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ALEACIONES NO FERROSAS
MARTÍNEZ AQUINO LUIS ÁNGEL Y GONZÁLEZ
MONTALVO ALEJANDRO
Las aleaciones no ferrosas suelen ser más livianas y resistentes a la corrosión, además, poseen una
elevada conductividad eléctrica y térmica. Cada aleación demanda un tipo de composición
metálica exacta.
La estructura cristalina de cada uno de los elementos (HCP, CCP, BCC, FCC) metálicos juega un
papel importante dentro de la aleación, ya que, en el proceso de fundición, la solución sólida al
cristalizar se une mediante enlaces metálicos y las estructuras resultantes se suman o cambian.
Por lo tanto, cada aleación, en función de su composición, tendrá sus propias estructuras
cristalinas, por ello es necesario utilizar diagramas de fases que permitan estimar la temperatura
a la cual se fundirá la aleación no ferrosa compuesta por dos o más metales. Cabe destacar es que
los metales de la aleación deben ser solubles entre sí.
Las propiedades de las aleaciones no ferrosas dependen, en su mayoría, de la base metálica, pero
de manera muy general son menos densas, mecánicamente más resistentes en relación con su
peso, más resistentes a la corrosión, deformables, altamente conductores del calor y de
electricidad.
Una aleación es una mezcla homogénea entre dos o más metales que puede ser formada por
tratamientos térmicos o precipitación.
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Zinc y Zamak.
El zinc es un elemento conocido desde épocas muy antiguas. Ha sido usado en aleaciones para
hacer bronce, desde la era del bronce. El uso de este elemento ha tenido una evolución fuerte a
lo largo de los años, desde su paso por Grecia hasta China, su uso para la estatua de Luis XIV y el
nacimiento de la metalurgia del zinc en el siglo XIX.
El zamak es una aleación compuesta por zinc principalmente. Su nombre proviene del acrónimo
alemán que contiene los elementos de dicha aleación: Zinc, Aluminium (Aluminio), Magnesium
(Magnesio) y Kupfer (Cobre).
Su aspecto es muy similar al peltre, no es férreo y no se ensucia tanto como la plata. Se puede ver
una pérdida de brillo con el paso del tiempo, aguanta roces y golpes. Se puede decir que es el
sustituto del latón.
El zamak es duro, resistente y rígido. Presenta puntos de fusión de 386°C y una densidad de 6.6
g/cm^3 y no puede soldarse.
Hay distintos tipos de zamak según los porcentajes que lo componen, algunos de los más usados
son:
Zamak-2: Tiene Cobre 2.7-3.3, Magnesio 0.06-0.04, Aluminio 3.8-4.2, el resto Zinc.
Zamak-3: Compuesto por Cobre 0.00-0.10; Magnesio 0.03-0.06, Aluminio 3.9, el restante
es Zinc.
Zamak-5: Presenta esta liga de Cobre 0.70-1.10, Magnesio 0.03-0.06, Aluminio 3.9-4.3, el
restante es Zinc.
Zamak-8: Es una aleación de Cobre 2.60-3.10, Magnesio 0.065-0.45, Aluminio 3.5-4.2, el
restante es Zinc.
La desventaja del zamak es que presenta alta corrosión con la humedad, por lo que no debe ser
mojado.
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En cuanto a las aplicaciones, se utiliza principalmente en la bisutería y la joyería, para las partes
metálicas de accesorios, pero también se encuentra en la industria automotriz, donde es usado
en piezas de seguridad, carcasas, bielas, etc.
Superaleaciones.
Se le conoce como “superaleación” a aquellas aleaciones con capacidad de ser usadas a
temperaturas mayores de 540°C. Generalmente contienen Hierro, Níquel y Cobalto en su
composición.
Además de ofrecer resistencia a altas temperaturas, ofrecen una gran resistencia mecánica,
estabilidad y una gran resistencia a la corrosión y oxidación.
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Babbit.
Introducida en 1839 por Isaac Babbit, es una aleación suave a base de Estaño, Plomo, Níquel y
Antimonio. Existen dos tipos de Babbit, el primero con más del 50% de la composición de Estaño,
presenta buena adherencia sobre una base de hierro y tienen buena dureza en temperatura
ambiente. A diferencia del primero, el segundo tiene una base de plomo de más del 50% de la
composición. Tiene poca adherencia sobre el hierro y baja dureza a temperatura ambiente, pero
cuando se eleva la temperatura, el cambio en sus propiedades físicas no es tan acentuado como
en la primera.