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Contenido
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1 Un poco de historia
2 Situación de la lactancia materna
3 Definiciones para los distintos tipos de alimentación
4 El tabaquismo en la lactancia materna
5 Beneficios de la lactancia materna
6 Contraindicaciones
o 6.1 Contraindicaciones verdaderas
o 6.2 Falsas contraindicaciones
7 Fármacos durante la lactancia
8 Véase también
9 Referencias
10 Bibliografía
11 Enlaces externos
A principios del siglo XX se inicia lo que ha sido considerado como "el mayor
experimento a gran escala en una especie animal": a la especie humana se le cambia su
forma de alimentación inicial y los niños pasan a ser alimentados con leche modificada
de una especie distinta.8
Con el objetivo de que los gobiernos se impliquen de una forma más decidida con la
lactancia materna y aporten recursos económicos se aprueba la Estrategia Mundial para
la Alimentación del Lactante y el Niño Pequeño (EMALNP), por consenso de la 55
Asamblea de la OMS WHA 55.25,21 en mayo del 2002 y por la Junta Ejecutiva del
UNICEF, unos meses después. La estrategia marca líneas de actuación que deben seguir
los países miembros, basadas en pruebas científicas. La mayor parte de las
recomendaciones están dirigidas a mejorar los índices de lactancia materna. Se reconoce
que la lactancia es, en parte, un comportamiento aprendido y que hay que ofrecer a las
madres lugares donde poder aprender, como los grupos de apoyo a la lactancia materna,
protegidas de la publicidad de las casas comerciales.22
Para conocer datos de inicio y prevalencia de la lactancia materna en los últimos años,
en España hay que recurrir sobre todo a estudios epidemiológicos realizados a nivel
autonómico o incluso local. Según datos del 2005 en Catalunya (España)27 la
prevalencia de la lactancia materna al inicio se sitúa en el 81,1% aunque de ésta
únicamente el 66,8% es exclusiva. Al tercer mes el índice de lactancia total
(exclusiva+no exclusiva) se sitúa en el 61,9%, a los seis meses en el 31,3% y al año en
el 11,5%. Sin embargo con datos de 1989, la lactancia materna total al inicio era del
72%, a los tres meses del 39,2% y a los seis del 6,3%, no existen datos de prevalencia al
año en esa fecha. Hay diferencias significativas en los índices de lactancia comparando
distintas autonomías españolas, pero la tendencia a un incremento paulatino de las tasas
de inicio y prevalencia de la lactancia materna es común.
En 1991, la OMS acuñó definiciones precisas de los tipos de alimentación del lactante.28
Estas definiciones se deben utilizar en los estudios sobre lactancia para poder comparar
resultados entre estudios.
La exposición pasiva de los niños al humo del tabaco se asocia con un mayor riesgo de
enfermedades de las vías respiratorias inferiores, otitis media, asma y síndrome de
muerte súbita del lactante.29 El tabaquismo de la madre se asocia también a una menor
duración de la lactancia materna,30 pero probablemente ello no se debe a un efecto
fisiológico directo del tabaco sobre la lactancia, sino a factores psicosociales (dar el
pecho y no fumar son dos conductas saludables y pueden asociarse en la misma
persona, y por otra parte la madre que fuma puede creer erróneamente que no debe
amamantar).
La lactancia artificial potencia los efectos nocivos del tabaquismo, aumentando las
infecciones respiratorias,31 los ingresos hospitalarios32 y el riesgo de desarrollar asma,33
por lo que es muy recomendable que aquellas madres que no pueden dejar de fumar den
el pecho el mayor tiempo posible y no fumen dentro de la casa.
Los beneficios para la salud de la madre o el bebé, así como sus beneficios en el ámbito
familiar, económico o social, se usan a menudo como argumento para la promoción de
la lactancia materna. La mayoría son de dominio público, pero se puede encontrar
fácilmente información más extensa en numerosas publicaciones asesoradas por
profesionales34 así como en informes científicos y políticos.
La lactancia materna tienes bastantes beneficios tanto como para el menor, y la madre,
por ejemplo, el vínculo afectivo se hace más sólido; la recuperación de la madre es más
rápida debido a que através de la succión se generan contracciones, y se desinflaman en
menor tiempo; los niños crecen más sanoos, entre muchos más beneficios.
[editar] Contraindicaciones
Hacer un llamado sobre el rol vital que la lactancia materna juega en todas
las emergencias alrededor del mundo.
La dureza de los pechos se produce por la excesiva producción de leche materna, suele
producirse durante los primeros días de la lactancia, lo que se denomina subida de la
leche y los pechos se van regulando hasta equilibrarse a la demanda de leche realizada
por el bebé. Si el problema persiste, lo más recomendable es vaciar los pechos, para
ello, una buena opción es utilizar un sacaleches, sea eléctrico o manual, el aparato nos
permitirá reducir la tensión interna de los pechos y reducirá la inflamación de las
glándulas mamarias, recomendamos leer el post Los pechos en el embarazo.
Cuando el bebé no se agarra bien al pecho se pueden sentir sensaciones similares a
pinchazos que pueden derivar en dolor, irritación de los pezones y las mencionadas
grietas. Un cojín de lactancia puede ayudarte a que el niño se pueda agarrar de forma
adecuada al pecho y se eviten estos problemas. En todo caso, es importante consultar
con la matrona o acudir a profesionales de apoyo a la lactancia para que te enseñen la
forma correcta de dar el pecho al bebé.
Los pechos supuran leche entre toma y toma, por tanto es normal que se pueda manchar
el sujetador, se humedezca la zona y derive en los problemas mencionados, escozor,
grietas, etc., unos discos absorbentes serán una buena solución, evitarán la humedad en
la zona y las manchas en el sujetador o la blusa, por cierto, recuerda tener en cuenta las
prestaciones que ofrece un sujetador de lactancia.
Antes del embarazo las células que producen anticuerpos contra las infecciones
intestinales van por el sistema circulatorio, hasta el intestino, dónde se encuentran éstos
anticuerpos dispuestos a defender contra infecciones como el cólera o el retrovirus. Pero
una vez que la mujer queda embarazada y comienza la lactancia materna, estas células
suben a las glándulas mamarias, y por medio de la leche los anticuerpos pasan al cuerpo
del bebé, comenzando su viaje hasta su intestino y creando su inmunidad. Así se
corrobora que estudios anteriores hayan demostrado que los bebés que no tuvieron la
lactancia materna sufrieran el doble de la incidencia de enfermedades diarreicas que
los que sí la tuvieron.
Todo el mundo sabe que la lactancia materna es buena para el bebé. Pero, ¿Por qué es
bueno?. Una de las razones es que la lactancia materna tiene anticuerpos que protegen
al recién nacido de infecciones y éste estudio sirve para demostrar el mecanismo
molecular del cuerpo de la madre para conseguir éstos anticuerpos que producen las
células.
Para éste estudio se utilizaron los ratones conocidos por el nombre de “knock out”
modificados genéticamente para carecer de la molécula CCR10, comprobando que los
ratones lactantes normales tenían cientos de miles de anticuerpos que producen las
células en las glándulas mamarias, y los investigadores descubrieron una reacción en
cadena en que los ratones tenían 70 veces menos número de tales células, demostrando
que la falta de CCR10 era la culpable de la deficiencia.
En este caso, los investigadores han podido constatar que los niños que habían sido
amamantados al menos durante cuatro meses, presentaban una mayor capacidad
pulmonar a la edad de 10 años en comparación con niños que disfrutaron de menor
tiempo de este tipo de alimentación. Al parecer, tener que mamar para poder alimentarse
obliga al bebé a realizar un esfuerzo pulmonar que se traduciría en un desarrollo más
efectivo de su sistema respiratorio y una mayor capacidad de sus pulmones.
La investigación tomó los datos pertenecientes a 1.033 niños de una edad media de 10
años desde su nacimiento, los datos sobre la capacidad pulmonar reflejaban que los
niños que habían sido amamantados cuatro meses o más, presentaban hasta 54 mililitros
más de capacidad pulmonar. También se muestra que los niños de 10 años que
disfrutaron de la lactancia materna pueden exhalar más rápidamente el aire de sus
pulmones llegando a ser la exhalación de 180,8 mililitros más por segundo en
comparación con los niños que no fueron amamantados, este dato está claramente
relacionado con el esfuerzo realizado en la acción de alimentarse mediante la lactancia
materna.
Volviendo al estudio, según los expertos, la presión que deben ejercer los bebés para
comenzar la succión antes de que la leche comience a aflorar es superior a la que deben
realizar cuando se alimentan a través del biberón, las pruebas realizadas así lo
demuestran y explican por qué es superior la capacidad pulmonar. La lactancia materna
favorecería además que los niños disfrutaran de una mejor salud física como
consecuencia de la mayor capacidad pulmonar.
Si quieres ofrecer a tu bebé una mayor calidad de vida, mejor inmunidad frente a las
enfermedades, mayor capacidad para disfrutar de los alimentos durante su desarrollo o
más inteligencia, es fundamental ofrecerle al menos un año de lactancia, una tarea que
será recompensada viéndole crecer de forma óptima.
Si quieres conocer más detalles del estudio, ha sido publicados en la revista electrónica
Thorax.
La lactancia materna previene la salud cardiovascular, así se concluye en un estudio
realizado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos). Al
parecer, existe además una relación entre el tiempo en el que las madres han estado
amamantando a sus hijos y la reducción de las probabilidades de sufrir problemas como
la hipertensión, índices de colesterol elevados o diabetes, enfermedades relacionadas
con el estado de la salud cardiovascular.
Las conclusiones se han obtenido a través del seguimiento y los datos de 139.681
mujeres postmenopáusicas que participaron en otro estudio en 1994. Se tuvieron en
cuenta distintas variables, edad, raza, antecedentes familiares, estado socioeconómico,
masa corporal, etc. La lactancia materna logra alargar la prevención de la salud
cardiovascular varios años después y según indican los investigadores, el gasto
metabólico que se realiza durante la lactancia tiene mucho que ver.
Las bifidobacterias son un tipo de bacterias que viven en el intestino y que forman parte
de la flora intestinal. Estas bacterias ayudan a realizar la digestión y se relacionan con
una menor incidencia de las posibles alergias alimentarias que se pueden sufrir, además
se les atribuye la prevención de algunos tumores y propiedades inmunológicas, lo que
muestra la importancia de la presencia de las bifidobacterias en la leche materna.
Los expertos indican que con cada 800 mililitros de leche materna que ingiere el bebé,
su organismo puede recibir hasta 10 millones de bacterias distintas que son muy
beneficiosas para su desarrollo. Son bacterias pertenecientes a la microbiótica materna
que colonizan el intestino del bebé ayudándole a mejorar su sistema inmunológico, cada
madre confiere a su bebé una composición bacteriana única. Esto muestra además que la
alimentación de la madre es muy importante, una dieta sana y equilibrada permite
disponer de una flora bacteriana de gran calidad y diversidad que sería transferida al
bebé durante la lactancia.
Durante los últimos años se ha estudiado el papel que desempeña la leptina en la leche
materna y sus efectos beneficiosos a largo plazo sobre complicaciones de salud como
la diabetes o la obesidad. La leptina es una hormona también conocida como OB que
mayoritariamente la producen las células grasas del organismo, sus funciones son
varias, interviene en los procesos fisiológicos de la inmunidad, la reproducción, la
angiogénesis y se encarga de la regulación del peso corporal a través de los efectos de
saciedad en el organismo.
Por otro lado, a partir de estos resultados se pueden desarrollar diferentes alimentos
infantiles funcionales que contengan leptina y reducir los elevados índices de sobrepeso
y obesidad infantil existentes. Según los investigadores, estos productos no tardarán
mucho en aparecer en el mercado, aunque antes deberán superar los trámites y controles
pertinentes.
Una investigación realizada sobre unos 14.000 niños désde su nacimiento hasta los seis
años y medio , elegidos aleatoriamente en diferentes hospitales de Bielorrusia ha
demostrado que los que tuvieron sólo lactancia materna durante tres meses o más,
lograron notas más altas en una prueba de inteligencia que los demás niños.
Posteriormente, sus profesores han constatado que el rendimiento académico era
superior al resto, con notas mucho más elevadas en los test realizados.
El encargado de éste estudio fue el Doctor Michael S. Kramer del Hospital Infaltil de
Montreal en Canadá.
La Doctora Ruth Lawrence opina que los nutrientes que existen en la leche materna
no existen en otros alimentos y son necesarios para el desarrollo del cerebro.
Algo que está demostrado, y de lo que ya hemos hablado muchas veces, es que la leche
materna tiene nutrientes que ayudan al sistema inmunitario del bebé y le refuerzan a la
hora de enfrentarse a las bacterias y virus a lo largo de su crecimiento, a la vez que
también es beneficioso para la madre, ya que ayuda a que su recuperación sea más
rápida después del parto.
Sin contar con que es una experiencia para ser disfrutada, ya que te proporciona una
intimidad con tu bebé, y un momento único entre tu hijo y tu.
La maternidad lleva aparejada la necesidad de realizar una serie de elecciones, que dependerán de
múltiples aspectos personales y del entorno de la mujer. La decisión de cómo alimentar al bebé
debe ser una elección libre de la madre, informada previamente de las ventajas e inconvenientes
de los diferentes tipos de alimentación del recién nacido.
La lactancia materna es el recurso natural más importante para la nutrición del recién nacido,
tanto en la etapa de lactante como en posteriores etapas. Sus ventajas han sido avaladas por un
gran número de investigaciones que han puesto de manifiesto su papel en la reducción de la
morbilidad y mortalidad infantil.
Conceptos
La disminución que experimentó la lactancia materna a partir de los años sesenta del siglo XX y
los beneficios demostrados que reporta para la salud de las madres y recién nacidos, hacen
necesario que los esfuerzos para su recuperación comprometan a toda la sociedad. La implicación
de los profesionales sanitarios es imprescindible, pero debe acompañarse de otras medidas
favorecedoras de diferentes ámbitos (legislativo, laboral, educativo), así como del apoyo informal
proveniente de las asociaciones que trabajan en pro de la lactancia (apoyo madre a madre).
Objetivos
Generales:
Sensibilizar a la población sobre los beneficios de la lactancia materna, facilitando que las madres
hagan una elección informada del tipo de lactancia para su bebé.
Responsable/s
El Programa Lactancia Materna tiene el/los siguiente/s responsable/s:
Carmen Barona Vilar. Jefa de Sección. Salud Infantil y de la Mujer. Salud Perinatal. Tel.
961925739
Rosa Mas Pons. Técnica de Salud Pública. Salud Infantil y de la Mujer. Salud Perinatal. Tel.
961925737
Marisa Carpio Gesta. Técnico/a Medio/a de Salud Pública. Salud Infantil y de la Mujer. Tel.
961925738
Ana Fullana Montoro. Jefe/a de Servicio. Salud Infantil y de la Mujer. Tel. 961925734
Pegui Moreno Alonso. Jefe/a de Negociado. Salud Infantil y de la Mujer. Tel. 961925735
¿Cuál es el problema?
¿Cómo se manifiesta?
Sin embargo, un número creciente de países enfrenta nuevos riesgos para la salud
vinculados con la alimentación, como las enfermedades cardiovasculares y
cerebrovasculares, la hipertensión arterial, diabetes mellitus, cáncer y condiciones
ligadas a ellos como la obesidad.
Más allá de algunos mensajes que pueden ser casi universales («consuma una
alimentación variada»), existen especificidades propias en cada tema a ser tratado en
educación en nutrición. Es por tanto necesario definir con precisión el problema
nutricional que va a ser objeto de intervención y las causas que lo originan.
Beghin et al. han definido un procedimiento para el análisis de los factores que influyen
en el estado nutricional (relativo al problema específico identificado). El resultado de
este análisis se presenta en un esquema en forma de árbol, cuyas ramas conducen al
lector desde las causas más cercanas a las más alejadas. Es una red que muestra los
factores directos e indirectos que afectan el estado nutricional de la población (Ver
figuras 1, 2 y 3).
Las etapas del proceso de análisis causal son las siguientes:
4. En este modelo, el grupo identificará los factores sobre los cuales parece
oportuno actuar. La elección se hace en función de criterios definidos por el
grupo (por ejemplo: la factibilidad, la aceptabilidad, la presunta eficacia, el
costo, las exigencias de los patrocinadores y otros).
Para facilitar el trabajo de grupo, se ofrecen algunas reglas para la construcción del
modelo de análisis causal:
1. La construcción del modelo progresa desde arriba hacia abajo, desde el efecto
a la causa más inmediata.
2. Cada factor se desglosa por lo menos en otros dos al nivel inmediatamente
inferior.
3. Las ramas del modelo se expanden sobre los distintos factores; para la
mayoría de éstos, es posible generar indicadores (por ejemplo, el ingreso
familiar); para otros, es muy difícil o imposible generar indicadores (por
ejemplo, el apoyo familiar).
8. Los participantes en este análisis deciden por anticipado el nivel al cual van a
trabajar, según se considere el problema a nivel individual o colectivo.
4.2 ¿Cómo identificar las conductas que podrían ser abordadas con una
intervención?
En todos los casos, el grupo encargado del análisis causal debe poner particular
atención a las causas vinculadas con esa conducta. Sólo esos factores serán posibles
de tratar con una intervención educativa.
- Las familias que amamantan están satisfechas con la crianza, ahorran tiempo y dinero
y ayudan a proteger el equilibrio ecológico del planeta.