por ciertas circunstancias. Permite conectar la norma a la accesión, y
hay que determinar si la circunstancia es temporal o permanente. Si es

145
permanente producirá la perdida del dominio de la misma. Como en todo, es
necesario fijar un plazo, y él aparece dado por el 653, ubicado entre las normas
de la accesión; si dura más de 5 años se pierde el dominio para el dueño.

Art. 653. Si una heredad ha sido inundada, el terreno restituido por las aguas dentro
de los cinco años subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños.

La segunda forma se hace imposible realizar los actos posesorios pues ni


siquiera se puede detentar virtualmente los poderes; lo efectos son distintos en
según si sea el primer o el segundo caso, y ello indica la normativa. Ello debe
conectarse a las formas de conservar y perder la posesión; que posesión prima.

- Interrupción Civil: tratada en el 2503.

Art. 2503. Interrupción civil es todo recurso judicial intentado por el que se pretende
verdadero dueño de la cosa, contra el poseedor.
Sólo el que ha intentado este recurso podrá alegar la interrupción; y ni aun él
en los casos siguientes:
1.º Si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal;
2.º Si el recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró
abandonada la instancia;
3.º Si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
En estos tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la prescripción
por la demanda.

Todo recurso judicial por el que se pretende dueño de la cosa contra el


poseedor. La prescripción buscaba sancionar la inactividad del dueño, o del
acreedor según la clase de prescripción. Así la interrupción se producirá
cuando uno de los elementos como la posesión se ve afectado de alguna forma,
como el 2502, o bien cuando el que se pretende dueño ha salido de su inercia y
manifiesta judicialmente su pretendida titularidad sobre la cosa. El CC habla
de recurso judicial, a diferencia del 2518 de la prescripción extintiva donde
dirá “demanda judicial”; se ha entendido que el concepto debe interpretarse de
modo amplio, de forma de comprender cualquier pretensión ejercida
judicialmente implique controversia; o sea, excluyendo los actos no
contenciosos, por tanto, incluirá las acciones judiciales –demandas, etc.- y
cualquier acto que suponga o se funde en el derecho que otro está poseyendo –
ejemplo, la acción reivindicatoria-. Supone que se notifique la demanda o
gestión que se ha iniciado; el efecto de interrupción se produce una vez
notificado, esto ya que relación procesal hay solo una vez que ambas partes se
encuentran emplazadas, que el demandado haya sido notificado. Sin embargo
la exigencia de notificación no parece responder al sistema del CPC pues él
hace sinónimos procedimiento y juicio, y entiende que hay tal desde que se
presenta la medida prejudicial, sin ser necesario el emplazamiento. La
exigencia en todo caso, parece tener una razón de interdicción de la mala fe;
que una persona presente demanda que nunca notifique, interrumpiendo la
prescripción con vagas razones. No es necesario que la demanda sea
presentada en tribunal competente.
Sin embargo se ha discutido sobre la necesidad de que la notificación de la
demanda se produzca dentro del término de la prescripción. La prescripción
produce sus efectos cuando transcurre el ultimo día del plazo legal, y opera
automáticamente sin necesidad de declaración judicial, la duda es si la
demanda se presenta durante los años y se notifica una vez transcurrido el
plazo, y si ello tiene el efecto propio de la interrupción. Se ha entendido que

146
no; basta con la presentación de la demanda durante el término establecido por
la ley, sin perjuicio de que su notificación pueda ser posterior.
La interrupción civil sólo puede alegarla quien ha procedido a la interrupción, y
produce el efecto de hacer perder el tiempo de posesión.
Sin embargo, aun mediando este recurso judicial, el efecto de interrupción no
se produce si la demanda no ha sido notificada legalmente, no habiendo
incidente de nulidad de notificación.
El segundo caso; si el demandante se desistió de la demanda o se declaro
abandonado el procedimiento. Ambos son incidentes del juicio, y tienen efectos
distintos. El desistimiento de la demanda tiene efecto de cosa juzgada y se
produce una vez notificada la demanda; lo que la distingue del “retiro de la
demanda”, donde el demandante puede retirar la demanda libremente si no se
ha notificado. El Desistimiento de la demanda es declarado por el juez. El
abandono del procedimiento en cambio, supone también una sanción al
litigante negligente, y procede cuando han transcurrido mas de 6 meses en un
juicio sin que se realice ninguna gestión útil; si ello ha ocurrido el demandado
puede solicitar el abandono del procedimiento, solicitándolo como acción-
pidiéndolo expresamente- o como excepción –cuando el demandante opone
una acción a su efecto, y la contraparte la opone como excepción-. No tiene
efecto de cosa juzgada, así que podría volver a intentarse la acción. El último
caso es si el poseedor ha obtenido sentencia absolutoria. En estos tres casos se
entiende que no ha habido interrupción.

El CC no lo dice, pero también constituirá interrupción algún acto del poseedor


en vías de adquirir, por el cual reconozca el derecho del dueño. La prescripción
puede renunciarse solo una vez cumplida, y puede ser renuncia tácita, por
tanto, si dicho acto se verifica durante el transcurso de la posesión, también
hay interrupción, no porque medie un acto que paralice el computo del plazo,
sino porque la posesión misma desaparece, en cuanto la posesión es
incompatible con el reconocimiento de otro como señor o dueño de la cosa.

La interrupción tiene lugar tanto en la prescripción ordinaria -2507…- como de


la extraordinaria – 2510 en su regla tercera, circunstancia segunda…-. Ambas
suponen que no haya interrupción.

4.3. Suspensión de la Posesión

A diferencia de la interrupción, sólo tiene lugar en la prescripción ordinaria. Consiste


en un beneficio o medida de protección respecto de ciertas personas, o de entidades,
que consiste en que no se cuenta el tiempo para la prescripción mientras ellas
permanezcan en la situación que las hace susceptibles de protección. Ciertas
entidades se hayan en una situación digna de protección según la ley. La ley quiere
reforzar esa protección mediante el beneficio de la suspensión de la prescripción. El
tiempo de prescripción se paraliza mientras estas entidades se encuentran en esa
situación.
De ella trata el 2509.

Art. 2509. La prescripción ordinaria puede suspenderse, sin extinguirse: en ese caso,
cesando la causa de la suspensión, se le cuenta al poseedor el tiempo anterior a ella,
si alguno hubo.
Se suspende la prescripción ordinaria, a favor de las personas siguientes:
1.º Los menores; los dementes; los sordos o sordomudos que no pueden darse
a entender claramente; y todos los que estén bajo potestad paterna, o bajo tutela o
curaduría;
2.º La mujer casada en sociedad conyugal mientras dure ésta;

147
3.º La herencia yacente.
No se suspende la prescripción en favor de la mujer separada judicialmente de su
marido, ni de la sujeta al régimen de separación de bienes, respecto de aquellos que
administra.
La prescripción se suspende siempre entre cónyuges.

Una persona llevaba un año de posesión, entra en una de las situaciones descritas por
la ley por 5 años que no se contaran, y terminada la situación vuelve a contarse el
tiempo para prescripción.
Estas entidades están expresadas en el 2509:
1) Los incapaces
2) La mujer casada en sociedad conyugal mientras dure ésta. En 1989 en Chile se
dicto la ley 18.802, que marco una tendencia comenzada en 1925 de ir
aumentando paulatinamente la capacidad de la mujer casada en sociedad
conyugal. Esta reforma elimino a la mujer de sociedad conyugal de la lista de
incapaces relativos; significo otorgarle plena capacidad de ejercicio, pero otra
cosa es que pueda ejercerla, pues el efecto de la sociedad conyugal es la
creación de distintos patrimonios. Existen también otros patrimonios que
pueden quedar para la mujer, como el patrimonio reservado. Según la ley la
mujer es capaz, pero no se encuentra en la posibilidad de administrarlos,
excepto, lo que se ha confiado expresamente a su administración (art. 176). Por
eso la ley la protege con el beneficio de la suspensión mientras se encuentre
casada a fin de que por negligencia del marido no se logre ejercer las acciones
correspondientes a fin de recuperar las acciones perdidas.
3) La herencia yacente: ha dado pie para que algunos autores consideren que la
herencia yacente seria una persona jurídica. Pero no lo es, pues es la herencia
no aceptada, entendido como el patrimonio del difunto, cuya administración
quedara en manos de un curador de bienes (1240).

Art. 1240. Si dentro de quince días de abrirse la sucesión no se hubiere aceptado la


herencia o una cuota de ella, ni hubiere albacea a quien el testador haya conferido la
tenencia de los bienes y que haya aceptado su encargo, el juez, a instancia del
cónyuge sobreviviente, o de cualquiera de los parientes o dependientes del difunto, o
de otra persona interesada en ello, o de oficio, declarará yacente la herencia; se
insertará esta declaración en un diario de la comuna, o de la capital de la provincia o
de la capital de la región, si en aquélla no lo hubiere; y se procederá al nombramiento
de curador de la herencia yacente.
Si hubiere dos o más herederos y aceptare uno de ellos, tendrá la
administración de todos los bienes hereditarios proindiviso, previo inventario
solemne; y aceptando sucesivamente sus coherederos, y subscribiendo el inventario,
tomarán parte en la administración.
Mientras no hayan aceptado todos, las facultades del heredero o herederos que
administren serán las mismas de los curadores de la herencia yacente, pero no serán
obligados a prestar caución, salvo que haya motivo de temer que bajo su
administración peligren los bienes.

No es persona jurídica, pero se otorga el beneficio, pues puede ocurrir que el


curador no se percate de un bien que se puede perder en posesión de otra
persona. El 2509 señala, que “no se suspende la prescripción…” puesto que en
esos casos ella administra sus bienes y puede interrumpir la posesión de otra
persona.
Termina el 2509 con una norma debatida “se suspende con todo, siempre entre
cónyuges”; dos interpretaciones;
i) La norma solo tiene aplicación respecto la prescripción adquisitiva.

148
ii) Esta suspensión debe entenderse con efectos amplios; no referido
solo a la suspensión de la prescripción ordinaria sino también a la
extraordinaria; ya que la razón de la norma se funda en la armonía del
matrimonio, además debe tenerse presente que en el caso de la
sociedad conyugal el marido tiene el usufructo legal de los bienes de la
mujer; y él si es un titulo de mera tenencia, y por tanto, al cabo de 10
años podría dar lugar a prescripción. Sin embargo, debe entenderse que
la norma tiene un ámbito protector del matrimonio, y la suspensión ahí
referida –que uno de los cónyuges pueda adquirir por prescripción los
bienes del otro-; es decir mientras exista el matrimonio, y las personas
casadas tengan calidad de cónyuges, no pueden adquirir por
prescripción los bienes del otro.

4.4. El Tiempo de la Prescripción Ordinaria. 2508. Distinción entre muebles e


inmuebles.

Art. 2508. El tiempo necesario a la prescripción ordinaria es de dos años para los
muebles y de cinco años para los bienes raíces.

4.5. Prescripción extraordinaria; en el art. 2510 no se ha adquirido por ordinaria pues


no concurren sus requisitos; cosa poseída regularmente.

La prescripción supone que haya bienes susceptibles de ganarse por esa vía. EL
segundo requisito era la posesión regular y el 3º el tiempo. El impedimento para
adquirir por ordinaria se haya en los elementos de la posesión regular; la cual según
el 702 es la que procede de justo titulo, adquirida de buena fe, y con tradición si es
titulo traslaticio de dominio. Así, lo que puede faltar es; justo titulo, o buena fe. En
esos casos la adquisición del dominio puede producirse por prescripción adquisitiva
extraordinaria.

Para que proceda la prescripción extraordinaria;


- No es necesario titulo alguno. O sea, para que haya prescripción extraordinaria
no es necesario calificar el titulo de injusto o justo.
- Se presume de Derecho la buena fe, incluso si falta un título traslaticio de
dominio. No se admite prueba en contrario. La razón es que hemos dicho que
no puede haber posesión si no es mediando tradición, por lo que si hay
posesión se presume tradición, y la tradición ahí hace innecesario que exista o
se demuestre el titulo que precedió a la tradición.
- Interverción de la Posesión. La regla tercera del 2510 “…hará presumir la mala
fe”. La mera tenencia hace presumir la mala fe pues el titulo de mera tenencia
supone el reconocimiento de dominio ajeno; presunción legal en que hay dos
situaciones que excluyen esa presunción:
i) Que quien se pretende dueño, no pueda demostrar que durante el
plazo de 10 años no se le ha reconocido dominio por parte del poseedor;
o sea aun si hay mera tenencia, pasando 10 años, sanea el tiempo la
inexistencia de un titulo, o presume que hay un titulo que sustituye la
mera tenencia.
ii) Que el Poseedor pruebe no haber vicio, y haber poseído
ininterrumpidamente durante los 10 años, y ya sabemos que es la
interrupción.

El tiempo en esta prescripción es de 10 años, sin importar si se trata de muebles o


inmuebles.

149
4.6. Prescripción contra título inscrito

La inscripción es garantía de posesión. Sobre ese tema vuelve el 2505…


Art. 2505. Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de
bienes raíces, o de derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título
inscrito; ni empezará a correr sino desde la inscripción del segundo.

No habrá prescripción sino en virtud de otro ti… se entiende que el CC dice que si no
se cancela la inscripción no empieza a correr el tiempo para prescribir; sin perjuicio
de las distinciones anteriores, posesión inscrita y posesión real.
También respecto de quien … La competente inscripción.

4.7. Función de la Sentencia Judicial

La función que puede cumplir la sentencia judicial se conecta con los efectos de la
prescripción. Opera automáticamente cuando transcurres el plazo legal. Y según las
reglas del 48, 49, 50, (¿de que normativa?)el plazo concurre a la medianoche del
último día establecido.

Como el plazo de la prescripción es de años, corre completo hasta la misma fecha del
año siguiente. Por eso cumple una función de publicidad según el 2513.

Art. 2513. La sentencia judicial que declara una prescripción hará las veces de
escritura pública para la propiedad de bienes raíces o de derechos reales constituidos
en ellos; pero no valdrá contra terceros sin la competente inscripción.

El dominio se ha adquirido y la sentencia solo declara la adquisición por prescripción;


pero tiene la función de otorgar certeza. Pero para oponer esa sentencia a terceros,
esa sentencia se debe inscribir si consta para bienes raíces, según el 53 del
Reglamento.

4.9. Prescripción respecto de comuneros


Existen 2 situaciones:
1) art. 2504… todo lo que interrumpe la prescripción respecto de una, lo hace
respecto de todas. Sin embargo, según ese aspecto no hay mayor discusión. El
segundo aspecto es si puede existir prescripción entre comuneros; si un
comunero puede ganar por prescripción la cuota de los otros y adquirir el
dominio. Prima la posición de que no es posible prescribir respecto de los
demás, pues la comunidad supone el reconocimiento parcial de dominio ajeno,
en cuanto si bien el dominio de la cosa es una repartido en su titularidad, al
concurrir con otros, se reconoce que también hay otros que son dueños.
Distinto es que por una u otra razón se comience a poseer la cuota de otro; un
bien distinto al bien común; y respecto de esa cuota rigen las reglas generales
de prescripción.

Art. 2504. Si la propiedad pertenece en común a varias personas, todo lo que


interrumpe la prescripción respecto de una de ellas, la interrumpe también respecto
de las otras.

5. Los Efectos de la Prescripción

Opera automáticamente al momento de llegar la medianoche del ultimo día del plazo;
no requiriendo sentencia judicial. Llegada esa medianoche, la adquisición se retrotrae
al comienzo de la posesión; lo que no tiene mas que una función de otorgar certeza
respecto las titularidades, pues sino se entendería que hubo un lapso en que otro fue

150
dueño de la cosa. El efecto positivo o adquisitivo de la prescripción adquisitiva;
también existe un efecto negativo o liberatorio –usucapión liberatoria- y consiste en
que al haberse completado el plazo de prescripción, se extinguen también los
gravámenes que afectan a esa cosa, o sea, si la cosa estaba hipotecada por el dueño
anterior; debería desaparecer tal gravamen. En contra este efecto de la prescripción
adquisitiva se ha dicho que , al menos tratándose de inmuebles, existe suficiente
certeza de los gravámenes que pueden afectar a la cosa, salvo en el caso de las
servidumbres –que se adquieren solo …, con la posibilidad de ganar por prescripción
las continuas o aparentes-. Sin embargo, debe considerarse el artículo 16 del DL
2695. Introduce distorsiones al CC; contempla este efecto extintivo o liberatorio de la
prescripción adquisitiva, no solo al cabo del año se adquiere por prescripción
adquisitiva el dominio del bien que se ha regularizado, sino también se entienden
extinguidos los derechos reales que gravan esa cosa.

151
Capítulo XI
Acción Reivindicatoria

I. Introducción. Medios de Protección


El dominio en cuanto la titularidad más plena, tiene una especial protección por parte
de la ley materializada a través de tres vías:
1) Tutela extra-civil, en la cual se comprenden los casos reconocidos y permitidos
de autotutela – legitima defensa; que constituye una eximente de
responsabilidad penal, según el 10 del CP, y también una eximente de
responsabilidad civil-. La Legítima defensa también concurre respecto de la
propiedad, sin perjuicio de los requisitos para que proceda. También se
incluyen en esta tutela extra-civil, los delitos destinados a proteger la
propiedad. También se incluye la acción cautelar de protección de garantías.
2) Tutela Civil: puede ser directa o indirecta.
- Directa: Es aquella que tiene por objeto de protección preferente e inmediata
el dominio. Se incluye en este grupo la acción reivindicatoria, la acción
negatoria- es aquella que busca negar que existe un gravamen sobre una cosa,
que se ejerce para demostrar que no existe-, la acción confesoria- aquella que
busca demostrar la existencia de un derecho real que se desconoce-, las
acciones de demarcación y cerramiento- destinadas a fijar los deslindes de una
propiedad, y sobre esos deslindes proceder a cerrar la propiedad, tratadas por
el CC a propósito de las servidumbres-.
- Indirecta: Aquellas acciones que no buscan inmediatamente amparar el
dominio, pero que se conectan de una u otra forma a esa protección. Son las
acciones posesorias, y la acción publiciana- especie de acción reivindicatoria
que posee el poseedor en vías de adquirir-.

3) Acciones Personales: el dueño dispone de acciones emanadas de derechos


personales, por ejemplo; arrendador que no es restituido de su inmueble. La
nulidad y la resolución también dan acción restitutoria para exigir aquella cosa
dada en virtud del contrato, declarado nulo o resuelto. Los efectos restitutorios
de ellos proceden respecto las partes- acciones restitutorias ligadas al efecto
retroactivo……- y respecto de… También la acción de precario, conectado al
comodato, también la situación de una persona que posee un bien por
tolerancia del dueño, y esta situación había sido equivalente a la acción
reivindicatoria, pues no es propiamente acción de dominio, y no supone probar
el dominio, basta señalar que se es poseedor de la cosa, amparándose en la
presunción dominical; pide requisitos menores. También son medios de
amparar la posesión la tercería de dominio y tercería de posesión;
intervenciones en el juicio ejecutivo destinadas a demostrar que los bienes
para embargo son de terceros y no del deudor.

II. Acción de dominio.

Art. 889. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela.

Acción de dominio o reivindicatoria es la que corresponde al dueño que no esta en


posesión de una cosa singular, que se ejerce contra el que posee actualmente dicha
cosa para que sea condenado a restituir.

Dice Peñailillo que identificar acción reivindicatoria con acción de dominio, dado que
la acción reivindicatoria no es solo puntual……. Acción innominada de
dominio?????......

152
III. Bienes reivindicables:
- Las cosas singulares: excluye las cosas universales. Por eso respecto del
derecho real de herencia existe la acción especial de petición de herencia-
1264- . 1268, pero también corresponde al heredero la reivindicatoria; no es
que no quepa en la herencia. Cuando la herencia procede contra terceros…

- 890… se pueden reivindicar muebles, inmuebles e incorporales. Pero con una


excepción respecto de los muebles fungibles. Exceptuados... Además agrega el
891, son reivindicables las cosas incorporales, los derechos reales, excepto el
derecho de herencia.

- 892… Puede reivindicarse una cuota determinada proindiviso de cosa singular.

Art. 890. Pueden reivindicarse las cosas corporales, raíces y muebles.


Exceptúanse las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria,
tienda, almacén, u otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de
la misma clase.
Justificada esta circunstancia, no estará el poseedor obligado a restituir la
cosa, si no se le reembolsa lo que haya dado por ella y lo que haya gastado en
repararla y mejorarla.

Art. 891. Los otros derechos reales pueden reivindicarse como el dominio; excepto el
derecho de herencia.
Este derecho produce la acción de petición de herencia, de que se trata en el
Libro III.

Art. 892. Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de una cosa
singular.

IV. Legitimación Activa.


Quién puede ejercer como demandante la acción reivindicatoria, 893.

Art. 893. La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la propiedad


plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa.
Si la cosa es poseída en comunidad, la reivindicación debe ser de consuno por todos
los herederos, y cada uno reivindica por la cuota que le corresponde.

Entonces la nuda propiedad es la que existe cuando hay usufructo y la fiduciaria…


“La acción reivindicatoria toma el nombre de publiciana cuando 894... El requisito es
que sea poseedor regular.

Art. 894. Se concede la misma acción, aunque no se pruebe dominio, al que ha


perdido la posesión regular de la cosa, y se hallaba en el caso de poderla ganar por
prescripción.
Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o
mejor derecho.

Acción Publiciana; corresponde al poseedor regular mientras pende el plazo. Pero


debe ser desechada cuando se ejerce contra el verdadero dueño, y este demuestre
serlo, o también contra otro poseedor de igual o mejor derecho.
“Pero no podrá ejercerse…”

V. Legitimación Pasiva.

153
Contra quien se puede intentar la acción reivindicatoria, o sea, quien puede ser
demandado. Art. 889… Es evidente que el demandado es el poseedor no dueño, peor
el CC en lo 895 y siguientes, y el 915, amplía la posibilidad de demandar, así tenemos
un elenco mas amplio que el mero poseedor, y hay que revisar cada caso por las
diferencias de lo que busca la acción en cada caso.

Art. 889. La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela.

Art. 915. Las reglas de este título se aplicarán contra el que poseyendo a nombre
ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de
señor.

Casos
1) Actual Poseedor de la cosa. 895…
El poseedor debe ostentar la condición de dueño –conduciéndose así respecto la
cosa- pero también debe tenerla dentro de su esfera de acción.
Art. 895. La acción de dominio se dirige contra el actual poseedor.

2) Mero Tenedor.
Pero aquí el carácter de legitimación activa, en realidad, debe comentarse, pues el
art. 896 dispone…

Art. 896. El mero tenedor de la cosa que se reivindica es obligado a declarar el


nombre y residencia de la persona a cuyo nombre la tiene.

Sabemos que la mera tenencia es la detentación material de la cosa, pero


reconociendo una titularidad ajena, y ella puede o no tener respaldo ante el
Derecho. Esa titularidad puede encuadrarse en el derecho de propiedad, o ser
aparente propiedad. Lo que hay en realidad en esta forma de intentar la acción del
896, es una gestión prejudicial destinada a individualizar a la persona, a cuyo
nombre se tiene la cosa, con su nombre y domicilio. Y la verdadera acción
reivindicatoria se intentara luego que se haya determinado la persona del
poseedor.

El problema es la forma o procedimiento para ejercer esta medida prejudicial, por


el art. 3º del CPC, pues hay que seguir las reglas del juicio ordinario, pero éste
tiene una estructura que no es larga, pero puede durar perfectamente 8 años, lo
que significaría 8 años para ejercer la reivindicatoria, y la reivindicatoria tiene
eficacia hasta que no opere la prescripción, con lo que se dificulta su aplicación.
Así, como la acción debe intentarse respecto el poseedor, puede que no se
entienda como una interrupción civil de la prescripción, ahí estaría el
inconveniente. En todo caso las gestiones prejudiciales se han interpretado
ampliamente dentro del CC por la jurisprudencia, pues hay una norma muy abierta
que permite al juez concede medidas precautorias innominadas. (¿¿pre- en
relacion al juicio declaratorio, si se desenvuelve en medio de un juicio??)

3) Injusto detentador. Art. 897.


Art. 897. Si alguien, de mala fe, se da por poseedor de la cosa que se reivindica sin
serlo, será condenado a la indemnización de todo perjuicio que de este engaño haya
resultado al actor.

154
En ese caso la reivindicatoria no sólo importa la recuperación de la posesión
perdida, sino también, respecto de la persona que se dio por poseedor, busca la
indemnidad del dueño de todo perjuicio que esa declaración le signifique.

4) Contra el que enajenó la cosa. 898.


Art. 898. La acción de dominio tendrá también lugar contra el que enajenó la cosa,
para la restitución de lo que haya recibido por ella, siempre que por haberla
enajenado se haya hecho imposible o difícil su persecución; y si la enajenó a
sabiendas de que era ajena, para la indemnización de todo perjuicio.
El reivindicador que recibe del enajenador lo que se ha dado a éste por la cosa,
confirma por el mismo hecho la enajenación.

Se sitúa en la posesión de quien ya no lo es por haber enajenado la cosa. En este


caso, la acción esta dirigida a la restitución de lo que haya recibido por ella-precio
obtenido-, siempre que por haberla enajenado se haya hecho imposible su
persecución, etc.
Aun mas, si esa enajenación se hizo de mala fe, respecto de todo perjuicio que
haya significado la enajenación; con lo que se puede configurar litis consorcio
pasivo (varios demandantes o varios demandados) y voluntario, pues el dueño que
ha perdido la posesión puede intentar la acción contra el actual poseedor o con el
que la enajeno, pero solo por los perjuicios por este ultimo. Si el reivindicador
recibe el precio de la enajenación, confirma tal enajenación, con lo cual se vuelve a
la regla del art. 682.

Art. 682. Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a


su nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros derechos que los
transmisibles del mismo tradente sobre la cosa entregada.
Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste
transferido desde el momento de la tradición.

5) Poseedor de mala fe que por hecho o culpa suya ha dejado de poseer. 900.

Art. 900. Contra el que poseía de mala fe y por hecho o culpa suya ha dejado de
poseer, podrá intentarse la acción de dominio, como si actualmente poseyese.
De cualquier modo que haya dejado de poseer y aunque el reivindicador
prefiera dirigirse contra el actual poseedor, respecto del tiempo que ha estado la cosa
en su poder tendrá las obligaciones y derechos que según este título corresponden a
los poseedores de mala fe en razón de frutos, deterioros y expensas.
Si paga el valor de la cosa y el reivindicador lo acepta, sucederá en los
derechos del reivindicador sobre ella.
Lo mismo se aplica aun al poseedor de buena fe que durante el juicio se ha
puesto en la imposibilidad de restituir la cosa por su culpa.
El reivindicador en los casos de los dos incisos precedentes no será obligado al
saneamiento.

Es diferente al anterior, pues respecto aquél procede solo según el precio y cuando
no se puede perseguir la cosa respecto del actual poseedor.
La ley finge respecto de algo que no es; la persona no esta poseyendo, pues no
esta dentro de su esfera de acción la cosa, pero finge que continua poseyendo para
efectos de intentar la reivindicatoria. Nuevamente existe litis consorcio voluntario,
pues el reivindicador puede dirigirse contra el actual poseedor- indemnizaciones,
frutos y expensas- y también, en el mismo juicio, contra el que habiendo poseído,
de mala fe, ha perdido la cosa por hecho o culpa suya –indemnizaciones, expensas,
frutos, que deba el poseedor de mala fe por el tiempo en que este fue poseedor-.

155
Busca lo mismo que el 898, asegurar la indemnidad del dueño por los rubros que
le corresponden.
Hay que incluir al poseedor de buena fe cuando se ha puesto en la imposibilidad
de restituir la cosa. El 907 señala desde cuando el poseedor de buena fe pierde la
buena fe, para efectos de las prestaciones mutuas, y la pierde desde la
contestación de la demanda, o sea, transcurrido el termino de emplazamiento –
plazo para que el demandado conteste, o sea, no coincide con la notificación-.

Art. 907. El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y civiles de
la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir
con mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo
de la percepción: se considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en
su poder.
El poseedor de buena fe no es obligado a la restitución de los frutos percibidos
antes de la contestación de la demanda: en cuanto a los percibidos después, estará
sujeto a las reglas de los dos incisos anteriores.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios
que ha invertido en producirlos.

Se reserva para obligaciones el estudio de la expresión “hecho”, en


responsabilidad extra-contractual. Al parecer la norma que mas refleja el
problema es el 1678; permite distinguir que respecto del precio, la responsabilidad
por ese rubro es objetiva y se basa sólo en el “ámbito de protección del contrato”,
en cambio en los perjuicios se debe realizar dolo o culpa, etc.

Art. 1678. Si la cosa debida se destruye por un hecho voluntario del deudor, que
inculpablemente ignoraba la obligación, se deberá solamente el precio sin otra
indemnización de perjuicios.

VI. Reglas Procesales de ejercicio de la acción


1) Respecto de los herederos
Art. 899 distingue entre la restitución de la cosa – que corresponde al poseedor
actual- . Respecto de las cuotas vencidas, son una deuda, y para el reivindicante
un crédito, por tanto, se sigue las reglas generales de las deudas hereditarias,
establecida en el art. 1354.
El 899 explicita la situación del art. anterior.

Art. 899. La acción de dominio no se dirige contra un heredero sino por la parte que
posea en la cosa; pero las prestaciones a que estaba obligado el poseedor por razón
de los frutos o de los deterioros que le eran imputables, pasan a los herederos de éste
a prorrata de sus cuotas hereditarias.

Art. 1354. Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos a prorrata de sus
cuotas.
Así el heredero del tercio no es obligado a pagar sino el tercio de las deudas
hereditarias.
Pero el heredero beneficiario no es obligado al pago de ninguna cuota de las
deudas hereditarias sino hasta concurrencia de lo que valga lo que hereda.
Lo dicho se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 1356 y 1526.

2) Juicio de reivindicación es de lato conocimiento


Debe sujetarse a las reglas del juicio ordinario. Un aspecto importante en este
juicio es a quién corresponde la carga de la prueba. Art. 1698 establece la regla de
la carga de la prueba, señalando que incumbe probar la existencia de obligaciones

156
a quien la alega. Quién se defienda alegando la extinción de la obligación, debe
también probarlo.
Art. 1698. Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta.
Las pruebas consisten en instrumentos públicos o privados, testigos,
presunciones, confesión de parte, juramento deferido, e inspección personal del juez.

A partir de esa norma, se elabora una teoría de procesal. Quien alega, debe probar
por regla general. Si la acción reivindicatoria corresponde al dueño no poseedor,
para que el poseedor no dueño se condenado a restituir, el primer elemento a
probar será la situación legitimante, aquella situación que la ley considera como
habilitante para demandar, en este caso, el dominio del bien que se reivindica por
el demandante.

Esta prueba tiene dos inconvenientes;


- Intentar una reivindicatoria supone reconocer que el demandado es poseedor,
con lo cual la prueba va contra la presunción dominical que beneficia al
demandado. Asi al entrar al juicio, es lo mismo que estar afirmando que el otro
es dueño en los hechos.
- La prueba misma del dominio. Desde el Derecho Común existe una
denominación para la prueba del dominio “la prueba diabólica”, puesto que
probar el dominio supone remontarse hacia atrás hasta encontrar un modo
originario de adquirir el dominio, lo cual supone remontarse al menos hasta el
plazo de prescripción adquisitiva extraordinaria –de ahí que se diga modo de
consolidación del derecho, pues sanea las situaciones irregulares-, por tanto
esta prueba diabólica debe remontarse hasta muy atrás, hasta donde exista tal
prescripción. En bienes raíces no es tan difícil si hay una cadena registral
medianamente buena. Pero tratándose de bienes muebles, el problemas es más
grave, y de ahí la denominación de diabólica.

3) El CC, complementado por el CPC establece normas de protección al


reivindicante mientras se discute el juicio.
Art. 901
Art. 901. Si reivindicándose una cosa corporal mueble, hubiere motivo de temer que
se pierda o deteriore en manos del poseedor, podrá el actor pedir su secuestro; y el
poseedor, será obligado a consentir en él, o a dar seguridad suficiente de restitución,
para el caso de ser condenado a restituir.

El secuestro, significa el depósito judicial –definido por el CC en el 2249-. Si existe


un juicio reivindicatorio sobre una cosa mueble, se puede pedir el secuestro;
nombramiento de una persona que conserve la cosa a titulo de depósito y la
entregue al que obtenga la sentencia a su favor. El poseedor puede excluir este
deposito o secuestro si da garantía suficiente; por ejemplo, si da una boleta
bancaria por el valor de la cosa, o constituye una prenda, etc.

Art. 2249. El secuestro es el depósito de una cosa que se disputan dos o más
individuos, en manos de otro que debe restituirla al que obtenga una decisión a su
favor.
El depositario se llama secuestre.

Art. 902 Refiere a la protección del reivindicador en caso de inmuebles.

Art. 902. Si se demanda el dominio u otro derecho real constituido sobre un inmueble,
el poseedor seguirá gozando de él, hasta la sentencia definitiva pasada en autoridad
de cosa juzgada.

157
Pero el actor tendrá derecho de provocar las providencias necesarias para
evitar todo deterioro de la cosa, y de los muebles y semovientes anexos a ella y
comprendidos en la reivindicación, si hubiere justo motivo de temerlo, o las facultades
del demandado no ofrecieren suficiente garantía.

El CPC, entre las medidas precautorias, contempla el nombramiento de


interventor, que es una medida destinada a designar a una persona que se
apersona en el inmueble y vigila las actividades que se realizan para mantener la
situación. Debe cumplir con los requisitos:
1) justo motivo de temer, y
2) que las facultades del demandado no puedan ofrecer garantías,
patrimonialmente.

“Podrá provocar las providencias necesarias”; problemas en la doctrina.


Vodanovic, si habrá problemas con la administración del secuestrador, basado en
las normas del CC respecto el CPC, y la redacción abierta que parece verse.

El interventor puede extenderse también a los muebles que se hallen dentro del
bien raíz.

4) La reivindicatoria se extiende a… Art. 903.


Art. 903. La acción reivindicatoria se extiende al embargo, en manos de tercero, de lo
que por éste se deba como precio o permuta al poseedor que enajenó la cosa.

Sabemos que enajenada la cosa, la reivindicatoria puede ir sobre el precio, por lo


que hay que resguardar, realizándolo por la retención en manos de terceros de
esos fondos.

5) Regla del art. 915. Podría incluirse en la limitación pasiva.


Art. 915. Las reglas de este título se aplicarán contra el que poseyendo a nombre
ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de
señor.

La acción se ejercería contra un mero tenedor.


La discusión ha surgido respecto a si en este caso estamos frente a una acción
independiente de la reivindicatoria, puesto que aquel contra que se ejerce no ha
sido ni es poseedor, o bien estamos frente a una acción restitutoria general, y que
solo remite a las normas de las prestaciones mutuas, como ocurre por ejemplo,
con la nulidad donde el art. 1687 señala…

Art. 1687. La nulidad pronunciada en sentencia que tiene la fuerza de cosa juzgada,
da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarían si no
hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el objeto o
causa ilícita.
En las restituciones mutuas que hayan de hacerse los contratantes en virtud de
este pronunciamiento, será cada cual responsable de la pérdida de las especies o de
su deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras necesarias, útiles o
voluptuarias, tomándose en consideración los casos fortuitos y la posesión de buena o
mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales y sin perjuicio de lo
dispuesto en el siguiente artículo.

Dada la redacción y carácter del demandado, parece ser que la segunda solución
es la más acertada, y se trata de una acción restitutoria general, con lo cual las
acciones que tendría el dueño se ven ampliadas.

158
6) Garantía del poseedor
La protección del 1901, 1902, 1903 dan al reivindicante respecto de la cosa o del
precio, y como ello se protege en el juicio.
El CC se pone en la situación contraria; dice el 914…

Art. 914. Cuando el poseedor vencido tuviere un saldo que reclamar en razón de
expensas y mejoras, podrá retener la cosa hasta que se verifique el pago, o se le
asegure a su satisfacción.

El poseedor tiene a su favor un saldo por prestaciones mutuas, donde se faculta


para tener la cosa hasta el pago de los rubros. Este derecho pertenece a un
resguardo patrimonial del acreedor, llamado “Derecho legal de retención”, que
ocurre cuando una persona esta en el deber de restituir una cosa, pero tiene
respecto del acreedor de esa restitución, ciertos derechos derivados de la causa de
restituir, en este caso el poseedor debe restituir por existir sentencia, pero le
corresponden derechos derivados de las prestaciones mutuas, y esos derechos
tienen la misma causa de la restitución. El modo de asegurar que esos derechos
sean satisfechos es mediante la retención de la cosa; y es legal pues opera en los
casos que la ley establece.

7) Prestaciones Mutuas
Son aquellos rubros debidos recíprocamente entre el dueño que gana el juicio y el
poseedor vencido. Evidentemente, pueden separarse en prestaciones que debe el
vencido y prestaciones que debe el ganador. 904 y siguientes.

a. Prestaciones que debe el vencido al reivindicador


o Restitución de la cosa. 904 y 905.

Art. 904. Si es vencido el poseedor, restituirá la cosa en el plazo que el juez señalare;
y si la cosa fue secuestrada, pagará el actor al secuestre los gastos de custodia y
conservación, y tendrá derecho para que el poseedor de mala fe se los reembolse.

Art. 905. En la restitución de una heredad se comprenden las cosas que forman parte
de ella, o que se reputan como inmuebles por su conexión con ella, según lo dicho en
el título De las varias clases de bienes.
Las otras no serán comprendidas en la restitución, si no lo hubieren sido en la
demanda y sentencia; pero podrán reivindicarse separadamente.
En la restitución de un edificio se comprende la de sus llaves.
En la restitución de toda cosa, se comprende la de los títulos que conciernen a
ella, si se hallan en manos del poseedor.

El poseedor debe restituir la cosa, si la cosa estuvo secuestrada, éste


debe entregarla, pero debe restituirse las costas al secuestre. En esta
restitución se comprenden las cosas que forman parte de ella, y los
bienes inmuebles por adherencia y destinación, las otras no se
comprenden en la restitución por regla general –a menos que se hayan
incluido expresamente en la demanda y la sentencia-.

o Deterioro. 906.
Art. 906. El poseedor de mala fe es responsable de los deterioros que por su hecho o
culpa ha sufrido la cosa.
El poseedor de buena fe, mientras permanece en ella, no es responsable de
estos deterioros, sino en cuanto se hubiere aprovechado de ellos; por ejemplo,
destruyendo un bosque o arbolado, y vendiendo la madera o la leña, o empleándola en
beneficio suyo.

159
El poseedor de mala fe debe los deterioros que se hayan producido por
hecho o culpa suya únicamente. El poseedor de buena fe será
responsable de ellos sólo si consiguió un beneficio de ello.

o Frutos. 907.
Art. 907. El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y civiles de
la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir
con mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo
de la percepción: se considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en
su poder.
El poseedor de buena fe no es obligado a la restitución de los frutos percibidos
antes de la contestación de la demanda: en cuanto a los percibidos después, estará
sujeto a las reglas de los dos incisos anteriores.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios
que ha invertido en producirlos.

Poseedor de mala fe Debe restituir los frutos, percibidos y los que ha


dejado de percibir que pudiese haber percibido obrando con una
mediana diligencia. Puede que los frutos percibidos ya no estén, los
deteriorados en su poder, y en ese caso, deberá el valor de ellos. El
poseedor de buena fe, restituye los frutos percibidos desde que ha
comenzado a poseer y hasta la contestación de la demanda, en los
percibidos después se rige por los del poseedor de mala fe.

b. Prestaciones que debe el reivindicador al poseedor vencido


o Abonar los gastos de los frutos. 907. El reivindicador debe los gastos en
que incurrió el poseedor, de acuerdo a la clase de fruto, para producir y
percibir esos frutos.
o Expensas. Las expensas son gastos que se producen respecto de la cosa,
y que pueden tener una distinta finalidad.
- Existen expensas necesarias (908) son las destinadas a la conservación
de la cosa. Se pagan según las reglas del 908: 1) En las obras
permanentes, de acuerdo a su valor al momento de la restitución. 2)
Inmateriales. 3) Deben pagarse tanto al poseedor de buena fe como de
mala fe. 4) El criterio se ve de acuerdo al 908.

Art. 908. El poseedor vencido tiene derecho a que se le abonen las expensas
necesarias invertidas en la conservación de la cosa, según las reglas siguientes:
Si estas expensas se invirtieron en obras permanentes, como una cerca para
impedir las depredaciones, o un dique para atajar las avenidas, o las reparaciones de
un edificio arruinado por un terremoto, se abonarán al poseedor dichas expensas, en
cuanto hubieren sido realmente necesarias; pero reducidas a lo que valgan las obras
al tiempo de la restitución.
Y si las expensas se invirtieron en cosas que por su naturaleza no dejan un
resultado material permanente, como la defensa judicial de la finca, serán abonadas
al poseedor en cuanto aprovecharen al reivindicador, y se hubieren ejecutado con
mediana inteligencia y economía.

- Existen expensas útiles (909); aquellas que aumentan el valor de venta


de la cosa, su tasación. Sólo se pagan al poseedor de buena fe, pero se
entrega una facultad de elección al reivindicador (pagar lo que cuesten
las obras, o calcular el valor de la cosa a ese momento restando el valor
anterior a las obras pagando la diferencia por el mayor valor). 910

160
establece el Ius Tellendi respecto del poseedor de mala fe; podrá
llevarse los materiales de dichas mejoras, si pueden separarse sin
detrimento de la cosa reivindicada, y si el ganador no quiere pagarle su
valor.

Art. 909. El poseedor de buena fe, vencido, tiene asimismo derecho a que se le
abonen las mejoras útiles, hechas antes de contestarse la demanda.
Sólo se entenderán por mejoras útiles las que hayan aumentado el valor venal de la
cosa.
El reivindicador elegirá entre el pago de lo que valgan al tiempo de la
restitución las obras en que consisten las mejoras, o el pago de lo que en virtud de
dichas mejoras valiere más la cosa en dicho tiempo.
En cuanto a las obras hechas después de contestada la demanda, el poseedor
de buena fe tendrá solamente los derechos que por el artículo siguiente se conceden
al poseedor de mala fe.

Art. 910. El poseedor de mala fe no tendrá derecho a que se le abonen las mejoras
útiles de que habla el artículo precedente.
Pero podrá llevarse los materiales de dichas mejoras, siempre que pueda
separarlos sin detrimento de la cosa reivindicada, y que el propietario rehúse pagarle
el precio que tendrían dichos materiales después de separados.

- Existen las expensas voluptuarias (911); son las que solo consten en
obras de lujo o recreo, que no aumentan el valor venal o solo lo
aumentan en un valor insignificante. El propietario no es obligado a
pagarlas a nadie, los poseedores de buena o mala fe solo tendrán
derecho al Ius Tollendi, con los mismos requisitos anteriores.

Art. 911. En cuanto a las mejoras voluptuarias, el propietario no será obligado a


pagarlas al poseedor de mala ni de buena fe, que sólo tendrán con respecto a ellas el
derecho que por el artículo precedente se concede al poseedor de mala fe respecto de
las mejoras útiles.
Se entienden por mejoras voluptuarias las que sólo consisten en objetos de lujo
y recreo, como jardines, miradores, fuentes, cascadas artificiales, y generalmente
aquellas que no aumentan el valor venal de la cosa, en el mercado general, o sólo lo
aumentan en una proporción insignificante.

Para entender cuando hay mala o buena fe, el CC da dos normas; 912…
y 913…
Art. 912. Se entenderá que la separación de los materiales, permitida por los artículos
precedentes, es en detrimento de la cosa reivindicada, cuando hubiere de dejarla en
peor estado que antes de ejecutarse las mejoras; salvo en cuanto el poseedor vencido
pudiere reponerla inmediatamente en su estado anterior, y se allanare a ello.

Art. 913. La buena o mala fe del poseedor se refiere, relativamente a los frutos, al
tiempo de la percepción, y relativamente a las expensas y mejoras, al tiempo en que
fueron hechas.

En suma; las expensas necesarias se pagan al de buena fe o mala fe. Las


útiles solo al de buena fe. Las voluptuarias, solo hay Ius Tollendi.

161
Capitulo XII
Las Acciones Posesorias
1. Generalidades
En general, buscan recuperar o conservar la posesión de unos inmuebles,
extendiéndose a usufructo, uso y habitación. Estrictamente hablando las acciones no
buscan una inscripción en el CBR, sino al animus y corpus en si mismo.

El juicio posesorio discute la posesión de la cosa; quien despojo, quien recupera, etc.
No discute el dominio, y es irrelevante para efectos prácticos (923).

Art. 923. En los juicios posesorios no se tomará en cuenta el dominio que por una o
por otra parte se alegue.
Podrán, con todo, exhibirse títulos de dominio para comprobar la posesión,
pero sólo aquellos cuya existencia pueda probarse sumariamente, ni valdrá objetar
contra ellos otros vicios o defectos que los que puedan probarse de la misma manera.

La vía no es la fuerza; no autotutela idealmente. Busca protegerse el estado de las


cosas y efectuar las protecciones por las vías correspondientes. Busca evitar la
autotutela

La dirige el poseedor que se ha privado de su posesión o esta actualmente


amenazada, pero que también puede concurrir un mero tenedor, pues la amenaza es
completa.

Ejemplo; se permite al usufructuario interponer acción posesoria por él y el dueño. Se


interpone contra el que amenaza o priva de la posesión.

Deben probarse dos cosas; la amenaza o despojo, y la posesión propia. (924 y 925 la
prueba de la posesión; recordar la discusión de que se prueba por actos positivos
cuando no hay inscripción o problemas de las “inscripciones de papel”).

Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras
ésta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna
prueba de posesión con que se pretenda impugnarla.

Art. 925. Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positivos, de aquellos a
que sólo da derecho el dominio, como el corte de maderas, la construcción de
edificios, la de cerramientos, las plantaciones o sementeras, y otros de igual
significación, ejecutados sin el consentimiento del que disputa la posesión.

Requisitos de acciones posesorias;


- Proceden solo respecto de inmuebles
- Que se este en posesión tranquila (cuyo origen no sea la volencia) de un inmueble
918.
- Plazo de un año de posesión, sin perjuicio de la accesión de posesiones. (acumulando
calidades y vicios).
- Que los bienes sean susceptibles de adquisición por prescripción. Se reconoce cierto
valor jurídico a la posesión. Bienes fuera del comercio se exceptúan por el 2498. No
puede interponerse acción posesoria para defender la posesión de estas cosas
incomerciables.
- Que haya sido turbado o despojado.
- Deben realizarse dentro del plazo.

Art. 918. No podrá instaurar una acción posesoria sino el que ha estado en posesión
tranquila y no interrumpida un año completo.

162
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.

2. Comunes
- Querella de Amparo: querella que sirve para pedir que cese de la turbación. Supone
que soy poseedor y alguien amenaza mi posesión. Art. 921 y 922. Busca hacer cesar el
acto de turbación, indemnización de los perjuicios causados por ella y una fianza o
seguridad de que no se volverán a cometer estos actos (caución, garantia, etc, de que
no se volvera a cometer estos actos).

Art. 921. El poseedor tiene derecho para pedir que no se le turbe o embarace su
posesión o se le despoje de ella, que se le indemnice del daño que ha recibido, y que
se le dé seguridad contra el que fundadamente teme.

Art. 922. El usufructuario, el usuario, y el que tiene derecho de habitación, son


hábiles para ejercer por sí las acciones y excepciones posesorias, dirigidas a
conservar o recuperar el goce de sus respectivos derechos, aun contra el propietario
mismo. El propietario es obligado a auxiliarlos contra todo turbador o usurpador
extraño, siendo requerido al efecto.
Las sentencias obtenidas contra el usufructuario, el usuario o el que tiene
derecho de habitación, obligan al propietario; menos si se tratare de la posesión del
dominio de la finca o de derechos anexos a él: en este caso no valdrá la sentencia
contra el propietario que no haya intervenido en el juicio.

- Restitución: supone una posesión perdida, que ya se ha despojado la posesión; el


exposeedor contra el poseedor violento actual la ejerce para recuperar la posesión
perdida. Las turbaciones o despojos son de hecho, no de derecho. Los despojos
conforme a derecho no autorizan para ejercer acciones posesorias.

Se intenta contra el usurpador o todo el que sea poseedor y se remonte hasta él.
Busca; restitución y la indemnización de perjuicios. Restitución procede sobre el
actual poseedor. La indemnización procede solo respecto del usurpador y el tercero de
mala fe que la este poseyendo; solidariamente.

Art. 926. El que injustamente ha sido privado de la posesión, tendrá derecho para
pedir que se le restituya, con indemnización de perjuicios.

Art. 927. La acción para la restitución puede dirigirse no sólo contra el usurpador,
sino contra toda persona, cuya posesión se derive de la del usurpador por cualquier
título.
Pero no serán obligados a la indemnización de perjuicios sino el usurpador mismo, o
el tercero de mala fe; y habiendo varias personas obligadas, todas lo serán insólidum.

- Reestablecimiento: es un cajón de sastre. 928. “Sea de la posesión o de la mera


tenencia”… Amplía bastante la procedencia de la acción posesoria. Basta que la cosa
sea inmueble y el despojo haya sido violento…………s una sancion a la autotutela; no
legitima la accion de….
Al actuar violenta o clandestinamente se pierde el derecho a la acción posesoria si
realizó auto-tutela. Deben darse en un plazo establecido por la ley. Su acción tiene
dos objetos; que se reestablezca la situación hasta antes de la acción violenta y que se
indemnicen los perjuicios causados.

163
Art. 928. Todo el que violentamente ha sido despojado, sea de la posesión, sea de la
mera tenencia, y que por poseer a nombre de otro, o por no haber poseído bastante
tiempo, o por otra causa cualquiera, no pudiere instaurar acción posesoria, tendrá sin
embargo derecho para que se restablezcan las cosas en el estado que antes se
hallaban, sin que para esto necesite probar más que el despojo violento, ni se le pueda
objetar clandestinidad o despojo anterior. Este derecho prescribe en seis meses.
Restablecidas las cosas, y asegurado el resarcimiento de daños, podrán
intentarse por una u otra parte las acciones posesorias que correspondan.

Art. 929. Los actos de violencia cometidos con armas o sin ellas, serán además
castigados con las penas que por el Código Criminal correspondan.

3. Especiales

- Denuncia de obra nueva


Art. 920…Busca impedir obra nueva sobre el suelo que actualmente se posee.
930… 931… Si son denunciables las obras en el predio sirviente que impiden el
ejercicio de la servidumbre para el dueño del predio dominante.

Art. 920. Las acciones que tienen por objeto conservar la posesión, prescriben al cabo
de un año completo, contado desde el acto de molestia o embarazo inferido a ella.
Las que tienen por objeto recuperarla, expiran al cabo de un año completo
contado desde que el poseedor anterior la ha perdido.
Si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, se contará este año desde
el último acto de violencia, o desde que haya cesado la clandestinidad.
Las reglas que sobre la continuación de la posesión se dan en los artículos 717,
718 y 719, se aplican a las acciones posesorias.

Art. 930. El poseedor tiene derecho para pedir que se prohíba toda obra nueva que se
trate de construir sobre el suelo de que está en posesión.
Pero no tendrá el derecho de denunciar con este fin las obras necesarias para
precaver la ruina de un edificio, acueducto, canal, puente, acequia, etc., con tal que
en lo que puedan incomodarle se reduzcan a lo estrictamente necesario, y que,
terminadas, se restituyan las cosas al estado anterior, a costa del dueño de las obras.
Tampoco tendrá derecho para embarazar los trabajos conducentes a mantener
la debida limpieza en los caminos, acequias, cañerías, etc.

Art. 931. Son obras nuevas denunciables las que construidas en el predio sirviente
embarazan el goce de una servidumbre constituida en él.
Son igualmente denunciables las construcciones que se trata de sustentar en
edificio ajeno, que no esté sujeto a tal servidumbre.
Se declara especialmente denunciable toda obra voladiza que atraviesa el plan
vertical de la línea divisoria de dos predios, aunque no se apoye sobre el predio ajeno,
ni dé vista, ni vierta aguas lluvias sobre él.

- Denuncia de obra dudosa


932…Es mas importante.
Querella de obra ruinosa; tiene tres objetos. Grave; reparación, o destrucción. No
Grave; caución suficiente. Importancia: la interposición tiene responsabilidad
extracontractual, se indemnizan.

Art. 932. El que tema que la ruina de un edificio vecino le pare perjuicio, tiene
derecho de querellarse al juez para que se mande al dueño de tal edificio derribarlo,
si estuviere tan deteriorado que no admita reparación; o para que, si la admite, se le

164
ordene hacerla inmediatamente; y si el querellado no procediere a cumplir el fallo
judicial, se derribará el edificio o se hará la reparación a su costa.
Si el daño que se teme del edificio no fuere grave, bastará que el querellado
rinda caución de resarcir todo perjuicio que por el mal estado del edificio sobrevenga.

Las querellas posesorias tienen una tramitación diferente en el CPC.

- Otras
- La Acciones Populares: Hay dos maneras de hacerlo; a) Miles de personas
demandando en un mismo escrito. B) Que alguien demande a nombre de todos, eso no
se hizo con transantiago, esta si es una acción de clases.
Se pueden interponer por uno en representación de todos; pero en las
indemnizaciones, no se puede pedir la indemnizaciones de otros (cada uno debe
concurrir).

Las municipalidades pueden actuar respecto de los bienes nacionales de uso público
con acción popular. Hay un incentivo a que la gente denuncie, pues se le paga un delta
más al denunciante. Prescriben estas acciones a un año desde que se hace exigibles
las obligaciones (la regla general en los derechos personales es de 5 años). En el caso
de la denuncia de obra nueva, el plazo de prescripción es de un año en juicio
posesorio, y después puede pedirse por via ordinaria.

165
Capítulo XIII
Limitaciones al Dominio

A) Las Servidumbres
1. Generalidades
Servidumbre predial, o simplemente servidumbre es un gravamen impuesto sobre un
predio en utilidad de otro predio de distinto dueño (Artículo 820 CC).

I. Es servidumbre predial, oponiéndose a las antiguas servidumbres personales.

II. Es un gravamen, pero sólo respecto del predio sirviente, adquiriendo el nombre de
servidumbre pasiva (Art. 821 CC). Como gravamen es una limitación al dominio (Art.
732 N.º 3 CC; Art. 582 CC), indivisible en su cumplimiento (Art. 826) e inseparable del
predio (Art. 825).
Respecto del predio dominante, la servidumbre es un derecho real (Art. 577
inc. 2 CC), inmueble (Art. 580 CC), indivisible en su ejercicio (Art. 826 CC).

III. Es impuesto sobre un predio, que adquiere el nombre de predio sirviente.


Respecto de él la servidumbre se llama pasiva (Art. 821 CC). Sólo existen
servidumbres sobre inmuebles. Se discute si procede sólo sobre inmuebles por
naturaleza o si también es posible respecto de los inmuebles por adherencia (Cf. Art.
568 CC).
La servidumbre grava a todo el predio, sin perjuicio que se ejerza sobre una
parte determinada de él. Esto implica que la imposibilidad de hacer uso de la
servidumbre a que se refiere el Art. 887 CC debe recaer sobre toda el predio sirviente
y no sólo sobre la parte en que ordinariamente se ejerce. Con todo, puede pactarse
expresamente que la servidumbre grava una parte específica del terreno.

IV. Se establece para la utilidad de otro predio, que adquiere el nombre de predio
dominante. Respecto de él la servidumbre se llama activa (Art. 821 CC).

V. Los predios deben ser de distinto dueño, pues nadie puede ser sujeto y término de
la misma relación jurídica. Como consecuencia de esta exigencia, la confusión es un
modo de extinguir la servidumbre (Art. 885 N.º 3 CC). Una excepción a esto sería la
destinación del padre de familia (Cf. Art. 881 CC), pero el derecho real no se
encuentra constituido separadamente del predio sirviente sino en virtud de la
partición.

2. Clasificación

1.- Según la obligación que imponen al dueño del predio sirviente, las
servidumbres son positivas o negativas (Art. 823 CC). Es positiva es la que sólo
impone al dueño del predio sirviente la obligación de dejar hacer algo al dueño del
predio sirviente. Es negativa la que impone al dueño del predio sirviente la
prohibición de hacer algo que sin la servidumbre le sería lícito.
Se debe distinguir a la servidumbre de:

a) Las obligaciones de no hacer, que dan lugar a un crédito exigible solo al


deudor (Art. 576 CC);

b) Las obligaciones legales que emanan de las relaciones de vecindad, que, a


diferencia de las servidumbres, pueden imponer una obligación de hacer
(Como el caso de la medianería, que no es calificada como servidumbre por la
doctrina, Cf. Art. 842 CC).

166
2.- Según las señales que se tengan de ellas, la servidumbre es aparente o
inaparente (Art. 824 CC). Es aparente la que está continuamente a la vista e
inaparente la que no se conoce por una señal exterior.
Esta clasificación tiene importancia:

a) Para determinar si la servidumbre puede adquirirse por prescripción. Sólo


puede adquirirse en el caso que sea continua y aparente (Art. 882 inc. 1 CC).

3. Según como se ejercen la servidumbre es continua o discontinua (Art. 822 CC).


Es continua es la que se ejerce o se puede ejercer continuamente, sin necesidad de un
hecho actual del hombre. Es discontinua es la que se ejerce a intervalos más o menos
largos de tiempo, y supone un hecho actual del hombre.

a) Para determinar si la servidumbre puede adquirirse por prescripción. Sólo


puede adquirirse en el caso que sea continua y aparente (Art. 882 inc. 1 CC);

b) Para computar el plazo de extinción de la servidumbre por el no uso,


pues cambia según la servidumbre sea continua o discontinua (Art. 885 N.º 5
inc. 2 CC).

4.- Según su origen, la servidumbre es natural, legal o voluntaria (Art. 831 CC).

Las servidumbres naturales son las que provienen de la natural situación de


los lugares (Art. 831 CC). El Código sólo se refiere a la de libre descenso y
escurrimiento de las aguas y se remite al C. de Aguas para su cumplimiento (Art. 833
CC).
Las servidumbres legales son las impuestas por la ley (Art. 831 CC). El Código
Civil divide a las servidumbres legales entre las relativas al uso público y las relativas
a la utilidad de los particulares (Art. 839 CC). Respecto de las primeras, sólo se
refiere al uso de las riberas para la navegación o flote, y remite su regulación al
Código de Aguas. Además señala que serán establecidas otras servidumbres de esta
clase en ordenanzas generales o locales.
A propósito de las servidumbres legales relativas a la utilidad de los
particulares el Código hace una enumeración, señalando entre ellas a la acción de
demarcación, la acción de cerramiento, la servidumbre de tránsito, la medianería, la
servidumbre de acueducto, la servidumbre de luz y la servidumbre de vista. Otras
servidumbres relativas a la utilidad de los particulares son establecidas en leyes
especiales, aunque indirectamente hay un interés público comprometido. Es el caso
del Código de Minería, el Código de Aguas, la ley general de servicios de gas, la ley
general de servicios eléctricos, la ley general de servicios sanitarios, la ley general de
telecomunicaciones, etc.
Las servidumbres voluntarias son las constituidas por un hecho del hombre
(Art. 831 CC). Las personas son libres de gravar sus predios con servidumbres y
adquirir servidumbres que gravan a predios vecinos, con el sólo límite de no dañar al
orden público ni contravenir las leyes (Art. 880 CC).
Se critica esta clasificación, pues trata como servidumbres ciertas restricciones
al dominio que no constituyen propiamente derechos reales y simplemente son una
manifestación de la función social de la propiedad (como la de libre disenso de las
aguas) o se pueden comprender desde otros derechos reales (como la demarcación y
el cerramiento, que pueden explicarse en virtud del dominio)
3. Ejercicio

Para determinar como se ejercen las servidumbres, es preciso distinguir su


origen. Si la servidumbre es natural o legal, la forma de ejercerla será establecida por
la misma ley o por la sentencia que la declara. Si la servidumbre es voluntaria, habrá

167
que estar al título (testamento, convención, sentencia de partición), o a la posesión
misma, si ha sido adquirida por prescripción (Art. 884 CC). Esto explica por que se
puede adquirir modos particulares de ejercer la servidumbre por prescripción (Art.
888 CC).
Sin embargo, existen reglas generales que rigen el ejercicio de la servidumbre:

a) El que tiene derecho a una servidumbre, lo tiene igualmente a los medios


necesarios para ejercerla (art. 828 CC).

b) El que goza de una servidumbre puede hacer las obras indispensables para
ejercerla, con tal que sean a su costa (art. 829). Si se ha establecido que los gastos de
construcción o reparación de las obras son de cargo del dueño del predio sirviente, el
puede optar por efectuarlas o abandonar la parte del predio en que deban hacerse o
conservarse. El abandono en este caso es un título traslaticio de dominio.

c) El dueño del predio sirviente no puede alterar, disminuir ni hacer más


incómoda para el predio dominante la servidumbre con que está gravado el suyo,
pero si por el transcurso del tiempo llegare a serle más oneroso el modo primitivo de
la servidumbre, podrá proponer que se varíe a su costa; y si las variaciones no
perjudican al predio dominante, deberán ser aceptadas (Art. 830 CC).

d) El ejercicio de la servidumbre es indivisible, tanto para el predio sirviente como


para el predio dominante. Esto tiene importancia para los casos en que se produzca
la partición de uno de los predios de los que trata la servidumbre.
Si la división es del predio sirviente, no se extingue la servidumbre. Deberá
soportarla el adjudicatario de la parte en que se ejercía (Art. 826 CC).
Si la división es del predio dominante, casa uno de los nuevos dueños goza de
la servidumbre, pero sin aumentar el gravamen del predio sirviente (Art. 827 CC).

Subyacente a las reglas anteriores se encuentra el antiguo principio romano


del comportamiento civiliter, por el cual en el ejercicio del derecho el dueño del
predio dominante debe procurar producir el mínimo de perjuicio, evitando toda
molestia innecesaria al predio sirviente. Esto se expresa en:
- El derecho a que nos se aumente el gravamen en caso de división del predio
dominante (Art. 827 CC).
- El derecho a que se altere la forma de ejercicio de la si llega a ser más
oneroso (Art. 830 CC).
- El derecho abandonar el dominio la parte de la propiedad donde se ejercerá
la servidumbre, siempre que le corresponda efectuar gastos de construcción o
reparación de obras y los estime demasiado costosos (Art. 829 CC).
- El derecho a que se extinga la servidumbre legal de tránsito en caso de cesar
las circunstancias que le dieron origen (Art. 849 CC).

4. Constitución

Las servidumbres legales (específicamente tránsito, acueducto y otras


establecidas en leyes especiales y que sean verdaderas servidumbres) no se
constituyen por el sólo ministerios de la ley. El dueño del predio sirviente tiene el
derecho a imponer a los otros la servidumbre (Cf. Art. 845 CC). Así, es necesario que
intervenga el juez, declarando la concurrencia de los requisitos legales para que se
entienda gravado el predio sirviente. Tal declaración es efectuada en un juicio sumario
(Art. 680 N.º 2 CPC).
Las servidumbres voluntarias pueden constituirse por cuatro modos:

a) Por un título (Art. 880 inc. 1 CC).

168
La expresión título (a la que hacen referencia los artículos 882, 883 y 884 CC)
no se refiere un documento, sino al negocio jurídico por el cual se constituye la
servidumbre. Puede constituirse por causa de muerte, y en tal caso el título será el
testamento, o por acto entre vivos, y en tal caso el título será el acto o convención.
Puede suplirse por el reconocimiento expreso del dueño del predio sirviente (Art. 883
inc. 1 CC), ya sea por escrito o mediante una confesión judicial. Se equipara también
al título la destinación del padre de familia a que se refiere el Art. 881 CC.
El título no exige una solemnidad especial, sin perjuicio de los actos o
contratos que deban ser solemnes. Así, la compraventa de servidumbres requiere
escritura pública (Art. 1801 CC inc. 2) y la donación de servidumbre requiere
insinuación (Art. 1401 CC).
Sin embargo, la tradición de la servidumbre se efectúa mediante escritura
pública en que el tradente exprese constituirla y el adquirente aceptarla , por expresa
disposición del Art. 698 CC. Puede efectuarse en la misma escritura pública en que
consta el título, siendo esto lo más normal. Debe advertirse que la tradición a que se
refiere el Art. 698 sólo es aplicable cuando el dueño del predio sirviente lo grava con
una servidumbre y constituye el derecho real. Después de ese acto la servidumbre es
inseparable del predio dominante (Art. 825), por lo que el titular del derecho real de
servidumbre sólo podrá transferirlo mediante la tradición del inmueble al que
activamente pertenece, esto es, mediante la correspondiente inscripción.
La inscripción en el registro de propiedad del Conservador de Bienes Raíces
de la escritura de transferencia es voluntaria, pero es de aquellos títulos que pueden
inscribirse (Art. 59 N.º 2 Reglamento del Conservador de Bienes Raíces).

b) Por prescripción

Sólo pueden prescribirse las servidumbres continuas y aparentes, después de


un plazo de cinco años de posesión (art. 882 CC). El Art. 2512 CC establecería un
sistema de prescripción distinto para las servidumbres, sin que importe en caso
alguno la distinción entre posesión regular o irregular. Algunos piensan que se
aplicaría a las servidumbres lo establecido en el Art. 2509 sobre la suspensión del
plazo de prescripción.
También puede ganarse por prescripción un modo particular de ejercer la
servidumbre, cualquiera que sea la clase de ésta (Art. 888 CC).
La omisión de actos de mera facultad y la mera tolerancia de actos no
confieren posesión ni dan fundamento a la prescripción de una servidumbre (Art.
2499 CC).

c) Por destinación del padre de familia

Es una forma de constituir una servidumbre tiene lugar cuando el dueño de un


predio establece un servicio continuo y aparente a favor de otro predio que también le
pertenece y enajena después uno de ellos, o pasan a ser de diversos dueños por
partición, subsistiendo el mismo servicio con carácter de servidumbre entre los dos
predios, a menos que en el título constitutivo de la enajenación o de la partición se
haya estableada expresamente otra cosa (Art. 881 CC)

d) Por sentencia del juez

El Código señala que las servidumbres voluntarias también pueden constituirse


por el juez (Art. 880 inc. 2 CC). El único caso en que el Código hace referencia a tal
situación es en el juicio de partición (Art. 1337 n.º 5 CC).

5. Extinción

169
Las servidumbres se extinguen (art. 885 CC):

1.- Por la resolución del derecho del constituyente. Es claro que se refiere
a las servidumbres voluntarias. El efecto de la resolución del derecho de
dominio sobre los gravámenes establecidos con anterioridad a la resolución
son regulados por los Art. 1490 y 1491 CC, refiriéndose este último a los
inmuebles. En este caso, la servidumbre sólo se extinguirá si el título en que
consta la condición resolutoria estuviere inscrito o fuere otorgado por
escritura pública con anterioridad al gravamen.

2.- Por la llegada del día o el cumplimiento de la condición. Como regla


general, las servidumbres son perpetuas (salvo que ya no sean necesarias, Cf.
Art. 849 CC sobre servidumbre de tránsito). Por eso, el plazo o la condición
son aplicables a servidumbres voluntarias.

3.- por confusión, o sea por la reunión perfecta e irrevocable de ambos


predios en manos de un mismo dueño. La nueva separación no revive a la
servidumbre antes existente, salvo el caso de la destinación por el padre de
familia a que hace referencia el Art. 881 CC.

4.- Por renuncia del dueño del predio dominante, lo que no es más que una
aplicación del Art. 12 CC.

5.- Por prescripción extintiva. Se pierde la servidumbre el no uso, esto es,


por haberse dejado de gozar por tres años. En las servidumbres continuas el
tiempo se cuenta desde que se haya ejecutado un acto contrario a la
servidumbre y en las discontinuas, desde que ha dejado de gozarse.
Respecto de la comunidad sobre el predio dominante, se establece que
el goce de los comuneros interrumpe la prescripción. Asimismo, si la
prescripción no corre contra uno de ellos, tampoco corre contra los demás
(Art. 886 CC).
La servidumbre también cesa si las cosas de hallan en estado tal que
haga imposible usar de ellas. En este caso, vuelve a hacerse exigible una vez
que cesa la imposibilidad. Si la imposibilidad es superior a tres años, prescribe
la servidumbre (Art. 887 CC).

6. Algunas servidumbres legales

Demarcación

No corresponde a una servidumbre, sino a una acción real emanada del


dominio por la cual puede exigirse a los dueños de los predios colindantes la fijación
de los respectivos límites, a expensas comunes (Art. 842 CC).
La demarcación puede efectuarse de común acuerdo o por el tribunal. En el
primer caso conviene reducir el acuerdo a escritura pública (en este caso el acto
jurídico sería una transacción), complementada con un plano debidamente
protocolizado, subinscribiendo en el libro de propiedad del Conservador de Bienes
Raíces respectivo. Si no hay acuerdo, cualquier vecino puede interponer una acción
de demarcación ante el tribunal competente, que se tramitará conforme a las normas
del juicio sumario (Art. 680 Nº 2 CPC). Es una acción imprescriptible y declarativa.
Es preciso distinguir los supuestos de la acción de demarcación de los que
fundamentan la acción reivindicatoria.
La demarcación se efectúa mediante hitos o mojones. Si se remueve uno de
esos hitos, el afectado puede (Art. 843 CC):

170
a) Exigir que se restituya a expensas del infractor;
b) Pedir la indemnización de los perjuicios causados; y
c) Querellarse criminalmente por los delitos que correspondan.

Cerramiento

Tampoco es una servidumbre, sino una acción emanada del dominio por la cual
se exige a los propietarios de los predios colindantes que contribuyan a la operación
de cercado de los predios. También se trata de una acción imprescriptible y real, pero
no es meramente declarativa. Supone la demarcación, sin perjuicio de que puedan
solicitarse conjuntamente. También se tramita conforme a las normas de juicio
sumario (Art. 680 N.º 2 CPC).
El dueño de un predio siempre puede cerrarlo de forma lícita (Art. 844 CC). En
estos casos la pared o cerco le pertenece al dueño del predio, no teniendo derecho
alguno el vecino respecto de ella (Art. 845 CC). Tal situación no es cubierta,
obviamente, por la acción de cerramiento.
El derecho de cerramiento consiste en exigir la concurrencia de los
propietarios de los predios colindantes a la acción de cierre. En estos casos la
construcción y reparación de las cercas comunes corresponden a la todos los
propietarios, regulando el juez el modo y forma de concurrencia, de modo que no se
imponga al propietario un gravamen ruinoso (Art. 846 CC). La cerca construida en
estos casos se rige por las normas de la medianería. El propietario de un predio
colindante puede exonerarse del pago de las expensas renunciando a su derecho de
medianería (Art. 858 CC).

Medianería

La servidumbre legal de medianería no es más que el conjunto de obligaciones


recíprocas que existen entre los dueños de predios colindantes cercados por una
pared o cerca divisoria común (Art. 851 y 852 CC). Por ende, tampoco es una
verdadera servidumbre, sino más bien un caso especial de comunidad.
Después de establecer ciertas presunciones de medianería (Art. 853 CC) y del
derecho de cada propietario a hacer medianera el cerco ajeno, pagando la mitad del
valor del terreno y del cerco (Art. 854 CC), el Código establece las obligaciones que
impone la medianería:
a) No se puede construir apoyándose en la pared medianera o construir sobre
ella sin el consentimiento del otro dueño. En caso de rechazo, puede
autorizarse la construcción por la justicia (Art. 855 inc. 1 CC). Se regulan los
casos ordinarios (Art. 855 inc. 2 CC) y los extraordinarios (Art. 856 CC)
b) Se puede aumentar la pared medianera, pero el exceso será de la parte
constructora, según las reglas que se señalan (Art. 857 CC)
C) Se pueden destruir los árboles medianeros que dañan a uno de los vecinos
(Art. 859 CC).

Tránsito

Constituye una verdadera servidumbre legal que el dueño de un predio puede


imponer a los predios colindantes, siempre que concurran las circunstancias
siguientes (Art. 847 CC):
a) Que el predio se halle destituido de toda comunicación por la interposición
de otros predios;
b) Que la servidumbre de tránsito fuere indispensable para el uso y beneficio
de su predio.

171
Esta servidumbre puede constituirse y regularse de común acuerdo o mediante
la declaración judicial. En ambos casos deberá pagarse el valor del terreno necesario
para la servidumbre y la indemnización de todo otro perjuicio (Art. 847 CC). A falta de
acuerdo, se interpondrá una acción que se tramitará conforme a las normas del juicio
sumario (Art. 680 N.º 2 CPC). En tal procedimiento, el juez deberá escuchar a peritos
sobre el ejercicio de la servidumbre y el importe de la indemnización (Art. 848 CC).
Finalmente, puede constituirse por la separación de un predio en dos, ya sea por
enajenación o adjudicación. En estos casos, la constitución opera por el sólo
ministerio de la ley y no se paga indemnización alguna (Art. 850 CC).
Si la servidumbre de tránsito llega a no ser indispensable para el predio
dominante, el dueño del predio sirviente puede exigir la extinción de la servidumbre,
restituyendo lo que se le pagó por ella (Art. 849 CC).

Luz

Es una servidumbre legal por la que el predio sirviente debe dar luz a un
espacio cerrado y techado, sin incluir vista sobre el predio vecino (Art. 873 CC). Se
regula en los Art. 873 a 877 CC.

Vista

En el Código Civil simplemente se establece una limitación a la construcción de


ventanas, miradores, balcones o azoteas que den vista a las habitaciones, patios o
corrales del predio vecino, consistente en mantener una distancia mínima de tres
metros entre la línea divisoria de los predios y el plano vertical de la línea más
sobresaliente de la ventana o balcón (Art. 878 CC).

Acueducto

Constituye una verdadera servidumbre legal consistente en que puedan


conducirse aguas por la heredad sirviente hasta la heredad dominante, a expensas del
interesado. Aunque se rige por las normas del Código de Aguas, el Código Civil
establece las circunstancias que deben concurrir para la imposición de esta
servidumbre (Art. 861 CC):
a) Que el predio carezca de aguas
b) Que las aguas sean necesarias para el cultivo del predio, para el beneficio
del pueblo o para el establecimiento industrial

172
B) El Usufructo
1. En general
Art. 764. El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de
gozar de una cosa con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su
dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de volver igual cantidad y calidad del
mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es fungible.

El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de gozar de


una cosa con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su
dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de volver igual cantidad y calidad del
mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es fungible.

El derecho de usufructo es un derecho real en cosa ajena que otorga a su titular la


facultad de gozar de la cosa. La facultad de disposición la conserva el propietario.

El dueño que constituye un derecho real de usufructo en favor de una persona se


llama constituyente; el nudo propietario es quien tiene la propiedad de la cosa
fructuaria separada del uso y del goce, pudiendo ser el mismo constituyente, en
cuyo caso conserva la nuda propiedad, o un tercero a quien se le atribuye; y el
titular del derecho de usufructo es el usufructuario.

Se llama restitución la consolidación del usufructo con la nuda propiedad.

El usufructo es un título de mera tenencia (art.714); el usufructuario es mero


tenedor de la cosa, pero es dueño del derecho de usufructo (arts.715 y 922).
El usufructo es un derecho personalísimo. Son susceptibles de usufructo todas
las cosas muebles e inmuebles y los derechos reales.

2. Características

La primera característica es el tema del derecho de propiedad sobre los derechos; el


CC dice que hay una “Especie de propiedad”. Siendo propietario del derecho de
usufructo, el usufructuario puede protegerse con la acción reivindicatoria.

Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el
usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo.

Segunda característica; es un derecho real de goce; incluye


- usar y gozar, pero por otro lado, también
- hacerse dueño de los frutos.

Tercera característica; se constituye sobre cosas ajenas


Cuarta, que es una limitación al dominio. Art.765. La legislación civil es en general
rehacia a las limitaciones del dominio pues ello le quita liquidez a la propiedad; por
ello el usufructo tiene una duración, una limitación temporal del dominio, que no
puede ser eterna.

Art. 765. El usufructo supone necesariamente dos derechos coexistentes, el del nudo
propietario y el del usufructuario.
Tiene por consiguiente una duración limitada, al cabo de la cual pasa al nudo
propietario, y se consolida con la propiedad.

5º el usufructo confiere la mera tenencia de la cosa fructuaria. (714)

173
Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino
en lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario,
el usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros tenedores de la cosa
empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo
dominio ajeno.

6ª Es temporal, por ello el usufructo siempre debe involucrar un plazo. Puede también
involucrar una condición, pero no puede faltar el plazo. 765… 770… El plazo puede
ser determinado o por toda la vida (vitalicios), esto es, en las personas naturales (pues
en personas jurídicas el plazo máximo es de 30 años). 771… El plazo es un requisito
esencial de un usufructo, pero se le puede agregar una condición; así si se cumple
primero la condición, opera ella y se consolida la propiedad.

804… la misma regla. Pero si el plazo dependía de la mayoría de edad, y muere antes;
como es un plazo, se esperará hasta ese plazo aunque la persona haya muerto (plazo
sujetado a una tercera persona).

Art. 765. El usufructo supone necesariamente dos derechos coexistentes, el del nudo
propietario y el del usufructuario.
Tiene por consiguiente una duración limitada, al cabo de la cual pasa al nudo
propietario, y se consolida con la propiedad.

Art. 770. El usufructo podrá constituirse por tiempo determinado o por toda la vida
del usufructuario.
Cuando en la constitución del usufructo no se fija tiempo alguno para su
duración, se entenderá constituido por toda la vida del usufructuario.
El usufructo constituido a favor de una corporación o fundación cualquiera, no
podrá pasar de treinta años.

Art. 771. Al usufructo constituido por tiempo determinado o por toda la vida del
usufructuario, según los artículos precedentes, podrá agregarse una condición,
verificada la cual se consolide con la propiedad.
Si la condición no es cumplida antes de la expiración de dicho tiempo, o antes
de la muerte del usufructuario, según los casos, se mirará como no escrita.

Art. 804. El usufructo se extingue generalmente por la llegada del día o el evento de
la condición prefijados para su terminación.
Si el usufructo se ha constituido hasta que una persona distinta del
usufructuario llegue a cierta edad, y esa persona fallece antes, durará sin embargo el
usufructo hasta el día en que esa persona hubiera cumplido esa edad, si hubiese
vivido.

7ª Es intransmisible por causa de muerte. 773…

Art. 773. La nuda propiedad puede transferirse por acto entre vivos, y transmitirse
por causa de muerte.
El usufructo es intransmisible por testamento o abintestato.

La nuda propiedad es obvio que es transmisible y transferible. Pero el usufructo no


puede transmitirse por sucesión, aunque si por acto entre vivos; si se permitiera ello,
sería un usufructo eterno. La muerte siempre pone término al usufructo.

3. Elementos del Usufructo.

174
- Bienes Susceptibles de usufructo.
El CC no dice nada; la Doctrina considera que hay una amplia gama de bienes;
1) Universalidad de bienes o una cuota de ellos.
2) Especie o cuerpo cierto, o una cuota de el.
3) Bienes muebles o bienes inmuebles.
4) Bienes fungibles o no fungibles
5) Sobre derechos personales.

Usufructo
Cuando recae sobre bienes no consumibles. Es un titulo de mera tenencia
Llegada la época de su extinción, el nudo propietario tiene todas las acciones
que derivan del dominio para restituir la cosa (reivindicatoria, acciones
posesorias, etc)
En la teoría de los riesgos hay una tercera diferencia, como el usufructuario
mantiene la disposición el riesgo siempre es de él.

Cuasiusufructo
Cuando recae sobre bienes consumibles.
Es un título traslaticio de dominio, hace dueño al usufructuario de la cosa. 789
El nudo propietario tendrá una acción personal para pedir el pago; una
situación mas débil que la del usufructuario.
Traslación del riesgo; si la cosa se extingue por caso fortuito, se extingue para
el, pero permanece la obligación de restituir al que constituyo el
cuasiusufructo; el riesgo recae en el cuasiusufructuario.

Art. 789. Si el usufructo se constituye sobre cosas fungibles, el usufructuario se hace


dueño de ellas, y el propietario se hace meramente acreedor a la entrega de otras
especies de igual cantidad y calidad, o del valor que éstas tengan al tiempo de
terminarse el usufructo.

- Siempre en el usufructo hay una concurrencia de 3 sujetos


1) Constituyente: es quien crea el usufructo.
2) Usufructuario: Es quien tiene la facultad de uso, goce y adquisición de los
frutos.
3) Nudo Propietario: es quien queda con la facultad de disponer de la cosa. Lo
mas normal es que el nudo propietario y el constituyente sean la misma
persona.

Este usufructo ha servido para adelantar herencias

772… el uso y goce puede quedar para varias personas.

Art. 772. Se puede constituir un usufructo a favor de dos o más personas, que lo
tengan simultáneamente, por igual, o según las cuotas determinadas por el
constituyente; y podrán en este caso los usufructuarios dividir entre sí el usufructo,
de cualquier modo que de común acuerdo les pareciere.

769… Están prohibidos los usufructos sucesivos o alternativos. El sucesivo o


alternativo se mirará como sustituto, en caso de morir el que corresponde, y
luego del sustituto ya esta caducado el usufructo.

Art. 769. Se prohíbe constituir dos o más usufructos sucesivos o alternativos.

175
Si de hecho se constituyeren, los usufructuarios posteriores se considerarán
como substitutos, para el caso de faltar los anteriores antes de deferirse el primer
usufructo.
El primer usufructo que tenga efecto hará caducar los otros; pero no durará
sino por el tiempo que le estuviere designado.

- Plazo.
Plazo puede ser determinado, o por toda la vida. En personas jurídicas de un
máximo de 30 años. 773… Nunca puede faltar, aunque pueda acompañarlo una
condición; y operará la que se cumpla primero. Cuando no se dice nada del
plazo se entiende que es vitalicio.

Art. 773. La nuda propiedad puede transferirse por acto entre vivos, y transmitirse
por causa de muerte.
El usufructo es intransmisible por testamento o abintestato.

4. Como se puede constituir el usufructo

Art. 766… Por estas formas

1) La Ley. 810… son los dos tipos de usufructos; pero no son propiamente
usufructos, sino un derecho legal de goce. Se tienen los derechos a usar, gozar
etc., la razón, es que el administrador, que es el marido el padre, incurre en
una serie de gastos que justifica que se haga dueño de los frutos. Por eso hay
una especie de usufructo legal, que es un derecho legal de goce (19.585, llamo
derecho legal de goce a este usufructo legal, queriéndose reparar esta
deficiencia conceptual del CC).

Art. 810. El usufructo legal del padre o madre de familia sobre ciertos bienes del hijo,
y el del marido, como administrador de la sociedad conyugal, en los bienes de la
mujer, están sujetos a las reglas especiales del título De la patria potestad y del título
De la sociedad conyugal.

2) Testamento. Cuando se constituye un usufructo por esta vía, hay que


someterse solo a las solemnidades del testamento. Se puede englobar en la
categoría de los actos entre vivos, pues se somete a la voluntad del
constituyente.

3) Acto entre vivos. Si es por esta vía, siempre deberá ser por escritura pública.
767…

Art. 767. El usufructo que haya de recaer sobre inmuebles por acto entre vivos, no
valdrá si no se otorgare por instrumento público inscrito.

Distinción entre bienes muebles e inmuebles


Si el usufructo es testamentario; se somete a la solemnidad del testamento.
Si es sobre un bien mueble, el usufructo es consensual; se usa escritura para
efectos probatorios.
Si es sobre un inmueble, se requiere Escritura pública, y una inscripción en el
conservador de Bienes Raíces. Se da una discusión en doctrina; la solemnidad
es la escritura más la inscripción, ó únicamente la escritura publica. Andrés
Sochting se inclina por la teoría que indica que la solemnidad es dual; se eleva
a solemnidad el conjunto de las dos cosas. La inscripción se debe hacer en el
registro de hipotecas y gravámenes del domicilio donde se halla el inmueble.

176
4) Prescripción. 2498 inc. 2º… 766 nº 4… Distinción; cuando un usufructo esta
bien constituido, la persona adquiere bien el usufructo. El único caso en que se
daría por prescripción sería cuando se realiza usufructo sobre cosa ajena; los
plazos de prescripción serán los mismos que el dominio. Es muy hipotético este
usufructo en el caso de los inmuebles.

Art. 766. El derecho de usufructo se puede constituir de varios modos:


1º Por la ley;
2º Por testamento;
3º Por donación, venta u otro acto entre vivos;
4º Se puede también adquirir un usufructo por prescripción.

Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.

5) Sentencia Judicial. 1337 nº 6… reglas de la partición. El CC da las reglas dela


partición, constituye un juez partidor, facultado siempre con la anuencia de las
partes para constituir usufructo; parte de la DOC ha dicho que esto esta sujeto
a la voluntad de las partes.
14.908 art.4… otro ejemplo de usufructo por sentencia judicial; es propiamente
un usufructo.

Art. 1337. El partidor liquidará lo que a cada uno de los coasignatarios se deba, y
procederá a la distribución de los efectos hereditarios, teniendo presentes las reglas
que siguen:
6ª Si dos o más personas fueren coasignatarios de un predio, podrá el partidor
con el legítimo consentimiento de los interesados separar de la propiedad el
usufructo, habitación o uso para darlos por cuenta de la asignación.

5. Los derechos del Usufructuario

1) Derecho a usar de la cosa fructuaria.


2) Derecho a gozar la cosa fructuaria, con lo cual adquiere los frutos que produzca,
tanto naturales como civiles. Sin embargo no tiene derecho sino sólo a algunos
productos. La extensión de estas atribuciones son determinadas por el acto
constitutivo, el CC es supletorio.
3) Derecho a administrar la cosa fructuaria. Le permite ejercitar los derechos
anteriores más expeditamente.
4) Derecho a hipotecar el usufructo art. 2418. Se puede hipotecar bienes raíces en
dominio o usufructo. Sin embargo esa hipoteca tiene menos valor; y este valor va a
disminuir progresivamente a medida que el usufructo se acerque a su plazo de
término (ya sea la muerte en un usufructo vitalicio, u otro caso).

Art. 2418. La hipoteca no podrá tener lugar sino sobre bienes raíces que se posean en
propiedad o usufructo, o sobre naves.
Las reglas particulares relativas a la hipoteca de las naves pertenecen al
Código de Comercio.

5) Derecho a arrendar y ceder el usufructo. Art. 793. Actuando en contra de la


voluntad del constituyente, se pierde el usufructo. Además, la responsabilidad recae
sobre el usufructuario.

177
Art. 793. El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y cederlo a quien quiera
a título oneroso o gratuito.
Cedido el usufructo a un tercero, el cedente permanece siempre directamente
responsable al propietario.
Pero no podrá el usufructuario arrendar ni ceder su usufructo, si se lo hubiese
prohibido el constituyente; a menos que el propietario le releve de la prohibición.
El usufructuario que contraviniere a esta disposición, perderá el derecho de
usufructo.

6) Facultad de disponer de la cosa fructuaria, sólo aplicable al cuasi-usufructo


(usufructo de cosas consumibles). El nudo propietario no tiene facultad de disposición;
tiene un crédito, un derecho personal para hacer efectiva la restitución de objetos de
igual calidad, cantidad, etc.

6. Las obligaciones del Usufructuario

1) Obligaciones previas; antes de entrar en uso y goce de la cosa. Art. 775… 776
- Practicar inventario solemne. Es el que se hace previo decreto judicial y ante
funcionario competente (además hay algunas formalidades).
- Rendir caución de conservación y restitución.
Lo normal, es que el usufructo sea un contrato familiar, donde el constituyente releva
de la obligación de rendir caución y además se releva lo del inventario solemne. Esto
porque es bastante caro. Y la caución, más que ser cara, empeora la posición
crediticia personal.

Si no se cumplen, el usufructuario no puede entrar en uso y goce del bien.

Art. 775. El usufructuario no podrá tener la cosa fructuaria sin haber prestado
caución suficiente de conservación y restitución, y sin previo inventario solemne a su
costa, como el de los curadores de bienes.
Pero tanto el que constituye el usufructo como el propietario podrán exonerar
de la caución al usufructuario.
Ni es obligado a ella el donante que se reserva el usufructo de la cosa donada.
La caución del usufructuario de cosas fungibles se reducirá a la obligación de
restituir otras tantas del mismo género y calidad, o el valor que tuvieren al tiempo de
la restitución.

Art. 776. Mientras el usufructuario no rinda la caución a que es obligado, y se termine


el inventario, tendrá el propietario la administración con cargo de dar el valor líquido
de los frutos al usufructuario.

2) Limitaciones para el usufructuario.


- Respetar los arrendamientos previos sobre la cosa fructuaria. 792…
- Respetar otras cargas personales. 796…
Deben asumirse todas las cargas con las que venía la cosa fructuaria. No es
lícito seguir gravando con mas cargas la cosa fructuaria.
- Respetar la cosa en el estado en que se encuentra. 798???? El nudo propietario
se hace cargo…

Art. 792. El usufructuario es obligado a respetar los arriendos de la cosa fructuaria,


contratados por el propietario antes de constituirse el usufructo por acto entre vivos,
o de fallecer la persona que lo ha constituido por testamento.
Pero sucede en la percepción de la renta o pensión desde que principia el
usufructo.

178
Art. 796. Serán de cargo del usufructuario las pensiones, cánones y en general las
cargas periódicas con que de antemano haya sido gravada la cosa fructuaria y que
durante el usufructo se devenguen. No es lícito al nudo propietario imponer nuevas
cargas sobre ella en perjuicio del usufructo.
Corresponde asimismo al usufructuario el pago de los impuestos periódicos
fiscales y municipales, que la graven durante el usufructo, en cualquier tiempo que se
haya establecido.
Si por no hacer el usufructuario estos pagos los hiciere el propietario, o se
enajenare o embargare la cosa fructuaria, deberá el primero indemnizar de todo
perjuicio al segundo.

Art. 798. Se entienden por obras o refacciones mayores las que ocurran por una vez o
a largos intervalos de tiempo, y que conciernen a la conservación y permanente
utilidad de la cosa fructuaria.

3) Obligaciones del Usufructuario en el ejercicio de su derecho.


- Mantener la cosa fructuaria, conservando su forma y sustancia.
- Debe pagar las expensas y mejoras. Cuatro arts. 795, 796, 797 y 798… Las
mismas normas del arriendo, obligación de mejoras menores.
- Si el usufructo esta constituido por testamento, el testador puede establecer
ciertas obligaciones al usufructuario que acepte el usufructo por herencia.
- El usufructuario responde de culpa leve, en la responsabilidad contractual
(hay culpa levísima, culpa leve y culpa grave, contrapuestas a distintos tipos de
diligencia) y debe usar diligencia media. (modelos de culpa en art. 44).

Art. 795. Corresponden al usufructuario todas las expensas ordinarias de


conservación y cultivo.

Art. 797. Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa
fructuaria, serán de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure
el usufructo, el interés legal de los dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que
exija la conservación de la cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el
usufructuario para libertar la cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su
costa, y el propietario se las reembolsará sin interés.

4) Obligaciones del usufuctuario una vez que se extingue el usufructo 764 y 787.
- Restituir la cosa fructuaria. Tener presente que el nudo propietario tiene la
accion reivindicatoria para pedir de vuelta la cosa.
- Caso del cuasiusufructo; la obligación es restituir cosas de igual calidad,
especie, etc. Y el nudo propietario tendrá un crédito, un derecho personal para
restituir lo debido. 789…

Art. 787. El usufructuario de cosa mueble tiene el derecho de servirse de ella según
su naturaleza y destino; y al fin del usufructo no es obligado a restituirla sino en el
estado en que se halle, respondiendo solamente de aquellas pérdidas o deterioros que
provengan de su dolo o culpa.

Art. 789. Si el usufructo se constituye sobre cosas fungibles, el usufructuario se hace


dueño de ellas, y el propietario se hace meramente acreedor a la entrega de otras
especies de igual cantidad y calidad, o del valor que éstas tengan al tiempo de
terminarse el usufructo.

7. Los derechos del Nudo propietario

179
1) Puede enajenar la nuda propiedad 773.
Art. 773. La nuda propiedad puede transferirse por acto entre vivos, y transmitirse
por causa de muerte.
El usufructo es intransmisible por testamento o abintestato.

2) Puede vender la cosa (siempre respetando el derecho del usufructuario; inciso


final del 779, pues el usufructuario tiene un derecho real de dominio sobre su
derecho de usufructo, aunque es un mero tenedor de la cosa –Teoría de los
derechos sobre derechos-), etc.
Art. 779. No es lícito al propietario hacer cosa alguna que perjudique al usufructuario
en el ejercicio de sus derechos; a no ser con el consentimiento formal del
usufructuario.
Si quiere hacer reparaciones necesarias, podrá el usufructuario exigir que se
hagan en un tiempo razonable y con el menor perjuicio posible del usufructo.
Si transfiere o transmite la propiedad, será con la carga del usufructo
constituido en ella, aunque no lo exprese.

3) Puede hipotecar la cosa. 716…

Art. 716. El simple lapso de tiempo no muda la mera tenencia en posesión; salvo el
caso del artículo 2510, regla 3ª.

4) Puede transmitirla por sucesión por causa de muerte.


5) 893…
Art. 893. La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la propiedad
plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa.

6) 916.
Art. 916. Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o recuperar la posesión
de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos.

7) Derecho a los frutos pendientes al momento de la restitución de la cosa


fructuaria.
8) Derecho a que se le indemnice por las pérdidas y deterioro de la cosa
fructuaria. 787… 788… 802…
Art. 787. El usufructuario de cosa mueble tiene el derecho de servirse de ella según
su naturaleza y destino; y al fin del usufructo no es obligado a restituirla sino en el
estado en que se halle, respondiendo solamente de aquellas pérdidas o deterioros que
provengan de su dolo o culpa.

Art. 788. El usufructuario de ganados o rebaños es obligado a reponer los animales


que mueren o se pierden, pero sólo con el incremento natural de los mismos ganados
o rebaños; salvo que la muerte o pérdida fueren imputables a su hecho o culpa, pues
en este caso deberá indemnizar al propietario.
Si el ganado o rebaño perece del todo o en gran parte por efecto de una
epidemia u otro caso fortuito, el usufructuario no estará obligado a reponer los
animales perdidos, y cumplirá con entregar los despojos que hayan podido salvarse.

Art. 802. El usufructuario es responsable no sólo de sus propios hechos u omisiones,


sino de los hechos ajenos a que su negligencia haya dado lugar.
Por consiguiente, es responsable de las servidumbres que por su tolerancia
haya dejado adquirir sobre el predio fructuario, y del perjuicio que las usurpaciones
cometidas en la cosa fructuaria hayan inferido al dueño, si no las ha denunciado al
propietario oportunamente pudiendo.

180
9) Derecho a los intereses por dinero ocupado en otras inversiones. 797…
Art. 797. Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa
fructuaria, serán de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure
el usufructo, el interés legal de los dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que
exija la conservación de la cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el
usufructuario para libertar la cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su
costa, y el propietario se las reembolsará sin interés.

10) Derecho al tesoro que se descubre en la cosa dada en usufructo. 786…


Art. 786. El usufructuario no tiene sobre los tesoros que se descubran en el suelo que
usufructúa, el derecho que la ley concede al propietario del suelo.

11) Derecho al termino anticipado del usufructo en los casos del 809…
Art. 809. El usufructo termina, en fin, por sentencia de juez que a instancia del
propietario lo declara extinguido, por haber faltado el usufructuario a sus
obligaciones en materia grave, o por haber causado daños o deterioros considerables
a la cosa fructuaria.
El juez, según la gravedad del caso, podrá ordenar, o que cese absolutamente
el usufructo, o que vuelva al propietario la cosa fructuaria, con cargo de pagar al
fructuario una pensión anual determinada, hasta la terminación del usufructo.

8. Obligaciones del nudo propietario:


Se reducen al pago de las expensas extraordinarias y el pago de las expensas mayores
que se hayan ejecutado. (Art. 797). Obras mayores son cambios de instalaciones
eléctricas, de tuberías. Art. 801. Es necesario dilucidar si hay alguna convención entre
el usufructuario y el nudo propietario, que por lo general no es así. (Ahí se ve si las
mejoras están reglamentadas), si no están reglamentadas se aplica el 801, en que las
mejoras hechas por el usufructuario no se le cobran al nudo propietario. Lo que si se
puede hacer es compensar esas mejoras con los deterioros que le haya hecho a la casa
el usufructuario.

Art. 797. Las obras o refacciones mayores necesarias para la conservación de la cosa
fructuaria, serán de cargo del propietario, pagándole el usufructuario, mientras dure
el usufructo, el interés legal de los dineros invertidos en ellas.
El usufructuario hará saber al propietario las obras y refacciones mayores que
exija la conservación de la cosa fructuaria.
Si el propietario rehúsa o retarda el desempeño de estas cargas, podrá el
usufructuario para libertar la cosa fructuaria y conservar su usufructo, hacerlas a su
costa, y el propietario se las reembolsará sin interés.
Art. 801. El usufructuario no tiene derecho a pedir cosa alguna por las mejoras que
voluntariamente haya hecho en la cosa fructuaria; pero le será lícito alegarlas en
compensación por el valor de los deterioros que se le puedan imputar, o llevarse los
materiales, si puede separarlos sin detrimento de la cosa fructuaria, y el propietario
no le abona lo que después de separados valdrían.
Lo cual se entiende sin perjuicio de las convenciones que hayan intervenido
entre el usufructuario y el propietario relativamente a mejoras, o de lo que sobre esta
materia se haya previsto en la constitución del usufructo.

9. Extinción del usufructo:


1. Llegada del día o cumplimiento de la condición: (804). El usufructo puede ser a
un plazo determinado o vitalicio. Si es a plazo de terminado, cumplido el plazo
se termina, y si es a vitalicio, la condición se cumple con la muerte. Si el

181
usufructo lo sostengo hasta que un 3° cumpla una cierta edad, y el mismo
muere antes de la edad prefijada, el usufructo se entiende hasta el minuto en
que hubiere cumplido dicha edad. (805).
Art. 804. El usufructo se extingue generalmente por la llegada del día o el evento de
la condición prefijados para su terminación.
Si el usufructo se ha constituido hasta que una persona distinta del
usufructuario llegue a cierta edad, y esa persona fallece antes, durará sin embargo el
usufructo hasta el día en que esa persona hubiera cumplido esa edad, si hubiese
vivido.

Art. 805. En la duración legal del usufructo se cuenta aun el tiempo en que el
usufructuario no ha gozado de él, por ignorancia o despojo o cualquiera otra causa.

2. Por la muerte del usufructuario: (806, segunda parte), (780) si yo dejo un


usufructo a 5 hermanos y uno de ellos muere, el resto acrece en su propiedad
sobre el usufructo y si es vitalicio, dura hasta que muera el ultimo. Esto se
ocupa mucho para reducir herencias o reducir el impuesto a la herencia.
Art. 806. El usufructo se extingue también:
Por la muerte del usufructuario, aunque ocurra antes del día o condición
prefijada para su terminación;
Por la resolución del derecho del constituyente, como cuando se ha constituido
sobre una propiedad fiduciaria, y llega el caso de la restitución;
Por consolidación del usufructo con la propiedad;
Por prescripción;
Por la renuncia del usufructuario.

Art. 780. Siendo dos o más los usufructuarios, habrá entre ellos derecho de acrecer, y
durará la totalidad del usufructo hasta la expiración del derecho del último de los
usufructuarios.
Lo cual se entiende, si el constituyente no hubiere dispuesto que terminado un
usufructo parcial se consolide con la propiedad.

3. Por la resolución del derecho del constituyente: si caduca el derecho del


constituyente, caduca también el derecho del usufructo. Solo en el caso de que
el motivo por el cual deba caducar sea anterior a la constitución del usufructo.
4. Consolidación del usufructo con la nuda propiedad: esto opera como causal y
como efecto. Cuando un padre cede el usufructo a su hijo y luego el muere y
por medio de la herencia el hijo recibe la nuda propiedad, se consolida el
usufructo con la nuda propiedad.
5. Por prescripción: hay que analizarlo desde 2 puntos de vista; primero cuando el
usufructuario no hace uso de su usufructo y la otra así (3° que de buena fe se
cree usufructuario), la segunda la gana por prescripción adquisitiva. La otra
posibilidad es que alguien gane por prescripción la propiedad plena por
prescripción, caducando los usufructos contenidos sobre ella. La doctrina alega
es si puedo perder por prescripción extintiva por el solo mero no uso del
derecho. En chile se ha negado porque tengo un derecho de dominio sobre mi
derecho de usufructo, nadie pierde por prescripción el dominio de una cosa,
salvo que otro la gane por prescripción adquisitiva.
6. Renuncia del usufructo: solo opera cuando la inscribo al margen de la
inscripción del usufructo.
7. Destrucción completa de la cosa fructuaria: (807) el nudo propietario no está
obligado a restituir la cosa al usufructuario si esta se destruye, sino este
usufructo se reduce a la posibilidad que queda de ser usado.
Art. 807. El usufructo se extingue por la destrucción completa de la cosa fructuaria: si
sólo se destruye una parte, subsiste el usufructo en lo restante.

182
Si todo el usufructo está reducido a un edificio, cesará para siempre por la
destrucción completa de éste, y el usufructuario no conservará derecho alguno sobre
el suelo.
Pero si el edificio destruido pertenece a una heredad, el usufructuario de ésta
conservará su derecho sobre toda ella

8. Inundación de la heredad: si antes de 5 años se retira lo inundado mi usufructo


se vuelve a agrandar.
9. Por sentencia judicial: (809) termina por sentencia de juez que lo declara
extinguir.
Art. 809. El usufructo termina, en fin, por sentencia de juez que a instancia del
propietario lo declara extinguido, por haber faltado el usufructuario a sus
obligaciones en materia grave, o por haber causado daños o deterioros considerables
a la cosa fructuaria.
El juez, según la gravedad del caso, podrá ordenar, o que cese absolutamente
el usufructo, o que vuelva al propietario la cosa fructuaria, con cargo de pagar al
fructuario una pensión anual determinada, hasta la terminación del usufructo.

10. La doctrina señala que otra causal es por expropiación, caducando el


usufructo.

183
C) Uso y Habitación
(811) El derecho de uso es un derecho real, la primera diferencia que tiene con el
usufructo es que es un derecho limitado, y es personalísimo, intransmisible e
intransferible, porque en la práctica el constituyente hace un contrato de persona, que
una determinada persona goce de los frutos de una cosa para uso personal y familiar.

Esta entre el 811 y el 819. Es un derecho real y el titular puede perseguir la cosa de
mano de quien la tenga. El derecho es personalísimo pero aun así puede ganarse por
prescripción (2498). El derecho de uso y habitación es inembargable contenido en el
1618 Nº 9, 455 Nº 15 del código de procedimiento civil y el 1466.

Se constituye y extingue siguiendo las mismas reglas que el usufructo. Cuando se dice
que el juez de menores puede instituir usufructo sobre bienes, también se puede
instituir uso y habitación.

Otro elemento es que en general el titular no tiene la obligación de caución e


inventario, (813) usuario es el que se hace dueño de sus frutos y cuando es respecto
de un bien raíz se le llama habitador, ninguno debe rendir caución y el habitador debe
rendir inventario y el usuario cuando debe restituir los bienes que se le dieron en uso.
814 y 815, la extensión de la habitación se ve en el titulo. El usuario o habitador debe
usarlo con moderación y responde de culpa leve.

Art. 811. El derecho de uso es un derecho real que consiste, generalmente, en la


facultad de gozar de una parte limitada de las utilidades y productos de una cosa.
Si se refiere a una casa, y a la utilidad de morar en ella, se llama derecho de
habitación.

Art. 812. Los derechos de uso y habitación se constituyen y pierden de la misma


manera que el usufructo.

Art. 813. Ni el usuario ni el habitador estarán obligados a prestar caución.


Pero el habitador es obligado a inventario; y la misma obligación se extenderá
al usuario, si el uso se constituye sobre cosas que deban restituirse en especie.

Art. 814. La extensión en que se concede el derecho de uso o de habitación se


determina por el título que lo constituye, y a falta de esta determinación en el título,
se regla por los artículos siguientes.

Art. 815. El uso y la habitación se limitan a las necesidades personales del usuario o
del habitador.
En las necesidades personales del usuario o del habitador se comprenden las
de su familia.
La familia comprende al cónyuge y los hijos; tanto los que existen al momento
de la constitución, como los que sobrevienen después, y esto aun cuando el usuario o
el habitador no esté casado, ni haya reconocido hijo alguno a la fecha de la
constitución.
Comprende asimismo el número de sirvientes necesarios para la familia.
Comprende, además, las personas que a la misma fecha vivían con el habitador
o usuario y a costa de éstos; y las personas a quienes éstos deben alimentos.

Art. 816. En las necesidades personales del usuario o del habitador no se comprenden
las de las industria o tráfico en que se ocupa.
Así el usuario de animales no podrá emplearlos en el acarreo de los objetos en
que trafica, ni el habitador servirse de la casa para tiendas o almacenes.

184
A menos que la cosa en que se concede el derecho, por su naturaleza y uso
ordinario y por su relación con la profesión o industria del que ha de ejercerlo,
aparezca destinada a servirle en ellas.

Art. 817. El usuario de una heredad tiene solamente derecho a los objetos comunes de
alimentación y combustible, no a los de una calidad superior; y está obligado a
recibirlos del dueño o a tomarlos con su permiso.

Art. 818. El usuario y el habitador deben usar de los objetos comprendidos en sus
respectivos derechos con la moderación y cuidado propios de un buen padre de
familia; y están obligados a contribuir a las expensas ordinarias de conservación y
cultivo, a prorrata del beneficio que reporten.
Esta última obligación no se extiende al uso o a la habitación que se dan
caritativamente a personas necesitadas.

Art. 819. Los derechos de uso y habitación son intransmisibles a los herederos, y no
pueden cederse a ningún título, prestarse ni arrendarse.
Ni el usuario ni el habitador pueden arrendar, prestar o enajenar objeto alguno
de aquellos a que se extiende el ejercicio de su derecho.
Pero bien pueden dar los frutos que les es lícito consumir en sus necesidades
personales.

185
D) Propiedad Fiduciaria
1. Concepto

Art. 733. Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de pasar a otra
persona, por el hecho de verificarse una condición.
La constitución de la propiedad fiduciaria se llama fideicomiso.
Este nombre se da también a la cosa constituida en propiedad fiduciaria.
La translación de la propiedad a la persona en cuyo favor se ha constituido el
fideicomiso, se llama restitución.

Si recae sobre un inmueble, que significa la inscripción


733; el constituyente constituye el usufructo y en el mismo acto de constitución cede o
entrega el dominio de ese bien a un 3° que deberá pasárselo a otro si se cumple una
determinada obligación, suspensiva para el ultimo y resolutoria para el 3°.

2. La solemnidad
El fideicomiso se constituye de manera solemne, va a depender de cual será el acto
por medio del cual se constituye, si este se constituye por acto entre vivos, necesita
escritura pública, si es por testamento, me sujeto a las solemnidades o formalidades
de cada tipo de testamento. Si el objeto del fideicomiso es bien inmueble debo
inscribirlo en el conservador de bienes raíces. Se discute si es solo tradición o
tradición y solemnidad. Si es solo tradición el título existe y solo falta la entrega, si
además es con solemnidad y esta no se cumple, se establece que el fideicomiso nunca
se constituyó. La mayoría de la doctrina considera la inscripción no como solemnidad
sino como un paso importante.
Si el fideicomiso es por testamento deja claro que la inscripción es mas bien una
solemnidad y no tradición, ya que no opera el modo de adquirir por tradición sino el
modo de causa de muerte, en este caso se dice que es solemnidad y otro un modo de
mantener intacta la historia de propiedad, mas de publicidad que de solemnidad.

3. ¿se puede adquirir por prescripción la propiedad fiduciaria?


Art. señala 735…
Art. 735. Los fideicomisos no pueden constituirse sino por acto entre vivos otorgado
en instrumento público, o por acto testamentario.
La constitución de todo fideicomiso que comprenda o afecte un inmueble,
deberá inscribirse en el competente Registro.

De ahí, parte de la doctrina ha dicho que no se puede adquirir por tal vía, pues no se
contempla expresamente en el 735.

La otra parte de la doctrina usa el mismo argumento para decir que si se puede
adquirir por prescripción (2498 y 2512; el dominio se gana por prescripción, y de la
misma forma todos los derechos reales que no están exceptuados expresamente). El
tema es que es difícil ganar un fideicomiso por prescripción, igual que como pasa con
el usufructo; ¿Cuál sería el justo título para sentirse señor y dueño del fideicomiso? Es
una materia dudosa, pero se han encontrado casos en jurisprudencia en que se ha
ganado por prescripción usufructos, al menos.

Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o
muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones
legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.

186
Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera
que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1.a El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción
extraordinaria de diez años.
2.a El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.

4. Elementos de la Propiedad Fiduciaria.


- Que exista una cosa susceptible de ser dada en fideicomiso. Art. 734…
Se pueden constituir en fideicomiso todas las cosas que no son consumibles,
según la doctrina se ha puesto de acuerdo.
Art. 734. No puede constituirse fideicomiso sino sobre la totalidad de una herencia o
sobre una cuota determinada de ella, o sobre uno o más cuerpos ciertos.

- Que concurran tres sujetos:


1) Constituyente. Es el propietario del bien que, por testamento o acto entre
vivos, declara transferírselo a otra persona con una condición. Puede
nombrar a una persona o a varias, o substitutos como propietarios
fiduciarios (742, 743, 744), pero no se puede constituir propietarios
fiduciarios sucesivos.

CTrasferencia bajo condiciónPf Cumplida la condiciónF

2) Propietario Fiduciario. Sujeto al que se le da el fideicomiso; el que adquiere


la propiedad tiene un derecho de dominio completo sobre la cosa, pero bajo
una condición resolutoria. Adquiere la cosa con todas las facultades, pero si
se cumple la condición, su derecho termina y pasa al fideicomisario.

Falta de fiduciario antes de que se defiera el fideicomiso. Distinguir


a. Si hay fiduciarios substitutos. Serán los o el substituto quien
asume el fideicomiso.
b. Si eran varios fiduciarios y no había substitutos. Hay que ver si
opera el acrecimiento entre los demás (cuando uno es
comunero de una cosa, es comunero en cuotas; hay que ver si
existe el derecho de acrecimiento, si el resto de los que quedan
se reparten las cuotas 1147 y siguientes.)
c. En último caso, queda de fideicomisario el constituyente o sus
herederos.

La falta del fiduciario después de deferido el fideicomiso.


Se puede constituir por testamento; quedan en suspenso todas las
disposiciones testamentarias. Si se constituye a alguien como
fideicomisario, pero esta falta al momento de deferirse la herencia sucede
lo que indica el 748.
La falta del fiduciario después de deferido el fideicomiso.
Como ya se adquirió, ese derecho si se transmite a sus herederos, quienes
serían propietarios fiduciarios de la cosa.

751… Por regla general son transferibles y transmisibles con dos


excepciones.
Art. 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por
causa de muerte, pero en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y sujeta
al gravamen de restitución bajo las mismas condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya
prohibido la enajenación; ni transmisible por testamento o abintestato, cuando el día
prefijado para la restitución es el de la muerte del fiduciario; y en este segundo caso

187
si el fiduciario la enajena en vida, será siempre su muerte la que determine el día de
la restitución.

Excepciones; si la condición es la muerte del fiduciario, se eleva de plazo


determinado a condición. Cualquier condición que se ponga para que la
propiedad pase del Pf al F, deberá cumplirse antes de 5 años, o se
entenderá fallida la condición.

3) Fideicomisario. Es quien tiene la expectativa de ser el dueño absoluto de un


bien si se cumple la condición, por medio de la restitución. Mientras no se
cumpla la condición, no tiene derecho alguno, salvo el derecho a poder
pedir ante el juez competente que ordene las medidas conservativas - por
ejemplo el secuestro de la cosa, inventarios solemnes, rendir caución, etc-,
si el fiduciario esta mal usando la cosa.

No es necesario que exista al momento de generación del fideicomiso, pero


si que se espere que exista al momento la constitución.

737… Pasa lo mismo que con el fiduciario; se pueden nombrar varios, que
pueden ser llamados en forma simultánea o como substitutos, pero esta
prohibido los fideicomisarios sucesivos.
Art. 737. El fideicomisario puede ser persona que al tiempo de deferirse la propiedad
fiduciaria no existe, pero se espera que exista.

Lo que no reglamenta el CC es que pasa si en la constitución del


fideicomiso no se designa a nadie; parte de la doctrina indica que habría
nulidad. Otros, 748 se aplica por analogía, debería ser entonces el
constituyente; cumplida a la condición se extinguiría el fideicomiso por 763
nº 6, volviendo la propiedad al constituyente o a sus herederos.

Si habiéndose designado, falto el fideicomisario.


- Antes de deferirse. Estudiar el titulo y ver si se designo fideicomisarios
substitutos. Si hay substitutos, la expectativa pasa a él. Si no hay
substitutos, se consolida la propiedad en el propietario fiduciario.
- Después de cumplida la condición. Reglas distintas; pues si se cumple la
condición, adquiere ipso iure –de pleno derecho- el derecho el
fideicomisario, pero ¿Adquiere el dominio o el derecho a exigir que se le
transmita el dominio? Pues es necesaria la tradición, y si llega faltar el
fideicomisario cumplida la condición, y adquirió ipso iure el derecho a
exigir la tradición. Entonces, el fideicomisario transmite a sus herederos el
derecho a exigir la tradición de la cosa.

- Que exista una condición en virtud de la cual la propiedad va a pasar de manos


del propietario fiduciario al fideicomisario. Es resolutoria para el fiduciario, y
suspensiva para el fideicomisario.

738… Siempre debe existir el fideicomisario al momento de la restitución, pero a


esa condición se pueden agregar otras, disyuntivas o alternativas.

739… la condición debe cumplirse en 5 años, sino se considera fallida. Con una
excepción; muerte del fiduciario, plazo elevado a condición.

Art. 738. El fideicomiso supone siempre la condición expresa o tácita de existir el


fideicomisario, o su substituto, a la época de la restitución.

188
A esta condición de existencia pueden agregarse otras copulativa o
disyuntivamente.

Art. 739. Toda condición de que penda la restitución de un fideicomiso, y que tarde
más de cinco años en cumplirse, se tendrá por fallida, a menos que la muerte del
fiduciario sea el evento de que penda la restitución.
Estos cinco años se contarán desde la delación de la propiedad fiduciaria.

5. Efectos del fideicomiso.

1) Derechos y obligaciones del fiduciario. El fiduciario se transforma en


dueño del fideicomiso, pero con una condición resolutoria. Los derechos y
obligaciones que tiene como dueño son similares a los del usufructuario 754…
Modificaciones;

Art. 754. El propietario fiduciario tiene sobre las especies que puede ser obligado a
restituir, los derechos y cargas del usufructuario, con las modificaciones que en los
siguientes artículos se expresan.

a) fiduciario puede enajenar la cosa por actos entre vivos o sucesión por causa
de muerte, pero con cargo de mantenerla indivisa y respetando el gravamen de
la condición resolutoria de la cosa. La única prohibición es la del 751 inc. 2º, no
se puede enajenar cuando el constituyente lo ha prohibido, o cuando la
condición de restitución es la muerte del fiduciario.
Art. 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por
causa de muerte, pero en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y sujeta
al gravamen de restitución bajo las mismas condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya
prohibido la enajenación; ni transmisible por testamento o abintestato, cuando el día
prefijado para la restitución es el de la muerte del fiduciario; y en este segundo caso
si el fiduciario la enajena en vida, será siempre su muerte la que determine el día de
la restitución.

b) Propiedad fiduciaria puede se hipotecada, constituirse servidumbre u otras


cargas. 757… Como fiduciario se puede gravar, pero sujeto a las reglas de
tutela y curaduría, con conocimiento de causa, en que el juez se cita a
audiencia, tramite corto. Se trata de decir que se puede gravar, pero con
autorización del fideicomisario; sino, la sanción no es la nulidad del gravamen,
sino la inoponibilidad al fideicomisario.

Art. 757. En cuanto a la imposición de hipotecas, censos, servidumbres, y cualquiera


otro gravamen, los bienes que fiduciariamente se posean se asimilarán a los bienes de
la persona que vive bajo tutela o curaduría, y las facultades del fiduciario a las del
tutor o curador.
Impuestos dichos gravámenes sin previa autorización judicial con conocimiento
de causa, y con audiencia de los que según el artículo 761 tengan derecho para
impetrar providencias conservatorias, no será obligado el fideicomisario a
reconocerlos.

c) El fiduciario administra las cosas como un buen padre de familia


respondiendo de culpa leve. 758… Como dueño, tiene las acciones
reivindicatorias, posesorias. Es inembargable el objeto del fideicomiso, pero si
sus frutos.

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Art. 758. Por lo demás, el fiduciario tiene la libre administración de las especies
comprendidas en el fideicomiso, y podrá mudar su forma; pero conservando su
integridad y valor.
Será responsable de los menoscabos y deterioros que provengan de su hecho o
culpa.

d) Derecho a usar y gozar de los frutos de la cosa.

e) Como el fiduciario debe restituir, se le imponen restricciones a su uso en el


754, 756 y 757, 759, 795, 798, 909, 911.

Art. 757. En cuanto a la imposición de hipotecas, censos, servidumbres, y cualquiera


otro gravamen, los bienes que fiduciariamente se posean se asimilarán a los bienes de
la persona que vive bajo tutela o curaduría, y las facultades del fiduciario a las del
tutor o curador.
Impuestos dichos gravámenes sin previa autorización judicial con conocimiento
de causa, y con audiencia de los que según el artículo 761 tengan derecho para
impetrar providencias conservatorias, no será obligado el fideicomisario a
reconocerlos.

Art. 759. El fiduciario no tendrá derecho a reclamar cosa alguna en razón de mejoras
no necesarias, salvo en cuanto lo haya pactado con el fideicomisario a quien se haga
la restitución; pero podrá oponer en compensación el aumento de valor que las
mejoras hayan producido en las especies, hasta concurrencia de la indemnización que
debiere.

Art. 795. Corresponden al usufructuario todas las expensas ordinarias de


conservación y cultivo.

Art. 798. Se entienden por obras o refacciones mayores las que ocurran por una vez o
a largos intervalos de tiempo, y que conciernen a la conservación y permanente
utilidad de la cosa fructuaria.

Art. 909. El poseedor de buena fe, vencido, tiene asimismo derecho a que se le
abonen las mejoras útiles, hechas antes de contestarse la demanda.
Sólo se entenderán por mejoras útiles las que hayan aumentado el valor venal
de la cosa.
El reivindicador elegirá entre el pago de lo que valgan al tiempo de la
restitución las obras en que consisten las mejoras, o el pago de lo que en virtud de
dichas mejoras valiere más la cosa en dicho tiempo.
En cuanto a las obras hechas después de contestada la demanda, el poseedor
de buena fe tendrá solamente los derechos que por el artículo siguiente se conceden
al poseedor de mala fe.

Art. 911. En cuanto a las mejoras voluptuarias, el propietario no será obligado a


pagarlas al poseedor de mala ni de buena fe, que sólo tendrán con respecto a ellas el
derecho que por el artículo precedente se concede al poseedor de mala fe respecto de
las mejoras útiles.
Se entienden por mejoras voluptuarias las que sólo consisten en objetos de lujo
y recreo, como jardines, miradores, fuentes, cascadas artificiales, y generalmente
aquellas que no aumentan el valor venal de la cosa, en el mercado general, o sólo lo
aumentan en una proporción insignificante.

f) Derecho a la retención. Tiene cabida en cualquier contrato en que el dominio


pase de mano en mano. Si el fideicomisario no quiere pagar las expensas y

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mejoras que deben ser pagadas, el fiduciario puede retener la cosa; se ejerce
via judicial. En los art. 754 y 800.
Art. 754. El propietario fiduciario tiene sobre las especies que puede ser obligado a
restituir, los derechos y cargas del usufructuario, con las modificaciones que en los
siguientes artículos se expresan.

Art. 800. El usufructuario podrá retener la cosa fructuaria hasta el pago de los
reembolsos e indemnizaciones a que, según los artículos precedentes, es obligado el
propietario.

g) Cumplida la condición, nace la obligación de restituir la misma cosa dada en


fideicomiso, salvo dos excepciones: 1) 749… Caso particular, se da en
fideicomiso el bien, pero se debe restituir con todos los frutos; se ha discutido
si en verdad se ha transmitido el dominio en este caso. 2) 760… Fideicomiso de
residuo; es que el fiduciario es propietario absoluto, y sólo deberá restituir lo
que sobre de ella.
Art. 749. Si se dispusiere que mientras pende la condición se reserven los frutos para
la persona que en virtud de cumplirse o de faltar la condición, adquiera la propiedad
absoluta, el que haya de administrar los bienes será un tenedor fiduciario, que sólo
tendrá las facultades de los curadores de bienes.

Art. 760. Si por la constitución del fideicomiso se concede expresamente al fiduciario


el derecho de gozar de la propiedad a su arbitrio, no será responsable de ningún
deterioro.
Si se le concede, además, la libre disposición de la propiedad, el fideicomisario
tendrá sólo el derecho a reclamar lo que exista al tiempo de la restitución.

2) Derechos y obligaciones del Fideicomisario.


a) Solo tiene una expectativa, su único derecho es impetrar las medidas
conservativas. 761…

Art. 761. El fideicomisario, mientras pende la condición, no tiene derecho ninguno


sobre el fideicomiso, sino la simple expectativa de adquirirlo.
Podrá, sin embargo, impetrar las providencias conservatorias que le
convengan, si la propiedad pareciere peligrar o deteriorarse en manos del fiduciario.
Tendrán el mismo derecho los ascendientes del fideicomisario que todavía no
existe y cuya existencia se espera; los personeros de las corporaciones y fundaciones
interesadas; y el defensor de obras pías, si el fideicomiso fuere a favor de un
establecimiento de beneficencia.

b) Algunos autores dicen que se podría enajenar su propia expectativa según el


art. 1813. Sería válida esa enajenación.
Art. 1813. La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se entenderá
hecha bajo la condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que por la
naturaleza del contrato aparezca que se compró la suerte.

c) Solicitar las indemnizaciones del fiduciario, por los perjuicios sobre la cosa por
su culpa 758…
Art. 758. Por lo demás, el fiduciario tiene la libre administración de las especies
comprendidas en el fideicomiso, y podrá mudar su forma; pero conservando su
integridad y valor.
Será responsable de los menoscabos y deterioros que provengan de su hecho o
culpa.

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d) A exigir que se le entregue la cosa, cumplida la condición

e) Su única obligación, eventual; pagar ciertas mejoras que haya hecho el


fiduciario, si las hubieren.

6. Extinción del Fideicomiso. 763…

Art. 763. El fideicomiso se extingue:


1º Por la restitución;
2º Por la resolución del derecho de su autor, como cuando se ha constituido el
fideicomiso sobre una cosa que se ha comprado con pacto de retrovendendo, y se
verifica la retroventa;
3º Por la destrucción de la cosa en que está constituido, conforme a lo
prevenido respecto al usufructo en el artículo 807;
4º Por la renuncia del fideicomisario antes del día de la restitución; sin
perjuicio de los derechos de los substitutos;
5º Por faltar la condición o no haberse cumplido en tiempo hábil;
6º Por confundirse la calidad de único fideicomisario con la de único fiduciario.

Nº 1) Por la Restitución. Se cumple la condición, y el fideicomisario pasa a ser dueño.


Nº 2) Por la resolución… Caso en que el constituyente, lo compró y había un pacto de
retroventa; se usa muy poco –se puede comprar el dominio de una cosa, pero se puede
obligar en el mismo titulo a revenderla-. El constituyente puede haber comprado la
cosa con pacto a retrovenderla, si esta obligado, se debe extinguir el usufructo.
Nº 3)…
Nº 4)…
Nº 5)…
Nº 6)… Las dos calidades se confunden en una misma persona, y se consolida.

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